22101259570 Digitized by the Internet Archive in 2018 with funding from Wellcome Library https://archive.org/details/b29979924_0001 1 i ** DICCIONARIO DE MEDICINA PERUANA POR HERMILIO VALDIZAN TOMO I 476 LIMA, MCMXXIIl t TALLERES GRÁFICOS DEL ASILO «VÍCTOR LARCO HERRERA» impresor: CÉSAR torres eenavides A la memoria de mi santa madre Doña Juana Medrano de Valdizán, dedico este libro. .. ’-í i ■: V-. . .í / r:-- ' '■ íi- '■■■•*'< i ZPJ: .é- ‘ ; - -- -. ' « : ■- í l h # r ■» i ■l * í" '‘ ^ •% - '’fí' '»'• •K ' • • •• *\ rx^. , V / Y ■ ' '' K / INTRODUCCION Terminada la primera etapa de la conquista, establecido defini¬ tivamente el dominio español en los vastos territorios del legendario Imperio de los Incas, no le fué posible a España poner válidos em¬ peños en servicio de la obra de recoger la herencia de cultura de lá raza conquistada y fué menester el transcurso de casi medio siglo pa¬ ra que se encomendase a la actividad y celo ejemplares de don Francisco de Toledo (1569-1580) una averiguación res¬ pecto al pasado y presente del elemento aborigen, información que hubiese dado mejores y más provechosos resultados verificada con alguna anterioridad a la época en la cual se llevó a cabo. Fué así que se perdió oportunidad de bien conocer cuanto se refiere a la Medicina de los Incas, respecto a la cual apenas nos quedan otras fuen'tes de información que las suministradas por la cerámica incai¬ ca, por los sepulcros de los primitivos peruanos, por las superviven¬ cias de las lenguas que originariamente hablaron los habitantes del Perú y, finalmente, por aquello que nos dijeron los Cronistas de Indias, muchos de los que escribieron bajo la impresión de informa¬ ciones más o menos verídicas y no pocos de los cuales descuidaron, en más de una oportunidad, el privilegio de inventario, tan útil al honrado historiador. Es verdad que la conquista del Perú fué llevada a cabo por gru¬ po de arrojados guerreros y no por agrupación de tranquilos erudi¬ tos; es verdad que las guerras civiles que epilogaron las hazañas de P i z a r r o , reclamaron de España toda la atención de los primeros años que siguieron al establecimieno de la colonia y que la Madre VIII Pattia debió pensar en someter vasallos rebeldes, antes que en el es¬ tudio de vasallos sometidos; pero estas consideraciones, que eximen de culpa a España en cuanto guarda referencia al deficiente estudia de la primitiva civilización peruana, explican toda la candorosa injus¬ ticia con la cual personas más amantes de la galanura del decir que del decir verídico han pretendido culparnos a los peruanos de una ignoiancia de nuestro pasado que lamentamos sin que sea nuestro lamento aceptación dé culpa o í’éspohsafeilldtd . Se ha hablado algunas veces de médicos que vinieron al Perú con los primeros conquistadores. No vale la pena discutir la vera¬ cidad de este aserto que, antes que yo, han desmentido los doctores José Casimiro Ulloa (l)yDavid Matto (2) y el his¬ toriógrafo chileno señor Mackenna (3), que han participado de la misma opinión, fundada probablemente, en el hecho de no haber sido hallado nombre alguno de médico o cirujano en las diversas re¬ laciones de la conquista. No es de suponerse que vinieran en com¬ pañía de los primeros conquistadores, médicos o cirujanos que aban¬ donaran a sus camaradas en sus momentos de peligro y en sus enfer- medades, renunciando, por un exceso de prudencia, al ejercicio de su abnegada misión en favor de los curanderos indígenas y de los re- ligioscs de las diversas órdenes, quienes, en el hecho, fueron los primeros que ejercieron la cirugía en el Perú. Los primeros profesionales que visitaron el Perú, según nues- ti as noticias, fueron don Hernando de Sepúlveda, primer Protomédico (1537) (4); el cirujano Francisco Sán¬ chez (1537) (5) ; el barbero Juan López (6) y el ciru¬ jano Juan Catalapiedra (1538) (7), todos cuatro estable¬ cidos en la Ciudad de los Reyes; el cirujano griego Maese Fran¬ cisco, que beneficiara del buen humor del “Demonio de los An¬ des” nada menos que la conservación de la vida en episodio que ha hecho materia de una deliciosa tradición el maestro Palma (8) y que acompañaba como cirujano, a pesar de ser sólo albeitar, a las tro¬ pas de Diego Centeno (1 547 ) ; el bachiller cirujano Pa¬ checo, de quien sólo queda noticia de su actuación política en el CiizcOi que le valió el destierro (I55());el barbero Pedro G o n z á 1 e s , autorizado por el Cabildo de Huamanga para IX ejereer de cirujano (1552) y el doctóf Juan d é 1 á G U I v residente en el Cuéco (1556) . De todos esos modestos representantes de la ciencia niédica en los primeros años del coloniaje, nos quedan pocas noticias: el doc¬ tor S e p ú 1 V e d a debió detehersé en Panamá antes de venir á la Ciudad de los Reyes; dejó en la primera de las ciudades nombradas familia a la cual fué a reunirse años más tarde, con venia del CabiP do de Lima (9). Fué el primer protoñiédico, honor que héiiios réP vindicado nosotros para el Dr. S e p ú 1 v e d a, y que venía general¬ mente atribuido, por autores españoles y peruanos» al doctor don Antonio Sánchez de Renedo, qué fué el primer Presidente del Tribunal del Real Protómedicato, establecido en Li¬ ma en el primer año de gobierno de don Francisco de To¬ ledo (1569). El doctor Sepúlveda realizó la primera ins¬ pección de boticas que haya tenido lugar en Lima y sometió a su autoridad a cuantos ejercían el arte de curar en la Lima colonial, que no eran'muchos, a todos los cuales exigió presentación de títulos que, en no pocas ocasiones, debieron ser exponente de habilidad caligrᬠfica más que de habilidad profesional. Se ha dicho muchas veces y no necesito decir por quienes, que el Perú, al cual correspondió el honor de la primera Universidad de América, no ofrece en su historia aquellos ejemplos de nobleza inte¬ lectual que ofrecen otras Repúblicas de América. Sin extralimitar¬ me a juzgar cuanto se refiere a la literatura, a la jurisprudencia, a la teología, a las ciencias físicas o naturales y conservándome dentro de los límites marcados por la naturaleza de este libro, debo apro¬ vechar la oportunidad de declarar que si fué peruana la primera Universidad de América, no pudieron ser más humildes sus orígenes ni pudieron hallarse envueltos éstos dentro de atmósfera más desfa¬ vorable a su desarrollo . Obra merítisima de la benemérita orden do¬ minicana, origen que algunos eruditos a la violeta manifiestan olvi¬ dar en sus desplantes sistemáticos contra aquello que tiene sabor de iglesia, la Universidad de San Marcos, nació a mediados del siglo XVI y nació pobre para tener en esa pobreza el sello monacal que le dieicn sus fundadores. Todos sus ingresos se hallaban representa¬ dos per la modestísima suma de trescientos cincuenta pesos que los X i generosos padres dominicos debían extraer de sus rentas para el ob^ jeto de dar a la Ciudad de los Reyes el brillo de la enseñanza acadé¬ mica. Siete años después de fundada la Universidad, el Marqués de Cañete, de buena memoria, agregaba 400 a los 350 pesos de los padres dominicos y así enriquecía a la naciente institución, que sólo en 1752 pudo abandonar los hospitalarios claustros de Santo Domin¬ go, bajo la dirección del doctor en Medicina, don Gaspar de M e n e s e s . Si la protección de España a la Universidad se dejó sentir en el orden económico, ella no se dejó sentir en el orden pe¬ dagógico, ya que no se pensó en enviar al Perú persona capaz de dar a la Academia de San Marcos una sólida organización que hu¬ biese permitido obtener de ella los mejores provechos. Y no se crea que fue el abandono obra de ignorancia de las condiciones poco prósperas de la Universidad; la Corona fué informada de ellas, en diversas ocasiones, por los visitadores que nombró y muchos de los cuales fueron encargados, al mismo tiempo, de visitar la Real Au¬ diencia de Lima. Estos funcionarios debieron informar a la Corte Española con mayor fidelidad que los muchos cronistas que hacien¬ do referencia a la Universidad de San Marcos sólo tienen para ella elogies que mereció, sin duda alguna, pero que omiten los defectos de organización y la falta de maestros que no pudieron improvisar¬ se . Como muestra de las condiciones de algunos de los rectores de la Universidad de San Marcos básteme citar el hecho elocuentísimo que nadie ha puesto en relieve a pesar de su ostensibilidad, que ha¬ biendo tenido la Universidad entre sus primeros Rectores seglares dos rectores doctores en Medicina, los doctores Gaspar de Menesesy Antonio Sánchez de Renedo, nin¬ guno de estos dos varones a quienes el doctor Eguiguren ( 10) ha elogiado con tanto entusiasmo, realizó la menor gestión en pro del establecimiento de una Cátedra de Medicina. ¿A qué servía que, entre las atribuciones del Protomedicato se hallara el estudio de los productos medicinales del país y de las enfermedades del mismo, si no se procuraba preparar personas capacitadas para llevar a cabo estos estudios? Si la Universidad de San lYIarcos tiene el derecho de recordar muchos varones ilustres, honra de la nacionalidad, ella, en rigor de XI verdad, debe recordar también muchos de aquellos maestros que escalaban los escaños del Claustro a objeto de lucro (alguna de las Cátedras tenía ya, en 1599, la no despreciable renta de 1562 pesos anuales) o^a objeto de conseguir un título que les presentase como superiores a la generalidad de los peruanos de la época: debe re¬ cordar también a muchos maestros que de tales sólo tenían el título y la religiosidad con la cual cobraban la renta que les estaba asigna¬ da Persona de tanta severidad como el Marqués de la Concordia, a quien tanto debe la enseñanza médica en el Perú, hacía de la Uni¬ versidad de Lima, en comunicación al rey de España (1810), des¬ cripción mucho más severa que esta bosquejada por nosotros. Hubo necesidad, en San Marcos, de Rectores que, con completo conoci¬ miento de la trascendencia de su misión y con la libertad compatible con la época, suspendiesen abusos que podían perpetuarse y enmen¬ daran rumbos que habían de conducir por malos caminos a la Aca¬ demia. Si concluía e! siglo XVI en buenas condiciones económicas pa¬ ra la Universidad de Lima, no eran del todo buenas las condiciones en las cuales llegaba a término para la ciencia de curar. Los diversos protí'médicos limitaban su acción al exámen de título de los sujetos que pretendían el ejercicio del arte de curar y aún en esta manifesta¬ ción de autoridad no daban muestras de muy grande celo. Por otra parte el número de titulados que llegaban de la península era tan re¬ ducido, que el protomedicato debía manifestar una cierta tolerancia y autorizar para ejercer la profesión a personas que a veces ignora¬ ban en absoluto los elementos del arte médico. Muchos de los titu¬ lados médicos y cirujanos que ejercieron en el Perú en el siglo XVI no tenían toda la ciencia que Maese Francisco, el albei- tar que sangrara cinco veces a Diego Centeno antes de la batalla de Huarina (1547). Ya desde aquellos últimos años del siglo XVI algunos criollos, en su mayor parte pertenecientes a las cla¬ ses sociales más humildes, ejerciendo en los hospitales oficio de en¬ fermeros, rendidas pruebas sencillísimas ante el Tribunal del Proto¬ medicato, se permitían el ejercicio de la Flebotomía y el de la Ci¬ rugía y, en no pocas ocasiones invadían el campo reservado a la Me¬ dicina. El charlatanismo hacía de las suyas y apenas un cirujano en- t^aba en posesión de Güatfó látiñes, desdeñando á lós cifüjáños r o iñ a n G i s t a s ^ se daba ínfulas de sabio y proeedía éñ forma pe¬ ligrosa a la eonservacióíl dé la vida dé lal gentes . l:n siglo después de It fuñdaGíóíl dé la Ciudad de los Reyel, esto es en el año 1636, el Gobierno español, a iñíciatiVa del señor Conde de Chinebón, indieaba a la Uñivérsidad de San Marcos Ifi conven ieneia de fundar dos Cátedras de enseñanza médica. Tal és el verdadero origen de esta enseñanza y por ello debemos conservar leratiíud al Conde de Chinchón que tomó una iniciativa que debiéróñ tomar en el siglo anterior los rectores de la Universidad don Gaspar de M eneses y don Antonio Sánchez dé Rene do. El siguiente año de 1637 se discutió en la Universidad, la creación de dichas dos Cátedras y hubo Catedrático, el doctor Huerta, á quien Dios haya perdonado, que se opuso a dicha creación manifes¬ tando que ésta era innecesaria teniendo en cuenta la habilidad de los cirujanos y curanderas indígenas que habían asentado sus rea¬ les en el pueblo de Surco y en el arrabal del Cercado de la Ciudad de los Reyes (11) . En 1638, a pesar de la oposición del doctor Huerta, Catedrático de Lengua de Indios, una Real Cédula de Don Felipe IV establecía para el pago de ellas las rentas de 976 pe¬ sos 4 rs. y 625 pesos, una y otra sobre el producto de las rentas del solimán (muriato de mercurio). Escalona, citado por U n a- nue 12) hacía notar el curioso contraste que ofrecía el hecho de pagarse la enseñanza de dos ciencias de salud con una renta de muer¬ te, ya que el laboreo del mercurio hizo en la colonia más víctimas que muchas epidemias. Pero en la enseñanza, como en todos los ramos de la administración pública las reales disposiciones no fueron siempre hechas realidad y de este hecho deriva la falta de exactitud de quie¬ nes han pretendido escribir nuestra historia sobre la base exclusiva de los Cedularios, ya que muchas cédulas sólo fueron escritas pa¬ ra riqueza de archivos y desesperación de archiveros. En 1662 las Cátedras no habían sido establecidas todavía y sólo en 1687, cuando ya den Felipe IV dormía el último sueño y gobernaba España don Carlos II, el Virrey Duque de la Patata (Don Melchor de Na- varray Rocáfull) estableciólas definitivamente, con menor ren|-a; pero con mayor estabilidad. -T- XfP — En 1691 fné establecida, por el Conde de la Monclova (Don M elchor PoTtoeaFrero) la Cátedra de Método de Galeno, cuya renta fué tomada de aquella de Prima de Matemáticas y paia cuyo desempeño fué nombrado el médico presbítero don Francisco Vargas Machuca, mejor orador sagrado que médico. Terminaba el siglo XVII y el balance de lo hecho durante él no dec^'a muy bien del interés despertado en la administración pública por la enseñanza médica. Habían sido creadas tres Cátedras de Medicina, de enseñanza exclusivamene teórica, muchas veces aban¬ donadas y cuando no abandonadas dictadas por personas que tenían en más la demostración petulante de sus vastos conocimientos que el provecho de sus discípulos. La enseñanza clínica realizábase muy modestamente en los hospitales, bajo la dirección de prácticos cuya buena voluntad no logró siempre salvar los inconvenientes de su igni>rancia. Si tal sucedía con los médicos, es fácil suponer como se hacía en aquellos tiempos un cirujano, un boticario, un flebótomo, una recibidora. Después de algunos años de práctica en condiciones lamentables, se rendía un exámen ante el Tribunal del Protomedi- cato, que contaba con alcaldes examinadores de Medicina, de. Ciru¬ gía, de Farmacia, que tal vez, contó con un Alcalde examinador de Fle’mtumía; pero que excluyó de todo control y de toda vigilancia al gremio de las recibidoras. La bibliografía médica peruana de la cual debemos tantas no¬ ticias al ilustre bibliógrafo chileno señor Medina (13) no es muy rica en los siglos XVI y XVI 1 : en el primero una edición peruana del “Tratado de Medicina de Farfán” (14) y una otra de la “Suma y Recopilación déla Cirugía” de Alonso López (15) constiiuyen todo nuestro caudal bibliográfico. En el siglo XVII el to¬ ledano don Matías de Porres, Médico de Cámara del Príncipe de Esquilache, D. Francisco de Borja y Aragón, publicó un juicioso estudio de las aguas de Lima citado con elogio por don Cosme Bueno ( 16) y por don Hipó- 1 i t o U n a n u e (17). Publicó además una “Concordancias medicinales de ambos mundos” y unas “Breves advertencias para beber frío con nieve” y un estudio de “las virtudes de todas las fru- XIY tas y semillas del reino” (18), probablemente escrita en colabora¬ ción cor el Licenciado Robles. El limeño Bermejo y R o 1 d á n nos da la noticia de un “Discurso” sobre la epidemia de saiampión de 1618 publicado por el entonces protomédico D. Mel¬ chor A m uz g o (19 ) l a Astrología y la Medicina, cuyo consorcio destruyó en Euro¬ pa la sátira de M o 1 i é r e,, tienen representación en la bibliogra¬ fía peruana del siglo XVII: el médico presbítero don Juan J e¬ rónimo Navarro (20) escribió acerca de Astrología y ejer-. cióla en el Perü un clérigo, Gonzalo Vásquez, que acompañaba a Hernández Girón (1553-1556). En 1660, don Juan F i g u e r o a, Familiar del Santo Oficio, escribió sobre el mismo argumento, que no desdeñó de tratar el Padre C a - lancha (21) a pesar de la severidad de sus doctrinas religiosas. En 1649 el médico presbítero doctor Machuca publicó un es¬ tudio relativo a la nocividad del pepino (olanum variegatum) del que no tenemos otra noticia que la consignada por C a v i e d e s (22) el “poeta de la Ribera” . En 1690 el doctor O s s e r a y E s t e 1 1 a , Protomédico, publicó su “Físico Cristiano”, cuyo título indica las tendencias del libro. En 1695 publicóse en Lima el libro médico de mayor interés del siglo XVII, si no por el valor del libro mismo por la discusión en torno de la paternidad de ese estudio de erudición y nada más que de erudición, que es el “Tratado de los monstruos o Desvíos de la naturaleza”, obra de don Pedro de Pe^'alta Barnuevo y publicada como obra del médico don José de Bonet y Pueyo (23). Como repetimos, se trata de un estudio en que la Teratología es un pretexto para eviden¬ ciar aquella pasmosa erudición de Peralta, apenas comparable a la del fraile de Bagnacavallo, cuya obra médica hemos estudiado (24) y de la cual había hecho tan merecido elogio el Padre Fei- j ó 1^(25). Con todo ello, este libro, exhibición de la personalidad médica de Peralta, siendo como es muy modesta en relación a sus demás obras, lo presenta como al más erudito de los médicos peruanos : ni don Cosme Bueno, ni don Hipólito U n a n u e le igualan al respecto. Nuestra aseveración adquiere XV mayor fuerza si se considera que el “Tratado de los -monstruos” fué escrito a la temprana edad de 25 años. La historia de la medicina peruana de este siglo fué notablemen¬ te enriquecida a raíz del descubrimiento de las propiedades febrífu¬ gas de la corteza de la cascarilla (1638) . El mundo médico se con¬ movió intensamente y la aparición de la corteza peruana dió origen a un número infinito de libros y monografías editadas en todos los idio¬ mas, elogiando o negando las virtudes medicinales del nuevo leño ame¬ ricano que, más afortunadamente que el Guayacán, que el Mechioa- cán, que el Molle del Perú, la Zarzaparrilla, etc., debía mantenerse en Terapéutica a despecho del tiempo y de sus adversarios. Hemos escrito acerca del movimiento médico provocado en Europa a raíz de la aparición de la quina y enviamos a ese nuestro estudio a per¬ sona que quiera matar ocios leyendo cosas viejas (26) . . En ese mismo siglo XVII el médico sevillano don Nicolás M o n a r d e s escribió acerca de los medicamentos originarios de la América Meridional; escribió acerca de la zarzaparrilla, del guayaco,* del molle y, principalmente, acerca de la piedra bezoar que le había remitido de Lima el señor don Pedro de Osma. Monar- d c s escribió con verdadero cariño para la América y con un entu¬ siasmo que más tarde había de enrostrarle el toscano Redi. Ese mismo siglo XVII tuvo en un poeta al más prolijo de sus cro¬ nistas en cuanto a Medicina se refiere. Don Juan del Valle y Caviedes, más conocido en su época con el nombre de “el poeta de la Ribera”, sobreviviente a una larga enfermedad, en el cursi de la cual hubo de hallarse en relación con muchos médicos, comenzó a escribir acerca de éstos, sabrosas poesías a través de las cuales, descontada la exageración y descontado el ridículo, queda una proporción apreciable de informes respecto al absoluto dominio del empirismo y de la charlatanería en medicina al finalizar el siglo. Don Ricardo Palma, ha dado a conocer la obra de C a- V i e d e s y nosotros la hemos evocado en un artículo que, dedicado a un buen amigo, vió la luz pública en las hospitalarias columnas de “La Prensa” de Lima. En el siglo XVIII ocurren, en la Historia Médica del Perú, dos acontecimientos de trascendental importancia, dos acontecimientos XYI que mjFcan una yepdadera era de progreso y de mejoramiento en la enseñanza: uno de ellos es debido a la solicitud administrativa del Viirey Ladrón de Guevara y el otro es debido a la pre¬ visión de un peruano : el doctor don H i p ó I i t o U n a n u e. En ej año 1711 el Virrey Ladrón de Guevara creaba, en la Universidad, la Cátedra de Anatomía, a cuyo profesor se señalaba la obligación de concurrir un día de cada semana al Hospital de San Andrés y realizar en los cadáveres de los que allí morían, demostra¬ ciones de Anatomía. La obra no se ejecutó tan prontamente como lo reclamaba la situación lamentable en que se hallaba la enseñanza médica, pero se verificó finalmente; siendo nombrado para desem¬ peñar la nueva Cátedra el doctor don Joseph de Fonti- dueñas, que no llegó a dictar el curso . Fué nombrado para reemplazarle el doctor don Pedro López de los Go- d o s, que debió el nombramiento al Virrey Morcillo. No se sa¬ be nada respecto a si ese profesor Godos cumplió o no las cláusulas de creación de la Cátedra; pero si se sabe, entre otras in¬ formaciones, por la de C a V i e d e s, que, desde el siglo XVII se realizaban en el Hospital de San Andrés, “anatomías”, nombre con el cual eran llamadas las autopsias, ignorándose si estas eran o no dedicadas a la enseñanza de la Anatomía. Nombrado Catedrático de Anatomía, después de brillantes oposiciones, el ariqueño don Hipólito Unanue (1787) llévase a la realidad la obra del Anfiteatro Anatómico (1792) y estc^hecho marca el término de la era de los doctores de anillo y borla; de los médicos eruditos faltos de Clínica, de los cirujanos latinos que, entendiendo poco de la len¬ gua de Virgilio, entendían aün menos de Cirugía. El establecimiento del Anfiteatro Anatómico es el inicio real de la enseñanza práctica de la Medicina en el Perú y él es debido a la patriótica perseverancia de U n a n u e y a su clara visión de los elementos básales de tal docencia . bel siglo XVIII se ha dicho que es el “siglo de la Botánica en el Perú” . Y quien lo ha dicho, don Hipólito Unánue, tenía autoridad suficiente para emitir voto en asunto que tan cerca estaba vinculado con sus devociones intelectuales. Pero ello quiere decir solamente que en el siglo XVIII se realizó en el Perú labor intensa de XYII averiguación botánica y que fué en ese siglo que se realizaron estu¬ dios de muy valiosa colaboración al conocimiento de la flora ameri¬ cana ; pero ello no significa, en manera alguna, por duro que nos resulte el declararlo, que los peruanos tomamos una participación actix a en tal movimiento de cultura científica, tal vez por que él tuvo una finalidad exclusivamente científica, que desdeñó el aspecto do¬ cente de ella . Con el arribo al Perú de Bouguer, La Con- d amine, J ussieu, Juan, Ulloa y Godin ( 1736) ; con el de Dombey y Pavón y Ruiz (1778); con el de Malaspina, Pineda, HaenckyNée( 1790) ; con el de H u m b o 1 d t (1802) que “no tuvo el Perú como objeto de sus viajes”, desarrollóse un movimiento científico de importancia; comenzó a contemplarse con una mayor atención el problema de la en^íeñanza superior en el orden científico; pero, exclusión hecha de los peruanos Franco Dávila, cuyos conocimientos botánicos llamarc:n la atención de París y de Europa toda; de Pié rol a y R i v e r o , que tanto hicieron por promover una corriente de simpa¬ tía hacia el estudio de las Ciencias Naturales, no dimos los perua¬ nos bcíánicos de la talla de M u t i s y de Caldas, que son legítimo orgullo de la Nueva Granada y de quienes hicieran tan hon¬ rosas referencias los expedicionarios franceses y españoles que, por ent. i'ces, visitaron la América con el objeto de terminar la verdade¬ ra magnitud y figura de la tierra por medio de la medida de algunos grados del meridiano terrestre . H u m b o 1 d t y B o m p 1 a n d, que visitaron Quito un año antes de visitar el Perú llamaron al gaditaoc Mutis “el patriarca de los botánicos del Nuevo Mun¬ do”. De los botánicos que visitaron el Perú debemos nosotros es¬ pecial gratitud a Ruiz y Pavón, al primero de los cuales ha llamado U ná n u e “el Linneo del Perú” y a los que debemos un buen estudio de nuestra flora; si Ru i z y Pavón presentaron bajo sus firmas estudios botánicos debidos al desventurado Dom¬ bey, como lo asevera el sutilísimo historiógrafo señor Gonzáles de La Rosa (26) ello habrá de deci- cidirlo el Tribunal de la Historia. Ruiz y P a V 6 n, en re¬ cuerdo de su permanencia en nuestra Ciudad de los Reyes y en el XVIII de su trato con nuestros pocos hombres de ciencia, dieron a muchas especies vegetales que ellos fueron los primeros en estudiar los nom¬ bres de aquellos: entre tales especies sean citadas las “Morenias” que eternizan el apellido de don Gabriel Moreno, el ilus¬ tre maestro del ilustre U n an u e . En la historia médica del siglo XVIII aparecen en Lima dos pro¬ fesionales extranjeros : francés el uno, don Pablo Petit; ita¬ liano el otro, don Federico Bottoni. Leyendo los traba¬ jos publicados por uno y otro se ha edificado, con una cierta ligereza, el edificio de una absoluta ignorancia, por los prácticos peruanos, de la Medicina, de la Cirugía y, en modo particular, de la Moral Médi¬ ca . Leyendo las exageraciones de ambos autores se llega a pensar que la profesión médica era ejercida más que por prácticos lamentable- menie ignorantes por verdaderos delincuentes capaces de todas las ig¬ nominias a cambio de un puñado de monedas. Todo ello no pasa de la categoría de una exageración. Si teníamos entonces médicos y ciruja¬ nos Ignorantes e interesados — que los hubo, los hay y habrá de haber¬ los, en iodos los países del mundo en tanto que la humanidad sea hu¬ manidad— no nos faltaron médicos honorables y estudiosos, que pro¬ curaban empeñosamente seguir el movimiento científico europeo, a pe¬ sar de las dificultades derivadas de! abandono de los estudios médi¬ cos en la Universidad de San Marcos y a pesar del desdén enorme que inspiraban los sujetos que 'seguían la profesión de cirujano y aquella de flebótomo y a pesar también de las dificultades represen¬ tadas por la larga duración de los viajes entre Europa y América, ciicíinstancia que hacía muy difícil la adquisición de obras y de perió¬ dicos . Los doctores Petit y Bottoni, que se elogiaban mutua y cumplidamente en sus estudios, sólo se dignaron entrar en relación con las estrellas de primera magnitud de nuestro cielo mé¬ dico : don Juan de Peralta Bar nuevo y don Juan de Avendaño y Campoverde. Uno y otro se limita¬ ron a decir de nuestros médicos y cirujanos, en prosa, cuanto de ellos había dicho Caviedes en verso . Roba valor a los estu¬ dios de. Bottoni y de P e t i t la marcadísima orientación teó¬ rica de ellos: B o t t o n i escribía acerca de la circulación de la sangre en la ciudad de Lima, que carecía de un Anfiteatro Anatómi- XIX co. P e t i t escribía acerca del morbo gálico, como enton¬ ces se llamaba a la sífilis, y se extrañaba del rechazo de los mercu¬ riales por los prácticos peruanos, ignorando o simulando ignorar que tal rechazo no era exclusivo de los médicos del Perú . Podían haberse olvidado, en aquel entonces los fracasos obtenidos con la curación mercurial de la sífilis por Beren gario el Carpano (1523); podía haberse perdido la memoria de la repulsión por el merca lio expuesta por F e r n e 1 i o (1530) y el verdadero recha¬ zo de la ‘plata viva” que había preconizado F a 1 o p i o ( 1557) ; pero no era posible haber echado en olvido que personalidad médi¬ ca de la talla deFíermann Boerhave ( 1668-1738) había de- c!ar.''*dc que no aprobaría jamás ‘ios temerarios empeños de quienes facilísimamente aconsejan el uso de la plata viva a la juventud que les consulta sobre este m.al.” Que no correspondió el valer profesional de B o 1 1 o n i y de P e- t i t a la severidad de sus críticas lo demuestra un hecho, mas elo- cueníe que cuanto pudiéramos manifestar al respecto: el doctor U ri a u u e , que con tanto elogio cita a! cirujano francés don M a r- I í n D e 1 g a r , que llegó al Perú en 1744 y que reclama para este pi ofesional la gloria de haber dado a conocer en el Perú las primeras nociones de cirugía y la práctica de las operaciones, no cita, absoluta¬ mente a los doctores Petit.yBottoni y les citaría, estamos ciertcs, a haber sido ellos tan revolucionarios en el arte de curar como ellos mismos se consideran. En el mejor de los casos, la obra deBo- I I o n i y de P e t i t sería aquella de haber divulgado entre nuestros médicos, nociones por ellos traídas de centros más cultos. En 1730 llegó al Perú un joven aragonés, llamado por la provi¬ dencia a dar lustre a la intelectualidad peruana: quiero referirme a don Cosme Bueno, hermosa figura de sabio sin pretensiones. Habiendo obtenido el título de médico el año de 1750, dedicóse de lleno al estudio de esta profesión en la forma más amplia que podía hacerse en aquellos tiempos de Lima. La obra del doctor Bueno es infinitamente menos numerosa que la llevada a cabo por don P e¬ dro de Peralta Barnuevo; pero no le desmerece en ca¬ lidad, y en materia de medicina, le aventaja notablemente. El doctor P u e n o no escribió poemas, ni dió comedias al Teatro; fué mate- m^lico y piédico corno lo fuera Peralta; como éste redactó va¬ ri^ “Efemérides”, en su calidad de Cosmógrafo Mayor y de Cate^^ drático de Matemáticas ; pero en su bibliografía hay estudios revelado¬ res de una fina observación bien orientada, libre de peligrosos entu¬ siasmos. Aunque español de nacimiento, el doctor Bueno de* be ser considerado como m.édico peruano: fué en el Perú que hizo sus estudios profesionales; fueron peruanos tales títulos y fué en es¬ te país nuestro que él vivió hasta los últimos años de su existencia, que, dicho sea de paso, fueron entristecidos por una ceguera incu¬ rable Discípulo del doctor Bueno y como éste médico y matemáti¬ co, don Gabriel Moreno, nacido en Huamantanga y fa¬ llecido en Lima (1735-1809) es una de las brillantes personalidades médicas peruanas del siglo XVíII. Sabio y bueno, enemigo de la pompa vana del elogio ajeno; entregadoi por entero al ejercicio d® su profesión; buen clínico en épocas en que era muy lleno de difi¬ cultades el dominio de la clínica; maestro que dejó discípulos de la preparación de don Hipólito Unánue, el doctor M o r e - n o, sí no dejó escritas muchas obras, dejó discípulos que las Jfcs- cribieran y honraran al maestro en la forma que lo hizo el doctor U n a n u e. i 1 En la segunda mitad del siglo XVlIí aparecen en nuestra histo¬ ria íTiédica dos figuras igualmene importantes, legítimo orgullo del cuerpo médico peruano : don Hipólito Unanue y don Jo- ' * ' _ ' - • sé Manuel Dávalos. Peruanos ambos, tuvieron la misma |ortuna de hacerse conocer honrosamente en Europa por mérito de $us estudios rnédicos y fueron los primeros médicos americanos de qqienec Europa tuyo honrop noticia y a quienes tributó caluroso elo¬ gio, pues P a 1 1 a había" sido más elogiado por su pasmosa erudi¬ ción que por sus estudios médicos y Franco D á v i 1 a lo ha- hía sido por sps conocimientos, botánicos y por la cuidadosa clasifica¬ ción de sus herbarios. En contraste con‘ las comunidades dichas las vidas de Unanue y de Dávalps no fueron oaralelas: ía fqrtuua sonrió al primqrp y no al segundo. Unanue 1 egó, muy merecidamente, a la mayor altura á que podíá aspirar; D’á- V a 1 o s llegó difícilmente a los honores de la cátedra. U n a n u e , en relación con las familias de la aristocracia lime* ña, favorito de tres virreyes, pudo llevar a la realidad su sueño de grandeza médica peruana que comenzó con el establecimiento del Real Anfiteatro de San Andrés y culminó en el establecimiento del Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando, Talento orga¬ nizador y perseverancia infatigable caracterizaban al ilustre arique- ño que puso ambas facultades al servicio de sus idealesi y estos halla¬ ron el más decidido apoyo en ese ejemplar administrador que fué el Maiqués de la Concordia. Fueron tantos los obstáculos por vencer y las dificultades por salvar fueron tantas, para llegar al estableci¬ miento del dicho Colegio, que A b a s c a 1 debió ser muchas veces tentado de poner término a sus gestiones y tal vez hubiese cedido a la tentación a no tener cerca de sí el estímulo constante de U n a n u e y la palabra de éste, pleíórica de aliento y de fe. Llamando a todas las puertas e implorando todas las generosidades, pudo comenzarse la obra : en tanto que A b a s c a 1 solicitaba de los Gobernadores civiles y de los eclesiásíicos, U n a n u e imploraba la contribución de los médicos, cirujanos, boticarios y barberos y fué así como, en esta obra, base de la docencia científica en el Perú, junto al donativo opulento de algunos millares de pesos del minero enriquecido se ha¬ lla aquel modesto de unos pocos reales oblados por el último flebó¬ tomo. U n a n u e, conocedor del medio en el cual le tocaba actuar, sacrificó sus ideales de grandeza a la realidad de la obra. El Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando nació pobremente y sólo tu¬ vo de suntuoso, para la época, el local. Acompañaba al doctor U n a- n u e , en la fundación del Colegio y en calidad de Rector de éste, el matemático y filósofo Padre Francisco Romero, cuya actuación en tal cargo ha sido negada por no pocos historiadores nuestros, quienes atribuyen el primer rectorado del Colegio a don Fermín de Goya que, en realidad, ocupó el cargo después del doctor Romero. Acompañábale, igualmente, el doctor M i - guel Tafur, personalidad de médico distinguido y discreto; el XXII dccfor José Pezet, en calidad de Sostituto de la cátedra de A- natomía; el doctor José Vergara, Sostituto de Vísperas y primer Catedrático de Clínica interna que tuvo el Colegio. Varios alumnos distinguidos, con el título de “maestros” colaboraban en la obra docente. Del número de estos “maestros” fueron: don José María Galindo, que fué después Prosecretario y Secretario del Real Colegio y mereció, en 1814, el honor de Sostituto de la cᬠtedra de Prima de Medicina en la Real Universidad de San Marcos de Lima ; don Juan Manuel de la Gala; el salteño don Juan Antonio Fernández que, obtenido el título profe¬ sional en el Real Colegio, volvió a su patria y fué en ella valioso cola¬ borador de la organización de la enseñanza médica en Buenos Aires y cuya dicha colaboración representa una gloria médica para el Perú. A estos elementos agregóse, en 1808, uno valioso por las condi¬ ciones intelectuales que le caracterizaban: el bachiller Félix De- volt i , latinista brillante, al decir de sus contemporáneos, que po¬ nía mayores entusiasmos en sus “Arengas” de la “Sociedad Patrió¬ tica” que en los “Besamanos” de la Real Universidad al Marqués de la Concordia. Pero sería injusto considerar a D e v o 1 1 i como co¬ laborador de la obra docente de U n a n u e . Nombrado para reem¬ plazar al anciano doctor B e 1 o m o, que había hecho renuncia del honroso cargo de Catedrático de Clínica • Externa, el Bachiller D c v o 1 1 i fué un Catedrático de Clínica. . . sin clínica; pues esta sólo fué establecida años más tarde, al extinguirse el curso teórico de Clínica que se dictaba en la Universidad con el nombre de “Método de Galeno”. U íí a n u e, a cuyas gestiones debióse la designación de B e - lomo y la consecutiva de D e v o 1 1 i, solicitó de A b a s c a 1 la de¬ signación de D á V a 1 o s para colaborar en la obra de! Colegio de San Fernando. Y D á v a 1 o s, cuya capacidad médica había sido reconocida en Francia y respecto a cuya preparación para el profeso¬ rado no eran lícitas las dudas, comenzó una odisea que dice muy mal del espíritu de justicia de la época: rezagado para halagar las preten¬ siones del mediocre T a f a 1 1 a ( 1809) en la enseñanza díe la Botᬠnica, sólo llegó a la Cátedra de Materia Médica cuando el tiempo y XXIII las amarguras habían surcado de arrugas su frente y habían platea¬ do sus cabellos. En el recorrido de nuestra historia médica apena vol¬ ver la mirada hacia ese noble anciano que, deseoso de servir a su país, había realizado todo género de esfuerzos y de sacrificios y que había teiu'do la amargura de verlos correspondidos por la hostilidad de los unes y por la indiferencia de los otros. También en la segunda mitad del siglo XVIII actuó en Lima el cirujano J oseph Pastor de Larrinaga del cual tene¬ mos las más interesatnes noticias debidas a su propia pluma. Cirujano audaz, dotado de cierta facilidad gráfica, aprovechó de ésta en los muchos folletos que publicó en Lima, algunos de ellos en las páginas de “Mercurio Peruano”. No hay mucho que elogiar en cuanto escri¬ bió Larrinaga; apenas si un sentimiento patriótico de defensa de los colegas de la época merece alguna alabanza, como la merece, aunque menor, su verbosa contribución al estudio de la Teratología de nuestra época colonial. Espíritu inquieto, tan audaz en la vida co¬ mo eii la práctica quirúrgica; contemplando la vida desde su exclusi¬ vo punto de vista de personal provecho y de satisfacciones persona¬ les, Larrinaga puede despertar interés, pero no afecto : es el precursor de la charlatanería profesional. Olvidábamos apuntar que este cirujano había escrito, en versos que nosotros no sabríamos cri¬ ticar, una “Historia de los Incas” que el Coronel O d r i o z o 1 a pu¬ blicó en su rica recopilación . Por este mismo tiempo residió en Lima el Padre González Laguna, de la Religión de Agonizantes, encargado por el gobier¬ no español de realizar estudios botánicos y de implantar en Lima el Jardín Botánico, obra esta última que la muerte le impidió terminar La piedad del ilustrado religioso quedó inmortalizada en un folleto de pocas páginas que lleva por título “El zelo sacerdotal para con los niños no nacidos”, en cuyas páginas abordó los problemas religiosos a que dan lugar los partos distócicos y en las que recomendó la prác¬ tica de la respiración artificial en los casos de muerte aparente de los recién nacidos. Para conceder un mayor mérito a esta obra del Padie González Laguna, precisa recordar que la Obste- Iri^'ia de aquel entonces era ejercida por personas que, con el nombre i r-9- — XXIV — 'de “recibidoras” Ilevában a cabo impunemente todas las barbaras maniobras que, por tradición o por ejemplo, habían aprendido de sus predecesoras . Esta ignorancia de las dichas “recibidoras”, unida a la mayor audac’r , dependiente tal vez de aquella, continuó caracterizando a la inmensa mayoría de los prácticos peruanos de aquella época. Los bo- tí caries ejercían poco escrupulosamente y aparte los abusos en el co¬ bro de altos precios por los fármacos que expendían, hecho al cual pretendió poner coto, en 1756, el entonces Protomédico don Juan Joseph del Castillo, publicando su “Tarifa galénica pa¬ ra poner valla a los abusos de los farmacéuticos”, realizaban algunos otros.Y los boticarios y los cirujanos y los barberos hacían frecuen¬ tes y abusivas incursiones en los dominios de la Medicina, como está a demostrarlo la causa “médico criminal”, como la llamaron sus ini- ciadojí^s, seguida contra tales gremios por el Cuerpo Médico el año de 1764. Fundáronse en las postrimerías del siglo XVIíI, en Lima, dos instituciones que deben ser consideradas como verdaderas precurso¬ ras de nuestras sociedades médicas contemporáneas: la “Filopolita"” que publicaba, en 1790, su “Diario Erudito” y la “Amantes del país” que, en 1791, comenzó la publicación del “Mercurio Peruano”. Fal¬ tos de la gloriosa antigüedad de los “Lincei” italianos (1603), o de la “Sociedad Real de Inglaterra” de Oxford (1645) o de la “Aca¬ demia Imperial de los Curiosos de la Naturaleza” ( 1652) o de la “A- cademia del Cimento” de Florencia (1657) o de la Academia de Ciencias de París (1666), los miem.bros de nuestra Sociedad “Aman¬ tes del País” contribuyeron decisivamente a levantar nuestro nivel in¬ telectual. Eran miembros de esta Sociedad el doctor Gabriel M c r e n o, que desempeñaba el cargo de Censor, y el Dr. H ip ó- litü Unanue que desempeñaba la Secretaría de la institución. “Mercurio Peruano”, el periódico oficial de la Sociedad hizo cono¬ cer al Perú en el extranjero e hizo merced a los peruanos de todo aquello que se realizaba en Europa en el órden científico y que era de mérito indiscutible. El método experimental comenzaba a abrirse paso entre noso- XXY tros y participaba de tal beneficio nuestra enseñanza médica: a los exámenes de Miología y Angiología que tenían lugar en la Universi¬ dad de San Marcos y que eran dedicados al Virrey o al Cabildo, su¬ cedían las demostraciones anatómicas en el Hospital de San Andrés; a las eruditas disertaciones respecto a enfermedades sólo conocidas a través de los clásicos en boga, sucedían las “Observaciones clíni¬ cas”; hacíase modestamente experimental la enseñanza de la Física y de la Química y procurábase llevar a término la obra de erección del Jardín Botánico de Lima. Autor principal, sino único de este mo¬ vimiento revolucionario en la enseñanza médica peruana fué el doc¬ tor Hipólito U n a n u e. El habría llevando a feliz término su vasto programa pedagógico a no estorbárselo dos acontencimien- tos: la separación del Marqués de la Concordia del Virreinato del Perú (1816) y la revolución política que terminó con nuesra eman¬ cipación ( 1821 ) . La separación de A b a s c a 1 le restó al Cole¬ gio de San Fernando la solicitud afectuosa del gobernante y su pro¬ tección incondicional, cuanto necesitaba el instituto para su mejor desenvolvimiento. Rector del Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernan¬ do había sido nombrado, en el año de 1819, don F r a n c Ls c o Javier de Luna Pizarro, del Cabildo Metropolitano de Lima y precisa convenir que el ilustre prelado llevó a San Fernando m_ás ideales revolucionarios que pedagógicos. Sus antecesores, los padres Romero y Coya habían procurado, casi exclusiva- m.ente, la educación religiosa de los colegiales y la conservación de la disciplina hecha difícil por el natural travieso de la juventud li- m.eñ.i , el señor Luna Pizarro llegó al Colegio de San Fer¬ nando cuando soplaban en el país todo, brisas de libertad que adqui¬ rieron una mayor fuerza afectiva cuando los jóvenes fernandinos vieron que Unanue, Tafur, Devottiy todos los jóve¬ nes “maestros” secundaban entusiastamente la causa de la indepen¬ dencia nacional. Ciérranse los libros, déjanse en reposo las máqui¬ nas de gabinetes y laboratorios, cóbrense de polvo las mesas de di¬ sección en el Anfiteatro: la juventud fernandina se alista en las fi' las revolucionarias. XXYI La política de la naciente república arrebató a la enseñanza mé¬ dica en el Perú un factor preciso e ineludible en aquel entonces ; U n a n u e abandonaba las plácidas tareas de la docencia para em¬ prender las ingratas de la actividad política. Verdad que dejaba en lugar suyo al doctor Miguel Tafur, a cuya actuación quitó brillo el brillo de la actuación de U n a n u e , que hizo de él su mé¬ dico y en cuyos brazos exhaló el último suspiro ; pero Tafur que durante el viaje de Unánue a España había podido limitarse a seguir la huella de su antecesor, no podía proceder igualmente en es¬ tas circunstancias, en las cuales precisaba una grande autoridad y un in.x>ndicional apoyo de los poderes públicos para evitar el derrumbe rota! de la docencia médica. Esta debió sufrir la influencia nociva del malestar nacional determinado por aquellas desmedidas ambiciones de caudillos que esterilizaban toda obra de bien colectivo. L) n á - fi ü e, arrastrado en el torbellino político de su época, aclamado unas veces y acusado injustamente otras, pudo ver, desde la curui parla¬ mentaria y desde la ministerial poltrona, cómo su obra maestra, su Colegio de San Fernando, ya llamado Colegio de la I n d ep e n d e n c i a, decaía y amenazaba ruina ... Se iban los hombres y se iban con ellos las instituciones . * l a época republicana del Real Colegio de San Fernando extién¬ dese desde 1821 hasta 1841. Son veinte años de vida lánguida, que pudiéranse llamar los veinte años de juramentos. Júrase la in¬ dependencia; júrase la obediencia al generalísimo San Martín; la o- bediencia al Congreso, la obediencia a la constitución. En cambio no se estudió gran cosa. Sucédense en el rectorado el virtuoso don Ma¬ riano F e r n a n d i n i, el erudito don Nicolás de Pié- rola, el doctor José María.Dáyila. Y de todo este pe¬ ríodo de tiempo, apenas dos hechos merecen ser anotados : los esfuer¬ zos de P i é r o 1 a por mantener en vida al Colegio y el proyecto de D á V i 1 a de establecimiento de un Hospital de Clínicas. A disipar los tonos grises del cuadro, aparece la figura de un mé¬ dico del cual debemos estar orgullosos quienes nacimos en el Perú y ejercemos la profesión médica: hombre de modesto origen, que no disimuló jamás; dominador del latín y del castellano, clínico a des- XXVII pecho de quienes han pretendido negarle esta calidad, religioso sin ostentación y sin exageraciones, don José Manuel Valdez, ha sido considerado, con el político doctor Pedemonte, como representación brillante de la literatura peruana del siglo XIX y como autor de una de las mejores traducciones castellanas del Salterio. Su obra médica no desmerece a su obra poética y si hay variedad en ella, variedad es ésta que no daña la solidez de la labor, ni la vasta ilus¬ tración del autor. La tesis del bachillerato de V a 1 d e z es una voz de patriotismo que, desgraciadamente, pasó inadvertida para nuestros gobernantes, que no se determinaron jamás a enfocar debidamente el grave problema de la mortalidad infantil, que Valdez aborda¬ ba valerosamente. Toda la obra médica de Valdez reboza una marcada tendencia nacionalista; Valdez , como U n a n u e, pedía una “medicina peruana’'. El año de 1826 llegó a Lima la obstetriz francesa doña Beni- ta Paulina Cadeau de Fessel y es a ella que debemos la iniciación de la enseñanza obstétrica en el Perú. Desde los prime¬ ros añcs de la colonia hasta los primeros de la República habíase con¬ servado omnímodo el imperio de las empíricas “recibidoras”. Algu¬ nos de nuestros cirujanos, adelantándose a sus colegas franceses, que sólo intervinieron en Obstetricia cuando ocurrieron los embarazos de la señorita de La V a 1 1 i e r e , habían manifestado una cierta pre¬ dilección por la cirugía obstétrica; pero sólo la habían ejercido cuan¬ do había sido agotado el repertorio de las prácticas groseras y su¬ persticiosas de las “recibidoras”. La señora Fessel enseñó Obs¬ tetricia en Lima por espacio de diez años; formó competentes discí- pulas a las cuales llegó a iniciar hasta en el estudio de la Anatomía Patológica Obstétrica y, al retirarse de la enseñanza, el año de 1836, pudo manifestarse satisfecha de su obra. El año de 1841 tiene lugar un generoso intento de renacimiento de los estudios médicos y en él toman parte Valdez, Gasta- ñeta,Reynoso,VásquezSolís, Pequeño y Herrera; pero el esfuerzo es insuficiente y el éxito no corresponde a las espectativas. Dos años más tarde hay una tregua al derrumbe de los estudios médicos: es la Facultad Médica de que forman parte XYIII fí; f » 9 :'S ú - Ma ñ ü 'é 1 S ó 1 á r i, M a r ‘¿ e 1 í n ó Á f á ii el % j b | é ) 1 i á n É r a V o , P e d r M . D d u h g 1 á s , S 6 B á I t i á h L o r e n t e y Miguel É v á r i s t ó d é 1 o s R í o s. És ÜU parénesis brillante pero de breve duración: el año de 1856 se esta¬ blece la Facultad de Medicina de Lima: ella es 1a obra de C a ye- t á n o H e r e d i a y de j o s é Casimiro LJ 1 1 o a, Eila es el inicio de la enseñanza médica contemporánea, de aquella qué, por serlo, no debe ser juzgada por nosotros. Lima, 1923. Hermilio VALDIZAN (1) _ José Giasiimiro Ullo.a: “Los progresos de la Medicina en el Perú’\ en ^‘Anales Universitarios”. (2) — David Matt'o; ‘‘La enseñanzai médica en^ el Pierú”, com. al Congreso Científico de Chile Lima, 1906. (3) — Benjamín Vicuña Mackenna: “La medioina y los médicos de antaño en el j Reino de Chile”, Santiago, 1878. (4) _ Heriiando de Cepeda hizo su presentación al Cabildo de Lima en abril de 1537 (Libro I cie Cabildos de Lima^ 1888). (5) — Francisco Sánchez hizo su presentación al Cabildo de Lima en agosto de 1537 expresando haber jexíraviado sus títulos (Libro I de Cabildos, citado en la nota anterior) . (6) — ^Juan López, barbero, fué autorizado por el Cabildo “para que curase en las ; cosas de cirujía” el 18 de enero de 1538. (7) — El Bachiller Cantalapiedra hizo su presentación aH Cabildo de Lima en 25 de enero de 1538 (Libro de Cabildos ya eitado) . (8) — “Eil demonio de los Andes”, pequeño tomo publicado por la casa Maucci . (9) — Libro de Cabildos, ya citado. (10) — ^Eg'iifguren : Noticia histórica acerca de la Universidad de Lima, en “La Patria”, Lima, 1912 . (11) — Libro IV de Claustros de la Universidad de Lima. (12) — Unánue cita a Escalona en su ‘‘Decadencia y restauración del Perú”, discurso pronunciado el año 1792 en la ceremonia inaugural del Real Anfiteatro de San Andrés — Unaniie: “Obras científicas y literarias”, Barcelona, 1914^ vol. II. ' (13) — Medina: “Imprenta en Lima”. (14) — El ‘‘Tratado de Medicina” de Farfán fué impreso en Lima en 1579 por 1 Antonio Ricardo. Se trata de una edición agotada y de la cual no existe un solo ejem- . piar a cuanto asevera el señor Medina . \ XXIX (15) _ La ‘‘Suma y Recopilación de Girujía” de Alonso López había sido editada en Lima, por eil mismo imipresor Ricardo^ el año de 1578. (16) — El doctor Porres está citado por el Doctor Cosme Bueno en su “Diserta¬ ción’’ sobre el agua y sus propiedades publicada como anexo de las “Efieméridles” para el año de 1759. (17) _ El doctor Porres está citado por Unanue en sus ‘‘Observaciones sobre el clima de Lima” . (18) — Las concordancias medicinaíles disntrambos mundos, no son conocidas: Sólo el prólogo de esta obra fué insertado por el doctor Porres al final de su estudio del título “Breves advertencias para beber frío con nieve”, publicado en 1621. (19) — ■ “Discurso de I’a enfermedad sarampión”^ Lima 1693. (20) — El año de 1645 fué editada en Lima la obra del doctor Navarro, titulada: “Sangrar y pvrgar, en días de conjvnción aprveba en este difcurfo el doctor Ivan Jeró¬ nimo Navarro, prefbytero, natvral de la muy noble y muy leal civdad de Mvrcia, Reyno de Efpaña” . (21) — ‘‘Goronica Moralizada del Orden de San Augustín en el Perú, Bardelona, 1639 (22) “Diente del Parnaso”, edición dirigida por don Ricardo Palma, Lima, 1899. (23) — Desvíos de la naturaleza o Tratado ’es monstruos” “La Crónica Medica” de Lima ha pubílicado este estudio de Peralta con el seudónimo de Rlvilla el año de 1899. (24) — VaMizán: “Un psichiatra del secolo XVI”, Roma, 1914. (25) — Feijóo: ‘‘Teatro Crítico’’ (26) — En la “Revista Histórica” de Lima. •V 1 ■i t -¡ i ! I . i í Advertencias Yo comencé a escribir este libro el mismo año de 1903 en que iniciaba mis estudios de Medicina. Si los Yeinte'años empleados en la acumulación de materiales pueden representar una cierta perseverancia, éllos explican también las variaciones c|ue pueden observarse en el libro en cuanto se refiere a ciertas orientaciones: en el período preliminar, mis apuntes cabían períecta- mente bien en las veinticuatro páginas de un cuaderno manuscrito con micrografía impuesta por la miseria del autor. Durante aquel mismo período muchas de las citas bibliográficas se li¬ mitan a nombres de autores y a títulos de sus obras. Mis modelos peruanos descuidaban bas¬ tante en aquel entonces la prolijidad indispensable actualmente. Obra de estudiante de ejemplar pobreza, mi labor de acumulación debía resentirse de las exigencias de la vida: condenado a trabajar rudamente, con ritmo que representaba todo un grave atentado contra la nutrición en general y contra aquella del sistema -nervioso en es¬ pecial, debí interrumpir muchas veces esta paciente recopilación de datos. Los meses anterio¬ res a los exámenes finales, sobre todo, representaban paréntesis ineludibles, durante los cuales había que abandonar la Biblioteca Nacional y con ésta el consejo amigable de Carlos Romero, que tuvo fe en el éxito remoto de esta empresa en que hace tantos años me embarcara. Estas interrupciones han hecho daño a mi obra, indudablemente. En esos períodos de tiempo en que me dedicaba de lleno *a la preparación de mis exámenes, si bien conservaba la unidad general de la obra, perdía la de ciertos detalles, sin c|ue me fuese dado evitarlo. La Biblioteca Nacional fué el v^erdadero santuario de estas aficiones mías: imposibili¬ tado de adquirir los clásicos de nuestra historia, debía robar unas cuantas horas a mis estu¬ dios de medicina y a mis trabajos de repórter de un diario, para devorar a Garcilaso y a Ca- lancha, a Meléndez y a Acosta, al Palentino y a Cobo. Después vino la búsqueda en el archivo indispensable: en el de la Facultad de Medici¬ na de Lima. El malogrado doctor Odriozola me abrió de par en par las puertas de ese rico ar¬ chivo y íué en él que hice mis trabajos de los días feriados y de las horas libres. Fué en ese archivo cjue hallé documentos de inapreciable valor, inéditos muchos de ellos y que me sirvie¬ ron para confeccionar mi primer libro, aquel titulado “La Facultad de Medicina de Lima”, pobremente editado por la Facultad el año de 1913, en tímida edición de 300 ejemplares. No dejó de dolerme el frío recibimiento hecho a mi libro, con la excepción, que recuerdo y recorda¬ ré mientras viva, del espíritu selecto y generoso de Francisco Graña. Pero este frío recibimien¬ to, lejos de invitarme a abandonar este empeño del Diccionario, me animó a continuarlo. Este empeño tiene su explicación en haber representado para mí, desde su momento inicial hasta el de su terminación, el cumplimiento de un deber: he creído y continúo creyendo que cada uno de nosotros debe a la colectividad en que vive la colaboración personal que es capaz de rendir en la vida: y yo, que era cupaz de este empeño conservador, de este esfuerzo que tiende a evi- XXXII tar que el tiempo y el olvido se lleven recuerdos que vale la pena conservar, me consideré en la ■obligación de proseguir este esfuerzo, sin esperanza alguna, sin ilusión alguna, ya que la fría acogida dispensada a mi piimer libro de Historia de la Medicina me demostraba claramente que el camino por recorrer estaba huérfano de estímulos y de halagos. Durante las vacaciones del año 1909 emprendí viaje a Chile y tuve oportunidad de vi¬ sitar al erudito bibliógrafo americano D. José Toribio Medina. Fué la Biblioteca de Santiago de Chile la primera biblioteca extranjera en la cual tomé apuntes para este libro mío. No de¬ bía ser la última; pues el año de 1911 emprendí viaje a Europa, en cuyas Bibliotecas, así pú¬ blicas como privadas, pude enricjuecer considerablemente mis colecciones de noticias. En esta «tapa de mi obra un excelente amigo, el Dr. Pedro José Rada j Gamio, me fué generoso e infa¬ tigable colaborador. Asiduo visitante de Bil^liotecas y archivaos, el Dr. Rada me ha suminis¬ trado elementos preciosos, noticias del más alto interés informativo. De regreso al Perú el año de 1915, continué pacientemente la labor.^Pude completar informaciones, ratificar y rectificar conceptos y^ sólo el año de 1921 creí terminada la obra. Ese año inicié mis estudios de íolk lore médico con la colaboración eficacísima de ese hombre de ciencia modesto y tesonero que es Angel Maldonado. Esta colaboración vino a sumarse a las ya dichas y ha contribuido considerablemente a enriquecer mi libro. El año de 1921 me presenté a la Academia Nacional de Medicina, acompañando el pri¬ mer v^olumen manuscrito del Diccionario. La Academia comisionó a los doctores Graña, Eyza- guirre y Delgado para que informasen acei'ca del valor del libro y ellos emitieron un informe en el Cual la amistad dijo mucho más de lo que la justicia benévola hubiese podido decir. El año de 1922, el H. Concejo Provincial de Lima prem.ió con una medalla de oro el esfuerzo Cjue el Diccionario representaba. Merced inmerecida, a fe, esta de la corporación co¬ munal, cu3^o jefe, mi excelente amigo el Dr. Rada y Gamio fué más generoso que lo es habi¬ tualmente al expresar en público el concepto que tal esfuerzo le merecía. Promulgada la ley que vota la cantidad de dos mil libras peruanas para la impresión de este Diccionario, por esfuerzo inicial de los señores senadores Doctores Wenceslao F. Aloli- na, Enrique C. Basadre y Roger Luján Ripoll j del diputado Dr. Neptalí Pérez Velásquez, no ha sido cumplida aún. En estas condiciones publico el primer volumen del Diccionario de Medicina Peruana, esperando que el cumplimiento de la le_v que he citado, me permita realizar el viejo anhelo de publicar la obra completa. Labor que no debió representar un personal esfuerzo, ella está libre de pretensiones en lo que a obra comipleta se refiere. Yo espero C]ue los amigos míos j las personas que se intere¬ sen por la cultura patria, me facilitarán informa.ciones de rectificación o de adeuda, a las cua¬ les dedicaré el último volumen de hi ol)ra. Y ahora, hechas estas advertencias necesarias, una palabra de agradecimiento muy grande y muy hondo para todos aquellos, peruanos y extranjeros, cjue me animaron a pro¬ seguir esta obra y me facilitaron su realización. Hermilio VALDIZAN. Lima, MCMXXIII. ■ -v>ú.-«V s.'V i« ^ ■■í':Wíisi«saa<íc/ •»3Wr«i ^ :»a ■ '4Sr^?v ' .r. .■yjfir '-.^v. . •■•' '! '• ■'"' .:^.-J- •-' 'W_. ’. - 1 . . - • ■'•C ^ . «5 ’.’• .4’-. . V--.- . . ■-■ ,.. _ .' „ -r , ...''.r:> :.■> ■•■ -l--' ■ '*5' r. ^ ' '- . , > -• . . . \ . '■ . i^ft,£ ■■ '.. í ■£/....■ ;• ..VO»; :. ••«/•*. ■'!. A,".- p.:^'’. ■' -. ' W:r-' > ■ S'íit-í» :K.‘: 'V’f -J liST'í' íítí íí ií;vVv:-.- /vi'- j. - ^j> -- 7* V. ;•. AS. vf^--^' < f '" - ¿.a- '3 -y^ - y -■'*: ■ / vii ■ 55 ■ ᣠse-' '. f -A . y* ; 5 ■;. ■» ■ v - ■■ '7?^ -T . ~'¿tt I •7=^- * s»^ ri^ 7> í -^3! /•. -rj|£' '- ' '¿íK t --yr -:a-' T'— ^ A* :45-' .*ÁÍ“ 1'. • ■ 'is.'?:.'- : ■ .. • '■ '■: ryíÁ .•'*,?^’ .'?^r'.í. . ■ V y -y - ■.- ".:y"X-'ri ■■{■^■'7-.,i- , -.v:' ■-';. y-, .^:<'- -~'X--7 "■ i>.,v- ■■' -.y,".-'-' ' ' '•fXc'^ r -4 V;. . . : ■' ■■ ■W-" , • r-,' '. ; . ..". . ^ , . y '7' '7- • ,. Wi. ■ í .y '• ■ ^ ■ ' • ..j - r « . • V! ^'.-vV-r' . ^'. .* -r •• . .V *kw v-'.-yí- ■' "'s; V; Principales abreviaturas usadas en este diccionario Anat . Anatomía Anat. Pat . Anatomía Patológica Ap . Aplicación, aplicaciones Art . Artículo Bibl . Bibliografía Biog . Biografía Bot . Botánica Bromat . Bromatología Cap . . Capítulo C. C . Código Civil Cit . Citado, citada Com . Comunicación Conf. . Conferencia C. P . Código Penal de . Hijo de Dr . . Doctor Etnolog . Etnología Farm . Farmacia Fig . Figura Fisiol . Fisiología F. 1 . Folk lore Hidrol . Hidrología Hist . Historia Hist. Nat . Historia Natural Inip . Imprenta Inc . Inciso Legislac . Legislación Lih . Libro i\/aí. Med . Materia Médica Med. Leg. . Medicina Legal Alineralog. . Mineralogía N. . Nacido en Neuropatolog. . Neuropatología Ob . Obra Obs . Observación Obst . Obstetricia Odont . Odontología P . Página Ps-g. . Página Parasit . Parasitología Patolog. . Patología Pediatr . Pediatría Psiq . Psiquiatría Quím . . . Química T . Tomo Teratol . Teratología Urol . Urología U- . Ver, véase Var . Variedad Vol . Volumen Zool . Zoología I . Separación de párrafos I1-- . Separación de autores o de argumentos ? . Dubitativos Un número romano colocado después de un título de obra, expresa el tomo. El número colocado después del romano, expresa la página correspondiente a la cita. Dado el considerable número de veces que hemos debido repetir la cita de alguna obra, nos hemos limitado a anotar el tomo y la página de obras correspondientes a los au¬ tores siguientes: Acosta — “Historia Natural y Moral de las Indias, en que se tratan las cosas notables del cielo, elementos, metales, plantas y animales de ellas; y los ritos, ceremonias, leyes, gobiernos y guerras de los Indios.” Por el Padre Josepli de Acosta, de la extinguida Compañía de Jesús. Dada a luz en esta sexta edición D. A. Y. C. Con licencia en Madrid, por Pantaleón Aznar, Año de MDCCXCII. Dos tomos. Accedo — “Diccionario Geográfico Histó¬ rico de las Indias Occidentales o Amé¬ rica: es a saber: de los re_vnos del Perú, Nueva España, Tierra Firme, Chile 3^ Nuev(') reyno de Granada. Con la des¬ cripción de sus provincias, naciones, ciudades, villas, pueblos, ríos, rnontes, costa.s, puertos, islas, arzobispados, obispados, audiencias, virreynatos, go¬ biernos, corregimientos y fortalezas, i'rutos 3=' producciones; con expresión de sus descubridores, conquistadores y fundadores: Conventos 3^ Religiones* erección de sus. Catedrales y obispos que ha habido en ellas: Y noticia de los sucesos más notables de varios lu¬ gares: incendios, terremotos, sitios, e invasiones que han experimentado: y hombres ilustres'^que han producido.” Escrito por el Coronel D. Antonio de Alcedo, Capitán de Reales Guardias Españolas. Con licencia, en la Impren¬ ta de Benito Cano, en Madrid, año de MDCCLXXXVI. Cinco tomos. Colunga — “Lecciones de Botánica”, por el Dr. M. F. Colunga, Lima, 1878. Dos tomos. Hernández de Oviedo — “Sumario de la Natural Historia de las Indias”, por Gonzalo Hernández de Oviedo y Val- dez, dirigido a la Sacra, Católica y Cesárea y Real Majestad del Empera¬ dor Nuestro Señor. En el volumen XXH de la “Biblioteca de Autores Es¬ pañoles”, primero d¿ los “Historiado¬ res Primitivos de Indias”, de la colec¬ ción Rivadene3n'a. Herrera — “Contribución a la Flora del Departamento del Cuzco”, por el Dr. Fortunato L. Herrera, Catedrático principal del segundo curso de Botáni¬ ca. Primera parte. Segunda Edición. 28 de julio de 1921. Cuzco, Imprenta de El Trabajo, administrada por Pru¬ dencio Salas. Estrella Aleson, núme¬ ro 44. Martinet — “Enumeración de los géneros y especies de plantas que deben ser cul¬ tivadas o conservadas en el Jardín Bo¬ tánico de la Facultad de Aledicina de Lima, con la indicación sumaria de su utilidad en la Medicina, la Industria 3^ la Economía”, por J. B. H. Alartinet, Doctor en Ciencias, Oficial de Acade¬ mia, miembro de la Sociedad Botánica de Francia, Profesor de la Facultad de Aledicina de Lima. Lima. Imprenta del Estado, 1873. Un tomo. o ABADIA VILLAEMUEVA SANTIA¬ GO. — Médico (Biog.) — Médico es¬ pañol, con títulos profesionales de su patria, autorizado por la Facultad de Medicina de Llm-a para el libre ejerci¬ cio de su profesión en el Perú, en vir¬ tud de los tratados diplomáticos vigen¬ tes (1914). ABANDONO. _ (Legislac.) — G. G. Art. 191. Son causa de divorcio:... 9°. lAbandonar la casa común, o negar¬ se obstinadamente al desempeño de las obligaciones conyugales. Art. 288. La patria potestad se acaba:... 2*? Por exponer el pudre al hijo. Art, 478. Se pierde la posesión:... 2°. Por desam¬ paro o abandono durante el tiempo de¬ signado en este Código. Art. 550. Se interrumpe el término de la prescrip¬ ción:. . . 1°. Si por más de un año el poseedor abandonó o perdió la posesión de la cosa, o fué privado de ella . ABASÜAL DON JOSE FERNAN¬ DO DE. — Virrey del Perú _ (Biog.) — “Parece que los reyes de España hu¬ biesen tenido un misterioso presenti¬ miento de que su dominio sobre el Pe¬ rú estaña próximo a terminar y que quisieron dejar la más grata memoria de él, enviándole, en el que se puede estimar .como el penúltimo de sus virre¬ yes, al más cumplido de los gobernan¬ tes que durante ese dominio lo rigiera. | Fué aquel don J o sé Fernando de Abascal y Sousa natural de Asturias. Caballero de la Orden de Santiago y Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos, antes Capitán Gieneral y Presidente de la Real Audiencia de Guadalaxara y Virrey de Buenos Aires, desde cuya ciudad se dirigió a ésta por tierra_ llegando .a ella el 26 de julio de 1806, desde cuyo día comenzó a ejercer el mando que le entregara el ¡Maraués de Avil'és. auncue demoró su entrada pública hasta el 20 del siguien¬ te agosto. I En la imposibilidad de da.r ni la más somera idea de^ gobierno de Abascal durante los diez años que lo ejerció en este verdadero lecho de Procusto en que nos rebatimos, por más que nos concretáramos a la más breve y apretada cronologír, nos limitaremos a diseñarlo a grandes rasgos. | Orga¬ nizó e instaló la Junta de conservación y propagación del fluido vacuno y el Ilustre Colegio de Abogados; constru¬ yó e inauguró el Cementerio General; fundó y estableció el Colegio de Medi¬ cina de San Fernando y La Academia de dibujo y pintura; reabrió y organizó el Colegio del Príncipe; reedificó y ensan¬ chó el Seminario de Santo Toribio; re¬ construyó las murallas que rodeaban la ciudad y elevó la portada de Maravillas reaieníemente construida; generalizó y reglamentó el servicio de policía, lla¬ mado de Serenos, e hizo poner puentes sobre las acequias que corrían por las calles de la ciudad, en los pun¬ tos de intersección de éstas; protegió y favoreció el Teatro e hizo oir por pri¬ mera vez en Lima la ópera italiana; y a la vez que tanto y con tanto provecho se ocupaba de la administración pública, atendía a contener la revo’ución que por todas partes se desbordaba. Para sofo¬ car la de las provincias del Alto Perú y debelar por ese lado los progresos de los ejércitos argentinos, organizó uno que bajo las órdenes sucesivas de los genera’es Goyeneche y Pezue. 1 a obtuvo sobre ellos, las repetidas victorias de Guaqui, Vilcapugio, Ayou- ma y Villuma; para detener la insurrec¬ ción que estalló en Huánuco, envió al Intendente de Tarma G o n z á 1 e s P r a d a, que lo logró fusilando a sus autores; para contener la revolución en Quito, envió un ejército al mando del general Montes^ que lo consiguió con el mejor éxito; para ahogar la revolución en Chile, envió repetidas expediciones a las órdenes de los gene¬ rales G a ii z a Pareja y Oso- rio, que al fin lo consiguieron: para sofocar la revolución que estalló en di Cuzco encabezada por el Brigadier don Mateo P u m a c a g u a, envió a! General Ramírez que lo batió en I^machiri y lo ejecutó en Sicuani; para desvanecer las rivalidades que co¬ menzaban a manifestarse entre los es¬ pañoles europeos y los nacidos en A- mérica, creó el Regimiento que deno¬ minó de la C o n c o r d i a . ¡ En el curso de su Gobierno realizáronse, ade- (1 más ios siguientes sucesos: el 18 de Noviembre de 1806 entró en Lima su décimo séptimo arzobispo don Barto¬ lomé María de H e r a s, pro¬ movido de la diócesis del Cuzco: el 13 de octubre de 1808 fué proclamado y jurado don Fernando Vil como Rey de Fspañia y de las Indias, en mérito de la abdicación dje su padre el Rey don Carlos IV, en 19 de Marzo del mismo año; el 28 de febrero de 1811 se celei_ bró con gran pompa, la instalación de las cortes españolas en la isla de León y el lo. de octubre del siguiente año, se juró solemnemente la constitu¬ ción sancionada por ella; el 23 de septiembre de 1813 se extinguió el Tri¬ bunal del Santo Oficio; el 30 de Di¬ ciembre de 1814 se abolió la Consti¬ tución y quiedó restablecido el poder iab_ soluto; y el 7 de noviembre de 1815 se amotinaron los cuerpos expedicionarios^ batallón de Extremadura y escuadro¬ nes de Húsares y Dragones, motín que sólo fue contenido por la presencia del Virrey. | Cansado Abas cal del go_ bierno o tal vez convencido de que lel triunfo de la causa de la independen¬ cia era inevitable, y no queriendo que el gobierno del Perú se perdiese en sus manos, pidió con instancia se le releva¬ se en el virreinato. Al fin consiguió que se le autorizase para dejarlo cuando lo tuviese por conveniente, entregándolo al General P e z u e 1 a. nombrado pa¬ ra el caso Virrey Interino. En conse¬ cuencia, llamando a éste del Alto Perú, le hizo entrega del gobierno el 7 de ju¬ lio de 1816, y el 13 de noviembre del mismo año partió para España en la corbeta ‘ Cinco Hermanos’’, y, según Síevenson, fué acompañado al Callao por todos ios habitantes respeta¬ bles y el día de su partida fue un día de due’o en la ciudad” (Twenty yea. rs res i ó ence in South A m e r i c a ) . “La nave que le condu¬ jo a Espaüa. dice Vicuña M a C- k e n n a, 'iba ilabrando él surco por el que debía venir a las playas de Lima la capitana de San M a r_ t í n”. En efecto según el mismo escritor la emancipación del Pe: - rú se hubiera, realizado mucho an¬ tes, si un hombre tan extraordinario y tan idóneo como don José Fernando de A b a. s c a 1 no hubiera llegado a América para ser como el albacea de los Reyes de Espa¬ ña en uri matrimonio al que todos po¬ nían pleito alegando usurpación. Aquel espíritu sagacísimo y oportuno, conci¬ liador y enérgico, prestigioso por su talento, su elevación de alma y aún la gracia de su figura, era quizás la úni- ica valla que contenía en el Perú el raudal que lo inundaba por todas sus fronteras y brotaba, aún a sus piés en el recinto de la plaza pública” (L a revolución del Perú des¬ de 1809 a 1819).| Abas- c a 1, que durante su gobierno en el Perú, había recibido de su soberano el grado de Teniente General, el título de Marqués de la Concordia, y las grandes cruces de las Ordenes de Garlos III y de Isabel la Católica, y del Emperador de Rusia la de la orden de Santa Ana, fué elevado a su llegada a España a la clase de Capitán general y nombrado Consejero de guerra, en cuyo puesto fa¬ lleció en Madrid el 31 de julio de 1821 a los 78 años de su edad. | Su títu¬ lo lo heredó su hija única doña Ramona, nacida en Guadalaxara, de su matrimonio con doña Jua¬ na 'A s c e n c i o, nina señora de esa ciudad, allí mismo fallecida, y ca¬ sada en la ciudad de Lima, en 1815 con el Brigadier don Juan Ma¬ nuel Pereyra, y actualmente lo posee don Juan Manuel Pe- r le y r a y Soto S á n c h e z . j A b a s c a 1 dejó a su suce:or una R e 1 a c i ó n detalada de su gobierno, re¬ dactada por el sabio médico y esclare¬ cido literato don Hipólito U n a- n u e, de la que publicó una gran par¬ te el Coronel O d r i o z o 1 a en el tomo II de su colección de Docu¬ mentos históricos del Pe- r ú, habiéndose perdido otra parte, se¬ gún dicho coronel lo dice en una nota con que termina. Muy de desear sería que este importantísimo documento, que debe existir seguramente en España, se publicase íntegro alguna vez. (Galería de retratos de los Gobernadores y Vi¬ rreyes del Perú (1532 - 1824) publi_ crda por D o m i n go de Vivero, 2) Don José I'eknando de Ahascal a' Sousa, xxxYiii Virrey del Perú ■ > '3 ■r } ■*; V /■ I •..1 ■ n ■ 1 /'V f V < * . ’ ' -v • tr r K :( 1 í. V i . 4 t ,. V f ' •'-t 1 texto 4e D. J. A. d 9 L a v a _ 11$, láminas de D. Evaristo San Cristóbal, Barcelona I 1909, p. 173) . I Son tantos los mé- T'itos contraídos por el Marqués de la Concordia en cuanto se refiere a la Me¬ dicina Peruana, que hemos creído de nuestro deber consignar la biografía sin¬ tética del señor La val le en la im¬ posibilidad de consignar aquella más completa y documentada del señor I M e n d i b u r u (Diccionario Históri- j co Biográfico del Perú, Lima, 1874. vol . I. , p. 3 . ) A lo dicho por el tan ¡ erudito como galano L a v a 1 1 e sólo nos resta por agregar que A b a s c a 1 concedió la más ilimitada protección a j los planes de U n a n u e, el fundador is de la enseñanza médica entre nosotros; que fué durante su gobierno que se i fundaron las Cátedras de Clínica Inter- na y Externa (l'SOS) ; así como tam- bdén, el mismo año, las de Botánica y Química; a A b a s c a 1 se debió tam_ lí bien el establecimiento, en el Colegio |j de San Fernando, de la cátedra de Fí- d sica Experimental (1815) . En nues- t| tro libro “La Facultad de Medicina de !; Lima” (Lima, 1913), hallará el lector d el detalle de la hermosa protección dis_ íj pensada por el Marqués de la Concor- d dia a la primera escuela médica de la ii América Española. . ABASCAL RA!¥!0!^A. — (Biog.) -i — Hija del Virrey del Perú Marqués de t| la Concordia. A esta ilustre dama vie- • ] ne atribuida, por don Ricardo Palma '■j (“De esta capa nadie escapa”, en “Re- ij vista Peruana”, Lima, vol. I., p. 181) {| la introducción de las crisis nerviosas jj de las doncellas entre las c o s t u m_ : bres de la Lima colonial. Nos incli- ü! namos a creer que el señor Palma } se refiere exclusivamente a la moda .li de tales crisis; en ese caso razón puede n¡ haber tenido y sobrada para afirmar lo que afirma; pero débese advertir que |;i tales crisis fueron muy frecuentes y an. teriores a doña Ramona de A, '^Pascal en la Ciudad de los Reyes /] (Véase nuestro libro ‘‘Locos de la Co- li lonia, Lima, 1919) y distaron mucho }| .de ser raras entre ios primitivos habi_ f;l lantes del Perú (Véase nuestro libro: ‘‘La alienación mental entre los primi¬ tivos peruanos” Lima, 1915) ABBAMONDI L. — Médico — (Biog.) _ Médico italiano que vino al Perú el año 1878, en calidad de ci¬ rujano de primera clase del navio “Christoforo Colombo’’, bajo las órdenes del entonces comandante y más tarde Al¬ mirante de la armada italiana D. N a. p ol e ó n C a n ev a r o, marino vin¬ culado a distinguidas familias peruanas. ABEJAS _ (Zool) — “Hay muchas abejas , que crían en las hoquedades de los árboles, y son pequeñas, del ta¬ maño de las moscas, o poco más, y las puntas de las alas tienen cortadas al tra¬ vés de la faetón o de manera ^ de las puntas de los machetes Victorianos, y por medio del ala una señal al través, blanca, y no pican ni hacen mal, ni tie¬ nen aguijón, y hacen grandes panales y los agujerill’os de ellos hay en uno más que en cuatro de los de acá, aún que ellas son menores abejas que las de Es¬ paña, y la miel es muy buena y sana, pero es morena cuasi como arrope (Hernández de Oviedo,^p. 496)1 “Apis mellifica L. ” — Nombre vulgar: Abejas. — Keshua: Abe'a Huanccuyro, (Vocab. G 0^ n z á 1 e z H o 1 g u í n ) H u n c coyru Ttoccto' (Cuzco); H u a n c c o i r u, Mapa Mama (Ay acucho) ; Mapa chuspi, M a pa uruncui (Junín) ; Huanc coyru (Ancash) \ocab. Polig. Inc.) Aymará: Abeja, Pupa c a 1 í u (Vocab . H e r t o n' i o) Pupa callo (\ ocab . Polig. ) ■ Historia: A juzgar por lo que escribe p1 Padre Cobo, las abejas en sí no tu vieron ninguna aplicación médica;^ pe¬ ro se utilizaron en la alimentación o como edulcorantes varias clases de mieles de abejas; habiéndose utilizado una ‘‘que tomando della en ayunas dos cucharadas (consumía) las flemas del estómago; y mezclada con polvos de pimienta (quitaba) los dolores proce¬ didos de causa fría, aunque sean an¬ tiguos” (Cobo: TI. 246) — Aplicacio- rjes: Las picaduras de las abejas son curadasi cogiendoi una tCbejal, preferi¬ blemente la misma que picó, y restre. (3 gando con el cuerpo de ella la región de !ia picadura (Departamento de Are¬ quipa) . Una especie de “MeHipoma” produce una miel empleada como llaxan. te para los niños (Departamento de Loreío) . Gomo secreto para aliviar el dolor producido por la picadura de Las abejas, se usa ponerles la camisa al revés a los sujetos que han sufrido la picadura. (Provír,noia ¡de (Huacho) V a 1 d i z á n — M a 1 d o n a d o : La Medicina Popular Peruana, Lima 1923, n 435) . ABILLAS — (Bot.) — Ver la pa¬ labra “Habilla’, . ABOBADO — (F.l.) — Término familiar de la época actual, empleado para designar estados diversos de dé¬ ficit mental adquirido. A boba d o es el sujeto que se vuelve bobo; pero se dice también del su¬ jeto originariamente bobo^ del fnenas- ténico. Así, pues, hay en el lenguaje familiar, confusión entre los estados de déficit mental adquirido y aquellos congénitos . | “Abobad o,’’ dice el “Diccionario de la Lengua Castellana” por la Real Academia Espa.ñola, Ma¬ drid 1914 (p. 4), “que parece bobo o de bobo ‘Bobo, dice el mismo Diccionario (p. 148), de muy corto entendimiento y capacidad” como se vé la^ Real Academia considera como con- génito el déficit mental del Bobo. ABOCHOFII^ADO _ (F. 1 . ) _ Dícese de persona que es víctima de u- na leve pirexia; pues se admite, en el lenguaje famíi’iar, que el bochorno es un estado intermediario entre la temu peratura normal y la febril. También se emp'lea en el sentido que dá a la pa¬ labra el señor Domínguez : Abochornado — dice — ruborizado lleno de rubor” (Diccionario, I) . Y en esta acepción se habla de situacio nes bochornosas de actitudes bochor¬ nosas, etc. ||Abochornado, di¬ ce el Diccionario de la ^ Lengua Cas¬ tellana” por la Real Academia Espa- nola, Madrid, 1914 ( p. 4) bochorno¬ so . “B o c h o r n o” dice ell mis mo Diccionario (p. 150) encendimien¬ 4) to pasajero del rostro. Aire caliente y | molesto que se Levanta en el estío’’. ; ABORTIVOS _ (Hist.) _ Los in- i dios del Perú primitivo no desconocie- i ron el empleo de los abortivos, cuyo O- ¡ rigen peruano se pierde en la historia ^ incierta de las bárbaras prácticas de las j tribus primitivas que contribuyeron, más í tarde, a formar el imperio de los Incas. ^ Posible que, entre tales tribus, hubiese 1 existido la costumbre, citada por algu_ .] nos cronistas de Indias, de utilizar las i mujeres de los vencidos como verdade- | ras m.áquinas encargadas de la faibrica- ¡ ción de hijos y entre esos cronistas hay ) uno que refiere como las mujeres toma- ^ das a los enemigos ^‘cuando no eran bue- 1 i ñas para parir eran devoradas por su® 1 antropófagos dominadores . Posible es que en aquella remota edad, cuyas ca¬ racterísticas han sido tan diversamente ) descritas por quienes han formulado hi_ i petesis más o menos aceptables, se hu- : biese recurrido a prácticas abortivas con el objeto de poner a algunas mujeres en aquella lamentable condiición de “no ser ■ buenas para parir”.] Que la práctica del aborto criminal existió entre los pri¬ mitivos peruanos está a sugerirlo la se¬ veridad de Las penas reservadas a dichas j prácticas por la legisLación incana: “Si \ alguno hacía mover a alguna mu- j jer con hechizo o por golpes que le da- i ba tenía pena de muerte”; “La mujer j preñada que tomaba algo para mover te¬ nía la misma pena’’ (“Relación” de don Francisco de Toledo, en ^ “ La Imprenta, en Lima” del señor ; Medina.) | En caso de ser ciertas ; tales p''.jniciones de la ley de los Incas, tales referencias nos dicen 1 no solamente de la existencia del í j aborto entre los primitivos peruanos, si- ] no también de los procedimientos abor¬ tivos más comunmente empleados: los traumatismos, las sustancias llamadas a- j bortivas y las prácticas de hechicería que deben ser consideradas en el número de las prácticas sugestivas. | La época co_ ; lonial debió ser aun más fecunda en el : empleo de los abortivos. Téngase presen¬ te que esta época está caracterizada, en¬ tre otros elementos, por un respeto fa¬ nático del honor, muchas veces Ínter- ; pretado con noíork exageración. Se tra_ taba die un honor cuyos agravios debían ser siempre lavados con la sangre del o_ fensor y cuyo respeto fué origea de crí¬ menes sin nombre, muchos de .ios que lograron la absolución plena de los mo¬ narcas españoles ante quienes ocurrían los agraviados en demanda de absolu- c.ón a su venganza. Nada de particular qu-e en esta época de nuestra historia, damítas poco escrupulosas hubiesen bus¬ cado en el aborto provocado la oculta¬ ción de sus deslices . La tradición con¬ serva el reiiato de los alumbramientos misteriosos^ d,e los secuestros de coma¬ dronas a quienes se obligaba a asiistir, rodeada del más grave misterio, alum- bramientos cu^iya publicidad hubiese si¬ do motivo de público desdoro para fami¬ lias linajudas. No conserva esta tradi¬ ción el nombre de los especialistas del aborto y no los conserva a pesar de con¬ servar cuidadosamente los nombres y se¬ ñales de sujetos de ambos sexos a quie¬ nes castigó severamente el Santo Oficio por ced.icar horas de ocio al zurcido de virginidades con prolijidad que envidia¬ ra en día el más prolijo de nuestros ci¬ rujanos. I En la época presente el vul¬ go sigue creyendo en la eficacia de los miedicanuentos abortivos, a la cabeza de los cuales ha colocado las sales de qui¬ nina y los purgantes drásticos. Tam¬ bién son catalogados entre los medica¬ mentos abortivos del vulgo algunos o- tros, cuya acción sugestiva es incuestio¬ nable. II (F . 1.) — En el departa- miento de Lambayeque, cuando enuncia la recibidora sus temores de un aborto, administra a la gestante una pe_ quer.a cantidad de la sangre proveniente de la cresta del gallo.' Guando estos te¬ mores existen en Arequipa, se hace asistir al alumbramiento, en calidad de testigo, a una criatura i n o¬ ce n t e . | En el mismo departamento se encomienda la. asistencia de estos pe¬ ligros de aborto a da intercesión de San Arcente Ferrer.j También en el depar¬ tamento de Arequipa, cuando una mujer ha tenido tres o más abortos, las r e- c i b i d o r a s la obligan a beber un preparado obtenido mediante la ebulli- C’ón, en odas bien tapadas, ha.sta diso¬ lución completa, de tres culebras mal¬ tonas (jóvenes) a las cuales se quita previamente las cabez.as y las puntas de las colas . | También recomiendan las rccibiídoras arequipeñas, en temor de abortos, que beba la parturienta, durante el último mes de embarazo, caldo común condimientado con buena dosis de pi¬ mienta. I Se combate la tendencia al borto, por los siguientes procedimientos a más de los nombrados: se administra a la parturienta fricciones sobre la línea media que une el ombligo a La vagina, con un canto rodado de río, previamente mojado en el agua producto del lavado del freno de una muía o en la saliva de este animail. Al mismo tiempo que se hace esta fricción, se pronuncian las palabras siguientes: “No te caigas’^ (Departamienío de Gajamarca) | Se ad¬ ministra la cáscara del huevo calcinada y reducida a polvo fino (Departamento de Gajamarca) | Se administra el pro¬ ducto obtenido tostando la P e p a de la palta pulverizándola finamente y sometiéndola a ebullición en agua co¬ mún (Departamento de Arequipa) | Se administra el cocimiento de la corteza tostada del fruto de la granada (Depar¬ tamento de Arequipa. | El cocimiento del p e z- ó n de zapallo y granos de huiñaipo (maíz germinado) (Departa- m.ento de Arequipa) | El agua de la¬ vado de la camisa del padre del feto^ (Arequipa) . | La ceniza de algunos ca¬ bellos tomados en la nuca del padre del, feto, suspendid?, en vino (Departa¬ mento de Arequipa) . | Los polvos de- marfil desleídos en vino (Arequipa)] Los polvos de lacre desleídos en vino gene¬ roso (Arequipa) . | El excremento de paloma molido con huacatay (Tagetes sp . ) diluido en agua ( Apurímac) . 1 Greda suspendida en agua hirviente en la cual haya sido introducido un clavo de acero previamente calentado (Apu¬ rímac) . I La saugre de la cresta dei ga¬ llo (Lambayeque, Piura, Libertad) . [' La creencia en la obra eficaz de ciertos productos considerados como abortivos es muy general | Uno de los abortivos que goza de mayor fama y que es soli¬ citado con mayor frecuencia como tal es la quinina en forma de cualquiera de sus sales; pero de éstas es el sulfa¬ to la más empleada . | Existe en las po- ilaciones de la costa la creencia de la inecesldad de actuar directamente sobre €il huevo y esta creencia da lugar a lia introducción en los órganos genitales de objetos de hierro o de acero que, muchas veces, lejos de producir la acción abor¬ tiva propuesta, son causa de traumatis¬ mos graves. El año 1918^ en el Hos¬ pital de Santa Ana, en el servicio del Dr. Denegrí, fué asistida una Infeliz muchacha que había pretendido el aborto por medio de un cerrojo que hubo de extraerse de la cavida uterina en la que había sido brutalmente intro¬ ducido. I El cocimiento de ruda es em¬ pleado como ^abortivo en toda la Repú¬ blica. I En las poblaciones de la costa las mujeres se hacen lavados abortivos con soluciones concentradas de perman. ganato de potasa. | En la provincia de Canta del departamento de Lima, se ha¬ ce un cocimiento de lacre, que está con¬ siderado como un abortivo eficaz ( V all- dizán-Maldonado: La Medi¬ cina Popular Peruana, Lima. 1922. I.) ABORTO — (Med. Leg) — A pro¬ pósito de esta palabra, se dice en el Diccionario Español lo siguiente: ^‘A_ bortq^ es la expulsión del feto antes de la época ordinaria, según unos; antes de los siete mese.s, según oíros; y antes de los tres meses de preñez, según el mayor númfero de autores. No puede usarse indistintamente Aborto por Malparto. Se llama Aborto: lo. La expulsión del feto antes de la época expresada^ cualquiera que hubiese si¬ do su causa; 2°. La expulsión prema¬ tura del feto en cualquier época de la gestación, siempre que haya sido pro¬ vocada por medios criminales; y Mal¬ parto, cuando aquella se verifica invo¬ luntariamente, en los dos últimos me¬ ses de preñez^ según algunos autores, principalmente antiguos, o en los seis úl¬ timos, según los más . | Esta explica¬ ción bastante para fijar el valor de las palabras, no lo es para calificar el de¬ lito de^ aborto . En cuanto a esto, la ley se limita a imponer la pena, dando por supuestas las nociones que suministra la ciencia con relación al aborto. Por esto, es necesario recurrir a ía Medici- na Legal para tener un conocimiento exacto de esta materia. Principiaremos por el conocimiento de la ley, para ocu¬ parnos después de lo que enseña la Me¬ dicina sobre el aborto. Las disposicio¬ nes del Código Penal relativas a este delito son las siguientes:! La mujer embarazada que de propósito causare su aborto, o consintiere que otro lo cause, sufrirá reclusión en cuarto grado. Si fuere de buena fama, y cometiere el de¬ lito obcecada o por el temor de que se descubra su fragilidad, se rebajará un grado la pena (243 Pen.) j El que de propósito ocasione el aborto de una mujer^ empleando violencias, bebidais u otros medios, sufrirá cárcel en cuarto grado (40 meses, 44 meses o 4 años) . Se rebajará un grado de esta pena, si la msujer hubiere solicitado el aborto. Se rebajarán dos grados, si se ocasiona¬ re el aborto con maltratos, bebidas u otros medios que no hubiesen tenido por objeto directo hacer abortar, sino producir otro m.al menor (244 Pen.) | Los médicos, cirujanos parteras o far_ macéuticos^ que abusen de su arte pa¬ ra causar el aborto, sufrirán cárcel en quinto grado (52 meses, 56 mieses o 5 años) I Los que confeccionen o expen¬ dan a sabiendas bebidas destinadas a causar abortos sufrirán cárcel en ter¬ cer grado (245 Pen.) . | De la simple lectura de estas disposiciones, nacen la.s oulestiones siguientes: la. Los tres artículos citados imponen pena por el aborto consumado; y sólo en el último se impone a los que confeccionan o ex¬ penden a sabiendas bebida.s destinadas a causar abortos . Si se castiga esta cooperación al aborto deberá también imponerse pena por todos los casos de tentativa de este mismo delito?. 2^ El hecho de que la mujer so'icite el abor¬ to puede disminuir la culDabilidad del que lo ha causado? 3? El aborto causa¬ do sin intención, pero que proviene de maltrato o bebida, es menos criminal que el producido intencionalmente.? 4? (í. Cuáles con las violencias, bebidas y demás medios que pueden causar el a- borto? 5^ ¿Cómo deben proceder los jueces, para comprobar el abcrto; y cuᬠles son los signos que lo demuestran? 6^ ¿Pueden alguna vez lo.s médicos cau¬ sar intenclonalmente un aborto, sin ha- 6) serse por esto reos de la pena impuesta a este delito? | La resolución de es¬ tas cuestiones nos conducirá al conoci¬ miento de la teoría médico legal del a. sunto que vamos tratando. | L? Según el tenor literal de las disposiciones que preceden, 'jb. tentativa de aborto no se castiga; pues en los artículos 243, 244 y e! párrafo 1° del 245, se trata de a- borto causado de delito cometido; y en el segundo párrafo del artículo 245 se impone pena, no a lo que impropia¬ mente llamamos tentativa, sino a la coo¬ peración habitual y maliciosa que resul¬ ta de confeccionar o vender a sabiendas bebidas destinadas ,a causa.r abortos. Según esto, si se presentara el caso de que una mujer buscó abortivo, en lo cual consiste la tentativa; o' que lo tomó, lo que constituye el delito frustrado; o de que un médico .lo administró malicio¬ samente; y el aborto no hubiese podido efectuarse^ ¿qnó pena se impondrá por la tentativa o el delito frustrado? ¿Se¬ rá posible dejar impune este delito pro¬ yectado?. I Fundándonos en las re¬ glas generales de justicia, dadas por el Código Penal, podemos resolver la cues tión propuesta^ estableciendo lo siguien¬ te: 1° La tentativa de aborto debe cas¬ tigarse con la pena señalada, en los ar¬ tículos 243 y siguientes, pero disminui¬ da en tíos grades (47 Pen.); 2° Si el que intentó el aborto se arrepiente de ejecutarlo, antes de causar daño a la mujer o al feto, quicda exento de pena (5. Pen. ). Pero, si causa algún da¬ ño debe ser castigado en proporción al mal cue cause (47. Pen.) | Sólo de este m.odo se procede con justio'ia; por que si no hubiera de imponerse pena por la tentativa de aborto, tampoco de¬ bería haberla por los demás ceros de tentativa y delito frustrado; y entonces dejaríamos que todos se preparen impu¬ nemente para cometer delitos, esperan¬ do impasibles el resultado pa.ra absolver¬ los o castigarlos. Faltaríamos, pues, a todo principio de justicia y de moral. | 2‘? El artículo 244, después de castigar con cárcel en cuarto grado al que oca¬ sione el aborto de ura mujer, dispone que se rebaje un grado de esta pena, si la mujer hubiere solicitado el aborto. Esta disposición parece injusta a prime¬ ra vista, porque se disminuye la pena por el hecho de que haya dos reos del delito. Para no tachar esa ley, es nece¬ sario pensar que el aborto ofende a la madre y 8.1 hijo que ha concebido y por eso se castiga con cárcel en cuarto gra¬ do, al que de propósito ocasione el a_ borto de una mujer. Guando la mujer no soló consiente, sino que solicita el a- borto, o, lo que es lo mismo, excita a o_ tra persona para que lo procure, no se hace daño a la madre según el antiguo principio de jurisprudencia v o 1 e n t i non f i t injuria; no se ha¬ ce daño al que presta su consentimiento para que se le cause . Sólo queda pues, el daño causado al feto, que es una persona ante la ley, y por esta circuns¬ tancia se hace menos grave el delito, y se debe atenuar la pena. No obstante, en este caso la mujer es no sólo cómpli¬ ce, sino provocadora o instigadora del aborto, y por tanto ella debe ser casti¬ gada con reclusión, según el artículo 243, y su cómplice con cárcel según el artículo 244. | 3^ ¿Qué pena merece el aborto que no ha sido intencional? Para resolver esta cuestión es necesario distinguir si el que lo ha causado sin intención, tuvo o no conocimiento pre¬ vio de >la preñez. Si lo tuvo, aún que su intención no fuera causar el aborto, se puso en peligro de ocasionarlo; y por eso dispone la Ley, que se castigue con cárcel en segundo grado al que ocasione el aborto con maltratos, bebidas u otros medios que no hubiesen tenido por o b_ jeto directo hacer abortar, si¬ no producir otro mal menor (244 Pen.)] Este es, en nuestro concepto, el verda¬ dero caso de la ley. | Si el que ha cau¬ sado el aborto no tuvo conocimiento pre¬ vio de la preñez, no merece pena por este delito, sino por el daño que inten- cionalmente haya causado con el mal¬ trato o la bebida; pues la intención y el propósito deliberado son los que for. man el delito . | Con respecto a los m.édiccs y cirujanos que sin intención causan un aborto, debe tenerse presen¬ te que, aunque es difícil conocer la pre¬ ñez en los primeros meses, el médico, sobre todo cuando ha examinado a la mujer, puede, según las reglas del arte, conocer si ha concebido o no; así es que no' se le podría admitir la excusa de que procedió de este o del otro modo, por no haber tenido conocimiento de la preñez. La ignorancia de la ciencia au¬ mentaría su culpabilidad, lejos de dis¬ minuiría, I 4?- ¿Cómo se puede causar el aborto? Siguiendo en esta materia a M. A 1 p h . D e V e r g i e, en su obra de Medicina Legal, podemos esta¬ blecer que los agentes que producen el aborto son: Todo a.limento, brebaje o medicamento que pertenezca a la cla¬ se de los emenagogos y purgantes drás¬ ticos, como las cantáridas, la sabina, los mercurip.’es, el áloe, la zarzaparrilla, etc. No todos los autores dan una efi¬ cacia absoluta a estos medicamentos, por que en miuchos casos no han produeido el aborto; pero casi todos convienen en que pueden servir de abortivos, según el clima., la constituc-’ón de la mujer y o_ tras circunstancias. | En segundo lu¬ gar, se colocan las sangrías generales o locales. La generales, hechas en las ex¬ tremidades inferiores son más eficaces que en las superiores; y las sangrías locales, com.o las sanguijuelas y vento¬ sas, son eficacísimas cuando se aplican en las partes genitales. | En tercer .ugar se cuentan los agentes mecániicos que ejercen su acción sobre el útero sin obrar directamente sobre él; como los saltos, carreras reiteradas, ejercicio a caba lo, presiones bruscas sobre el ab¬ domen y en general toda fuerza que produzca un choque, | Tin último lugar se numeran todas las maniobras crimi¬ nales sobre el útero mismo empleadas por personas que tienen este vil y puni¬ ble ejercicio. Estes medios dejan siem¬ pre las señales de haber sido empleados, y son fácilmente conocidos por los médi¬ cos. |. 5^ ¿Cómo deben proceder los jueces para comprobar el aborto? ¿ y cuáles son los signos que lo demuestran? En el juicio criminal por aborto la com probación del cuerpo del delito exige co nociimientos médicos y también ilegales; y por lo mismo el juez no puede por sí solo proceder al juzgamiento . Si basta¬ se ver un feto arrojado antes de tiempo para castigar a la madre, o al que se di¬ ce haberlo hecho abortar, podría suceder que se tuviera por aborto malicio'o el causado sin intención o el producido por otra causa distinla de E asignada; que se dejase impune el infanticidio, qi algunas veces suele suceder al aborto Para evitar estos inconvenientes, el jut debe, durante el sumario, nombrar per tos faculta.tivos que reconozcan a la mí dre en los casos de tentativa, y a la nu dre y al hijo en ios casos de aborto coi sumado, y su resolución debe fundars en el dictamen científico de "estos per tos. I La tentativa de aborto no se nuí de comprobar plenamente por el dictí men de los médicos; porque según heme dicho antes, una misma bebida puede ca sar el aborto a una mujer, y no a otr según el estado físmo y la constitució de ambas. Asimismo, un ejercicio ir moderado puede ser nocivo a una mujt delicada, y que pasa la vida sedentaria y no serio para otra acostumbrada a tn ba.jos duros y penosos. Por esto el jue debe, por medio de testigos u otras prm bas, comprobar la tentativa, indagand si se tomó el brebaje, si hubo ma’trat o agente mecánico, si el brebaje, fué dt do por persona que sabía su eficacia; en fin, examJnando las demás circuns tanc as que puedan probar la culpabil dad según los casos . A esto se añade ( dictamen de los médicos, el cual det abra, zar dos extremos; el uno decir se gún la ciencia, si el medio empleado e o no bastante para causar el aborto; el otro, si el cuerpo de la mujer que s ha inspeccionado presenta, algún síntom morboso o alguna seña.l que pruebe f empleo del abortivo . Con todas esta pruebas se puede fallar sobre la tentat: va. Si falta alguna de ellas, es más pri dente absolver ai acusado; porque, com dicen las leyes es mejor absolver al cu pado que castigar al inocente. | Guar do el aborto ha tenido lugar, se debe prc ceder de la misma manera; teniendo pre sente que si el reconocimiento de io médicos se hace muchos días despué de cometido el delito, la inspección de 1 mujer no presenta datos ciertos, y U vez no da señal ninguna de aborto. Eí pues, necesario, buscar otras pruebas £ demás del reconocimiento de la mujer Conviene también que sea examinado í feto, para ver si vivió y fué sofocad después; porque en este caso habría qu imponer al reo la pena del aborto y dí 8) infanticidio. | Guando la mujer muere después del aborto, es fácil para los mé¬ dicos decir asertivamente si el aborto fué provocado; porque los medios lem- pieados dejan entonces señales inequí¬ vocas del delito. | Finalmente un a- borto puede sobrevenir naturalmente, o ser causado con intención. Así es que el juez debe también cuidar en el suma¬ rio, de examinar las circunstancias per¬ sonales de la mujer que abortó. Por ejemplo: el aborto de una hija de fami¬ lia y que ocupa elevada posición, hace temier que haya sido provocado por la ne¬ cesidad de ocultar una. falta que la socie¬ dad no suele perdonar. No hay la misma resunción contra una mujer de la ple- |be, cuyas circunstancias son diversas| A estas consideraciones se debe añadir el examen de I03 médicos, sobre si la mu- |jer tenía predisposición al malparto y so- Íbre si presenta o no síntomas de haber procurado su aborto . Se debe también .jlinquirir si la mujer tenía, conocimiento .previo de su preñez; si el aborto fué ¡clandestino o público; y en fin, todas jas circunstancias que puedan contribuir 1 formar cabal y perfecta convicciión. Si i¡a mujer puede da.r en todo caso justi- ’icativos de su conducta, hasta el punto le que se crea que tomó tal brebaje, o cractieó tal acto inocentemente, no su- :ede lo mismo cuando se emplean me¬ llos mecánicos sobre el útero . Estos, egún los miédicos, no son como las me- licinas, sa.ngrías y demás agentes, que ! )ueden servir para el aborto y para o_ ros objetos; y por consiguiente, siem- )re que los médicos digan que se han llmpleado medios mecánicns sobre el úte- Jero, el juez debe tener convicción de ue el aborto ha sido intencional. La dad del feto debe comproba.rse, en todo aso, para juzgar si la mujer pudo o no onocer que estaba en cinta. | 6? ¿Pue- en alguna vez los médicos y cirujanos ausar intencionalmente un aborto, sin ¡Incurrir por eso en la pena que designa ja ley?. I Para resolver esta cuestión ebemos tener presente, que la ley sólo astiga la acción maliciosa; y también el año que a otro se causa; luego sería entrarlo a la justicia imponer castigo or acciones que no son maliciosas, y Ue lejos de causar mal procuran en mu¬ í li 1*1 r chos casos un bien. Tal es el aborto que se provoca para evitar la muerte de la madre; el cual en nuestro concepto no es un debito sino una acción que las leyes deben permitir. | M. D e v e r. g i e, en la obra ya citada, dice a este^ respecto lo siguiente: “En resumen, creemos que en la actualidad el parto prematuro constituye una operación qui¬ rúrgica que no presenta en su aspecto moral ni en sus resultados materiales ninguno de los caracteres que constitu¬ yen el crimen de aborto ante la ley; que, sin embargo, como esta operación pue¬ de poner en riesgo ¡a .’a madre y ,al hijo; que sobre todo ha sido mirada por mu¬ chos autores como propia para consti¬ tuir un crimen, el partero debe antes de emprenderla: 1». Oir el dictamen y prevenirse con las luces de compañeros instruídq^ y experimentados; 2° No ope¬ rar ja.más sino con plena claridad; dos condiciones que casi siempre es imposi¬ ble llenar, puesto que esta operación no puede autorizarse jamás, sino cuando se provee un parto natural desgraciado pa¬ ra la madre o para el niño o para los dos juntos y que el operante tiene mucha aptitud para em.prendenla. ” ( Devergie ]^íédecine légale, Ghap . YI. | Los Gue deseen tener más ampliar nociones de esta materia pueden consultar al au¬ tor citado” (García Calderón: Dicc'ona.rio, I, 6) . (F. 1.^ — Dice¬ se, en el lenguaje familiar, de aquellas personas del rostro edematoso, de las conjuntivas congestionadas y de los as¬ pectos ostensibles de ciertas intoxicacio¬ nes graves. “Abotagarse — dice D 0- m í n g u e z (“Diccionario Nacional”, IMadrid, 1850 I) ponerse hinchada la cara, los ojos, etc.” || ^‘A b o t a g a r- s e, dice el Diccionario de la Lengua Castellana por la Real Academia Espa¬ ñolea, Madrid 1914 (p. 5.). hincharse, inflarse el cuerpo de un animal, por enfermedad u otro motivo”. íhBniXZOS — (F. 1.) _ Durante el curso de muchas epidemias la musa popular dió el nombre de “abrazos” a estas enfermedades, atribuyéndolas, en cierta manera, a determinados persona¬ jes de actualidad. | El año de 1864, (9 cuando el almirante español Pinzón era personaje del día no sólo en Lima sino en el Perú todo, ocurrió una epi¬ demia de gripe, que el pueblo bautizó con los nombres de “abrazo del ailmiran. te” y “abrazo de las corbetas”, aludien¬ do, con este último nombre, a aquellas que comandaba Pinzón. ] Poste¬ riormente, el año de 1896, en el cual era tan grande como merecido el fervor político que inspiraba el ilustre don Nicolás de P i é r o 1 a, se desaTrolló también una epidemia de gri¬ pe a la cual se dió el nombre de “abrazo de Piérda” y también el de “abrazo de don Nicolás”; pues con esta afectuosa familiaridad era generalmente llamado el insigne caudillo de los demócratas pe¬ ruanos . I Al ^‘abrazo de P i é r o 1 a’’ sucedieron d “abrazo de R o m a ñ a”, presidente que sucedió al señor de Pié- rola, el “abrazo de B e n a v i - d e s”, otro presidente, etc. ABüSiOi^ — (F. 1. ) _ Dona- din y Buignau (Diccionario Enciplopédico de la Lengua Castellana, I, 17) consignan abusión como femeni¬ na anticuado de abuso y como sinónimo americano de superstición. El término es empleado en el Perú, así en la sierra como en la costa, siendo de advertir que la abusión de la serranía conserva algo de la.s supersticiones y creencias de los primitivos peruanos en tanto que la abu¬ sión de las poblaciones de la costa ha sufrido la influencia evidente de aquella de los europeos. Tanto en la costa. co_ mo en la sierra, es firme creencia aque¬ lla en los “animales de mal agüero”, en¬ tre los que la lechuza y el gallinazo ocu¬ pan el primer lugar: la presencia de es¬ tos animales en una casa es considera¬ da como anuncio seguro de muerte de un miembro de la familia. Ciertos a- contecimientos ba.nales de la vida coti¬ diana adquieren para el vulgo el signi¬ ficado de misteriosos anuncios de des¬ gracia: se cuentan entre ellos la ruptura de espejos y el derrame del aceite fuera del vaso que lo contiene. Piensa el vul¬ go que, en determinadas ocasiones, la. gallina adopta el tipo de canto del ga¬ llo y que este hecho es un pésimo a. güero, que puede combatirse victimando al animal anunciador de desgracia. En los últimos años han sido introducidas, en las poblaciones de la costa, algunas abusiones: tales, por ejemplo, el horror español de la serpiente; el hecho de no hablar de la salud o de algún bien anᬠlogo por temor de perderlos, ] En el vulgo de todo el Perú, más en el ele¬ mento blanco y en el mestizo que en el indio, existe toda una serie de supersti¬ ciones relacionadas con la agonía y con la muerte. | En las poblaciones de la costa, con mayor intensidad que en aque¬ llas de la sierra, se considera de muy mal agüero !a rotura de espejos o de objetos de cristal; pues se cree que tal hecho es anuncio inequívoco de enfer¬ medad gra.ve y de muerte. La misma interpretación se concede a la caída del aceiite o de la tinta de escribir fuera de las vasijas que los contienen. Tales supersticiones viven vida tan intensa en le mentalidad de la masa, que muchas ve ces estas roturas de objetos llevan ver¬ daderos días de luto a familia.s enteras, a las cuales nadie puede demostrar la casualidad de tales acontecimientos y su ninguna significación pronóstica. ] El arder tres velas en una habitación se considera de mal agüero. | El p a c_ paco o la p a c a - p a c a, e’K cuervo y ciertas m.ariposas crepuscu¬ lares son considerados animales de mal agüero y se adopta toda una serie de recursos para impedir que estos agüeros ,se realicen. Las visitas de al¬ gunas personas- se las llama q u e n- c h a s, en el departamento de Arequi pa.| El gallinazo goza, en Lima, la misma fama, de anunciador de muer, te. I El t u n c h i, “pájaro fatídico para el vulgo, predice como la lechuza, alguna desgracia ’. ('’\fadre de Dios) Refiriéndonos a la agonía misma, e’ vulgo cree que las personas agonizantes realizan una verdadera incursión en a- que,l.los lugares que les fueron familia¬ res en vida-. Dícese entonces que tales agonizantes se despiden o r e. cogen sus pasos y que lo hacen, precisamente, en aquellos mo. mentos en los cuales el moribundo dueT. me profundamente o se halla bajo h acción de un estado sincopal . Se refie re, en apoyo de esta generalizada creen 10) Il cia, 'cI caso de muchos moribundos c^jyo í espíritu ha realizado excursiones a tra- II vés de largas distancias y ha traído no¬ li ticia minuoi'Osa y cabal de cuánto a tal ;! distancia ocurría. Las t'rádiciónes fami. :j liares al respecto son muy numerosas, I ñor mucho de las estén hechas a base ; de meras coincidencias o de fabulaciones i¡ de origen neurósico . | Se dice que los j| perros están dotados de facultades sen. I seriales que les permiten contemplar a I estos espíritus vagabundos de los ago- I nizantes y es por esta circunstancia que I el doloroso ahuilido de un perro, sin cau_ ■: sa real que provoque esta expresión deli I animal, es tomado como anuncio de que i el can ha visto al moribundo re_ I cogedor de sus pasos a través de la vi- ! da. El espantarse los caballos sin cau_ j sa justiificada, lo atribuyen también a la [ presencia del alma de un moribundo, o I de la otra v i d a . | Existe lia I muy generail creencia de que aquellos j cadáveres a los cuales no fué posible I hacerles la oclusión absoluta de ambos párpados representan el anuncio cierto de que una segunda muerte seguirá a la primera: el muerto se lleva a uno de los suyos. Para evitar esta misma des¬ gracia precisa no barrer la casa duran¬ te los días en que el cadáver permanece I en ella. (V a 1 d i z á n - M a 1 d o- nado: I, p. 14) ABUTA AfVSARGO — (Bot.) — Es- ! tie vegetal que en el departamento de 'i Loreto es empleado como estomáquico y if como regulador de los períodos mens- f! truales de la mujer, está considerado por A' a 1 d i z á n - M a 1 d o n a d o (Lia Medicina Popular Peruana, II, 389) en I el número de aquellas plantas emplea- ¡i das en la Medicina Popular, no identi- li ficadas botánicamente . ACABADO _ (F. I .) _ Término 'j vulgarmente empleado para designar al if sujeto físicamente agotado; a aquel que i i por el desordenado vivir o por la acción li nociva de las enfermedades representa n una mayor edad de la que realmente tie- i! ne; al viejo precoz, a'l envejecido antes :: de tiempo. | Epoca actual. ACACIO LORENZO Ci rujan o — í: Obtuvo del Tribunal diel Protomedicato Génefál del Estado, en Lima, el título de Giirujáno Latino el día 15 de noviembre d;e 1828. ACAC(3QUILLO _ (Bot.) _ Este vegetal empleado en la provincia de Tar- . ma del departamento de Junín para la¬ var heridas está considerado por V a 1- d i z á n y Ma I d o n a d o (La Me¬ dicina Popular Peruana, II, 389) en leí número de aquellas plantas empleadas- por la Medicina Popular, no identifica¬ das botánicamente. ACADEÍ^iA LAURETANA DE CiENCiAS Y ARTES DE AREQUIPA — ('Hist. ) — “Promulgada la constituí oiión española y establecido con arreglo a ella el primer Ayuntamiento constitucio¬ nal de Arequipa, el Síndico Procurador Dr . íDn . Evaristo Gómez Sánchez, pidió,, en 1821, el esta¬ blecimiento de una Academia de Cien¬ cias y Ariiss. El Ayuntamiento, animada sin duda, del uiismo espíritu que el Sín¬ dico, estableció desde luego varias cáte¬ dras para la enseñanza y organizó un ex¬ pediente para obtener del Virrey D, José de La Serna la aproba- Ciión de la medida que había proyectado para el establecimiento de ese plantel de ilustración . | La Serna, cuya mar., cha, según el mismo dijo, ¡era siempre por la senda de la razón y la justicia, ac¬ cedió a ila solicitud del Ayuntamiento; y la Academia se instaló solemnemente eí 10 de Diciembre de 1821, día en que se celebra la fiesta de Nuestra Señora de Loreto. Se dedicó desde luego a los ob¬ jetos de su institución. Pero las ideas liberales de sus profesores, y la afluen¬ cia de jóvenes de todas las clases de la sociedad que, ansiosos de ilustración, co¬ rrían a buscarla en un lestablecimiento que no cerraba sus puertas para nadie^ debían despertarle naturalmente muchos rivialies y adversarios. A pesar de esto la Academia continuó en sus tareas, por¬ que no había un motivo bastante pana pedir su clausura. | Promulgado en A- requipa el Real Decreto de 1°. de Octu¬ bre de 1823, que abolió la Constitución de la Monarquía Española, la Academia tuvo necesidad de reformar sus consti¬ tuciones en la parte que ordenaba el cumplimiento de algún punto de la Cons- (11 iitución de España; y hecha la reforma, pédió al Virrey la aprobación de las Constituciones modificadas, j Pero no era esto sólo lo que debía suceder . [ Con la abolición de La Constitución Es¬ pañola, cesó e! Ayuntamiento Constitu¬ cional, y se le reemplazó con otro, cuyo priimier acto fué negar a La Academúa las rentas que se Le habían adjudicado a su insititución ; y formó un expediente para, en mérito de él, pedir al Virrey que se suprim.iera “por Los males de demasiada írascendjenGia que su continuación había de ocasionar”. | Si no olvidamos las ideas dominantes de aqiid'La época en muchos individuos partidarios del . Rey grito de libertad e independencia había de España; si tenemos presente que al resonado ya en La. mayor parte de La A- mérica Española, y había quitado nume¬ rosos pueblos del dominio de la corona de España; no extrañamos que en Arequi pa, sometida a Los Españoles hasta fines de 1824, el Ayuntamiento quisiese ha¬ cer el último esfuerzo, y destruir un cuerpo en que se hablaba de soberanía popular y de líos derechos del hombre; ■en que se enseñaba a los ' jóvenes 'Las riesgosais materias de preferencia y dignidad de gobiernos, de diezmos eclie- slásti'cos y otras; y que se dedicaba a ila enseñanza del Dierecho Natural y de Gentes, contra la expresa prohibición qrie el Rey de España había, hecho .al Co¬ legio Seminario de la misma ciudad, en La Real Cédula de 1°. de Julio de 1807. — Estos fueron los cargos que se hicie¬ ron a La Academia . j El Virrey en vis¬ ta de un oficio del Ayuntamiento en qwe se le anunciaba La formación del expe¬ diente, contestó en los términos siguien- íteS', ^‘Exemo . Señor. — El Sr. Maris¬ cal! de Campo don Pío T r i s t á n y otros indiividuos de la Academia, me remitieron el expediente sobre La con¬ tinuación de aquella, el cual lo pasé a vista del Señor Fiscal, con los antece¬ dentes . Por este motivo he pasado al mismo señor Fiscal el oficio de V. E. de 22 del corriente, con prevención de que se agregue al expediente de íla ma¬ teria. — ^Gomo el Virrey actual del Perú, ni por nada ni por nadie varía su ma.r- cha de La s/enda de la razón y la justicia, puíede VE E. estar seguro de que no existe sujeto alguno que interpele mi ex¬ tensiva a.utoridad para el sostén de La Academia; y que aún cuando por una hi¬ pótesis lo hubiese, de nada servirían pa¬ ra mí talles ínterpeLaciones ; pues si en vi.^ta del mérito del expediente, y pre¬ vios los trámites de Ley, aprobé Lg Aca¬ demia Lauretana, revocaré aquella dis¬ posición, si hay motivos fundados para el: o; para cuyo efecto espero que V. E. me remitirá a. la mayor brevedad el ex¬ pediente que me significa. — Lo digo a V. E. para su inteligencia, y en conte'^- tación a su citado oficio . Djos guarde • .a V. E. muchos años. Yoicay 29 de A- brh de 1824 _ J osé de La Set- - n a. _ Exemo. Ayunta.miento de Are_ Guipa” . I Se organizó, pues, el referi¬ do expediente y en él se imputaban a la : Academia las faltas de tener ideas libe- rale.? y demiás de que hem.os habLa.do; y visto por el Virrey, mandó que se siguie¬ se La causa en juicio contradictorio ante ' el Gobernador Intendente de Arequipa. - Esta resolución hace honor gl Virrey '■ La S e r n a, al paso que no favore¬ ce mucho a Los enemigos de la Acade¬ mia o de la ilustración. | El Dr. Dn. Evaristo Gómez Sánchez, como apoderado de la Academia en cuya fundación 'había trabajado tanto, no omi¬ tió medio ninguno para vindicarlla de Las acriminaciones que se Le hacían. El ex¬ pediente se hallaba en estado de prue¬ ba, cuando La batalla de Ayacucho puso ■. el sello a la independencia del Perú . La Academia pudo entonces dedicarse sin contradicción a la enseñanza de La ju¬ ventud; y lias ideas liberales que sirvie¬ ron de fundamento para acusarla, fueron . después su mejor título para la protec- í'-ón que el Gobierno de la República debía dispensarle. | La Academia fué . instituida ‘‘ para promover por cuantos medies estuviesen a su arbitrio y facul¬ tad, el adelantamiento de todas Las cien¬ cias y artes en La provincia, discurrir proyectos de beneficencia pública, de m.ejorar la educación 'científica, política y mora'l de La juventud” (Tit. 5°. de las Constituciones) . I Establecido en 1827 el Colegio de La Independencia America¬ na de Arequipa, suprimiéndose para ello el Convento de Agustinos, y aplicándose¬ le sus rentas, bajo la dependencia de 'la 12) Academiia, los maestros de ésta fuieron los que ocuparon las cátedras de ese co_ legio, hasta que por la erección de la Ün-wersidad, el colegio quedó separado de óa Academia; y ésta dejó de ocuparse de la enseñanza de la juventud. | Le qiAedaba, sin embargo, su principal ob¬ jeto de promover el adelantamiento de las ciencias y artes por medio de las di¬ sertaciones de sus miembros. No obstan. te, la Academia casi enmudeció, pues parecía llenado lal objeto de su creación; y en óos muchos años que han trauscurri do, no hemos visito un solo volumen que contenga esos trabajos: sólo se han da¬ do al público algunas disertaciones tra¬ bajadas por lo socios para leerlas al tiempo de su incorporación o en algunas épocas de animación transitoria. | Sensi¬ ble es que un cuerpo de tanta importan, cia haya descuidado enteramente el obje¬ to con que fué instituido; y es die desear que haya uña mano vigorosa, que lo le¬ vante de la inacción en que yace . | Des¬ de el año de 1846 la Academia Laure. tana tiiene a su cargo la Academia de práctica forense, dirigida por maestros que ella elige; y puede decirse con ver¬ dad que los únicos actos de la Academia Lauretana son los exámenes de los que han cumpjido su tiempo de práctica len lia forense. I Hemos creído indispensa¬ ble hacer esta ligera reseña histórica de la Academia Launetana para bosquejar el estado y los progresos de la instruc¬ ción pública en los años anteriores. | La Academia se denomina Lauretana porque reconoce por su tutelar a la Santísima Virgen de Loreto. | Los socios se divi¬ den en natos, de número y honorarios. Los natos, instituidos e incorporados a 'la Academia con el fin de que ¡la honren y protejan en sus ministerios, son el je¬ fe político de la provincia (hoy Departa¬ mento de Arequipa) , el Obispo Diocesa¬ no y en Sede Vacante, el Presidente del Cabildo Eo'-lesiástico ; los Jueces de pri¬ mera instancia de la ciudad; el Provisor y Vicario General d/el Obispado; el Maestre Escuela de la Santa Iglesia Ca¬ tedral; óos Prelados locales de los con¬ ventos mendicantes de Santo Domingo, San Francisco, San Agustín y la Mcr- ^ ced; el rector del Colegio Seminario; el abogado más antiguo, llamado Decano; b el Protomédico o su Teniente y en su defecto el médico decano de la ciudad; los Subdelegados de los partidos (hoy subprefectos de las provincias) y los cu¬ ras Vicarios foráneos . | Los socios de número que son los que constituyen lel cuerpo activo y operante de la Academia., son 50. 1 Cuando haya vacante los dieu más socios deben elegir a pluralidad res¬ pectiva al que haya de llenarla. El ele¬ gido debe ser católico, apostólico, roma¬ no, vldcino de Arequipa o de permanente residencia en ella, profesar alguna cien¬ cia o noble arte, aprendida por princi¬ pios fundamentales de la facultad; y so¬ bre todo ser de notoriieidad de buena vi¬ da y costumbres, y jurar la defensa de la Religión GatóLica., Apostólica, Roma¬ na; del Misterio de la Inmaculada Con¬ cepción de la Virgen; que vivirán y mo¬ rirán (eln el seno de la Iglesia CatóRca, y que cumplirán las obligaciones del ins. tituto . Estas disposiciones descubren ilias precauciones que tomaban sus fundado¬ res para realizar su objeto, y ponerse a cubierto de las persecuciones de la épo¬ ca, j Los socios honorarios no pertene. cen al cuerpo activo; y sólo son de mé. rito . La Academia puede también dar títul’o de asociados, de grado inferior al de socios honorarios a los que se distin¬ gan y sean eximios en alguna arte u ofi¬ cio mecánico (Tit. 2° de las Constitu¬ ciones) .| En la Academia hay un pre¬ sidente y un vicepresidiente, elegidos a. nualmente por los socios de número y de entre ellos mismos: dos conciliarios que son adjuntos de! presidente, para que todos tres definan los casos que ocuirran, y en que no sea necesaria la votación de todo el cuerpo por su menor entidad o niecesidad de pronta determinación . Cada año sólo se elige un conciliario, en ilugar de otro que debe cesar; pues este empleo es bienal. Hay también un se¬ cretario, un prosecretario, elegidos de entre los socios de número; y cuya du¬ ración es a d 1 í b i t u m de la A- cad.!:mia . El prosecretario puede ser de fuera de su seno; pero los conciliarios y el secretario deben ser socios de núme¬ ro. Debe serlo también el Bedel que sq ha de elegir cada año (Tit. 3“. de lias Consituciones) [ La Academia tuvo tam¬ bién a su cargo una biblioteca pública. (13 dádiva de particujares que después ha sido adjudicada al Colegio de la Indepen¬ dencia . I E'l Ayuntamiento de Arequipa destinó partie del local del Cabildo para la Academia., y le asignó renta de los fondos municipales . En el día no tiene local propiq ; y se reúne en una sala del Colegio. Sus rentas se redujeron a 60 pesos mensuales que pagaba ©1 tesoro del Colegio de la Independencia, los cua¬ les han desaparecido, como todas ias ren¬ tas del Colegio; y en el día los fondos de la Academia son sólo doce pesos que paga cada practicante de Derecho a su ingreso (en la forense, para ia compra de códigos y demás libros necesarios para la enseñanza., y para los gastos ordinarios y extraordinarios (Art. 31. Dec. 12. Set. 1845) .| Mientras Arequipa care¬ cía de Universidad, los certificados die la Academia sirvieron de títulos de bachi¬ ller para que los escolares que habían presentado los exámenes de Derecho Na. turaili, de Gentes, Civil y Canónico, fue¬ sen admitidos por las Cortes a la prác¬ tica de la abogacía, y recibidos también de abogados . Esta disposición del Con¬ sejo de Gobierno, fué uno de los prime¬ ros favores que recibió la Academiá en los primeros días de la Independencia; y en efecto, a mérito de ella se recibieron muchos jóvenes de abogados. | El Con¬ greso la confirmó también posteriiormen- te, permitiendo que tanto los estudiantes dje Jurisprudencia, como los de Medicina de la Academia, pudiesen ser recibidos de abogados y médicos, sin haber obte¬ nido antes grado universitario (Ley II En. 1828, Art. 3°) .| Cesó esta gracia desde que se fundó :1a Universidad del Gran Padre San Agustín en el local del Colegio de la Independencia que, como hemos dicho, fué convento de Agustinos (García Calderón: Dicciona¬ rio dIe la Legislación Peruana, Lima, Pa¬ rís, 1879, t. I., p. 9.) ACADEMIA libre DE MEDICINA DE LIMA — ('Hist.) — Después de ocho meses de activos trabajos preparatorios se realizó la inauguración de esta academia en Lima el día 29 de Julio de 1885. El acta de la sesión inaugural está conoebi- dida en los siguientes términos: “Acade¬ mia Libre de Medicina de Lima — ^Sesión , inaugural — Presidencia del doctor Odriozo'Ia (Don M a n u e 1|) — Lima, Julio 29 de 1885 - Abierta ba, jo la presidencia del doctor Odriozola, estando presentes los miembros titulares Almenara B u t I e r, A n d u e. z a. Arias Soto, Arto! a, A- V e n d a ñ o. Carvallo, C as¬ til 1 o, (J. (í.) C o 1 u n g a, C h á_ vez (E . M . ) , F 1 ó r e z. Gi¬ ra 1 d e z, M a c e d o, M o 1 o c h e,. Morales, Glano, Q u i r O- g a, (J. M.) Ro m e r o, S á n- c h e z Concha, Sosa, Ve... 1 e z, Y i 1 1 ar, el Secretario Pef- pétuo U 1 1 o a; los secretarios anuales Barrios y Pérez Rocat los asociados libres O 1 a e c h e a, D á V a 1 o o, G r e c y lios miembros correspondientes A r b a y z a. Bo¬ za Raúl, Maúrtua yTáva- r a, se leyó y aprobó el acta de la últi¬ ma sesión preparatoria _ En seguida el Presidente invitó a los miembros de la junta directiva elegidos len dicha sesión a tomar posesión de sus respectivos car¬ gos; hecho lo cual el Presidente dirigió la palabra en los siguientes términos : “Señores: Elevado por vuestros espon¬ táneos sufragios a ia presidencia de esta Academia Libre de Medicina, permitida me que, en cumplimiento de los deberes que me impone tan inmerecido para mí, como honorífico cargo, os haga, en este acto solemne de inauguración de nues¬ tros trabajos, una breve reseña de sus antecedentes, así como de los altos fines que nos proponemos conseguir y de los esfuerzos que hemos practicado para su realización _ - El Perú, señores, no obs¬ tante la larga y no interrumpida serie de convuilisiones políticas por que ha pa¬ sado desde su emancipación y sus inme¬ recidos infortunios, jamás se ha mostra¬ do extraño a los progresos de la Oien- cia; y los que se han consagrado al cul¬ tivo de la Medicina sie esforzaron siem¬ pre por marchar a la vanguardia de to¬ dos los demás. — Así fué como, ape¬ nas consumadas las reformas de la en¬ señanza médica iniciadas en 1843 y re¬ cogidos sus primeros frutos, se estable¬ ció en 1856 la Sociedad de Medicina, agrupación de los más ilustrados miem¬ bros del profesorado médico y farmacéu- 14) tico que se congregaron para cooperar conjuntamente al adelanto de la Ciencia Médioa, al mejoramiento de su práctica y a la observancia de 'los preceptos que constituyen la moral en el ejercicio de la profesión _ “V/erdad en la ciencia; mo¬ ralidad en el arte”, esta fué su divisa — Dos generaciones médicas a las que se incorporaron hábiles jóvenes europeos y amiericanos, que hicieron los más prove¬ chosos estudios en la Escuela de París, se citaron allí para traer el contingente de su trabajo, de su talento y de sus lu¬ ces, al estudio y riesolución de todas las principales cuestiones de la ciencia mé¬ dica que han surgido desde entonces. — Sin desailentarse ante la magnitud y ex- tensióíi del campo trazado a su acti¬ vidad, sin calcular lo arduo y difí¬ cil de la Labor y sin medir ta!l vez sus* fuerzas se lanzaron a tan penosa obra, de la que la ciencia y el país no han dejado de recojer algunos frutos. — Vas¬ to era, en efecto, el programa que núes, tro nunca olvidado maestro y colega el primer presidente de la Sociedad de Me¬ dicina, doctor don José J. Bra_ V o, formuló en su elocuente discurso de inauguración, como el ideal más bien que como verdadero límite de nuestras aspiraciones. — “Los anales de da Me¬ dicina están todavía por escribirse, de¬ cía, porque nuestro antepasados nada nos han legado que pueda servirnos de punto de partida en la carrera que te¬ nemos que emprender’’. — No era esto de todo punto exacto _ U n á n u e, en un libro sobre el “Clima de Lima” que el sabio H u m b o 1 d t juzgó en los más favorables términos, echó los ci- mientos de nuestra topografía médioa, señalando muchas particularidades inte¬ resantes en el estudio de las enfermeda¬ des reinanties en el Perú . D á v a 1 o s, al recibir la borla doctoral en la más cé lebre entonces de las Escuelas Médicas, la de Montpellier, había trazado tam. bien, con mano diestra., e'I curso de las enfermedades que se padecen en Lima y su tratamiento, mereciendo su obra los elogios de la prensa científica europea. — Los doctores Gabriel More¬ no, Paredes, Villalobos, P e z et y V a 1, d é s, consagna- ron también notables trabajos al estudio de las mismas enfermedades y a algunas epidemias como las que reinaron en Li¬ ma en 1818, en Huaura en 1821 y al¬ gún tiempo después en esta misma ca¬ pital, al ingreso de las tropas libertado ras; pero todos estos trabajos, fruto de una iniciativa individual, no secundados ni confirmados por ulteriores estudios, apenas habían desbrozado el terreno que la Sociedad de Medicina de 1856 se pro¬ ponía secundar. — El progreso de la Me¬ dicina y de las ciencias accesorias de esa época ya había aumentado las (exi¬ gencias de los espíritus consagrados al estudio y adelanto y es allí por que Bravo señalaba a los que empren¬ dían tan ardua tarea bajo su dirección, todos los objetos o miras a que debían dirigir sus esfuerzos. — La topografía, lias constituciones médicas, las endemias y epidemias, la higiene pública, la 'Histo¬ ria Natural y la estadística médica, la forma y marcha especial de las enfer¬ medades comunes, eran los objetos de¬ terminados a las diferentes secciones en que, obedeciendo a la ley de la división del trabajo, se distribuyó el personal de la Sociedad _ Los entusiastas obreros dieron inmediatamente principio a su faena, y las recientes epidemias de fie¬ bre amarilla, la sobreviniente de difteria, nueva entre nosotros y otras varias en¬ fermedades, fueron citadas ante su tri¬ buna para discutir todos los puntos más interesantes de su historia. — No fueron estériles esos trabajos: alguna, luz nos han legado, que hoy guiarán las inves¬ tigaciones que debemos continuar para cstiablecer, de una vez, el verdadero ori¬ gen de esas plagas que se hacen cada día más frecuentes, y los medios más efi¬ caces para combatirlas y prevenirlas.. _ Aunque la ausencia y la muerte, por una parte; las preocupaciones y las lexlgen- cias de la política, por otra, habían dis¬ minuido el número de los miembros de aquella institución, que no se pudieron reemplazar, ella continuó, sin embargo, su Lenta labor hasta que la última gue¬ rra extranjera de cinco años, viniendo a herir de muerte todo nuestro progreso, obligó también a la SocLedad de Medici¬ na a un indefinido receso _ Esa gue¬ rra, con escándalo de la justicia, de la moral y de la civilización, confiscó núes- (15 ira Biblioteca, vació nuestro Museo y arrebató a todas las Escuelas Univer¬ sitarias y /establecimientos de instruc¬ ción su material de enseñanza. Priva¬ do del suyo el profesorado médico, no se cesanimó por eso y continuó suminis¬ trando siquiera la enseñanza indispensa¬ ble a la formación de dos que deben sa¬ tisfacer nuestras más premiosas nece¬ sidades sanitarias.— Llegada la hora de la reconstrucción, lo más ilustrado del cuerpo médico comprendió su deber de reparar aquella ruina., au'Uientada todavía por los inesperados acontecimientos, y satisfaciendo esa exigencia dio honor na¬ cional, de conservar el crédito adqui¬ rido por nuestros trabajos en el ade¬ lanto y la enseñanza de la ciencia mé¬ dica, concibió y puso en práctica la. fun¬ dación de esta Academia, cuyo origen y formación le dan el carácter de insti¬ tución privada o libre que ha asumido míe la Ley. Llena de fe en sus des¬ tinos y con la conciencia de su resolu¬ ción para emplear todos sus esfuerzos realizados, ha necesitado 8 meses de lós más perseverantes trabajos para prepa.- tar sus elementos morales y materiales de estudio, y para completar su debida ürga.nización _ Acomodándose esta úií- tima' a las necesidades científicas del día, ha distribuido también su labor en ó secciones, que comprenden todos los ramos de las ciencias médicas - Ins¬ titución esercia.lmente académica, es de¬ cir de progreso y de estudio, no ha que¬ rido olvidar, sin embargo, el auxilio que el estado de nuestra institución exige de tedas ellas en favor de la enseñanza. Por lo que, además de los concursos, medio de fomentar el adelanto, ha esta- bíecido las conferencias, abriendo ade¬ más ias puertas de sus bibliotecas en vías de formación, a los alumnos de la Universidad. — Desde que inició sus tareas, al mismo tiempo que discutía su reglamento, formaba el personal de sus secciones y de sus correspondientes, formulaba y sancionaba como programa definitivo de sus trabajos, un conjunto de proposiciones en toda.s las cuales se encuentran comprendidas las cuestiones de más interés científico para nosotros y de más importante y urgente utilidad pa¬ ra el país . — Amenazado el porvenir de nuestra población por una desfavorable y creciente desproporción entre los naci¬ mientos y las defunciones por los recien¬ tes progresos mayores también cada día día la tuberculosis pulmonar, por las e_ pidemias de fiebre amarilla que se repi¬ ten ya con la mayor frecuencia y por los estragos que causa ©1 alcoholismo, ha encomendado a comisiones especiales el estudio de todas las cuestiones que se refieren a las causas, modo de propaga¬ ción y preservación* de tan mortíferas dolencias _ A estos fines obedece la creación de las comisiones de Epidemias, Higiene de la Infancia, Profilaxia de la Tuberculosis y Alcoholismo, que ya tie¬ nen adelantíados algunos trabajos. — Diiiscubiertas, con aplauso del mundo mé¬ dico, nuevas y muy importantes cualida¬ des en el alcaloide de la coca, nos- hemos consagrado a estudiar la manera de pro¬ ducir con más facilidad y a menor cos¬ to la cocaína y cómo obtenerla en los mismos lugares de producción de ese ve¬ getal, a fin de disminuir los gastos de transporte y abrir sendas más fáciles y productivas a nuestra agricultura y comer cic en dicho artículo _ En = ^-te pro¬ grama no hemos olvidado tampoco la necesidad de nuestro ejército, procuran¬ do aprovechar las lecciones que nos ha dejado la última guerra, a fin de asegu¬ rar la salud del soldado, demento prin¬ cipal del triunfo y de disminuir los es_ trs.gos de la guerra por una buena orga¬ nización de Sanidad Militar que tiene encomendado el estudio y presentación de los proyectos más convenientes para la organización de ese servicio. _ Lu- chando’ con todo género dsf dificultades para la instalación de nuestros servicios, es'á todavía en viaje de Europa una gran parte de su material que iremos comple¬ tando como lo permitan los recursos de que podamos disponer. — Auxilios es¬ pontáneos y generosos, respuestas favo¬ rables al llamamiento que hemos hecho al país en protección de nuestra institu¬ ción, nos han hecho comprender la bené¬ vola acogiida que le hemos merecido, o- bligando nuestra gratitud y siendo un estímulo poderoso para multiplicar nues¬ tros esfuerzos . — Tales disposiciones dcl espíritu son un feliz signo del res¬ tablecimiento moral y social y de que 16} 'los míales que aquejan nuestra existen¬ cia no tienen el carácter de desesperan¬ te incurabilidad que nuestro fatalismo, fruto de una larga serie de desastres y desengaños, hasta se complace en atri. huirlas _ La Medáciina que ha prolon¬ gado, en algunos años la vida media del hombre, tiene en mira también asegurar la existenciia de las naciones, y el Perú posee demasiados elementos de riqueza, bienestar y progreso, para que al poner en ellos sus hijos la mano del trabajo y de la reforma, no desarrolle su admi- rabile fecundidad y haga brotar torreutes de vida de las cenizas y de las ruinas que han amontonado medio siglo de ho¬ rrores y de las más funestas enagena- ciones políticas . —En esa. obra común de patriotismo, la Academia Libre de Medicina ha ocupado ya su lugar, y cᬠbeme la satisfacción de declarar inaugu¬ rada su grandiosa y benéfica tarea. — Señores: queda instalada la Academia Libre de Medicina” . — Se dió lectura, inmediatamente después, a una proposi¬ ción de la comisión de Concurso, pro¬ poniendo como tema de concurso y ©1 premio de una medalla, de oro a la me¬ jor memoria sobre Etiología y Anatomía Patológica de la Verruga. — Puesta en discusión, la apoyó el doctor M a c e d o, manifestando los puntos obscuros que existen todavía en la historia de dicha enfermedad . — El doctor U 1 1 o a, confirmando lo dicho anteriormente por el Dr. M a. c e d o, agregó que la ve¬ rruga era ya objeto de atención y estudio de algunas notabilidades médicas de Eu¬ ropa, quienes habían solicitado datos y la remisión de piezas anatómicas relati¬ vas a esa enfermeda.d para su respectivo examen micrográfico . En tales circuns¬ tancias — dijo — era un deber para la A- cademia. adelantarse a estos deseos so¬ metiendo al estudio siquiera los dos pun¬ tos propi'jestos por la Comisión de Con¬ cursos. — Cerrado el debate y puesta al voto la proposición, fué aprobada por una.nimidad . — Se leyó, en seguida, una proposición de la Junta Directiva de la Academia, proponiendo un voto de gra¬ cias en favor de las personas que en me¬ nor escala, la han favorecido con sus ero¬ gaciones y disponiendo la publicación de sus nombrs's en ei “Boletín” respectivo. — Fué aprobada unánimemente y sin dis-, cusión. — El doctor U 1 1 o a presen¬ tó a la u4cademia el ejemplar de la obra del Miembro Correspondiierite en Rí» de Janeiro Dr. D. Domingo F r e i r e, con el nombre de “Eípc- trina Microbiana” de la fiebre amarilla y sus inoculaciones preventivas. — ^A1 hacer esta presentación llamó la atención de la Academia sobre la importancia del asunto, que, además de su interés cien¬ tífico, tenía, el de dejar casi demostrada la existencia de un medio de preserva¬ ción contra un mal que cada día se va haciendo más frecuente en el Perú, con¬ cluyendo por proponer se diesen al doc¬ tor F r e i r e las gracias por la re- misióíi de su libro y pasas© éste a la comisión de Epidemias, para abrir dic¬ tamen. — Votada la. indicación, se a- probó por unanimidad. — E'l Presiden¬ te concedió finalmente la palabra al Se¬ cretario Perpétuo, quien leyó el Elogio del antiguo Decano de la. Facultad de Medicina de Lima y Presidente de la Sociedad del mismo nombre Dr, D. IMiguel Evaristo de los R í o s. — Con lo que terminó la sesión” _ Los siguientes directorios tuvieron a su cargo las importante labores de esta primera institución académica médica en el Perú: _ Año de 1885: Presidente, Dr. M a n -ui e ,1 O d r i o z o 1 a; Vice Presidente, Dr. Mariano M acedo; Secretario Perpetuo, Dr, José G. U 1 l o a; Secretarios a. nuales, DD. Manuel C . Ba¬ rrios y Antonio Pérez Roca; Miembros de la Junta Direc¬ tiva, DD .Leonardo V i 1 1 a t y B e I i s a r i o Sosa; Tesorero, Dr. Migue! F . G o 1 u n g a . — Año de 1 886 : Presidente, Dr . José Ma¬ riano M a c e d o ; Vice Presidente, Dr. L e o n a r d o Villar; Sie- cretario Perpetuo, Dr. José G. U 1 1 o a; Secreta.rios anuales, DD. Manuel G . Barrios y An¬ tonio Pérez Roca; Miembros de la Junta Directiva, DD. Manuel Odriozoila y Be lis. a rio So s a; Tesorero, Dr. Miguel F. G o 1 u n g a. — u\ño de 1887: Presi¬ dente, Dr. Leonardo Villar; Vicepresidente, Dr. Manuel O - (IT d r i o z o 1 a; Secretario Perpetuo, Dr. José G. Uliloa; S'ecretarios a. nuales : DD . Juan G. Gasti- lio y Manuel' R. Arto la; Miembros de ia Junta Directiva, DD. Gelso Bamba, rén y Jiosé M. Romero; Tesorero, Dr. Mi¬ guel F. Golunga. — Año de 1888; Presidente, Dr. Gelso B a m. b a r é n; Vice Presidente, Dr. José M . Romero; Secretario Perpetuo, Dr. José G . U 1 1 o a; Secreta¬ rios anuales, DD. Manuel R. A r t o il a y Juan G . Casti¬ llo; Tesorero, Dr. M i g u e 1 F. Golunga. — Año de 1889: Presi¬ dente, Dr. José M. Romero; Vicepresidente, Dr. B e 1 i s a r i o Sosa; Secretario Perpetuo, Dr. Jo¬ sé G . U 1 1 o a; Secretarios anua¬ les, DD. G e r a r do Bravo y Aníbal Fernández Dávi- í a; Vocales, DD. Armando Vé¬ le z y Leonardo V i il 1 r ; Tesorero, Dr . M a n u e 1 G . Ba¬ rrios. — El año de 1886 le fué con¬ cedido a la Academia Libre de Medicina el uso de un local inmediato al que ocu- > paba, en la Plaza de Sa.nta Ana, la Es¬ cuela de Medicina de Lima y que ocupa, en a actua-idad, el Cuerpo de Ingenieros de Minas . Tuvo la Academia Libre de Melieina un órgano de publicidad, E 1 Monitor Médico, en cuyas pᬠginas se halla la prueba más fehaciente de la importante la.bor llevada a cabo por ía institución. El 8 de setiembre de " 889 se extinguió la Academia Libre de Medicina de Lima; sólo que, a diferencia de otras instituciones científicas estable¬ cidas en el Perú esa extinción era indis¬ pensable para dar nacimiento a otra ins¬ titución: Ja Academia Nacional de Medi¬ cina de Lima. Entre los merecimientos de la Academia Libre de Medicina de Li¬ ma es deber de justicia consignar los si- guiente.s: Estudios sobre da cocaína; so¬ bre ’a fiebre amarilla, sobre profilaxia y asistencia de la viruela; proyectos de re¬ glamentación sanitaria; de reforma de la enseñanza médica en el Perú; proyec¬ to de ley de vacunación obligatoria; pro_ fi-.axia del cólera asiático; proyectos de represión del alcoholismo; estudio de las propiedades terapéuticas de la melco- chara; estudios deil agua potable de LL ma; preparación del Gongreso Sanitario S'iad Americano reunido en Lima el año de 1888; proyectos de reglamentación de los servicios sanitarios militares . ACADEIVIIA NACIONAL DE MEDI. CIÑA DE lima _ (Hist.) — Los si¬ guientes documentos establecen el pas» de la Academia Libre de Medicina a la condición de Academia Nacional: 1) — Ley de declaración de la Academia Na¬ cional: ‘^El Presidente Gonstitucional de la República — Por cuanto el Gongreso ha dado la ley siguiente: El Gongreso de la República Peruana: Gonsiderando : Que la Academia Libre de Medicina es¬ tablecida en esta Gapital, por la impor¬ tancia de sus trabajos científicos, por los servicios que está llamada a prestar al Eslado como cuerpo consultivo, debe te¬ ner carácter oficial: Ha dado la ley si¬ guiente: Art. B: Declárase Academia Nacional la Academia Libre de Medicina de Lima; Art. 2^: La Academia Nacional de Medicina ejercerá las' funciones de cuerpo consultivo de los Poderes Públi¬ cos en asuntos profesionales; Art. 5?: El carácter de institución oficial que por, esta iley se confiiere a dicha Academia no la priva de su independencia en su orga¬ nización y funciones. — ^^Gomuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento. — Dada en lia sala de sesiones dei Gongreso, en Lima., a 16 de Octubre de 1888. — M. G a n d a m o. Presidente del Senado . — IM a n u e 1 María del Valle, Presidente de la Gámara de Diputados. — J osé V. Arias, Secretari'o del Senado _ Teodomiro A. G a d e a. Diputado Secretario . — Por tanto: Mando se imprima, publique, cir¬ cule y se le dé el debido cumplimieuto . Dado en ila Gasa de Gobierno, en Lima, a los dos días del mes de noviembre de 1888. — Andrés A. Gáceres _ Adolfo Vi 1 1 a g a r c í a’’ — 2) — Objeto de la Academia Nacional de I'hedicina: “La Academia Nacional de Miidicina tiene por objeto: B: absolver, como Guerpo Gonsultivo del Estado, las consurtas que tengan a bien hacerle los Poderes Públicos y sus dependencias, así como las Sociedades de Beneficencia; 29; contribuir al progreso de las ciencias 18) médicas por medio de debates, conferen¬ cias, congresos, concursos y otra clase de estudios; 3°.: fomentar y proteger los derechos e intereses profesionales; 4°: examinar los remedios nuevos y secretos, las aguas minerailes naturales y artifi¬ ciales, etc. que le sean sometidas por e'l Gobierno o a petición de particulares y también por propia iniciativa” (“Esta¬ tutos de la Academia Nacional de Medi¬ que habían decidido al Gobierno a con¬ ferir a la. Academia Libre de Medicina eil carácter de instituciión oficial le indicó la seguridad que abrigaba e'l gobierno de que la nueva institución sabría corres¬ ponder ampliamente a las espectativas que su organización había inspirado a la adminiistración pública. | El Presiden¬ te de la Aca.demiia, Dr. José M. Romero respondió al señor Minis, Acadiímia Nacional de Medicina de Lima.— Fachada del edificio •ciña de Limia”, en “Boletín de la Aca¬ demia Nacional de IMedicina de Lima,” año de 1897) _ El 8 de setiembre de 1889 d.ió comienzo a sus labores la Aca¬ demia Nacional de Medicina. La inaugu¬ ración tuvo ilugar en una sesión solemne a la cual asistió el Ministro de Instruc¬ ción y en la cual estuvieron representadas la l^niversidad y otras instituciones ofi- «ciales. El Sr. Ministro e'ípuso los motivos tro enunciando, a grandes rasgos, el pro- gram.a que debía realizar la naciente ins¬ titución. — El Secretario Perpetuo, Dr. J o sé Casimiro U 1 1 o a, di|ó leclura a un importante discurso en el cua.'', hizo la reseña histórica de los pro¬ gresos alcanzados por la Medicina en el Perú _ La Academia Nacional de Me¬ dicina ha sido dirigida por el personal que se indica a continuación: — Año de (19 1890: Presidente, Dr. José M. R o m e r o; Viee Presidente, Dr. B e_ 1 i s a r i p Sosa; Secretario Perpe¬ tuo, Dr . José G . U 1 1 o a ; Se¬ cretarios anuales, 'DD . Gerardo Brayo y Aníbal Fernán¬ dez P á V i 1 a; Tesorero, Dr. Manuel C . Barrios; Biblio¬ tecario, Dr. Antonio Pérez Roca; Vocales: doctores Ramón Morales y Ricardo L. Fió- re z. — Año 1891: Presidente, Dr. B e i i s a r i o Sosa; Vioe Presi^ dente, Dr . Leonardo Villar; Vocales, DD .Armando Vélez y Ricardo L . F 1 ó r ez ; T e- sorero, Dr. Manuel G. Ba¬ rrios; Secretario Perpetuo, Dr. J o- s é G. ü iliíl o a; Secretarios anuales: DD. Manuel A. Muñiz y A ni bal Fernández Dávi- 1 a.. — Año de 1892: Presidente, Dr. L e o n a r do Villar; Vice Pre¬ sidente, Dr. Armando Vélez; Secretarios anuales: Drs. Manuel A. Muñiz yErnesto Odrio- z o I a; Tesorero, Dr. M a n u e 1 G. Barrios; Bibliotecario, Dr. An¬ tonio Pérez Roca; Vocales . DD. Rafael Benavides y Julio Becerra _ Año de 1893: Presidente, Dr. Armando Vé¬ lez; Vice Presidente, Dr. Rafael Benavides; Secretario Perpetuo Dr . B e 1 i s a r i o Sosa; Secre¬ tarios anuales, DD. Ernesto O- d r i o z o 1 a y David M a ti t o ; Vocales: doctores Ramón Mora¬ les y Manuel G . Barrios; Tesorero, Dr. Leónidas A- V e n d a ñ o; Bibliotecario, Dr. An¬ tonio Pérez Roca. -^Año de 1894: Presidente, Dr. Rafael Be¬ navides; Vice Presidíente, Dr. G e 1 s o B a m b a r é n ; Secretai|o Perpetuo, Dr. Manuel G. Ba¬ rrios; Secretarios anuales, DD. D a.- vid Matto y yAlfredo I. León; Tesorero, Dr. Leóni¬ das A V e n d Ci ñ o; Vocales de la Junta Directiva, DD. Juan G. G a s t i 1 1 o y Francisco Al¬ menara Butler; Biblioteca¬ rio, Dr. Antonio Pérez Ro- c a. — Año de 1895: Presidente, Dr. Celso Bambarén; Vice Pre¬ sidente, Dr . Leonardo V i 1 1 a fr Secretario Perpetuo, Dr. Manuel G . Barrios; Secretarios anuales, DD. Alfredo I. León y E- V a r i s t o M . G h á v e z ; Biblio¬ tecario, Dr. Antonio Pérez Roca; Tesorero, Dr. Leónidas Avendaño; Vocales de la Junt'a Directiva, DD. Armando Vé¬ lez y Julio Becerra. — Año de 1896: Presidente, Dr. Leonar¬ do Villar; Vice Presidente, Dr. Beliisario Sosa; Secretario Perpetuo, Dr . Manuel \ . M u - ñ i z; Secretarios anuales, D ). E v a risto M. Ghávez y Enri¬ que Arias Soto; Tesorero, Dr. Aníbal Fernández Dá- V i 1 ac, Biblotecario, Dr. Antonio Pérez Roca; Vocales, DD. Ramón Morales y Raf a‘e l Benavides. — Año de 1897: Presidentei, Dr . B e 1 ii s a r i o S :0 - s a; Vice Presidente, Dr. Arman¬ do Vélez; Secretario Perpetuo, Dr. Manuel A. Muñiz; Se¬ cretarios anuales, DD. E n r i q u o Arias Soto; y Evaristo M . Ghávez; Tesorero, Dr . E - duardo Sánchez Concha; Director del ‘‘Observatorio Unanue”, Dr. Manuel R. Artola; Bi- tu'otecario, Dr. Antonio Pé¬ rez Roca; Vocales, DD . Julio Becerra y 'Ricardo L . F 1 ó r ez . — Año de 1898: Presiden¬ te, Dr. Armando Vélez; Vi- ce Presidente, Dr Leonardo V i- 1 1 a r; Secretarios anuales, DD. E n- rique Arias Soto y Eva¬ risto M . Ghávez; Vocales, DD, Julio Becerra y R i c ai r d o L . E 1 ó r e z ; Bibliotecario, Dr .. Antonio Pérez Roca; Teso¬ rero, Dr. Eduardo Sánchez Concha. _ Año de- 1899: Presiden¬ te, Dr. Leonardo Villar; Vice Presidente, Dr. Rafael Be¬ navides; Secretarios anuales, DD.. Leónidas Avendaño y Da¬ vid M a t t o; Bibliotecario, Dr. Antonio Pérez Roca.; Teso¬ rero, Dr. Eduardo Sánchez Gonch a. — Año de 1900: Presiden- 20) te, Dr. Rafael B e n a v i d e s; Vjce Presidiente, Dr. Francisco Almenara Butler; Becreta- rios anuales, DD. Leónidas A_ vendado y Davúd Matto; Tesorero, Dr. Eduardo Sán¬ chez Gonch a _ Año de 1901 : Presidente Dr. Francisco Al¬ menara Butler; Vice Presidente, Dr. Julio Becerra; Secreta¬ rios anuales, DD. Evaristo I\I. Chávez y Enrique A- r i a s) Soto; Vocailes, DD . David Matto y Constantino Car¬ vallo; Tesorero, Dr. Eduardo Sánchez Concha; Bibliioteca- rio, Dr. Samuel García; Inspector del Observatorio, Dr. M a_ n u e 1 R. A r t o 1 a. — Año de Academia de Medicina de Lima.— Escudo DE EA institución 1902: Presidente, Dr. Juan G a n- c i o Castillo; YicepresidenJteí Dr . Ernesto O d r i o z o Ta ; Se¬ cretarios anuales, DD. Manuel A . V e 1 á 9 q u e z y Eduardo Bello; Vocales, DD. Néstor J. Gorpancho y David M a t t o;' Tesorero, Dr. Eduar¬ do Sánchez Concha; Biblio¬ tecario, Dr. Daniel E . Lavo- re r í a; Inspector dal Observatorio, Dr. Manuel R. A r t o 1 a _ Año de 1903: Presidente, Dr. E r nesto Odriozola Vice Presidente, Dr. Enrique Arias Soto; Secretario Perpetuo, Dr. Leónidas A v e n d a ñ o; Se.' cretarios anuales, DD . Julián .V r c e y Wenceslao Mayor- g a; Tesorero, Dr. Eduardo Sánchez Concha; Biblioteca¬ rio, Dr. Daniel E. Lavore. r í a; Vocales, DD. Manuel A. Vielásquez y Antonio Pé¬ rez Roca.-^ Año de 1904: Presi¬ dente Dr. Enrique Arias Soto; Vice Presidente, Dr. Anto¬ nio Pérez Roca; Secretarios anuales, DD. P a b il o S. M i m- bela y Francisco B. A- g 'U a y o; Bibliotecario, Dr. Da¬ niel E . L a V o r e r í a; Vocales, DD .Manuel A. Velásquez y Aníbal Fernández Dá- V i 1 a; Tesorero, Dr. Eduardo Sánchez Gonch a. — Años de 1905 a 1910: Presidente, Enrique Arias Soto; Vice Presidente, Dr. Antonio Pérez Roca; Vice Presidente, Dr. David Ma¬ tto; iSecretario Perpetuo, Dr. L e o- nidas Avendaño; Secretarios anuales, DD. Pablo S. Mimbe- 1 a, Francisco B . Aguayo, Wenceslao M a y o r g a; Te¬ sorero, Dr. Eduardo Sán¬ chez Concha; Inspectores del Observatorio DD. Manuel R. A r- tola Julián Arce; Bibldoteca- rios, DD, Daniel Lavorería y Wenceslao Mayorga; Vo¬ cales, DD . Aníbal Fernán¬ dez D á V i 1 a y Manuel A» Velásquez _ Año de 1911; Pre¬ sidente, Dr. Ernesto Odriozo- 1 a; Vice Presidente, Dr. Gerardo B r a V o; Secretario Perpetuo Dr. Leónidas Avendaño; Se¬ cretarios anuailes, DD. Daniel E, Lavorería y .Carlos A.^ García; Tesorero D. Guiller¬ mo O 1 a n o; Ispector del Observa¬ torio, Dr. Federico Remy; Bibliotecario, Dr. Eduardo Be¬ llo; Vocales, DD . David Mat¬ to y Manuel A. V e 1 á s- q u e z . — Año de 1912: Presidente, Dr , Ernesto Odriozola; Vice Presidente, Dr. Ricardo L. F 1 ó r e z; Tesorero Dr, Eduar¬ do Bello; Secretario Perpetuo, Dr. Leónidas Avendaño; Secretarios anuales, DD . Enrique León García e Hipólito (21 -L a r r a b u r e; Bibliotecario, Dr. R ó mulo Eyzaguirre; Voca_ les, DD. Julián Arce y Es¬ tanislao Pardo Figueroa. _ lAño de 1913: Presidente, Dr. R i_ cardo L . F 1 ó r e z; Vicie Presi¬ dente, Dr. Estanislao Pardo Figueroa; Secretaifio P.erpétuo, Dr. Leónidas A v e n d a ñ o; Secretarios anuales, DD . Hipólito Larrabure y Enrique León García; Tesorero, Dr. Eduardo Bello; Vocales, DD. Julián Arce y Daniel E. L a V o r e r í a. — Año de 1914 a 1918: la misma junta directiva anterior. . — Año de 1919: Presidente, Dr. Es¬ tanislao Pardo Figueroa; Vive Presidente, Dr. Ernesto 0_ d r i o z o 1 a; Secretarios anuales, DD . G a r 1 o s E . Paz Soldán y Aníbal Gorvetto; Biblio¬ tecario, Dr. Rómulo Eyzagui- r r e; Vocales, DD. W enees la o Sal azar y Juvenal Dene¬ grí; Tesorero, Dr. Eduardo Bell o . — Año de 1920 : la misma jun¬ ta directiva anterior.— Año de 1921: Presidente, Dr. Estanislao Pardo Figueroa; Vice Pre¬ sidente, Dr. J u 1 i á n Arce; Se¬ cretarios anuales, DD. Hipólito Larrabure y Enrique León García; Tesorero, Dr . Eduardo Bello; Bibliotecario, Dr. R ó m u_ lo Eyzaguirre; Vocal, Dr. O s w a 1 d o H e r c e 1 1 e s _ Los miembros de la Academia Nacional de Medicina, actualmente (1921) son los siguientes Ju 1 i á n A r c e, E n- Tique Arias Soto, Leóni¬ das A V e n d a ñ o, Francis¬ co Almenara B u t 1 e r, E- d u a r d o Bello,, Gerardo Bravo, Garlos Bambarén, J . T e o b a 1 d o G a n c i n o, A- níbal' Gorvetto, Evaristo M. Ghávez, Honorio F. Delgado, Juvenal D ¡e n e-i g r i, R ó m u íl o Eyzaguirre, A n í bal Fernández Dávi- la, Francisco Graña, En^ fique León García, Gar¬ los Alberto García, Sa¬ muel García, Ricardo L . F 1 ó r e z, Maximiliano Gon¬ zález Olaechea, Qswaldo H e r c e 1 íl e s, Hi p ó 1 i t o L a- r r a b u r e, D a n i e .1 E . L a v Gv.. r e r í a, W e n c e s 1 a oi Mayor- g a. Garlos M o n g e, Felipe M e r k e 1, Rodolfo N c u h a u s, Enrique Febres Odriozo- 1 a-, Estanislao Pardo Fi_ ■güero a. Garlos Enrique Paz Soldán, Fortunato Q u e s a d a, R a u d R e b a g 1 i a- t t i, Federico R e m y, Ra¬ món Ribeyro, Wenceslao S a 1 a z a r, Manuel A. V a- 1 á s q u e z, H e r m i 1 i o V a 1 d z á n. — En el “Monitor Médico” de Li- má, en “La Grónica Médica” de Lima, queda constancia de la labor meritísi- ma llevada a cabo por esta institución que cuenta entre otros merecimientos, la valiosa ilustración de los Poderes Públicos respecto a profilaxia de la pes¬ te bubónica, de la meningitis cerebro es¬ pinal epidémica; la organización y el éxito del Gongreso Médico realizado en Liim.a el año de 1913. _ Peña de — (Mat. Med.) _ Ver la palabra: “Piedras me¬ dicinales” . . — Termas de — (Hidrol.) _ El balneario de Acaya está sitúa. do a 12 kilómetros de distancia de la ciudad de Jauja y unido a ésta por me¬ dio del ferrocarril central del Perú. Balneario explotado por las comunida. des indígenas de Acaya, se halla er A- tuación topográfica a. la cual debe el clima suave de que disfrutan sus mo¬ radores. La estación oportuna para e. fectuar la cura es aquella compren¬ dida entre los meses de abril y de di¬ ciembre, señalándose como término medio de duración de ootor A c e V e d o figura en la ‘‘Re’ación” oficial de la Facultad de Medicina de Lima del año 1914. ACEVEDO CRIADO DARIO — — Alumno _ (Biog.) — N. Lima, 1901, de Abraham y María Rosa. I Se inscribió en la matrícula de Medicina de la Facultad de Lima el año de 1920. ACIBAR. — (Mat. Med.) _ Es¬ ta substancia resinosa, muy amarga, do¬ tada de propiedades purgantes, es sil- ministrada por el ‘‘A iloe Soco- 28) trina” y por algunas otras Liliáceas del mismo género “Aloe”.| Es aún empleada por e: vulgo de Lima y, más frecuentemente, por el de las poblacio¬ nes de la sierra del Perú, en la pueri¬ cultura. Llegada la época de la ablac¬ tación, cuando se trata de reemplazar la alimentación materna por la artifi¬ cial, se hace lo posible porque el lac¬ tante tome desagrado por el género de alimentación a que estaba sujeto. Pa¬ ra conseguir este resultado, se acostum¬ bra embadurnar los pezones de la ma¬ dre con este acíbar que, en la actua¬ lidad, tiende a ser reemplazado por so¬ luciones de sulfato de quinina, cuyos efectos son los mismos. ACOSvA CHidrol.) agua En el mineral de departamento de Puno, entre Puno y- /Vcora, se halla si¬ tuado un manantial de .agua fría mi¬ neral, cuyo análisis ha arrojado las siguientes cifras: — Materias gaseo¬ sas: Acido carbónico, litros 0’003994; Oxígeno, 0’002017; Azoe, 0’007989 — ^iMaterias fijas: Sulfato de cal, gra¬ mos 0’3173; Cloruro de Calcio, 0’04 93; Cloruro de miagnesio, 0’1312; Clo¬ ruro de sodio, 0’7352; Sílice, 0’0480; Alumina y óxido de hierro 0’0260 - 1 Recomiéndase estas aguas en todos >a- quellos casos en que es reclamada una ■acción tónica y ligeramente estimuJlan. te. (P é r e z A r a n í b a r: “Aguas minerales del Perú”, Crónica Médica, Lima. 1884.) ACOSTA -(Biog. 1 — ANTONIO Formaba _ Cirujano parte del gre¬ mio de cirujanos establecidos en Lima en los primeros años del siglo XIX . Hemos hallado el nombre de este ciru¬ jano en la “Relación” de personas que erogaron diversas sumas de dinero pa¬ ra los trabajos preliminares de erec¬ ción de] Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando de Lima, el año de 1808 (Archivo de la Facullitad de Medicina) . E)I cirujano A c o s- t a figura en dicha relación como ha¬ biendo erogado .I'a suma de diez pesos, le que autoriza a juzgar que era de los más acomodados en el gremio o de los más dadivosos; ya que cirujano figura, al lado de A c o s t a, como habien¬ do hecho donación parquísima de dos pesos solamente. ACOSTA ARTEmiO _ F armacéu- tico — (Biog.) N. Moyobamba 1892, de Julio E. e I s a b e l S o - p l í n.| Alumno de Farmacia en 1912. — Obtuvo el título profesional el año de 1916, ¡ Figura en la ‘‘Relación” oficial de la Facultad de medicina de Lima del' año 1919. ACOSTA EMILIO ALBERTO — Ciruijano Dentista — (Biog) _ N. Moyobamba 1893, de Julio E. e Isabel Soplin. Alumno de Odontología en 1913. — | Obtuvo el título profesional el año de 1916. | Fi¬ gura en la “Relación” oficial de la Fa¬ cultad de Medicina de Lima de 1919. ACOSTA GERTRUDIS _ Obste- triz — (Biog) . — Inscrita en la ma¬ trícula de la FacuOtad de Medicina el año 1863, obtuvo ell título profesional el año 1 866 . ACOSTA _ EL PADRE J0SEP>H DE — Naturalista — 'Historiador — (Biog.) _ ‘‘El Padre Joseph de A- costa nació en Medina del Campo, en el Reino de León, por los años de' 1539; y en el de 1553, no teniendo aún cum¬ plidos catorce, entró en la extinguida Compañía de Jesús, donde estaban ya otros cuatro hermanos suyos, mayores quie é\ los cuales fueron, según el or¬ den de su nacimiento, Gerónimo, Santiago^ Cristóbal y Bernardo; y éste último murió en México el día de 25 de mayo de 1615, y S'U¡ muerte fué sentida por su insigne virtud y sabiduría. | Nuestro autor tu¬ vo excelente ingenio y juicio sólido: era infatigable en el trabajo, y sobresalió en M elocuencia e instrucción, por haber aprendido todo género de ciencias. Fué el primero de su Orden que leyó Teo¬ logía en Ocaña. Pasó después al Perú, el año de 1571, para ser aill'í el segun¬ do Provincial de aquella Provincia. | Restituyóse a España el de 1587, y se le nombró por Rector de Valladolid^, y sucesivamente. Visitador de Aragón y Andalucía, y exerció también otras Rec¬ torías; y hallándose en la última., que fué la de Salamanca, murió en 1 5 de (29 febrero del año secular 1600, de edad de 60. Asistió en Roma, por dispensa espedial a la quinta Congregación ge¬ neral de su Religión, con derecho de vo¬ tar, celebrada en tiempo del Sumo Pon¬ tífice Clemente VIII, siendo General el Padre Claudio Aqua- V i V a. Salió de España a este inten¬ to en Agosto de 1592, y voilvió a ella en 1594, y continuó siendo Rector de Vaf.llladolid . Felipe II le honra¬ ba con su estimación, y gustaba mucho de oírle contar cuando regresó de América, la.s particularidades de la histo¬ ria de aqueljla región . | Dexó escritas varias obras, casi todas en latín, de que hacen mención nuestro don Nicolás Antonio en su Biblioteca Hispana, la Bibiliioteca Jesuítica, que escribieron los Padres R i b a d e n e i r a, A - íegambe y So.tuello, las Miemorias del Padre N i c e r ó n, B a r n a b i t a, tom. 30, y el Padre J o u V e n c i . [ Entre el/las fué la presente (se refiere a la “Historia Na¬ tural y Moral de las Indias”), que divi¬ dió, como se advierte, en siete libros de los cuales los dos primero los escNbió en latín en el Perú, y traduxo después al castellano; y los otros cinco los com¬ puso en este último idioma, estando ya de vuelta en España, por cuyo motivo previene usó de diferente modo de expli¬ carse en cuanto a la localidad. Impri¬ mióse prime^amerte en Sevilla, en 1590, en un tomo en cuarto, en casa de, Juan de León; reimprÜnióse en octavo, revista y corregida, ©1 año si¬ guiente en aquella ciudad; y en la de Barcelona se hizo otra edición aquel mismo año de 1591 (prueba de la acep- tacióin que tuvo), en octavo igualmente, a costa de L e lio Marín i, Ve. neciano, quien la dirigió al Ijlustrísimo Señor Don Enrique de Car¬ dona, Gobernador del Principado de Cataluña, íla cual ha visto el Editor, y de ella no hace mención el don N i c o- 1 á s Antonio. La primitiva la dedicó el aultor a la Serenísima Infanta Doña Isabel Clara Euge¬ nia de Austria, según se ve de la de¬ dicatoria quie está más adelante, y puso su aprobación a ella el doctísimo y muy ingenioso Padre Maestro Fray Luis d e León lustre de la Religión de San Agustín, en Madrid a 4 de mayo de 1589, manifestando era católica en lo tocante a la doctrina de la Fe, y en lo demás digna de las muchas letras y prudencia del autor, y de que to¬ dos lia leyesen para alabar a Dios, que tan maravilloso es en sus obras. Final. mente, se volvió a imprimir otras dos veces, en cuarto, en Madrid, en 1608 y 1610. 1 Además de esta repetición de ediciones, que nos muestra el buen con¬ cepto que se formó de la obra, la acre¬ dita en gran manera el ver las muchas naciones extranjeras que la trasladaron a sus idiomas : en latín la traduxo T e o doro de B r i i, y la insertó en la tercera pa.rte de su Historia Occiden¬ tal; otra traducción latina hizo Juan Hugo de Linschot, y está inclusa en la parte' nona de la obra fran¬ cesa, intitulada: Des grandes V o y a g eu r s, esto es, de los gran¬ des viajeros. Juan Pablo G a- I 1 u c i, la puso en italiano, y se im¬ primió en cuarto en 1596. Una traduc¬ ción alemana salió en Francfort el año de 1617, en folio; otra alemana en cuar¬ to, la que después se insertó en ©1 tomo 2° de la Colección de Viajes, impresos en holandés. Finalmente R o b e r t a R e g n a u 1 t, hizo la suya en francés la que se imprimió en París dos veces, a saber en 1598 y 1608, en octavo; y hablando de ella el padre N i c e r ó n en el tomo treinta arriba citado, de sus Memorias, refiere que este traductor di¬ ce en su prólogo, que los españoles ha¬ bían hecho quemar, en virtud de un E- dicto, todos los exemplares de la His¬ toria de Acosta, para ocultar a las de¬ más naciones el conocimiento de las In^ dias, sobre lo cual prosigue diciendo el padre N i c e r ó n, que diferentes edi¬ ciones que se habían hecho bastante con¬ secutivamente, manifestaban que ésta e. ra una fábula inventada por aqufel tra¬ ductor, para dar mérito a su traduc¬ ción. | Es digno verdaderamente de re¬ paro, que un libro, que tanto crédito se adqu.rió entre los antepasados, así del Rey no c.mo ce fuera de él, se haya ido dexando, y olvidando en términos, que desde el año de 1610, no se haya vuel¬ to hasta ahora a pensar en reimprimirlo,.,, 30) en un intervalo de tiempo tan considera¬ ble, como el de ciento ochenta y un a_ ños habiéndose por esta razón hecho ya tan raro, que con dificultad, se encuen¬ tra uno vendible, y aún en las Bibliote¬ cas públicas no están todas Las ediciones que se han hecho en el pasado. No podrá decirse que este olvido ha nacido del po¬ co mérito de la obra, o de que su esti- miación dependió de las cirouinstancias del tiempo, y que ha decaído sucesiva¬ mente, por ser ya varias las noticias que por diversos autores se nos ha.n ido co¬ municando acerca de América, pues vis¬ tos los escritos de éstos, aún los más modernos, lo cierto es que ninguno de el'los une tantas como nuestro auton, so¬ bre la Historia Natura.l y Moral de las Indias, tratando en cuanto a la primera, de los tres Reynos, natural, vegetal y a- nimal y en cuanto a la segunda, de la creencia y ceremonias de La ciega y fal¬ sa religión de los Indios, explicándonos menudamente, con el orden que pedía la materia, con dicción pura y prop'ia, lesti- Lo claro y elegante (es uno de los maes- I tros de la Lengua, escogidos por la Real i Academia Española para la formación de i su Diccionario) y un candor y senciiLlez ' I gustosa y dignamente loable en el mo- 1 do de narrar y discurrir la situación de i aquellos países, sus climas, mares, ríos, •; como también los animales terrestres y H volátiles: las raíces, legumbres y frutas ^ diversa,s que son naturales de Europa, < o se crían particularmente en América, y iJ del mismo modo una multitud de partí- .i cularidades tocantes a la parte moral de \Í los ^indios; todo lo cual es todavía más apreciable, por que procede de un au- tor como el padre A c o s t a, que re- ill sidió allá nada menos que diez y siete il! años, en los cuales tuvo bastante lugar ñi de observar aquellas producciones y gé- íii ñero de vida, y con efecto las vió, consi- iij deró, y examinó con ojos atentos, intelt- 4 gentes y juiciosos, con cuidado y con jj pulso, y no a manera de aquellos viaje- J ros, que sólo miran las cosas de paso, '«(I y por su exterior, o bien las oyó de per- li sonas fidedignas, como así lo dice en el ^5» capítulo primero del libro tercero . | Por 31 eso nuestro Ilustrísimo y Reverendísi- 'y mo Padre Maestro F e i j ó o, bien 'Si conocido en la República Literaria, en r::. ■\ el Discurso XIV, que intituló Glo¬ rias de España, hablando del ramo de Historia Natural!, dice así en elogio de nuestro autor: “Inglaterra y Francia, ya por la aplicación de sus A- cademias, ya por la curiosidad de sus viajeros, han hecho de algún tiempo a esta parte, no leves progresos en la Historia Natural; pero no nos mostra¬ rán obra alguna, trabajo de un hombre solo, que sea comparable a la Historia Natural de la América, compuesta por el padre J o s e p h de A c o s t a, y celebrada por los Eruditos de todas las naciones. He dicho trabajo de un hom¬ bre solo, porque en esta materia hay al¬ gunas colecciones que abultan mucho y en que el que se llama autor, tuvo que hacer poco o nada, salvo el hacinar en un cuerpo materiales que estaban divi¬ didos en varios autores . El padre A c o s t a es original en su género y se le pudiera llamar con propiedad el Plinio del Nuevo Mundo. En cierto mo¬ do más hizo que Plinio, pues és¬ te se vaMó de las especies de muchos es¬ critores que le precedieron, como el mismo confiesa. El padre A c o s t a no halló de quien transcribir cosa, algu¬ na. Añádase a favor del historiador es¬ pañol, el tiento en creer, y circunspec_ ción en escri-bir, que faltó ál Romano”. | Aquí se presenta una ocasión oportuna de hacer mención de la espedie que A n. t o n i o d e León dexó escrita en ei apéndice de la Biblioteca Indiana que compuso en Latín, es a saber que el pa¬ dre A c o s t a, se había aprovechado mucho de dos obras manuscritas, tra- bajadas por el padre Fray Diego D u r á n, religioso dominico, que son: la una, la Historia d e los Indios de Nueva Espa¬ ña; y la otra Antiguallas de los Indios de Nu e v a Espa¬ ña. De este modo, no teniendo la nuestra lia calida.d de original en todo,, tememos pierda parte de su valor, en el concepto dell público; y por eso nos conviene, adoptando la opinión contraria, y vindicando el renom¬ bre y fama de nuestro autor, y para desterrar semejante nota de plagiarlo., decir que además del tes_ timonio atendible del padre F e i j ó o. (31 que se acaba de citar, en que cotejándo¬ le con P 1 i n i o, manifiesta precisa¬ mente, que a diferencia, de éste, nquel no se,v;al|ió de las especies de otros escrito¬ res, pues no haliló de qu'ien copiar nada, •el mismo padre A c o s t a declara, ^que lo que cuenta lo vió consideró u oyó de persona.s fidedignas; pero no menciona que copiase noticia ninguna; y si hubne- ra s'ido así, no se alcanza verdaderamen. be qué motivo pudiera haberle movido a callarlo, cuando se ve que por otra par¬ te confiesa sencillamente que no toda su narración es fruto de su vista y examen, sino también de informes ajenos^^ . (Pró¬ logo de la sexta edición de la “Bistoria Natural y Moral de las Indias” del Pa¬ dre A c o s t a, editada por D. A. V. C. en Madrid, por P a n t a 1 e ó n A z n a r. Año de M-DGGXGII) . ACOSTA GEi?TRÜ'DiS — Obstetriz (Biog. ) — Inscrita en la ma- tríenla de obstetricia de la Facultad de Medicina, el año 1863; obtuvo e:l título profesional el 2 de enero de 1866. fACeSTA Pü ABOOS i . — Alumno — (Biog.) _ N. Huamachuco, 1899, de Isaac y Geliu Pacheco. | ¿e inscribió en la matrícula de Odonto¬ logía de la FacuPad de Medicina de Li. ma el año de 1919 . ACOSO (Bot. ) Ver “Pa.pa” AGSHU _ (Bot.) — Nombre ke- shua de la papa, en -os departamentos de Junín y Ancash. AMr la palabra. ^ pa¬ pa” , ACUISHO AI^A _ (Bot.,) — ^Nom- bre del Huito, “Genipa sp.” en dialecto de los Antis . Ver la palabra Hullto . ACULLICAB _ (F. 1.) — Sinóni¬ mo keshua del keshua chaCchear (“Diccionario de algunas voces técnicas de Mineralogía y Metalurgia”, en Mer¬ curio Peruano”, tomo V de la edición de Fuentes). ACUÑA ENRIQUE — (Biog.) — N. Lima, 1880, de Manuel y M a r. garita F a s s e t. — 1 Alumno de Farmacia en 1902 - | Ejerció la Far¬ macia práctica en algunos establecimien¬ tos de Lima.. ACUÑA IGNACIO — Médico — (Biog.) _ N. Lima 18ou.| — A- lumno de Medicina en 1853. — Pre¬ mio Escolar de la Facultad en 1858. ]- — Médico y doctor en Medicina el 1° de ju¬ lio de 1861 . 1 Encárgalo, el año de 1871, con el carácter de Gatedrático Interino, de los cursos de Física Médica y Pa¬ tología General, había adquirido, por concurso, en 20 de febrero de 1869, la adjuntM a la Gátedra de Medicina Le¬ gal y Toxicología., de la cual hizo re¬ nuncia en 24 de diciembre de 1872. | O- positor a la cátedra de Obstetricia, a partir de la última fecha siguió dedica¬ do a la enseñanza de la Obstetricia en la Maternidad de Lima, cátedra ésta cu¬ ya designación estaba, confiada a la So¬ ciedad de Beneficencia Pública de Li¬ ma. _ A' organiza.rse la Facultad de Medicina de 1884,' el doctor Acuña fué nombrado catedrático del curso de Parios para alumnos de Medicina, cargo que abandonó en 1885.] El doctor A- c u ñ a fué un distinguido tocólogo, muy competente, muy dedicado y “que lle¬ gó a ocupar lugar prominente entre los especialistas de su tiempo” (Gaceta de los Hospita.lies, Lima, 1910) — | El doctor Acuña faVeció en Lima el año de 1910, rodeado de respetos y de afectos, habiendo abandonado, en los últimos años de su laboriosa existencia, el campo de la docencia para dedicarse exclusivamente a aquel del ejercicio pro¬ fesional. 1 El doctor Acuña, que se contó en el número de los miembros fundadores de la Academia. Libre de Me¬ dicina de Lima, dejó huella luminosa de su pa.so por la* docencia obstétrica en el buen número de discípulas que él for¬ mó en la Escuela de la Maternidad de Lima . ACUÑA IV5AIVIERTO — Médico — (Biog) _ Presentó al 5^. Gongreso la¬ tino-americano de medicina, (69 Pan¬ americano) reunido en Lima en 1913, un trabajo titulado: “Dificultades de diagnó^stico de las pericarditis purulentas en a primera infancia: signos más im¬ portantes” (Actas y Trabajos deliGongre- so, vol . III. p . 112). ACUÑAS _ (Bromatolog.) — Pastas preparadas con chancaca que se hace 32) rKoFKsoR Doctor- Ignacio Acuña fundir por ebullición y dentro de la cual, ya fundida, se arroja fragmentos de maní o de nueces o de cocos. Al en¬ friarse estas acuñas', que son muy d.eil a.grado de los pequeños, ofrecen el as¬ pecto de verdaderas incrustaciones de los fragmentos de maní o de nuez en la chancaca solidificada. ACURi — (Zoo!.) — ‘‘Acuri o Agu- íi (ÍMus Aguti), animal cuadrúpedo, pe¬ queño de la magnitútd de una. liebre, de pelo negro parduzco. con cola muy cor¬ ta y en la boca y dientes parecido al co¬ nejo; habita en cuevecillas que hace co- mummente al pié de los árboles y mato¬ rrales donde lo cazan con perros; su carne es comestible y de tan buen gus¬ to como la del conejo; cogidos se domes¬ tican y mantienen en las casas comeindo con los gatos al pié de la mesa. (A 1 c e- d o: Diccionario Histórico Geográfico de A GURÍ o Agutí las indias Occidenta.les o América, tomo V. Madrid, 1789) — “Los Agutls tle'_ nen alguna semejanza, con la Liebre, pe¬ ro sus miembros son más finos; más elevados: las orejas son poco desarrolla¬ das; su pe’o es corto y susceptible de e- rizarse bajo la. influencia de la cólera. Son indígenas de Ja América IMeridíonial : viven entre las rocas o en los troncos de ;jos árboles: su carne se emplea, co¬ mo alimento. ” (G o 1 u n g a: “Apu^n- tes de Zoología”, en Gaceta Gientifica, Lima, L 1 56) . ACHA FLORES ALEJANDRO _ Médico — (Biog.) — N. Ayabaca, 1 880, de A l e j a n d r o y N. F 1 o- s. — Alumno de Medicina en 1902. Bachiller en 1914, su tesis: “El oze- na; su microbio^ su tratamiento por las inyecciones de parafina; su vacuna” (15 de junio) . — Médico en 1914 ( 15 de julio) — 'Después de uina. asidua prác¬ tica oto riño laringoliógica en el Hospital de Santa Ana de Lima, realizó en 1918 un viaje de perfeccionamiento profesio¬ nal a los Estados Unidos de Norte Amé¬ rica, a cuyo regreso se estableció en Piu.. ra . ACHACOSO _ (E. 1.) — Yer la pala.bra: “Achaque”. AGHACHSLA _ (F. 1.) — Los a- chachillas o achachuas (Achachi, viejo, abuelo, la cepa de una casa o familia: “Vocabulario de B e r t o n i o) son, en el departam.ento de Puno, los primitivos padres de la tribu o comunidad: son es¬ píritus tutelares, piadosos custodios de la vida y de la. salud de los hombres, de los animales y de la.s plantas. Cada co¬ lina, cada cerro, cada ejcíensión de te¬ rreno, tiene sus chachilas, encargados de ve7ar por la saiMd y bienestar de los hombres, a.nimales y plantas, dentro de ciertos límites verdaderamente jurisdic¬ cionales. Ilustrando la etimología de es¬ te mito dice Patrón (Origen del quechua y aymará) : “En este sentido: Achachi, término o mojón de las tierras (aymará), Lenormant pone: com_ pleto, llegado a la. madurez; y as'1 viene bien achachi, abuelo, viejo (aymará). Mas ade.Ja.nte agrega el mismo P airón: “Entre las voces asirlas correspondien¬ tes a. este signo, se halla Hu. Dios. Así no e'xiste en los idiomas andinos; pero en la forma. lUa entra en el nombre de los ídolos, como lo comprueban los ejemplos siguientes: Gatequilla, Illa Llama y co¬ mo nombre especial lUa se aplica a un amuleto : la piedra bezoar grande o nota¬ ble que la traían consigo por abusión pa¬ ra ser ricos o venturosos. — Los indios creen en la conveniencia de mantener las mejores relaciones posibles con los acha- chilas porque, de esta manera, la familia y úa propiedad no sufren desgracia; en caso contrario mueren o enferman los hombres y los animales; se pierden las cosechas; se sufre pérdidas y desgracias en los viajes. Con el objeto de ganar la voluntad del acha.chi’a se le ofrece, .en determinada época del año, un verdadero (33 banquete en la siguiente forma: se es_ coge una cueva en la cual se considera que tiene su residencia habitual el acha- chila y se pone en dicha cueva una gran mesa encima de la que se pone pallares, garbanzos, arroz, fideos, canela, azúcar, higos secos, vinos, dulces, confites, etc. etc . — Los entendidos, cuan^ do no verdaderos sacerdotes del rito pa¬ gano, pronuncian alagunas oraciones cu¬ yo tenor mantienen en el mayor secreto, con di propósito, según aseveran, de in¬ vitar al achachila a aceptar la ofrenda. El sacerdote anuncia a la familia que la invitación es benévolamente aceptada y, momentos después, anuncia que el in- viitado ha Llegado. Se le ruega entonces encarecidamente, velar por la familia que le agasaja y el achachila, siiempre por labios del sacerdote, acepta el compro¬ miso. A partir de aquel momento la ¡fa¬ milia vive confiada en la protección del achachila; pero si, por desgracia, olvida los agasajos y ofrendas que debe hacer periódicamente a su benefactor, éste se venga del olvido y desencadena sobre los olvidadizos todos aquellos males de que puede disponer y que, como ya lo hemos dicho, se refieren a la salud y a lia propiedad . Si estas desgracias sobre¬ vienen, la familia recure al hechicero o sacerdote y a uno u otro ruegan hacer comparecer al achachila para saber con precisión los motivos de su enojo y para saber la forma más conveniente de desa¬ graviarle. — La ramada de los acha- chilas o la invocación de ellos se lleva a cabo en la siguiente forma: — Dis¬ puesta la mesa para la ofrenda en la for¬ ma que ya dejamos indicada, sin olvidar de poner coca entre los manjares desti¬ nados al achachila, se coloca la mesa en el centro de la cueva en la cual debe com¬ parecer el genio tutelar. El brujo o sa¬ cerdote, más frecuentemente esto último, acompañado por los miembros de la fa¬ milia interesados en la invocación, espe¬ ra tranquilamente las doce de la noche “en punto”, hora considerada como la más propicia a la invocación del genio tutelar, análogamente a como es conside¬ rada por el elemento blanco, la hora más propicia para la aparición de las ‘‘almas en pena” y para otras manifestaciones de aspecto sobrenatural. _ En el preciso momento en que los relojes marcan las 12 de la noche, el sacerdote apaga las luces que iluminan tenuemente la cueva y comienza la ceremonia. El brujo, con voz humilde, lecita misteriosas plegarias y, concluidas estas, llama a grandes vo¬ ces al achachila. — El achachila suele hacer su entrada en la cueva por algún pequeño agujero que en la bóveda de es_ ta pueda existir o por el techo de la ha¬ bitación, si es en una habitación que la ceremonia invocatoria tiene lugar. Si la noche es tempestuosa; si, a momentos, lia tiniebla de la noche es interrumpida por la solemne iluminación de los relám¬ pagos, se dice que, envuelto en estos re¬ lámpagos, ha llegado el achachila. O- tras veces, cuando el sacerdote no dispo¬ ne del beneficio de estos relámpagos de la noche tempestuosa, el achachila se li¬ mita a anunciar su llegada por medio de crugidos de la mesa en la cual están de¬ positadas las viandas. Una voz sepulcral salud a todos los presentes por sus nom¬ bres propios: es el achachila. — Dice siempre el achachila haber pagado olvi¬ do con olvido o con daño y haber dejado de prestar asistencia a la familia y de veilar por su salud y tranquilidad en vis¬ ta del olvido que de él había hecho la dicha familia y agrega que si ha permi¬ tido que la familia fuera víctima de tan¬ ta desventura es porque en el infortunio recordamos mejor a quienes nos han he¬ cho bien y para que sus olvidadizos pro¬ tegidos recordaran que la salud y tran¬ quilidad de que disfrutaran en otros tiempos fueron debidas a la piadosa so¬ licitud del susceptible achachila. El sa¬ cerdote anuncia, entonces solamente, y con gran solemnidad, en nombre de la familia los propósitos de enmienda de éstaá dice que las cosas “no volverán a suceder” y que .la atribulada familia no dejará de ofrecer a su protector aquellos periódicos presentes que tan del agrado parecen ser del achachila. Este a- cepta el compromiso y ofrece, a su vez, no volver a enviar desgracia alguna sobre aquellas arrepentidas gen_ tes y , por el contrario, velar por ellas para que todo sea, en 'lo suce¬ sivo, felicidad y satisfacción. Es en esta forma que quedan hechas las paces entre el resentido achachila y sus olvi- 34) dadizos protegidos. El achachilie no de¬ vora todos los manjares que le han sido ofrecidos, en una sola vez, sino que va haciéndolo lentamente, hasta no dejar nada sobre la mesa del banquete, mo¬ mento en el cual creen los indios que la ofrenda ha sido perfectamente recibida, que el achachila ha quedado satisfecho y que, a partir de ese momento, se inicia para la familia una era de ventura y de prosperidad , _ Los brujos o sacerdo¬ tes indios' encargados de estas invoca¬ ciones del achachila, son de dos catego¬ rías : unos tienen facultades limitadas, que sólo íes permiten invocar a un acha. chilla; en tanto que otros hay, premuni¬ dos de mayor autoridad y que pueden in¬ vocar a un mayor número de achachilas . Entre estos últimos se cuentan, y son los más famosos entre los indios y de éstos los más buscados y más temidos, aque- ililos que habitan la isla de Gopacabana o isla del Sol, en el Lago Titicaca. Todas las personas que han realizado la rome¬ ría a ese santuario pagano de los ayma¬ rás regresa.n firmemente convencidas de la existencia de los achachilas, de la e- ficacia de su invocación por los sacer¬ dotes, de la verdad de ssu apariciones en las cuevas en que son llamados por los sacerdotes y de 'la eficacia de sus pronósticos. — Son varios, en la isla de Gopacabana o isla del' Sol, los tem- p'los o adoratorios especialmente des¬ tinados a la invocación de los achachi¬ las. Dicen los indios que en estos tem¬ plos tienen lugar verdaderos conciliábu¬ los de achachilas, invocados por un sa¬ cerdote con autoridad bastante para, ha¬ cer tan amplia invocación. _ Agregan los indios que los achachilas hacen su aparición sobre las mesas en forma de “lenguas de fuego”, idea tomada, segu¬ ramente, al rito cristiano y que, además, se advierte la presencia de ellos por un ruido que producen y que es muy seme¬ jante al batir de alas de un ave de gran¬ des dimensiones. Una vez reunidos los achachilas, hablan con muy distintas vo¬ ces, y discuten con la mayor vehemencia respecto a las desgracias ocurridas en la comarca y respecto a las pestes que en ella hubiesen tenido lugar, así como también respecto a las enfermedades del :ganado y a las sequías y pérdidas de se¬ menteras. Si se halla presente a lia reu¬ nión el achachila responsable de tales daños, los demás lo reducen a dura pri¬ sión, le castigan severamente poniéndole (?) grilletes y , una vez colocado en tal situación, le imponen sea bueno en lio sucesivo y sea protector y no enemi¬ go de la persona o personas que han a- cudido al santuario en devota peregrina- ción . En lia ceremonia de invocación uc estos numerosos achachilas, interviene el sacerdote sólo, sin ayudante alguno; la famiílüa o las personas interesadas per manacen en un ángulo del adoratorio, en la más absoluta tiniehla, guardando el más r^Mgioso silencio, tal que permita escuchar la discusión de los achachilas, el ruido producido por los grilletes de que es cargado el achachila culpable, así como las protestas que éste hace de pro¬ curar la reparación da los daños que ha causado. Es perfectamente inútil agre gar que de todos los peregrinos indios que acuden al legendario templo de los kcollas, no hay uno só.jo que se permita poner en duda la existencia de ilos a- chachilas, cuya voz sepulcral han escu¬ chado en la tiniebla del adoratorio paga¬ no y cuyas promesas de arrepentimiento son para ellos pljacentero anuncio de las venturas por venir” (Valdizán- M a 1 d o n a d o : ‘‘La Medlciina Pe- pular Peruana” (Gontribución al folk ¡ore médico del Perú, Lima, — 1922) .| Rigoberto Pare¬ des, que ha estudiado la creen¬ cia en los Achachilas entre los aymarás bolivianos, se expresa en la siguiente for¬ ma:. | “Mayor vitalidad ha tenido la mi¬ tología indígena y sigue teniendo aún la creencia en los Achachilas, o sea la de considerar a las montañas, cerros, cue¬ vas, ríos y peñas como puntos donde se originaron los antecesores de cada pue¬ blo, y que por este motivo nunca descui¬ dan aquellos de velar por eó bien de su prole . I “Entre los Achachilas, a unos los tienen como a principales troncos de grandes pueblos, tales eran el lago Titi¬ caca, el Illampu, el Illimani, el Gaca hake o Huayna Potosí; otros eran de menor importancia y cepa de tribus insignifican¬ tes. El Achachila de los Urus, decían que era el fango, de donde éstos habían brotado y que por eso eran despreciables, (35 de poco entendimiento, ásperos y za.he. reños; que vivían en balsas de totora, contemplando constantemeste desde la su perficie de las aguas a su progenitor, el limo del ;Íago . Los I u p i h a. k e s o lupakas, los umasuyus y paca.j_ jas, se suponían de prosapia superior, nacidos de los amores del Illampu con el lago Titicaca. Al Potosí se le tenía co¬ mo antecesor de los c h a y a n t a s y al Tata Sabaya de los k a r a k a n - k a s o carangas. El Sajama y el Tu- nari, el río Gachimayu, el Pilcoma.yo, etc, etc,, se les consideraba como AchachGas de los pueblos próximos a esas monta¬ ñas o ríos . I ‘‘Sin perjuicio de adora.r el indio a su propia Achachila, cuando al transmontar una altura o doblar una la¬ dera, ve por primeTa vez cualquiera de esas montañas, cerros o ríos, inmediata¬ mente se pone de rodillas, se destoca el sombrero y se encomienda a ese Acha¬ chila, aunque no sea el suyo, y en señáll de reverencia ie ofrece la coca mascada que tiene en la boca, arrojándola, al sue¬ lo y dirigiéndose a aiquel.l “Guando en 1898, Sir Martín G o n w a y, trató de realizar su ascención al Illampu, los in¬ dios quisieron sublevarse y atacarlo por¬ que itemlan que el extranjero profanase a su deidad y ésta les enviara cas¬ tigos, por lo que Sir G o n w a y sólo pudo efectuar a medias su in¬ tento y en ausencia de los indios. | En sus viajes es imposible que el indio deje de encomendarse a su A- chachila favorito, pidiéndole protección. Guando en el camino encuentra un pe¬ ñasco o pedruzco, se aproxima a él y se destoca el sombrero, le saluda y re¬ verencia., ofrendándole coca mascada que arroja sobre él y en seguida descansa a sus pies’’ (M. Rigoberto Pa¬ red es: Mitos, supersticiones y su¬ pervivencias populares de Bolivia, La Paz, MGMXX. pags . 34 y 134) .| La siguiente referencia de Ramos G a- V i 1 á n, parece tener relación con los Achachilas y con las aves que intervie¬ nen en algunas sesiones de brujería: “Entró pues, aqueste enemigo (el de¬ monio) en vn banquete que vn indio aula ordenado por dar alegre contrapeso a la costa, y trabajo en qe le estaua una casa que ya tenía acabada (costumbre muy recebída desta nación, hazer gran¬ des fiestas quando leuantan edificios) asistió el demonio por grande rato en eí banquete, con aquella forma y figura de aue, que entro y porque esta relación co- bnasse mas crédito con los testigos, man¬ dó el Prior llamar vn indio, el qual de¬ puso de este sucesso como quien le vido,. y de su boca lie óí yo por el órden que aqui refiero: Verdad es padres mios (dixo e'j Indio) que siendo yo muchacho, antes que esta santa imagen estuuiera entre nosotros, vi em mi casa vn dia grande junta, y concurso de indios con¬ gregados todos a sus bayles, y fiestas, y vi ocularmente entrar vna disforme lechuza, que se asentó sobre vna pirua o troje (donde se guarda la comida) que auia en aquella junta, y desde alli salu¬ dó a los indios en lengua .aymará, pre¬ guntándoles por su salud, respondieron los indios en el mismo ydioma, y len¬ guaje, con sus rudas cortesías, y cansadas sumisiones, estar buenos a su servicio. Agradecióles el aue con pala¬ bras amorosas la respuesta, diziéndoles el gusto que tenía de verlos alli en se¬ mejante junta. Mas contó el indio, que su padre suplicó a ia lechuza baxasse del lugar donde estaua, y se sentasse entre ellos a honrar aquella fiesta, y que acudió luego a sus ruegos, y entóneos su madre le mandó adorar aquella lechu¬ za, y que en señal dello le licuase en vn pequeño vaso ( que ellos llaman ke- ro) alguna chicha, la qual ofrenda reci¬ bió el disfrazado demonio, y con sus a_ parentes vñas de lechuza punzó tanto quanto las manos del nueuo copero, que le auia seruido a la beuzda. Añidió mas el indio, que cuando sucedió esto ya era de noche, y quando con muy mezquina luz se vian los vnos a los otros, siempre este principe de tinieblas haze en ellas sus suertes . | “Es costumbre muy con¬ naturalizada entre los indios, a.l cubrir y techar sus casas, hazer junta de he- chizeros, para que leuanten^ figura, y pronostiquen el bien, o mal que les a- gua.rda en .aquella casa. Inuocan- Ios- demonios, en su fauor, con cantares tris¬ tes, al son de tamboriles destemplados (para ellos suauissimos) . Prosiguiendo con su plática el Padre Prior fray Juan Vizcayno (Religioso anti- 36) Invocación de los **Mchachilas” Olmm de Jamanéz. guo. y grandemente experto en cosas de los naturales) dixo que vna vez vn indio 'lu'euado de curiosidad, quiso ver quien era el' demonio (que de ordinario assis- tía a suss bayles nocturnos) y tocando sus ropas, lleno de horror y espanto, las halt’ó de vna lana' fofa, y mojada, muy asquerosa (Rarnos Gavilán: Historia del célebre santuario de Nuestra Señora de Gopacaba.na, Lima, 1621, Cap. XXV) (V a 1 d i z á n - M a I d o_ nado: La Medicina Popular Peruana, Lima, 1922, p. 24, 59, t. I ) . ACHAS\;CCARAe _ (Bot. ) — “B e. gonia boliviensis Hort _ Sinonimia: A c h a n c c ,a r a i. _ Planta herbácea de 36 centímetros de altura y tallo tuberoso; hojas simples con preciólos largos, carnosos, provistos de pelos rígidos: flores unisexuales, monoicas, dispuestas en cimas hiparas con bráctea espatácea: periantio petaioi. deo con cuatro o siete foliólos, biseria- d.os . Las flores masculinas son termina¬ les con estambres numerosos y las feme¬ ninas laterales, estilo con seis estigmas, de color ama.rLlo; ovario trilocular, con tres crestas latera/les, de las que una es m.ás desarrollada que las otras . | Crece en las punas. Florece en los meses de diciem.bre y enero . _ Area geo¬ gráfica : Perú y Bolivia. _ V a - riedades: Se conocen varias, que tal vez tengain categoría de especies, ca¬ racterizadas por el' color de sus flores: de pétalos rojos (Puca achanccara.i ) , de pétalos blancos (Panti achanccarai ) , de péta.los rosados o morados. _ Apli¬ caciones : Sus grandes y visto¬ sas flores y sus elegantes hojas se em¬ plean para adornar los nacimientos en las fcesta.s de Navidad. CuHivah'e como planta de adorno” (Fortunato I.. Herrera: “Conír bución a la flora del departamento del Cuzco, Cuzco 1921, p. 77) ACHAí^CUí . — (Bot.) _ ^^éase “Campanilla”. ACHAQUE — (F. 1.) — Término empleado desde nuestra época colonial como sinónimo de enfermedad, en gene¬ ral, y de enfermedad crónica en particu¬ lar. | No es raro hallar, no sólo en las crónicas de la época colonial, sino aún en estudios médicos de a:quel entonces, noticia de personas que sufrían ‘‘acha¬ ques de garganta”, “achaque de cabeza’’, etc. En la actualidad se dice “achacoso” y “achacosa’’ de personas del aspecto en¬ fermizo o de aquellas que sufren alguna enfermedad crónica y también de perso¬ nas cuya salud excepcionalmente frágil las hace víctimas frecuentes de enfer¬ medad . _ ‘‘Achacoso _ dice D o - m i n g u e z (Diccionario) — perso¬ na que padece algún achaque habitual, alguna enfermedad crónica, valetudina.. rio, enfiermizo” . ACHATA (F.l.) Vocablc? campa: en castellano: Diarrea. (Eulo¬ gio Delgado- ‘^Aocabulaiúo de las tribus camp^.s”, en *®iBoletin de la Sociedad tíe Lima’’, val. V) . ACHICORIA — » | ó único de estados demenciales perfecta¬ mente atribuíbles a otros agentes tóxi. eos. [ Si el chamico es la medici¬ na vengadora de olvidos y de abandonos, veamos cuales son aquellas empleadas por nuestros brujos para provocar la la- tracción sexual y para unir los co¬ razones como ellos dicen.] En el departamento de Arequipa un hombre qu desea ser amado ciegamente por una mujer, aunque esta mujer le haya mani.- festado odio o desdén, debe darle a be¬ ber unas gotas de su propio semen en una comida o en una bebida, cualquiera, f En el mismo departamento de Arequipa se emplea las siguientes prácticas pa¬ ra el amor o sea prácticas que tiene por objeto conseguir la amorosa co¬ rrespondencia de una mujer :| Llevar en: los bolsillos huarmi.munachip 46) o un huairuro.] Dar a beber a ||a mujer codiciada la saliva del hombre que la desea, en una comida o en una bebi¬ da . I Dar a beber a la mujer, en infu¬ sión de té o en otra bebida, polvos de c la n t á r i d a . I Que orine el hombre en "el mismo agujero dejado por la orina de la mu/jer deseada y que entierre en el agujero resultante un c h i 1 i c u t o (grillo) .| El vino procedente del lavado de los órganos genitales de la mujer ha¬ ce que sea apasionado el cariño que por ella sienta el hombre que tal vino haya bebido.] El beafteck preparado con carne que una. mujer haya llevado adherida a los pies, comido por un hom_ bre hace que éste ame con delirio a la mujer que tal ha hecho.] Dan a beber en vino unos papelones contCí- niendo sangre menstrual desecada y pul¬ verizada: este vino une los corazones del hombre que bebe y de la muijer^ cu¬ ya sangre menstrual ha bebido el hom_ bre.] El novio que lleva en uno de los zapatos tres cabellos de .su' novia consi¬ gue que ésta, le ame con delirio . ] Se de¬ posita en un tubo de caña ( P h r a g - m i f.e s s D . ) una porción de la tierra humecida por la orina de la mu_ jer y se deposita sobre dicha tierra dos grillos y se cubre el todo con la tierra humedecida por la orina del hombre, quien debe guardar el todo y llevar en el bolsillo si quiere que! sea invariable y a_ pasionado el afecto que tal maniobra ha de provocar en Ja mujer deseada.] La cabeza de una culebra, a la cual se hu¬ biese ftomado el cuidado de pasarle un hilo negro por los ojos, es considerada como un talismán muy eficaz para con¬ seguir el amor de una mujer. ]Un cabe, lio de la mujer amada, colocado entre dos pequeños fragmentos de piedra i - m á n (óxido de hierro magnético) a_ justados por un hilo de seda, es un ex¬ celente talismán para hacerse amar. Sus efectos son mejores aún, si tal cabello se lleva atado a un dedo del pie . ] Lie. var consigo, de.secada., el ave conocida con el nombre de Pilco; de los a- fortunados en el amor, se dice que tie¬ nen Pilco . ] Llevar, en la caja de una guitarra o bandurria:, la Jengua de una víbora.] La sangre menstrual de la mujer, recibida en olla de ba¬ rro nueva, dada a beber a un hom_ bre hace de éste el más fiel enamorado de la mujer que tal bebida le hace be¬ ber.] Los hombres que (llevan en los bol¬ sillos del pantalón un ají de color rojo logran el cariño de la mujer que desean.] Llevar consigo, en los bolsillos, la lla¬ mada piedra de lagarto (enterolito que se dice hallado a.l dego. llar una lagartija) . ] En el departamento de Amazonas el hombre que quiere con¬ seguir los favores de una. mujer debe contemplarla a través de un ojo del ce¬ táceo de río conocido en aquella región con el nombre de bufeo.] En- el departamento de Puno es excelente a- muleto para el amor llevar en la cartera una pluma del ave llamada H u a c s a- 11a o Bobo.] En el departa.mento de Gaj amarca el ave preferida para es¬ tos usos es el Pilco.] También se acostumbra,, en el mismo departamento de Cajamarca, administrar, al sujeto a quien se pretende hacer victima de la pasión amorosa, los polvos obtenidos me¬ diante el raspado de la uña del dedo ma¬ yor de la. mano izquierda del cortejador, diluidos en una pequeña cantidad de a- guardiente o de chicha.] En el departa, mentó de Ancash se emplea este último procedimiento de los polvos de uña y se a.costuimbra también administrar a la persona codiciada, en aguardiente o en chicha, unos polvos de coloración gris conocidos con el nombre de c c a t i _ yinya (¡Sígueme!) (C c a t i y, seguir, en keshua) .] En el mismo de¬ partamento de Ancash, se toma unos ca¬ bellos de la persona amada, se queman, se pulverizan y así pulverizados se dan a beber en los vehículos ha.bltuales, a. guardiente, vino o chicha a la persona cuyo amor se desea obtener.] En el Cuzco se recomienda a quienes desean fortuna en amores llevar como amuletos la lengua del cóndor o la lengua del ave llamada P i t u o Pito.] Eri\el mismo departamento del Cuzco se reco¬ mienda, como amuleto de amor, llevar las dichas lenguas en la caja de la gui¬ tarra o bandurria y emplear estos ins¬ trumentos en ofrecer una serenata a la mujer amada. Los resultados son más satisfactorios — según se asevera — si a. las lenguas indicadas se une la cabeza (47 .3 de una culebra, y, lo que es mejor aún, la cabeza de una víbora. | En ei depar¬ tamento de Junín es muy empleado el H u a c a n q u i, de origen netamente incano y cuiyo empleo está también muy exíend do en los departamento del Sur. ¡ En estos mismos departamentos se em¬ plean los siguientes amuletos: Unas fi¬ guritas hechas de piedra blanca o de cera, que representan a los dos amantes y que en algunas comarcas, reciben el nombre de c u y a _ c u y a. Estas í"!- guri'ras deben tener alguna.s otras apli¬ caciones ya que en Apun ma.c y en Aya_ cucho se habia de dar la c u y a - cuya y de hacer la cuya- cuy a.|El rabo de zorro . ¡ La. cabeza de una culebra o víbora envuelta en ca¬ bellos de la mujer amada. Guando se ha conseguido pasar la cabeza de esta cu_ lebra por Las partes genitales de la mu_ jer, amada, se asegura que los resultados son prodigicnos. Y no hay dificultad pa.ra así creerlo,. | En el departamento ■de Junín se emp.lean los siguientes pro¬ cedimientos para e l a rn o r:¡ El corte' ador escupe tres veces seguidas oo la cornuda o beb'da que se ha d? dar de comer o de beber a la persona, amada. | demq la:? cenizas producto de ia com¬ bustión del cigarrillo, las pasa por las axilas sudorosas y procede .a icspolvo- rearLas después en la cama de la perso¬ na amada. I Se da a. beber a la persona amada, di.suelíos en aguardiente o en chicha, unos po’vos que venden los cu¬ randeros indios (G c a m i 1 i s o Ga.- 1 1 a h u a y a s) con el pom.poso nom_ bre de polvos de amor!. Se quema los cabellos de la mujer amada y se hace que ellos sigan la misma suerte que las cenizas de cigarrillos a que se ha aludido anteriormente.! En Moyo- bamba el P i r i - p i r i monopoliza la mayor pa.rte de los procedimientos para el amor; pues es sobre la base de pi - r i _ p i r i que la mayoira de técnicas está edificada.] En el departamento de Apurírnac se usa., como amuletos de a- mor el ya citado H u a c a n q u i y un-a variedad de éste conocida con el nombre de H ii a. c a n q u i to . Pro¬ bablemente se trata de un insecto. | Se us=a también los cabellos de :1a mujer deseada y es tan general la creencia en la eficacia de esta práctica que, en las pohlacmne.s de la s.-rra. las señoras, después de peinarse, recojen cuidadosa¬ mente los cabellos que hubiesen queda¬ do adheridos en el peine y proceden a incinerarLos cuidadosamente; pues temen que ellos, por intermedio de un criado inescrupuloso, pueden llegar a manos de i.ci pretendiente que los ponga en las manos peligrosas de un hechicero . ¡ En el Gallao, como en Lima, se recurre - a las prácticas siguientes: E:l pretendien¬ te duerme con une, naranja y ob¬ sequia ésta a la persona cuyo amor pre¬ tende.! pretendiente espolvorea la persona o la cama de la persona ama¬ da con los r amados polvos de la H i c a r d i n a que, en concepto de al¬ gunos curioso:?, sólo serían polvos de sangre menstral desecada.! Se da a be- ■ ter a ia persona desecada, disueltos en a_ ' guardiente o en chicha o en otra bebida - cualquiera, polvos de la llamada pie- 1 d r a d e J e r u s a I e m (:arci.lla) . | ; Se da a beber al hombre que se quiere 1 conseguir el a.gua procedente del lavado I de las parte:" genitales de la mujer ena- ^ morada, agua que entre ciertas gentes 1 de Arequipa, es conocida con el nombre i de Agua del c a, n t a r i t o, o 1 Agua de culo. En el departa- e mentó de Huánrieo a esta bebida se lla_ y mía M a y 1 1 a p a. ! La brujería pa.ra 1 conseguir el amor de una persona se hace, en Lima y Ga’lao, con los cabe- i- líos de la. persona deseada o con un ob- y jeto de uso íntimo de esta persona.! En ^ e'I departamento de Ayacucho es la ca- 1 beza de víbora el más preciado amuleto J para el amor y los enamorados suelen i Llevar ün ejem.plar de tal amulqto en ; los bolsillos o carteras, seguros de que ' tal talismtán les garantiza una apasiona. J da correspondencia.! En el departamen- í to de Huánuco existe también la prácti- y ca de la c u y a, _ c u y a que expenden los C c a m i l i s . Es el producto más klcrativo de cuantos expenden es_ tos sujetos, muy conocidos en Lima con ' i el nombre de Médicos b o 1 i v i a- i nos y que, llevando al hombro sus ' i alforjas de medicamentos maravi- 1 j liosos recorren todo el territorio de la ; j República. Ellos van, de puerta en j puerta, preguntando a los crédulos y a | 48) los ingenuos : _ ¿ No se ofrece nada ? . . . Un poco d,5 polvos para el amor. ... la florecita para la suerte. ... la tierra pa¬ ra los buenos negocios . | Son los polvos para e,l amor Los que primero se agotan y los que mayor rendimiento proporcionan a los ind os curand'cros. ( V a 1 d i z á n - M a 1 d o- n a d o: T.a IMedicina Popular Peruana., Lima, 1 922, f, 185) . AGALLAS — (F. 1.) — Nombre que, en la época colonial de nuestra his¬ toria, se dió en el Perú, por médicos y por profanos, a las tonsilas. F- ac¬ tualidad ha caído en desuso, y sólo se emplea en el lenguaje familiar para sig¬ nificar los múltiples y va.riados recursos de la a.'tucia humana: “que tieme mu¬ chas agallas” se dice de sujeto cuya as¬ tucia es llena de recursos. Agallas _ dice Domínguez (Diccionario^ í) — glándulas en la entrada de la gar¬ ganta, inmediata a nuez”. En esta acepción fué empleado el término en nuestra écoca colonial. ¡| Se emplea, ac_ tualmente, para designar las branquias de Los peres. AGAPAnJTO _ (Bot. ) — “A g a - p a n t h u G u m b e 1! a t u s, L’Her.t. Sinonimia ; A g a p a n t o _ Hojas li¬ neares, echadas, de un metro; Lores n-t- m.erosas, inodoras, azu’es más o menos largamente pedieJadas, dispuestas en vastos racimos umbeliformes . — Indí¬ gena del Cabo de Buena Esperanza.. Cuitivado len los jardines del Cuzco co- mio p’anta de adorno (Fortunato T. . 'H e r r e r a: “Contribución a La Flora, del Departamento del Cuzco, Cuz¬ co, 19211 . AGARRAR una enfermedad _ (F. 1. ) — El vulgo nuestro de la época presente dice que He es posible al hom¬ bre “agarrar una enfermedad” ser ‘‘agarrado” por e.LLa.. Dícese “agarró una tisis” de sujeto que contrajo una tubercuios’s pulmonar; dícese también “lo agarró la tisis. AGEtVGIBRE _ (Bot.) _ “El agengibre tiene unas raíces de gusto picante y calidad ardiente: se sir. ven de él para curar la balbucid o tor¬ peza de La lengua, si proviene de pasmo (parálisis), trayéndola confinuamente en La boca” ( L e c u a, n d a: Descripciói de 'brujillo, en “iMercurio Peruano”) , ¡ — El agengibre, así escrito para conser¬ var la ortografía de 1. e c u a n d a, es, proba, blemente, el “Z i n g i b e r of_ f i c i n a I e” de La familia de las Amo- máceas que suministra el gengibre y de.l cual dice C o 1 u n g a: “El Zin- giter officinale o Gengibre, indígena de la India y cultivado en las regiones tro¬ picales de América por su rizo'ma que tiene un olor penetrante y un sabor a_ rcmático muy picante: se emplea en I\íed'cina corno estimulante y en la eco¬ nomía, doméstica com.o condimento. En el comercio se conoce dos clases de gen¬ gibre: el blanco y el gris; pero parece que sólo se diferencian en el modo de prepararlos” ( G o 1 u n g a: Botáni¬ ca’” II, 178) . AGHIR DE _ G iruja_ no — (Biog. ) _ _ En el proceso de beatificación de Eray IM a r t í n de P o r r e s (Manuscrito consultado en la Bibhoteca de los DomJnicanos de Ro_ ma) está citado este Francisco de Aghir a quien se llama cirujano y enfermero y de quien se dice haber sido testigo de algunos de los prodigios referidos en dicho proceso . Parece que Aghir era religioso modesto de la Orden Do¬ minicana. Vivía en e'l Gonvento de Ntra. Señora del Rosario, en Lima, por los a- ños de 1679. AGFJ© CASTO _ (Bot.) _ El “V itex agnus castus, Linn”. fué em.pleado por nuestros prácticos de la época colonial, probablemente en for¬ ma idéntica a como lo fuera por los prác¬ ticos europeos de aquella época, o sea como sedante de los apetitos venéreos. Sabida es la verdadera veneración de que gozara el A g n o casto en otras épocas, ya que en Atenas, durante los sacrificios ofrecidos ,a Geres, las muje¬ res se hacían un lecho de esta planta . En boticas de Lima, durante el si_ gijo XVIII, se expendía el A g n o c a s to, cuyo nombre hemos encontra¬ do escrito -A n n o casto en el “Inventario de la Botica del Golegio de San Pablo en Lima”, el año de 1771. Agnes castus (V i t e x a g n u s cas tus, L. ) Arbolillo ( D i d i n a m y a angiospermia, L.) ; verbená- ceais, j. cuyas hojas son “digiitadas” ; las flores largas y espesas, de un blan¬ co violeta (emblema de la castidad en¬ tre los antiguos) . Las semillas han si_ do reputadas antiafrodisiacas; sin em¬ bargo, su olor fuerte y aromático y su sabor cálido, un poco acre, indican más bien una virtud estimulante” ( L i t t r é G i 1 b e r t: Dictionnaire de Médeci- ne, de ChiruTgie, etc París, XX edición p. 32) . !A;Gf^OLi JUikfÚ BAUTISTA _ Mé_ QiCü — (Biog.) — Nacido en Bologna Utaüa) y miembro de muy distinguida 'umilia, h^'zo sus estudios médicos en la justamente célebre Universidad de su ciudad natal. Habiendo realizado sus es¬ tudios al lado de notabilidades de la ta¬ lla de Augusto M u r r i, el gran filósofo y grandísimo médico, que le conservaba, a despecho de los años, un invariable afecto, el doctor A g n o 1 i, a poco de obtenido su título profesional se trasladó al Perú, en cuya Facultad de Medicina de Lima, obtuvo la revalida¬ ción de su título profesional en 1887. | Médico del Hospital Italiano de Lima, sólidamente preparado, muy estudioso y con una capacidad erótica muy amplia y muy bien educada, no tardó en hacerse merecido objeto de general estimación y de unánime aprecio de sus prendas per_ sonales y profesionales . | Inspector de Higiene de la Municipalidad de Lima al estallar en esta ciudad la primera epi¬ demia d'e peste bubónica (1904), de¬ sempeñó las d.elicadps funciones de tal cargo en forma que no será olvidada ja_ más. Ofrendando a Lima cuanto él po¬ día ofrendarla; desafiando todos los pe¬ ligros y sin esquivar uno sólo de los riesgos que rodeaban a la campaña sa¬ nitaria; el doctor A g n o 1 i, ya enfer_ mOf fué el primero en los lugares de peligro y SU) obra fué siempre eficaz.] La Ciudad de Lima le hizo un modesto testimonio de su gratitud y el Cuerpo Médico de Lima le ofreció un público testimonio de reconocimiento de los mé¬ ritos de la obra realizada (1910) . En este año, el doctor A g n o 1 i voilvló a Bologna, ciudad en cuyo P ,a 1 a z z o de la calle Barbería, le esperaba el tier¬ no cariño de una santa madre. En Bo¬ logna fué honrado el doctor A g n o l i con la Dirección del Hospital Mayor y con la del Hospital de Crónicos. En el desempeño de ambos puestos, así como en^el del Consulado General del Perú, fué el doctor A g n o 1 i un verdadero padre para los jóvenes peruanos que mar charon a Italia en pos de las luces mé_ dicas de sus excelentes escuelas . El doctor A g n o 1 i ha enviado a “El Comercio” de Lima unas interesan_ tes correspondencias firmadas por el a- nagrama de su apellido: “Ilonga”. BibiHograf'ía : 1 _ Consideraciones sobre dos casos de anemia por a.nquilostoma ducdenal, observados en el Hospital Italiano., en “Crónica Médica”, Lima, 1893. 2 _ Reflexiones sobre un caso de fe¬ nómeno respiratorio de Cheyne Stokes debido a la administración de una pe¬ queña dosis de morfina, en “Crónica Mé¬ dica”, Lima, 1894. 3 — Profilaxis de la tuberculosis pul¬ monar, informe en colaboración con el doctor Martín D u 1 a n t o, en “Crónica, Médica”, Lima, 1902. 4 — La peste en Lima, Informe que eleva a la Presidencia de la Junta Di¬ rectiva de la campaña contra la peste bu¬ bónica en Lima el miembro y Tesorero de ella doctor Juan B. Agnoli, Inspectoi; Mi;nicipal de Higiene, en ‘‘Bo- ¡letín de la Dirección de Salubridad” año II, n. 2, 1906. AGNUS ALEJANDRO _ (Biog.) Licenciado en Ciencias de la Universi¬ dad d(5 Pa,rís, incorporado a la de Lima como doctor en la Facultad de Ciencias el 7 de diciembre de 1905, sustentando u_ na tesis titulada: “Insectos paleozoicos”. AGOU IViATIAS Médico — (Biog.) — Y'er; Agoyo Matías. AGOYO MATIAS — Médico (Biog.) — Hemos hallado escrito erróneamente el apellido del doctor Matías A - g o i s. Su inscripción de matrícula en el Ríeal Colegio de San Fernando, de Li¬ ma, se hal’a concebida en los siguien¬ tes términos: “Natural de Lima, hijo le¬ gítimo de D. F e r m í n A g o i s y de doña Tiburcia Solís, después de haber concluido en el Convictorio de San Carlos de dicha ciudad. Lógica, 50^ 1 )()CT('>K Jl AN H. Agnoi^i *1' . IT' - 1 91 ■ fi "W /'■ .■fi ■V-! ■í* 1 Jf .f „ f . '.^ j*- ’i'-y' 't lí^.’,/''. .j*^ -« t' »• .1 - - , "* - ,r'W '■ • ' . ■r ‘ ^ t:, •• ( _. ■ i.<-- 4“ *1 j ■, , I * >..j ■ ' , •' ■ ' . ..^lí■. ■ '/ . ^ ■ --***^‘ •>'■ r • ' 'vi .ft 'Jt - ’V*- T«^ ' V ',-«t!j~ yjií»' ■ - #f,bí<- "' '■.* _ ¿í. **. . r • ■ •^ * » V'4 '■ ,»'*j^'‘* ' ^1 •i -t» - í "1; , . y". *"’ ■■ •’ . '■'^ J 7*'^,^;*. »-r^y '^Tí^ tv '•< .-.WF':- l’¿J)ii^'(;<í|j''*'Í‘' ífc^ t Y*, rl- ' ' ’W' ’ ^ •- ^^.í'* -H: ’ • ..i:*í''^^-'.t" ■ ‘ ^Kijf.ít.r; .. ■Í^v4'l’' ‘--^ V Í3j t * • ’i- ’ ■ ■■ •i '” •’ti ■^•-'^ t í V-i^ ';*- \::é , •< * i. - t A \ . ■ ■■' ’M^tr ^5- '.y' < ■íVjj •,> ■;! í-f-’,p. ■ é- Y>V -■’ '- , M - -'i ■ ■ • .. ;ri Vi ,■ f ^ • ^ '■% * n'li *■' . - »,f.t ít- *íi-'X- 'f^ ^í.i- f^’ ''’“ • k /•• •' ?' ■ ■t‘.r;-^i'' '-'i* -• . I .J <- !* . 4, .. ^ JY-.* ^ . . . ■'*!' • ^il- • ».- V ' r v--' m w ■’^'S . ' - ■4'- V "S^ ^ ' '„ [ ‘‘'■'.I4 lí?l.; í ':- '■} . ' V'-' •-' ■' tiA • ,.f/ *1 . T' r * Ti. "4' ¡..'L''' f ' '‘ '■.’" . ■ , f*' í " r vmi M. v!^ -*“:7 51*;- ^ ’ ■■' , .'í’.W ■ ■ .• ♦’í, '- , ' -TT^ií^^: /, • ■ k ■ I ■ - 1 3 ■ '1*^ J-' •V.'j. ~í[y^ p,^' ,' ,,í i.'íí;. • .* • . á •ir ir ^ . • . '' ■•■ ’ - ► ^ . . , ít ^ ‘ ^ -íí?*'.' _ ^ ; ' ,.:':rv- .r * ' i.-* 1 ' ^ !'Xí,í - “ V 'Ji ^ .■: •’'* * '.1 »-' '->••. a • .' . T0. m "XÍ:'i , ‘ . ■ ' i fj ■i" vrv k • ' ;'>’' •' “ •>; ,*•.■, ■» f J -i V ' '"•.i ^ .. ’ív?-* -e 'A,' ■ ■'■•- -á • •■♦ f- i r .V/'.*,- ^ -y'.-.. 'f- -V 4' ,í.*;.'4.i. W - '■'•■ »■■■• .' -V..., * ’ V;^ . *«S^^ * * • í * -. ■.. ■„:U , - • í- s y *■' '■* ■. • f-y . Pl ^ . ■ :>: ^ •’. • Y» ', ‘ * I f.-' .>'-.y. .' Z ^ .i, . • - ■ -■i..'^ • ■■' f-'F ’ ••:{ , ,. - .^.A V i.: * ^ ^ ' 1 >' , ..'1 * . ,' ■i. v\ ■;,. ■ -■■_ I •Jmr, ' * rt V' u ■ "’• ’■ i-J ,i'-»í‘!•( ^ '4-^ • ,_ » * 1 1* . , ’ ■ ‘ . ..•' Vi ! ■■ •■"•; ■ • - * ■’if • ^ -I ,. t ’m'^ 'is*s. • ;f. 5 • ' * l , •< ,f , í « . - . ;■-■ í.'* x:" ' . . l íj :'■ ■' -■ i -!•■ - ’ I ■ 4^ ‘i:* i .. i ^ i ¿Y r • ., - r -vi-*, í t--' ^■•• |4 • ■' x.*’. '■ily- .,,_ - ■ V. '' 4 ^ .'.'VP' ■ ,1. , Jfí Ci - -«.W'/r * 4* '., r. , ■ '..A Etica, Metafísica, Aritmética, Algebra, Analogía, Análisis y Geometría, para cursar las Giencias Físicas, vino a. este Colegio. Fué aprobado en la Osteología ■£n 1810. En Miología en 18 de abril de 1812. En visceras el 27 de iunio del mismo año. En vasos en noviembre de id. y en nervios en setiembre de id. y para continuar se recibió de colegial en c:l día 27 de mayo de 1813, como consta de los documentos n. 12 legajo B.” (Libro de Matrícula del Real Colegio de Medicina de San Fernando de Lima, 1808 a 1817, p. 16 v.).j El año de 1813, en 12 de junio, en compañía de los colegiales -Juan Yásquez y Manuel E s p i n a r, y bajo la presi_ dencia deLmaestro D. José Pe¬ queño, rindió A g o i s en la U- niversidañ de San Marcos un examen público de Anatomía, Fisiología e Histo¬ ria Natural que fué dedicado al Virrey. El año de 1814, ejerciendo ya la profe_ sión de 'Cirujano, fué recomendado por • el Tribunal del Protom.edicato como ci¬ rujano del “Regimiento de Talavera”, que, al mando del Teniente Coronel D. Vicente González, debía mar¬ char ese año al Cuzco. El Dr . A g o i s fué, más tarde miembro de la ^‘Academia Lauretana de Ciencias y Ar tes” estable¬ cida en la ciudad de Arequipa el año 1 82 1 . 1 Según el doctor Eguigurcn realistas prominentes del Cuzco, Arequi¬ pa, Puno y Huamanga en la Revolución (‘‘Catábgo histórico de los patriotas y de 1814 - 1815”, en “La Prensa”, julio de 1914 ) el doctor A g o i s había si¬ do también cirujano del Regimiento “Ca¬ zadores de Extremadura”. AGRAVACaOlM _ (F, 1.) — Térmi¬ no familiarmente empleado para desig- r.ar la evolución fatal de la enfermedad: el enfermo se agrava cuando lejos de reaccionar favorablemente, se aproxima a su termjnación fatal. Epoca presente . AGRAVANTES _ (Legislac. 1 _ *Tit. 3?: De las circunstancias que agra¬ van la responsabilidad criminal. Art . 10: Son circunstancias agravantes: D. Cometer el delito contra la persona de un ascendiente, o la de un superior que respecto del delincuente ejerza autori¬ dad leg'tima: 2? Ejecutarlo con detenida premieditación o alevosía: 3?^ Perpetrar., lo por recompensa prometida o por pre¬ cio recibido: 4‘? Aumentar deliberada¬ mente el mal del delito con daños inne¬ cesarios a su ejecución: 5? Agregar el escarnio y la ignominia a los efectos na¬ turales del delito: 6? Ejecutarlo por me¬ dio de inundación, incendio, veneno, ex_ plosión o ruina: 7^. Cometerlo aprove¬ chando de los conflictos de naufragio, terremoto, tumulto popular u otra caJa- midad o desgraeia: 8^ Cometerlo abu¬ sando de la autoridad o influencia qite ■el delincuente ejerzai sobre el ofendido, o de la confianza que éste hubiese pues¬ to en aquel: 9^ Ejecutarlo como medio para cometer otro: 10^ Cometerlo va¬ liéndose de la cooperación de otras per¬ sonas, para asegurar su ejecución, o proporcionarse ■ impunidad : ID Ejecu¬ tarlo de noche, en despoblado en los ca_ m.inos o en la morada del ofendido: 12?' ometerlo en lugar sagrado o en el que la autoridad este ejerciendo sus funcio¬ nes: 13i^ Ejecutarlo incurriendo en gra¬ ve ingratitud para con el ofendido, o contra personas que merezcan respeto y consideraciones por su dignidad, sexo, edad, estado de salud, o debilidad físi¬ ca. 14^ Ser el culpable reincidente en delito de la misma naturaleza, o cou- suetudinar’o, aunque' sea en otros de d.iversa.s especie. (C. P.) AGRAZ — (Mat. Med) _ El a- graz fué empleado como astringente en la forma de enemas, para combatir la diarrea. Lo fué, asimismo, en el tra^ tamienío de los flujos “naturales de la mujer” y en el de la hemopotisis, en cuyo caso era administrada una solu¬ ción muy dilu'da de agraz . Estabai for¬ malmente contraindicado en los episo¬ dios febriles de 'las enfermedades; pues se creía que encendía la fiebre . Este agraz es, como se sabe, el zumo o jugo que se exprime de la uva verde o a me¬ dio madurar, acepción que trae D O- m í n r u e z (Diccionario) ; pero Alcedo, consigna, con este nombre de agraz una especie vegetal de la cual dice lo siguiente: “A graz o Co¬ lorado Bejuco y planta de la pro¬ vincia de San Juan de los TJ.anos en el Nuevo Reino de Granada; se creía, parti¬ cularmente en el pueblo de Macuro; cor- lando un pedazo de él y soplando por un 'extremo sale por otro una porción de agua que, por repetidas experiencias he¬ chas, es un colirio de singular virtud pa- rai las enfermedades de los ojos, disi¬ pando las nubes y catatratas y aclarando la vista” . AGREDA LEOI^OR C. — Alumna _ (Biog.) — N. Callao, 1899, de Emilio y María E.| Se inscribió en la matricula de í’armacia de^la Facultad de Medicina, de Lima el año de 1917. AGUA — (F. 1.) — “Keshua: Unu (Cuzco), Yacu (Ayacucho) (Vocab. PoLíg.) Aymará: Urna (Vocah. Po- lig.).| Leyendas: Los indios del pue¬ blo de Incahuasi (departamento y pro¬ vincia de Lambayeque) “creen que no se puede sacar agua de la laguna (de Yanahuanca, para irrigar sus chacras sin que ésta se embravezca y la natura¬ leza entre en revolución, desencade¬ nándose vientos muy fuertes en la cor¬ dillera y cayendo rayos para castigar el atrevimiento dc’ los hombres” . | Tam¬ bién los indios de Incahuasi, de Can_ chachala, etc., ‘^cuando la estación es muy seca y no llueve desde mucho tiem¬ po y de consiguiente sus sembríos se están perdiendo, bajan a la costa con odres y dirigiéndose hasta el puerto de San José, los llenan con agua de mar^ que llevan hasta su tierra y la despa¬ rraman con ceremonia en sus jterrenos donde quieren que llueva. Para hacer que llueva también tienen la costumhre de quemar los pastos, lo que hace que entonces se vean fogatas, por todas par¬ tes” (R a i m o n di: Itinerario de Viajes”, Bol. Soc. Geog. Lima, 1901, p. 53) .| Los indígenas de la provin. cia de Canta del departamento de Lima para favorecer la lluvia en “años se¬ cos”, riegan con agua de mar y de la cordillera de “La Viuda” la cumbre del más alto cerro del pueblo de Viscas, pa¬ ra lo que transportan un barril mediano con cada una de dichas aguas . | Los conibos dicen que “meóse Dios, y de aquí procedió el diluvio que inundó la tierra, viniendo las aguas a parar al ücayali (Alcántara Tomas).] Aplicaciones: Como secreto para comba¬ tir el hipo recomiendan: tomar con mucha calma un vaso de agua (lea) ; tomar el a- agua de un vaso y voltear en seguida cl vaso sobre la mesa (Pallasca) ; tomar el agua de un vaso levantando éste en alto e inclinándolo de modo que' el a- vgua se cuele por capilaridad y recibien¬ do el agua que gotea por el fondo del vaso (Arequipa). Arrojarle al paciente agua fría de manera de asustarle (Huan„ cayo) .] Como secretos contra el insom¬ nio recomiendan: lavarse la cabeza con agua fría antes de acostarse (Lima) ; tomar espuma de agua de río, recogida muy de mañana antes que los rayos so¬ lares hayan caódo sobre ella (Sicuaní) ; poner un vaso con agua en la mesa de noche Arequipa).] Como secreto para combatir la enuresis nocturna de los ni¬ ños, se recomienda darle un baño de a„ gua fría a media noche (Pachacamac) .] Como secreto para que las criaturas ha¬ blen prontamente, se aconseja hacerles beber agua en un dedal (Departamentos del Norte) ; los pediluvios son recomen¬ dados para combatir la jaqueca (Are¬ quipa) ; el agua llamada “mascada” (entibiada en la cavidad oral) es verti_ da en el conducto auditivo externo co¬ mo tratamiento de las otalgias (Lima y departamentos del Norte) ; los baños de agua fría, son recomendados para com¬ batir los adormecimientos (Jauja) y las aplicaciones de agua fría a la cabeza para combatir la epíxtasis (Huancayo) .] Otro secreto contra el hipo: tomar tres “tragos” de agua; introducir las manos en agua caliente C-^requipa) ; tomar di¬ chos tres tragos de agua y provocar un estornudo por medio del rapé (Cuzco) . El agua de mar es tomada por copitas en el tratamiento de la clorosis y de la anemia (Chorrillos) ; los baños de agua fr^a antes de la salida del Sol son utili zados en el tratamiento de las ade¬ nitis inguinales (Ayacucho) ; como ‘“secreto” en la curación de los tic¬ tes (verrugas) se recomTnda fric¬ cionarlos con espuma de agua de río antes de que el sol salga (Pachacamac) o agua estancada en descomposición,,- (Huacho) . Se dice que el vapor de a- gua recibido por largo rato sobre las manos suprime .el sudor de éstas (Arequipa) . para expulsar las piedras- del hígado (cálculos biliares) se toma agua helada-, en las montañas. Contra ei llamado “reuma de siete cueros” se 52) recomienda aplicaciones alternadas de agua tr.a y caliente. (^ aldizán- M a I d o n a d o) || El agua, como todos los agentes naturales, ha sido in_ culpada por el vulgo de la producción de varias enfermedades, singularmente de algunas enfermedades de la piel. El origen hídrico del bocio, del paludismo, de la enfermedad de Camón, son muy antiguos conceptos de nuestro vulgo . Este mismo atribuye a los baños cier¬ tas dermatosis, declarando, en estos ca¬ sos, que el baño ha: “movido los humo¬ res"; también atribuye el vulgo ciertos hechos de insuficiencia endocrina, pre- rentemente ovárica, a la acción nociva ejercida por los baños sobre tales órga¬ nos cuando han sido torneados por muje¬ res que hacían su período catamenial. AGUA ATEñüEWSE _ (F . 1.) _ •Por los años de 1888 estuvo muy en boga entre los vecinos de Lima una lo¬ ción para el cabello conocida con este nombre de “Agua ateniense” y cuya preparación, como era naiiural, se man_ tenía en el mayor secreto. Anuncios y muy numerosos de esta agua ateniense se encuentran en los periódicos y revis¬ tas editadas en Lima por aquel enton¬ ces. (‘‘El Perú Ilustrado” Lima, 1888, por ejemplo'! . AGUACATE — (Bot.) _ A^er la palabra: “Palto”. Aguacate AGUA DE LimA _ (Hidrol.) _ El agua de Lima ha sido objeto de es¬ tudios que datan de la época colonial , La Ciudad de los Reyes, en dicha época, disfrutaba del doloroso privilegio de una aterradora frecuencia de las ‘‘cámaras de sangre”, nombre con el cual eran co_ nocidas las disenterúas y las enterorra- gias de diversa naturaleza. Desde aquel entonces se atribuía la frecuencia de es¬ tas y otras enfermedades a las malas ca¬ lidades del agua de bebida, así como al hecho de carecer la ciudad de un servicl(? de alcantarillado. Han escrito acerca del aigua de Lima los siguientes autores: a) — 1611, el doctor IM a t í a s d e P o r r e s; b) — 1759, el dojctor Cosme Bueno: “Disertación fí¬ sico experimental sobre la naturaleza del agua y sus propiedades”; c) — 1805, U n a n u e: “Observaciones sobre el clima de Lima”; d) — En los últimos años del siglo XYIII un autor anó¬ nimo hizo también alusión a las m:a.l.as calidades del agua de Lima en un folleto cuyo análisis bibliográfico hemos hecho en nuestros arCculos del tí¬ tulo “Módicos de la Colonia” publicados en “Gaceta de los Hospitales” de Lima, 1910. ¡I Con posterioridad a estos auto¬ res, los estudios más importante relati¬ vos al agua de Lima han sido los si¬ guientes: e) — A n t o n i o Rai¬ mo n d i: “Aguas potables de Lima”, 1874 (Damos esta, fecha, aun cuando La de su publicación en los “Anales de la Escuela de Construcciones Civiles y de IMinas” sea la de 1884; porque el pro¬ fesor R a i rn o n d i afirma que di¬ chos estudios databan del año de 1856 y que en el año de 1874 había realizado análisis especiales de dichas aguas; f). _ Í884, Manuel E. V e g ae “A_ gu.a potable de Lima”, tesis inédita del bachillerato en Medicina; g) — 1887, José .'Vnselmo délos Ríos “El agua potable de Lima”, informe a la Alcaldía l\íunicipal de Lima, en "Moni¬ tor .Médico” (Lima, 1887) y 'tn “Ga¬ ceta Científica,” (Lima, vol. Til) ; 1889^ Ricardo L. F 1 ó r e z; ‘CVnálisis microbióilico del aire y aguas de Lima y sus alrededores”, conf. en la Sociedad Médica “Unión Fernandina”; i) _ R a- m ó n E. R i b e y r o: “El análisis bacteriológico de las aguas”; estudio de las de Lima, tesis del bachillerato en Me- dicina (“Anales Universitarios del Pe. íú”, Lima, vol. XXX, 1902); j) — 1904, Garlos Alberto Gar_ cía: “Análisis químico del agua pota¬ ble de Lima”, informe preliminar, (Cró¬ nica Médica, Lima, 1904) ; 1) — M a. nuel O. Tamayo: ‘‘Caracteres bacteriológicos del agua potable de Li- m.a” (Crónica Médica”, Lima 1904) ; m) — 1906, Aven daño Leoni- d as; “Saneamiento del agua potable de Lim.a”, informe a la Academia Nacio¬ nal de Medicina, en colaboración con los doctores Ma nuel A.Velás- quez y Francisco B.Agua y o; n) — “Agua potable de Lim.a”, in¬ forme a la Junta Superior de Sanidad, por los doctores Julio Becerra, Manuel R . Arto 1 a, A. B e- nites y E. Guzmán y Va_ lle;o) — 1913, Julián Arce: ‘“El agua potable de Lima”, en “Cróni¬ ca Médica,” Lima. .|| Síntesis químico bacteriológico: “B — Desde el punto de vista qurmico las agua analizadas pue¬ den calificarse de potables y apropiadas para los usos domésticos. La potabili¬ dad química puede desaparecer en un momento dado por la facilidad de conta¬ minación; 29, — El agua del río de Sur¬ co es muy rica en gérmenes, muchos de los cuales pertenecen al grupo tifocoli. Ha sido posible aislla.ir gérmenes de este grupo en cantidades de agua que no llega ban a 5 cent, cúbicos; 3? — El agua del manantial de la Gaja Real contiene ba¬ cilos coli y slmiltíficos. Los hemos en¬ contrado relativamente abundantes en un volumen de agua superior a dos litros. No ha s’do posible aislarlos en pequeñas cantidades (sembrío de un centímetro cúbico de agua en caldo ácido de Pciriet- ti) ; 49: Las aguas de las galerías, excep¬ to de las que proceden de Santa Rosa y Centra], contienen igualmente gérmenes del grupo tifo coli; pero para aislarlos hemos lasado volúmenes mayores de dos litros . Varios de los gérmenes encontra¬ dos han sido verdaderos colibacilos, con todos sus caracteres clásicos. Otros han- se acercado, más o menos al tipo modelo, distinguiéndose por algún o algunos ca- Tacteres, especialmente su no aglutina¬ ción por un suero anti coli . En resumen, en la mayoría de las aguas usadas co¬ mo potables en Lima se encuentran coli¬ bacilos que en algunas están acom’^--'’. do 3 de bacilos slmiltíficos. . .En síntesis, desde el punto de vista higiénico, puede concluirse: B El agua de las galerías filtrantes y de la Caja Real es potable, pero está constantemente expuesta a de¬ jar de serlo accidentalmente por su im¬ perfecta protección contra las contamina¬ ciones. 2". El, agua del r'o de Surco y todas las mezclas en que tome parte no son potables, desde el punto de vista bac¬ teriológico y merecen el nombre de tifó_ genas, no porque en ellas sea posible encontrar siempre el bacilo tifico clási¬ co, sino dando a ese vocablo su moderna acepción higiénica;, puesto que la fisono¬ mía microbiana de esas aguas es la de las que generalmente ocasionan epide¬ mias de fiebre tifoidea” ( IM a n u e 1 O. Tamayo: ‘‘El agua potable de Lima”, en “Crónica Médica”, Lima, 1904:. p. 333) . AGUA del SOGORHO — (Hist.) _ ¡Hará unos quince años (1923) que se expende en las botica.s y droguerías de Lima un preparado de este nombre, recomendado por sus autores como espe¬ cífico de las más variadas afecciones: es recomendada en el tratamiento del llamado “mal interior”, nombre con el cual se conocen muchas ginecopaUas de la más varia naturaleza. Lo es. asimis¬ mo, en el tratamiento de todas aquellas afecciones que reclaman una acción cica¬ trizante. Se traía de una asociación de diversas substancias, astringentes en su mayor parte. AGUAiLLyi¥?AÍ^ITU — (Bot. '> Nombre con que es conocido el Capulí ‘‘Physalis peruviara, L” . Ver las pala¬ bras Capulí y Aguaimantu. AGÜAIMAWTU _ (Bot. ) — “P h y salís peruviana, L . ” Sinoni¬ mia: Aguaimantu. — Pilanta a- nual de tallo herbáceo muy ramoso, cu¬ bierto de vellos; hojas ligeramente ala¬ das, acorazonadas de limbo entero o si¬ nuosas y dentadas; cáliz con cinco lóbu¬ los, corola rotácea ligeramente campanu- lada con cinco lóbulos agudos y cinco nectarios en su fondo que segregan un líquido color sangre; estambres, cinco extrorsos, tres mayores oue los dos res¬ tantes e inclusos; flores blancas; el fru- 54) 10 es una baya redondeada de color ama¬ rillo al principio y rojo al llegar a su completa madurez . | F.lnrece len diciem¬ bre y enero . I Area geográfica: Perú y Poliivia _ Región: Crece silvestre en las quebradas de todo el departamento del Cuzco (3350 metros) .| Aplicaciones: Sus bayas son de sabor agradable y sus flores se administran en infusión a las mujeres parturientas’’ (Fortunato ]. . Herrera: “Contribución a ,!,a Flora del Departamento del Cuzco,” Cuzco, 1921, p. 164.) Ver la palabra Capulí” . AGUAJE _ (Bot.) — “M a u r i _ lia flexuosa, L.” — 'S i n o n i- m i a: Aguaje — Tallo inerme más grueso que en el “IM a u r i t i a v i n i- f le r a” (Palma real) tiene los frondes iguales al vinifera, pero más robustas, y las pinnas grandes, crispas, más nume¬ rosas y más bellas; espádices de dos a tres metros, bp.ya aovada sub globosa _ Area geográfica: Colombia, Perú (de¬ partamentos de San Martín y Madre de Dios) — Región: Crece en los lugares inundados; en la provincia de Paucartam bo, en el valle de Ckosñipata. — Aplica_ ciones: Sus frutos, después de cocidos son empleados como alimenticios Por incisión del tronco se obtiene un líqui¬ do azucarado que puede fermentar y producir una bebida a’.cohólica; del ta¬ llo se extrae por precipitación una mate¬ ria amilácea que se usa a manera de harina,- come.stible” (Fortunato L. Herrera: “Contribución a la Flora del Departamento del Cuzco”. Cuzco, 1921, p. 47). AGUARRAZ — (F. 1 . — Nombre vulgar dado a la esencia de trementina. AGUARRiCA — (F. I.) _ “Nom_ bre genérico de toda agua de olor en el Reyno del Perú: regularmente entra en todas el ámbar y se usa para mojar la ropa, para echar en algunos manjares y sobre todo para llenar unos vasos esfé¬ ricos de plata con respiraderos que se ponen sobre braceritos en todas las fun¬ ciones de Iglesia y exhalan una fragan¬ cia sumamente agradable, cuya práctica es general en la América Meridional y por esto es increíble la que se ga.eta” _ El término y el producto al cual corres_ ponde, ambos citados por el prolijo A 1- € e d o (Diccionario i han pasado a la categorCa del recuerdo histórico. AGUAS MEDICINALES _ (Farra.) _ Las aguas medicinales que emplearon los prácticos de la época colonial fueron numer jsísim 13 . Muchas de ellas, a no dudarlo, correspondieron a las tisanas, a- pocemas, limonadas y aguas miedicamven- ^ tosas que la moderna Farmacia clasifica entre los hidrolados; pero no pocas de aquellas que los boticarios peruanos de la época colonia j lU marón aguas medi¬ cinales, debieron ser así llamadas injus¬ tamente. Las aguas medicinales que he_ mos hallado más frecuentemente citadas por nuestros prácticos, son las que si¬ guen: a) — A g u a la g u p s a de L o X a. Debió ser una solución acuo¬ sa de quina; pues, tanto en el Perú co¬ mo en el extranjero, se pensó, durante algún tiempo, que la quina sólo se pro¬ ducía en Lo ja y de Loja tomó su nom¬ bre para muchos autores; b) — Agua d le B r i o n i a; c) — Agua de cap, d) — A gua de Achico¬ ria; e ) — A gua celeste f ) A- gua cordial destilada; g) — A gua del Carmen de pa¬ rir. Esta última parece tener un ori¬ gen más francamente criollo, aún cuando en las viejas farmacopeas extranjeras no faltan aguas que tomando la advocación de tal o cual santo, estaban confecciona¬ das con el objeto de favorecer a la mu¬ jer en el acto del alumbramiento; h) — Agua dorada; i) Agua de Fumaria; j ) Agua f a g e d é - nica>; l)Agua de manzani- lla;m)Agua de mil flores. Esta agua de mil flores no tiene un ori¬ gen criollo; producto de la> destilación de la orina y excretos de la vaca tomados en la época en que florecen los pastos, esta agua de mil flores fué usada también en Europa (Bégin et Boisseau: ‘^Dictio- nnaire”, París, 1823) ; ni _ Agua p o 1 i c r e s t a, citada, entre otros au¬ tores peruanos, por el Dr. U n a n u e en sus “Observaciones sobre el clima de Lima”; o) — A gua de la reina de Hungría;p) — Agua de S a n d í a ; q ) — A g u' a de San B o r j a ; r i — A gua t e r i a- d a 1 . Estia última era, probablemente, aquella agua obtenida por contacto más o menos prolongado die la dicha agua con l,a te_ ria.a magna, que alcanzaba, en aquel entonces, precios hoy sólo comparables a los que alcanza el radio y cuya pose- s ón era un orgullo para toda Botica me¬ dianamente surt'da.; s) — A g u a v u L n e r a r i a ; t ) — Agua de c a- n e 1 a; -u) — A gua histérica. En ¡a actualidad las aguas medicinales oue de miayor popularidad disfrutan son: el agua de azahar, el aigua de meliza, el agua sedativa (loción amoniacal alcanfo¬ rada) . DEL PERU _ (TEbl.) — lían escrito en el Perú, a- cerca de este argumento los autores que a continuación se indica:: 1 . — _H a*e n c k e. T a d e o _ Des¬ cripción y análisis de las aguas de Yu- ra (1796) — En BoleYn de la Socie¬ dad Geográfica de Lima, 2'\ trimestre 1908. 2 _ R i V e r o y U s t a r i z, Mariano Eduardo (1827). — Colección de Memiorias Científicas. _ Bruselas 1875. . 3 _ A d r i a z o 1 a y A r v e, J. M . — Reflexiones médicas sobre el a_ ráh'sis de las aguas de Yurai. — En Co¬ lección de Memorias Científicas cit. 4 - Vargas, Ju a n Manuel. — Observaciones y anotaciones sobre las aguas de Yura _ En Colección de IMemorias Científicas cit. 5 . — D ungías, Pedro D. (1849) .- — Monografías de las aguas de Yura y de Jesús en Arequipa.. 6. — R a i m o n d, i, A n t o n i o. — “El Perú”.— Tom. IV _ Lima. 7 . — E b o I i J., A r o s e m e n a M. y U 1 1 o a J. G _ Informe de la “Comisión exploradora de las aguas minerales de lea” (1861). En Gaceta Médica de Lima, Tomo. V.' 105. — En GeograEa del Perú por IMateo Paz Soldán,, tom. B, página 569 _ Paris 1862. 8 - Valdivia, Juan Gual- b e r t o.- — ?vranual para los Bañantes en las aguas termales de Yura y de Je_ sús . — Arequipa 1872. 9 _ P érez Araníbar A. — Aguas minerales del Perú y sus aplica¬ ciones médicas. — Lima, 1883. 10. — ^ A" e g a, Manuel M - Agua potabiie de Lima. 11. _Valentini G - El agua mineral del Tingo en el tratamiento de' la litiasis biliar. — Lima, 1889. 12. — Bedoya, Lucian o - Análisis de la.s aguas de Yura y de Je¬ sús. En Arequipa por Jorge P o- 1 a r _ Arequipa. 13 _ E s c o m e 1 E.— -El pozo Nuevo del Fierro de Alura - Arequipa, 1905. 1 4 . — E s c o m e 1 E - La Hidro¬ terapia en Arequipa. En ‘‘El Pueblo”, — Arequipa, 1905. 15 Es c o m e l E Hidrotera¬ pia y clima de ^Arequipa.. En Arequipa ct sa phisionomie médicale climaterique, _ Parí.:. 1905. 16 . — E s c o m e 1 E. — El Balnea¬ rio de Jesús en Arequipa. — Arequipa 1912 (opúsculo) . 1 7 Es c o m e 1 E El Balnea¬ rio de Yura. en Arequipa. — Arequipa 1912 (opósculo) . 18. — E s c o m el E - Las aguas de AMra y el temblor del 6 de Agosto de 1913. — En “El Pueblo” Arequipa 1914. 1 9 _ E s c o m e 1 E . — El Balnea¬ rio de Jecús. _ En el Tomo IX del A" Congreso Médico Latino Americano (6^ Pan- americano) Lima 1914. 20 _ E s c o me 1 E. — Las Ter¬ mas de Yura _ En Tomo IX del AC Con¬ greso Médico Latino Americano (6° Pan americano) Lima 1914. 21. — AI o s t a j o . Benjamín. _ Estudio sobre la Composición quími¬ ca de las aguas Term.ales del Tingo en Casapalca. — Lima 1907. 22. — T amayo, Alanuel O. _ G a r c í a, C Alberto - La La¬ guna de Huacachina. Lima, 1908. 23. — A' e 1 á s q u e z, P r o f . AI. A. — ^Aguas Alinerales de Casapalca. _ Lima, 1908. 2 4 _ A'aldez de \ s Torre C. — Contribución al estudio de las a- guas Termominerales de Acaya. Lima, 1911. 25 . — P o z z i — E s c o t AL AI . _ -Análisis de las aguas de Huacaehina. I.ima . 2G. — M a r t e n s S - Análisis de ’as aguas de Socosani, — En Nación’' de Lima N® 88 - Año 1913. 27 _ C o r a z a o, M . — Las aguas seletinosas del Cuzco - Cuzco. 28. — Catfor d _ Análisis del a- gua de Yumina _ Arequipa. 29 _ L> o e m e n s. — ^Análisis del agua de Yumina. — ^Arequipa. 30. — Campbell. B - Análisis !,as aguas minerales de Casapalca. 31. — Gilbert, H _ ^Análisis de del agua de Yumina. ^ — Arequipa, 32 _ M e i 1 1 i e r e, M . — Análi¬ sis del agua del 'Fiticaca (Publicacio¬ nes de la Comisión Crequi de Mon_ fcrt) . 33. — M a 1 d o n a d o, A - Piri¬ ta de hierro depositada en el pozo lla_ mado Tigre. Yura _ Vrequipa. Tom . IX de las Actas y Ttrabajos del V. Con¬ greso Médico Latino Americano, — Li¬ ma 1914. 34 _ M a 1 d o n a d o, A. — Sulfa¬ to de hierro, aluminio, etc, en Yura - Arequipa.— -Tom.o IX. Act. yTrab. cit. 35. — MaMonado, A. — Boratos - Tomo IX. Act. y Trab. cit. 36 - Maldonado, A - Petri¬ ficaciones, eflorescencias, etc., de los alrededores de Jesús. Arequipa.- LX . Act. y Trab. cit. 37. — M a 1 d o n a d o, A. -Tomo -Flora y Fauna de las aguas minerales de So- cosani . Arequipa, En “La Crónica Mé_ ijiica” Lima 624 _ 1915. 38. — Maldonado, A _ Las [Termas de Soco.sani. — Lima 1915. 39 _ Maldonado, A _ Aná- isis del agua del Lago Titicaca _ En ‘Revista Universitaria” de Lima _ uc. ubre de 1915. 1 40. — Maldonado, A _ Análi. is del agua Mineral de Tacamani (Pu¬ to) En ‘‘Revista Universitaria” cit. 41 - Maldonado. A _ So ore a pirita de hierro que se deposita en el ^gua sulfurosa del “Hotel” en Yura _ (lepósito formado en la fisura termal diel )'pozo llamado Végeto en Yura _ Pirita lie hierro depositada en los pozos llama. í'Os: Senultura t S . A. DpsppíVe íios; Sepultura (S. A. N: «OPUXTIA 1 1 A H .\C K KAN A » (Al USEO R AlMONDl) fo expresamos, dicen que en nuestras sierras lo utilizan “para los hechizos en las libaciones de licor, lo tiñen con airampo porque el achachüv o los dio¬ ses a los que se invoca para que sur¬ tan sus malléficos, así les oye mejor”; es útil para colorear los bulbos de la ce¬ bolla. (Allium cepa), los ponches y al_ gunos frescos; en la escarlata dicen que es bueno en mate con cebada; en la tintorería también tienen sus aplicacio¬ nes _ Su uso es muy frecuente en la guas, jarabes, vinos, glicerolades, algu„ ñas soluciones a.lcohólicas etc. — Apli- cación en La histología: por primera vez se hablaba en Europa de La. aplicación del a'rampo en la histología el G de marzo de 1908, en que el doctor E d - mundo P1 s c o m e 1 presentó una irrportante nota a la Sociedad Anatómi. ca de París, acompañada de preparacio¬ nes hecha." con este colorante. — Phl doc¬ tor Escome' L usó en sus estudios preliminares, soluciones acuosas d'e (65 airampo en La que sumergía los cortes histológicos cinco a diez minutos, de¬ bido a la gran colubilidad de este colo¬ rante en el agua. No era posible lavar_ Los con ésta, porque arrastrarla gran parte del colorante: se le llevaba, pues, directamente, al alcohol, para deshi_ d.ratarlo y seguían los demás procedi¬ mientos de montaje. Al observar la pre¬ paración se notaba abundantes prec plta. dos irregulares, los que no podían ser otra cosa que materia gúmica, precipi¬ tada por el alcohol que se utilizó para Ja deshldratación . Hubo necesidad de recurrir a la glicerina para diferenciar los cortes y hace desaparecer los preci¬ pitados. La técnica definitiva que usó el doctor E s c o m e 1 es la siguien¬ te: H - Sumergir los cortes histoló¬ gicos durante cinco a diez minutos en una solución de granos de airampo y agua destilada frescamente preoa.rada; 2° — Verter sobre los cortes algunas go_ tas de glicerina neutra, químicamente pura; renovar si hay necesidad hsiSta Ja completa diferenciación; S-?.— Hacer un primer lavado con alcohol de 90?; 4o. _ Deshidratar al alcohol absolr;to; 5° — Xiloi; 69 — Bálsamo de Canadá y mon¬ taje” — (A n g e 1 M a 1 d o n a d o : ''‘Trabajos cientíifcos”, Lim.a, 1918, p. 29) . AIRE (F. 1.) — El aire es con¬ siderado por nuestro vulgo como respon¬ sable de muchos estados patológicos. Conocido es el temor rayano en verda¬ dera fobia que se tiene a las “corrien_ tes de aire”, a las cuales son atribuidos los más sencillos romadizos y las más graves neumonías; así como el que se tiene de los “golpes de laire”, que son considerados no sólo como agentes pre¬ disponentes sino determinantes de las más graves afecciones del aparato res¬ piratorio, la neumonía y la pleuresía en_ tre ellas. Muchas de las neuritis pe¬ riféricas, aún fuera de las llamadas a frigore,, vienen juzgadas por el vulgo como producidas por la acción del aire. TjOs procesos inflamatorios, antiguamen¬ te llamados “fluxiones”, en eoncepto del vulgo no obedecen a otra causa que a un golpe o una corriente de aire o un “aire colado”, como no obedecen a cau_ sa diversa, siempre en concepto del vulgo, el tortícolis y la parálisis del fa¬ cial. Se constata la presencia de mu¬ chos de estos conceptos en el f o 1 k 1 o r e médico europeo, al mismo al que pertenece la idea de ser el aire el factor etiológico único de las Ínfeccio_ nes puerperales, ingresando en el útero vacío inmediatamente después del alum¬ bramiento. Entre nosotros una de las más injustas inculpaciones morbígenas hechas al aire está constituida por aque. Ta vulgar creencia de ser este agente natural el causante de la gonococia, lle¬ gándose a afirmar que la blenorragia es producida por la mala costumbre de ‘‘orinar contra el aire”), o sea en sen¬ tido contrario al de la corriente domi¬ nante en el momento de la micción. Muchas cefalalgias de diversa naturale¬ za son atribuidas al aire y se conside¬ ra prueba suficiente de este origen la crepitación del azufre al deslizarse so¬ bre la piel de la región frontal adolo¬ rida: se dice entonces que los ruidos crepitantes son producidos por la expul¬ sión que del aire hace el azufre. Los cólicos llamados ventosos han sido con¬ siderados como producidos por excesos de aerofagia y en tales casos se con¬ sidera curado el accidente cuando com¬ parecen el eructo o la expulsión de ga¬ ses por el recto. Entre otras enTerme_ dades que nuestro vulgo ha considera¬ do producidas por el aire, deben ser mencionadas la enfermedad de Garrión, el tifus exantemático y el bocio endé¬ mico. — Véase la palabra: Huaira. AIRE «DOLADO _ (F. 1.) _ Ver la palabra: “Aire”. AIRE — GOLPE DE _ (F. 1.) _ Ver la palabra: “Aire”. AIRE FIJO _ (Terap.) — Con el nombre de “aire fijo” fué conocido de nuestros prácticos de la época colo¬ nial el ox-ldo de carbono. En la, segun¬ da mitad del siglo XVHÍ, cuando se pro¬ curaba el mayor número de curaciones que oponer a los crecientes estragos de la disentería en las colonias americanas de España; cuando los reyes hacían po¬ pularizar recetas consideradas como in¬ falibles en el tratamiento de dicha en¬ fermedad; cuando los médicos discutían con mayor calor la eficacia de los tra- 66) tamientos por ellos recomendados; se introdujo en Lima el tratamiento de la disentería por los enemas de “aire fijo”. El doctor José Manuel V a é s (ver este nombre), escribió en gias, como pretendían los partidarios de tal medicación. ,AIT/ACOPA — (Bot.) — “H e - dyosmum racemosum, G. AiTACdrA. — «Hkdosymon kackmossu.m, G. Don» (Dk Valdizán-AI aluonado) ■^‘iJercurio Peruano” (Lima., 17 93) en contra de la sistemática adopción de este remedio en la terapia de todas las ai- .,sent:cr(''as y aún de todas las enterorra- J)on.| Nombre vulgar: A i t a c o p a | Ap. : En los departamentos de Lima y Huánuco se emplea la infusión al inte rior y la tintura de las hojas tópicamen- ((57 te, en el tratamiento del reumatismo . (Valdizán — Maldonado. La Medicina Popular Peruana, ÍI, 133). | En los establecimientos farmacéuticos de Lima se hallan a la venta, algunos preparados antirreumáticos a base de aitacopa, des¬ tinados unos a uso interno y otros a uso externo, AlZAGA SSfDRO — Enfermero — (Biog.) — Consignamos en este libro- el nombre de este modesto ‘‘Loquero” del Hospital de San Andrés, en Lima, durante el año de 1829, época en la cual sólo existían en Lima, en los hos¬ pitales de Santa Anai y San Andrés, ver¬ daderos “depósitos de alienados” de uno y otro sexo. El nombre de Aizaga lo hemos hallado en la “Guía de Eoras- teros” para el año de 1830 (Lima, 1830.) AJI — (Bot.) — “En las Indias occidentales no se ha topado especería propia, como pimienta, clavo, canela, nuez y genxibre. 'Aunque un herma¬ no nuestro, que peregrinó por diversas y muchais partes contaba que en unos desiertos de la isla de .Jamayca había encontrado unos árboles que daban pi¬ mienta; pero no se sabe que lo sean, ni. hay contratación de ella . Pero la natural sepecería que dió Dios a. las Indias de occidente, es la que en Casti¬ lla llaman Pimienta de las Indias y en Indias, por vocablo general tomado de la primera tierra de Islas que conquis¬ taron, nombran A x i, y -en I-engua del Cuzco se dice Uchú, y en la de México C h i 1 i. Esta es cosa ya bien conocida; y así hay que tratar po¬ co de ella, solo es de saber que cerca de los autiguos indios fué muy precia¬ da y la llevaban a las partes donde no se da, por mercadería importante. No se da en tierras frías como la sierra del Perú; dáse en valles calientes y de re¬ gadío. Hay a X i de diversos colores, verde, colorado y amarillo; hay uno bravo, que llamau c ,a r i b e, que pica y muerde reciamente; otro hay manso y alguno dulce, que se come a bocados. Alguno menudo hay que hue¬ le en la boca como almizcle y es muy bueno. Lo que picai del axi, es las ve¬ nillas y pepita: lo demás no muerde: cómese verde y seco, y molido y entero^ y en la olla y en guisados. Es la prin¬ cipal salsa, y toda la especería de In¬ dias : comido con moderación ayuda al estómago para la digestión; pero si es demasiado, tiene muy ruines efectos, por que de suyo es muy cálido, humo¬ so y penetrativo. Por donde el mucho uso de él en mozos es perjudicial a la salud, mayormente del alma, por que provoca a la sensualidad: y es cosa do-- nosa que con ser esta experiencia tan notoria del fuego que tiene en sí, y que al entrar y al salir dicen que quema, con todo eso quieren algunos, y no po¬ cos, defender que el axi no es cᬠlido sino fresco y bien templado”) Acos¬ ta, ], 236)-. “Es el ají más cálido que la pimienta y acrecenta la gana de- comer, y por eso es tan apetitoso; co¬ mido con moderación y templanzai, ayu¬ da a la digestión. Su polvo hervido con vino y dello echando unas gotas en el oído, quita el dolor causado de intemperie fría o por ventosidad; y así mismo, hervido el polvo con vinagre, quita el dolor de muelas. (Lobo, I, 373, 374). II “Ají (Capsicum) es el pi¬ miento a quien dan este nombre en el Perú y en el Reino de Tierra firme.^ Lo;' hay de muchas especies, figuras y tama.ños, distinguidos con los nombres de Asnahuachos, Conguitos, Pico de páxaro y otros, algunos de ellos de tan activo picante que no se puede sufrir: lo usan tanto en todos los condimentos que nada se come sin ají, y también los guardan adobados en vinagre; en diferentes partes es un ramo de comer¬ cio muy considerable, los más comunes nacen silvestres y sin cultivo: en Nueva-, Eispañai se llaman “Chi^e” (Alcedo:: Diccionario) — “El género Capsicum comprende plantas annuales o perennes, indígenas de las regiones tropicales, es¬ pecialmente de Asia y de América; las hoja.s inferiores son solitarias; las su-- periores gemminadas, o también terna- cas, enteras; las flores de ordinario son-, solitarias, tienen un cáliz persistente, con 5 o 6 dientes agudos o truncados la corola rotácea, de tubo corto, con el limbo hendido en 5 o 6 lóbulos ovales;; los estambres en número de 5 o 6, inser¬ tado? sobre el tubo de la corola; el ova- 68) i'RU'I'OS ' ;• ■■ 'i' :,.S /V.; ^ • J rio con 2, 3 o 4 celdillas, con muchos óvulos; el fruto es una baya poco jugo¬ sa, dilatada, oval, ' oblonda o conoidea, con 2 o 3 celdillas incompletas y mu¬ chas semillas provistas de albumen car¬ noso en que’ se halla el embrión que es principales especies de este género teñe' mos: El G, a n n u m o Ají iargo, de ralla herbácea, hojas el'pticais u ova¬ les enteras; los frutos son de forma có¬ nica. oblonga y de un color rojo brillan¬ te, casi siempre pendientes! Esta es^ Ají.— Frutos de «Carsicum .wxum, L.» (De Valdizán-M.m.don.-vdo) periférico. Este género comprende un gran número de especies cuyos frutos conocidos con el nombre vulgar de ají son de un sabor acre y más o menos picante debido a la existencia en ellos de un principio llamado Gapsicina, quie le dá propiedades excitantes. Entre las pecie indígena de la india se cultiva hoy en todas partes para obtener el fru. to quie se usa como condimento y que la medicina emplea como un estimulan¬ te poderoso en ciertas fiebres graves. El G. f r u t e s c e n s, conocido con el nombre de ají arnaucho es otra espe' (69 £Íe que tiene la talla de una mata dere¬ cha, con hojas ovales enteras; flores axilares con un cáliz de cinco dientes, la corola blanca, hendida, con 5 lóbu¬ los lanceolados, el fruto de forma oval, oblonga, bilocular de color rojo, ro_ deado en su base por eil cáliz; estos fritos gozan de las mismas propieda. des que los de la especie precedente^. El G. p u b e s c e n s, llamado Ají de Cayena y entre nosotros Rocoto, €s otra especie cultivada en e: Perú de tallo nudoso, con hojas enteras o- vales, las flores solitarias; la corola co¬ lor violado, con los lóbulos aguaos; el fruto de forma globosa redondeado, de un color verde amarillento . Esta A]í.— RÉrKKSRNTAClÓX DKL Ají EN UN CERÁMICO CHIMÉ ( M USEO ARQUEOLÓGICO «VÍCTOR Lauco Herkera») especie se emplea lo mismo que las precedentes. El G. 1 u t e u m, es otra especie indígena de la India, su tallo tiene uno o dos pies de altura ra¬ moso, las hojas elípticas u oblongo o- vales, las flores solitarias, con la co¬ rola pequeña, blanca con 5 o 6 lóbu¬ los lanceolados; el fruto de forma ova’, elíptica, de un color amarillo muy vivo. Esta especie es conocida en 'Europa .especialmente con el nombre de Ají de Vrozambique y goza de las mismas propiedades que las precedentes. El G . s p h a e r i c u m. es otra es - pecie de talla mediana, derecha, con ramos dicotomos angulosos, hojas o- blongas lanceoladas u oblongo ova¬ les, cáliz con 5 o 6 dientes, corola blanca, fruto del mismo tamaño y co¬ lor OLie la cereza” (G o 1 u n g a; Bo_ tánica, 11, 351) — Entre las varieda¬ des peruanas de Gapsicum, del G a p _ sicum pubescen s, cita H e r r e r a (Gontribución a la Flora del De¬ partamento del Guzco, Guzco 1921) las siguientes: M a r a t i, G h i n - chi-'ucho o Ghinicha-uciio, cultivado en la provincia de Gonven- ción, valle de Santa Ana; el Quiton-- -q u i t o n, cultivado 'en la provincia de Quisplcanchi, valles de Marcapata, y en la provincia de Gonvención, valle de Santa Ana; el P i r i s, cultivado en los mismos vaP-es y el ucascca- - p u p u '(en dialecto campa » e m- p i r i) cultivado en la provincia de Gonverción y procedente del Bajo U_ rubamba.ll (Terap.) — “No tenía la máo remota idea de que el aji puaiera ser bueno en las disenterías y la ‘pri¬ mera vez que le v: aplicar tuve una sorpresa no excenta de espanto, pues a primera vista me pareció una mons. truosidad incalificable. Ya pueden fi¬ gurarse cual no sería mi asombro cuan¬ do palpé sus buenos efectos; sin embar- g'j no me di por vencido, hasta que en numerosos y variados casos siem¬ pre d ó el m'smo resultado. "El ají usado por los indios con este objeto es el llamado rocoto (rocot-uchu) (Gapsicum pubescens) siendo todos los enfermos que he visto sanar indios a- t^cados de 'disentería crónica esencial, sin fiebre, ni s'ntomas inflamatorios. Nunca he sabido que haya sido^ pro¬ pinado en la inflamatoria. Según la mayor o menor costumbre y facilidad con que el paciente comía ‘y soporta¬ ba los rocotos, así ha sido el núme¬ ro de ajíes que los he visto tomar to¬ dos los días, tanto en ayunas como con 'los alimentos. La mejoría ha^ si¬ do en muchos casos casi instantánea y en otros se ha hecho esperar por va¬ rios días; pero cuando no ha surtido su efecto en los tres primeros, ha ‘si¬ do abandonado, no ouedo decir si con razón o sin ella. Gomo es natural he buscado en las obras relativas a. la 'ma¬ teria lo que había sobre el particular, y ha sido muy poco, más bien casi na- 70) da, lo que he podido necontrar. D o r _ V a u 1 t dice que los árabes dan lel Gap- sicum como antidisentérico; pero de esta indicación general no pasa; G a- r 'r o d lo recomienda contra las dia¬ rreas; y otro autor, también inglés, Sydney Ringer, escribe lo mismo, que es muy usado en las dia¬ rreas, tales como las que sobrevienen en los meses calurosos del año. Y por último los hemeopatas lo prescri¬ ben en la disentería hace mucho tiem¬ po. ¿Más cómo explicar la acción del Capsicum en la dicha enfermedad, y si es o nó racional su empleo? A este respecto no sé que pruebas dar, pero me parece muy acertada la medicación. G u b 1 e'r ha dicho que para explicar el buen efecto que produce el ají en las hemorroides es necesario admitir que esta sitbstancia obra a la vez sobre la sensibilidad y vascularidad de las mucosas, y también sobre la con¬ tractilidad de la túnica muscular. Ahora bien, si se acepta como quiere G u b l e r, que el ají está dotado d'e las propiedades antes indicadas, me parece que no se necesita más para comprender como actúa en la disente, ría. Si respecto al ají en la disentería acabamos de ver que casi nada hay en los tratadistas, menos todavía hay del mismo medicamento en las enfer¬ medades de los ojos, tanto en los au¬ tores antiguos como en los modernos. Que- yo sepa sólo G a r c i 1 a z o 'cu¬ ya opinión conocemos y Hernán¬ dez' que se contenta con rrcuiiieri. darlo en general contrai las afecciones cculares, han dicho algo. Y entre las obras modernas solamente en el Dic- tionnaire universel de Matiére Medíca¬ le et de Therapeutique 'genera.le de ÍM e r at y D e 1 e n s he encontrado algunas palabras relativas a este pun¬ to y que copio en seguida: '“Se ha ari¬ cado también en colirio en ciertas oftal¬ mías por relajación de los tejidos del ojo, el jugo del ají diluido en agua” (Tomo 2”, 'p. 92^ . Tan sólo dos veces he visto el capsicum empleado en las conjuntivitis. La primera en una con- iuntivitis catarral y la segunda en otra ligeramente purulenta. Ambos pacien¬ tes eran indios y lo que hacían 'era ba¬ ñarse el ojo enfermo con una infusión fría y más o menos fuerte de ‘ají chin_ chano (Capsicum annum) y sanaron por completo en muy pocos días. No creo que esta práctica carezca de fun. damento, desde que se 'sabe que están los cáusticos indicados en el tratamien¬ to de estas enfermedades. Además y a esta conjetura mía no 'le doy más va¬ lor del que merece, así como S i d n e y Ringer considera la acción del Cap¬ sicum ■ como análoga a la del nitrato de plata, en las enfermedades de la fa¬ ringe, y del velo del paladar hasta lle¬ gar a decir que ‘Ha tintura, en gárga¬ ras, una dracma por pinta y media ue agua (4 gramos por litro y medio) pue- Ají. — Repukskntacióx del .\jí E.\ u.x CERÁMICO CHIMÚ (MuSEO ARQUEOLÓGICO «VÍCTOR Larco Herrera») de ser’ aplicada en las mismas condi¬ ciones que indican el nitrato de plata. ¿No se les podría también considerar del mismo modo en las afecciones o- culares? Sólo la. experiencia puede con¬ firmar o destruir “esta presuncióti.” (Pablo Pa t r ón: Nuevos usos te¬ rapéuticos del icapsicum, en “Crónica IMédica”, Lima, 1885, p. 12) — “Ln la fiebre biliosa de los pa'se's cálidos, en esa fiebre remitente que sena la misma fiebre amarilla sino fueseu su patogenia diferente y su docilidad a la quinina, el Capsicum ha vencido el vómito de 'una m?.nera perfecta. Es¬ to lo he visto repetidas veces, esto es terminante y no tengo más que' añadir (71 sino invitar ai ensayo; 2? En los vó¬ mitos incoercibles del embarazo, al¬ gunos en ei 2^ período, lo cual supone bastante gravedad, vómitos de 10 y 12 días de duración, en que era imposible para el estómago retener nada absolu¬ tamente de alimento, bebida ni medi¬ camento, el Gapsicum me ha dado bri¬ llantes resultados y ^o he encontrado su¬ perior al bismuto, a la tintura, de nuez vómica, al opio, al kirsh, a 'la pepsina y a ki creosota o a la combinación de varios de estos remedios. Yo mismo he preparado y administrado el Capsi- cum varias veces, y con sólo la prime_ ra, cucharada he visto suspenderse el vómito por algunas horas en más de Ají.— Repriískntacióx dkl ají én un CERÁMICO CHIMIJ (MuSEO ArQUROL<3GICO «VÍCTOR Lauco Hííkreka») una ocasión” (M. G e b a 1 1 os T o- r r e s: Ligeras observaciones sobre el Gapsicum”, en Grónica Aíédica, Lima, 1885, p. 258). — Pedemos emplear el Gapsicum contra la fiebre amarilla, la nefritis parenquimatosa que haya pa. sado el primer periodo, e’ delirium tre- mens, las diarreas pútridas, en las dis¬ pepsias atónicas de los bebedores y en las de los países cálidos, en la escar¬ latina, en la angina, en las congestio¬ nes hemorroidales y en fin como rube- faciente. (F. P. del Barco: “Usos médicos del capsicum y su es¬ pecial aplicación en el tratamiento de la fiebre amarilla”, en “Grónica iviedi- ca”, Lima, 1884, p. 69) .‘| (Formula¬ rios) : Gloruro de sodio, 30 gramos; Pohms de Gapsicum, 15 gramos; 'Agua hirviente, 380 gramos. Guando se ha¬ ya enfriado esta mezcla añádase 300 gramos de vinagre de mesa y tómese una cucharada cada, cuatro horas. U_ sese en gárgaras esta misma poción, si hay .angina ( E t p h e n s) . | Gapsicum, 15 centigramos; Extracto de ruibarbo, 25 centigramos; Polvos de ipeca, 2 cen¬ tigramos. Hágase 2 píldoras y tómese una en cada comida ( W ,a r i g n y) . | Gápsicum, 4 gramos; Goma arábica:, c. s. Para hacer 20 píldoras, de las qu® se tom.ará 5 al día (VM d a 1) . || (Hist.) El a|' se contó en el número de I03 más preciados condimentos de que dis_ ponían en su alimentación los primiti. vos habitantes del Perú. Lo tenían en tal estima que, en opinión de la mayor parte de los Gronistas de Indias, hicie¬ ron consistir una de las mayores pri¬ vaciones de su(s “ayunos” en la de chi¬ cha, ají y mujer. Esta generalización del empleo del ají en la alimentación contribuye a explicar la generalización semejante del empleo de la bebida fermentada a la cual llamaron chicha, cuya bebida, se imponía como verdadera recesidad después de la ingestión de manjares en cuya confección entraba el ají. El Padre A 'costa, en su Historia Natural y Moral de las Indias, hace bien en considerar al ají como a la salsa universal en esta.s tierras de América.. !| — Gapsicum annun L . Aj? largo. Ají arnaucho. Rocoto Ap: Los frutos eu la alimentación, haciéndose en muchos pueblos consumo exagerado, siendo el condimento esencial de todas las comidas; las semillas se introducen en 'las muelas atacadas de caries den¬ taria avanzada, como analgésico (de¬ partamentos del Norte) ; el ají tostado se emp'ea en zahumerios contra ^‘el aire” (Sicuani y Arequipa.) ; en fric¬ ciones contra el m'sm.o mal y contra la cefalalgia (Arequipa, Ayacucho) ; en fricciones sobre las mordeduras de a.ra- ña, picaduras de alacrán o de abeja, así como para combatir' los orzuelos (Hua.n- cayo) ; el ají largo seco pulverizado, en fricemnes, combatir los dolores epilépticos (Pachacamac) ; el emplas¬ to de ají largo o rocoto molido, exterior- 72) mente, en el tratamiento de h amig¬ dalitis; la macei ación de ají en agua, en toques, en el tratamietito de los he_ morroides (depa,rtamentos del Norte'i ; al interior esta misma maceración pa. r,a combatir el hipo (sin procedencia conocida) ; la leche de vaca hervida con ajpes largos y rocotos, en baños, para combatir la “irijua” de los niños (Are. quipa) ; las hojaiS de rocoto son emplea¬ das como galactóforo (Cajamarca) ; la pomada hecha con el fruto del ají, en el tratamiento de los sabañones (Ga- jamarca) ; se recomienda* comer gran¬ des cantidades de ají y beber grandes cantidades de chicha de maíz entibia¬ da para provocar una sudación abun¬ dante, con el objeto de combatir la grippe, en el departamento de Arequi¬ pa” (V a 1 d i z á n - M a 1 d o n a d o. La iMedicina Popular Peruana, lí, 302) [| (Bromatolog.) — Et ají entra en la confección de la gran mayoría de las comidas criollas, siendo la base de miichas de ellas: muchos de los guisos preparados a base de ají han recibido el nombre de picantes (en Lima y en las poblaciones del interior) y tanto es¬ te nombre como el de ajíes en los de¬ partamentos del Sur. Picantes hay de papas, de queso, de ollucos, de chair_ quí, de cuy según Las substancias que . acompañan al ají en la confección de estos manjares. En el departamento de Arequipa se prepara con ají, camarones molidos, nueces molidas etc., un pi¬ cante que ha recibido la denominación regional de ‘‘Ocopa”. En este departa¬ mento de Arequipa los establecimie'n- tos de expendio de tales picantes o “pi¬ canterías’', no cobran el valor de es¬ tos ajíes sino el de la. chicha que se bebe inmediatamente después de haber ingerido estos manjares. En Lima es el ají el alma de la salsa de los lla.-- mados anticuchos, partículas del cora¬ zón bovino fritas en aceite y ají y que son presentadas ensartadas en un pali¬ llo. Lo es asimismo, del guiso de pes¬ cado que es conocido con el nombre de seviche. f^ln el departamento de Piura la especialidad culinaria en materia de ajr está constituida por una serie de guisos llamados secos, de un sabor pi¬ cante muy subido y entre los cuales go¬ za de gran fama el llamado “seco de Chabela” o “Seco Ghabelo”.|| Ají de camarones (Bromatolog. ) _ Este pla¬ to es tan exquisito que no hay persona que lo pruebe que no quede para siem_ pre gran panegirista de él. Hay que ser exacta en las recetas y no añadir ni quitar, para que resuhen los platos agradables y confortantes . | Para es¬ te plato se empleará lo siguiente: veinte camarones de tamaño regular, 12 o 15 papas amarillas, lj4 de kilo de queso parmesano, veinte centavos de queso fresco, o sean cuatro pedazos, aceite, ají mirasol y dos panes de mol. de.| La manera de hacerlo: se sa.nco- chan los cam.arones, se pelan y se se¬ paran las colitas; se muelen las cabe¬ zas y cáscaras y se va añadiendo pO''- cos de leche: esto se cuela bien y for¬ mará como una masa suelta muy oloro¬ sa; luego se lavará y despepitará unos Ají. — Kepresé.ntaciün del ají ex un CERAMICO CHIMÚ (AIUSEO AeOUROLOGICO «Víctor Larco Herrhra») 30 ajíes mirasol y se molerán mucho hasta sentirlos desmenuzados; entonces se pone al fuego una cacerola grande y se pondrá dentro un buen trozo de manteca, para fre'r una buesa canti¬ dad de ajos con sal y pimienta^, cebolla blanca y rosada, y cuando ya esto es¬ tá frito, se añade una. buena cantidad de buen aceite de comer; viene enton¬ ces el ají molido y las co’as de camarón; a todo esto se le dá un hervor y se pa¬ sa al fuego lento: una vez allí, se sa¬ can las colas de camarón y se ponen en un plato; viene entonces un poco de caldo y el pan de molde ya remojado y bien deshecho con un tenedor; se haee hervir, y cuando ya el pan se ve coci_ do, se echa el queso parmesano rayado, el caldo o masa de los camarones mo¬ lidos y colados, las papas ya sancocha¬ das y peladas y las colas del camarón: se deja un cuarto de hora o diez minu- tos al fuego lento y luego después se retira al calor. Guando se sirve, se co¬ loca encima cinco huevos duros parti¬ dos por la mitad y algunas aiceitunas de lio.’ (Lecciones de Cocina escritas por una limeña, Imp. del Estado, Li¬ ma, 1919, p. 7).| — Los veinte cen¬ tavos de queso a que alude la receta equivalían a unos cien o cientoveinte gramos de dicho queso. [| — Ají de pa¬ tas de carnero — (Bromatolog. ) — ‘^Bien rehogado el ají amarillo en man¬ teca, molido como ya se sabe con ajos, cominos y cebollas picadas, se echa un poco de caldo y luego las patas, que de antemano se habrán frito en reba_ nadas con huevo batido ^espesándose con arroz cocido . En este estado se mueve y se deja dar un hervor. (Lec¬ ciones de Cocina escritas por una lime. ñj, Lima, Imp. del Estado, 1919, p. 8)|| — Ají de patas de vaca — (Bromatolog.) _ ‘'Se rehoga, el ají con L, cebollas (el ají ha de ser rolorado) ; cuando -lO cocido bien en . se le echa caL. do, las patas en íro'^os pequ''ñüs ’a pulpa, asi como los huesos que queda¬ sen adheridos a alguna carne, y papas cocidas, se mueve y se da un hervor . Guando se va a sacar la olla se espesa con maní molido, o bien con pan remo¬ jado, o con harina de habas o garban¬ zos tostados; en fin, con una de estas cosas.” (Lecciones de Cocina, escritas por una limeña, Lima, Imp. del Esta¬ do, 1919 p. 8) . AJIACO — (Bromatolog.) — “Co¬ mida muy usada en Cartagena y Nue¬ vo Reyno de Granada.: es menestra compuesta de una yerba que tiene este nombre, semejante a la acedera y muy gustosa” Alcedo: Diccionario, Y). — Este ajiaco es también comida muy ge¬ neralizada en la República del Perú, país en el cual ha venido a servir el término como genérico de toda una se¬ rie de guisos conocidos con los nom¬ bres de ajiaco de papas, ajiaco de za¬ pallo, ajiaco de queso, etc. ¡ ‘‘Pare¬ ce muy sencillo, pero casi nadie sa¬ be hacerlo o lo hacen capricho¬ samente. Para, un buen ajiaco se pon¬ drá a sancochar las papas, ya sean blancas o amarillas, luego se pelan y se pasan calientes por una coladera; en el fuego se pone una cacerola con un poco de mánteca., unos ajos y una re¬ pulan cantidad de cebolla; cuando esté frito, se echarán las papas y el queso fresco; luego una o dos tazas de leche y dos huevos batidos, se unirá bien y al secarse un poco, se quitará del fue¬ go para servirlo”. Lecciones de Co¬ cina, escritas por una limeña, Llmav Imp del Estado, 1919, p. 5). AJIACO DE CAIGUAS _ (Bro¬ matolog.) — Se sancocharán junta¬ mente papas y caiguas, se pelarán las papasj^ser^pasarán por la coladera y las calglTas se picarán para unirlas a las papas. Se hace un frito de ajos con cebollas, salsa de tomates, sal y pi¬ mienta; se añade' un poco de aceite y se echan las papas y las caiguas, in¬ corporándolas bien al aderezo; luego viene el queso fresco bien deshecho; un poco de leche y dos huevos batidos Cuando todo está bien incorporado y después de dar un hervor, se retirará del fuego para servirlo”. Lecciones de Cocina, escritas por una limeña, Li_ ma, Imp. del Estado, Lima., 1919, p. 5) AJO — (Bot ) — ‘‘El A 1 1 i u m s a t i V u m, llamado vulgarmente ajo, planta cuyos bulbos son compuestos y sólidos; generalmente se les emplea co¬ mo condimento; pero contiene en sus bulbos un jugo .acre de un olor fuer¬ te e irritante que le da propiedades an¬ tihelmínticas. Sirve para la prepara¬ ción de algunos remedios, entre ellos el llamado vinagre de los cuatro ladro¬ nes ( G o 1 u n g a. ) : Botánica, II, 149) II El principio activo lo consti¬ tuye una esencia compuesta principal¬ mente por sulfuro de alilo. 1| Del ajo dice F a 1 c ó n (Plantas medicina? les y ssu aplicaciones”, Lima, 1916, p. 14): Los ajos se han empleado desde tiempo inmemorial como excitan¬ tes, estimulantes, diuréticos, febrífugos y verm.'fugos; y para uso externo como callicidas, cáusticos y vesicantes. Pa¬ recen poseer una propiedad que de com¬ probarse sería verdaderamente maravi¬ llosa cufal es la de ger un poderoso agen¬ te para combatir la tisis, empleándolo en gran cantidad o mejor haciendo uso de su principio activo llamado a.glina. 74) Dícese que con su uso cede la fiebre, desaparecen los esputos sanguinolentos, los sudores y la tos; que aumenta el apetito, etc.” — Hay un evidente hi_ perbolismo en lo aseverado por el se. ñor Cura F e 1 c ó n, párroco de la doc_ trina de Garabayllo que ha cuidado de recoger en su libro muchas opiniones populares respecto a las propiedades medicinales de las plantas, así como opiniones emitidas por autores de me_ dicina antigua. || El ajo, que los prác¬ ticos peruanos de la época QO 253 1 — El Presidente de la Repú¬ blica, Por cuanto: El Congreso ha da¬ do la Jey siguiente: Artículo único: Prohíbese en el territorio de la Repú¬ blica durante los días sábado y domin¬ go, la venta de bebida.s alcohólicas en todos los establecimientos y lugares a- bieríos al público. Los infractores de esta disposición serán penados con una muha de un sol a cinco libras y en caso de insolvencia de alguno de ellos con trabajo obligatorio de uno a ocho días. Los reiñcidentes sufrirán arres¬ to en Ja cárcel pública por igual núme¬ ro de dras o la clausura del estableci- mientp por el mismo período de tiem¬ po. Comuniqúese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento. Dada en la sala de se¬ siones del Congreso, en Lima, a los nueve días _del mes de noviembre de mil novecientos diecisiete. — . C . B e r n a 1 e s. Presidente del Senado. _ J. B a 1 t a, primer Adce Presi¬ dente de la Cámara de Diputados. — J. R. L a n a t t a, Senador Secreta¬ rio . — S Pi n t i a g o D . P a r o d i, Diputado secretario. — Al Señor Presi¬ dente de la República .—Por tanto: Alando se imprima, publique, circule y se le dé e!l debido cumplimiento - ^Da¬ do en la casa de gobierno, en Lima, a los quince días del mes de noviembre di= mil novecientos diecisiete. — J osé P a r d o . — G ermán Arenas"’ (“La Temperancia”, Lima, año A^, n® 1 0 . ) . I A I c o h o 1 i s m o — (Bibl . ) — • La Literatura Médica Peruana cuenta con los siguientes estudios a este res¬ pecto : 1 ) , — A v e n ' d a ñ o Leóni¬ das: Represión del alcoholismo (in- form.e al Alinisterio de Justicia, en co¬ laboración con los doctores Juan ’C. Castillo, Ernesto O d r i’o- (89 zola, F. Gerardo Ghávez y N a r c i so A 1 a y z a), Lima, 190 1;2), Avendaño Leóni¬ das: Responsabilidades de los actos practicados por los alcohólicos (infor¬ me a la Academia Nacional de Medici¬ na de Lima, en colaboración con los doctores Manuel G. Barrios, Gerardo Bravo, Manuel) A. Velásquez y Julián^ Arce, “La Grónica Médica”, Lima, 1907; 3 ) — Barrios Enrique D. Acción fisiológicca del alcohol, te¬ sis del bachillerato de Medicina en Li¬ ma, 1889, inéd.; 4) B 1 o n d e t Enrique: El alcoholismo here¬ ditario como causa de meningitis tu_ berculosa, tesis del bachillerato en Me¬ dicina en Lima, 1895, inéd . ; 5) — G a s- ta.ñeda y Alvar ez Aníbal: El Alcoholismo en Lima desde el pun¬ to de vista médico legal, tesis del ba¬ chillerato en Medicina, “Grónica Mé¬ dica”, Lima, 1898; 6). — G a reía Garlos Alberto: Alcohol y al¬ coholismo, ^‘Grónica Médica”, Lima, 1901; 7)— G avassa Nicolás: La chicha factor de alcoholismo, ”La Reforma Médica”, Lima, 1916; 8) — G a V a s s a Nicolás: Tenor ¡al¬ cohólico de las chichas de jora, ‘^Refor_ ma Médica”, Lima, 1918; 10)— G a r. c í a Samuel: Alcohol, tesis del bachillerato en Medicina, 1881, inéd. ; 1 1 ) — J usto Telésforo: El alcohol de caña ,tesis del bachillerato en Medicina, 1889 ,inéd.; 12) — M o 1 i n a Wenceslao: El alcoholismo en el Perú, La Temperancia, Lima, 1918; 13)— Molina Wenceslao: M# moria del Presidente de la Sociedad Na¬ cional de Temperancia por el año 1916, La Temperancia, Lima 1917; 14) — Molina Wenceslao: Memoxia del Prs'sidente de la Sociedad Nacional de Temperancia por el año 1917, La Téníperancia, Lima, 1918; 15 ) _ M o- r a Leo n c i o I. de: Gonferen- "cia áñt'ialcohólica ofrecida en Lima en 1895, La Temperancia, Lima, 1916; 16) — Paz Soldán Garlos E n r i q u e: Defendámonos contra el alcohol. La Temperancia, Lima, 1916; 1 7 ) — S ilva Santisteban Mo d e s t o : Gonferencia antialcohólica ofrecida en el Gallao en 1903, La Tem¬ perancia, Lima, 1915; 18) — Y a 1 d i ' zán Hermilio: Un paso adelan_ te (elogio de una medida antialcohó/lica) r La Temperancia, Lima, 1917; 19) — V a 1 d i z á n Hermilio: No be¬ báis, La Temperancia, Lima 1918; 20) — V a 1 di i z á n - H e r m i 1 i o: La chicha bebida de los primitivos perua- nos, “Revista de Psiquiatría y Disd' plinas Gonexas, Lima, 1918; 21) — V e - 1 á s q u e z M a 1 d o n a d o : Refe¬ rencias a Ja chicha en el estudio sobre “El Maiz” (Anales de la Facultad de Medicina de Lima, 1918) .|| Literatura extramédica: 22) — A 1 v a r a d o Ri¬ vera María Jesús: Ala mu_ jer peruana; 23) — A Ivarado Ri¬ vera María Jesús: Acopón de la mujer en la campaña antialcohó¬ lica. La Temperancia, Lima, 1922, El artículo anterior en la misma revis¬ ta año de 1915; 24) — A ponte P, L. : Gonversaciones con los niños (pro¬ paganda antialcohóJIca) , La Temperan- . cía, Lima, 1915 a 1920; 25) — A pon¬ te P. L. : Terrible herencia; 26) — Aponte P. L.:El alcoholismo es el desastre de la familia; 27) — A 11 g o r- ta: Ruperto: Malos hábitos. La Temperancia, Lima, 1914; 28) — A 1 _ gorta Ruperto: Gostumbre no¬ civa, La Temperancia, Lima, 1915; 29) A 1 g o r t a Ruperto: La ense¬ ñanza antialcohólica, La Temperancia, Lima, 1917 ; 30) — Algor t a ‘Ru¬ perto: La acción del Estado contra el alcoholismo. La Temperancia, Lima, 1917; 31) — E n c J n a s J . A . : El alcoholismo en la raza indígena, Imp. ‘‘La Opinión Nacional”, Lima, 1914; 32) — Landaeta Juan Fran¬ cisco: Asilos para bebedores delin- cutentes, tesis del bachillerato en Juris¬ prudencia, La Temperancia, ' Lima, 1919; 33) — D e Li í n M a n u e 1 J. : Asilos para bebedores, tesds del bachillerato en Medicina, “La Grónica médica”, Lima 1911; 34) — Mac K n i g t h J. A.: El fraaeso y las bebidas alcohólicas. La Temperan¬ cia, ' Lima, 1914; 35) — M a c K n i g t h J . A . : La escuela y la en_ ‘^eñanza antialcohólica. La Temperancia, Lima, 1914; 36) — M a c K n i g t h 90) J. A. : El alcohol y la guerra, La Tem¬ perancia, Lima, 1914; 37) — M a c K n i g t h J . A . : Envenenamiento por la cerveza, La Temperancia, Lima, 1916; 38) — -P r i a 1 é A. A. : Dos descendencias. La Temperancia, Lima, 1919. — El año de 1901 -tuvo lugar im concurso de trabajos de propaganda antialcohólica , organizado por la Muni¬ cipalidad de Lima: el primer premio fué adjudicado al doctor Manuel O . T a m á y o y el segundo a los señores Carlos B.Cisneros y Garlos Bachmann. Los documentos del concurso y los trabajos premiados fueron publicados por don F. G. B il, u m e, en Lima, en 1901 . ALDANA LUIS — Alumno— (Biog.) — N. Trujillo, 1900, de Luis y Ct e- noveva González. Se inscri¬ bió en la matrícula de Medicina de la Facultad de Lima el año de 1921 . ALDAVE ELVIRA — Obstetriz — (Biog.) — N. Gallao 1898, de Juan y Sara Torres. Se inscribió en la matrícula de Obstetricia de la Facul¬ tad de Medicina de Lima el año de 1915. ALEGRE MARIANO C. — Médico— (Biog.) — N. Pueblo Libre 1887, de F e de rico y Adela Pache_ c o. Alumno de Medicina el año de 1910; Bachiller en Medicina en 1918 sosteniendo una tesis del título: ‘‘Los delincuentes tatuados de la Penitencia¬ ría de Lima”; Médico Cirujano él mis_ mo ano de 1918. La tesis del bachi¬ llerato del señor Alegre tiene de importancia particular él estudio psicológico que llevó a cabo de cada u- no de los sujetos cuyos tatuajes estu¬ dió desde) el punto de vista médico le¬ gal . La tesis esiá dedicada al doctor Leónidas A v e n d a ñ o y aO autor de este Diccionario. — ^El ^señor Alegre ejerce actualmente la pro¬ fesión médica en la ciudad de Garhuaz (Departamento de Ancash). Bibliografía : . — Tesis del bachillerato en Medi¬ cina, Talleres Tipográficos del Panóp¬ tico, Lima, 1918. ALEGRIA ALBINA -Obstetriz (^ ) Iniciados sus estudios profe sionales Jel año de 1870, obtuvo el) tL tulo profesional el 31 de mayo de 1873^ ALEGRIA JUANA FRANCISCA _ Obstetriz— (Biog. ) N. Cuzco 1904. de J .Francisco y Bernar¬ dina Zapata. Se inscribió en la matricula de Obstetricia de la Facul¬ tad de Medicina de Lima el año 1922. ALERCE — (Bot. ) —“Alerce (Pi¬ nas Gupresoides) , árbol grande y de madera muy fuerte, parecido ai de Eu¬ ropa, pero de distinta especiie, delli rey- no de Chile: hay algunos tan disformes- que se han jmedido de 24 varas de cir¬ cunferencia: de este son las tablas pa-- ra las fabricaciones por sui resistenoia que llevan al Perú de las islas de Chi- loé, que es donde más abunda, y hace el renglón de un lucroso comercio: re-^ gularmenté sacan de cada árbol de 600' a 800 tablas de veinte pies de largo y media vara de ancho y sus naturales^ son tan diestros en el corte que no des¬ perdician nada. El Abate M o 1 i n a dice que las pipas o botas hechas de esta! madera conservan el agua sin co-- rromperse en las embarcaciones” ( Ac¬ cedo: Diccionario, V. ) || “La F i t z_^ roya patagónica, conocida con el nombre vulgar de Alerce y cu¬ ya madera se emplea en las construc_ oiones, es ¡indígena de Chile, especial¬ mente de Valdivia, es un árbol de ta¬ lla muy eü'evada y cuya madera se di-" vide con facilidad en láminas más o menos gruesas” ( C o !,1 u n g a: Bo¬ tánica, Lima, 1878, II, p. 194). ALERCE COMUN —(Bot.) — “Eí L a r i X Europea! P i n u s L a r i X de Linneo, o Alerce común, que crece espontáneamen¬ te en las montañas de Europa, es un árbol que adquiere una “talla • de 30 a 40 metros: sus ramos casi yerticilados, con^hojas lineares lisas, de un color ver¬ de claro y caducas en el invierno . Eí alerce es una planta muy útil bajo to¬ dos aspectos, su madera es dura inco.-. rruptible a causa de la cantidad /de re¬ sina que contiene lo que le permite re¬ sistir a la acción de ¡la humedad, de modo que se le emplea en las construc' (91 clones. El jugo resinoso do esta planta es conocido con el nombre de trementi¬ na de Venecia, que es la más estim.ada. (G ,0 1 u n g a: Botánica, L;ima, 1878, II, p. 198). ALEXANDER R. DAVID — Far¬ macéutico — (Biog.) — N. Lima, 1879, de Oscar y R o s -a Ro- s e n t h a 1. Alumno de Farmacia en 1909. Farmacéutico en 1913. — Desde -el año de 1919 desempeña el señor x4 - lexander, con laboriosidad y Alexandek, David competencia, el cargo de Farmacéutico .del Asilo ‘‘V í c t o r L a-, reo H e _ f r e r a’’.— Miembro distinguido de la Gompañía^rde Bomberos “Gosmopoli. ta'^de Lima^ ha. desempeñado, en di¬ versas oportunidades, el cargo de Ga- pitán de la dicha institución filantrópi¬ ca . ALEXAl^DER R. LUIS Girujano Dentista. — (Biog.) — N. Lima, 1896 Alexander, R, Luis de Oscar y Rosa Rosen t h a 1. Alumno de Odontología en 1911, Cirujano dentista en 1914. E- jerce :la profesión en Lima y ha sido entusiasta colaborador de los diversos movimientos que en el gremio odontoló, gico se han suscitado para la formación de centros profesionales. ALFAJORES — (Bromatolog) Pas¬ tas que se preparan introduciendo una mermelada entre dos hojas de pasta he_ cha con harina., manteca y sal deposita, da al horno suave. Se llaman alfajores de Trujil'lo aquellos en que las hojaras¬ cas tienen forma cuadrada o cuadran- gular y la mermelada es de membrillo; se llaman alfajores de Moquegua aque- "llos en que la hojarasca es de forma re¬ donda y la mermelada está constituida por el dulce llamado ‘‘manjarblanco” que es el espesamiento de la leche de vaca hervida por largo tiempo mezclada a cierta cantidad de azúcar. |j A l f a- j o r c i t o de T r u j i 1 1 o : PJi- ra una libra de harina, un medio vaso de agua con sal. Bátase ésta, hasta ob¬ tenerla suave y latigosa; agreguésle luego dos huevos y amásesele, agregan¬ do a intervalos cucharadas de harina seca . Guando ya está compacta, extién¬ dase sobre un mármol o tabla ligera¬ mente mojada y frótesele un cuarto de libra de manteca buena; Frese, bpjtase, y únase bien y vuelva a extenderse la masa), para cortar cuadraditos delgados, muy delgados y póngasele al horno no muy calienfe; se doran luego y esto es lo que forma la pasta llamada “hoja”.| Si;se quiere el verdadero alfajor de Truj.ililo, se pondrá a deshacer y tomar punto 15 o 20 centavos de chancaca: cuando toma el punto subido, como pa_ ra melcocha, se le echa diez centavos de rosquitas de manteca molidas o me¬ dio pan de molde, muy frío de varios días tostado y rallado; esto formará la masa del relleno de los alfajores de Truji'llo; pero a esta misma hoja se 1% pone dulce de piña, de membrillo o manjarblanco, o también se hace una miel en punto y se la pone al centro de las dos tapas, para obtener así los alfa¬ jores de miel. Si se quisiera esto, a la miel se le hace tomar el punto de mel¬ cocha y se adorna con canela y un buen trozo de cáscara de naranja” (Leccio¬ nes de Gocina, escritas por una Limeña, 92) Lima, Imp. del Estado, 1919, p. 249)1 Alfa j ore i tos de m ,arn j a r- blanco : Para seis ^yemas, una co_ pita de Cognac, un poquito de sal y seis cucharadas de harina. La harina se po¬ ne encima de una mesa con un hueco medio. Dentro del hueco se pone la sal, yemas y cognac. Todo se junta hasta que s-e desprenda de las manos; se ama¬ sa, se deja en un plato nua hora o dos hasta que se seque y se sacan con molde y se le unta manj ar blanco . (Lec_ clones de Cocina., etc. p. 252) | A 1- f a j o r e s de b i z c o c h u e 1 o : Las cantidades son las siguientes: Para un alfajor grande o los que se pueden sacar de esta cantidad si se desea ha¬ cer en pequeñas, se necesitan: 6 -'hue¬ vos, una libra y cuarto de azúcar en pol_ vo, media libra de chuño inglés, 2 litros de leche, una libra, de 'azúcar corriente, pero muy blanca una coplta de buen Pisco (aguardiente de uva) o anisado y tres onzas de harina de trigo. Como de este bizcochuelo deben hacerse dos tapa.s se dividirá l,a mitad de todo y se hará cada tapa a.parte, cuidando de que las porciones sean iguales, se colocarán separadamente en sus respectivas budi¬ neras para ponerlas a.li horno. | Para cada tapa se emplearán tres huevos en¬ teros, que se batirán con el azúcar en polvo ya cernida; después de lo cual se mezcla con La entera. Cuando está es¬ peso y bien batido, se echa una copita de aguardiente y se vuelve a batir; después viene el chuño, cernido con la harina de trigo juntos y se sigue ba_ tiendo; luego una cucharadita det ‘^Ro_ yaP. Terminado todo esto, se unta el molde en mantequila y se pone al hor¬ no. | ,La temperatura del horno debe ser templada al entrar el bizcochuelo y fuerte después. Cuando ya están las 2 tapas, se tendrá ya preparado un huevo mo'Düe y el manjarblanco o la crema de fresas, con lo que se rellenará una tapa y se colocará la otra encima y se cu¬ brirá, si se quiere, con almíbar o sólo con azúcar en polvo. | Este alfajor puede dividirse en pedazos, dándole di¬ ferentes formas y es un bocado delicio¬ so para los tees de Üa tarde” (Lecciones de Cocina, etc . p. 252) . alfalfa — (BoL)' — “Donde pri¬ mero nació la Alfalfa en este reino (del Perú) fué en esta ciudad de Lima, a donde trujo su semitl'Ia del reino de Va¬ lencia un portugués llamado Cris, toba! G la g o, que pasó a este rei¬ no al principio de su conquista con el Adelantado D. Diego d e A il_ magro, y la sembró en una cháca¬ ra que tuvo media legua diesta ciudad” (Cobo) — Ap: El cocimiento de las flo¬ res de Ha alfalfa, violLeta, tumbo y ama¬ pola, como pectoral contra la tos ( A- requiipa) ; ell cocimiento de la raiz como tónico del cabelllo” (V a 1 d i z á n _ Maído n:ad o , La Medicina Popu_ lar Peruana, 11, 179) |[ ‘‘Medicago sa¬ tiva., L. — ^^Sinonimia' Alfalfa. — Tallo er¬ guido y lampiño: hojas compuestas de tres hojas ovales dentadas y mucrona¬ das: estípulas lanceoladas y algo denta- da.s; flores violadas y dispuestas en pe¬ dúnculos rasémosos; legumbres algo li¬ sas, tenuemente reticuladas y torcidas en espiral o acaracolladas; semillas nrregu_ lares, ovales o irregularmente acorazo- nádas. — Originario de Europa y se cul¬ tiva en gran abundancia en todo el de¬ partamento (del Cuzco y en los demás deúa Riepúblioa) como planta forrajera. Toda la planta tiñe dé amarillo” . (Fortunato L. Her r{e - r a : Contribución a la Flora del De¬ partamento del Cuzco”, Cuzco, 1921). ALFARO — (Bot. — El vegetal cono¬ cido en el departamento de Loreto con este nombre y con el de Yacaré huba y que se dice suministra el aceite o bál¬ samo ¡Mamado ¡‘^aceite de María”, está considerado por V a 1 d i z á n y M a l«d o n a d o (La Medicina Po¬ pular Peruana, II, 389) en el número de aquellas plantas usadas por la Me¬ dicina Popullar no identificadas botáni¬ camente. } lALFARO ALFREDO— (Biog.)—N. Lima, 1866, de Pedro y Eloí¬ sa El o r e s . Alumno de 'Medici¬ na en 1895 . )A LFARO FRANCISCA— Obstetriz . — (Biog.) — N. Huancayo 1884, de Eusebúo y Francisca de Calle. Se inscribió en la matrícu- (93 la de Obstetricia de la Facultad de Me¬ dicina de Lima el año,' de 1904. ALFARO CALLE DANIEL— MédL co — (Biog. — N. Huancayo, 1884 , de Ensebio y FranciscaGa. 1 1 e. — Estudios de Instruoión Media en el aitiguo “Colegio de Lima” que di- rig)ía el Dr. Pedro A . L a b a r- t h e . Alumno de Medicina en 1904; Bachiller en 1910 sustentando una te¬ sis titulada “Tratamiento de ¡las retro_ desviaciones uterinas”; Médico Ciruijano en 1911 . El señor Al faro Cav¬ ile, ejerce la profesión, actualmente, en la ciudad de Jauja del departamento de Junín, ALFARO MANUELA FLORES DE — (BiogJ — Por los años, de 1866 vivía en Lima, en la calle del Sauce, en ’lai ca¬ sa signada entonces con el número 245. Era tal y tanta lia fama de que gozaba esta señora com especialista en el trai_ tamiento de la disentería que las mismas Hijas de San Yicente de Paul le permi¬ tían presta.r asistencia a ciertos disenté¬ ricos que se asistían en el Hospital de San Andrés, /.sí lo asevera “La Gacei; Médica” de Lima (1866) . ALFEÑIQUE — (Bromatolog.) — Con este nombre se conoce el producto que se obtiene por fusión, al fuego, de la chancaca que, después de fundida es batida fuertemente y por bastante tiem¬ po. Merced a este procedimiento la chancaca adquiere una consistencia elás_ tica. El alfeñique es preparado a veces, mezclando a la chancaca fundida peque¬ ños fragmentos de cocos o nueces. ALFERECIA— (F. I.) — Nombre con el cual fué conocida en el 1*3_ rú, durante la época colonial, la epilepsia. Creíase en la Ciudad de los Reyes, durante el siglo XVin, que la alferecía de las criaturas era producida por la ingestión de la le¬ che pesada, calificativo este últi¬ mo sinónimo de indigesta o de difícil¬ mente digestible. Hemos halllado este concepto etiopatogénico de lá alferecía en el Padre Fray Felipe G o 1 o m- b o (<‘Vida del Venerable Padre Fr. Pedro Urraca de la Orden de la Mersed”, 1790) ALFILERILLO— (Bot.) — “El rodium moscatum, de la familia de las Geraniáoeas, es una planta indígena de Europa y también del Perú. De tallo postrado; de hojas pennatopartidas; de flores numerosas. Toda la planta des¬ pide un olor muy fuerte semejante al del almizcle y goza de propiedades tónicas y antiespasmódicas. El nombre de aL filerllílo es el vulgar de la planta en Lima (C o 1 u n g a: Botánica, II, 649) — “Erodium cicutarium (Leman) L’Herit. — Sinonimias: Alfilerillo, Tu-^ pu tupu, Yauri yauri, Auja auja, etc. — Tallo postrado o difuso; hojas pinnati coTtadas con segmentos sentados; pe¬ dúnculos de muchos flores y pétalos desiguales . — Area geográfica : Planta casi cosmopolita: Indígena de Europa, Norte de Africa y Oriente, Perú, Boli- via, Argentina y Chile. — Región: Anual y frecuente en todos ;los terrenos, tanta del valle como ailtos. Se ha hecho una maleza en todo el departamento (de! Cuzco) Florece en marzo hasta mayo. _ Aplicaciones: Los estilos de los frutos* del a'lifilerillo son higroscópicos, es decir muy sensibles a la humedad, por do que- se aprovechan para la construcción de higrómetros” (Fortunato L. Herrera: Gontribudión a la Flo¬ ra de/1 Departamento del Cuzco, Cuzco, 1921, ¡p. 106. II — “E rodium s p. Un cocimiento de esta planta es emplea, do en el tratamiento de la blenorrágia por lia Medicina Popular en la provin¬ cia de Huancayo dd departamento de Junín (Valdizán-Maldona- d o: La Medicina Popular Peruana,, n, 214) ALFiVIA MANUEL DE —Médico — (Biog.) — Médico y Matemático, como lo fueran en el Perú don Pedro d o Peralta Barnuevo, don Cosme Bueno, don Hipóli¬ to Unanue, don José Gre¬ gorio Paredes, había desempe¬ ñado tel doctor A 1 f i v i a o A Ü1 s i* via el honroso cargo de cate¬ drático de Prima de Matemáticas- en la Uniiversidad de México, ciu¬ dad en la cual había residido mu¬ chos años, antes de trasladarse al Perú. Después de breve permanencia en la Ciudad de los Reyes (Lima) etf 94) doctor A 1 f i V i a se trasladó- a la de Huaman&a (hoy Ayacucho) en la cual ejerció la profesión en la primera mitad del sigilo XVIII. El médico ita- ianb Federico B o t t o n i, en su libro deil título ‘^Evidencia de la cir¬ culación de la sangre” editado en Lima el año de 1723, hace muy elogiosa men_ ción del doctor A 1 f i v i a, de quien dice, enumerando sus merecimientos que había escrito un libro “a la peste de la sierra” que, si bien hemos citado en nuestro libro ‘‘La Facultad de Me¬ dicina de Lima” (Lima, 1913) no he¬ mos tenido la dicha de leer. Es lamen¬ table la pérdida de documento que, ca¬ so de existir, haría luz en el probjema un tanto impreciso todavía de la epi_ demioJogía del Perú colonial. lALFOM BRILLA — .(F. 1. ) _ Nom bre vulgar dado en eili Perú, desde la época colonial, al sarampión . Se con¬ serva en la actualidad. ALGARROBO^ ( Bot.) — ,E1 “Pro. sopis dulcis, de la familia de las Le¬ guminosas, es un árbol indígena del Perú, donde es conocido con el nom¬ bre de algarrobo; sus hojas bipenna- das, con estípulas espinosas caducas; sus legumbres son un poco carnosas, las que se emplean como alimento de los caballos” (G o 1 u n g a: Botáni¬ ca, II, 548) — ^“Prosopis juliflora, DG . — íSlinonlmia: Algarrobo. — Arbusítio ' con espinas estipullares rectas. Hojue_ lias algo lineares, agudas y lampiñas, lo mismo que los peciolos . Hojas con glándulas sentada entre las alas; in¬ florescencia en espigas cilindricas. Legumbre muy comprimida, | Area geo¬ gráfica: Desde GalifoTnia hasta Ar¬ gentina. Departamento de Apurímac (diepartamentos del Norte; Piura, Tum¬ bes) Aplicaciones: Madera ordinaria para combustible y carbón exceliente. Produce una goma parecida a ja arᬠbica, (F ortunato L. Herre- r a: Gontribución a Ja Flora del De¬ partamento del Guzco, Guzco, 1921.) — (Hist.) — “El árbol que da el al¬ garrobo es en este país abundantísimo y tan útil que a, su fruto y cogollo que llaman puño se debe mucha parte de La riqueza que disfrutan estos morado. res por que sirve de pasto común al ganado cabrío y de Gastilla, que en¬ gordan para sus matanzas” (Le* c u a n d a: “Descripción de Lam. bayeque” en “Mercurio Peruano”, II de la Biblioteca Peruana, Lima, 1861) Algarrobo. — Idolo precolombino EN ALGARROBO (MuSEO RaIMONDI) — En los departamentos del Norte del Perú, particularmente en los de Tum* bes y Piura el algarrobo es el forra¬ je obligado . del ganado inclusive del productor de leche; substancia a la cual comunica este forraje un sabor partí* (95 cular, desagradable para las personas que no están acostumbradas a él . Kn el mismo departamento de Piura, pre_ paran una chic'^i de al\g‘’Trobo, a la cual dan el nombre de algarroba o chicha de algarroba . || ‘‘Hist. El al¬ garrobo es indígena, H e r r era menciona las “grandes efpefurac; d'e Algarrobales” en eíl valle de lea (Herrera: Ob . cit.) — En las tumbas precolombinas de la costa del Perú, se ha enontrado ído’os labrados en madera de algarrobo. Ap : La sa¬ via. en el tratamiento de las ^‘boque¬ ras” (departam.entos del Norte del Pe¬ rú) ; la cataplasma del jugo de alga¬ rrobo, asociado a la pimienta, clavo de clon y goma tragacanto, en la fluxión de muelas (absceso dentario) (pro¬ vincia de Hualgayoc, departamen o de Cajamarca) ; el cocimiento de las ra_ mas, con azúcar candi, comio colirio as¬ tringente (Arequipa) ; los frutos ver¬ des, abiertos, aguisa de bragueros (de procedencia desconocida) ; el fruto es com'do como galactóforo (Hualgayoc); el cocim'ento de los frutos verdes, en el tratamiento de la diarrea, como as¬ tringente (de procedencia desconocida) , las semillas son empleadas como tóni¬ cas y nutritivas y con elias se prepa¬ ra una chicha. Con el fruto se con¬ fecciona. un vino que es recomend.ado como tónico en ql departamento de íca” (Y a 1 d i z á n - M a 1 d o n a _ do: La Medicina Popular Peruana, TI, 208) . (Earm.) —El año 1912 el farmacéutico D. Juan E c h e g a r a y, solicitó de la Fa¬ cultad de Medicina la debida licencia para eil expendio de una especialidad farmacéutica a la cual había dado el nombre de A 1 g a r r o b i n a Ma¬ sajes t a. La Comisión de Farma¬ cia de la Fa.culft.ad informó en sentido favorable, en vista de las propiedades tónicas del preparado; pero impuso la supresión deí nombre Malatesta ALGODON — • (Bot.) — “El algo¬ dón también se da en árboles peque¬ ños y en grandes, que tienen unos co- ijio capullos, los cuales se abren, y dan aquella hilaza o veLlo que cog:do hii_ lan y texen y hacen ropa dello. Es u- no de los mayores beneficios que tie¬ nen lias Indias, por que les sirve en lugar de Mno y de lana para ropa; da¬ se^ en tierras calientes y en los vaHes y costa.s del Perú mucho, y en la Nue¬ va Espa.fa y en Pilipinas y en China y muJcho más que en parte que yo sepa, en la provincia de Tucuman, y en la de Santa Cruz de la Sierra, y en el Para¬ guay; y en estas partes es el princi¬ pal caudal. De las islas de Santo Do- .mingo se trae algodón a España; y el año que he dicho se traxeron sesenta V cuatro arrobas” (Aconta!, 245) ¡I “Grossypium peruvianum, Cav. — St'r onimia: Algodón, Utjcu, Ampi (en dialecto Campa) . Pla.nta con ho_ jas divididas en 5 lóbulos; las inferio¬ res enteran, de flores amarillas con lia base de los pétalos color púrpura. Prodrtce fibra larga y un poco áspera al tacto, de color blanco puro o man¬ chado color vicuña. Area geográfica: Perú V Bolivia. Región: Crece en las m.ontañas. Provincia^ de La Conven¬ ción, valle de Santa Ana (departamen¬ to de Cuzco) — Aplicaciones: Sus fila¬ mentos, bastante semejantes a los de la lana de cordero, se presta.n para mezclarlos con és-a en sus diversas n’^llcaciones industriales. — El algo¬ dón peruano, como '] hace notar el pro¬ fesar doctor A. R a i m o n d i ha si_ do conocido en el Perú desde la más remota antigüedad; pues en las tum_ bas gentilicias se encuentra tejidos ^ue manifiestan que en Lempo de los Incas los aborígenes sabían hilarla, te¬ jerlo V aun teñirla con colores bastan¬ te vivos . I — Gossypium barbadense, L . — 'Sinonimia: Algodón. — Algadonero con filamentos largos. La pl'anta es algo semejante al algodón Sea 1 S- 1 a n d; pero las belllotas son mucho más grandies qufe las de éstas y las fibras se parecen al algodón Ufland. Area geográfica: Indígena de los va¬ lles del oriente de los Andes . Reg : Cullltivado en la Provincia de La Conven- oión, valle de Santa Ana (O. F. Conr ) — Aplicaciones: emplciado en los mismos usos que el anterior — Gossy¬ pium arboreum . Sinonimia: Algodón Tallo leñoso en la parte inferior; sus 96) ( l ! Al.íiol ÜX. — «GoSSYPII’.M T5AK BADK.NSH; YAK. l’KKVYIANr.M, CaV.» (l)i': Hikam-Bi.nguam) (97 ramas lampiñas por abajo, pubescentes por encima; las hojas sostenidas en pc- cioílos prolongados y biestipu, 'lados, .se diividen en 5 lóbulos profundos; flores axiliares y solitarias, purpurinas; cáp¬ sulas de 3 o 4 cavidades. Se encuentra en la India, en Arabia y en China. Cultivado desde hace muchos años en la provincia de La Convención. Eil al¬ godón que produce esta planta es de Lo leñoso en la parte inferior. Sus caracteres distintivos consisten en la brevedad de los lóbulos de sus hojas, que son cortos, redondeados y termi¬ nan bruscamente por una punta y ’la bellota que existe en su base. La flor es de un tinte amarillo pálido, con una mancha púrpura en la parte Inferior de cada pétalo; la, cápsula, tiene tres cavi_ dades. El algodón es blanco puro o a- AIvGOí)Ó>:. — Divkksos objktos emulkados por pos PKPMPí'IYOS peruanos para LA CONFECCION DI-; TEJIDOS; HAl. LADOS EN LAS «HUACAS» DE AnCÓN (MuSKO KaLMONDI) muy buena cuí?.lidad; razón por la que se le cultiva en mucha abundancia . ■Gossypium herbaceum Sinon’m'a: Al¬ godón herbáceo .Este nombre es in¬ exacto puesto que ia pianta que. a de: r verdad, no se eleva a veces más de 50 centímetros, siendo en tal caso herbᬠcea y verdaderamente anurl, l ega a ser en c'er' cs p''ntoo un a.-busto de I metro 60 a, 2 metros que tiene el ta_ maril.enío. Originaria del Orlente. Cul- tA-rdo desde hace pocos años en la pro¬ vincia de La Convención, donde se le c onoce con el nombre de Algodón egip¬ cio . Es r/'acado por el cuqui u hor¬ miga arriera (Eucodoma cephaiotes) . Su cuIíAo se va exíendienio desde la ‘mp'antacién en esta ciudad de una íábrica ¿e tejidos” (Fortunato li. Herrera: Contribución a la Flora del Departamento del Cuzco, Cuzco, 1921). II G o s s y^p i u m barbadense L. Gossypiium barba dense var . p e r u v i a - •n u m Gav. — Aplicaciones: La cata- pla.sma de la semilla de algodón, en la fluxión de muelas (lea) ; la ceniza algodón empleada como seca míe, favorecedora de Ja cicatrización (Am_ Fo, Arequipa) ; Ja pomada de ceniza de algodón en grasa de cerdo en Ja llama- Jas hojas lo es en el tratamiento de los hemorroides (Departamento de Loreto) ; las hojas embadurnadas de “infundía” de gaTlina en las neuralgias; los ca¬ pullos en el dolor de oídos Mea). Pa¬ ra combatir el ‘‘dolor de estómago” se ponen estas hojas sobre el vientre cu¬ bierto todo con un mantel sucio calen¬ tado (Arequipa) (V aldizán- M a 1 d o n a d o: La Medicina Po¬ pular Peruana, II, 248) . Algodón’. — Algodón p.vra hilado; ovillos dk algodón; kühcas para hilar; HUESO LARGO EMPLEADO PARA APRETAR LOS TEJIDOS. OlIJIÍTOS HALLADOS EN LAS «HUACAS» DE ANCÓN (MuSEO RaI.MONDI) ^a “lamedura de araña” (departamen¬ tos del Norte) ; el cocimiento de hilos de algodón de varios colores y de al¬ gún objieto de acero empleado en el tratamiento del ‘‘susto”; la infusión de hilo de algodón de , color punzó en el tratamiento de las cardialgías (Ca_ jamarca) ; el algodón teñido de rojo para disolver los incordios. El coci¬ miento de la raiz de algodón es em¬ pleado como diurético; el emplasto de ALGODONCILLO — (Bot.) — El Asclepias curassavica, de la familia de las Asclepiadáceas es conocido entre nosotros con los nombres de platanillo y algodón de mariposas y ha sido usa¬ do de manera semejante a como so ha empleado la zarzaparrilla en el trata¬ miento de las enfermedades venéreas. — ‘‘El Asclepias curassavica es una especie indígena de América, que se halla en abundancia en los alrededores (99 de Lima, die taüi’a de mata, con hojas lianceoLiadas, agudas, membranosas, pá_ Kdas en la cara inferior; las flores nu¬ merosas dispuestas en umbelas; ia co- roJía tiene sus lóbulos ovales de un co¬ lor anaranjado muy vivo, o también ro¬ jo. Esta especie se cultiva en Europa: es empleaida en las .Antillas como emé¬ tico en reemplazo de la ipecacuana” (G o 1 u n g a: Botánica, II, 329) . ALGUACIL del Protomedicato — (íHist.) — El Tribunal del Protomedi¬ cato del Virreinato del Perú contaba en su personal con un alguaell, qoie era e elemento ejecutivo de la insíitüción; puesto que estaba encargado de Las d’- versas nopficaciones que el Real Tri¬ bunal hacía a sus dependientes, así co¬ mo del cumplimiento de Las disposLclo_ nes que adoptaba en relación al ejerci¬ cio de las diversas profesiomes médicas (Medicina, Girugía, Fa.rmacia, Fleboto¬ mía.) Era, asimismo, el cobrador de las multas y condenaciones que, por di¬ versos motivos, imponía el Real Tri¬ bunal . Desempeñaron este cargo el año de 1807 don Manuel Echeva¬ rría y D . José Ignacio del Real. ALHELI — (Bot.) — “Maíhiola incana, R. Br . (Gheiranthus incanus) — Sinonimias: Allhelí blanco, alhelí mo¬ rado. Tallo siulbfruticoso, en la base er¬ guido y ramoso. Hojas lanceoladas, muy lenteras y cubiertas de un vello blanco. Silicuas casi cilindricas y no gla.ndulosas . Flor blanca, purpurea o variegada. Se encuentra en las costas de la región del Mediterráneo. Se cultiva en los jardines” — ‘'Gheiranthus cheiri, L. Sinonimia: Alhelí amarillo. Hojas Lanceoiladas muy enteras. Silicuas li¬ neares y glóbulos del estigma recorta¬ dos . Los pelos del tomento son biparti¬ dos, aüretados o nulos . Suele crecer en los tejados y murallas de toda Europa. Se cultiva, en los jardines y sus flores, quie son barta.nte olorosas, son útiles en perfumería como los demás alhelíes. (Fortunato' L. Herrera: Gontribución a la Flora del Departa¬ mento del Guzco, Guzco, 1921, p. 101) ALHOLVAS— (Bot.)— En el In¬ ventario de La Botica del Golegio de San Pedro en Lima., practicado el añcF de 1771 hemos halLado citado este ve¬ getal. Existe tradición de! empleo te¬ rapéutico de la alholva en nuestra sie¬ rra, en la cual hay un dicho vulgar elogioso de cierto preparado y que dice: ‘‘De todo tiene, malvas tiene, tiene al_ holvas. . . — “Alho'lvas — dice Do- m i n g u e z (Diccionario, I, p, 89) — ■ planta de !•: familia de las Leguminá- ceas, de un pié de altura, que echa las hojas de tres en tres, cenicientas por debajo, cuyas flores son pequeñas y blancas. El fruto es 'Una vaina larga y encorvada, plana y estrecha, que con¬ tiene las semil.jas, las cuales son a- máriílentas y duras y de olor desagrada- bÍ'e”.Sem\Va de T r i g o n e 1 1 a- Foenum graecum L. ALHUGE^WIA— (Bot)— “La L a, V a n d u 1 a s p i c a, planta iiiidíga- na del Africa y de la Europa Meridio¬ nal y conocida con el nombre de Alhu-^ cema, tiene la talla, de una mata, con hojas oblongo lanceoladas, enteras es¬ trechas en la base; las flores dispuestas en espigas cortas ly de un color azul; esta planta contiene un aceite volátil muy abundante, de un olor muy fuerte,: que usa principalmente al exterior contra los reumatismos; además se usa la planta para fumigaciones. (G o 1 u n g a : Botánica, II. 397) — (F. 1. ) — La medicina doméstica de nuestra épo¬ ca lleva a cabo estas fumigaciones en los dormitorios de las puérperas y en. los de los enfermos ci' -^valescientes . También emplea la alhucema, para ca¬ lentar con el humo proveniente de la fumigación, las ropas de estos enfer¬ mos y Las de los niños en los prime¬ ros meses de la vida.|| (F. 1.) — Ap: Se sahúma al enfermo con a.lhiucema,. contra, el *Mire” (Jauja, Arequipa) ; el aceite de olivo hervido con alhuce¬ ma se emplea contra las “sopladuras”’ (Arequipa) ; la alhucema frita en gra¬ sa de gallina se aplica, sobre la planta del pié, a título de derivativo, en el tra¬ tamiento de los resfríos (Arequipa) ; en el tratamiento de la amigdalitis y de la retención de orina., después de untar con grasa de gallina derretida el cuello, o la zona del vientre correspon¬ diente a la vejiga, se cubre la región 100) con lana de carnero negro sahumada con alhucema (Arequipa^ (Valdi. z á n - :\[ a 1 d 0^ n a d o: La IMecV-cíina Popular Peruana, If, 293.) ALHUE Pirü — (F. l. )~Los a bon'genes chilenos dieron este nombre a la sarna. El nombre deriva de pita (escozor) y de alhue (infierno) de m.odo que su traducción literal sería ’‘comezón del infierno” o ‘‘sarpullido del infiierno” com.o insinúa el señor Vicuña )\r a c k e n n a, a quien to¬ mamos la información (Los médicos de antaño en el reyno de 'Chile”, Santiago, 1877). ALSAGi^ JOSE — Alumno — (Biog.) Nacido en Huancayo (‘Depa.rta_ mentó de Junín) en 1891, hijo de don Bernabé A 1 i a. g a y doña Luisa Gutarra. Se inscrL bió en la matrícula de Farmacia de la Facultad de Nledicina de Lima el año de 1916. ALIAGA Y fVSE^IWO JAiHE — Alumno — (Biog.) — N. Geliendín, 1895, de J e r ó n i m. o y Jose¬ fa. Se inscribió en la matrícula de Odontología de la Facultad de Medici¬ na de Lima el año de 1917. ALIAGA PEREZ CARLOS _ ]\rédico — (Biog. i — N. Lima, 1880, de ^ C a s i m i ^ o y Joaquina Pérez. Alumno de ^Medicina en 1899; bachiller en 1905, sustentando por tesis un estudio titulado “La urob,:- lina”; médico en 1906; doctor en Medi¬ cinaren 1911; su tesis: “Determinación específica de las manchas de sangre (Observaciones sobre la reacción de Uhlenhut)”. — .Jefe de los trabajos prácticos de Química y de ToxicologjM, manifestó el doctor A 1 i a g a, en el desempeño de dicho cargo, verda.dera devoción científica y verdadera compe¬ tencia, circunstancias que hicieron muy penosa su prematura desaparición. Fa¬ lleció, en^el pueblo del Barranco, inme¬ diato a Lima, donde ejercía la profesión, el año de 1911. Bibliografía: í — Tesis del doctorado, Tmp. “La Revísta”, Lima, 1911. ALIAGA PROAÑO JULIO — Círu.. jano dentista — (Biog. ) — N. Celen- din, 1891, de L u c a s A 1 i a g a y Jesús Proañ o' — Alumno en 1911; diplomado en 1914 . — Figura en ia “Relación” oficial de la Facultad de Lima de 1919. ALIGUYA _ (Veterin.) _ ‘‘Ali- cuya. Insecto pequeño que se cría en el Perú entre la yerba del campo, y es muy nocivo a los ganados, por que in- teriormente sie les fija en el hígado y lo ulcera, de lo cual muere muchísimo; particularmente abunda en la provincia de Chancay y la sal es el mejor preser¬ vativo” (A íl c e d o) : Diccionario, V) — “La Alicuya es una epizootia que ataca al ganado lanar y vacuno y que consiste en la presencia de gusanos pla_ telmintos, del orden de los trematodes, en los conductos biliares. (Ignacio La Puente: “Informe acerca de los estudios que he hecho en la provin¬ cia de Cajatambo sobre vacunaciones anticarbonosas y .algunas epidemias que diezman a los ganados, en “Monitor Mé¬ dico”, Lima, 1897). ALIEMCiOP^ r^El.^TAL EN EL PERU — (Hist.) — Estudia.ndo la alienación mentaijí entre los primitivos peruanos ( Y a 1 d i z á n: “La alie¬ nación mental entre los primitivos pe_ ruanos”, Lima, 1915) hemos llegado a las siguientes conclusiones: la.: Cons¬ tátase, en el vocabulario keshua hue¬ llas acentuadas del conocimiento que los primitivos peruanos tuvieron de los estados de ánimo que pudiéramos lla¬ mar fundamentales y, teniendo en cuen¬ ta la variedad infinita de giros de Ien_ guaije de los antiguos habitantes del Perú, sospéchase, con fundamento, que reservaron muchos de estos giros al enunciado de los estados de ánimo in¬ termediarios entre los fundamentales ,a que hacemos referencia. 2a.: Constᬠtase. asimismo, el conocimiento que los primitivos peruanos tuvieron de algunos estados patológicos de orden psíquico: los antiguos peruanos conocieron el de¬ lirio febril, ya qule tanto conocimien¬ to tuvieron de ia fiebre, que llamaron r u p a ; pero probablemente no le dieron la interpretación de síndrome que actualmente se le concede, como (101 no se la habían dado los machis de Arauco, ni Jos mexicanos. Es proba. blie que conocieron los grados diversos de la intoxicación aJicohólica y que apro¬ vecharon del delirio akohólico en algu¬ nas de las prácticas de hechicen^ que tan frecuentemente realizaron. Hálla¬ se fuerá de duda el conocimiento que Jos antiguos peruanos tuvieron de la acción estimulante de la coca; pero las cuales debe colocarse en primer tér¬ mino el chamico (Datura stram.onium) . Go-nstátase que los antiguos peruanos conocieron la frenastenia, cuyos diversos grados vinieron confundidos en una etiqueta común, Ja misma que com¬ prendió algunos trastornos de la pala¬ bra y de la audición. Probablemente la ^‘enfermedad de baile” que era cu¬ rada por hechiceros constituyó una co„ Cerámicos expresivos, de procedencia chimé (Mi;seo Arqueológico «Víctor Larco Herrera») pocas pruebas aportadas por la leyen¬ da no son suficientes para aceptar que ellos conocieran algunos de los tras¬ tornos psíquicos que caracteriza>n el ■cocainismo. Hállase igualmente fuera de duda que los antiguos peruanos co¬ nocieron líos matices diversos de altera_ •ción psíquica provocados por la inges¬ tión de algunos vegetales dotados de propiedades estupefacientes, entre los reomanía epidémica, análoga a aquella que, en la Edad Media, invadió la Eu¬ ropa. La leyenda y la Cerámica ofre¬ cen pruebas indiscutibles de la existen_ cia, entre los primitivos peruanos, de las perversiones sexuales, aún de aque¬ llas que vulgarmente vienen considera¬ das como verdaderos refinamientos mor- besos de la civilización actual. 3a.. Constátase que los antiguos peruanos, 102) Cerámicos expresivos, de procedencia chimi't (Museo Aroueoeógico «Víctor Larco Hekreka») como todos los pueblos primitivos, es¬ tablecieron confusión lamentable entre las enfermedades mentales . Sóiio esta¬ blecieron, quizá, diferencia entre los trastornos psíquicos congénitos y aque- lilos adquridos. 4a, Constátase que los antiguos peruanos adoptaron, en el tra¬ tamiento de la alienación mental, algu¬ nos recursos terapéuticos empleados en el tratamiento de otras enfermedades: la balneación, la sangría, la trepanación (?); pero es evidente que siempre, la m.ayor energía terapéutica fué confiada a la acción, considerada bienhechora, de los hechiceros. Y que éstos, en el ejer¬ cicio de su misión, no limitaron sus prácticas a la acción taumatúrgica y re¬ currieron a las virtudes terapéuticas de Cerámicos precoeom pinos, reveladores de perversiones siíxuales (Museo Ar(,)UEológico «Víctor Larco Herrera») (103 > r » o (O ^ d a w O 2 » o s o ^ ú¡ ^ t 5Í r = > c X n X o w » 104) ailgunos vegetales, cuya acción sobre el sistema nerviosa no les era desconocida. — ^^Respecto a la alienación mental en la época colonial, • puede consultar el lec¬ tor los siguientes estudios: a) — A' a I d i z á n: ‘‘Los faetones 'etioló- gicos de la alienación mental a través de si todas las formas de psicopaüia en a- queólcs tiempos, si bien las condiciones de época y de ambiencia hubieron podi_ do influenciar en derla forma el colorido psicológico de tales enfermedades. — ■ Respecto a la época republicana de la historia de la alienación mental en el Cerámico REPRiisKxa'AXoo un si'JETo fálico (Museo Arqueológico «Víctor Larco Herrera») nuestra historia,” Lima, 1917; b) — V a I d i z á n: “Locos de la Colo¬ nia”, Lima, 1919. En ambos estudios, más en ©1 segundo que en el primero, se constata que en la historia del Perú colonial existen elementos suficiente¬ mente sugestivos -para hacer pensar en la existencia de representaciones de ca- Perú, el lector puede consultar los es¬ tudios siguientes: a) — M a ñ i z: “IMemoria” sobre casa de insanos, en “Monitor INlédico”, Turna, 1898; b) — V a T d i z á n: “I a asi ene i, a W’e' alienados en el Perú”, inédito aun en este año de 1921 en que escribimos es¬ tas líneas . , (105 ALIENADOS — Asistencia de — (Hist. ) — ‘^Es de creerse que los idio¬ tas,, los imbéciles y los cretinos, no ha- Waron en la sociedad del Perú incaico protección muy decidida n'i atención muy esmerada; la palabra Opa es un des¬ pectivo keshua, lengua en la cual no se toma jamás en el sentido de dudo¬ so afecto en que se toma a veces en castelllano en muchas provincias del Pe¬ rú actual. Y esta palabra ha sido reem¬ plazada por lia palabra castellana Asno, para designar la frenastenia de todos los grados y de todas las formas” (V a L d i z á n: ‘‘La alienación mentaili en¬ tre 'los primitivos peruanos”, Lima, 1915). — Se sabe poco respecta a los agentes terapéuticos empleados por los curanderos del primitivo Perú en el tra¬ tamiento de las enfermedades mentales y se sabe menos respecto la. la asisten¬ cia de estas entidades morbosas; es de creerse que no concedieron grande aten¬ ción a aquellos trastornos psíquicos que no representaban peligro para la ícoílec- tividad y que, tratándose de las antigua¬ mente llamadas “formas eretísticas” de Ja alienación; de los delirios Intensos, con viva excitación motriz, los antiguos peruanos trataron estas formas de mane¬ ra poco piadosa, reservando para ellas la brutal supresión o las crueldades de una privación de libertad, tratamiento quie nada de particular ofrece tratándo¬ se de pueblio que, como 'el antiguo pue_ blo peruano, debió ver en las altera¬ ciones del espíritu manifestaciones de la cólera divina; de esa misma cóilera divina que ellos encontraban en los sín¬ tomas o si nd romes de o -ras enferme:' '»- des.|— Las primeras noticias históricas relativas al establecimiento de hospi¬ tales en estos reinos dell Perú no con¬ signan referencia alguna en relación al trato que, en aquellas épocas, recibieron los alienados. El hospital fundado en 1548, en la ciudad del Cuzco, por fray Juan Solano, aprovechando para la fundación algunos uíensiJiosi abando¬ nados por líos reales ejércitos que sos¬ tuvieron la causa úe don Pedro de il a G a z c a; el hospital' fundado en Trujillo, el año de 1551, por obra de la piedad sin límites del primer Arzo¬ bispo de Lima don Fray Geró¬ nimo -de L o a y z a; el hospjtaíl fundado en el Cuzco, el año de 1555^ por la probada virtud de J u a n Ro¬ dríguez de Villalobos, con especial destino a la asistencia de Cos entonces muy numerosos enfermos víctimas del “mal de San Lázaro”; el Hospital de Ntra. ¡Sra. “del Remedio” o de “los Remedios”, solemnemente fundado en el Cuzco el año de 1556^ todos ellos fueron destinados a asistir todo género de enfermedades, excep_ ción hecha de la fundación de Ro¬ dríguez de Villalobos. Y en ninguno de estos establecimientos hospitalarios existió — que digan las Crónicas — reparto especialmente desti¬ nado a la asistencia de los ailienados.[ Es de creer que en todos aquellos hos¬ pitales que hemos nombrado fueron asistidos los alienados, pero no en for- ma especial, ni rodeados de privilegio alguno de asistencia . Los alienados asistidos debieron constituir excepción, ya que muchos de ellos eran tenidos co¬ mo víctimas de la posesión demoniaca y muchos de ellos fueron considerados so¬ lamente como sujetos extravagantes, de “natural extraño y no como verdaderos enfermos. Dado el ambiente miístico de la época, nada ofrece de extraño la fre- cuentía de las neurosis en los muchos conventos establecidos en la Ciudad de los Reyes y en cada uno de éstos, con mayor razón en aquellos de la censura severísima, los alienados fueron tratados en las enfermerías, que nada de piado¬ so y menos de razonable pudieron ofre¬ cer a los desventurados que sufrieron la enfermedad de mente. | — Los prime¬ ros hospitales peruanos, en cuyos ana¬ les se halla cita especial de repartos es¬ pecialmente destinados a la asistencia de enfermos de mente, fueron el de San Andrés y el de Santa Ana, ambos en Lima, la Ciudad de los Reyes 'de la época colonial. | — En ©1 ^ño de 1552 un piadoso Clérigo, don F r a n c i s_ c O' d e Molina, movido de su amorosa inclinación a los pobres, había iniciado la asistencia de los desvalidos en el arrabal de San Andrés, en un lu¬ gar que le fué generosamente asignado por el entónces Virrey del Perú don Andrés Hurtado de Men¬ doza, cuyo nombre l'e fué dado al 106) (107 V<1< ANTICtUO líoSPiCIO PF. FA MlSFRlCOFpi^ (1859-1917) Hospital que el bueno del religioso tuvo idea de fabricar en servicio de ¡los en_ fermos pobres de Lima. Si ningún Cro¬ nista de la época hace referencia a. los repartos especiales para alienados exis¬ tentes en este Hospital, algunos de ellos io hacen incidentalmente en el curso de sus rdlaciones de sucesos: [ — El Padre G a 1 a n c h a (refiriendo la vida de Pedro O r d o ñ e z, hijo de doña María V a 1 v e r d e, hermana que fué del primer Obispo del Perú fray Vicente V a 1 v e r d e, dice que ©1 tal ‘^perdió el juicio y vino de Dios fray Juan Masías, dice así: ‘^Trece años después de la “ muerte del siervo de Dios Juan “Masías, cayó muy malo Juan “de Villa, y se entendió que le ‘‘ habían hecho m a 1, por que per- dió totalmente el juicio, y dió en fu- ‘‘ rioso, tanto que no pudiendo tenerle “ en su casa doña Agustina de C ó r- “ d o b a, que le había criado, le 11©- “ vó a la Loquería del Hos- “ p i t a 1 de 'San Andrés, “ para, que allí lo curasen”, A esta franca abusión a la existencia de una La antigua camisa de fuerza (Reconstrucción de escena) a estar tan loco que c a d e n.a s ni c e p o s no qnfrenaban lo furioso, ni achicaban lo temeraria” y agrega que curaron al furioso y, en vez de reme- diario, lo remataban más” y que el mal creció de tal manera que nadie es¬ taba seguro en la ‘^casa cuando más aherrojado lo tenía el loquero”,] _ El Padre M e 1 é n d e z consig¬ na una más franca alusión a la asis_ tencia colonial de alienados y a la asis¬ tencia de las- Loquerías de San Andrés, Refiriendo algunos de los ma¬ ravillosos sucesos de la vida del siervo Loquería dentro del Hospital de San Andrés, siguen unas pocas palabras que dicen bastante bien las características de la asistencia: Refiere que el enfer¬ mo, después ,de siete meses de perma_ nencia en la nombrada Loquería se ha¬ llaba en situación tal “que era necesa¬ rio tenerle en un cepo y atadas las manos, por que hacía pedazos los vestidos”. Termina su reVación el Padre M e 1 é n d e z manifestando que los administradcwes del Hospital habían entregado a la mu¬ jer de Villa las llaves de la 108) Pkofksoh Doctor ArKKi.io Ai.akcí) celda en que éste había s!do ence. rrado, con el objeto de que la buena mujer pudiese entrar a hacer la r.n?. pieza de la celda y la del enfermo y 3 aumentar a éste. | — . Como puede V2r_ se, en estas dos informaciones nos ha sido 'legado un cuadro bastante comple¬ to y muy sombrío de las características de la asistencia de alienados en aquella época. Se habla de cadenas y de cepo?, de las manos ligadas, de las celdas en que ell temor de la agitación cuidaba de encerrar a los enfermos, conduc’én- do'Los a la perpetua agitación y al gatis_ los cepos fuertemente soldados, las ca... denas de los resistentes eslabones, todo e lo constituye el arsenal de aquella rsisíencia respecto a la cual el Padre M e I é n d e z nos da la primera no¬ ticia. I — No creemos que estas con¬ diciones de la asistencia de alienados sufr.eran apreciable modificación hasta ios primeros años del siglo XIX y nos inclinamos a no creer en ello teniendo en cuenta el hecho muv sugestivo de la perpetuación de aqueWos viejos sis¬ temas aun a despecho de la obra re- fcrm.adora llevada a cabo en la segunda GrII.LETKS usados ANTUILIVM KXTK K.\ UA ASISTENCIA DE ALIENADOS (Museo del Asilo Colonia «Víctor Lauco Herrera») mo y se nos habla también de loqueros que aherrojaban a los enfermos. Es el pleno período bárbaro de la asistencia de aílienados, caracterizado por el miedo social en actitud de cruel defensa y de zoológico egoísmo : el alienado agresivo es un peligro social y hay que evadirlo ■encerrando a ese peligroso, colocándO’e en condiciones de no dañar, aun cuan¬ do esas condiciones sean da muerte de •ese desventurado al qi^e esa rfusma so¬ ciedad no pudo libfar de las garras de la alienación. Se trata de una ética pri¬ mitiva. Las celdas de fuertes muros, mitad de dicho siglo, por los doctores U 1 1 o a y M ui ñ i z. Siin embargo, una opinión autorizada parece contra¬ riar nuestras creencias: | — En 16 de enero de 1816 el entonces Protomédico interino del Virreinato, Doctor Don Miguel) T a f u r, elevaba a lia Superioridad un muy interesante infor¬ me, en el cual se daba plena prueba de la asistencia de alienados a domici¬ lio y en el que exhibe el concepto mé_ dtco respecto a las ventajas del aisla_ miento: ¡ — “A poco de haber venido ‘‘ de Europa don Domingo Al- (109 c a r á S — dice el doctor T a f u r— me encargué de su asistencia, la que “ abandoné por no ser posible seguir “ e cuidado con que tales i <‘ mÓs se tiene en la Loquería de San ••«Andrés, cuidado y rul,s„itai «< imposible proporcionar en ^5^] -de San Pedro y en las “ ?:smr’que^C^ en todL e- <« enfermedades . 1 eon- ZZ de un alto interés >nformativo-, .«',.0 el alustre sustituto de L « nos d ce el du^ ,ntre no, " “ 1 rechazo del Manicomio y sotros, el recna fg^noto origen nos informa ,<íe' ^¡3, fjgnte a fren, de la ,i5n. nos caracteriza, te de la ‘n^^'^nac , asistencia con bastante Prol'l-dn . , 1^3 <>e a'áenados leva^^^^ en for- enfermeras de ^ ae- ma de la mas 4; ce a, su- euestracióne^ Tonvecimiento del doctor mi.smo, métodos de bru- ál sMo servían ayer, co- - r* “ s:'Sr? stí -í vi *F alienados 1 p^mo de ■!,; Tiendo como es muy elevado el íonc^pto que tenemos^ fojmado^ !::r:fpnc^o^ con dmcu.tad . ^hecho del paréntesis que, en i nuestra asistencia de alienados en las Toquerias de San Andrés, representa ría el período de 50.1101103 cuidados a que hace referencia, en el ano de 1816 el Protomédico interino á&\ V.i_ rreinato.l— O el protomédico intentó velar piadosamente la veraad de los horrores de dicha asistencia o, ^ vamente, en aquelila época la piedad de algún médico, cuyo nombre se ha per¬ dido en la penumbra implacable de los años, dulcificó en alguna forma las crueldades de d^cha a.s.istencia. sabido que el Hospital de ban Andrés de L'ma estaba destinado solamente a, .la asistencia de españoles y de ne¬ gros, curados “con todo regalo , co. mto dice el llustrísimo Pizarra g a; de modo que es de creerse que la aseveración del doctor T a f u r de no ex st,r en Lima otra Loquería que aquella de San Andrés, no corres, ponde a la verdad. En el Hospital de i.'a Caridad, primero y en el de Santa Ana después, debieron .existir habita¬ ciones especi.álmeníe destinadas^ a la a‘=:istencia de las alienadas, así como existían en el de San Andrés^para los al eñados. Y cosible que idénticos com¬ partimentos existieran en el Hospital de San Bartolomé, j — manera que ias Uu o q u e r í a s que alcanzo don José Casimiro U 1’ li o a, en el acó de 1856, constitivan aun un re_ zago de la asistencia, colonial de los alienados.!— No hemos hallado mu¬ chas informaciones interesantes respec¬ to a este período de la historia de la asistencia de alienados anterior a m ación de la obra de U 1 1 o a. i ari¬ to éste, como M u ñ i z, por^ razón d-e los sentimientos de indignación que en eVos provocaba la evocación de u- n”a época negra,, han prescindido del de- tal'ile para anatematizarla con m.ayor sentimxentalidad que exposición de mo¬ tivos . 1 — I^a revisión de algunos archu vos nos ha, nermitido aportar una pe aueña contribución al respecto: — El ano de 1856 la Loquería de barones debió abandonar el 'local del Hospitail de San Andrés, por razones que no sa¬ bríamos precisar. Con los nombres de Hospital de Orates yCa s a de A m e n t e s, la Loquen a de Varones, que tenía ese año como Mayordomo a don Juan J . L an¬ da b u r u, estuvo instalada en la ñamada “Gasa de Huérfanos” . Tal m- formación parece deber deducirse 112 í (113 Asilo «Víctor Lakco Herrera»: Residencia del Médico Director un certificado fechado en 1856 por el doctor A 1 relativo al exame¿; que había pfacficado del esta¬ do m^ad de un enfermo que se asis¬ tía en el servicio del doctor Ríos en el 'Hospital de San Andrés y quie, en opinión del doctor Almenabas, debía ser trasladado a la Gasa de A m em.t e s , d e 1 1 o ,.c a 1 d' e H u é r f a 'n o s.] — Pero esta, instala¬ ción debió ser eventuaJl; pues en el a_ ño de 1857 se encuentra documentos mente s. — Lima, julio 18 de .18o 7. (firmado) Miguel Baquero. ] sello qu|ív.4ií^s- lutqudencia de PoíIq!%. ;^‘‘B1 'Seóliomo diePl Hospitsil- “ de San u\ndrés recibirá al amente ‘'Luis Aguirre y destinará aíl servicio de ese establecimiento sin “ permitirle la salida, a la calle, que ‘‘ es perjudicial al público. Lima se- “ tiembre 9 de 1857. (firmado) — “ B q u e r o”! — ‘‘Un sello que di¬ ce; “Reg'máento de Gendarmes de lu- Asílo «VíCToa L.vkco interesarles reveladores de la vueóta de los alienados al Hospital de San An_ drés, si ellos abandonaron este Hospit^'i! como lo indica claramente el certifi¬ cado médico del doctor Almena- b a s. Entre tales documentos, vale Ha pena de consignar, a título de anti¬ guallas, los siguientes :| — -‘‘Un sello que dice: Intendencia de Policía:. — “El Ecónomo del Hospital de San An- “ drés admitirá al Religioso G. D. pa- " ra que sea medicinado en el d e _ “parlamento de los Ai _ I-AI>ULLÚX i>b Ai>ÁJ1M> r KACÍUX fantería. — Lima, 19 de noviembre de “ 1857. — '‘Señor Ecónomo del Hos¬ pital de Insanos” — ‘‘S'rva.se usted en_ ‘‘¡'regar al dador de ésta ali individuo “Lucas Aguirre que me di_ ce Ud. que es aparente para. desti_ “ nar’o a un buque de guerra por no ‘‘ ser loco sino vago y mal entreteni- “ do, en esta virtud, ce cumplirá |ta o_ ‘‘ pinión del facultativo que le ha reco- ‘‘ nocido, cuyo certificado recibí con la nota de Ud . fecha de ayer, que con- “ testo. Dios guarde a Ud. (firmado) 114) (115 Asilo «Víctor Lakco Hiírkiíka»: Servicio f.sioterápico Miguel Baquero. | — Ya en esta época Has Loquerías, sobre todo aque^'íTa de San Andrés, habían ad_ quirido una cierta autonomía; pues, dentro del Hospital de San Andrés, te_ nía un presupuiesto particuilar: Las Lo¬ querías tenían un Médico, que percibía ei haber mensual de 40 peRp?, haber idéntico al que percibía el Ecónomo y tenía, además, un interno, alumno de Medicina, con el sueldo de 20 pesos y un Loquero con e'l de 1 6 pesos. | 1 1 o a, al cual asignó el haber men_ suaí de cuarenta pesos . ! — Anterior_. mente a U 1 1 o a habían desempeña^ do el cargo diversos méd'cos jefes de" servicio en los hospitales de Santa Anar y de San Andrés y algunos otros;^ nom¬ brados especialmente jefes c^ las Lo' querías, cuyos nombres vale la pena- olvidar. Uno de ellcc, nrobablemente acusado por la opinión pública de ma¬ los éxitos en su asistencia de enfermos,, se vió precisado a publicar, en los dia_.- Asilo «Víctor Largo Herrera»: Sala de duchas en el pabellón de Pisíuíerapia ■ — Una comprobación de esta autonomía lia hemos hallado en una boleta de pa¬ se de un enfermo, que se halla conce¬ bida en Io:3 siguientes térmnos:] — “ Hospital de San Andrés — Primer de¬ partamento de Medicina — Gama No. “ 37 — 'Pase a la Loquería hoy 23 de ‘^setiembre de 1857 (firma del facuL “tativo) — (firmado) Villa r”.| — El 18 de julio de ese año de 1857 la Sociedad de Eeneficencia Pública de Lima eligió Médico de las Loquerías al doctor José Casimiro U- rios de la época, una ‘‘Razón de los enfermos por él curados en la Loque_ ría de San Andrés. ¡ — Ese año co_ raienza la obra de U 1 1 o a. Se tra¬ ta de un inicio tímido, de un inicio que, consultando las características del mo¬ mento, no emprende una campaña in¬ tensa al servicio de sus ideales y que- se limita a ofrendar a éstos las ueque_ ñas victorias que el ambiente permitía: obtener. U 1 1 o a halla, ,a su adveni¬ miento a la jefatura de las Loquerías,, una situación de desorganización com.. 116) p^’eta, del cual es nu botón de muestra e*l siguiente documento: | — “Un se- “ lilo que dice: Intendencia de Policía. “ — EL Administrador del Hospicio de Insanos entregará al Teniente don “Julián Garrión el asiático ‘‘ A h i que equivocadamente se ha remitido hoy como insano a ese hos- “picio, Lima, 16 de octubre de 1858. “ (firmado) M é n d e z”.| — Este asiático había sido examinado por el doctor V i 1 1 ar, que había recono- paCabra a U 1 1 o a , para que ál no^ diga, a grandes rasgos, con más sen-- timiento que análisis severo, cómo e- ran aquellas Loquerías que, en hora buena, le tuvieron a él por jefe;| — ^ “ Es imposible, en efecto, atravesar “ eil dintel de lo que se llama Loquería “ sin huir la vista, como lo hizo S, E. íse refiere a la visita hecha por ef “ jefe del Estado a los establecimientos^ “ hospitalarios de la Capital) de escena: ‘‘ tan desoladora. La Loquería Asilo «Víctor Lakco Hkkrera»: Laboratorio a.\atomo-patológiC() cido en él a un idiota; pero nada valió la opinión técnica ante aquella de la autojidad y el enfermo fué extraído del Hospital. I — En estas condiciones se inicia la obra de U 1 1 o a en favor de los desventurados alienados del Pe_ rú: ella comienza por una campaña en el sentido de inclinar la pública opi_ l ión y ella obtiene el triunfo de mere¬ cer la más noble acogida de un ejem_ piar Director de Beneficencia, don P'rancisco Garassa -I — ‘ Pero, antes de continuar, dejemos la “de Santa Ana nos presenta “ desde luego un patio húmedo o cu- bierto de lodo, donde se ven aquí y ail'á montones de piedras, y en don-r de yacen sentadas echadas o en cu-- “ cllililas las desgraciadas locas que^ “ cubiertas de harapos y con la expre.. “ sión particular que da a sus semblan^ tes su mal, se nos presentan como las ‘‘ brujas de M a c b e t h . Esa es su residencia del día, y es allí donde “ reciben la insolación en los calores “ del verano, y la humedad en las llu- (117 vias del invierno.. En la noche tres estrechos salones, sin pavimento, re- ciben sobre ta, rimas, con un colchón lias unas, 'las otras sin éi, a aquedlas infortunadas. Inútil es decir que en tai’ es condiciones (la limpieza es allí imposible, no obstante los heroicos es_ fuerzos de las hermanas de Caridad . ■^1 Inútil también añadir que falta la ‘^vigilancia y que ila asistencia médica ■“ carece de recursos y de auxilios pa_ ra ejercitar su acción. Guando se contempla un instante la Loquería de “ hay, es cierto, más aseo, más vigilan- cia, mayor asistencia; pero todo esto no toca la medida de ,1o que se puede “ hacer en este género de servicios pú_ “blicos. El estado, pues, de ambas lO- “ querías rec/ama unísonamente la más “ pronta trasliación de los enagenados al! lAsilo fundado por los esfuerzos de “ la caridad pública. .Este Asilo no es, por cierto, una obra monumental, co_ “ mo se pretende ni compararse puede a los de tercer órden de su género “ levantados en las cultas poblaciones Asilo «Víctor Largo Herrera»: Gakixete odo.xtológico Santa Ana, no se comprende, de una parte, cómo no sea espantosa la mior_ taíidad de este establecimiento; y de “ oitra cómo todos los días no ocurren “ graves accidentes entre locas exalta_ das que tienen la libertad de maltra- ‘‘ tarse a su placer y a su disposición medios con qué matarse. | — La Lo- ‘‘quería de hombres, sin “ estar en deplorables condiciones, de- “ ja, sin embargo, mucho que desear porque los infelices amentes muden ^‘cuanto antes de ai’ojamiento . Allí de la Europa.: sin embargo, tal cual “ es, él se presenta como la mejor de “ todas nuestras casas hospitalarias, “ reuniendo todas las condiciones más ‘‘ esenciales al objeto de su destino. “ Reservándonos para dar más tarde u- ‘‘ na descripción completa de esta casa, ‘‘ dvemos que la distribución de su lo- “ 'Cal sus condiciones higiérjicas, su “ amueblado, son m.uy superiores a los ‘•análogos en los otros hospitales.] — “ Es sensible que su espacio no sea ‘‘ proporcionado a sus necesidades y 118) ■“ que el suelo de los dormitorios no se encuentre asfaltado, único medio de “ mantener la ’impieza en los Asi'os de ‘‘ ¡locos. De desear sería que el Supre- '** mo Gobierno, penetrándose de esta, ne- cesidad, viniese en auxilio de la So- ciedad de Beneficencia, para comple- “ tar la construcción del más bello e_ ‘‘ dificio que ha 'Levantado en estos úl_ ‘‘ timos tiempos la caridad púhMc.a en “el Perú. Más de desea.rse es todavía que se allanen las dificultades que se “ oponen a la utilización de las nuevas “ vrdo de su visita a los establecimien- ‘‘ tos de caridad, contribuirá, no lo dudamo.-^, poderosamente a este san- “ to fin. Kil es digno del actuail Vice “ Presidente, que parece querer de- mostrar con sus actos, que los bue_ “nos gobiernos sólo son merecedores “ de las bendiciones de los pueblos “ cuando propender, a su adelanto, o a “ la mayor suma posible de su bienes_ “tar fís'co y moral’’.! — Estas Lo- 0 u e r í a s fueron las precursoras del Hospicio de La M i s e- Asiro «ViCToK Lauco Hi:kukka)): Pahkllóx i)i<; La\am)I';ría “ Loquerías. Los informes recibidos de- “ hen laber producido ya en ell Gobier- •“ no ’a persuación de la imposibiilidad “ en que se encuentra la Beneficencia para jlenar el Presupuesto de las nue- ■“ vas Loquerías. Lis, pues prec so qi e “ conform.e a lo.i princip’os de una buena administración, e‘ acturf, (to- ‘‘ bierno se apresure a cubrir el défi- ‘‘ cit que se presenta com.o un obstá_ culo que inutiliza indefinidamente la '“fundación de las Loqueras. La :m_ ^‘presión favorable que S. K. ha llc_ r i c o r d i a, del i\I a n i c o m i o del Cercado, como dieron en i'’amar;e los limieños tomando no;a del t arrio en el cual el nuevo hospicio ha- L a sido ubicado.! — Escribe M u ñ i z: “ Ero de Ies hom.bres que más ha. he- “ cho por la asistencia de los desgracia- “ des en Lima, el señor don Eran- ‘‘cisco C a r a s s a, comprendien, ‘‘ do la urgente necesidad de construir “ un hospicio exclusivamente destina_ ‘‘ do a ’a asistencia de los insanos de “ ambos sexos, inició una suscrición pú- (119 “ blíca, la que arrojó un producto de “7.00( pesos, suma bien insignifican- te . ” I — Don Francisco Ca¬ ra s s a, aparece, en los anales perua¬ nos de l,a asistencia social, como una hermosa figura plena de amor a los desvalidos, pronta al socorro de enios y iílevando su colaboración hasta el sa¬ crificio . Conocemos, merced al archivo ddl extinguido Manicom o del Cercado de Limr, un rasgo de este hombre ad_ mirable, que permanece inédito: Era un ejempilar del ilibro de Pin el (el archivo no indica cuál) que el pro_ petar o se regaba a vender; pero que se resignaba a conceder en préstamo ul coloso Director de Beneficencia. Es¬ te, en su deseo de beneficiar a los en¬ fermos del Hospicio de 'la Misericordia, hizo COPIAR a mano, único elemento de copia entonces existente, eil tratado completo, para que, leyéndolo, los mé¬ dicos peruanos pudieran beneficiar a los enfermos. Así, pues, el Hospicio el año de 1859, y en aquel entonces po_ eos eran los médicos dueños de ricas bibliotecas y pocos eran los que se per. n Itían el Lujo de recibir libros o revis¬ tas extranjeras que pudieran ponerlos al tanto del movimiento cientíifico mun¬ dial; hacia apenas tres años que se e- ditaba, por la Sociedad de .Medicina de Lima, aquella buena “Gaceta Médica” que, en Las dos épocas de su existen¬ cia, ha archivado toda la producción médica de ese no breve período de tiem_ po . El señor C a r ,a s s a, consiguió poseyó, durante algunos años, esta co¬ pia manuscrita del tratado de P i n e 1 que se ha perdido desgraciadamente . | _ Fué don Francisco Gara- s s a, el brazo eficaz de la reforma cálidamente insinuada por U 1 1 o a desde el año de 1857, en que fué nombrado Médico de las Loquerías. A- provechando los fondos del legado G h a r u n y aquellos del legado U- g a r t e, que incrementaron en la suma de 90.000 pesos los recogidos por la piedad deli señor G a r a s s 120) se dió comienzo a la obra.j — Se acor, dó ubicar el nuevo Hospicio en el popu¬ loso barrio del (lercado y S2 eiigió, c.^- mo ilocal por transformar, por adaptar, la ililamada “Quinta, de Cortés'’ que ha_ bía servido de local de Gonvalescencia a los Jesuítas que, desde el año de 1568 se habían encargado de doctri¬ nar a los indios alojados en ese barrio del Cercado.! — Para de.rnos una idea de la obra realizada y de la forma en que ella fué llevada a cabo, dejemos la ‘‘ de sus cimientos, sino que, primitiva- ‘‘ mente una quinta, se han hecho en “ eí'a ias construcciones y reformas ne_ “ cesar’as para apropian’a a su destino. Esta desgraciada circunstancia hace “ que dicha Loquería no satisfaga cum- ‘‘ plidamente su objeto y presente im- ‘‘ perfecciones en su construcción que “no es fácil remediar. | — Conforme al “ plano trazado, todo el cuerpo o ala derecha del edificio está destinado a “ las mujeres y el izquierdo a los hom- .Asilo «Víci'oK Larco Hickkhra»: L\ palabra a V 1 1 o a:| — ‘‘Las Loque. rías de que nos ocupamos forman un solo edificio con dos cuerpos, cons- “ tituyendo una Loquería mixta, para enagenados de ambos sexos y capaz ** de contener una población de ciento ■‘‘'sesenta enfermos. Su aons-trucción “ se ha hecho conforme al plano traza.. “ do por el Sr. C I u z e a u, arcui- “ tecto de la Beneficencia, y a cuya for- mación han presidido, en un tanto ‘‘ los consejos de la ciencia.. Ella, co- “ mo se sabe, no ha sido edificada des- FKRMAS OCUPAI'AS K.N LA LaVA.NDKNÍA ‘‘ fres, estando ambos separados por ‘‘ un patio ena!austra.do y no teniendo “ otro punto de comunicación que un “ corredor que conduce a otro pequeño ‘‘ patio, en donde están situados los “ baños y cuya puerta corresponde a lí- “ no de los ángulos del primero. Todo “ el resto de esta sala está formado por ‘‘ una serie de salones, con el aire y la “ Inia necesarias, de les cuales los tres ‘‘ primeros son otros tantos cuartelles ‘‘ o dormitorios en común, en donde se ‘‘ colocarán a los enagenados, conform.e (121 al lugar que su mal ocupe en la dla- ‘‘ sificación que hemos acopiado, y el “ cuarto es el comedor, sa.’a de labor a la vez, donde deben pasar Xas horas ‘‘ del día que no sean de descanso o de recreo. I — El ala o cuerpo izquierdo ofrece la misma distribución, sin o- ‘‘ tra diferencia que ser sus salones “ más vastos, siéndolo también él pa_ tio de recreo, cuya galería es anchísL ‘‘ ma y cuyo centro lo forma en gran “ parte la antigua; huerta de la quinta. “ oión sólo con una de las dos alatsi de “ la- casa cada uno, estando desti^^^os el uno de cada par para los baños “ comunes y el otro para los llamados de “ sorpresa, que, dicho sea de paso, ni ‘‘ por su construcción ni por su meca- ‘‘ nismo pueden encontrar aplicación en ‘‘ una. seria terapéutica mental. |- — Exis_ “ ten, además, en las galerías peque. “ ños cuartos que contienen tinas para baños entre las cuales hay dos con. “ formes aX modelo de que se sirven en Asilo «Vícioa Lauco Heukeka»: Pozo artesiano y Camal ‘‘ en La cual se ejercitarán los locos en “trabajos de cultivo. Una parte del “ costado derecho de la galería ha si- do arreglada para refectorio por no “ ser bastante los salones para que en “ uno de ellos hubiera podido estable- “ cerse esta dependencia del servicio . | ‘‘ — /Los baños y el (lavadero están si- “ tuados en el pequeño patio, punto de “ unión de Xos dos grandes cuerpos del edificio: constan de dos pares de po- zuelos, hechos de cal y canto, aisla- ‘‘ dos el un par del otro, y en comunica. ‘‘ la Salpetriere (Loquería de mujeres “ de París) destinadas a los baños de ‘‘ los fuñiosos y que hicimos pedir con “este objeto.! — El centro del edifi* “ cío, separado igualmente en dos pe- “ queñas alas por un ancho vestíbulo^. ‘‘ contiene Xas habitaciones destinadas “ al personal de la Administración y a “ las dependencias del servicio . Al extremo del ala izquierda están la bo_ tica y la cocina: a los de la derecha “ la ropería, y la capilla. A este ves- “ tíbulo precede un ancho patio, sepa_ 122) rado de la vía pública por una ver_ ja de hierro, en cuyo centro está la puerta de entrada, también de hierro, “ que correspondiendo a dicho vestíbu- “ lo permitiría ver del exterior hasta ‘‘ el fondo del patio del departamento “ de las locas, si una puerta medianera ‘‘no lo oculltase a las miradas del pú- “blico. Taíl es la distribución del lo- ‘‘calJ — En cuanto a su amueblado, “ él está constituido por catres de hie- “ rro, construidos en Europa para los “ a servir de medio ce represión par^ ‘‘ los agitados: todo lo cual ha sido he, “ cho en París, conforme a los mode-r ‘‘ los que hemos visto en las principa- “ ves Loquerías de Europa, que hemos “ recorrido. I — La población de las ‘‘ T. oquerías consta hoy de 153 enfer- “ mos de los cua/les hay 76 hombres y 77 mujeres. Está repartida para ca- ‘‘ da departamento en cuatro principa, ‘‘les cuarteles; a saber: I». — Los “ tranquilos - 2® . — Excitados periódi.^ i t Asilo «Víctor Lauco Herrera»: Establo (Vista de comento) ‘‘ locos tranquilos, a cuya cabecera hay “ una mesa de noche y una silla; por “catres dobles de made- “ r a, en forma de cujas, “forradas en zinc, cuyo f 0 n d 0 e n d e c 1 i V e c 0 m u- íi n i c a p 0 r m e d i 0 d e u n ií t u b 0 c 0 n u n c a j ó n e n ‘í d 0 n d e s e h a 1 1 a un re c i_ P i e n t e ] P a r a r ' e c i b i r 1 a s í i i n m u n d i c i a s de los lóeos sul iC ci os ' que se colocan' m en eFes ; por U s i 1 1 a s d e f u e r z a destinadas “ camente . 3°. — Idiotas, epilépticos q “inmundos. 4^. — Furiosos. — Estos úl “ timos ocupan las ocho celdas “ que forman un cuartel aparte “en cada ala del establecimiento, “ situadas a lo largo de un corredor ‘‘ que se continúa con los dormito. “ ríos. — ¡ Para sistemar la vigilancia ‘‘ y facilitarla, las cerraduras de las “ puertas están constituidas según el ‘‘ sistema de los “passepartout”.} — El “ costo de estas Loquerías, conforme a “ los datos publicados por la Dirección (123 de Beneficencia, asciende a 113.699 S|. 4 rs . en esta forma:|’ — Valor del -“(local e intereses pagados S|. 27.597.5 Importe de las construcciones S . ■'“ 82 743 1|2. Amueblado traído de Europa S; . 3.358.6 ll2.— Total <‘S|. 113.699.4. |— Este costo no “ parecerá excesivo, como ya lo hemos “ dicho en otra ocasión, cuando se le compare con el Que han ocasionado es- tabliecimientos ^análogos en sus dimen. siones en Europa, donde los terrenos y la mano de obra tienen un precio “ ñando la caridad, las instituciones de socorros públicos se formaron bajo “ su inspiración; la beneficencia se hizo “ una necesidad del alma del hombre “ regenerado, y el noble estudio de los ‘‘ males de la humanidad y de sus re- medios inspiró a las almas elevadas ‘‘ profundas simpatías . Los escritos v “ Oos discursos de los padres de la Igle- “ sia fueron exhortaciones elocuentes para hacer el bien, la filosofía vino a “ ser su tributaria y los publicistas más distinguidos de los últimos siglos lo ) Asilo «Víctor Larco Herrera»: Establo (Otra vista) muy inferior al que alcanz entre no¬ sotros.’'! _ La ceremonia de inaugu¬ ración de las nuevas L o_ querías, como fueron llamadas las instalaciones del Cercado, tuvo lugar él día 16 de diciembre del año de 1859. En dicho acto el Director de Benefi¬ cencia, señor C a r a s s a, pronunciólas siguientes sencillas palabras :| Ex- celentísimo señor: “Desde que el cristianismo apareció en el mundo ele vando la dignidad del pobre, tomando bajo su protección el infortunio, ense- “ han cultivado con ardor y emulación. La política, dice un ilustre escritor, ‘‘ que la había frecuentemente desde- “ ñado, descubre no sin espanto tal vez, “ que en ej. seno de este estudio hay cuestiones de las cuales pueden de- ‘‘ pender el reposo de los estados y el “destino de los pueblos. Los gobier- “ nos saben que en las lágrimas del po “ bre hay para ellos instrucciones y de. beres, y que si la felicidad y el per “ fieccionamiento de la gran familia hu- “ mana forman eü objeto de todas las 124) ciencias sociales, aquella que se ocu_ ** pa de lias clases desgraciadas es co_ mo el preliminar de todas las otras . | — La actual Sociedad de Beneficen_ ‘‘ cia que, desde los primeros días de su instalación, comprendió los sagra, dos compromisos que le imponía 'la ‘‘ augusta misión que se le encomenda- ra, concibió desde entónces en su mente los p'la.nes que debían condu- cirla a elevar nuestros establecimien, tos piadosos a la altura aue deman_ daban la humanidad la civilización del tre éstas ocupaba de preferencia su atención la que las ardientes inspi* ‘ raciones de la caridad evangélica y el lustre de nuestra patria exigiesen en “ favor de los degraciados insanos. — Nuestros antiguos hospitales, aunque ‘‘ a mucha distancia, ciertamente, de ^ los espléndidos establecimientos de este género que ostentaban las gran¬ des poblaciones de las viejas nació* ‘ res europeas, y más aún de las impor- “ tes mejoras introducidas recientemen^ “te por los innegables progresos de la if'i- '' Asir, O «VÍCTOR Largo Herrera»; La Portería '“sigl’o y el honor mismo del pa's. Li_ ‘‘ mitada largo tiempo ante la insufi. ciencia de sus medios, a hacer votos ‘‘ por esto de consagrarse infatigable- '“ mente en preparar los elementos que “ habían de servirle más tarde a la con- secución de sus proyectos, y aprove- “ ohando con tal espíritu del primer re- ‘‘ curso extraordinario que inesperada- mente le deparó la providencia, se lan_ zó con fe ciega y fervorosa en la ca. rrera de las reformas que anticipada. mente había meditado acometer, En¬ ciencia, médica, al menos presentaban a todas las enfermedades y aichaques “ que acechan la frágil existen_ cia deií cuerpo humano, las condicio- “ nes esenciales que necesitan semejan ‘‘ tes edificios para Henar los fines de su benéfico instituto. Mas por una “ aberración , inexplicable, las malhada- ‘‘ das víctimas de las dolencias del arma “ que por lo mismo que atacan la mejor ‘‘ y más noble parte del hombre exigen “ más simpáticas contemplaciones pa- ra su alivio, y más esmerado ce’o pa. (125 “ ra extirparlas completamente, se ha- ‘‘ lllaban condenadas a arrastrarse en “ mezquinos recintos que sujetando a “ los infelices reclusos a los sufrimien_ ‘‘ tos e incesantes contradiciones de la “ vida, de prisiones, exacerbaba más su morbosa alienación, lejos de conír._ ‘‘ buír all deseado objeto de suavizarla “ gradua'mente, hasta resucitar del to. ‘‘ do su amortiguada racionalidad . “ VA espectáculo lastimoso de los acer_ bos padecimientos de estos misera- bles, que agravaba la suprema, des- “ lecciones de la experiencia alumbra^ ' ba por el estudio filosófico deí cora. ; “ zón humano, revell*ando parte de sus ; “ recónditos misterios, ha eLcvado este ramo de la medicina moral . Buscó, “pues, en las obras más acreditadas el ^‘fruto de los ensayos filantrópicos de^ “ los hombres generosos y ob.servá.^ dores cuya heroica abnegación ha con_ “ sagrado su existencia a*! consuelo de" “ sus infortunios: oyó de la viva voz “las narraciones de personas que han podido admirar los modelos que Ios- Asilo «VÍCTOR Largo Herrera»: Cocina (Vista fragmentaria uel interior) “ ventura de hallarse desheredados de la inteligencia, había sido el martirio “ constante de la. caritativa compasión '‘de la- Sociedad; y no pudo menos que ‘‘ atraerles su predilecdón, consagrando “ los primeros elementos que le brinda- “ ba la liberalidad de la providencia al ‘‘ alivio de tan amarga y aterradora “condición. — Mas, una vez resuelta '‘ a emprender su obra, comprendió muy “ bien que no debía contentarse con “ proceder a medias, sino llevarla a '‘ cabo con toda la perfección que las “ ade'*antos de la civilización han erigi- “ do para la educación de esta segunda “ infancia, hija de la humana miseria, y ‘‘ entresacando de este cúmulo de ma.. ‘‘ teriales los más adaptables a núes* “ tra situación, construyó un plan de “ vasta dimensiones proporcionado a 1^ '‘ grandiosidad cel cbie'o que se propo- ‘‘ nía conseguir. I — Pero los grandes ‘‘ proyectos no se convierten en reali- “ dudes sino empleando grandes elemen_ tos; y desgraciadamente los que tenia '‘ a su disposición la Socicdal no eran 126) r (127 “ iguaLes a su ferviení'^ anhelo . Qui¬ zá la maledicencia o la rígida censura “ reprueben la obstiinación de 'la Socie- “ dad en no renunciar una empresa que ‘‘ exigía, sacrificios tan costosos . Pero “ ante les ojos de la caridad cristiana “ no hay sacrificio que pueda economi zarse cuando se trata ds restituir a “hombres que la han perdido, la 'inte- 'liigencia que es reflejo de la Diyini. “ dad: porque es la que constituye aquella semejanza a aquel cuyos di_ vinos labios dijeron que querían for_ “ m,e.rle”.| — “Contra ese escollo de la “ escasez relativa de los medios con “ que contaba la Sociiedad, habría tenido “probablemenete que estrellarse la ener- ‘‘ gía de su resolución, si para salvarla “ del naufragio, no le hubiese tendido ‘‘ una mano protectora la piadosa mu- nificencia de S. E, el Presidente, alla_ “ nándole les obstáculos y rompiendo |os “ diques que impedían dirijir su cur- “ so hácia este fin. Aun terminada la ■ obra, nada habría podido hacerse pa~ “ ra arrancar de los lóbregos y estre_ ‘‘ chos calabozos que le servían de asilo “a los seres desgraciados a quienes con- “ sagramos estos momentos, y trasla- “ darlos a. la mansión risueña y espa_ ciosa del hermoso edific:0 que nog “ dii’cunda si V. E. siguiendo las huellas ‘‘ humanitarias de sus predecesores y ** poniéndose al nivel de los gobiernos “ civilizados del mundo no nos hubiese “ provisto de los recursos necesarios pa- ra atender a su asistencia y conser_ “ vaclón . — ' Los romanos concedían “ una corona cívica a todo el que hubie_ salvado la vida a un ciudadano . “ Mas esa insignia pagana sería muy po- “ bre galardón para los que, como S. ‘^E. el Vice Presidente y sus ilustra- “ dos ministros habrán restituido, no a “ uno sino a muchos compatriotas, la ra- “ zón que es la vida del alma, Infinita- “ mente más valiosa que la dol cuerpo . “‘El premio digno de tan inestimable be- ** neficio se'rá sin duda la aureola bri- “ liante con que la religión rodea las “ sienes de los deposita.rios del poder “ que lo emplean en ser benefactores de “ la humanidad . I — Hemos llamado her¬ mosas las sencillas palabras pronuncia¬ das por don Francisco Ga¬ ra s s a en uno de los más solemnes momentos de la vida de la Be.^eficencia Pública de Lima, en cuya génesis tanta y tan brillante participación había cabi¬ do al digno director de la. institución, rso hemos querido hacerles el obsequio de la hipérbole; pero cabía ésta tratán¬ dose de palabras en las cuales hay tan¬ ta honradez, tanta verdad y, tanto como todo ello, verdadero adelantamiento a la í-poca del concepto de la asistencia so¬ cial. Cabía hipérbole al leer aquellas palabras del hombre honrado que dirije la serena mirada de su consciencia tran¬ quila hácia lias vergüenzas deli pa^o y que se consuela de edlas en la contem¬ plación de un lisonjero presente, ©ra lí presan la noción nítida de los verdadero’S cita tratándose de palabras que ex_ gra.ndes deberes de la sociedad contern- poránea.! — Era, pues, en ese Hospi¬ cio de La Misericordia, que más tarde llamaron los limeños Manicomio d e 1 ;G e r c a d o, que se iniciaba la obra buena de Casimiro U 1 1 o a. Se iniciaba rodeada de un ambiente bueno, como lo indica él mis mo:| “Hemos visto — dice U lio a— “ satisfechas las más ardientes aspira- c.ones do la caridad pública; hemms “ visto realizado uno de Jog pensamien- tos más generosos; hemos visto, en “ fin, coronada una de las más piado- ‘ e.as obras y esto basta para que el más “ intenso regocijo inunde nuestro espi_ ‘‘ ritu. No dudamos que toda la pobla.- “ ción de Lima habrá participado igual- “ mente de él: Una prueba de ello la hemos visto en la avidez ^con que^se “ ha precipitado en estos últimos días p v-s tar el establecimiento expuesto, durante este tiempo, a la expectación “pública. 1 — Si la palabra de U 1 J o a había podido provocar un_ movimiento sincero de la opinión pública en favor de les desventurados insanos hasta en¬ tonces asistidos en las coloniales Loque r'.as de Santa ¡Ana y San Andrés, que dábale por abordar uno de los aspectos más difíciles de la reforma: aquel que se refería a la educación del público en sus relaciones con !a asistencia de a.lie- nados.]— El elemento mélico carecía rv vma cuUura psiquiátrica, como lo de¬ muestran los certificados de internación de aquella época, de los cuales tomamos uno ai’j .azar, que transcribimos en segui- 128) (129 Asilo «Víctor Larco IIi'.urera»: Pahiít.lón 1 de gratimtas — Comedor de verano Ce, y una de cuyas dos firmas pertenece a «no de los más reputados prácticos de aquel entonces. E)1 certificado dice:| Los profesores que subscriben oertifi- can: que habiéndose constituido en la “casa número 149 de la, calle de las Mariquitas con el objeto de reconocer de orden de la Intendencia de Policía, “a don J. E., han encontrado a éste ‘‘ con las funciones intelectuaJlles desor. denadas y en estado de poder pasar a la firi'ia de ám, entes para que allí se le “ someta a un tratamiento conveniente con el que aun es proba-ble que se arre.gle su razón . Lima, Enero 4 de “ 1859”.| — Otro certificado de interna¬ ción í-e •"'0"'"ebido en los siguien. íes términos :| ‘^Los facultativos que suscriben certifican que habiendo ‘‘ asistido a la señora doña G. D., na_ ‘‘ tural de esta capital, soltera, de 35 años de edad, entregada esta señora. “ a.l uso del licor hasta abusar de él, “ hoy se encuentra con enagenación n en+rl' oue tr'ere por base un delirio alcohóllico a.gudo, el que a nuestro “iuic'o l'o creemos curable; pero que la “I falta de medios a propósito para su “ curación reclama se la coloque en lo_ cal más apropiado, pues de este modo se evitarán las funestas consecuen. “ cias a que pueden dar lugar los ata. “ ques que ella padece. Y para que así “ conste lo firm.?,mos hoy, día de la fe- cha- Linia y Setiembre 6 de 186,0. — A decir verdad, si los médicos peruanos firmaban certificados como los que de¬ jamos transcritos, no revelaban mayor cul'tuna psiquiátrica! los médicos, ex¬ tranjeros por entónces llegados al Pe- ,rú; en el archivo dal Manicomio del Cercado, en el cual existe la mayor par_ te de los documentos ilustrativos de es_ te trabajo, hemos hallado el siguiente peregrino certificado de internación que lleva la rígida firma de un colega, bri¬ tánico:! “Eli abajo firmado Doctor en “ Medicina certifica que ha visto el jó- ‘‘ ven don M . M . a quien se encuentra ‘^enteramente, afuera de su razón; en “ fin. está completamente lloco,. Tvima, 5 “de Noviembre del 858”. | — Por otra parte e'l público, particirando de las, ig- T'orancias psiiquiátricas de la época, adop¬ taba actitudes de suf cYncia que de¬ bieron inspirar, seguramente, documen¬ tes que, como uno ya transcrito anterior¬ mente, revelan cuan antiguo es el pre_ juicio de ser estas enfermedades men¬ tales accesib’iss a las más humildes cul¬ turas:! “Certifico yo el Teniente de los señores Guras Rectores de esta parro- ‘‘ quia del Cercado, que don A. E., exis_ “ tente en esta feligresía, se halla to- “ talmente fuera de su juicio y para los “ efectos que convengan doy el presen- “te. Lima, julio 18 de 1860(firmado) “ Ramón Gómez. 1 — Un sello que dice: “ Sub Prefectura e Intendencia de Po_ “ lücía. Lima, octubre 17 de 1860 Sor. Mayordomo del Hospital de Amentes . Disponga usted que el alemán Gui- ‘^jllermo Fihein que se remitió como “ insano a ese establecimiento, sea pues- ‘‘ to en libertad, como lo ha orde- “ rado el señor Prefecto del De- “ parlamento. Dios guarde a Ud. (firma_ “ do) M. B a q u e r o. II U 1 H o a hizo la educación del público mediante la proilija asistencia concedida a sus enfermos. Infatigable en la obra diaria., silenciosa e ignorada del buen trato de los alienados que el Perú entero con¬ fiaba a su ciencia y bondad, U 1 1 o a echó las bases del. respeto que anda.ndo los años, debían inspirar a las gen¬ tes cultas las disciplinas psiquiátricas. Sinceros admiradores de la obra de U 1 o a. no ha sido sin emoción muy sincera que hemos leído las “revistas de enferuíos” que e’ padre de los alie¬ nistas peruanos reaaza.ba en las viejas Loquerías y en el 'Manicomio de)! Ger._ cado.l — Dichas “revistas de enfermos” revelan, muy claramente, cómo fuá sin¬ cera, libre de interés, plena de abnc- gacíór> la vopap^ón pslqT’i’átric.p, de U 1 ']\ o a. Ellg.s eran reafizadas tri_ miestralmente y en todas ellas ponía cuidado el doctor U 1 1 o a de expo¬ ner los antecedentes de cada caso, la evolución de la enfermedad, el trata¬ miento empleado y el estado del enfer¬ mo en el momento de la revista. | — No cedemes la la tentación de transcribir rlguros fra^'^m^ntos de esas revisteis dflí maestro U 1 1 o a:| — “F . B. 28 años — Blanco — Instruc:ióii medio, “ ere — Condición pobre. Ingresó a las “Loquerías el año de 1848. No hay, ‘‘ ni ha sido po.sib'le obtener otros “ antecedentes que el hecho de con- 130) (131 Asilo «Víctor Largo Herilcra»: Pabellón de peksiOxMSTas varones írariedades de fortuna como aps- rentes causas determinantes de la 3a. “ rec'diva de sus trastornos mentales.- “Estado presente: de manía furiosa. Pronósf-'co: incurabie, con positividad “de alivio. Se le ha administrado la “ belladona en sus periodos de agita- ción, sin otro efecto que la dilatación '‘pupilar.l — “R. R. 22 años — soltero — Blanco — Medianamente “instruido. Gomo únicos antecedentes “ figuran los excesos intelectuales . In- riamente tranquilo y limpio. No se' “ había sometido a tratamiento. Desde- “ hace ocho o diez días se le adminis- tran purgantes y narcóticos. | — H . E . “ — 70 años — Blanco — sin otras no_ ‘Mielas , Entró en Julio de 1852. Es_- “ tado actual: epilepsia y demencia in_. ‘‘chipíente. Pronóstico: incurable, Es- ‘Mado actual: Sucio y tranquilo, Agre- “ gado : Falleció el 30 de octubre de' “ 1857 con edemas y signos de asfixia ‘‘ por la presencia de materias mucosas Asilo «VíCTok Lakco Hkrkkka)); Pabellón de GKATurrAs — Departamento del MÉDICO JEFE gresó a las Loquerías en 1855; pero “ los trastornos, según declara la fami_ “lia, habían comenzado e: 15 de ag03_ ‘Mo de 1854, Ordinariamente tranqui- lo y limpio, cada dos o tres meses t'e- “ ne un ataque de manía. Pronóstico: “ incurable. I — Ai. G. A. — 38 años _ “ sin otras noticias — Blanco . Es una ‘‘ recidiva a los seis meses . Entró el 15 de marzo ^ 1856. Estado actual: “ Incoherencia dé ideas. Ligeros ata- ‘‘ ques le excitación maniaca . Ordina_ “ contenidas en la cavidad toráxioa y- “ afonía completa desde tres d:'as antes .| “ de la muerte. I _ M. R. — 28 años | “ — Antecedentes: causas religiosas. I “ El enfermo ha sufrido un tratamiento., ' Entró .... Estado actual: Manía, j “aguda. Furioso. Pronóstico: incura- ; “ ble. SíC ha sometido a la acción de ia ■; “ belladona en dósis de un grano desde j “el 15 de agosto del 57 estando antes ■< “bajo la acción del opio en dósis de-; un grano. Desde el 8 de agosto hasta. 1 132) “el 14 ningún cambio favorable se ha “ efectuado en su estado hasta el día ‘‘de hoy 18 en que continúa tomando “|belfladona . I — D .D. — 24 años — ‘‘ estudiante^ — Blanco. — Anteceden- “tes: amor contrariad# y desconsuelo “ pOT 'lie. muerte de ília madre. — Entró “ . Estado actual: Manía: ligera. “ Dificu/ltad de atención. Incoherencia ‘‘de ideas. Depresión cerebral inci- “piente. T.ranquifle . Sucio. Ma^os há_ “bitos. Con el fin de determinar en ‘‘ tratamiento sin sucesos fuera, de la “casa. Inmediatamente después de su “ entrada a la casa se le sometió a ré- “gimen. — Estado actual: Excita.ciórt “man'.aca. Alucinaciones. Fuera de “ eli’o, tranquilo y limpio. — Pronósti- ‘‘co: curación probable. — Después de* “ sometido a la acción de los remedios “ que le fueron prescritos el 7 de a_ ‘‘ gosto, tomados de lía.3 clases de los' “ catárticos, narcóticos y revulsivos cu_ “ táñeos, ha recobrado el ejercicio or- Asilo «Víctor Largo Herrkra»: Pabellón de gratuitas— Sala de curaciones “ él la anafrodisia se le da desde hoy “ 18 de agosto del 57 a mañana y no_ ‘‘ che una píldora de 2 granos de aL “ canfor. I — G. G. — natural de Pis_ “ co, — Blanco — soltero — 30 años de “ edad. — Entró el 29 de julio de 1857 “ — ^Antecedentes: SobreexoitacJión ce- ‘‘ rebral por abuso de bebidas alcohó- “ licas: se presentó en el hospicio de?- “ pués de ocho días d.e entregarse con “ exceso ail uso exclusivo de los espiri_ “ tuosos y después de haber sufrido un ‘‘ denado de sus facultades mora’es y” “del entendimiento no presentando en “ su hábito exterior más hue0a.s ’e su ‘‘ estado anterior que unas señales de ‘‘ ligadur.'^.s que le aplicaron en la ca_ “ lie como medio contentivo en el bra- ‘‘ zo.“| — Estas revistas de enfermos re¬ vejan, como ya lo hemos dicho, la aten-- ción prestada por V Ij .li o a a sus" enfermos, ET.as pudieran traducir de¬ ficiencias de examen psicológico en é- poca en que era tan grande el arraiga (133 somatista; pero ellas traducen, a no du_ darlo, eil empeño de U l! il o a en bien atender a sus enfermos, sometiéndo.!es a estas observaciones cuyo significado de Üiaboriosidad resalta más si se pien¬ sa que Ullloa era ©1 médico único del íoentenar y medio de alienados que te_ nía a su cargo y s,i se piensa que no tenía colaboradores a su lado: pues aun la religiosas que estaban a cargo de la asistencia, eran completamente ignoran¬ tes de íla asistencia de alienados . | ‘• ca vi a cucharadas. I — Acetat plomo ‘‘gr. ii, Extr. de opio gr. ss 1 pils. “ n y m. I — Agua de azahar viii; Clo- roformio i; Tinct. de castor ss; ja- “ rab de c-’dra.” || — Las reservas que hacía el doctor U 1 l o a en época del establecimiento del Hospicio de La Misericordia, relativas a los inconve¬ nientes derivados de la adapta¬ ción del local, eran ampliamente fundadas y los hechos se encargaron de probarlo. El año de 1860, el doc_ Asilo «Víctor Largo Hkrrkka»: pAroíi.LÓx i>k gratuitas— AXKXO A CADA DORMITORIO GaBIXLTK de «TOILETTE» A título de antigualla reproducimos ab gunos fragmentos de un recetario del año de 1861. El podrá darnos una i- íiea de cuáles eran los medicamenícs más en boga y de cuál era la orienta¬ ción de la terapia psiquiátrica :1| — “Ex_ “ trac, de belladona y PoOv. de bella_ ‘‘dona gr. Ii5 Infus. de valeriana Aceite de ricino iss 8; sulf. soda i s ^‘25.| — Ag. goma viii; Laúd, gt. ‘'XX.I — Subnitrat. b smuto ss; Lro- “ tocloruro de hidrargirio gt. ii.| — ‘‘Ruibarbo i.| — Poción antiespasmódi- tor U I 1 o a, dirigiéndose a la Socie_ dad de Beneficencia, decía lo siguien¬ te:} — *‘La división de la población de cada departamento, cuyo objeto es “ separar o m.antener en absoluta in_ i omunica.ció.i 'las diferentes categorías “ de pacientes, cuyo mútuo contacto “ porjudica trnto su curación, no ha po- dido, por desgracia^ efectuarse con ‘‘ :odo rigor, por cuanto no existiendo ‘‘ cuarteles aisilados con sus respectivos “ paticu, en donde confinar a cada ola- “ se de enfermios, esta confinación ha 134) tenido que limitarsie a los dormitorios. De is.quí resulta que si bien no han podido obtenerse todas las ventajas que se reportan de la ¡absoluta inco_ municación de (líos dfiv'ersos cuarte- les de insanos, se han obtenido al menos a’gunas de ellas, tales corro el orden y la disciplina de los dormi_ “ torios durante la noche. Este estado de co.sas seria, pues, un tanto más “ satisfactorio, si durante el día se pu_ diera incomunicar al menos dos ca- “ tratamiento ... Es de urgencia el es_ tablecimiento de un taller de obras “ manuales en ambos departamentos’ . \ — En el curso del mismo año 1860, volvía a dejarse oír la palabra de U 1 1' o a: ‘‘A pesar de todos los in_ “ convenientes — decía — entre los cuales están en primera línea los vicios “de construcción de este a- “ silo, su marcha no puede ser más próspera. Casi no hay un enajenado “ que desde su traslación a este esta. Asilo «Víctor LakCv) Hiírkkka»: Pahellóx dk gratiitas — Sala dk vigii.a.xcia Y liXFLRMLKÍA tegorías de enfermos, cuyo tratamien, “ to racional exige como condición prc- cisa ."^u absoluta interdicción: quie. ro hablar de los convalescientes y de ■“¡'los agitados.... Las celdas para fu. riosos, vecinas a los dormitorios o a los patios de la lavanderia y baño, son poderosas causas de perturbación, ■“ haciendo ineficaz teda su ventajosa ^influencia .... Falta una sa’a apro- piada, de baños. . . . Faltan medios de contención tan necesarios para el “ manten miento de la disciplina y del “ blecimiento no se haya m.ejorado en su estado mental o fís-co . Los cons- “ tantemente agitados han entrado en “ calm.a permanen e ’cs unos y en in- ‘‘ tervalos de tranquilidad lo.s otros. “ En los epilépticos los ataques se han “ hecho más raros, a tal punto que, en los quince primeros días, los pa_ ‘‘ cientes de este trtist'simjO mail no su_ ‘‘ frieron ataque a’guno, cuando antes “los experimentaban diariamente.” |-“ \’eint.trés años más tarde, en 1883, el dccíor F 1 1 c a e.-.un ciaba el incre. (135 mentó alarmante de las cifras de asis_ tencia y, al mismo tiempo exhibía los inoonveniientes derivados del hacina¬ miento, cuyos remedios cuidaba de ex_ foner:! — ‘‘De las cifras de entradas — decía U 1 li o a — aparece que ‘‘ a. pesrr de las restricciones impues- “ tas a las admisiones, por la penuria ‘‘ de los recursos destinados al sosteni- “ m.iento deil Manicomio, esas entradas “ han sido casi Las mismas, acentuán_ “ dose así el aumen'o creciente de los “ comio , destinado para la asistencia de “ sólo 150 enajenados, ha llegado a dar “ asilo hasta al doble de ese número^ “ haciéndose a veces insuficiente su lo- ‘‘ cal para recibir otros más, no obs_ ‘‘ íante 1 t ( Asilo «Víctor Largo Herrera» : Pabellón de gkaiuitas— Ln dormitorio “ casos de enajenación, que con jj.S- “ t.cia están causando serias alarmas en ‘‘ todos los países civilizados, por el pe- “ iligro que este fenómenó ofrece al “ porvenir de su población y a la suer_ “te de 'las sociedades. Entre nosotros, “ desde la fundacíión de las Loquerías, “ e!l aumento de que me ocupo, ha re- ‘‘ vestido -las más serías proporciones, “ si bien él pudo explkarsie al princlp'o “ por otras causas que por aumento “real* de los casos de 'insania. | — ... “ De este modo ha sido como el Miani- “ ner La extensión y distribución nece_ “ sarias para su destino. | — No cons- “ truído él expresamente para su objeto, ‘‘ £Óno apropiada a él únicamente la ‘‘ casa quinta que le sirvió de base, ni ‘‘ por su situación, ni por sus demás ac- “ c dentes, ofrecía todas las condiciones “ adecuadas para un hospicio de insa_ ‘‘nos. Cierto es que, en su plan de “ apropiación, se aprovecharon todas “ las circus'ancias favorables que el “ edificio ofreció, como ningún otro, “ tal vez, de su género, en vista sobre todo de los pequeños fondos destina. “ dos a su reccnstrucción ; pero no .!o es menos que quedó mucho por de. sear a la cienda, lo que una do'lorusa experiencia ha venido a confirmar. | Desde huego, su situació♦^. no obstan, te >!:a ventajosa idea que de eHa pudo “ tenerse por la Facultad de Medicma y Sociedad de Beneficencia en 1857, “ la experiencia ha venido a confirm.ar *'* ilos temores que ae abrigaban de los peligros que pudiera ofrecer su proxi. “ sóio a la inmensa mayoría de los in.. ' sanos de uno y otro sexo, sino tam “ bién a las personas encargadas de su “ asistencia, dando lugar anualmente a “ algunos casos de intermitentes perni. “ ciosas de funesta terminación . | _ J.a “ distribución que ese mismo locajl per, ‘‘ mitió hacer, para apropiarlo al asilo y a la asistencia de insanos, no pudo ‘‘ ser tampoco bastante satisfactoria, ‘‘ por que no pudo establecerse lia con_ “ veniente separación de los departa. Asilo «Víctor Lakco Hkrkkra»; Pauiíllón midad a tantas casas huertas que la ‘‘ rodean y su inmediación a extramu- ros, lugares por donde corren ace_ quias numerosas, ca.usa de constantes “ aniegos y focos, por consiguiente, “de miasmas palúdicos.] — A esta causa y a la existencia misma de la “ huerta del departamento de hombres, ‘‘ las ventanas de cuyos dormitorios se “ abren sobre dicha huerta, debe atri- ‘‘ibuórse la existencia casi constante de fiebres intermitentes, que casi en to- “ dos los cambios de estación atacan no !>;■: GRATUITAS — 101vM¡T(.>HI() l):i EPILÉPTICAS “ m.entos o cuarteles destinados a cada ‘‘ díase de enajenados, y las celdas des- tinadas a los furiosos no pudieron te, ‘‘ ner tampoco las condiciones higieni- “ cas indispensables.] — “ . Hay, por decirlo así, una población de in- ‘‘ sanos, por dicha causa, que sale y en, “ tra periódicamente al Manicomio, has- ‘‘ ta aue el caTácter crónico de su ena- “ jenación los radica alllí hasta su muer, ‘^te. Estos desgraciados son una car- “ ga, así para la Sociedad de Beneficen- ‘‘ c:a Pública en particular como para (137 “ la sociedad en general, tanto más ‘‘ gra.ve cuanto que su número crece anualmente, a medida que más se pro_ “paga entre nosotros como en todas “partes,. el desgraciado vicio de la em- ‘‘briaguez.| — Repetidas veces he ¡llla- “ mado la atención de la Sociedad de Beneficencia sobre este hecho y la ne_ “ cesidad de ponerle el rnás eficaz re- “ medio . He señalado como prin- “ cipal de estos remedios el estableci- ** miento de una casa de corrección don- ‘‘ poco tiempo. ... En cuanto a los re- “ mitidos por La policía.. . De esta ma- ‘ ñera algunos son transportados ali hos_ “ picio en un estado de completa inani- ‘‘ ción, presentándose eil caso de llegar “ cadáveres ya o de morir pocos minu_ “ tos después de ser recibidos en el Ma_ nicomio. . . . Por otra parte, los agen- “ tes de policía, dotados muchos de ellos de muy débiiHes sentimientos humanL. ‘•^/’rios, infieren, especialmente a los “ enajenados furiosos maltratos cruelljes^ Asilo «Víctor Lauco Herrera»: Pabellón de gratuitos— Sala de lectura ‘‘ de remitir a los insanos por hábito ‘‘inveterado de embriaguez.... Junto “ con el establecimiento de esta casa de “ corrección, debe también adoptarse ío_ “ das las medidas que han sido ya pues- “ tas en práctica por otras naciones pa- “ na combatir la funesta plaga de ila e'-U- “ briaguez . . .| — Muchas fam.lias neni'- “ ten ,al Manicomio a sus deucos emjeTa- “ dos, después de haberlos asistido lar. “ go tiempo en su domicilio, y cuando ‘‘ han Megado a un estado de postración, “ al que no pueden sobrevivir sino muy ‘‘ llevándose a. veces al Hospicio enaje- ‘‘ nados cubierlos no sólo de grandes “ contusiones, sino de muy graves heri- “das. . . Algunos de estos desgraciados ‘‘ sucumben a consecuencia de estos ma- ‘‘ los tratamientos” . j — El reglamenta del Hospicio ponía vallas a los abusos del personal subalte^rno y reglamenta¬ ba convenientemente el uso de los ele¬ mentos de contención, como puede ver¬ se en los artículos siguientes:] “6^. “ Todo lo harán (los guardianes, a quie- “ nes se refiere el capítulo) mediante 138) “ la persusción y Ja dulzura, sin inju_ riar ni maltratar a los pacientes, de obra o de palabra. | — 7f. — No en_ “ cerrarán a los pacientes en ceMa, ni “ emplearán la camiseta de fuerza, o ‘‘ cuaÜquiera otro medio de corrección S'ino desoués de tiaber consultado con “ el interno, y recibido de éste órden de ejecutarlo, salvo los casos de extre- ‘‘ ma necesidad, en ausencia del inter- ‘^no,| — Art. 69 — Todo guardián “ que use vioilencia, de obra o de pala. “ reír en presencia de los pacientes, de “ no hablar de sus males en presenciít “ de extraños y de no contrarecir'ies si- “ no por medio de las más suaves per- “suaciones.| — Art. 80 — Los guar- “ dianes están a 'las inmediatas órde- “ nes de la Superiora,, que es Ja encar. “ gada de velar para que se cumplan las ‘‘ prescripciones del Médico. | — El per_ sonal del Manicomio del Cercado ( du¬ rante un período de tiempo bastante considerable, fué el siguiente: Un médi' Asilo «Víctor Largo Miírrera»: Pabellón de gratuitos — Un comedor ‘‘ bra, contra cualquier paciente, será “ condenado, por la primera vez a la “ pérdida de la mitad de su sueldo, a. la totalidad de él la segunda vez, y a “(la tercera quedará expulsado del es- “ tablecimiento . I — Art. 73 — Los ‘‘ guardianes están encargados de cum_ “ plir la prescripción del Médico res_ pecto ál tratamiento de los pacientes, cuidando de observar y comunicar los “ efectos que produzcan en los enfer. “ mos los medios emp(leados.| — Art. ^‘76 — Los guardianes cuidarán de no co, 2 practicantes, un capelllán, un te^ nedor de ilibros, 6 hijas de San Vicen¬ te de Paul, un guardián-barbero (?), un guardián-bañero (?), 4 guardianes, un jardinero, 5 guardianas, 2 lavande_ ras, un cocinero, un portero. | — La obra de U J 1 o a tocaba a su término: eran los últimos años de vida deiL brir.llan- te infatigable y no se bosquejaba aun aquella silueta del sustituto, cuando M u ñ i z inició, en ‘‘La Crónica Mé¬ dica” de Lima sus labores de periodis¬ mo méi^ico, al mism.o tiempo que, en el (130 Hospicio de La Misericordia, inicia’^a sus labores de alienista a la vera de'i' Maestro U 1 1 o a. | — Transcribimos ,a •continuación, una de las primeras his¬ torias clínicas debidas a M u ñ i z . E?!as fueron publicadas en el año de 1885 y fueron muy favorablemente co¬ mentadas por la prensa médica, sud-ame^ ricana.'ll — ‘‘M é g a 1 o m a n í a — Ma- nuela N. tiene 45 años, nacida en Li '*‘|ma, soltera., morena, clarai, sanguír nea, fuerte. Entró al Manicomio el mente accesos de manía aguda, en los ‘‘ que grita, se rompe, vocifera y ame- “naza. Repite monosílabos y bisíliabos ‘‘ sin sentido. Entónces su expresión es ‘‘ incoherente: divaga y vacila en sus “ afirmaciones . Se contraría y excita “ cuando la porfían . | — Dice que la “ han magnetizado para descubrir su “ entendimiento y consciencia, por lo que ahora los tiene en secreto.] — En “ e'lj Convento tenía frecuentes .a.luci- naciones . Dios la llamaba a juicio: i**.- Asilo «Víctor Largo Hkrrera»: Pabellón de gratuitos— Un dormitorio ^‘24 d:e setiembre de 1877.] — ^Su pa._ “ dre y madre murieron y no hemos en- contrado accidentes hereditarios que justifiquen su actual dolencia.] — Ha sTido educada con rigor y ha perma- necido, algún tiempo siendo muy re. Hgiosa y confesándose frecuentemen- te, en el Convento de Santa Clara.] — Cree que la han hecho mal en el convento; que, por brujería su cabello es corto, y que de ambas co- “ sas depende el trastorno a lá cabeza que ha sufrido.] — Tiene frecuénte¬ nle vci'a y le oía. A veces se quedaba “extática.] — ■ Cree tener plata en to_ “ das partes. Todo es suyo, ella es due- “ ño d,e todo lo que ve.| — Se diice ca- ‘‘ sada, mujer dell duque, nieta de los virreyes e hija de la reina del Cabo “ \^erde . Supone tener hijos príncipes, “ sus abuelos están aun en España.] — La martirizan. Como las paredes es- “ tán magnetizadas la tratan mal, in- “ sultándoLa y haciéndole la guerra. La oersiguen lo.s Masones. I — Duerme “ bien: sus funciones vegetativas se ve^ 140) rifioan regu!>armente . Reza con devo- eión . ¡ Se da el tono correspondiente a su elevada posición y nob’e alcurnia. Está penetrada de su importancia . | _ Mira con desprecio a las demás en_ ■** fermas: ridiculiza sus facciones. | — Contenta y sana goza de su supuesta “ grandeza creyendo que todos los que “ ve extraños, son mandados por don “Manuel^! Pardo para salvarla”. |¡ _ El mismo año publica IM u ñ i z, y en la misma revista, un artículo titulado Teza en adornar las q,ue componen e- “ sa congregadón con tantas cualidades ‘‘ preciosas que, la verdad, no son tan “ comunes entre los que hemos nacido ‘‘ en la época actual. Esas congregado- ‘‘ nes tienen las mismas pasiones, los “ m.fsmos defectos, los mismos vicios, “ que caracterizan a toda agrupación humana. Las corporaciones religiosas “ t'enen una disciplina, una regla, un modo de vivir, unas tendencias, in- “ compatibles, absolutamente incompa- ^‘El Manicomio de Lima”, dedicado al Dr. José G. U 1 1 o a, en el cuaíl emite los siguientes conceptos per_ sona'les:j ‘‘Somos decididos partidarios “ del servicio laico de los Hospitales y “ hospicios. I — Hay u.n error indiscuL “ pable, en suponer que en los citados e% “ tablecimientos ese servicio no se pue “ de conseguir mejor sino empleando las “congregaciones religiosas. Es muy “ aventurado hacer patrimonio de un grupo de seres la caridad y el amor ““a los semejantes. Hay mucha Üige- “ tibies, con la marcha apropiada a las ‘casas de caridad. | — El hábito las ha- ‘* ce incrédulas e indiferentes y satis- ‘‘ fechas y engreídas, hacen de su noble tarea la rutinaria misión de una máqui “ na. No tienen aspiraciones y, con “ muy raras excepciones, giran en una “ órbita, gozan de un prestigio y dispo. “ nen de una autoridad, muy superiores ‘‘ a Las que les hubiera asignado el “ mundo teniendo presente su educa- “ ción, sus creencias y sus fines. | — L,a “ secularización dé los hospitales en (141 ninguna parte se puede ensayar mejor que en el Hospicio de Insanos y si la Sociedad de Beneficencia no quie_ “ re ejecutoriar su crédito de retrógra. “ da, debe implantar un sistema de or- ganización y adminisitración sin ellas, “ más económico, más ventajoso, más humanitario y aceptado en los grandes países del mundo, a pesar de la resis- “ tenoia desesperada que hacen los eter_ “ nos servidores del estacionarismo . | — Absorvidas todas las funciones admi_ nos las exigencias de la caridad biei? ‘‘ entendida. |— Construido en un local “ no apropiado es insuficiente para su objeto y en seria responsabilidad mo_ ral y social incurren los que no llevan ‘‘ a cabo o estudian los variados me_ “ dio^ que, en diversas ocasiones, y has- ta lia saciedad se han propuesto para ‘'llenar esas faltas y esos defectos. | _ “ Debe, cuando menos, convertirse el ac- ‘‘ tuFÍl Manicomio de ambos sexos en “ asi’o de un sólo sexo, estableciendo eií: Asilo «Víctor Largo Herrera»: Personal de enfermeras y asistentes “ nistrativas por las hermanas de cari- dad, ellas solas, casi sin otra ínter. “ vención, dan completa inversión al “ mezquino presupuesto mensual . Y de. ‘dmos mezquino, porque no otro calí. ‘^fi cativo merece la escasa contribución, “que apenas basta para ©I mal alimento “ que ajllí propinan y para el pago de “ los ridículos sueldos de los modes- tos y laboriosos empleados del Ma- “ nicomio . . . . | El Manicomio de Lima, “ bajo todos sus aspectos, no satisface “ ni Jos principios de la ciencia, ni me_ “ otro en un local que se pueda apro- “ piar para los nuevos fines, vista la. ‘‘ completa imposibiilidad de construir ‘‘ uno nuevo, conforme a las exigencias “de la ciencia moderna.] — Es de ina_ “ plazable realización surtir ©1. Mani_ “ comio del material imprescindible enr. un Hospital de ese género. Falta to- ‘‘do. Nada existe. Los baños, la boti- “ ca y el arsenal, etc., deben establecer^ “ se porque no merecen ese nombre las “ dependencias que hoy lo llevan . j — Debe crearse el cargo de Médico en 142) “ jefe del establecimiento. ?isí corno una ‘ comisión de fomento y vigiliancia. [ _ ‘‘ Debe intentarse la secularización del ‘‘ Manicomio o, cuando menos, hacer “ que las Hermanas de Caridad sean lo “que deben ser.| — Debe dictarse un “ buen regílamento interior, modificando ‘Mos defectos apuntados. | — Debe for- “ marse un presupuesto racional de gas- “ tos naturales, aumentando los habe_ “ res de los empleados, mejorando la “alimentación, etc. I — Debe autorizar. Manicomio es uno de los pocos tem¬ plos VIVOS de la moderna civilización: « bóvedas elevadas, como la as¬ piración de la humana intelig'encia, ^ penden trofeos de imarcesibles victo. ^^35, los trofeos de la ignorancia y, ^ de la superstición . I — Ante su atrio, ‘‘ apáganse los rencores de secta, y ent sagrada ara la ciencia celebra cotidia. ^ no sacrificio. . .j — E] gf^o de 1890 ia Sociedad de Beneficencia Pública “ de Lima elige al Doctor .Al u ñ i z / Asilo «Víctor Largo Herrera»: Personal de enfermeros y asistentes se al Médico en jefe, verificada la se_ “ paración, para que haga la respectiva “ clasificación, y proponga en d'a, cuan. “ do menos, las medidas de inmediata “ realización. I — Debe hacerse una for. ‘‘ mal estadística del Manicomio . | — Mu¬ chas otras conclusiones podríamos de- “ duoir, pero éstas, así como la parte' mé_ “ d'iea, serán materia de un trabajo es. “p'eciail.l — Nunca olvidaremos Ücs pá_ “ rra.fos siguientes del discurso de un “ elocuente frenólogo español, que que. “ daron grabadas en nuestra mente:! El ‘‘ médico titular del departamento de “ /arones, dando así actuación oficial a “ quien la tenía, por razón de sus devo_ ‘‘ clones profesionales, desde hacía mu- “ chos años.| — Al siguiente año ocu. ^re ía muerte del maestro U ;ll 1 o a. Y es entonces que comienza la obra de acción de M u ñ i z, quien tuvo co¬ mo compañero de labores al doctor Eduardo Sánchez Concha, elegido en reemplazo del malogrado a- lienista el 26 de junio del ya citado año de t891.| — Un verdadero cuito (143 por la especialidad caracterizó la obra de M u ñ i z: fué implacable en su defensa de los intereses de los aliena¬ dos a él confiados y en este camino na¬ da ni nadie pudieron detenerle, sorpren¬ dió un día _ y vaya la anécdota a tftuu lio de botón de muestra — una cantidad de sail de pésima calidad adquirida por lias religiosas para la alimentación de los enfermos. Personalmente hizo a- rrojar aquella sal nociva y acto conti¬ nuo elevó protesta del hecho a la Ins- haber morigerado en nada absolutamen- sus sistemas de represión brutia,! de la agitación de los alienados y de castigo de líos mismos. |1 — Es¬ taba reservado a don Nicolás de P i é r o >1 a, al ilustre estadis^ ta cuya pérdida no será nunca_ suficien¬ temente lamentada por 'la nacionalidad, inidiar, con su clara visión de las co¬ sas y con su personal discriminación de las necesidades verdaderamente na_ cionalles, la obra de mejoramiento de I Asilo «Víctor Larco Herrera»: Pabellón de Admisión pección del establecimiento . M u n i z debía ser por fuerza un adversario pa¬ ra aquellas Hermanas de Caridad que pretendían ser árbitros de la suerte de los desventurados enfermos del Cerca¬ do: a él se debió que una Superiora, a la cual no caracterizaba demasiada pie¬ dad, debiera ser alejada del Manicomio y enviada a un Hospital de Arequipa. Sólo que, apenas muerto M u ñ i z, aquella religiosa volvió a hacerse car¬ go de su puesto, sin haber aprovechado absolutamente la lección recibida y sin la condición de los alienados en el Perú.l _ Un año después de su adve¬ nimiento al poder el Presidente P i é- r o 1 a daba comienzo a su labor en beneficio de los alienados con el si¬ guiente decreto: j ^ Lima, abril “de 1896. — Debiendo consultarse, “ para :1a construcción de casa.s de in- ‘‘ sanos, los principios y condiciones “ propias de esos edificios según los progresos en ese orden adquiridos por la ciencia médica; y debiendo, por “ otra parte, propenderse a que esas n’ i 144) construcciones sean de posible ejecu- ción, en los lugares donde las socie_ “ dades de Beneficencia no (disponen “de grandes recursos; ííe resue'.ve:- lo - — Provócase un concurso, entre “ los médicos, con eiL objeto de obte_ “ ner un estudio completo y circunstan_ “ cáado sobre las condiciones ^ que “ debe satisfacer una casa de insanos, conforme al sistema, de tratamiento ‘‘ que actualmente se sigue en los esta_ “ bilecimientos de esa clase; — 2°. — “ en foületo por cuenta dell Estado, gra- “ tificándose al autor con un premio de “quinientos soles. Los demás estudios ‘‘ serán publicados en ‘‘El Peruano”; y ‘‘ 40 _ Oportunamente se ' nombrará el “ 'lirado que deba juzgar de e.stos traba- “ jos, y el Director de Fomento hará “ saber las disposiciones de detalle que ‘‘ e"' INÍinistro tenga a bien fijar en lo ‘‘ relativo a la manera cómo deberán ‘‘ presenrarse los estud’os y cómo se “ procederá a su apertura, publicación y Asilo «Víctor Lauco Hkkreka»: Pabellón de Admisión— Sección Mujeres— Sai. a de día “ El estudio comprenderá la disposición general del edificio para dos tipos “distintos: uno para menos de cien a- ‘‘ Penados, y el otro para más de 300. ‘‘ Se indicará, también, el costo aproxi- “ mado de los edificios y la naturaleza “ deil material que debe emplearse en ‘‘ Jos pisos, muros y techos, respectiva. “ mente. 3” — El concurso estará a_ “ bierto por sesenta días contados des. “ de la fecha de la publicación de este ‘‘ decreto en ‘‘El Peruano” y el trabajo ‘‘ que resulte premiado será publicado “examen. — ■ Regístrese, comuniíquese, ‘‘se. — Rúbrica de S. E. . — R o m a - c ñ a. “II — Este documento se cuenta seguramente, entre los mayores títu¬ los deil señor de P i é r o 1 a al agra¬ decimiento de quienes conceden a la au sistencia social la importancia que le es concedida en todos los centros cul¬ tos. La clara visión del señor de P i é. r o 1 a le hizo darse cuenta de la ne¬ cesidad de suprimir el hacinamiento de enferm.os que representaba el Hospicio de la Misericordia y le hizo compren- (145 d©r ilia necesidad de illevar a cabo, a objeto de dicha supresión, una obra científicamente orientada. | — En la re¬ solución suprema que hemos transcrito, se advierte el respeto del señor de P i é r o 1 a' a ía. especiallización profe¬ sional y su deseo — ^que va haciéndose raro a! presente — de consultar en asun_ tos técnicos a los técnicos y no aventu¬ rarse en empresas en las cuales un en- eicüopedismo inadmisible en los momen¬ tos que vivimos es la guía única de días fijado para la realización de\ “ concurso provocado por suprema re- ‘‘ solución de 10 del presente, sobre un ‘‘ estudio completo y circunstanciado de “ lías condiciones que debe satisfacer u- na casa de insanos, conforme al sis- tema de tratamiento que actualmente “ se sigue en los establecimientos de e.sa clase; 2o. — Los proponentes fir- marán sus trabajos mediante un seu_ “ dónimo, acompañando en pMego cerra- do y lacrado el nombre verdadero del Asilo «Víctor Largo Herrera»: Pabellón de Admisión— Sección Varones— Sala de día direcdón y de ejecución. | — Llegado eil momento oportuno, el gobierno pro¬ cedió a organizar el jurado del concur¬ so y lo hizo en la siguiente forma :| _ ‘‘Lima, abril! 27 de 1896. — Estando ‘‘ a lo dispuesto en la suprema resolu- “ ción de! 10 del presente y habiéndo_ “ se publicado dicha resolución en ‘‘El '“Peruano” No. 34, semestre 1°, del “ martes 14 de los corriente?, pag. 27 0 “en cumplimiento del Art. 40; Se re-_ “sudlve: 1° - E! 15 de julio del pre. ‘‘ serte año terminará el plazo de 60 “ autor y el seudónimo empleado como “ firma de cada trabajo; 3”. — Los es_ ‘‘ tudios serán presentados al Director ‘‘ de Eomento, quien a,l recibiitlos pon- “ drá en el sobre cerrado y lacrado, el ‘‘ sello de la dirección y la constancia “ del día y hora en que el trabajo le ha “sido presentado. A las 12 m. deíl 15 “ de junio quedará cerrada la admisión “ ?il' concurso; y a jlas propuestas pre- “ sentadas se les dará entrada por la me- ‘‘ sa de partes, quedando en la dirección “de Eomento, cerrados y lacrados, los 146) sobres que contengan la olave de les '^‘seudónimos; 4° —Dentro de ios cin- co días anteriores al vencimiento del plazo, se nombrará el jurado com_ puesto de cuatro médicos y un inge_ niero, que deberá encaminar los tra. ■“ bajos presentados y fallar sobre su mérito relativo para cuyo efecto se pasarán a este jurado los dichos tra- “ bajos. El jurado los estudiará sepa- radamente y según su mérito los cla_ sificará con numeración correlativa, “ devolverán sin abrirlos a los que los ‘‘ hubiesen presentado y se sentará el acta respectiva, que deberá elevarse “ al Supremo Gobierno, por el presi- “ dente del jurado, a fin de que se acuer- ‘‘ de el premio designado y se haga las publicaciones de que se ocuoa la su- “ prema resolución del 10 del presen- te, ya citada. — Reg'strese v hágase “ publicar por medio de avisos por la “ Direcc'ón del ramo. — R o m a ñ a” . | — El mes de junio se procedió a no:n^ Asilo «Víctuii Lauco Hhrkeka): P.jlBKllóx dk Ux DOKMi roRIO A D M ISIÓX — Sec C 1 óx V arox es dando el uno al que merezca el premio ‘‘ y el 2 al inmediato siguiente. Si hay ‘^ e'n él, miérito suficiente para allcan- “ zar alguna distinción; 5°. — Una vez que el jurado emita su dictamen, se reunirá bajo la presidencia del Minis_ ter’o, y, en sesión pública, se abrirá los pjiiegos cerrados corresponejien- tes a los dos trabajos aceptados, a fin de saber los nombres del que ha. ya resaltado con opción al premio y deli que le siga inmediatamente en mé. "®‘rito. Los demás sobres cerrados se brar el jurado del concurso: ‘‘Lima, ju. ‘‘ n’o 10 de 1896 — Estando a lo dis- “ puesto en la suprema desolución del ‘‘ ! 0 de abril último y a lo prescrito en ‘‘ la resolución ministerial del 27 del “ mismo nómbrase, para constituir el ‘‘ jurado que debe calificar los trabajos “ que se presenten sobre casa de insa- “ no'^, en el concurso provocado al res- ‘‘ pecto, y cuyo plazo vence el 15 deil oresente, a las siguientes personas: “ Doctor Armando V é I e z, “ Bt. Ricardo L. F 1 ó r e z, (147 “ Dt . Ig n a c i o La Puente, “ Dr. P a b 1 o Patrón e I g - “nació Alejandro Gueva. r p . _ Regístrese. pubJíquese . — Rúbrica de S. E. — R o m a ñ a”. | — E'I jurado emitió su fallo en los si¬ guientes términos.'! — ‘‘Señor Director “del Ministerio de Fomento. — Señor “ Director. — 'Los infrascritos, miern_ “ bros del jurado encargado de caRfi- car los trabajos que se presentasen ‘‘ al concurso provocado entre Los médí- “ iliippo” e “Ignoto” . De ellos, ha- ‘‘ biendo sido unánimemente desecha, “ dos por €]) jurado los dos últimos, “ causa de la estrechez excesiva de los'- ‘‘ edifidos Gue recomiendan, sistema “ cerrado y simétrico de la construc- “ ción, deficiencia de material técnica ‘‘ y otros muchos defectos científicos, “ sólo van a ocuparse del trabajo “Eu_ “ reka” y a hacer de él una breve ex_ “ Dosición crítica.! — Consta este da “tres cuadernos, mianuscritos, y 17 pía- Asilo «Víctor Largo Herrera»: Pabellón de Admisión— Un baño a permanencia eos por decreto supremo de 10 de a_ “ brii del presente año, sobre construc- ‘‘ ción de casa de insanos; después de “ haber celebrado numerosas, largas se_ ‘‘ siones, leyendo juntos y discutiendo “ con la mayor imparcialidad las prue_ “ bas presentadas, tienen el honor de re “ mitir a U. S. el presente dictamen, “ para que se digne ponerlo en manos ‘‘del señor Ministro. | — Tres han sido, ‘‘ únicamente, los opositores en este ‘‘ concurso y sus proyectos están signa. “ dos con los seudónimos “Eureka” ‘‘Fi- “ nos explicativos, originales, en papel “pergamino y muy bien dibujados. | — “ Comienza la memoria con una magní- “ fica disertación, conceptuosa y erudi- “ ta, sobre etiología de la locura, sus “ formas principales y tratamientos ‘‘ diversos -que se han ido sucediendo “ para combatirla, siendo indudablemen- “ le de todos, la hospitalización en es- ‘‘ tabUecimientos apropiados, donde pre_ “ domine la libertad de los pacientes y ‘‘ el tratamiento individua:!, los que hair. ‘‘ diado en óa práctica mejores resulta- 148) “ dos, sobre tO'do en los asilos que d:s_ “ ponen de talleres y de las distraccio- ‘‘ nes que procura la labranza metódi- “ camente empleada; obteniéndose así las ventajias de la asistenc'a en el ‘‘ propio hogar, sin lamentar los incon_ “ venientes graves de que adolece este sistema. I — Concluye la introducción “ enunciando siete bases fundamentales “ en las cuales resume y compendia to- ‘‘ das las adquisiciones de la Psiqui?_ fría moderna, en orden al tratamiento “ pública Oriental y otros países, que “ expone circunstanciadamente, hacien.^ do notar la falta de nuestra Legisla^ ‘‘ ción al respecto; y entrando después ‘‘ en considera.ciones más completas y *' pertinentes al objeto primordial del “ concuírso, da a conocer el autor las “ ventajas de la reclusión en Manico- “ mies, describe los rnás importantes es_ “ tablecimientos de Europa y de Amé- ‘‘ rica; sus condiciones topográficas, género de construcciones y número» Asilo «Víctor Largo Herrera»: ‘ hospitalario de la locura; principios ‘ que, si no son absolutos, sujetos co_ ‘ mo están a cambios según las formas ‘ predominantes de las vesanías en ca_ ‘ da circunscripción territorial, tienen, ‘sin emt)argo, muchísimo ale a mee je ‘ incuestionables ventajas en la prácti- ‘ca.| _ Interesantísimos datos consig- ‘ na referentes a la legislación de la ‘ locura y sistemas económicos creados ' para el fomento de les asilos en el ‘ Reino Unido de la Grran Bretaña e ‘ Irlanda., Francia, Italia, España y Re_ ^ABELLÓN DE MUJERES PENSIONISTAS de enagenados que alberga, deducien- “ do de sus observaciones estas leyes ‘‘ generales :| Los trastornos mentales ‘‘ son más frecuentes en los hombres ‘‘ que en las muijeres; más numerosos- ‘‘ en las ciudades que en el campo; la “ locura va creciendo en # mundo con ‘‘los progresos de la civilización . | — ‘‘ Eli estudio clínico de las formas que “ afecta a lliocura en el Perú ; su nota_ “ ble curabilidad; benignidad de los ‘‘ síntomas; rareza de las parálisis ge- “ nerales y la marcada tendencia a la (14^ deT>resión y abatimiento, que ha ob_ servado, son de un grande interés cien/fico . I — ^Gree el autor, y tal vez no esté en lo justo, que la ¡locura es rara en el Perú comparados los ca- sos que se presentan en la masa to- tal de ]¿!, población. Error que puede resujrtar, en nuestro concepto, más que por defecto de criterio, de ¡la faE ta de buenas estadísticas . | — Por otra parte,, predominando la melan- ‘‘‘eoli'a, siendo infrecuentes las ¡impul_ “ t r a i n t absoluto, en la construc- ción del Manicomio cuyo proyecto “ analizamos. I — Considera la ciudad de “ Lima, por la benignidad de su clima y Jos innumerables recursos con que “ cuenta el sitio más favorable para la ‘‘ fundación dd Manicomio Central; y “ en cuanto a los Manicomios regionales “ los cons'dera, por ahora, de imposible fundación . ¡ — Pero cree que nada se- “ ría más fácil y conveniente, bajo todo punto de vista, como la creación de Asilo «Víctor Largo Herrera»: Pabellón de mujkres pensionistas— Sala de recibo siones obsesivas; no acudiendo sino en escaso número los tranquilos y los ■“ idiotas, parece natural que la cifra de “ los asilados sea menor comparativa- mente con la de otros países.] — La relativa benignidad de los delirios aL ^'cbhólicos, la rareza de la locura sifilí- ** tica franca, que el autor señala, no t;e, ne sólo in interéis cientifico o purame te clínico, fuera del 'lugar, sino que son datos importantes que ha tenido presente para adoptar de una manera resuelta ©1 sistema non r e s- “ colonias agrícolas bajo la dependencia “ de una congregación religiosa,, ya en “ las montañas de Ghanchamayo o Pere_ “né ya en los valiles o quebradas de Li- “ ma. Huacho, Arequipa o Piura.| _ La ‘‘creación y sostenimiento del Manico- “ m'io Central no puede ser, como lo ex_ ‘‘ presa el Autor,un servicio meramen- “ te local; y en esa virtud el Fisco debe “ ayudar, con cuanto pueda, a ¡la Socie- ‘‘ dad de Beneficencia de Lima, para que ‘‘ ésta logre llevar a buen término obra “de tanto interés nacional.] — Goncep- 150) ‘ túa indispensable que los servicios ‘ farmacéuticos, hidroterápico, electro- ^ terápico y de desinfección deben co- ‘ rrer a cargo de un personal técnico . | ‘ Por lo que respecta a l^'s enfermeros, a ‘ parte del aprendizaje a que habrá de ^ someterílos, para que llenen debida, ‘ mente su misión, su número deberá ‘ ser de 1 por 10 o 12 llocos tranquilos; ‘y 1 por G agitados. I — La ubicación ^ ie un extenso Manicomio, como el que 'se proyecta erigir, ofrece naturalmen. e t pide una hectárea para 100 “ camas y 9 para 600, sin contar la ins- talaclón agrícola.] — El género de construcción a que ha dado preferen. cia es el iLiam.ado abierto, com- “ puesto de pabellones Hsimétriicos, lo “ cual ofrece no sóüo grandes ventajas ‘‘ higiénicas, sino que también se pue- ‘‘ de construir por partes, según los re_ “cursos con que se cuente.] — - Estando “ destinado cada pabellón a fines espe- cíales y a la asistencia de determina- Asilo «Víctor Largo Herrkra»: Pabellón de mujeres pensionistas— Comedor ‘te en la práctica muy serias dificulta. ' des que el autor de la IMemoria ‘‘Eu_ ' reka’’ ha sabido orillar con mucho 'acierto, fijándose en una vasta zona, ^ de fácil adquisición al SO. de Lima, ‘ por Magdalena del Mar, Magdalena 'Vieja, IMiraflores, o terrenos de ila Ha- ' cienda “Santa Beatriz” y en ella ha ‘ encontrado condiciones de orientación y un suelo favorable al objeto que se persigue.] — La extensión de terre- ‘ no que se reclama como ind. spensa, ' ble es de 20 a 25 hectáreas. | — J o I- ‘‘ d,as clases de locos, reclama cada uno “ una construcción especial y mobilario “ particular, y así vemos que se ha dis_ ‘Apuesto.] — Su extensión es tal que, ‘‘ en los destinados a recibir enfermos, “ tenga capacidad para admitir de 30 a “60.| — Los servicios generales son: B — Administración y Dirección. ‘‘2” — Económico. 3° — Médico “ 4» — Religioso. 5° — Lavandería. “ G" — Sala de Cirugía y Botica. 7» — ‘‘Pabellón hidroterápico. 8° — Salón ‘‘de espectáculos. Los pabellones de (151 “ clasificación son: 1” — Pensionistas “ de la. y 2a. clase 2* — Des chalets ‘‘ de pensionistas de díase extra, uno para cada sexo . 3® — Enfermería . “4° — Pabelión de observación y vigi- “llancia continuia. 5o — De tranquilos eurabilies y convalescientes . 6° — De ‘‘ crónicos, 7° — De agitados. 8® — De sucios e idiotas. 9° — De conta- “ giosos . 1 — Tratándose de la construc. “ ción de los pabellones, entra en deía- ‘‘ Jes muy prolijos, relativos .a la calidad que tail vez sea demasiado exigir.] — “ Los desagües y destrucción de resí_ “ dúos no le han preocupado menos, lo. “ grando adoptar un procedimiento que ‘‘ asegura la buena higiente de/1 Mianioo- mió . i — Preparado convenientemente “ el material de edificación, por subas- ta; encargando la madera e importán- dola libre de derechos, así como las ‘'pinturas, herrajes, etc., puede asegu_ “ rarse, dice el autor, que ei manicomio ‘‘ que se propone, con los detalles que Asilo «Víctor L.\kco Herrera»: Pabeleóx de ml/jekes pe.ssio.nistas Sala de día de los materiales; número y extensión “de Jos departamentos; mob/lipario de “ asistencia, económico y técnico ; seña_ “lia líos jiardines exteriores e interiores; “ los parques de circunva’ación; arbo- ledas, ferrocarril Decauville; .aiumbra- ‘‘ do eléctr'ico; servicio telefónico y cuan. “ ío se relaciona con ©1 ornato, comodi. “|dad y buena higiene del establecimien. ‘Mo.| _ De modo preferente estudia ©1 servicio de agua potable, la de rega- “dlfo; señalando 200 litros por perso- “ na, como dotación de la primera, lo “señala no costará más de 250.000 “ soles; en lo que parece estar muy equivocado . I — A pesar de todos los “ deíal,Ies y perfecciones que le detallla* “ mos no puede ser considerado más “que como un proyecto provisional. | “ — Para concluir, señor Ministro, ma- ‘‘ nifestaremos que Xa memoria que juz- “ gamos está muy bien concebida; que “ ©1 edificio que se proyecta es una su!n_ “ tuosa construcción, de magníficas pro- ‘‘ porciones, eminentemente higiénica y ‘‘ del todo apropiada al fin a que se 152) destina; sólo nos parece que los re- cursos de ^la Sociedad de Beneficen- cia “ término al objeto de la reunión, el 154) S'eñor Ministro declaró cerrada la se. “ sión, firmándose por todos los asist:n_ “tes la presente acta _ Lima, setiem- “ bre 17 de 1896. — Manuel' J. G u la - d (r o s. — Armando V é I e z, — A. “Guevara. — Ricardo L. F fl ó _ ‘‘ir e z. — Pablo Patrón. — - J. Capel o.”| — El acta fué aprobada po.r el Gobierno en 2 1 de seíóembre ce dicho aíio de 1896 y fué la memoria premiada de -M u ñ i z la que sirvió de punto de partida a los trabajos de cencia ed estudio de la obra de un Hos- piiico Aac.onal de Insanos. La comisión cumplió su cometido muy satis factoría y prontamente y ci! Gobiern j se c.pr^S-,- ró a aprobar el proyecto por esta co_ m-iSLón presentado, haciéndolo en la si* guíente forma :| — “Lima, Febrero 13 de 1897. — Visto el anterior Infor. me, planos y presupuesto presenitados ‘‘ por la comisión creada en resolución. “ suprema de 3 de octubre último, pa„ “ ra formular el proyecto definitivo de Asilo «Víctor Largo Herrera»: Pabellón de mujeres pensionistas — Un dormitorio de SEGUNDA clase erección del entonces líamado “Mani_ oomio Nacional” . II _ Los hechos de¬ muestran, hasta la evidencia, todo el emipeño puesto por el Gobierno del se- ñoir de .P 1 é r o 1 a al «ervido de la obra ddl Manicomio Nacional. Gom_ prendiendo lia necesidad inaplazable de la obra, el señor de P i é r o 1 a pTocu/ró que le fueran sacrificadas las dificultades de trámite: una Resolu¬ ción suprema de fecha 3 de octubre de i 896 encargaba t un,; comisió, presi . dida por el señor Director de Benefi_ “lia nueva casa de Insanos; 9e resueL “ ve: — 1°. — Apruébase el proyecto “ presentado por dicha comisión para la “ construcciión de un Hospicio Nacional “de Insanos; 2°. — La Sociedad de Be- “ nefioenoia de esta Gapital procederá a haeer las gestiones y arreglos neoesa_ “ rios para proporcionarse Toa fondos “ que la obra demande, aplicando al e- “ fecto eil veinticinco por ciento del pro«^ “ ducto anual ddl Ramo de Suertes con_ ‘‘ forme a lo dispuesto en la Suprema “ Resolución de 8 de mayo del año pró- (155 xlmo pasado, y con cargo de dar euen- ta al Gobierno para su aprobación; y 3« — Manifli'éstesie a ia comisión in. formante la satisfacción con que el Gobiermo ha visto ia manera cómo ha Dl'enado su cometido, y remítase el proyecto eon todos sus anexos a la •“ Sociedad de Beneficencia. — 'Regís- trese, comuníquse y pubiiquese. — “ Rúbrica de S. E. — G u a d r o s.” || La comisión especiallmente nombrada por la Sociedad de Beneficencüa de Li- “ rios para proporcionarse los fondos “ que la obra demanda, aplicando al e. “¡fecto el 25 por ciento del producto “ anuall ddl Ramo de Suertes, exponen que han estudiado maduramente el punto, y pasan a emitir su opinión so_ “ bre el particular.] — La comisión “ ncmbrada para preparar ilos planos “ djefinitivos para el nuevo Manicomio, ha illegado a fijar el Presupuesto de “ la obra en la suma deS. 577.917.55 “ mas ura suma algo inferior a Asilo «VÍCTOR Larco Hkkrkra»: Farellón de varones pensionistas — Sala de billares ma para estudiar la mejor forma de dar cumplimiento a lo prescrito en ¡’a tras, crita resolución suprema, emitió el in¬ forme que a continuación trascribimos:] _ _ “Señor Blirector: — Designados los •“ que suscriben por la- Junta Particular “ para estudiar la manera de dar cum- plimiento a l^a Suprema resolución de “13 de febrero último, que, aprobando “ el proyecto de construcción de la nue- , “ va casa, de Insanos, dispone que |a “ Sociedad de Beneficencia proceda a ‘‘ hacer las gestiones y arreglos necesa “L. 8.000, que habrá que Invertirse “ en compras en Europa o Estados U- ‘‘ nidos y que se puede valuar en “ S. 72.082.45.] Lo quq( dá un totaS “de S. 650. 000.00 . ¡El único fondo “ designado para atender a los gastos “ de la obra es el referido 25 por cien- ‘‘ to del rendim'ento anual del ramo de “ suertes, que se señaló en la Resolu- “ dón Suprema de 8 de mayo de 1896, “ es a toda evidencia insuficiente para hacer frente al monto toíail de la obrai. Pero creemos que puede y debe ini- 156) ciarse la construcción de! IManiccmÍD, ‘‘ sujetándose al proyecto aprobado, pro_ cediendo, desde luego, a la, construc- oión de la parte mas urgente. Dicha parte ha sido indicada' por la comisión “ encargada de preparar lo.s piamos, y estamois, con pocas diferencias, de a- ‘‘ cuerdo .con eifa; aceptando sus levaua- “ clones que ascienden a la sum.ia de ‘‘ S . 326,758.45 cts. a ¡’a que hay “ que añad'-r todavía una parte propor. “ cional de las compras que hay que ha_ “ bellón de agitados, apla.zándose en és.. “ te leCi cuerpo de ’as celdas de! fondo y “teda e'l ala izquierda. 9. — Cocina. “ 10. — Pabeli'ón de tranquilos y coava- ‘Me.rcientes. 11 _ IMortuorio. — El “ actual hospicio de Insainos deberá U- “ ti tizarse hasta que se haya compleitado ‘‘el nuevo establecimiento. | — La su. “ ma depositada en el Banco del Carila.o y proveniente dei 25 por ciento dpi “ producto dei ramo de suertes, asciende “en e! día a S. 48.017.46. Esta su- Í^Í5 m^4¿§i Asilo «Víctor Lakco Herrera»; Pabeillóx de varoxi*;s pexsíoxís í a ^ — Sai. a de recibo “ cer en Europa o EE. Uü . y quie po- “ demos fijar en S. 33.24 1.55 cts. ..egamos a un total de S. 360.000.| “ — El orc/en de fabricación debe ser “ eil £i.gu;ente, ilimitándo'?e a lo que per_ “ mitieran Ice fondos disponibles :| _ '"I. Muro de circunvaiacióa . — 2. Pabellones de Administración. — 3 Pa " belíloines de pensionistas, reducido a dos scJias y 5 departamentos . 4 . — ‘GapiVa y departamento de Hermanas. ‘5. — Botica. 6. — Enfermería. 7 _ Pabeíjión de Electroterapia. 8.- — Pa- “ ma a /la. que se irá agregando eJ 25 “ poir ciento de ios pos er.ores sorteos, deberá emplearse, desde el principio “ en la preparación del terreno, nivela_ “ ción, acequias de regadío y de desa- “ güe, etc. Para el resto de ia obra ha. “ brá que apelar a una emisión de bonos ‘‘ que, com.o los anteriormente emitidos “ por la Beneficencia, deberán tener por “ base 8 por ciento de iníei-és anua! y “ 4 por ciento de amortizadón, que po- “ drán colocarse a la par, en caso que no suba en la plaza el tipo aetual del (157 “ deisicuento, que se mantiene desde al. “ gún tiempo . | — Para emprender las “obras que ee consideran como más “ urgentes es indispensable poder con. ‘‘ tair con un capital de S. 300.000, lo “ que supone un servicio aanai: de S . “ 36.000 El 25 por ciento de’, producto “ meto del ramo de suertes no podría “ en lias condiciones actuales producir esta cantidad, que coTTesponde a un “producto neto de S. 144.000, mien- “ tiras que en el año económico úHtimo “ directo. I _ Con muy justas razones-' “ el Supremo Gobierno, por decreto de “ 8 de mayo de 1896, ha impuesto al “ expendiio de los billijetes de suertes la ‘‘ íl/imitación debida, eircunscribiéndoío “ afl fugar en que cada. Beneficencia se “ halla establecida. Sin esta limitación, “ y pudíendo vender (liibremeste en la “ píiaza de Lima todos ios biffi’ietes de- (loterfias- que em'iteo las diversas Be_ “ neficencias de la República, el produc- “ to de esta renta podría convertirse en Asilo «Víctor Largo Herrera»: Pabellón de varones pensionistas-El comedor ií ii ií íi pasado no ha producido sino, soles 124.127.66 y en el anterior sófo, 59.805.40.1 — No obstante,^ cree, mos que la Beneficencia podría dis¬ traer del producto neto del ramo de suertes la suma anual de 36.000 y oifrecePlia a firme, para el servicio de líos bonos, sin perjudicar por eso, los mú'liiples servicios a que tiene que a^ tendeir, sii ese ofrecimiento no pudie¬ ra hacerse if.usorio por la posibilidad de seguirse iníPingiendo los derechos que tiene de un modo directo e iu- U ii íi ii un ingreso nominal . ] — Ahora mis¬ mo la Beneficencia deil Cafllao hai ini¬ ciado y sostiene gestiones judidiales para obtener la reparación de que ha sido despojada del derecho de vender en Lima sus billetes de loterías, y en el Congreso se ha proouesto que desa¬ parezca ?Ja limitación dispuesta por el Supremo Gobierno. ] - — ■ A primera vtista apiarece que fuera imposible que se lie niegue a la Sociedad una con¬ cesión que no sólo es de ex trida jus- ■ tioia, por cuanto pesan sobre ella car- 158) “ gos y deberes que no soporta ninguna “ oitrai Sociedad de srj ciase, y que es “ justo, por lo tanto, que no se ¡les cer_ “ cene Hios recursos que debe alcanzar en ios te'rritorios donde dispensa sus “ bianeficlios sino que privada de esa “ oonce'sión sería hasta contrario a la “ equidad, desde que mediante a eilla se “ propone constri^'r y sostener un Hos- pital Nacional, donde las demás ins- “ tituciones de caridad han de remitir a “ los enfermos que nunca han querido ni u frustrairiia, o por lo menos se diiaíaria, por faita de recursos, /la “ rea.iización de una obra que tan im¬ periosamente exige el consiiderable nú- ‘ mero de enfermos, que ya no puede contener la actual casa de Insanos. [ _ _ 1 fácilmente, que ante tal peivigro no sería pruder.'te levantar un ‘‘ empréstito con una ga.rantía que, al desapairecer ex.g.tría que fuese sii'3tiituí_ “ da con otros^ ingresos de la Sociedad, cuya aplicación no puede distraerse,, Asilo «Víctor Largo Herrera»: Pabelló.x de varones PE.NMONISTAS — S.4LA DE LECTUR.4 ‘‘procurado sosteirLer.| — S/in embargo, “ dada la índole de los trabajos que se ‘‘ han hecho y el empeño con que se si_ ‘‘ gpe el juicio de despojo, no sería difí- “ cül que fuera una realidad lo que pa_ ‘‘ rece imposible pretenderse y ailcan, ‘‘ zarse.| — Bajo tal supuesto, se com_ ‘ prende que es urgente, hacer presen'te “ a)l Supremo Gobierno el peligro que la Sociedad preveé para que, tomándolo en cuenta, pueda adoptar las provi_ “dencias que juzgue convenientes, a fin ‘ de que desvirtúe su resoiaclón, con por que ocasionaría un trastorno en él “ organ smo de Ca instilucián y la pon- dría en la imposibilidad de atender “ sus obligaciones actuales y los servi_ “ cios estarTiecidos . | — Só'o se podrá,. “ pues, levantar fondos con la garantía “|d,©I iramo de Suertes, cuando una l!ey ‘‘ disponga lo que el Supremo Gotlierno “tiene resuelto, esto es, que sólo ia Be- “ nefícencia de Lima pueda expender en “ esta capital r-us biOetes de Lotería, “ prohibiéndose en eflia la venta de bifle- ‘‘ tes de cuaquier otra institución de Be_ (159 “ nef-cencla . I — Comple’m&nto da esa ** il'ey debería de ser una Hesoi.ución Su “ pTema que prohibiera las ¡loterías, cbi- n;as y otra nve diera partte;.pai:l.ón en las cifras o boterías particulares a “ fe SOiciediad de Beueficenela de Lima. En todas partes, eil Estado .impone u_ ‘‘ na fuerte contribución cuando autor.:- “ m una rifa y prohibe las demás. 1 Pero, como no sería conveniente dejar * de ocuparse de ila construcción de la '‘n.bva CiCisa de Insanos, mientras esa ‘‘ Eey y esas resoluciones supremas no “ se expidierar: juzgamos que, con los “ fondos ya acumu’ados, debe comenzar- “ se los trabajos preparatorios, ¡los cua- ** ¡Ifes podrán sostenerse miientras no^ se deje sin efecto la Sruprema Resoilución “ tantas veces menciionada . | — ^Podría ** argüirse que con este proceder se co- “ rre eil peUiigro de malligastar el dinero “ en trabajos preparatorios, o en obras “ que, inconclusas no serían de ninguna “ utilidad ; pero a esto debemos contes- tar que aun cuando asjí sucediera, illa “ Beneficencia cumpliría en hacer de su “ parte lo que le es posible para obtener “ la iraallización de una obra ya inaplaza- ble y daría la apiliicación señalíada a¡l “ dinero que conserva depositado con tal objeto . Además, es de presumirse que la. paralización de obra tan benéfica es- timuí’'.aría a los que tiienen el poder de “ hacerla fllevar iadelante, a quitar el es_ torbo que se funda en derechos existen, y en la libertad de unía, indus “'tria que no es tailí indusitria.j Bajo “eísta base, lo conveniente es que se a. “ cuerde ila muarera de efectuar los tra- “ bajos y el modo de qbe estos sean úti- “les en cutaPJquier eventualidad. ] — En “consecuencia somos de opinión: B. — “ Oue se represen^ al Supremo Grobier- “ no la imposibiíMidad de levantar fondos “con la garantía de un ingreso que “ puede desaoareoer: que el propósito “ de cumplir la Suprema Resolución que “ tal cosa ordena, cuando no exista el “ peligro oue hoy fundadamente se teme.| <« 2o. _ Qu!e se comiencen los trabajos y “ se continúen hasta invertir toda la su- ma de que hov se dispone y lija que se vaiya adquiriendo de la mtismai pro- “ iccdencia . 39— Que para que no sufra “menoscabo el 25 por ciento del ramo “ de suertes, se suplique a'l Supremo Go_ 160) “ bierno disponga que no se haga lote- ‘‘ rías particúliares sino a condición de “ reservar del produc.o de eJiss dicho “25 por ciento para que, entregado a fa “ Beneficencia, se destme a la construc- ‘‘loión del nuevo Hospicio de Insanos. “ 40. — Que se prohiba las loterías que, “ sin niingurna autorización, efectúan ios ‘‘ chinos y que las multas que se im.. “ pongan por infringirse esa prohibición “ se entreguen a la Benefiicencia de L'i_ ‘‘ m.a con ef mismo objeto. 5?. Que “ para comenzar desde luego, los traba_ “ jos, deteTmine el Supremo Gobierno el “ terreno que cede con tal fin juzgan- “ do nosotros que ninguno seria más co'n_ “ veniente que la sección de la Haeiiienda “ de ‘‘Santa Beatriz”, limítrofe con los “ fundos de San Martín y Breña. 69. — “ Que, en cuanto esto suceda, se contra- “ te, con la Empresa del Agua de esta “ ciudad, el costo de traslación cuando ‘‘ sela necesario, de lia dotación de agua “ del Manicomio ,ail local designado. 7° . “ _ Que para conseguir la mejor ejecu- “ ción de los trabajos sea una comisión “ de carácter permaneníie Ea que ilos vl- ‘‘ gile. 8°. — Que el orden de fabrlea- “ ción sea, el señalado al principio de “ este informe . 09 — ^Que se reemplace ‘‘ todas lias paredes de teliar que se consi- “ deren en el proyecte, con paredes de ‘‘ adobe, que, sobre ser más económiicas “ y más durables, hacen las habitacio- “ menos calurosas en el verano y menos ‘‘ frías en el linviierno. Tambiién juzga- “ mos lindispensable que se resuelva que “ en los pisos y techos sólo se emplee “ pitchplne, y cedro o roble en las puer- “ tas y ventanas que, encargados a los “ lugares convenientes, no costarán mu- ‘‘ cho más que el pino de Oregon, que “ en este cilima es de corta duración. “ Limos Mayo 10 de 1897 - E . Ro_ “mero. — R . P a 1 rn ^ • — B . M ,a ■ 1 i no w s k i. “II —Al mismo tiempo que esto ocurría, cuando el proyecto pri- I itivo de M u ñ i z que, según lo mani¬ festaba la comisión que le otorgó el pre¬ mio del concurso, sóilo podía ser consi¬ derado como un trabajo preiliminar, era sometedla a la dura prueba de la dificUl- tiad económiba., ocurrió el ^fallecimiento del doctor M u ñ i z . i En esta situa¬ ción, en ansencia de profesional a quien •la Socied.ad de Beneficenaia concep- tuase d/'’gno de reemplazar a\) extinto, se propuso, en el' Congreso, contnaitar los servicios de un profesional extranjero. Eli entonces Inspector del Hospicio de Insamos D. Domingo O il a v e g o y a emitió informe desfavorable a esta contra tación; lia Sociedad de Benefdcencia hi¬ zo sitya es tía opinión y el proyecto del diputado por Limia Don Rosendo Y i - d a u r r e quedó relegado al o’vido . | — ^Fué entonces que la Sociedad de Be_ neficencia de Lima contrató con el doc¬ tor David M a t t o su envío a Euro¬ pa aytaóquirir la espediiaOidad psiquiátri_ va. El contrato tiene fecha 25 de se_ tiembre de 1897. A fines de este año el dector M a t t o emprendía viaje all Aviejo ]Mundo.|! — Las cláusuiJas del contrato celebrado entre el doctor M a t t o y la Sociedad de Beneficencia PúLfica de Lima eran )las siguientes D — El Doctor M a t t o acepta “ lia .corrf)5sJÍóin que la Sociedad de Benefi- cencia le dá en los términos que, que. “ dan expuestos y se compromete a consti “ titírse Europa con el fin indicado, “ por eil térmii'o mínimo de oatorce miese,s “ que principipiarán a contarse desde 'lia fecha que le sea designada por /la Di_ “ recdión de Beneficencia para empren- “ der c'’ viaje. 2?. — La Sociedad de “ Beneficeindia dá y entrega al ;Doc_ Tor M a t t o, en el momento de “ firmar este contrato, la cantidad de “ S| . 4,000 de plata, por los que el “ doctor AI a t t o otorga la fian. “ za personalli defll doctor don Olivo “ G h d a r e 1 1 ai. 3^. — El doctor “ AI a t t o se compromete a hacer un estudio de la organización de las “ casas de Insanos de las mejoras in_ troducidas últimamente en el serVi- ‘‘ cío técnico y administratlivo de eillas, “ y de todas las cuestiones de juris- “ prudencia médica relacionadas con “ la admisión y permanencia de los “ enajenados lemitiendo, de tiempo en ‘ tiempo, los planos que le sea posibD “ adquirir de los estabriecimientos que “ visite, reglamentos que los rigen, ins- “ tasaciones eléctricas , y las reflexiones ‘‘ propias que su observación le sugie- “ ra, cuyos documentos serán de pre- “ ferencia relativos a la Gran Bretaña, “ Francia, Suiza, Bélgica, Alemania y “Austria, y presentando para su com_ “ probación certificados legalizados de “ los jefes de ios establecimientos vi- “ sitados, en cuyos certificados debe, “ además, acreditar ,el, doctor AI a t _ “ t o que ha 'asiistido. a las ch'nicas es_ “ peoíales de Psiquiatría dirigidlas por “las celebridades notoriamente conoci- “ das 'en el mundo científico y, en par. “ ticular, en los países citados, para ‘‘ probar as^ que ha hecho un curso com- “ pleto de esta rama de (lia Aledicina . “ 4^. — El doctor AI a t to después de “su regreso de Europa, en las condicio- “ nes antes expuestas, se obliga a pre5_ “ tar sus servicios a lia Beneficencia en “ (Cl' antiguo Hospicio de Ir. sanos o en “ ell que se construya, por el! sueldo que ‘ dicha institución tiene establecido pa- “ ra líos médicos de ese establecimiento, “ o por ©Ha tenga a bien establecer con- “ forme a sus facultades, cuyos servi- “ cios prestará indefi inid a mente y como “ lo prestan los demás médicos de hos- “ pLtalles, sin que pueda dejar de pres- “ tarfios por motivos que no sean de la “ aceptación de la Beneficencia. 5? - “ La fianza a que se refiere la clásula 2a., tiene por objeto, además dell indi_ “ cado alillí, el die garantizar el cumpli- “ miento de las demás clásulas de este “ contrato, hasta eill momento de pr;inci_ “ piar a prestar sus servicios después de “su regreso de Europa. || — Eli Doctor “ íDavid AI a t t o cumplió el contra- “ to celebrado con la Sociedad de Bene- “ ficenoia Púbifca de Lima. En los úL “timos meses dell dichO' año de 1897 “ escribía al Director de Beneficencia “ carta fechadla en París, manifesíándo- “ lie que frecuentaba el servicio de “Jo f f r o y en el Asilo de die Santa “Ana; que híacía un curso de enfer- “ medades nerviosais en la Sailpetriere lail lado de R a y m o n d y que se- “ gula un curso de Electroterapia con “V i g o u r o u x.l — En itlanto que ©1 doctor AI la t t o adquiría la es- pecliali'dad en Europa, proseguían, con la¬ mentable llentitud, los trabajo''^ en pró de la erección del Hospicio Nacional de Insanos . | — Parecía obra de las circuns_ itancias cuánto se oponr'a a Idi pronta eje- ■"•'•'Cion dci'l proyecto del señor de P i é r o 1 a: a despecho de la pront'iíud con la cuali el Gobierno realizaba cuanto estaba.' de su parte; a (161 despecho de la solicitud coin 4a cual! lia Sociedad de Bienefioencla acogía las in- sinuaiclones del Gobierno, ila obra no se había iniciado -todaivía cuando el Doctor M a t t o había regresado de Europa y cuando había dejado la dirección de la pública administración el señor de P f é_ r o 1 a.| — 'Dejemos ila padaibira a fi;lá'htro_ po que quiso bien a los alienados, a cu¬ yo sierv'icio hizo en oaiiidad de Inspector deil Hospicio de Insanos y en cuyo ser¬ vicio hizo un valioso donatóvo que la li¬ gereza de un Gobierno hizo perder al Asilo proyectado. El señor don D o- m ii n g o O l a v e g o y a, ct quien nos hemos ireferidio, hace, en su “Miemo. irla” del año de 1900 la siguiente expo¬ sición, bastante prolUija, de la, suerte co_ rrida por el proyecto del señor de P i é- roEa y por la “Memoria” premiada del Doctor M u ñ i z:| “La construcción “|del nuevo Mr-nicomio se decretó el 8 “ de mayo de 1896, destinándose con es- “ te objeto el 25 por ciento del producto *‘del ramo de suertes. | — Go-n recha 3 “ de octubre del misimo año se jdictó una “ com'isión especial, compuesta de los 1 i señores G'a i r L 0 s F e r r e y r os, u José E. G a s t la ñ G 1 n. Na r_ (( c i S 0 d e A r á m b u r u, M a- f( n u e l A. M u ñ i z y Era ri- ti C i s C 0 A'l m e n a r a Bulle r, (( lia jque emitió un extenso dictamen en “30 de noviembre de 1896, manlfes. “ tando que la hacienda “ Santa Bea- “ tr:z”, en la parte limítrofe con ia Ex- “ pos’ción y los fundos San Mart'i'n y “ Breña, era el sitio más adecuado para “ la construcción de un Manicomio para “ 400 enfermos, cuyo costo seilüa de 600 “a 700 mil soiies. el cuaií se haría por “el sistema de pabd’jlones y por partes. “ Toimbien se habló de la Magdalena y “ il/os incoveñieníes que ese lugar pre.. “ sentaba. | — El Supremo Gobierno, per “ resolución de 13 de febrero de 1897, “ aprobó 'lo informado por lia coimiisión, “ a quien dió las debidas gracias. | — En vista de dicha resolución, la Sociedad “ de BeneficencG,, por acuerdo de la “Junta Particular de 19 de febrero, “ nombró en comisión a los señores “ R i o a r d o P a '1 m a. E r n e s_ “ t o M a I i n 'o s w s k i y Ele o- “ doro R o m e r o, para que es . “ tupiaran el asunto y propusiesen lo 162) “ que estimasen conveniente . f — La co_ “ misión evacuó su Informe el 21 de ma- “ yo de 1897, en el sentido de que se “ comenzasen los trabajos con la sulma “ que se había acumulado, mi-nifeetando “ 10 ventajoso que sería levantar un empréstito teniendo po*' garantía el 25 “por ciento del producto deil ramo de suer “ tes; pero con la condición de que dóese ‘‘una resolución suprema ‘en virtud de la ‘ cual se prohibiera la venta de biililetes “ de Lotería de cualiquiera otra Benefi_ “ cencía; siendo, por consiguiente, la “ Beneficencia do esta Gapitail la única “ que pudiese expender en esta ciudad “ sus billljetes de Lotería, manifestando “ a ia vez, en la 5a. condlusión de su “ d'ictamen, que ningún sfitio sería más “ conveniiente que la sección de la ha- “ ciierida Slanta Bie'atriz limítrofe de l'Os “fundos San Mertín y Breña. | — La “ Junta Particular, ten sesión de 28 de “ mayo de 1897, aprobó el dictamen de ‘‘ los señores P a 1 m a, Mali- “ n o w s k i y I Romero; y la “ Junta General, en 8 de octubre del “ mismo eño, resolvió que volviese a ta “ PaH'c’*)Gc' - "'n de que se eliciere el “ sitio donde debería hacerse ila cons- “ trucción y se armoulzase eíl' presupues- ‘‘ toi de lia obra.] — • La Junta Particular, “ en sesión de 1 5 de octubre, resoilvió “ que el asunto volviese a la misma co- “ misión compuesta de los señores M lau “|1 i n o w s k i. Romero y el in- “ trascrito, por haber cesado dli señor “ P a 1 rn a en su cargo de inspector “ 1‘nteñino . I — La comisión informó el “ B de febrero de 1898, en el sentido “ de que el Arquitecto de la corporación “ formulase un Presupuesto de lo quie “ costaría hacer lia parte más indispen- “ sable d**! edifícr’io. 'r que er'^ónces se “designara el s'tm.! — Yn estas cir_ “ cus^ancias fué -cuando la Dirección- “de Fomento dírig’ó a la; Dirección de “ Beñieficencias dos oficios, fechas 31 de “ marzo y -14 de abril, sol'cit^ndo ’a re- “ solución del asunto referente al “ nuevo Manicomio, por cuanto la Bene- “ Pcencia era sollámente la encargada “ de acumular los fondos, reservándose “ el Gobierno !o c' ncerniente a la cons- “ tT’.'bcirn v e’ sitio.! — Este modo tan “ brusco al tratar de obra tan importante hizo que lia Junta P^rticujar, en sestón ■“ de 22 de 'abril del898, acordase que *“ el exepd'iente vollviese a comisión . | — La oGimisión .emifió su’ d,ictamen con fecha 20 de junio manifestando que, die conformidad con la 'ley, la BeneíL cencía debe-por sí sola ejecutar la o-Ta "y que si el Supremo Gobierno no lo creyese conveniente no le sería posible “ a 'la Sociedad acceder ,a ne acumulada en el Banco del Perú y Londres; debiendo el Supremo Gobierno y D'S demás Be- neficer.cias poner lo restante. I — Ha- “ b.iéndose efectuado esta transacción con menoscabo deO decoro de la instL “ tuoión, ei Gobierno tuvo a bien for_ ‘‘ mar una Junta Económica encargada “ de llevar a cabo la construcción de un “ nuevo , edificio y, según resolución de ‘MI de mayo de 1900, dicha junta que. “ daba organizada de la manera siguien- “te; dos de ,1a Beneficencia de Lima; ‘‘ uno de la del GalVao; el Arquitecto “ señor D o i g y el Director de “ Obras Públicas que la presidiría. |— Con este emotivo, la Junta Particu- “'lar, en sesión de B de junio, nombró com.o sus delegados a los inspectores ‘‘ de¡l Ramo de Suertes y del Hospicio “ de Insanos, que son el señor G u i- “ 11 e r, m o S a H c e d o y el quie suscribe, quien, isl aceptar el cargo, “ por oficio de 8 de junio, hizo pre_ “ sente todos los inconvenientes “ que traería illa formación de esa *■ junta que era depresiva para los inte_ reses de >1a corporación. (desde que só- “ lo a la Beneficencia -le correspondía “ llevar a cabo una obra exolu-siivamente “ suya porque siendo cilla la que hizo “ dü gasto de envÍ2ir,alf doctor M ¡a t t o a Europa y ser también ella la que ‘‘ tendría quC atender al gran gasto que “ le ocasionaría el sostenimiento del “ suntuosio edificio que se piensa; ha_ ‘‘cer.| — La Junta económica resGlvió que eí señor D o i g asesorado por “ eií doctor M a t t o, hiciera un es- ‘‘ tu'dio sobre el sitio más adecuado . “ En efecto, úna mañana, nos ireuniimos “ en el antiguo Manicomio el señor “Do i g, los doctores Aí a t t o, M a- ‘M o ,r g a y Pardo F i g u e_ “ r o a y el que suscribe, y partimos “ de allí con el objeto de recorrer todos “ Tos terrenos situados en la Avenida “ P.iérotla, conviniendo en que el mejor “ sitio er?, dicha avenida, y, de una ma_ ‘‘ ñera especial los primeros potreros “ del fundo “Desamparadois“ colindante “ con Santa Beatriz, por respaiL “do. Sin embargo el señor D o i g, “ en su informe de 31 de 'a- “ gosto de 1900, opina por aue se ha_ ga en illa Magdalena deli Mar, tomain_ do parte de los fundos Orbea, ,(>yague, “Mata Lechuza. I — Con este motivo, “ eili doctor M a t t o emitió un lar- “ go Memorándum refutando todos los (163 argumentos ddí señcir, D o i g cpi- “ nando por los terrenos de Santa ‘‘ Beatriz y por que se oyera a la A .a, “ dem^■a Aacionap. de Medii'cina.| — Ba “ Aeadeimi^a emitió su informe en 12 ‘'ídie octubre úitimo, opinando también ‘‘ por líos terrenos de Santa Beatriz, “ y manifestando los inconvemientes que tenía la Maigdaiiena; dicho infor_ “ me está suscrito por los dootores ‘^Castillo, G ,a r V a 1 1 o y ‘‘ F ir ó r e z. I — La, Junta Económica, “ eu vista de las razones expuestas por “ tan competentes facultativos, resorvio, ‘‘ por 3 votos contra 2, que se hiccese ‘‘lía obra en los terrenos de Santa Bea_ “ triz . |— Después de haberse Abrado i'tjna verdadera baital'La., respecto al si- tio conveniente, para Levar a cabo una “ obra tan importante y cuando ya se “ había llegado, por fin, a una resoiiii- ‘‘ ción verdaderamente buena, y con arre. “ glo a las prescripciones médicas, re_ “sulta^que todo ha quedado 'ló rrismo que ahora cuatro años; pues el Supre. “ mo Gobierno que debía haber dicho “ con tiempo, cuando se discutía el pun- ‘Mo: señores, no os fijéis en Santa Bea-- “triz porque me es imposible otorgaros “ esos terrenos, viene dando la inespe- rada resolución de 3 del presente, por “ la que manifiesta que no puede ceder “ Santa Beatriz, por estar 'sembrada de pastos para lias caballadas del ejército “ y estar también destinado a la funda.. “ Ciión de un instituto de Agricultura . | — Esto llega verdaderamente al col_ “ mo de lo inverosímiill: preferir a las ‘f loabríLadlas cuando se trata de construir un lujoso edificio a las puertas, de Li_ “ ma.| — A. mérito de esta resolución, “ la Junta Económica vcf’ivió a’ encomen- dar el asunto al señor D o 1 g, quien “ ha dado cuenta ya con fecha 8 del pre- “ sente, de haber recorrido todos los te. “rrenos comprendidos entre el término de “ Santa Beatriz y la Magd¡ail(ena mani- “ festando que se podía tomar parte de Oyaque y Mata Lechuza, más todo “ Mata Lechucita o bien parte de “ Desm’parados y todo Jesús Ma. ‘‘ Tía., encontrando esta última combina- “ ción la más aprop^iada.| — En ese es. “ tado se encuentra e’ asunto referente “ a la construcción de un Manicomio ‘‘ Nacional.] — Todavía no se ha desig,. “ ni'd.0 el sitio cuando hace 4 años que” “ se inició la obra y ya deberia. estar ‘‘ conciuídia una parte del edificio.] — EF año de 1901 continúa la gestación del proyecto P i é r o 1 a.| — Los decre¬ tos supremos de 6 de marzo y de 1 1 de mayo establecían la norma a que debía sujetarse administración de tordos destinados a la obra en pro¬ yecto.!— Gestiones iniciadas por eJ Inspector del Hospicio de Insanos Dr. L n c n s L e ó n, en 20 de febrero de 1901, encaminadas a obtener que ',0 comisión ejecutiva de ia obra escu- rharr, una opinión técnica, la del jefe- del servicio médico del hospicio Doctor David' Mato, só' Lo haFaron término en una suprema reso.luoión de fecha 6 de junio de ese año, disponiendo la incorporación de d’cho doctor a la comisión indicada, en. calidad de asesor técnico. — En este año de 1901 sólo se hizo de efectivo en favor del nuevo Hospicio de Insa-- nos la. adquis.ición de terrenos, hecha por el Gobierno, en 4 de mayo ante di Notario J. Octavio de O y a g u e,.. en fundo del mismo nombre de ‘‘Oya_ gue”, propiedad del señor B i e (I i c h, precisamente aquellos terrenos que ha-- bían sido„, objetivo de tan estéril discu¬ sión y de tan rudos cargos por personas C;;,e llegaron a manifestar ser el aire marítin o enem g i jurado de la psicopa¬ tía.] — Este mismo año el señor Domin¬ go O 1 a V e g o y a, propietario del fundo “Mata Lechuza”, limítrofe deí' de “Oyague”, hizo a la obra del nue-- vo Hospicio un rico donativo de terre_. mo, expresando en el acta de donación' que: esos terrenos v olive ría.n a poder ddF señor O 1 a v e g o y a en caso de destinarse dichos terrenos a finalidad’ diversa.] — El siguiente año de 1902' fué empleado en una tramitación rica' en documentos y huérfana en hechos. Al finalizar dicho año la comisión e- jecutiva de la obra se bailaba consti¬ tuida en la s’guiente forma: Presiden¬ te el Director de Obras Públicas del Ministerio de Fomento. Sr. Teodoricc^ T e r r y; doctores Cesáreo Cha c a í t a n a y Lucas León, re¬ presentantes de U' Sociedad de Benc-, 164) ficencia Lima; doctor Antonio M i- r ó Q u e s a d a, representante de a Sociedad de Beneficencia 'del Ca_ Jlao; Dr. David M a t t o, jefe del ser\>icio médico del Hospicio de Insa¬ nos e Ingeniero .Max D o i g, anqui- tecto del Estado y encargado del aseso¬ rado técnico. ¡ — Ai finalilzar el año de 1903 la situación de al obra era si_ guíente, expresada por el Director de ia Sociedad de Beneficencia Púbijica de T^ima, señor don Domingo O 1 a v e - g o y a:| — Poco agradable es lo que ‘‘ tengo que comunicaros con relación a “ esta ardua empresa. Ya el año pasado “ Os dejaba traslucir las inquietuldes de “mi espíritu y ios temores de uu'des- ‘‘ enlace poco menos que desastroso, si, “ como os lo patenticé, ,no se /introdu. “ c'a en el piano del edilficio y en otros “ detalles reformas que condujeran a ‘‘ utilizarlo aun inconcluso, cuanto an- “ tes ; linvitandoos a concentrar nues- “ tros esfuerzos con la sana intención ‘‘ de que no se esterilizara los sacrifi- ‘'Icios que lexigía, y ilos consumiados ya.| “ — 'En el trascurso del año se ha llle- ‘‘ gado casi al convencimiento de que “1 a terminación de la obra va resultan- “ do poco menos que imposible, y que, a fin de no ahondar él desastre, se “ ha impuesto la precisión de suspen- “ darla., al menos mientras un nuevo y ‘‘ miesurado estádio del problema nos “ coloque en actitud de adoptar el rum- ‘‘ bo que un discreto criterio y una pru_ dente previsión aconsejan. | — ^ Los “ errores en que — con la mejor buena “ fe, no hay que Mudarlo — se ¡iincurrie- ra en este compiiicado negocio arran- “ can desde los primeros momentos “momentos de su plantificación. Error ‘‘ y grande fué — no de la Sociedad, des- de lluego, que puso en juego todos “ sus resortes para impedirlo — ^la.; apro- ‘‘ bación prestada por el Gobierno al ‘‘ plano del edificio, oue. por su exten. “ sión y complicada distribución, impli. ca una suma de recursos que están “ por encima de las facultades de la “ Institución; error y de gran trascen- “ dencia fué, asimismo. Ja ubicación se- “ Ralada al edificio por eil Supremo Go. “ bierno contra las más resoetaibles opi_ niones técnicas; error hubo en la or- “ ganización de la Junta Eco-nómica, ‘‘ que ha venido sufriendo constantes “modificaciones; error lamentable fué “ también haber olvidado el problema “ concerniente a la provisión de agua ‘‘ poíabie, irresoluto hasta hoy; erro- “ res de emtíidac fueron los rélaciouados- “ con la adquisición del área; pues de “ los 453,298 metros cuadrados que “ se compraron a altísimo precio, no hay “ prc piedad real sino en una superficie “de 56.155, y ya han surgido ilitligios “ con Ja Universidad, dueño del domi- ‘‘ directo de un lote, que se ventila “ ante los tribunales, por haberse pres- “ cirdido de ella en la compra venta del ‘‘ dominiD útil.| — E'l malestar emana- “ do de circuns^-incias adversas hizo “ crisis al Iniciarse el año y lia Junta “ Económica se desorganizó, repitién- ‘‘ doce lias excusas y dimisiones de I09 “ señores socios que sucesivamente sie “designara para reintegrarla. Para aiM- “ viar él mal,, vuestra Junta Particu- ‘Hliar, en 30 de enero nos encomendó- “ allí señor Vice Director y al que escri- “ be, apersonarnos ante S . E . él Pre- “ sidente de la República, para gestiO' ‘‘ nar una modificación radical en lia “ estructura de esa Junta Económica,. “ lo que se consiguió, tras penosos afa* “ nes, como es de observarse en lai,su- ‘‘ prema resolucióin de 20 de febrero, “ abrogatoria de Ja de 7 de junio de “ 1902, última de las muchas preceden- “ tes, conexas con él propio asunto . [ — ■ “ El Supremo Gobierno, por su liado, “ nombró al Ingeniero de Estado don “ Teodoro E 1 m o r e para llevar a ‘‘ cabo los estudios conducenites a do_ “ tar de agua al edificio, ignorando la “ Sociedad lio que al intento se haya adelantado . | — En Ja nueva reorga* “ nización quedó exonerado de pertenc-. “ cer a la Junta Económica y de pre- “sidirla él Director de Obras Públi^ ‘‘oas del Ministerio de Fomento, re_ “ sulltaindo reconstituida la comisión “ con mas independencia, pues se en* “ tregó la administración a las benefi- “ cencías de esta capital y del Callao, ‘‘ únicas contribuyentes con sus fondos, ‘‘ segregándoila de dicho iMiñisterio, auri^ “ que reservándose el Supremo Gobier^ . “ no la intervención de un delegado su- ‘‘ yo, que Jo es nuestro antiguo con_ “socio y experimentado ingeniero D. (165 Eduardo H a b i c h.| - — En aca_ tamiénto de ^a enunciada prescripción suprema fueron nombrados por la So_ ciedad los señores doctores Eleodoro R o m e r o, Bel'isario S o s a y D. Germán L o r e d o para formar pairte de -lia Junta; y la ddll Callao *** pforfogó sus poderes al doctoif A. M i r ó Q u e s a d a, cuyas perso- hasi, reunidas el 16 de amoo en el “ (local deil propio ministerio, la reinsta- “ ;lafóñ, eligiendo presidente al dele- gado del gobierno y tesorero al se_ ñor Loredo.| — Mi despacho, por su lado, en 27 de febrero^ con- sultó a la Béneficencia del Callao ■'* récpeCto al nombramiento de un In. geniéro, que lo fué don Agustín E s p i i- rectiva.! ^ — Cuanto ai lai provisiór el ingeniero de la obra, ‘‘ entonces don Dimsis Viillavi- “ c le n c i o, modificando las conclu- “ siones deil expedido en noviembre, “ pues conceptúan posible continuar ila "obra bajo un nuevo. plan, más econó_ '‘ mico y factible. I — En resum.en, el "nuevo proyecto ss. enderezaba conti- " nuvar 'es trabf.jos hasta terminar los e- " dificiC'S inconclusos; a revantar dos " pabeilones, para sucios e idjiotas; dos '‘enfermerías y mortuorio; que s/e uti_ " liice para cocima, lavandería,, paibeillon '' die hidroterapia y electroterapia los " l'o calles que sie destinaban ¡a cap illa " y departamento de las Hermanas de " Caridad; asumiendo la Beneficencia de Lima, singularmente, la dirección " y administración, con la condición de "completar los S| . 400.000 con que " se comprometió a contribuir en un " principio para esta obra; en la inte- " ligencia que la del Callao continuaira, como la de Lima, erogando para la " consumación del designio e!l 25 por " ciento del prodiucto líquido del ramo "de loterías; debiendo el Gobierno " concurrir con la suma precisa para "lílenar el déficit que resulte, hasta " completar la suma precis.a, conforme " al nuevo presupuesto, debidamente " revisado . | — Aprobado por vuestra " Junta Particular el 5 de setiiembre fué enviado el 13 al Supremo. Gobier- " no, con (las modificaciones que se " puntuáMza.ron y que ampi’la.ban el mon_ " toí del desembolso, a fin de poder aten_ der ^a la erección de cercos, provisión de a,gua, mobiliario, etc., sin que has- " ta la fecha se haya adoptado, por ma_ " ñera definitiva, temperamento algp. ‘•"no. I — Continúan, oues, par.ailizados " todos los trabajos y sufriendo lias cons- trucciones inconclusas 'los efectos del "cuasi abandono en que permanecen. | — El señor Don Carlos M . Elias, al terminar el año de 1905 exponía la situación de la obra, en su callidad de director de Beneficencia, en la siguiente form.a:| "Es muy poco satisfactorio lo " que podría comunicaros respecto ai es_ " ta empresía cuyos trabajos se comen_ '' zaron en agosto de 1901 y que hubo "de para'liiz arlos, la Junta, Administra- " dora¡ de elllos desde fines de 1903 por " los motivos que se puntualizaba me_ "nudamente en la memoria de 1904.1 — El/ proyecto modificatorio del pian ori- " glnario que formuiló la comisión de I03 " sieñores doctor Eleodoro Romero, ‘‘ doctor Belisario Sosa, don Ger_ " mán L o r e J o e Ingeniero José "Gastañón, ro mereció el beneplá, " cito del Supremo Gobierno ; quien, por " resolución de 7 de julio, prescribió se ireanuda.se ilos trabajos suspendidos, " con sujeción al proyecto Laureado del "doctor M u ñ i z; debiendo concu_ " rrir todas las Sociedades de.Benefi- ‘‘ ciencia de la República Que exploten " loterías, con el 25 por diento del pro- " ducto , líquido de éstas, a la constiitu- " ción del fondo para el objeto; enco- " m endando la allta dirección de ella ‘‘ a una Junta, en la que estarán re- " presentadas las Beneficencia de Li_ " ma y Callao, y en general, las con- " tribuyentes ; en la inteligencia de que " la primera de las mencionadas socie- " dades, designaría 3 personeros . j— ‘‘Vuestra Junta Particular, en 17 del "[propio mes, estimó prudente impetrar " modificatoria de este decreto, en " cuanto impone la concurrencia de es- ‘‘ ta Saciedad con suma mayor de Lp . ‘‘ 40,000 que tiene señaladas para el " objeto, por varios acuerdos los cua- " lies en diversas ocasiones y formas, " fueron noticiiadás al Supremo Go_ “ biernoi, y sobre cuya reclamación no ‘‘ se ha pronunciado todavía, sin duda, " por haber actuado con eficacia en su ‘‘ sereno criterio, lias * consideraciones " extensamente desarrcilladas en 'la ex_ "posición de rJ despacho, fecha 11 " del ultimo agosto, en que se eviden- "'cia, con argumentos de muy buena ‘‘ .ky, el discreto propósito que la ani- " ma.j — Como sería asaz dilatado e " inoficioso que me detenga e insista " en repetir’os, os remito a ese do_ " cumento que obria. en los anexos, no " sin ¡mamaros la atención .hacia Ha sin- " guHar circunstancia de que, habiendo " resuelto la institución construir un “ nuevo hospital para mujeres y niños. (169 dispuso, elli 12 de diciembre de 1905 dcstina-r, una vez completadas las Lp. “.40,000 dell niievo Manicomiio como “ parte pnincipal de los fondos esa “ fracción de las ^iuti|liiid[ades de íljais íloite. “ rías para conseguir satisfacer la sen- ‘‘ tidísim/ai e impostergabil'e exigencia de “ reemplazar con otro más adecuado el “ hospiitad die Sianta Ana; acuerdo que “ mereció la benévola sanción del) Go- “ bierno según Lo demuestra el Supremo “ Decreto de 27 de enero de 1905.| — No “ puede relegarse la duda^'ni por un lns_ ‘‘ tanta, qu/e esta Sociiedad acudiría go_ “ rosa con todos los recursos pecuniia- “ ríos precisos, para que ese Manicomiio “ iado'ptasie e(l) carácter monumentail que el proyecto primitivo reviste, y de- “ rea imprimiiiíe el Gobierno; pero hay “ un argumento de irresistible potencia “ que se opone a ello; a saber, jla insufi_ ciencia, cada día más pronunciada, de sus entradas para hacer frente a sus “ compromisos anteilados y al fom,ento “ de sus hop itales, que a ciada momento, demandan mayor contingente de diñe- “ ro para atenderlos como corresponde . | ‘‘ — No quedaría otro temperamento, sii “ el Supremo Gobierno continúa en su ^‘nobie anhelio de Llevar a. cabo la obra “ en 'Las condiciones que tiene prescritas, “|qiie el Tesoro Público viniese en au_ “ xillüo de esa gran empresa,, y consig- ‘‘ nase en los Presupuestos de la Repú- “ blüica, por varios años, partidas sufi- “ oientes piara completar ell fuerte de_ “ sembolso ; que, es seguro iexoederá de “ un miCFón de soíles, an^es de coronar sus “designios. I — Por lo demás, la Tuinta “ Administradora continúa acéfala, pues, “ su Presidente y delegado del Gobier_ ‘‘ no, nuestro digno consocio, D . Eduar_ “ do H a b i c h, dimitió el encargo “ y se retiró de su seno desde noviem- “ bre de ese año, Tenunoia que fué acep- ‘Mada el 3 de diciembre de 1904. | — ■ Lia situación no había sufrido modifica¬ ción aprecia ble al terminar el año de 1906 . El mismo señor^ doctor E d í a s, ¡ein su Memoria de ese año, escribe lo si¬ guiente:! “El Supremo Gobierno, a ges_ “ tifones de esta institución, y después “de una r visita perspnail de S. E, el ^ Presidente, al edificio de la Magdiale- “ /la defl Mar, de la que resulitó no po- “ der aprovecharse lo alllí cpnstruitdo si. “ no con el objeto con que se iniciaron “ po;’ bi prema Resoilución de 6 de fe_ “ brero diei 1906, reconsideró piarci'a(jme.i_ “ te la de julio de 1905 expedida en ar_ “ monía con ©1 informe de la Sección de Higiene de lia Dirección de Salubridad,. “ de 22 de abril del mismo, transcribién- “dose^en sentido restrictivo el sistema de pabelliones mixtos y encomendándO' “ se a úna comisión constituida por los “ ingenieros don Santiago B a s u r_ “ c o y don Joialquín R i g a u y el ‘‘ médico jefe del Hospicio de Insanos “ doctor David M a t t o, la forma_ “ ción de los nuevos planos, debienda “ preceder a esr.a opera''i’ón e’ estudio ‘‘ concerniente a la provisión del agua,- “ cuestión primordiiall, piles sj^ no se ob_ “ tiene suficiente y de buena calidad, se- “ ría inútil toda nueva labor, cuestión que aún no ha sido abordad.'a d.efinivs.- “ mente. I — Por resolución, suprema de- “6 de marzo de 1906 se reemplazó al “ ángeniero R i g a u con el de igual profesión don Di mas V i .1 lavi_ “cencío, que venía ocupándose del “ asunto desde antes, en reemplazo del ‘ ingeniero primitivo de lia obra don IMax D o i g.j — En cuanto a la limitación “ soilícita da por la Beneficencia, respec- “ to al monto de su corxurrencia, la i'n_ ‘ dicada resolución guardia sillencio . | — - Por suprema resoiLución también, de “31 de marzo de 1906, quedó supri- “ midla la plaza de, personero deL Fisco,, “ en el seno de la Junta Administradora,. ‘‘ que había renunciado, don Eduardo ' H a b i c h.l — P«ra reanudar las ‘ funcioi es de ésta, vuestra Jumta Par- “ ticuliar, en 9 de abril, ratificó eil nom_ “ bramiento de sus personeros Sr. Dr. E- “ leodoro Romero, doctor. Beílisa.- “ rio Sosa y Germán L o r e d o, habiemdo nombrado el suyo J|a Bene- “ fijcencia del iGalllao, después de reite_ “ ra/das gestiones, en la persona ddl ;se- “ ñor Joaquín Miró Q u e s a d a., “en sostitución del Dr. D. Aníonio M ij r ó Q u esa d a . | — La cir- “ cunstancia de haberse ausentado e.I “ nueVo delegado del GálíLao, de la Re- “ pública^ por algunos meses, perturbó' más el fu ncionam Lento de La Junta “ Económica, el que, en buena cuenta,. “ no Hilegó a reguliari?arse en todo el a_ “ ño . I — Por tal causa, permanecierom 170) “ postergadas las reclamaciones, etc. . El Dr. Domingo M. L\ il m e n a r a, director de -la Sociedad de Beneficencia en el año de 1907, decía, al término de este penodo administrativo:! ‘‘Cuanto ‘ ai ^ Manicoiiiiio Nacional, que tantas “ vicisitudes ha experimentado, todo pro- “ cedimiento ulterior depende del gra_ “ve problema del agua potable. 'Si re_ ‘‘ suilta hacedero obtenerla en la canti. “ dad y con la calidad necesairias, en ‘‘ principio, al menos, quedaría resueL “ ta ia reiainudación de los trabajos, “ (lc3 que, seguramente, habría de ‘‘ a. anauijarse Si. Cieno intr.ncado pro- “ bíema resultase in'^CvUti.e . ¡ _ La “ comisión administradora que había “ SI., :,do desorganizada, pior ‘.as emer- ‘‘ gencias a que se contrae la Memo_ “ r.a del año anterior, se reinstaló e: 7 “de enero d/e 1907, eligiendo su Pre_ ‘‘ sidente allí Dr. Eleodoro R o m e_ ‘‘ r o y Tesorero al señor Germán “ L o r e d o, siendo los otros dos “vocales ei señoi Dr. Sosa, De- “ cano de iia .Facultad de Medicina en_ torces y don Joaquín M i r ó “ C u e s a -J *, delegado de la Be_ “ neficencia del Callao . j — Tor renune “ cia. 'del señor L o r e d o, fué nom- ‘‘ brado miembro de Ü'a Junta, según ‘‘ lacuerdo del 22 de abriflí, el Sr. Juan C. “ B e n d e z ü, a quien encomenda. “iron sus compañeros la .Tesorería. | ‘‘ — La Junta Adm/inistradora, para “ orijlar lia diticultiad y poner a cu_ “ bierío su responsabilidad, sometió, “ en consuiüía, a la institución los «es- ‘‘ it odios y pi"oyectos del ingeniero don “ Felipe C a s t a ñ ó m, quien creiia “podría surtirse del agua potaibDe pre- “ cisa a'l edifeio mediante di desemboL “ SO' de Lp . 2,200, más o menosi.j — “ Eli propósito de esta consultai fué “ que la institución se pronunciase so. “ bre la conveniencia o incoveniencia “ de invertir esa suma de dinero, que “ po-dría resultar .infructuosa, si. el éxi- ‘‘ to no coronaba las predicioines pro- “ fesionalies . Vuestra Junta Particu- “llar, en sesión de 9. de seitiembre, de_ “ cilinó e,l encargo por el instante y lo “ encaminó a la dirección de Obras ‘‘ Públicas para que los técniicos de “ que dispone, se pronunciasen sobre “ lias fases económica y científica del “proyecto.] — Con el Informe dcll \n^ “ genieroi adscrito al Ministerio dd ‘‘ Fomento, señor H. S. Osment^ “ volvió el de la materia a.' la Scciedai “y de ésta alí Ingeniero C a s t a ñ ó n^ “ para que satisfaciese las investiga- “ clones previas presentadas por a- ‘‘ queli.j — Con ofidio de 9 de diciem_ “ bre, el Presidente de la Comisión “ pasó al despacho un informe del se- “ ños C a s t a ñ ó n, que a su vez “ se envió a la Dirección de Obras Pú- ‘‘bllcas.j — El año de 1908, siendo “ Director de la Sociedad ¿e Benefi- “ cencia Pública de I^ima el señor don “Carlos F erreyros, ia Junta “ Admlinistradora de la obra del nuie_. “ vo Hospicio de Insanos, formada en “ aquell entonces por el Dr. Daniel “ Isaac C lai s t i 1 1 o, que la pre- “ sidía; por elL señor Miguieíl G. De 1- ‘‘gado y por el Dr. Juan G. “ B e n d e z £í, que desempeñaba “ las funcio'nes de tesorero, contrató “ los servicios del ingeniero señor Jo- “ sé J. Bravo para llevar la ca_ ‘‘ bo el .'estudio de las aguas, que (la “ comisión conceptuaba preliminar in- “ dispensable de la obra por continuar- ‘‘ se. II — El señor Agustín T o v a r,. “ presidente de la Sociedad de Benefi- ‘‘ cencía en el año de 1909, en su ?Je_ “ moría, administrativa de ese año, de- ‘‘ d'a lo que sigue: | Vuestra Junta “ Particular el 2 de dgoisto, se impuso “ de la Suprema Resolución expedida ‘‘ el 23 de julio por conducto de lia Di- “ rección de Salubridad, en que con- “ siderando que los trabajos se bailaban “ parailizados por no haberse podida “ ílllevar a cabo (los estudios endereza- ‘‘ dos a asegurar, en cantidad suficien- te y perenne el agua potable preci- “ sa, como lo establece la Suprema Re_ “ soliución de 7 de julio de 1905; y “ qute lia alLudida Dirección de Salíubri* ‘‘ dad, por disposición ministeriall, ha» “ bía mandado practicar, se aprobaban “ (los estudios técnicos del iingeniera “ adscriito a ella señor Emiiíli'ano B u z- “ z i, con cargo a los fondos acumu- ‘‘ (liados por la Beneficencia para tail “ empresa. I — J_^a comunicación trans-- “ criptora del mencionado decreto de “ agosto fué entonces encaminada a la Junta EconómiiCa. I — Pedidais iprp- (171 puestas pér ésta para el designio, se aceptó por ella, el 23 de setiembre, lia de don Juan P a r d o y S a r- ^'miento conforme a losi detallfies “ que espedifica la memoria de la Jun_ ta Económica que obra en otro lu_ gar, por Lp. 296 que por las cir- “ cunstaincias que se indican en esa miemoria se redujeron a Lp . 176.! — - “ Noiticias que legan a mi despacho, hacen presuimir que la dificuiiltad ,se hallla en de ser vencida mediam- te la piolar.diziadióin del pozo exis- tente e instalaciones de galerías fü- ^‘trantes; que la Junta Económica, con su personal técnico se constituyó, ha_ “ ce poco, en los terrenos del referido Manicomio a fin de ver el resuiíiado “ obiieniendo en los trabajos de captación ■*‘06 agua potabíle para dicho edificio. ¡ _ _ Los trabajos ejecutados han con_ “ sistido en profundizar el pozo ya existente, y construir en éll y cerca del fondo, una galería, laterail, fil- traición, que aumenta consideraiblle- “ mente el poder captante. Para eje_ curar el indicado trabajo se ha iins- ta'-hdo ,una planta de agotamiento consiistente en dos calderos, uno de 16 'H.P. y otro de 20 H.P., un motor a vapor que acciona a 'Un con- tra_eje situado en ila boca, ddl pozo, ** por medio del cuall adquieren movi- “ miento unia serie de poleas y ejes si- tuados en el interior del pozo, desti_ nados a poner en acción dos podero- s-as bombas centrífugas. Dichas bom.bas han sido instaladas acoplán- dolías en sébie, de tal modo que ila descarga de la más baja termina en ** ila abisorcióni de da más alta . Por medio de esta ingeniosa combinación se ha conseguido elevar el agua a to_ “ ida la altura detl pozo ; ¡saliendo por el tubo exterior de desclarga con .una velocidad de cuatro metros por segun- “ do. Este resulltado no hubiera sido conseguido con otra clase de bombas, puies las arenas y barros procedentes ‘' de la exdavación, habrían deteriora- do prematuramente lias válvulas y ém_ bolos de cualquiera bomEa, dejándola inserviible . | — En el ensayo e ilnspec- ción técnica verificado, se pudo cons- tatar que el rendimiento dell pozo en la actualidad es de un millón de li- “ tros diarios. Suponiendo ahora una “ dotación de 200 litros por persona “ (que es la de París) se deduce que “ el pozo del Manicomio nene ciapaci- “ ddad para abastecer de agua una po- “ Elación de, 5. 000 habitantes, lo cual “ supera, con gran, exceso, a todas las “ necesidades del futuro ; máxime te_ " ni'iendo en cuenta, que la época diel ex_ “ perimento ha sido en pleno período “ m;lnimo de aguas de subsuelo . | — Si “ las ya fundadas presunciones se con_ “ firman, será oportunidad die reanu- “ dar los interrumpidos tabajos, ncon- firmada La suficiencia de agua y pre- “ vía revisión de ios pia'nos y presu. “ pucístos, por manera que su importe “ no supere a 'las facultades económi- cas de Beneficencia, que tiene “ cumulados para el objeto en la Caja “■da iAhorros, Lp. 12.768'.72, sin “ contar las Lp. 8.848 dadas^en prés- tamo para el ensanche de la loque_ “ ría del Cercado con la condición de “ ser devueltas paulatinamente y las “ Lp . 6.000 facilitadas, co/n autoriza- ción suprema, para gastos generales " de ,lia Institución, reintegrablles tam- “ biién.’^l! _ El decreto supremo de 4 de noviembre de 1910 haEla, como Ipuede verse, ,de r e a n u d n c i ó) ni d © trabajos, lo que expresa ‘piaramente el estado de paralización en que a la: sazón se encontraban . .El decreto se halla concebido en ios si¬ guientes términos: —“Lima, 4 de no_ ‘‘ viembre de 1910. — Siendo necc- “ sario reanudar los trabajos de] hos- “ pital de insanos, cuya terminación es urgentementt© reclamada; — Y teniendo en consiideración ; Que la Junta crea- “ da por Resolución Suprema de 7 de “ jullr’o de 1905 .ha funcionado sin la “ concurrencia de los funcionarios lla_ madoís la intervenir en ‘‘ la de Economíia Doméstica, invir_ “ tiendo para ello fuertes caudales y “ ocupando una extensión de^ terreno “ supeirior a la que se solicitó. j La “ Sección Flncaria, elli 7 de mayo, par_ ti'dipaba haber recibido aviso de es* “ tarse levantando un cerco en los te- r renos que la institución cedió al Su- “ premo Gobierno para el Higiocomio “ de niños en la Magdalena del Mar, y que, comO' tal hecho podría dar lugar “a dilficultades, porque, según enten. “ día se iba a cercar parte no com. “ pirendida en la cesión, conceptuaba “ indispensable que lia Sección de 0- bras informase a respecto. Según el “linforme de ésta, al que acompañó él “ plano correspondiente con sus respec-. “ tivas explicaciones y escala, resullta_ “ ba que el terreno cedido forma un cuadrillátero y tiene un área de “ 60.000 metros cuadrados, habiendo ‘‘ tomado al Gobierno para el Asilo “ 115.600 que forman un trapecio y “ cuyo frente es la nueva avenida de' ‘‘ Magdalena a M/irafloreis; jque, de la “ parte cedida a la Beneficencia por “ el señor Domingo Olavegoya, “ el} Gobierno había tomado sólo 1.000- “ metros cuadrados; que, respecto a la servidumbre del pozo, no se le había “ dado ninguna lindicaoión, (esperando “ que no sufriera aliteración; y que^ “ por orden también del Supremo Go- bierno, se estaba 'levantando los to- “ (lares y muros de adobes, hallándosc^ “ ya condluído el cerco dél fondo y a^ 174) ‘‘ delantado .e/I de la izquierda, entran. l sesión de 19 de mayo, “ dispusisteis se oficia.se a la Direc_ ‘‘ ctón de Salubridad, entablando la co. rrespondiente reclamación. | — La es. J critura dell Gobierno con la Congre- ^ gaci'ón Salesiana para lila dlirecoion y ‘‘administración die da Escuela Domés. “ tica fué extendida ante e¡I notario de ‘‘ Haofenda don .Adodifo P r |i e t o, (( ^ 'mayo de 1913 5 la res;odlu_ ^ ción suprema fundando da escuela en ‘‘ sustitución del Higiocomio, tiene fe. ‘‘cha 29 die abril!, oufyo art. lo. dis. pone “créase bajo la dirección docen- te y económica de das Hijas de Mapa J Liad ora, en el establéciinliento ‘I fiscad de la Magdalena del Mar de. ^ nominado “Asido de la Infancia”, u_ na escuela de enseñanza de economía domésftica, en el cual recibirán ins. trucción, a do menos 80 niñas po. “bres, no menores de 12 años de edad', ‘‘y donde podrán ser asistidas hasta ‘I 30 niñas desvalidas, a razón de S. 12 por al/umna y niña”. Se compróme- ‘‘ tía el Estado a ^pagar mensualmente ^ ^o^gi'egación un caperiLán, un ^ médico, un hortelano y un gañán. Se ‘I delega en el Director de Fomento la facuiltad, de acuerdo con la Superio. ‘‘ ra, de detierminar la extensión de te_ ^ rreno que se dedicará ¡a la huerta de la Escuela , | — El contrato reviste ^caracteres de forzoso para ambas par. ‘Mes, por 10 años, pudiendo una u o. “tra, ponerle término con un aviso an- ticipado de un año . [ — Míientras tan. ‘‘ to, í£ñ' señor Domingo O I a v e g o_ ‘‘ y a, que para regulaifizar el perí. “metro del Manicomio Nacional, ha. ‘‘ bía obsequiado el terreno de que “antes se hablara, del fundo ‘‘Mata “ Lechuzas”, promovió expediente ju- ^ d...cial sobre rescisión de la donación, qii|e ya no l/.enaba la íin'aCf dad que lia “ mothvó . Yosotros, con motivo de una J consulta de la Seccrón Judicialli, el ‘‘ 26 de mayo, dispusístdis no llevar “^adelante la oposición que all intento ‘‘se había formulado por la Sociedad”. I mismo tiempo que se destinaba el local de! Asilo de Magdalena a fi. nalí^idad diversas; al mismo tiempo que parecía extinguida toda esperanza de mejorar la deseperada condición en que se hablaban los muchos centenares de alienados asistidos en la loquena del Cercado, se i/nd!Ícab.^)n gestiones efn- ^minadas a la obra de un nuevo Asilo. Dejemos al mismo señor doctor S o . s a ^ hiacernos el enunciado de estas pistones :| “Las esperanzas justa, mente abrigadas de que en el curso del ano a que alinde la Memoria de mi dastinguido antecesor (página LV) ^ entrasen en actividad los trabajos de ■/este nuevo edificio ya vehemente¬ mente reiQlamado dada !a estrechez de la loquería del Gercado, cuyas cond, liciones técr?|xas están en riña con Jos consejos de la ciencia moder. na, respecto a la. asistencia de ena jenados, han resulltado en parte de ^ fraudadas por causa de fuerza ma. yor . I — Tras de maduros estudios, y después de abandonada Ja 'idea de ensanchar el actual Hospicio, y, más “ tarde, la de erigirla en ei fur.co “Mi- J roñes”, propio del Monasterio de Tri. « ®e eligió elL fundo ‘‘PaJorni. ‘‘nos”, que tiene una extensión de 14 fanegadas, propio de Ja institución u ‘‘bicado en el, valle de la Magda'lena’ ‘ a unos 3 kilómetros d)e esta capiitall ‘‘ con la que se comunica, mediante u. na 'estrecha y sinuosa vereda que sa- ‘‘Je a la carretera., del Galllao; se pen. só, como era/ natural, en dotarlo de “ J'a suficiente cantidad de agua pota_ ^ ble, perforando al intento, el' pozo que ‘‘debía surtirse e)l nuevo , edificio, pro. “ visto dje su corresponc^ente bomba “y motor eléctrico. I — Gontratóse la ‘‘ adquisición de esta maquinaria, pa. ‘‘ gadera con cargo a Ja partida de Lp . 30.000 señalada en el acuerdo de ‘‘Ja Junta General de 10 de setiembre ‘‘de 1912 y que figura por Lp. ‘ 26 . 080 .0.00 ¡en el presupuesto ví- “ gente, con la casa de Pedro I\r a r. ‘‘ t ¡ii n t o, per Lp. 352.0.00, con “ forme a vuestro acuerdo de 22 de jk.il: o de 1912.1 — Gcnóratóse, asL “ mismo, con los ingeniieros Pardo ‘‘ e Hiijos la excavación del pozo, por “Lp. 400.0.00, lo que aprobásteis “el 7 de octubre deJ propio año.| _ ‘‘ Encargóse ail Ingeniero ¡all servicio “ deJi Estado, don Ricardo de Jaxa “ M a II a c h o w s k y, la confección ‘‘ de planos, presupuestos, memoria (175 5 descriptiva y dibujos de detaíiies, con “ ;la remurneración de Lp. 250.0.00, conforme a vuestro acuerdo deil 7 de “octubre de 1912 también; y, fbn:3jL “ mente, se celebró el' arreglo del ca_ ‘‘ so con las Empresas Eléctricas Aso- “ ciadas, patra lia' tiinstalliacjión de postes “ quic soportasen eil ailambre conductor ‘‘de fuerza eléctrica a “PaJlominois”, “por Lp. 362.8.60. 1 — También el “ 7 ácJ octubre, habíais sanci'onaido íílas i- ‘‘ niciativas del señoT Presidente de “ lia Comisión, de que se instaurase Oi “ juicio de exprotpiadi'ón necesaria a “fin de establiecer un camino de 10 “ metros de ancho, a partir de deter_ “ minado punto dell fundo “Mirones’ , ‘‘ que condujera de la carreitera ail pro. “ yectado Manicomio, j — La Sección “ de Obras quedó encargada, por :a_- “ cuerdo de 14 de octubre, de levantar ‘‘ ell plano de la faja de terreno necesa- “ rio para el camino . | — Según acta “de lia Junta ¡ejecutiva de 4 de di:_ “ oiembre, su presidente la había ins- ‘‘ truído dell estado de las gestiones que había ceiebrado con el propieta- ■“ rio del fundo “Arámburu”, a fin ‘‘ de realizar una permuta de terrenos que posilbillitase la comunicaqión por “ niedio de un camino recto, atravesan- “do este fundo, entre ‘‘Paiommos” y ‘ lia carretera del Callao; y según las explicacionies proporcionadas por su “ Presidente se hab'a optado por con- “ certar ccn el propietario de Chacra “ Ríos, que ese camino se reservaría ‘‘para, el Decauvilie y los pesíO’nies.| “ — El 17 de diciembre de 1912, se_ “ gún información del lingeniero de la “ Seociión de Obras D. Juan C. “ V i il 1 a, el pozo tenía 2 metros de “ di ámetro, 35 de profundidad y^ 5 de revestimiento de ladriiJlo, habiéndose ‘‘ illegado a las primeras capas de a- “ gua, y siendo esa la época en que “ ésta se encuentra a mayor profundi. “dad. [ — Así 'las cosas, y cuando el ** agua alcanzaba una altura de Im. “20, el 27 de enero de 1913, reven- “ taron las bombas, cuando el trabajo “ del pozo se hallaba en plena activi- “ dad. lo que impidió continuar ila pro, “ fundlización, que llegaba a 36m 30, “con 4m. 20 de agua, con lo que se paralizaron los trabajos; pues (los ‘‘ contralstas anunciaban ore iban 3. “ pedir a los EE. UU . de Nortf^ Amé- “ rica los elementos necesiarios para “ completar su maquinaria de acicai- “miento; debiéndose esperar los me- ‘‘ ses de octubre o noviembre, de ple- “ na sequía, para reanudar los traba_ “ jos, a En de procurar eH rendimiento ‘‘ de agua que tenían ofrecido; ¿o que “ infortunadamente no se ha realizado “ por nuevas di^ cuiltades qrie ha en_ contrado eil contratista para efiectuar “ su propósiito.j ' — La comisión eje- “ cutiva, más tarde, presidida ya cor ‘‘ eil señor Dávalos y Li- “ s s ó n, designado el 8 de marzo por “ renuncia del señor Barreda, ‘‘ contrató con eíl Ingeniero D. Oscar ‘‘ L ó p c z Aliaga el 10 de fe- “ brero, el levantamiento de planos y ‘‘ trazo del camine, a que antes se ha ‘‘ aludido . 1 _ Las cantidades pagadas “con cargo a estas obras han sido. “ A P a r d o e Hijos, de noviemtbre “ de 1912 ;a 24 de lenero de 1913, ‘‘ por e,^ pozo, Lp . 225.0.00; A M a. “ 1 a c h o w s k i, de febrero a 23. de “abril de 1913, por planos Lp . ‘‘ 250.0.00; A M a r t i n t o, _ por “motor y accesorios en 30 de abrA^de “ 1 9 1 3 Lp . 352.0.00; A las EE . EE. í‘ AA . por líneas y conex.ones para “fuerza eléctrica Lp . 362.8.80, Al “ ingeniero L ó P e_z Aliaga de “ mi ay o a octubre, ¿ncllusive Lp. 14. ‘‘para peones Lp. 89.0.00; Al inge- “niero Y i 1 1 a, por moviñdad Lo. “12.0.00; Total' Lp. 1290.8.80.1 ‘í — Eace poco, por oficio de 18 de no- ‘‘ viiembre, la Comiisión propuso voL “ ver sobre el antiguo proyecto de pre_ “ fierir eil fundo “Mirones” para el Ma. ‘‘ n'icomio, por encontrar casi ánsupe- “ rabies las dificultades para hacerlo “ en “Pailominos”, problema que os ‘‘tocará resolver en este año.| — Por “ disposición de mi despacho de 1 1 ée “ abriíl, se hab'a dispuesto desarmar u- “ na die las imposiciones a plazo por Lp ‘‘ 2.000 de las que con destino al Ma- “ rlicomio Naaional existían en la Caja “ de Ahorros y hacer dos nuevas en “cuenta corriente: una de Lp. 1.000 ‘‘ para autorizadas en ell Hospital “Dos “ de Mayo, con cargo a esos fondos, y “ leil) resto, de ,Lp. 1004.8.90, a q.u® 176) “ ascendía con sus intereses, a los gas_ tos que iba demandado el Nuevo Ma_ “ nicomio de Varones. | — Las Lp . “ 30.000 destinadas a ’ia obra,queda_ ‘‘ron constituidas así: Importe de las “partidas 1545, 1546 y 1547 del pre- “ supuesto de 1912, para e/1 servicio de ‘‘ amont'izaeión y pago de intereses de “ las sumáis adeudadas por la Sociedad, ' al antiguo fondo del Hospital Nacio- ‘ naíl de Insanos y que se emplearon en “ aimpiliaciones y mejoras en la loquería “ del Cercado, con autorización supre_ “ ma Lp. 2120.0.00.1 — Importe de ‘‘la partida 1542 del presupuesto de “ 1913, consignada especdalmente pa_ “ ra el Mia;r(iiComie de Varones T^p . “ 26080.0.00; Partida mandada con_ ‘‘ signar en el Presupuesto de 1914 “ para di Manicomio de Varones Lp . “ 1800.0.0,0; Total Lp. 30000.0.00] “ Conviiene advertir que de esas parti- ‘‘ das sólio estarán expeditas en 1914 ‘‘las dos primeras o sea Lp. 28.200. “0.00; la de Lp . 2.120.0.00 se su- “ primió de la iliiquidaoión dtel pliego de ‘‘ 1912, que formaba parte del Presu_ “puesto de 1913, y que habrá de in_ “seriarse en el de 1915.|| — Con fe¬ cha 19 de febrero de 1914 el entónces Inspector del ^Hos;tiícIo de Insanos, Dr. Federico E (1 g u e r a, dirigía a Ha So¬ ciedad de Beneficenciai Púb’íca de Lima la siguiente comunicación :| ‘‘Lima, 19 “de febrero de 1914. Señor Director “ de Illa Sociedad de Beneficencia Pú_ “ bilica de Lima.] — Deisde que se me “ honró con Ha elección de Inspector “del hospital de insanos, he .rrocurado ‘‘ encontrar pronta y eficaz solución al “ problema pilanteado hace años para “construirle nuevo local.] — Exfs_ ‘‘■ten depositados para este objeto, “Lp. 30,000, sin que la obra haya “ podido principiarse, por fa’ta de te_ ‘‘ rreno suficiente y apropiado.] — PrliL “ mero se decidv’ó construir el hospital “ en la Magdalena, y después de ha- ‘‘' berse invertido más de Lp . 26,000 “ se en/'regó el terreno y la parte edi- “ ficada lal Gobierno, para que esta_ ‘‘ blecHera un Higiocomio.] — Se pro_ “ yectó después consí ruír ed HospL “ tal en el fundo ‘‘Palomino-’; más “ tardf» se nretendió permutar esta “ propiedad por la. chácara ‘‘iMirones” “ y, por último, se ha pedido lia ex- ‘‘ prof |■ía:ción de este fundo para en_ “ sanchar los terrenos de “Palomino” •‘ y darles acceso por ^'Tretera del “Gauao.l — El resfilitado positivo de “ e.stos proyectos ha sido el aplaza- ‘•miento indefinido de la obra.] — A “pesar de las Lp. 26,000 gastadas “ en la Magdalena», de más o menos ‘‘ Lp . 10,000 invertidas en ei| depar-. “ tamento de mujeres del Cercado y '‘de las Lp. 30,000 »' lepo sitad as, la •‘ casa de Insanos sigue en lell mismo “ local en que se inauguró hace 5 4 “ años y continuará lalljií por mucho ‘‘ tiempo aun, si no se decide la Socie- “ dad a adoptar una resolución inme- ‘' di ata y definitiva.] — E sta reso'llu- •'jción, a juicl’O’ de la comisión que “presido, no ha de ser otra que recu-, “ penar la propiedad de la Magdalena ‘•'y terminar de fabricarla.] — Se es_ “ tipuló con el Gobierno que la enitre- “ ga de ese inmi’Jebile que ile hizo la ‘‘ Beneficenciia no significaba para és- “ ta su cesión definitiva e incondicio-, “ nafj y que se le devolviera, en el ca- ‘‘ so de que se lie diera destino dispin-, “ to lafj deil Higiocomio.] — Es claro y “ está expedito el derecho de la So- ‘‘ ciedad para recuperar esa prop :lf£' dad “ y debe inmediataimente reclamarlla, “ pues el Higiocomio no existe y se ‘‘ ha limplantado en su lugar una Es- “ cuelai de Economía Domes qica que “no tardará en ser Clausurada.] ‘‘ Inmediatamente que la Sociedad en- “ tre en posesión del edificio de Ha “ IMagd Elena, se trasladará a él todo ‘‘ e(l personal del departamento de va- “jroines y podrá aprovecharse el tra_ ‘‘bajo de no menos del 50 por ciento “ de este personall para concluir con ra_ “pidez y economía el departamento de ‘‘mujeres y otros pabellones, f — Las “ condiciones del local de la Magdale- “ na, su ubiCaición, su amplitrid, dota- ‘‘ (íón de agua, elevación y distar :ia “ de|j mar, etc., son a. juic'o de los “ Médicos leí Mlanicompo. excelentes ‘‘y nada justificaría el absmdono de “esa propiedad que representa Lp. “ 26,000 a la Beneficenc'ia y rnás de ‘‘ Lp., 15,000 por obras que acabíaf de “ejecutar efl' Gobierno.] — Agregán^ “ dose a éstas I.p . 4 1,000 las 30,000 (177 ‘‘ depositadas Tiesultará un edificio de Lip. 71,000 y no cíe Lp. 30,000 co_ “ mo el que se j^royectabia construir en “ Pa/lomiino . I — Ail recuperar La So_ ciedad el inmueble de la Magdale- “ na, puede ofrecer ail' Gobiierno con_ “ vertir en Escuela de Eoonomiía Do_ méstica la que debe fundar con la “ dontaición Delgado. | — ^ Las Lp. 10,000 invertidas en e)l departamen, ‘‘ to de mujeres de(ll Cercado tampoco “ se perderían, pues eise locall puede “ destinarse inmediatamente a Gasa de ‘MMaferniidíad'. I — 'Cree, pues, jd! in_ “ frascrito, y como él los miembros de lila Comisión y dos médicos del Ma_ “/nicomio, que debe la Dirección sin “ pérdida de tiempo, recuperar el in. mueble die la Magdallena, paila darle, “ e/I, desitino que tuvo su origen.] — “Dios guarde a Ud., S. D. EederL co E (1 g u e r a.l] — La Goniisiión que alude el docter E /I g u .q,r a y que él presidía, se hallaba formada por dos señores Dr. Aliejandro O. D e u s t u a, Abed G . B a il il é n y tenía por asesor técnico al Dr. Da_ vid M a t t o, jefe ddl servicio mé¬ dico de Hospicio de Insanos. | — Con fecha )25 de dicho mes de febrero de 1914, el Dr. Bélisario S o s a, en aquella época Director de la Sociedad te Beneficencia, dirigió idl s^iguiente oficio al Ministerio de Fomento: ^‘Li- “ ma febrero 25 de 1914. Señor Mi_ ^ nistro de Fomento : En ell m.es de “ia,bri|l de 1912, la Sociedad de Bc- “ neficencia, Saecediendo a las insiinua- ‘‘ ciones deil' Supremo Gobierno, lie ce_ “ dió €)1 inmueble de la Magdalena, a ‘‘ fin M'e que la dirección de Slubridad “ estableelera en él un Higlocomio pa_ “ ra la Infancia; y se convino en que “ dicho inmueble se devolvería a al Be_ neficencia en cuapqufer tiempo que “ se le diera otro destino . | — Es no_ “ torio que el Higiocomio tuvo corta “ duració(n y que en su lugar se “ ha fundado una Escuela de Econo- “ mía Domésticas que por fasta ae re- cursos para sostenerla, tendrá pron. “ to que desaparecer . I — Sea así o nó, “el hecho es que la cosdic'ón para “ que la Beneficencia recupere su^ pro_ pí’edad se ha rear.íizado; y que ha_ “ cien do valer su derecho, la redlama “ para darle el destino que se proyec- “ tó al adquirirla, esto es : la cons- trucción del Hospital de Insanos . | “ — Desde e(l 'año 1912, hasta la fe- “ idha, se ha ocupbdo la Sociedad en ‘‘ buscar un siitio aparente y lapiropllado ‘‘para el Manicomio; y ha lü'egaido la “ comisión encargada de este asunto, “ a dlcdidlr, da acuerdo con los médicos “de eisie estatl'bcimiento, que es' lo ‘‘ más acertado y práctico terminar las “ obras principiadas en la Magdalena “ y que a fa mayor brevedad se tras_ “Haden a él los alienados. | — Tiene ‘‘ la ¿Beneficencia inveriirldas más de “ Lp. 26,000 en ese inmuetle, y dis- “ ponibles Lp. 30,000 para terminar- “ lo ; de suerte que todo proyecto nue- ‘‘ vo significa la pérdida a abandono “de Lp. 26,000.] — No creo nece- “ sanio entrar en mayores considera_ “ ciones y dotallles sobre Ha convenien_ ‘‘ cia de destinar la Manicomio ell in- “ miueble de la Magd aliena; y sliendo “ claro él derecho de la Sociedad paña ‘‘ reélamarlb, espero que se servirá U. “ S. expedir la Resolución restituiíoria “ en dicha propiedad de 4a Beneficen_ “ cia . Dios guarde a U . S . — ^B . S o - “ 19 a.¡| — Dei^empeñando la cartera de Fomento. el Sr. Benjamín Boza y la Dirección de Sallubridad de dicho Míñisterio e,l Dr. Abel S. O 1 a e_ c h e la, se expidió Ha resoluqión su¬ prema que transcribimos a conti'nuai- ción y que marca los rumbos definiti¬ vos de ejecución de la obra del actual (Aislillo de Magdalena:] — ‘‘Lima, 25 de “marzo die 1914. Señor Director de “ Ha Sodiedad de Beneficencia PúbÜ- “ ca. Me es grato transcribrr a US. “lia resolución que con fecha 21 ddl “lactual ha recaído en el pedido for_ ‘‘ mulado por US. en su oficio de 25 “de febrero último, dirigid) a' ^eñor “Miristro le Fomento para qiue se ‘‘ devuelvan a la Socied/ad de Benefi. “ cencia de su «figna dirección los In- “ muebles de la Magdalena del Mar, ‘‘|ofiaio a;l cual habla precedido iniicla- “ ti Via idéntica de mi despacho, pre. ‘‘ sentada ail señor Ministro ;en un me_ “ morial que elldvé sobre dicho parti- “cular.j — Vista Ha petición formula- ‘‘ da ror la Sociedad de Beneficencia “ Pú'V.lcai de Lim.ia para que se lé de- 178) vue-Jivan dos inmuebli^s construidos en (k Magdapiena d©! Mar, con destino al Asilo N/aicional de Insanos Con “el fin de continuar ,)las obras que de_ ben 'Compil/etarlos; y iBa' exposición ‘‘ anteriormente hecha por e,l Diirector “ de Salubnidad Púbijica mani/festando ■“ la inecesliidad y convenienoJa ,que se líe ve a cabo La iconstrucdón de dii- cho Asilo d!e Insanos; — Teniendo “en consideración; — Que se hia cum_ “plido la cond'i/oión resíl; tutoría con que la Sociedad de Beneficenciia en. ‘‘‘tregó esos iinmuebljes al Estado; — Que ha llegado, por lio tanlo, ejl c»_ so de rescindir el contrato celebra, do con las Rclgiosa-; Saliesilamas em- “ cargadas actual-imente de la Escuela de Economía Doméstica esitabliecidla en el pabellLón central del Manico. “ mío de la Magdalena en iconstruc. qión, Escuda que impone al Fisco “ un crecido egreso no presupuestado “ y que no satisface (además una ne_ ces’idad social de índole «premiosa; — “ Que conviene preparar un proyec- “ to de (liey sobre internación de alie- nados en los laaillos públicos o pri. vados y sobre la condición de ílos en. “ fermos referidos, en ilo concerniente ‘‘‘'al goce de sus derechos individua, “les y alA^rnparo que, en nombre de “ la Sociedad, debe prest arles el Es. ‘‘tado; — Que al proyecto formulado “ por el Director de Salubridad acer- ca de las obráis que son requeridas para terminar ©1 Manicomio citado, “ se 'ajusta a las prescripciones cien, “tíficas sobre esta ciase de estab’e. cimientos; — De acuerdo con al in. “ forme ddl Director de Salubridad; — '“Se resuejlve : — D. Entregar a ¡la ■‘‘Sociedad de Beneficentíia Pública “ de Limo los imuebies de la Miaigda. “ lliena del Mar con todos sus anexos “ V miateriai^s, nara que se concruya. “ la obra del Manicomio conforme lali “ pian 'a que se refiere el inforrre del ‘‘Director de Salubridad; — 2°. Res^ “ oindi r el contrato celebrado con las Religiosas Salesianas, corriendo a ‘‘ cargo de la Sociedad de Beneficen. “ qia las obligaciones que «tenga el Es. ‘‘ i^ado por efecto de dicha rescisión; cuedando autoFziado el Ministro de '^‘Fomento para ocordar un plazo pru. “ denciail para el licénciamiento de Las ‘‘escollares; — 3o. Endargar a una “ comisión compuesta por el Ministro “ de Fomento, que la presidirá, los ‘‘directores de Salubridad y Obras “ Públicas, dos miembros de la Socic- “ dad de Benefi'cenci'a Públicia de Li- “ mci, uno de los cuales será el Ins- “ pectOT del Manicomio, el médico di. “ rector de dicho establecimüento, y el “ I'rofesor de Higiene de la Facul- “ tad de Medlicna, la eiecución y di- “ rección de las obras del Manicomiiio ‘‘ Nacionial de la Magdalena. Dicha “ comisión queda facultada pair'a re- “ solver todo ilos relativo al objeto de “ su creación y para cubrir los gastos ‘‘ de La referida obra», girando sobre “los fondos que tiene -La citada So. “ ciedad dé Beneficencia destinirdos a “(los trabajos deL Manicomio que ha- ‘‘ bía proyectado construir en el fundo “ ‘‘PaLominos’’, los n'ismos que deposl. “ tará en la Caja de Ahorros, así co- ‘‘ mo los dfe'más fondos que, en iJo su- “cesivo pueda dedicarse a la obra en “ cuestiión . Dicha Junta fcrá aseso - “ rada por el Arquitecto de la Socie. ‘‘ dad de Beneficencia quien hará los “ pílanos y presupuestos^ .respectivos, “ en conformidad con el proyecto de “ que trata el jinforme antes me^^'^'o. ‘‘nado. La misma Junta formulará “ su reglamento interior, y nombrará, “ por votación, un Secretario, que no “ forme parte de ella y que será un ‘‘ rTiédico especialista en enfermeda. “ des mentales, y un contador, debien- “ do igualmente fijar ;La remuneración mensual correspondiente a cada uno ‘‘ de elT-Os; — 4°. Nombrar una comi- “ sión compuesta por el Catedrático “ de Medicina Legal, por los dos mé. “ dicos jefes del servicio del Mani. ‘‘ comio y por dos Abogados que serán “designados ' oi la Facultad de Juris. “ prudencia, qujc formulte un proyec‘0 “de Legislación sobre ajenados; — 5*^. ‘‘ Queda derogada cualquiera otra re- “ solución que se oponga a ’a pre- “ sente — Regístrese, comuniqúese y “publiques©. Cinco rúbricas de la ‘‘junta de gobierno — B^o 7 a. Dios ‘•guarde a F . S . A. S. O ,1 a e- ‘‘ c h e al’. II — Con fecha 30 de mar¬ zo de 1914 e! Director de Beceficen- (179 -cía Dr. Bdlísario Sosa comuni. (cabia allí señor Director de Salubriídad que había acordado la Sociedad dar cumpOiimiieuto a la anterdor resoLución isuprema y que habría acordado dar a lias Religiosas Sailesianas, durante un período de 10 años, una finciai de ilja Sociedad, una lindemnizaclón de L-p. 200 y Ü'os útiles que el Estado había proporciionado paira ie|l establecimien^ tto de ;la Escuela de Economía Domés¬ tica. | — En 24 de abril dali mismo año terminó el arreglo de íla Sociedad de Ha 'Sociedad de Beneficencia con las indicadas Relligiosais SaiHeislaínas, a das cuales se corr.'piroimetiió is. entregair la Be- nefideincla, dorante 1 0 años, 'la pen¬ sión mensuail de Lp. 14, que lerai eil producto de Ija finca qUe lia Socredad de Beneficencia ofreció para instalar en eOla la Escuela de Economía Do¬ méstica . I — En 9 de mayo fué nom_ bríado arquitecto de lia obra el inge¬ niero itaih'ano D. Emifiano B u z z i, a quien lie fué asignado el haber men- suajl de Lp . 40.] — Tailes so/n líos an¬ te de den tes de la continuación de la obra deíl As'‘io de Magdalena, iniciada ell año de 1896, bajo el Gob/erno ddí señor de Piérolla y resucitada — iL: pallabra es licita _ diiediocho a- ños más tarde, merced a la obra beiné_ fica de los doctores Abell O 1 a C- c h e a y Federico E il g u e r a. — Eista comisión cumpTiió debidamente su cometido, yenciendo todo género de dificultades . Alma de esta comlslión fueron los doctores, E >1 güera y G ’ ^ c h e a ai quienes asesora- iron técnicamente ejl Dr. Bal bazar C a r á V e d o y ell ingeniero EmiL Iliano B u z z i . j — No entraremos en el detaOlle de la obra reaK'zada por esta comisión que puso término la sus 'la¬ bores con úitlmo día deil año de 1917, en una reunión cuya acta sei ha_ lia concebidai en ios Siguientes térmi¬ nos:] — ‘'Sesilón deli día 29 de diclem- “ bre de 1917. Piresidida por vpl Mi_ nistro de Fomento Sr. Héitor F. “ E s c a r d ó, con asistencia de los “ miembros de da comisión, señores dion Federico E di g u e r a, RodoL “ fo ddl Campo, Franíiisco “ G r a ñ a. Inge ni e ro iManuel jM 'a - “sí a s. Director de Obras Públicas, ‘‘ Dr . Abel S . O J' la e e h e a^. “ Director de Salubridad, y del Inge- “ niero de la obra D. Emiliano B u- ^Cz/z i'.] — Se düió ílectura lail acta de “la sesión lanterior, correspon'4le'nte' “ ají día 19 de diciembre actual, j.a- “ que fué aprobadiai sin observación . [' — El director de Saliubridad maní-. “ festió que, en cumpllimiento dell en_ “ cargo que habla reciblído de da co- ‘b misión, había, dllrigido al señor Di_ “rector de Benefioenciia de esta capi- “ taiíi, con fecha 19 dell presente, él oificio a cuya copia di ó diectura; y que- “ se contrae a manifestar a dicho se_. “ ñor quie' da Comisión había defenrL do ,a sus indicaiclones para que laten- diera al egreso de Lp . 330.0.00' “ que ell Inspector del Hospfcio de' Insanos había soilicitado que se con- “ slderara en eil presupuesto de lia Be- “ neficencia para 1918, así como a ve- ficar dos demás gastos que requiera' “ lia instalación de los alienados en eL “ nuevo local de (Tai Magdadiena, con ‘^dos fondos de la partida de Lp . “ 1,960.0.00 consignada en eil presu, ‘‘ puesto vi'gente de esa institución, pe- “ ro con tal objeto era indlispensablé' que esa Sociedad pusiera ,a dispo-. “ sición de .la Comisión, en (la Caja de Ahorros, da indicada cuma, porque'- con ella da comisión debía atender “ también él pago de algunas cuentas “ que temía pendientes y en la actúa- ‘GIddad carece de fondos.] — Ed mism'O- “ Díiireotor hizo presente nue vn ?e ha_ bía recibido respuesta a dicha no- ‘Cta| — Ed! Dr. E i g ii era expre-. “ só quie él había tratado sobre el par-^ “ Leu lar con ed Director de la Bene-. ficencia y que dicho señor le había “ manifestado que esa Sociedad entre_ “ garfa esos fondos muy en breve y en varios dividendos por no señe posi- “ blle entregan’os juntos, agregando “jqiue, en su concepto, da junta podía' pasar a la Beneficencia una razón de “ Cías» deudas parái que ed)la lai canceliasie “ con cargo a dichas Lp. 1,960.0. 00, j “ — Eli Director de Salubridad manifes- tó que, en reaíHdad, como la Comi- “ sión lo había contemplado en sesio- “ nes anteif ores, su existencia no tenía “ ya razón de ser v que consideraba que era procedente que se diera uns-i 180) resolución gubernativa poniendo tér- “ mino a las labores de ila Gomisión “ y disponiendo que todas las cuentas ‘‘ documentadas y dos pílanos de /las O- “ bras hechas pasasen a la Sociedad de “Beneficencia. Todos los miembros “ presentes aceptairon que se procediese ‘‘ así. I — El señor Rodolfo del G a m. “ p o, proipuso que, teniendo en cuen_ ‘‘ ta I'Os Importantes servicios prestados “por el ingeniero de la obra y el,ayu_ dan te del mismo, se les gratificase “ con lUin sueldo. La Gomisión reconoció “ unánimiemiente los servicios prestados “por el, ingeniero acordó la gratifica- ción ¿ndicada . | — El Dr, E 1 g u e r a “ presentó una factura del nilmacén de “ catres y muebles ‘La Reina”, ascen- dente- a Lp . 107.6.00, valor de dl- “ versos muebles nec esa ríes para el Hos- “ pido de La IMagdalena, solicitando que fuesen adquiridos por la comi_ ‘‘sión, lo cual se acordó en vista de “ lia resolución adoptada con motivo de ‘t ilai nota diada anteriormente del se_ “ñor Director de Beneficencia. | ■ — - “El ingeniero de ,óa obra dró cuenta “ de que, en cumplimiento del encargo ‘‘ que se ile había hecho, había pedido “ a la Gasa. Sanmarti los precios de “ líos fotograbados de los .planos y edL “ fidos que deben figurar en eil folie- ‘‘ to sobre la otra deili nuevo Maniiicom'o “ de la Maigda’ena que habm resuelto “ la comisión que «le iimprimiera y “ presentó una factura que compreinde ‘‘ ios diversos gastos relacionados con “ ese folleto, los cuales ascienden a “lia sum.a/ de Lp . 55.7.00, a la que “ babía .de agregarse la suma de Lp . “ 30.0.00, más o menos, en que apro- “ ximadamente se puede considerar el “ valor de los pliegos de límpresión que tendrá ese follleto, juzgándose en ‘‘ Vista de lo expuesto que eil importe “ de dicho folleto puede lalcanzar apro- “ ximadamente la la suma de Lp . “ 90.0.00.| — Teniendo en cuenta ‘‘ que la Goimlsión iba a cesur, se a_ " “ cordó que se solicitará a íla Benefi- “ cenci.a que pusiera la indicada suma “ a órdenes del Ministro con cargo de rentjtlrle la correspondiente, cuen_ “ ta documentada de isu Inversión . “ Habiéndose suscitado dudas sobre si “ podrían hacerse todos los gastos au_ ‘‘ torizados concias Lp. 1960.0. 00 “ en referencia, se formuló da cuentOr “respectiva, que resultó así:| — Al “contratista Sr. M o 1 t a n i por “ devolución del 10 por ciento del mon- “ to de su contrata Lp 376.4.50; “ A 1-as EL . EL . AA . por conexio,. “mes del servicio de ui’umbrado Lp . ‘^219.2.90; A Kny S c M e r e r,^ ‘por baños, etc. Lp. 220.0,00; To_ “tajl Lp. 815.7.40.1 _ A esa su- “ ma hay que agregar: el importe de ‘‘las siguientes obras que deben eje_- “ cutarse.'l — Para instalar la cocina, “ según presupuesto del señor Lino ‘‘A r r i a r á n Lp. 85.6,50; Para ‘‘ trasladar la Hidroterapia, según “ supuesto del señor Henry G r o c_ “ k e r Lp . 28.0.00; Para trasladar el cafetiidio de la Hidroitenapiia, £8-- ‘‘ gún presupuesto, de M a z z e t t ir “B a r o n Go. Lp . 182.0.00; Pa^ “ ra' trasladar la lavandlería, segiún “presupuesto de la misma casa Lp. ^‘185.0.00; Total Lp. 480.6.50.1-— ‘‘ Egresos solid'.tados por el Director “ de Benefiicencia con cargo a los fon_. “dos de Juntai: Lp. 330.0.00; Tm-- presión dell folleto sobre las obras' “ hech'as por la Gomisión Lp 90.0.00; “ Gratlficacién , al amanuense, según a-- “ cuerdo de La Junta: Lp. 14,0.00; ‘‘ Gratificaeión al ingeniero y a su a. “ yudante, sef^ú^ acuerdo de la Junta. ‘‘ Lp. 50.0.00; Importe de muebles “ para el nuevo Mianicomio, s] la fac- “ tura presentada por el Dr. E 1 g u e - “r a Lp. 107.6.00; Suma tctaB “ Lp. 1887.9.90.1 — Siendo la su,^ ‘‘'|m-a total de los gastos^ autorizados de “Lp. 1887.9.90, resulta, pues, que “queda un sobrante de Lp . 73.9.90 “de las Lp, 1960, que debe entregar ‘Mía Beneficencia. I — Se consideré “ después, por diversos miembros de la “ Gomisión, que la Beneficencia tenía “ que consldierair en su Presupuesto' ‘‘para eí año próximo de 1918, con., “forme a acuerdo anterior, Lp 1960, “ que debía también a ios fondos defí “ nuevo Manicomio y que acordó ai ‘‘respecto insinuar a dicha Sociedad “ la conveniencia, como se había tS' “ nido en cuenta en sesiones anterio- “res, de dedicar esa suma: 1o. para ‘‘ terminación de un pabellón destinada (181 a Hospital para ©1 aislamiento de ■^^'los ¡aflienados qu'e sufran enferme- ‘^'dadesi íinfeato comtai^ioisas, pabe'Món “ que existe en parte construido por estair formado, por una porción del antiguo pabellón para enfermas cró_ nicas y tranquillas, cuyas dimiensiones fué neqesariio reducir ail continuarsie “illas obras; 2o. al arreglo de líos La_ ‘‘ ^oratorios, comprendiendo ©1 de Psi_ “ cclogía Experimental y las demás o- “ bras urgentes . | — Se trató, por ÚL timo, que para el nuevo Manioomro co_ ‘‘ rrespondi'ese debidamente el propó- “i^silto de su fundación, en adeóamtG podían continuarse las construccio- “ nes, edificándose ©1 pabeMón mixto para mujeres agitadas y para las que deben quedar en observación y vigi- “ km oía, análogo al ediificio que exis_ te para los hombres de la misma da, se, el pabeóión para niños y los pa. ‘‘ bel lo nes para tuberculosos, ©tc.| — Se acordó, en seguida, dar por termi- nadas Xas funciones de Xa Eomósión y que todo's los miembros que habían concurrido a la presente sesión fir_ m'asen el acta de (ella.| — Limia, 29 de diciembre de 1917. — Héctor F. ■^‘Escardó. — A . S . O l -a e _ c h e a . '—M . G. Masías. — Francisco G r a ñ a. — Rodolfo d e (I Campo . — Federico E J _ “g u e r a.”|! — El lo. de’ enero de 1918 sollo quedaban len el Manicomio del Cercado unos sesenta enfermos de ambos sexos y comenzaba sus labores eX Hospicio Nacional de Insanos, con el n mbre de Asilo.-Coílónlia de Magdale¬ na). [ — Se hallaban terminados en aque¬ lla fecha los siguientes edificios :| — De asistencia: 2 pabellones para Pen. sioni'stas; 2 pabellonieis para crónicos; 2 pabelllones para, débiles y gatosos, un pabellón mixto de Admisión. | — Ser¬ vidos Generales: Pabellón de Adminis¬ tración, Casa del Médico Residente y del Portero, Cocina, Lavandería, Esta- til'o. Mortuorio, Hidroterapia (incon¬ cluso, por falda de tanque, castillo, etc. ) II EX año de 1919 eX doctor Ralta- ■zar Car a vedo tuvo la íe’Jiz inspi¬ ración de haí’er Visitar el Asilo Colonial por el filántropo D. Vi c t o r L a r _ c o Herrera, cuyos sentimientos de interés vivísimo por Xa humanidad do_ Xiiente se despertaron ante ell espectácu¬ lo de una aisiistencia que síi tenía Xas a- pariencias de piedad, dListaba mucho aun de Xas caractenr'sticas de Xa llamadla “asistencia humanitaiia” de los isilk'na- dos . I ^Incorporado el señor L a r c o Herrera al a Sociedad de Benefi¬ cencia Pública de Lima y encargado de Ja rnspeedión del Asilo Colonia, después de oídas las razones expuestas pOir ©1 Cuerpo Médico del establecimiiento, dió principio a su obra de mejoramiento de la la.siistencia de aXienados, Xa más her¬ mosa de sus obras allíriL.liSitas y Xa más duradera!, seguramente. A partir de a_ qudl momento tiene lugar la reforma salludable: las hijas de San Vicente de Paul atándonan la asistencia de aliena¬ dos y ésta es encomendada al personal laiico, en forma que ya había sido pre¬ conizada por M u ñ i z . Es el mo¬ mento en el cuall quedan suprimidos, del tratado de los alienados, los “casti¬ gos” a Xas maní: f estado nes de Xa morbo- sis mental; es cX momento en el cual quedan relegados a la catiegoría de ob_ jetos de Museo Xas “cujas” en que se encerraba a los ágil ados, las ‘k amisas de fuerza”, los grilletes, los “baños de chaqueta” y otras manifestaciones de la “asistencia bárbara”.! _ En los ana¬ les de Xa asistencia de enfermos en el Perú ninguna de las formas de ella se realizó tan rápida y radicalmente; nin¬ guna representó esfuerzo más conside¬ rable, rfi mayor y más inmediato pro¬ vecho, En el espacio de pocos nseses, el señor L a r c o Herrera y los médicos que lie acompañábamos, pusi. mos el pa.ís a la altura de los países ci-- vilizados y conseguimos rea)Mzar, ver¬ dad que con más de un siglo de atraso, la obra que el ánimo generoso de P i - n e 1 realizara en Franeiai y que lia no- blez'a espiritual de C h i a r u g i rea_ rizara en Itallia: fué esóabilecida en el Perú, el año de 1919, la “asistencia hu¬ manitaria” de aXiemaidos, título de Legí¬ timo orgullo para el sisñor L a r c o Herrera v para los médicos que tuvimos la singular fortuna de acompa¬ ñarle en aquella obra|. Sólo tiene el Asilo ‘‘Víctor L a r c o Herrera” cinco «años de exlsí encía y este hecho de¬ be ser considerrtdo como responsable de Xa relativa pobreza de Xa investiga- 182) I Pk’ofksor Doctor M KiCKL Aljovín ción científica:; pero panai quienies sa_ ben que ila. organización de eis't-abileci- mientos semejantes reclama mtuchos a- ño-s de esfuerzo; para quienes no ig¬ noran que Franco da R o c h a, el ilustre pstíquiatra brasilero, puso 18 a. ños en la obra de organización deil A. silo de Juquery, antes de emprender la obra científica, dicha cifra debe servir_ ¡es de justificación suficiente. | — No obstante, el Asilo cuenta con producción que ha sido muy elogiada en el extran¬ jero y la mayor parte de la cual ha vis¬ to la Juz pública en la “Revista de Psi¬ quiatría y disciplinas conexas” que di- rije eii Dr. Honorio F. Delgado, primer psicoanalista del habla castelíla_ na que ha sido también el introductor de dicha práctica en íla terapia mental en el AsV-0.| — Lentamente, a un ritmo impuesto oor el ambiente, el Asilo íctor Larco Herrert^” lleva a cabo su obra de asistencia y de estudio . I — Y cuenta entre los faoto_ res decisivos de su. éxito coín; la protec¬ ción decidida d)el señor Larco, quien ha hecho al Asilo, aparte sus va¬ liosos esfuerzos, aparte su oolaboraíción moral grandísima, el donativo materiial de cerca de millón y medio de soles. | Las ilustraaiones de este amtículo dan íc’ea de la actual organización del esta¬ blecimiento. ALIPIO MARIA L. — Obstetriz — (Biog.'i — N. Magdalena 1898, de "Manuel e T g n a c i a G h a L c o. Se inscribió en la matr^culai de Obstetricia de la Faoiiltad de Medlicira de T.ima el año de 1914. ALISO — (Bot.') — ‘^El árbol del Aliso se da también en lugares tem- p’ados, aunque con más abundancia en los fríos; su corteza sirve para curtir cueros y sus cogollitos tienen la virtud de supurar apostemas, o cualquiera ex- huberancia, aplicados a la dicha parte. Afirma el doctor Laguna ser efi¬ caces para desecar y mundificar y útil para exfroar empeines” ( L e c u a n- d a: “Descripción de TrujLMo”, en ‘Orercurio Peruano”) . I “Fili A 1 n u s a c u m i n a t a es' "Smaf especie •¿ndl- gena de la América Tropical conocida en el Perú con el nombre de A liso, de taMa arbórea de hojas ovadas, agu_ das, con el margen den. lor verde oscuro en la parte un color ferruginoso en la inferior, madera de este vegetal es empleada en viario‘s usos” (G o 1 u n g a: Botánica. Lima, 1878, IT, p. 212) ‘SA 1 n u s j o r u 1 1 e n s i s, H . B . K . | Nombre vut’igar:., A 1 i s o |Ap. sius ra_ mas colgadas a la espalda de las mu¬ jeres que lactan gozan fama de dismi-* nuír la secreción láctea. (Huaraz) . Los cogollos son usados comm madura¬ tivos en la provincia de Trujillo (Y a l- d i z á n_M a 1 d o n a d o : La Medi¬ cina Popular Peruana, II, 135) . )A)LJO>SUCHA — (Bot.) — ‘‘Plan_ ta del reino del Perú, de quien han en¬ señado ios indios la virtud febrífuga pa¬ ra preservar de tercianas sólo con res¬ tregarlas entre las manos y tcplicair é^^ tas al olfato. Se halla en la provincia de Luya y Ghi/llaos y en otra.s partes” (Al c e d o: Dicccionario, Y) _ ¿Se trata de una falsa creencia de los In- d’os o de un hecho real en esta preser¬ vación de los daños de la malaria? No es aventurado suponer que el olor a que hace referencia Alcedo contri, huyera a preservar a los indios de la picadura del zancudo y actuara, en tal guisa, como preservatorio eficaz de la malaria. Milita en favor de esta hipó¬ tesis la costumbre que tienen en la ac¬ tualidad algunas tribus de sisilvajes de preservarse de las picaduras de los rros- Quitos embadurnándose el cuerpo con diversas substancias. ALJOVSN MIGUEI _ Médico — (Biog.) — N. Piura, 1847. Alumno de Medicina en 1864. LiiCienciiado en Giencias Naturales el 18 de junio de 1868 y doctor en la mism.a Facultad el 15 de abril de 1869. Médico Girujano en 1882. Llcienc.iado en Medicina en 1884, sosteniendo por tesis: “Gues. tiones médico legales sobre la superfe- tación”. Bachiller en Medicina en 1877; su tesis: “El animismo a la luz de la historia” . Doctor en Medicina en leó año de 1885; su tesis: “Responsabilidad criminal en la locura”. — Gatedrático adjunto en la h^acultad de Giencias de la Universida.d de Lima, por decreto su¬ premo de 15 de febrero de 1868, el pro- (183 , o V í n se presentó como a la cátedra de Física, vacan_ -w en dicha Facultad por división del curso: las excelentes pruebas ofrecidas por el doctor A 1 j o v í n no fueron coronadas por el éxito y la Facultad eli¬ gió catedrático al adversario del Dr. A 1 j o V í n (1909) . La juventud es¬ tudiosa que había concurrido a las di¬ versas pruebas del concurso, hizo al doctor A 1 j o V í n una calurosa ma- nifleistaciión de afecto, una de las prime¬ rea exte'ríor1 j o v í n ha¬ bía sido Cirujano Militar y, en calidad de tal, había desempeñado el cargo de Cirujano del ‘'^Escuadrón de Carabine¬ ros” el año de 1884. El año de 1877 había formado parte del Comité de Re^ dacción de ‘^La Gaceta Médica de Li¬ ma . ” Bibliogafía: 1 — Tesis del bachillerato, en ‘‘Ga¬ ceta Médica de Lima”, 1877. ALJOVSI^ fVllGUEL 'G. — Médico — (Biog.) _ N. Lima 1872, del Dr, Miguel (ver el nombre anterior) y de Adela del Castillo, Aíumno de Medácinia en 1894; Bachidiler en 1900; su tesis: ‘‘SaJpingo ovaritis”; dcotor en Medicina en 1909: su tesis “Las ireírodesviaciones fijas del útero y sus tratamientos”. — Con ocasión del concurso promovido por la Facultad de Medie)’, na de Lima para la provisión de l!a cátedra de Ginecología, vacante poí fafi¡leclimiento del principial titular Dr. Constantino T . Carvallo, el doctor A 1 j o V í n dió a la pu¬ blicidad una relación de sus trabajos (folleto de 8 páginas en 4® editado por la imprenta “El Lucero”,, Lima, 1920) de la, cual tomamos l.as notas que van en seguida: ‘‘Practicante de ambulan¬ cias en 1894 y 1895 (la guerra civil terminada ese añol — Practicante asi¬ milado a 2^ Cirujano en el crucero ‘‘Constitución” en viaje a Iquitos en 1898. Bachiller en Medicina en 1900. Médico en 1901. Jefe de la Clínica Quirúrgica del Bospital de Santa Ana los años de 1902 y 1903. Jefe de la Clínica Médica en 1904 y de la Gineco¬ lógica en 1905. Cirujano auxiliar del Hospital de San Bartolomé el laño de 1903. Médico auxiliar del Hospital de Santa Ana encargado del Laboratorio y del examen de los enfermos de peste en dicho Hospital el año de 1904. Pre¬ sidente de la Sociedad Médica ‘‘Unión Fernandina” en 1906. Cirujano con_ cursa, do de Hospitales en 1907. Médico del servicio bacteriológico y de cirugía del Hospital de Guadalupe en el Callao en 1907. Cirujano titular en la “IMai- sen de Santé” en octubre de 1908. De legado del Perú al Congreso Interna,- 184) Pkofksor Doctor MiGChi. C. Aljovín m cional Americano de Medicina e Higie. ne de Buenos Aires en 1910. Miem_ bro titular de la Academia Nacional de Medicinal en 1910. Mlemhro de da Comi¬ sión (Organizadora del 5» Congreso mé¬ dico latino americano en 1912. Miem_ bro correspondiente déla Academia Na¬ cional de Medicina de Río de Janeiro en 1914. Catedrático adjunto de 'la Fa.- cultad de Medicina de Lime en 1916. Miembro titular de la Sociedad Perua¬ na de Cirugía en 1918. Redactor y propietario de la “Gaceta de dos Hospi¬ tales’’ de Lima durante dos años 1903 a 1913. — Falta a esta relación el gra¬ do académico de doctor en Medicina. — Falta asimismo el hecho muy honroso para )£'l doctor A 1 j e v í n de su ac¬ tuación com.o director de la “Gaceta de los Hospitales'’, que sostuvo con abne¬ gación y entusiasmo durante diez años y desde cuyas páginas fué un decidido alentador de la literatura médica pe¬ ruana. El doctor A 1 j o V 1 n fué un excelente presidente de la Sociedad Mé¬ dica “Unión Fernandlna”; es lUno de les primeros cirujanos de Lima y es. tam¬ bién, miembro de lia Sociedad die Bene¬ ficencia Pública de Lima, y presidente del Círculo IMédico del Perú. Catedrᬠtico principal de Gimecclog'a, por con¬ curso, en 1920. Bibliografía : Publicaciones en “Gaceta de los Hos¬ pitales” 1 . — La anestesia local en la reduc¬ ción de las luxaciones recientes . 2. — Apuntes de Cirugía: la “Mai_ son de Santé”. 3. — El nuevo Decano. 4. — La. vacuna antitífica. 5. — La incontinencia esencial de o- rina y las inyecciones de suero en el periné . 6 - El yodo naciente como antisép¬ tico. 7. — El método de MJlne en la pro¬ filaxis de la escarliatina y de saram¬ pión . 8 _ Nuestra, labor intelectual. 9. — Metritis crónica. 1 0 . — La grippe . 1 1 . — Las últimas laparatomías de la Clínica Ginecológica. 12. — Indicaciones operatorias de la hipertrofia, prostática. 13. El cáncer y su tratamiento. 14:* ^Cuando y cómo se debe hacer una inyección de suero antitetánico . 1 5 . — ^Reflexiones hospitalarias . 16. Efluvios y chispas de alta fre¬ cuencia en el tratamiento de los tu¬ mores malignos. 17 - Los Rayos X. 18 - Estadística del Hospltailj de Santa Ana. 19. — ^Los practicantes de losf Hospi¬ tales y la Sociedad de Beneficencia Pú blica. 20. — La alimentación racional del' o- brero . 2 1 . — La recección total de la .safe- na . 22. — Un caso de quiste dermoide su¬ purado del ovario. 23. — La viruela en Lima. 24. — La punción lumbar de los tu¬ mores cerebrales, 26. — El lavado de los tejidos. 26 . — ^^Estadísticas nosocomiales . 27. — Tratamiento de la.s artritis cró¬ nicas . 28. — T.a punción de la vejigiai. 29. — La perineorrafía die urgencia. 30 - Tratamiento de las heridas del pecho . 31. — Tratamiento del cáncer de la piel por los Rayos X. 32. — La trepanación. 33. — El ma.saje del corazón en el síncope clorofórm.ico . 34. — La hemostasia nasal. 35. — La práctica de la cirugía. 36. — Indicaciones operatorias de la cplielitiasis . 37. — ^Tratamiento quirúrgico de la infección nuerperal. 38. — Tratamiento de la artritis go- nocócica por el método de Bier. 39 _ Tratamiento de la hipertrofia de la próstata. 40. — Perborato de soda y agua oxi¬ genada al estado naciente , 41 _ Las indicaciones de la electro¬ terapia . 42. — La tuberculosis y la recalcifi- cac'ón . 43. — La litiasis biliar. 44. — Riñón flotante y ciego de mo¬ vilidad anormal, 45. — El centenario de la Escuela de Medicina . (185 46. — Seroterapia de la peste. 47. — La vacuna antituberculosa. 48. — Régimen lácteo vegetariano. 49 _ Tratamiento de los grandes síntomas de la tuberculosis pulmonar. 50. — Profilaxia de la tuberculosis en familia. 5 1 . — Tratamiento de 'la dfsmenorrea . 52. — Tratamiento de las hemorra- gia.s hemorroidiarias . 53. — Tratamiento del reumatismo a. gudo por las inyecciones intravenosas e intraarticu'lares de salicilato de soda. 54. ' — Indicaciones de la sangría en la medicina actual, 55. — El dolor de cabeza. 56. — El aceite alcanforado en ciru¬ gía. 57. — Empleo del yodo en cirugía. 58 _ La pasta bism.utada en las fís¬ tulas tuberculosas . 59. — Nueva técnica para la reduc- di'ón de las luxaciones de la cátedra . 60 _ Breves reflexiones dlíndco qui_ rúrgicas . 61. — La. lucha contra la tuberculo¬ sis . 62. — Educación técnica de enferme¬ ros. 63. — La cirugía en nuestros hospita¬ les . 64. — La plaga oriental. 65. — W Ge. leso Internacional de Medicina . 66. — El suero antidiftérico y la tu¬ berculosis . 67. — Dignidad profesional. 68 _ ^Algo por la lucha contra la tu¬ berculosis . 69. — Nuevo Hospital de Mujeres. 70 _ El ejercicio ilegal de la Me¬ dicina . 71. — Gabinete electroterápico del Hospital de Santa Ana. 72. — Papel etiológico del polvo. 73. — Método de exploración de la permeabilidad renal. 74. — La práctica de la desinfección. 75. — La diazo reacción. 76. — Lísl auscultación directa. 77 _ Los sembríos de sangre duran¬ te a vida. 78. — La anestesia sin cloroformo. 79 _ Los síntomas renales. 80. — Clínica Quirúrgica del Hospi. tal de Santa A na . 81. — Un < aso de verruga . 82. — Uroogía 83. — La sífilis experimentail . 84. — Hipnologfa. 85. — Labor profesional. 86. — Las nuevas Cátedras. 87 _ Después de un lustro. 88. — Las retrodesviaciones fijas del útero y su tratamiento . 89 _ La operación precoz en la a- pendicitis . 90. — Tratamiento tópico del cáncer.. Trabajos publicados en la “Crónica Médica” de Lima: 91. — Flemón de la cavidad de Ret- zius, conf. en la Sociedad Médica “U- nión Fernandm.a”, 1906. 92. — Breves reflexiones clínico qui- rúgicaS', 1907. 93. — Estadística quirúrgica, 1907. Trabajos presentados al AL Congre¬ so médico latino americano (AT Parr americano) : 94. — El desarrollo de la Cirugía en el Perú. 95. — La apendicitis en Lima. 96. — ^La ligamentopexia abdominal. Trabajos leídos en la Sociedad Me- dica ‘TJnión Fernandina”: 97 _ Propiedades físicas de la fuer¬ za psíquica . 98. — ^Diagnóstico dínico de la fie_ bre tifoidea. 99 _ Un caso de neumonía. 100. — La laparotomía extraperito_ neal de Pozzi. ALLULLAS — (Bromatolog . ) — ‘^Roscas de pan muy blanco y exquisi' tas que hacen en el asiento de Ambato del Reino de Quito, tan estimadas que se llevan no sólo a esta capital sino a las provincias del Perú y Tierrafirme,, por que duran muchos meses : en varias partes se ha intentado imitarlas, pe¬ ro nadie lo ha conseguido aun llevan¬ do de Ambato la harina, el agua y el artificio; pues sin duda es e»! clima et que influye para darle el gusto que tienen “(Alcedo: Diccionario”’ Y) ^ ALMACIGA — (Bot.) —“La Pis¬ tacia lentiscus, arbollljo indiígena de Africa y cultivado en Oriente, con ho¬ jas pennadas sin impar, con las hojue¬ las lanceoladas el peciolo alado. Est^ 186) planta es notable por que produce una resina unida a un aceite voilátil que se conoce en el comercio con el nombre de Almáciga, ila quie es muy usada por los orientales como masticatorio pa¬ ra consolidar iLas encías, perfumar iliai bo¬ ca y procurarse una especie de embria¬ guez voltiptuosa. Las semiilias suminis¬ tran un aceite que se emplea como con¬ dimento y también para el alumbrado”. (G o 1 u n g a: Botánica, Lima 1878, ir, p. 554) . — ^“Resina clara y aromá_ tica extraída de una variedad de lentis¬ co” (G al leja: Encic’opedia a.bre- viada. val. I, p. 92) _ Gitad.a en el InvenitailiO de la Botica del Golegio de San Pablo, practicaido en Lima el añO' de 1771. ALIVKADAiVA — ( Mine, ralo g, ) _ ‘^Almadana o Almadeneta, mazo de fie¬ rro o bronce que usan los ingenios de las minas del Perú para moler los me¬ tales. ( A 1 c e d o: ‘^Diccionario”, V) . ALMAGRE — (Mat Med.) — En el ‘‘Inventario” de lia Botica del Golegio de San Pablo, en Lima (siglo XVIII) hemos hallado anotado eli Almagre, “especie de tierra roja vulgarmente lla¬ mada almazarrón” (Enciclopedi:ia G a- 1 1 e j a, vol I . ) ALMAGRO FRANCISCO — Giruja. no — (Biog.) — El 8 de junio de 1807 había rendido, en la Universidad de San Marcos, en Lima, en compañía de algunos, un examen público de Anato¬ mía y Fisiología dedicado al Ayunta¬ miento y que fué presidido por el se¬ ñor doctor don José Pezet, Ga_ tedrático sostituto de Ana.tomía (archi- vo del Real Tribunal del Protomedica- to — Facultad de Medicina de Lima) — En el siguiente año de 1808 ya ejer¬ cía Almagro la profesión de ci¬ rujano en Lima; pues figura, en calidad de tal cirujano en la “relación” de ero¬ gantes para la ejecución de la obra del Real Golegio de Medicina y Cirugía de San Fernando, a la que contribuyó con la suma de cuatro pesos (V a ,1 d i - z á n : La Facultad de Medicina de Lima, Lima, 1913) — El año de 1829 Almagro desempeñaba el cargo de Teniente del Protomedicato Gene¬ ral del Estado en la provincia de Ghan^ cay (Guía de Forasteros para el año de 1 830, Lima) . ALMAGRO MANUEL _ (Biog.) El Profesor Almagro llegó- ai Perú el año de 1863, formando par¬ te de la ‘‘Expedición Científica Españo-- la” que en ese año recorrió las costas- de la América Meridional. El profe¬ sor Almagro tenía su cargo, en dicha expedición, los estudios antropo-- lógicos . ALMARTAGA —(Hist.) -“La he. mos hallado anotada entre las existen¬ cias de la Botica del Golegio de San Pablo, en Lima (siglo XVIII) . ALMAS EN PENA — (F. 1.) — También se cree que /las almas que no han conseguido ir directamente al Cie¬ lo purgan sus pecados viendo de cerca^ sin ser vistas ni sentidas, los dolores de los suyos y asisten, importantes, a sus^ ¿esgracias y a sus pecados. Son las a L m a s en ip e n a o simplemente i lias penas, de cuya hisloriiia setá llena lla^ tradición peruana de lia época coloniiall y de los albores de lia /Cra republicana. || Fs interesante, en relación a estas penas, el hecho de que muchas de las- preciosas tradiciones del maestro P a 1- m a, por este descritas como habiéndo¬ se realizado en Lima, son referidas, con nombres de personas y señales de ellas,, como ocurridas en Huánuco, en Arequi¬ pa, len Gajamarca y en otros departa-, mentos de lia República. Sucede otro tanto con algunas tradiciones españo. las, como aquella tan conocida ddl sa¬ cerdote que, por haber tenido la costum¬ bre de celebrar misa sin sacristán, pur¬ gaba su falta celebrando eti santo oficio hasta hallar piadosa persona que tuvie-- se el valor necesario para ayudarle. Las p -r o c e s i -o n e de ánimas pertenecen e)! númerO' de lins leyendas que se dan como sucedidas en casi to¬ das las poblaciones del Perú. Fjlj se¬ ñor Palm a ha referido muchas de lias ocurriildiair, en Lima; ellas han te- niido (Ijugan tamb’én en Arequipa y en el departamento de Huánuco. Vive aún fa_ mi II: a huanuqueña, cuyo tronco un -res' petable médico extranjero, había aseve¬ rado presenciar una de estas pro_ (187 cesuones terroríficas. Cuando, por obra y gracia de sujetos franca¬ mente ineuropáticos se percibe en una casa ruidos extraños, pisadas «como p e r s o n la s, diversas mia. niobras más o menos ruidosas, misterio¬ sas aperturas y ceraduras de puertas y ventanas, se cree que se trata de un alma en pena y se dice, co¬ mo ya lo hemos advertido, que ia habi¬ tación o la casa son pesados. En muchos casos, la tradición realiza su obra vigorosa y ei vulgo piensa, en esr cuchando tales ruidos, en el alma vaga- bunia de algún rico españoil que, por permisión divina, ronda en torno a sus tesoros cuidadosamente ocultados, en pos de una. plegaria que le permita abando¬ nar las torturas del purgatorio y hacer el acmino de la sa.ivación eterna, o en el alma en pena del cadáver enterrado junto con el tesoro. En tales casos, las personas rezan una oración por aquella alma, necesitada y comien¬ zan a buscar el tesoro, tapado o entierro, realizando a las veces verdaderas demoliciones, cegadas por su deseo de hallar el tesoro ocuilto . .Un indicio seguro en la búsqueda de estos tesoros es considerado el hecho de los fuegos fatuos; pues se cree que, debajo del cadáver correspondiente al al¬ ma len pena se hallan los tesoros y se cree también cti nuest..'3s abuelos, cuando ocultaban sus fortunas a la co¬ dicia de sus herederos tenían el hábito de victimar al esclavo cuyos servicios habíain sido empleados en el e n t i e- r r o. Dicen .jue, por tal motivo, ios fuegos fatuos indican no sólo el lugar de sepultura de un cuerpo humano s'no también el de tesoros. Se consiidera ,que las almas en pena son ahuyentadas por el llanto de las criaturas y aun por la simple presencia de esttas en la habitación en que las almas .en pena exteriorizan su presencia. Es por este motivo que en muchas de las llamadas c a s la s pesadas se a- dopta esta precaución de hacer dormir en ella a una criatura, a la cual se pe- ílllizoa, par provocar su llanto, a cada ma¬ nifestación del alma en pena. II En algunos departamentos, como en al de Arequipa, cuando tienen lugar las m.g. nifestaciones de presencia del alma en pena se deja, en la habita¬ ción en que tales manifestaciones son más intensas, recado de escribir, con el objeto de que el visitante sobrenatural pueda dictar sus órdenes o indicar sus deseos. En no pocas ocasiones, fraca¬ sando estos medios de comunicación con Jas almas en pena, se ha¬ ce necesario recurrir a trámites menos indirectos: hay que dirigirle la palabra al alma en pena. En ñlgu- Los departamentos del Perú esta prácti- tica está terminantemente prohibida, pues se considera que la respuesta pue¬ de matar fujlminantemeníe. al interroga-- dor; pero, en algunos otros depart2.men_ tos, hay personas que haciendo grandes acopios de valor, muchas veces a base de alcohol, dirigen al alma en pena preguntas como las siguien_ tes: ‘‘¿E ir ^e s de 'esta o ,d ^ 1 ^ o t r a?’'Í “¿Qué necesitas?”! “En nom¬ bre de Dios, eres de é s t a o de ia o t r a?”! ‘‘Dime en nombre de Dios, ¿qué es lo que necesitas?”] Guando, a despecho de los recursos que hemos in¬ dicado, siguen manifestándose las a 1- m a s e n pena, se piensa que el alma está condenada o que hay intervención demoniaca en tales manifes¬ taciones. En estos casos se recurre a la oración conocida con los nombres de ]\]ag nificat y Magnífica: “Gliordfica rni alma al Sr. y mi espíritu se llena de gozo al contemplar la bondad de mi Salvador.” | “Por que ha puesto la mirada en la humil. de sierva suya; ^y ved aquí el moti¬ vo porque me tendrán por dichosa y fe¬ liz todas las generaciones.”! ‘‘Pues ha hecho en mi favor cosas gra.ndes y mara¬ villosas. El que es Todo Poderoso, su nombre infinitamente santo.”] ‘‘Cuya Misericordia se extiende de generación en generación a todos cuantos le temen.” “Extendió el bra.zo de su poder. Disipó el orgullo de los soberbios trastornando sus designios.” “Desposeyó a los pode¬ rosos y elevó a los humildes.” “A los necesitados llenó de bienes y a los ricos dejó sin cosa alguna.” ‘‘Exaltó a Israel su siervo, acordándose de él por su gran misericordia y bondad.” ‘‘Así como se lo había prometido a nuestros Padres, a /Abraham y a toda su descendencia, por 188) PKOFKSjOK DoCTjDK FkAXCISCO ALWKXAKA Fi'T/-KK l'OS siglos de los siglos.” ‘‘Gloria al Pa¬ dre y al Hijo.” Flsta misma oración, con ligeras vanantes, constituye el C á n t i- co de Nuestra Señora., que también es empleado en casos aná_ logos y como la Magnífica no falta jamás en casa de familia piadosa. ( \' a 1 d i z á n — IM a il d -o n a d o : r. p, 15) . ALMEIDA M. VICTOR DE— Far¬ macéutico — (Biog.) — Figura en la “Relación” oficíail de la Facultad de Me¬ dicina de Lima de 1916. Propietario, en Lima, de la Botica ‘‘Im Humanita¬ ria,” establecida en la calle de Naran¬ jos. lALmEPUARA BUTLER FRANCIS¬ CO — -Médico — (Biog.j — N. Mo- quegua 1850 de L u c i a n o y N i_ colas^ Butil-e r. — ALimno dis¬ tinguido de la Facultad de IMedicina de Lima, que le hizo ofrenda, de sus mayo_ res premios, la contenta de Bachiller en 1869 y la de doctor en 1873. Médico y doctor en Medicina en 187 4. — Dedica¬ do a i]i?( espe claridad pediátrica, el' doc¬ tor Almenara es el fundador, en la Facultad de Medicina de Lima, de la Cátedra de Pediatría y su Clínica (1896), que formaba parte, hasta aquel entonces, de un curso único con ©1 de Obstetricia. Con breves intervalos de tiempo, debidos a lias misiones desempe¬ ñadas por el Dr. Almenara en el extranjero, ha desempeñado la dicha cátedra hasta el año de 1919, en el cual hizo abandono de la docencia e inició su expediente de jubilación. Maestro entu¬ siasta y estudioso, el doctor Alme¬ nara fué el fomentador de las ac¬ ciones pediátricas de sus discípulos y un cultivador fervoroso de su especialidad. El doctor Almenara ha represen¬ tado al Perú en ©I Congreso Científico de Mo-ntev'ideo ( 1907) y en eüi de Bue¬ nos Aires (1910) — Miembro de la Sociedad Médica ‘^Unión Fernandina” de Lima, presidió dicha institución, apor¬ tando a la labor de ella el contingente de sus entusiasmos, de su laboriosidad y de su competencia. — Miembro de la A- (Cademia lábre de Medicina y de la A- cademia Nacional que reemplazó a 'ta anterior, en ambas instituciones colabo¬ ró vigorosamente en la obra ilustrativa de los poderes públicos en asuntos de orden médico. F1 año de 1 90 1 fué eleva¬ do por sus compañeros a la presidencia de la Academia Nacional de Medicina. Ijlamado el año de 1899 al desempe¬ ño del Ministerio de Fomento, desde di_ cho alto cargo concedió preferente aten¬ ción al estudio de los problemas sanita¬ rios y colaboró en eil ilustrado gobier¬ no dal señor de P i é' r o 1 a a las excelentes iniciativas que caracterizan aquel período de nuestra historia repu- b’icana. — ílntre otras importantes la¬ bores médiiicss ilileviadas a cabo por ©1 doc¬ tor A 1 m e n a. r a se cuenta la co¬ misión de estudio de un hospital en la provincia de Huarochlrí, que llevó a cabo el año de 1895, marchando a aquella provincia en compañía dell lingeniero don M a. n u e 1 A. Viñas, del sulF prefecto de la prov.lnc'a y del médico titu¬ lar de la misma, doctor Errequeta. — El doctor Almenara B U't 1 e r, que el año de 1916 fué presidente del Comité Peruano deil Congreso del Niño que ese año se celebró en M ontevidieo'; es miembro de varias instituciones cien¬ tíficas y lo es, (asimismo, de la Sodile- d?d Geográfica de Lima. ^ Bibliografía : Publicaciones en ‘‘La Crónica Médi¬ ca” de Lima: 1 — Curación de las heridas, 1884. 2 — Erisipela producida por la tintura de árnica, 1 884 . 3 — Asistolia y su tratamiento. 4 — (Legiones arteriales de las extremi¬ dades, 1 884 . 5 — Herida penetrante de vientre por fractura de la 9a.. costilla, por disparo de una escopeta cargada de municiones. Peritonitis. Bronconeumonia consecuti¬ va, Curación . 1 884 . 6 — Cirugía Militar, 1884. 7 — ATelena fulminante palúdica., 1884. 8 — Afasia palúdica, 1884. 9 — ^Heumatismo poliarticular agudo seguido de endocardiitis, neumonía, pleu¬ resía izquierdas y de lesiones vallvulia, res cardioaórticas. Curación, 1884. 10 — La vacuna forzosi, 1885. 1 1 — Matucana como estación de tísi¬ cos y tuberculosos, 1885. (189 i 3 _ Ileus nervioso, neurailgía ciática en los diabéticos, prurito, 1885. 14 — Difteria sin angina, 1884. 15 — Eli cólera, 1887. 16 — Bancos de las Escuelas, 1887. 17 — Paludismo pernicioso localizado, 1887. 18— El cólera, 1888. 19— El doctor Viault, 1889. 20 — La Beneficencia de Lima y sus establecimientos de caridad 1889. 21 — Contribución al estudio etiológico de los vómitos dncoerclbles die la pre¬ ñez, 1889. 22 — La tenia y la anemia en Lima, 1889. 23 — El titulado helmintólogo Gaste- lllanos, 1889. 24 — ^La fiebre amarila, 1889. 25 — La asistencia médica de los en¬ fermos pobres, 1891 . 26 — Servicio sanitario municipal, 1891 . 27 — La curación antiséptica en Obs_ tetricia y nuestras profesoras de partos, 1891 . 28 — Reglamento de Hospitales, 1891. 29 — Médicos americanos, 1891. 30 — Establecimiento , ei’ectroteirápLo en Lima, 1891. 31 — La viruela, 1891. 32 — La nueva era de la Facultad de Medicina de Lima, 1891. 33 — La medicinia militar, 1891 . 34 — ^Climatoterapia de la tisis pulmo¬ nar, 1895. 35 — Informe del Delegado de! Perú al Congreso GienCfico de Montevideo, 1907. 36 — De la fiebre, llección inaugural dcl curso de Pediatría, 1908. Publicaciones de la “Gaceta Medica” de Lima: 37 — Historia de una nefritis arenillo. sa, 1876. 38 — La fiebre epidémica reinante, 1877. Publicaciones en el “Monitor Médico” de Lima: 39 — Litiasis renal, 1886. 40 — Asistencia Pública (informe en collaboración con los doctores Cons¬ tantino T. Carvallo y Ri¬ cardo L. F 1 o r e z) 1890. Publicaciones en la “Gaceta de \os^ Hospitales” de Lima: 41. — Lección inaugural del curso de; Pediatría, 1906. 42 _ Protección de La infancia (tra¬ bajo presentado al HI Congreso Mé_ dico latino ameriacno), 1907. 43 _ En la fiebre tifoidea de forma meningoencefálica, el tratamiento por la balneación es insuficiente, 1909. Publicaciones en el ‘‘Boletín de La A- cademia Nacional de Medicina de Limar 44. — (Saneamiento de Lima, 1903. Trabajo presentado al Congreso Mé¬ dico Pan Americano de Lima.: 45. — Moderno concepto sobre la pato¬ genia de los trastornos gastrointestina¬ les del lactante (Actas: vol. III) . ALIVIEI\iARA IRIGOYEN GUILLER mO, _ Médico — (Biog.) — N. IJima, 1890, del doctor Francisco A 1 m e n la. r a B u t 1 e r y de E L ly i r ai I r i g o y e n. — Alumno de la Faciilitad de Giercias de la Univer. sMad de Lima en 1906; bachiller en- Giencias Natimles (23 de octu¬ bre de 1911); su tesis “Gonstribu- ción al estudio de los anticuer-- pos y al origen de las precipiiti- nas”; doctor en ^Ciencias Naturales (2 de junio de 19'l2) ; su tesis: “Al., gunas consideraciones sobre las cuali¬ dades nutriti.vas e higiénicas de la le¬ che en Lima”. — Alumno de Medicina. en 1908; bachiller el año de 1915, sristentaindo por tesis una titulada: ^“A- natomía patológica de las Gehismanla^. sis dérmicas”; médico en 1915. — Ha¬ biendo iniciiado sus prácticas de Labo¬ ratorio en el establlecido en eil Hospl. tal “Dos de Mayo” de Lima por el profesor O s w a 1 d o H e r c c 1 1 e s el doctor Almenara ha cultiva¬ do esta especialidad médica, habiendo' emprendido el año de 1917 un viaje de' perfeccionamiento profesional a la Re¬ pública Argentina y a .aquelila del Bra¬ sil. En ambas repúblicas dejó el doc^ tOT Almenara una muy buena impresión por su laboriosidad y com¬ petencia en los institutos científicos en que Le tocó actuar. — Jefe detl labo¬ ratorio de Investigaciones biológicas de lia Asistencia Pública de Lima ,ef 190) / rHoFKsou Doctor Guillermo Ai.m »:nara año de 1915, fué nombrado por ila So. ci'edad de Bei eílcencia PúbiHca de L'm', Médico jCíe del laboratorio anatomo- patológico dil Asilo ‘‘Víctor Larco Hc_ rrera'’, cargo quie desempeña en la ac¬ tualidad. — El año de 1919 el doc_ toa A íl/ m e n a r a , fué encargado por lia Dirección de Salubridad Púbili_ pa de combatir la epidemia de fiebre amarilla en aquel entonces /desarrolla, da en b^ullana , Después de cuatro me. ses de laibor activa y acertada, el doc¬ tor Almenara abandonó aque. maríiasSs de(l dermis (Gom. al V. Con. greso médico llatlino americano), en “Crónica Médica’, , Lima ,1913 y “Tra¬ bajos y actas del Congreso Vo!. V., p. 301 . 3. — Tesis del bachililerato en Medi¬ cina, en Crónica IMédica, Lima, 1916. Imp. del‘1 Centro Editorial, Lima, 1916. 4. — Lehismaniasis y Blastomicosis en a ha entrado a formar parte del per_ sonal técnico del Instituto Nacional de Vacuna ^ y sueroterapia, en cali: dad de jefe de la Sección Súeros. Catedrático de Química General en la Facultad de Ciencias de la Unliversidad de Lima., en 1922. ^ Bibliografía •* 1 . — Elogio de Garrión, ^en ‘‘Cróni¬ ca Médica” de Lima. 1912. 2. — Tratamiento médico de las lehis. cas del hígado en la Tripanosomiasis americana (enfermedad de Ghagas) Com . al Congreso de Hcgiene y Micro.! biología de Río de Janeiro. ‘ ALIVIEN ARA IRIGOYEN JOSE FRANCISCO. — (Diog) . — Herma, no del anterior. N. Lima, 1885. — A. lumno de Medicina en 1902. , No siguió los cursos de IMedicina, carrera qeu abandonó para dedicarse al comiercio . ALWENAVAS JOSE — Médico — (Biog.) — N. Lima 1833; IMédiiico |en (191 lo. de mayo de 1858 y doctor en Me¬ dicina en 1862 (3 de junio), susten¬ tando por tesis un estudio relativo a la terapéutica de '’a disentería. Inter¬ no dííll doctor R a f a e 1- G r a u en el Hospital de Santa Ana, Médico auxi_ llar del Hospital de San Andrés (1858) y Médico tlitular, después, 'dial, mismo esta.bleci miento hospitalario. Vive vida Intensai en Lima la tradición de los a- cieríos . profesionales del doctor A 1 _ m e n a V a s y la die su dedicación a la asistencia de los numerosos enfer. mos de su clJentela. Desempeñó el, doc¬ tor A 1 m e n a V a s, entre otros cargos, el de Cirujano Mayor de Ejérci¬ to. , — En el periodismo médico actuó, con líaborios'idad y entusiasmo, en “La Gaceta Médica de Lima”, órgano éste de la Sociedad de IMedicina, en cuya Junta Directiva ocupó el doctor ,A 1 m e n a V a 9 G cargo de Secretarlo . — 5,nctlma de una afección cardiaca, falllecfó, en Lima, el año de 1888. B i b 1 1 o g r a f í a : 1 . — Terapéutica de la disentería! en ‘Híaceta Médica” de Lima, 1858, p. 279. 2. _ Informe sobre la memoria reila- tiva a lid disentería presentada por el doctor P r ó, en “Gaceta Médica de Lima, 1861, p. 1861, p. 123. 3. _ Un caso raro de doble remiten¬ te, en “Gaceta Médica’ de Lima, 1861, p. 157. 4. — Podredumbre, en “Gaceta Mé. dica de Lima”, 1861, P- 157. miVSEr^DABIS JOSE H. _ _ Alum. no , — Biog.) N. en Gajamarca el año *de 1893, hijo de don José A 1- mendaris y doña M ande i!) a Rodríguez. Se linscribió en ’.a matrícula de Farmacia de la Faci'dtad de Medí ciña de Lima el año de 1911. ALMEIMDRA DE TIERRA— (Bot.) — “El Cyperus escuji, en..* t u ;s, llam.ado vulgarmente a 1 m e n- d r a d e t i e r r a, tiene un taf^b tñiaínguiar en cuya parte inferior se ha¬ llan las hojas que son planas o lii-gera. mente acanaladas y ásperas al tacto: las flores están dispuestas en umbelas, que tienen un involucro formado por ciatro o seis brácteas: las raíces de es¬ to planta están termmadas por unos tubérculos de formm ovoidea, del volu¬ men de una avellana , y que contienen una gran cantidad de fécula; por esta razón se cultiva esta planta para em¬ plear sus tubérculos como alimento o bien para preparar una emulsión de sa¬ bor miuy agradable” (G o 1 u n g a: Bo- tániica, Llmja, 1878, 11, p. 103). ALMENDRAS DE CHACHAPO¬ YAS (Boí. I - “Pero en razón de almendras, y aun de fruta cuaL quiera, todos los árboles pueden ca_ ¿'lar con las almendras de Ghach, apoyas, que no Ies cié otro nombre. Es l)a fruta más deifica¬ da y regalada, y más sana de cuan¬ tas yo he visto en Indias. Y aun un mé¬ dico docto afirmaba, que entre cuan¬ tas frutas había en Indias y España» ninguna iiegaba a la excelencda de estas al mendras . Son memo-res que /as de Gastllila. Son muy tiernas de tom.er, de mucho jugo y substaincia, > como mantecosas y muy suaves. G rían se icn unos árboles a It' simes, y de grande copai' y como a cosa pre¬ ciada la naturaleza les diió buena guarda. Están en unos erizos álgo m.iaiyoires» y de más punías que los de car'ísiñas!. Guando están estos erizos secos, se abren con flaciUdad, y se sa¬ ca el gramo. Guentan que los micos^ que son muy golosos de esta fruta, y hay copia de ellós en los lugares de Ghachápoya'l djel Perú (donde solaj- mjente sé que hiaya estos árbciles)» para no espinarse en el erizo y sa¬ carle la ialmendraf. arró jaulas desde filo lalito del árbol recio en das piedras, y quebrándolas así, lais acaban de abrir, y coitien a pliacer do que quie_ ren” ÍA c o s t a, L 250) — “Es fia médulia de estos erizos una pepita tres tantos mayor que lias almendras comiU-nes, muy bi’jan’^'ai, tierna, jugosa y suave; son, leti suma estas lalmen- dras l'á fruta más delicada, sabrosa y sana qué yo he comiido en las Indias; las cuales, como cosa muy preciada se suelén enviar en presente de la pro¬ vincia de Ghachapoyas a esta aiudad dé Lima; y confitadas, no hay coiliau c'ión tan reliagada que con é’dais se pueda compara r (G o b o, 11, 61, 192) 62) 11 Se traía de I-a ‘‘Garyocar amyg_ daliferum', .Alutis”, que es canocóda en el Perú con -'¡os nombres vulgares de Almendrias de Chachapoyas; Tram¬ pa Ruru (en Keshua)), Ayecoe (en e'l dlialed o de los salvajes del: Putii- mayo) . Cunta. Bimi (en diialecto Pa¬ ño) . Indígena die la América tropi¬ cal, encomtrándoseile silviestre en los mei| fuaves y mantecofas crianfe en Arboi'.es a/iti fimos; eftan en Ebizos, maí'iores y de más puntas que lljos' de las Cafíañas: los micos, para no ef- r'narfe las arrojan sobre las piedras cuaíndo eftau fecas y las abren y co_ mcn.” I Las almendras de las que ha_ l'an los anteriormente citados historia¬ dores con, indudablemente, aquellas de Ai-mkxdkas de Chachapoya^'. — Frutos de «Cakyocak amigdaeiferum, Mutis» ( L)e V a ldizáx-jM a UDOiN ado) bosques peruanos, principalmente en ilía hoya amazónica. Son las ‘‘almen¬ dras de Chachapoyas” de que habla Antonio de Herrera (Histobia de los hechos de los casíd- lilanos en ios islas y Tierra fórme de e)l I\Iar Oceatno, Madrid)- quien las describe del modo Siiguíente: “maio_ res que las de Caftlira, tiernas de co_ que nos ocupamos . | Que los antiguos peruanos utiu.zaron estas almendras está fuera de duda; pues en eil: Keshua tienen nombre propio y muy signifl/ca- tivo y consignado en los más antiguos voeabulairios keshuasl publlitcados . | S a f f o r d (Wiíll'iiam Edwin S a f- f o r d: Food plants and Textiles of anrüent lAmerica.- en “Proceedings of (193 the Nin&teenth Intemational Congriess of lAmericanists, Washington» 1917) cree que tel fruto procedente de las tumbas die Ancón y ooilectado por Hen- 'ry M e i g g s ( U. S. National Miíseum) corresponde a esit'a especie y que un huaco (vaso funerario) proce- dente de las tumbas de Ghiimbote y co¬ lectado por Zabaileta (Flieild Musieum of Nalturail History» N“ 100137) re¬ presenta a este fruto . Hemos exami¬ nado con sobrada atención ¡los diibujos publiicados por ¡S a f f o r d y aun¬ que este autor es serio, la verdad que el dibujo diel fruto corresponde a otra especie del género “Garyocar”; y en ouiainto al dibujo del huaco, parece éste no representa frutos de este gé¬ nero botánico . I Diego de T q- r r e s (\ ocabuOario de la ilengua Quichuiai) consi gna en su vocabulario Kesbua la voz ‘^Tampa” para desiignar a A'as “allimendras de Indias” y D i' ©_ g o G o n z á il le z H o il g u| f n consigna las voces Tampu Ruru para desiignar a las mismas almendras. Las frases “ttampa lampa urna” (La gre_ ña o el de efpefo^ oabeOlo fin peyna/r) ; Ltampa hacha (Arbol muy enramado o no podado) ; Tampapacharian (El ^def- greñatí'o) y la voz “Ruru” (Fruto de árbol,, según G o n z á 1 ez H o L g u f) n) nos dan la etimología de ‘‘Tampu Ruru”, que significaría íirite. raímente: “fruto enramado o desgreña¬ do” significando con lesto que bl fru¬ to está cubierta de numerosas y lair- gas espinas; el estudio elliimcriógico de las voces “Ta.mpu >ruru” nos prueba que las “almendras de Indias” son las a.mendras de que nos ocupamos . | A_ píicaciones : El fruto es empiieado en la región de Icr bosques, como alimento” ( V a 1 d i z á n-M a 1 d o n a d o : La IMedicina. Popular Peruana, tomo IL p. 252 3 254) . ALMENDRAS DE LOS ANDES — (Bot.) — ‘‘Hay otro género de icocos- que no dan esta médula asi cua¬ jada, sino que ti ere cantidad de unas como álmendra'', que están dentro, co_ mo los granos en la granada: son estas almendras mayores tres tanto que las almendras de Gastí'lla: en el sabor se parecen: aunque son un poco más re- oids» son también jugosas o aceitosas; son de buen comer, y sirven se de ella a falta de almendras para regalos ^co- mo mazapanes y otras cosas talles . Llámanlas almendras de los Andes, porque se dan estos cocos copiosa¬ mente en los Andes del Perú; y son tan re Cilios, que para abrir uno es me¬ nester, darlle con piedra muy grande, y buena fuerza. Guando se caen del árbol y si aciertan con alguna cabeza, la descalabran muy bien. Parece iin_ creíble qüe en el tam.año qué tienen, que no son mayores que esotros co¬ cos. a lo menos no mjucho, tengan tan¬ ta multitud de aquellas al me nd ras” (A c o s t a., I, 250) . \ ALMENDRAS GARRAPIÑADAS — (Bromaiclog) — “Una libra de aL mendras se remojan en agua caliente y se pelan; Idego se tuestan al horno, hasta dorarlas sin quemarlas . | En una cacerola se pone una libra de azúcar con una cuchar adita de esencia de valnilila y medio vaso de 'agua: déjesele acaramelar teniendo cuidado nde que no se queme; para esto es mejor el fuego lerto . I Sobre una mesa téngase ’^rc- parado de antemano un poco de azúcar en polvo, bien cernida y mezd’ada con polvo de canela. Guando se hace el ca¬ ramelo'. a ésite se le echan dos cucharo_ nes de goma en polvo, deshecha en a- gua caliente. I Se separa del fuego y con toda rapidez se echan las almen¬ dras las cuales se revuelven ligera¬ mente y se toman una a una mojadas para revolverlas en el azúcar en polvo; hecho esto, se obtiene que cada almen¬ dra esté envuelta en un riquísimo cara¬ melo y cubierto de azúcar con canela” . (Lecciones de Gocina escritas por una r meña. Limiai Imp . del Estado. 1919. p. 248) . ALMENDRO _ (Bot.) — “Amyg- drrus communis, L _ Sinonimia: AL mendro. Arbol de hojas oblongo lanceo¬ ladas y aserraditas; flores sollitarlias cen ríos cabrees acampanados; fruto o- vóideo comprimido y tomentoso. — In¬ dígeno del Africa, Gomprende algunas varredadeS' siendo las principales la variedad Am.ara y la duilcis. Se eptiva en la provincia de Urubamba (Departa- 194) jnento del Cuzco) — Apllioaciones: ■Sus frutos comestibles suminiistran un aceite muy estimado en las farmacias para hacer emu'lsionies, horchatas, etc. Sus ailmendras bajo Ha influencia del agua dan ácido cianhídrico y un aceite voMtiíl que les hace emplear como cal¬ mantes y lantiespasmódücos (F o r t u- n a tio L. H e r r e r ai: Contri¬ bución a la Flora del DepaTtam^ento del Cuzcoi.” Cuzco 1921, p. 132). 1| r u n u s A m y g d a 1 u s, Sto- kes; var: amar a Baiillon. Hist. E)1 ailmendro fué introduciido en el Perú pOT los Españoles; el Padre Cobo ya hace mención de él. Ap.: El aceite de almendras además de los usos ordi¬ narios, se emplea, ligeramente ca'len- tcdo en paños- en los hemorroides”” (Y a 1 d i zán-M a 1 d o n a d o: La Aledidina Popular Peruana, II, 171) . ALIVIOGUEFA JUAN DE — (Biog.) — El Ilustríslmo Arzobispo de Lima D. Juan de A 1 ma¬ guer a (1606-1676) . — Desempa¬ ñando este prelado el Obispado de la diócesis de Arequipa “en el hospital) de una sala de bóvieda de cantería”. El Saín Juan de Dios fabricó a su costo lector hallará la biografía del Ilustrísi. mo A 1 m o g u e r a en el Díiccio- nario Histórico Biográfico dellí Perú” •del señor M e n d 1 b u r u (L(i(ma. 1874, I, 171). ALMORRANAS. — (F. 1.) — ^‘Hemorroides; compréndese bajo este nombre la hemorragia que se verifica por la éxtrem.idad del intestino recto y lo'S tumores particulares que se forman cerca del orificio” Domínguez: Diccionario, I, 96) || El término da¬ ta de íla época colonial y se conserva en .la ^actualidad en el elnguaje fami¬ liar. En el vulgo nuestro existen al¬ gunos prejuicios respecto de las d’ímo- rranas que se coriiSidera debidas a la mala costumbre de ocupar aslientos i ca¬ lentados por personas que 'los hayan ocupados anteriormente. Un refrán r'<^ntribuye .a establecer este origen •^•'Asiento caliente m de tu pariente”, en va creencia contribuye a explicar el miedo que existe de ocupar un asiento ícaliente. También cree el vulgo que 'las almorranas constituyen un exponen¬ te infalible de hábitos de homosexua¬ lidad pasiva ^y a mérito de esta creen¬ cia los hemorroides son considerados como una afección vergonzante. ALOE AMERICANA _ (Bot.) — Ver lia palabra: “Maguey”. ALOJA — (Bromato'log. ) — “Be- bHlda ¡qiue se compone de agua, müel y especias” (Domínguez: Dic¬ cionario, I. 9 7y-— Refiriéndose a la aloja dice t i co. mr Hipólito II n a n u e: ‘‘El agua es la base de las bebidas comipuiestas . El número de aloxas o bebidas no fermentadas que, con el título de tisanas, horchatas, guindas, helados, etc . , se expenden en Liima, es, en el estío- muy considera- bfle” (Observaciones sobre el clima de Limia>” Madrid, 1815) . — Las alojas tuvileron el genera'lizadísimo uso a que hace referencia e*! doctor Un a n u e y buena prueba de este hecho y de la importancia ,que le fuera concedida en la Lima colonial es icU tratado acerca de ‘‘las propiedades de ,1a aloxa” que es¬ cribió ^y publicó en Lima don F r a n- cisco de Figueroa , (Ver este nombre) . Las t i s a n e r í a s _ ^así (’ilamiaron a los estabóeclmrenTs de venta de tisanas — fueron muy nu¬ merosas en Lima antes del estableci¬ miento en esta ciudad de los primeros Cafés. La última de estas tisanerías estuvo establecida en Lima en la ca¬ fe de Galllinazos y fué clausurada en_ tre los años de 1906 a 1908. ALONSO RICARDO — (Biog.) N. Montevideo (Uruguay) 1871, de Juan e Ignacio E c h e z ai- r r e t a. Alumno del 2° año de Me¬ dicina en 1897. ALPACA — (ZooY) — “Alpaca-. Ca .m e 1 II US P a c u s o Paco, ani¬ mal cuadrúpedo de los Reynos del Pe¬ rú y Chile; es especie subalterna del géniefo del Camello, a quien se pare¬ ce. sólo que es menor y de figura más bien forme.da: tiene eli cueiTo largo, la cabeza pequeña, sin cuernos, las ore¬ jas medianas, los ojos redondos y gran¬ des- Ja barba corta, el labio superior más o menos abierto, y las piernas (195 de más altura que la que le corres, poíide lai su volumen, ¡los p^es b^iparti- do.s> lia cola , corta, y eái pelo .largo a. ! jof) b, O para Uñarse aligo más vas¬ to que el de da vicuiña; en lias partes de la generación también se asiemejan al macho y ^la hembra al camalílo y en su estructura no difieren tampoco; tie¬ ne 4 ventrículos como animal rumpian. ite, el segundo contiene entre dos memoranas de que se compone una por¬ ción de cavidades destinadas a deposi¬ tar el agua. Este animatl s.e , domestica también cO't’l el camelVO’ y sirve para ildeviar carga de cuatro a cinco arrobas» incOnárdose rar reoibiria, y descar¬ garla; % configuración de su uña y el espesoír de la 'Lana no permite poner- Je herraduras ni aparejo; andan muy despacio; pero su paso es muy firme y seguro aun por* camlinos escabrosos. Sin embargo de tantas cosas como .lo caracterizan semejanite all Gamelílq, tie¬ ne otras pecuó aires que le disitinguen, porque, como destinado a - vivir entre n eves y hiie'os de la cordilílera, les dió lia natuaileza como a los cuadiitúpe- dO'S de las tierrais polares abundancia de ^ grasa entre la piel y lia carne» y de sangre en las venas» 'la cual les produ¬ ce un calor capaz de resistir líos más intensos fríos y el exceso de grasa im¬ pide que el calor se exhale. En sus ventrícurbs se forman piedras bezoares más o menos finas; tienen la mandíbu¬ la inferior como dll camello, guarned- dia de seis dienites inidsivos, de dos caninos y varios molares; pero en la superior no tienen caninos ni incisivos, por lo cual parece de diverso género, tere 1?^ orejas ounltiagudas y más bLen hechas que -al camello, la nariz simple, el cudillo reoto y proporcionado la cola hermosa y giuarnecida de pelo lliargo, sua¬ ve y semejante a Ha lana; su voz se parece a'l relincho del caballo; cuando se irrlitan no se valen de dos pies, ni de los dientes para vengarse, sino de la saliva que arrojan all qu/e les molestai. Algunos creen que ésta' es corrosiva y causa pústulas, pero es falso. M fin del verano están en zelo y se enifiliaque- cen y pierden mucho pelo; antes de jun tarse effi macho y la hembra están mU- cho tiempo desalivando, quejándose y dando vueltas como locos; lia hembra está preñada seis meses; tiene solo dos pechos pero muy abundantes de leche . Los Indios dicen que viven hasta 30 años y empiezan a engendrar a, los tres,. Lo mismo que hemos referido sie debe entender, aunque con cortísima varie- dadi, del Guanaco y de la Llama. En el Perú se llaman “Carneros de la tie¬ rra” (A 1 c e d o: Di colon ario., V) II “La Alpaca o Paco ( Auchenia¡ Pa¬ co) tiene ©1 pelo muy -largo, principal¬ mente en el cue’Jlo, fias espaldas» el dor¬ so» los lados del cuerpo y los muslos t estos pelos son de un color bruno fla¬ vo, semejiam-te en su aspecto a los de ¡las cabras deJl Tibet y son muy estimad os¬ en el comercio, donde se conocen con el nombre de lanas de Aipaca” (G o - 1 u n g a: Apuntes de Zoología”, en “Gaceta Gientífica”- I, 246) j| Debe¬ mos agregar que el nombre dado por A d' c e d o de “carneros de la tierra’^ ya no se empVa . Y debemos agregar también que la brutal expilotación de la ■alrrra ha ^disminuido y en mucho il'a existencia de tan predioso habitante de' nuestros Andes. ALPISTE _ (Bot) — “Phalaris canariensis, L. — ^Sinonimia: All'piste 'Tflio de cuatro a cinco decímetros de longitud; ala de ela quiffia ancha; inflo- resicencna ovóidea. — Ind'gena de Eu¬ ropa donde se cuiltiva en mucha abun¬ dancia. Gúltivado en el! Departamento' (del Cuzco) en muy pequeña, escala. — inaplicaciones: Suministra un buerr forraje y sus grauos sirven para alli. m.ento de pájaros” ( E o r t u n a t o L. H e r r I© r a: Gontribujción a la Elora. dell Departamento del Cuzco» Cuzco, 1921» p. 37) ALQUEQUENJES — (Bot) _ Hemos haiTado citados los Allqueqiuen- jes en el Inventario de la Botica del Collegio de San Pedro practicado en Lima ^1 año de 1771 — Tal vez se ha¬ cia referencia all P h y s a 1 i s AL k e k e n g e. L. de la familia de bs Solanáceas o Capulí cultivado de Europa, dal cual dice G o ,I u n g a.: “Planta de talla herbácea, de hojas o- v.^lcs deltóideas, agudas, adelgazadas hacia el peciolo: el fruto es una baya: de color rojo escarlata» envuelta por ei 196) cáíliz vesiiCU’Loso . Los frutos y las se¬ milláis de esta pilanta se han empleado en otro tiempo como diuiréticas y sie. dentes y en algunas partes de Europa las empliean principalmente con este ob¬ jeto” (Botánica» Lima, 1878, IT d 350) ’ ^ P- ALQUIMILLA — (Bot) — En el Inventario de lia Botica del Colegio de San Redro, practicado en Lima el año de 1771 hemos hal'iliado ditado el nom¬ bre de este vegetal. Cabe (la supo-sielón de haberse t^p^ori.o de alguna vaTiedad ddl género A 1 c h e m i I 1 a^, Tourn : -la A . V -u II g ,a r i s, Ha A. a (I! p i n a» la A. a r V e n s i s, etc En la ac¬ tualidad se da e! nombre de Alquimilla a .a pHiauta conocida con -el nombre de Lié de I e -o n . ALQUITARA — (F. ] .) —Nom¬ bre collon'ia'I del Alambique. ‘‘Pasados por aiTqudtaira” se decía de -os produc¬ tos sometidos a la destiDacEón . tAiLSO'LA JOSE — Sangrador — (Biog.) — íSóilo hemos haLado el nom¬ bre de este modesto profesional que ejercía en la Ciudad de las Reyes u- na de las prácticas comprendidas den¬ tro del programa dé Ha ‘‘Fiiebotomía”, en la “Relación” de erogantes para tl'a obra del R . Colegio de Medieiína y Ci¬ rugía de San Fernando de Lima, ¡ein eil ano de 1808. A 1 s o d a figura en dicha rejación con e'J tjf tullo de Sangra¬ dor del Real Hospital de la Caridad de Lima y figura como, habiendo hecho un donativo de diez pesos para la obra menciionada. Eli monto dlel! donativo- en^^ relación a los hechos por (los demás fle¬ bótomos, atestigua una cierta hoHgura e_ iconómica, en A 1 s o ll a, o, como pu¬ diera ser también, una dierta prodigali¬ dad . ALTAMISA _ (Bot) _ “La Alta¬ misa se produce en Cos valles y en todo temple de (la siierra hacen usos de ésta para baños de pies, con que curan las constipaciones: aplícamila también a las mujeres para facilitar líos partos, toman¬ do el vaho de su cocimiento. Asienta D i o s c ó r i d e s que tiene la virtud de desopilar ta imadre y deshacier la piedra” (L e c u a n d a: Descripción de Trujillo, en Mercurio Peruano, Lí' ma/' 1861). II “La Ambrosia peruviana^ planta de taillo derecho con 'las hojas inferiores bipennatífidas ; las flores en racimos terminales solitarios. Esta es' pecie es -indígena deill Perú y se halla en Has 'inmediaciones de Lima, donde Qs- conocvda con el nombre vulgar de Alta- misa y generalmente la icmplean para baño de pies ( C o :1 u n g a: Botánica, 11, 429).|,| “Ambrosia peruviana, Will”. — Sinonimias: Altamisa, Maro- ju, Marco- Maleo — Arbusto de tallo de¬ recho con lias hojas inferiores bipiennatí' fidas; lias flores en racimos terminales . Poda la planta exhala un suave perfu^ mjD, Fliorece en enero. Area geográfi¬ ca: Perú y Boflivia- Depairíamentos de Gajamarca y Cuzco (provincia de Quis.. picanchi, Huasao, 3200 metros) _ A- piieadionest Macerado- en alcohoil se usa contra el reumatismo; -m, picado gene, raímente para baños de pies” (F o r- i u n a t o L. Herrera: Gontri- buición a la Flora delt Departamento del Cuzco, Cuzco- 1921, p. 214) || La A n t a m i s a fué recomendada, en -eil tratamiento del nenmatismo, por el úoc_ doctor C 1 e ó m e d e s B il a n c o, a lia Sociiedad de Medl'cina de Lima el 29 de enero dé 18(53 (Gaceta M/édriea de Lima- 1863) . || — ^pl Padre Coba menciona da sillvesti^ de Lima. Según ell Padre S a n j i n é s, el znmo del marco era una de las substancias emplea¬ das por los Incas para la conservación de dos cadáveres.) — Aplicaciones: Las hojas -soasadas en fricc^iones, en los dolores reumáticos- en los calam¬ bres y en “e’ áire” (Arequipa y Hua- raz): la tintura en fricciones en el tra_ tamiienito del reumatismo; el jugo de la-s ramas para desirritar los hemorroides externos (Arequipa) ; (el lugo frito en aceite de almendras, aplicado sobre el vientre en ell tratamiento de los “dolo¬ res de barriga” (ArcjuipaO ; el juga mezéiado con grasa de cerdo constiituiye rra pomada empleada para desirritar dos pies (Arequipia) ; ell) cocim'ento ds altamisa mezclado con da orina humana fuertemente fermentada se emplea para lavar el cabello para, combatir el “‘aire”’ ' (Apurímac) ; la tintura de altamisa, mezcriada a huaco, coca, romero- neta' ma y arrayán, es usada como .antirreu- (197 jnáticai (Arequipa) ; las hojas son usa_ 4as en las hinchazones (Loreto) ; el cocimiento praa baños de pies, con el objeto de ‘‘que baje el arrebato” (Are- 1 L sala y en el cual se anota la mediica- ción que debe seguir cada enfermo . Es¬ tá destinado a La Religiosa asistidora de la salla y está impreso con una serie de Altamisa. — «Ambrosia peruviana, Will» (De Valdizán-M aldonado) quipa) ; como antiséptico (Huaylas) — (Va Id i z á r - M a 1 d o n a d o : La Medicina Popular Peruana, II, 348) altea — (Bot. ) — Véase la pala¬ bra “Malvavisco”, nombre con e,l que es generallmente conocida la allltea» cuya ”a.7 infu.. vida en leche es un remedio casero en el tratamiento die' las afeccio- dcl cparato respiratorio , La a^hea en cocimiento fué empleada al in¬ terior, en e)l tratamiento de la blenorra¬ gia ( J . Manuel D á v a 1 o s) . ALTERNA _ (Bist.) — En nues¬ tra organización hospitalaria se lleva en caati sa’a de Hospital, diariamente, dos documentos comprobatonios de la visita médica; el “Recetario” que, generalmen¬ te es llevado por el alumno externo de rayas que permiten separar las apljica,-; ciones tópicas de aquellas al interior y, dietéticas. El otro documento, destina¬ do a ser enviado a la Botica del Hospi¬ tal, se lllama “Estado de Botica” y en él se anota las fórmulas medicamentosas^ que la Botica debe preparar y se especi-4 fiica el número de enfermos a quienesj taljes medicamentos deben ser adminis-j trados. En este “Estado de Botica”^ hay las siguientes secciones: una titula- 1 da ‘‘Alternas” está reservada a aqucMosj medicamentos que deben ser administra-j dos ál enfermo tres veces al día: maña¬ na tarde y noche. Otra seccíión 'titula^ da “Statim” está destinada a l'os medi¬ camentos que deben ser administrados en una sola vez o con cierta periodici-^ dad': cada hora, o cada dos o tres horas; ' 198) ^ 31, pues- en esta sección titu/Iada “Sta- tim” se anota ios purgaintes y 'lias po¬ dones. Otra sección tütuilada “Genera- fies” está destinada a anotar los remedi'os que deben ser administrados al enfer¬ mo en Illa noche y en l!a mañana o en la noche so/’Jamente. Otra sección está des¬ tinada a 'las apiLi'oacioines tópicas o exter¬ nas. Uina ' úiltima sección, ¡dlle 'título “Con líos alDlmentos” está Destinada a consignar aquellos preparados que de¬ ben ser administrados antes o después de líos alllmentos o juntamente con e/’fllos . Este ‘^Estado de Botica’” es Ule vado en cada sarr, por el iriierno de eilla y en¬ viado después a ia Botica del Hospitall. para su preparación. alterimanthera pulveru LEIMTA — (Bot.) — Especie indí¬ gena dell Perú, de taiTe derecho, ramoso- med'o pu'lverulen'to: hojas con peciolo cortoi. Ovales o elípticas, obtusas- ente¬ ras, verdes y puilveruíentas en la parte superior- blanquizcas en ia Inferior; las flores dispuestas en panojas piramida.- les, las flores tienen líos sépalos obtusos y veTósos” (C o 1 u n g a: Botánica, Lima, J878, II- p. 296) ALTURAS — MAL DE LAS — (Pa_ tolog.) — Ver fá palabra “Soroche”. A^LUDAS _ (Zool.) — “En aqiuie- lilas partes (se refiere a las Indias Oicci- dentales^ hay aludas, de iliai misma ma¬ nera que las hay len España; y así, se hacen icuaindo a las hormigas lies nascen las alas, y son algo menores que las alu¬ das de acá” (Hernández de O V i e d o- p- 497) . ALUMBRE — (Mat. Med.) — En el inventario de (’ia Botica del 'Colegio de San Pabilo en Lima (siglo XVIII) hemos hallllado, entre los medicamentos, el a III u m b r e simple y el alumbre quemado, muy generalmente emplead^ como astringen¬ tes y como hemostáticos'. ALUMBRE QUEMADO _ (Mat. Méd) — Ver la palabra “Alumbre”. ALUMNOS — (Hist.) _ Eli Real Collegio de iMedicina y Cirugía de San Fernando en Lima aceptaba alumnos in¬ ternos y externos. La inscripción de los alumnos en cualesquiera de dichas con¬ diciones en la matrícujla del Collegio se lilevaba a cabo en sesión plena de fos pro¬ fesores del establecimiielnito, quienes esta¬ ban encargados de calificar a^ los candi¬ datos. En los primeros años de estable¬ cido el! Collegio, debiéndose respetar iía prescripción que negaba los honores dell doctorado a los sujetos producto de cruzamiento étnico, se calificaba en dL chas juntas no sólo la preparación de líos akimnos síino también; su ‘‘pureza de sarigre” siendo esta condición indis¬ pensable para aspirar a los honores de k' bonia doctoral . Respecto a estas ca- liidades de linaje había una gran toll'e- r .ad a en tratándose de candidatos a líos estudios de Cirugía o simpiltemente a líos de F»’ébotomia, que podían ser todo lliO hum-lldes que fuesen- Lijos de esclavos incíuslve. Muchas familias aristocráticas de Lima- deseosas de “ha¬ cer algo” en favor de allgunos de sus esclavos de las apariencias de taienro, les daban faciiüidades para continuar es¬ tudios de Oruga o de Flebotomía. — Eli internado de alumnos se mantuvo por leil Colegio de la Independencia que, en él régimen republicano, reemplazó al Real Coliegio de San Fernando y la aliimentación de los ailumnos estuvo a cargo de un Ecónomo, plaza que tuvo el honor da ser desempeñada, entre o- tros , por el doctor Cayetano H e r e d i a, más tarde fundador de lia Facuilltaid de Medicina 'de Lim.a . Es¬ tos ecónomos eran- por regla general- ai uimnos de iMedicina- jóvenes distin¬ guidos en sus estudios y pobres, a quie¬ nes se auxilliaba con una renta mensiual que oscillaba al rededon de los diez pei- sos , mensuales. Circulan en Lima, res¬ pecto a esta época deil internado del Colegio de la Independencia, álgunas tradiciones: de una 'de ellas es el pro¬ tagonista, precisameinte, eíl I>r. H e_ re d i ai: parece que el Colegio de la Independenciia había) recibidjo una abundante y graciosa dotación de q u. i n u a y parece que ésta había sido ofrecida a los alumnos con peca¬ minosa asiduidad por el cocinero del establecimiento. Los internos protes¬ taron de esta frecuente presentíación de quinua en sus ailímentos; pero no tardaron en arrepentirse de su protes- (199 pues la quiinua pasó ,a ser de pla¬ to frecuente pílato únieo . La medfida resultó eficaz y ílos alumnos /llegaron a aceptar aún con agrado aqueíia qui- nua cuya frecuiencia les inspirara sé- reas protestas. Desde entonces desa¬ pareció la quinuja, definitivamente- de iios programas atlimentidios de'l Colegio. También se refiere que los alumnos de San Fernando- tal vez si en lia épo¬ ca misma de da quinua famosa, burla¬ ban a las vendedoras amburlantes de mazamorras y de champuz nei- gándose a hacer el honrado pago de sus oonsumaciones y parece que desde aqueMa época tales vendedoras exigían di pago adcílantado, pregonando dono¬ samente: “la plata por delante y da mazamorra por detrás”. _ Nosotros hemos recogiido algunas de estas tra¬ diciones en nuestra articuló titulado “Fernandinos de antaño” quie hemos pubiieado en “La Prensa” de Lima el año de i9[(3 y q e han reproducido los ‘‘Anaces de la Facuíbad de Medicina” de Lima el año de 1919 _ E(l) iinter_ nado no terminó con e! Colegio de la Independencia); continuó en vigor ya esíab'Iecvda la Facultad de Medicina y aún por líos años de 1876 a 1880 muchos alumnos, all matriculiairsq, da¬ ban como dorrt'cilio el local de la Es¬ cuela de Medicina. — Los alumnos externos del Co'l/egio de Ca Independen¬ cia nada de particullar ofrecen en su h^istoria: cilios son ila represenítación lejana de iIos actuailes alumnos, exter¬ nos todos. ALVA FiRAIVCISCO — (Biog.) — BachiiMer en Ciencias en Ha Universidad de Lima (8 de mayo de 1873) ; su tesis: '‘Constitución geoilógica de los volcanes”; Ilicenciado en lia misma Fa¬ cultad (14 de abril! de 1877); su te¬ sis: “Explotadión de un criadero metai- Hfero” ; doctor en la misma Facull^tad en la última de las fechas menoionadas- suSteritando por tesis un estudio que llfieva por título “Influencia que tienen los conodimientQs geológicos en iljos destinos de la humanidad”. lALVA ARMANDO — Médico — (Biog.) — N. Contumazá, 1881, de J o sé Lorenzo y Carme n D í a z. — Alumno de Medicina en 1901; Bachililer en 1909, presentando, al efecto, unai tesis titulada: “Contri¬ bución al estudio dejl tifus exantemáifcL 00 ”; Médico Cirujano en 1911. — El señor A ili v a fué agraciado por la Acadenáia Naoionajl de Medicina de Lima con el segundo premio “Bignon”, 'instituido el año de 1909, teniendo en cuenta -los merecimientos de su tesis del bachillerato- que es una buena con¬ tribución al estudio de la- Patología Ña¬ dí o nal . ALVA FRANCISCO _ Médico — (Biog) — Había obtenido el títufo de médico con anterioridad a'i establecí* miento de la FacLÉltad de Medicina de Lima (1856). Por tal motivo- al or^ ganiizarse lia Facultad y aü procederse a la iinscripción de los profesionailes titulados el doctor A 1 v a soAcitó y obtuvo la revalidación de sus títúlbs extraviados probabilemente- merced a la desorgatnización que reinó en el Tribu¬ na)'. del P roto medie ato y en la Junta Directiva de Medücina que fueron pre¬ cursoras de la Facultad de Medicina de Lima. ALVA ROMUALDO — Médico _ (Biog.) — N. Liima, 1849. Alum¬ no de la Facultad de Medicina de Li¬ ma ell' año de 1865. Obtuvo el títu¬ lo profesionali eil año de 1872. Vícti¬ ma de Jifina forma grave de tuberculo¬ sis puilímonar, el dodtor A I v a se trasladó a la c'udad de Jauja esperan^. do la acción benéfica del dhma y dei régimen; rodo elllo fue vano y e’i doc¬ tor A 1 V a falleció ebaño de 1884. || El doctor lA l v a, nacido en Lima, como queda dicho, el) año 1849, había hecho sus estudios preparatorios en el Seminario de Santo Teribio de su clu- d?d natal. El año de 1866, estudiante de Medicina todavía, había concurrido a), combate '/ibrado en bl Callao el 2 de Mayo- contra la flota española- hadién- dose acreedor a los premios cívicos con¬ cedidos a los concurrentes a aqueja ac¬ ción de armas y al t/tulo. que usó en vida, de Benemérito a óa patria en gra¬ do heroico. Médico de la Cruz Roja du¬ rante Iq guerra con Chile (1879-1883), el doctor A 1 v a concurrió a las des- 200) I’uoínísoK Doctor A NTONINO ALVAKADO dichadas batallan ae San Juan y Mira- flores, en las cuafes prestó abnegada¬ mente SLi concurso sari'tano.| ,Muy ca- r:ía.tivo, por razón de esla su caridad Alva, Romualdo ^ por aquc.''’a de su competencia en el ejercicio profesiotnal, su muerte, 'acaeci- ia Cuando sólo contaba 35 año.s de edad. Pué muy sentida, de cuantos tuvieron o_ Dortunidad de conocerle y de tratarte. ALVA LEON ARMANDO— (Biog) — A . Contumazá de ,A ,b e 1 í T s a b e i León. Ailumno de ^ar macla en la FacultacI de Medicina le Lima en 1907. ALVA SALDAÑA COSME AL¬ FREDO — Al umno _ (B'iog.) — ^"acido en Contumazá (Departamento e Gajamarca^ e! año de 1894, hijo e don E !1 í a s Alva y doña T r e g o r i a S la '1 d a ñ a . Sie isicriibió en la matrícula de la FacuV id de ^Medicina de Lima el año de 915. ALVAN CARLOS L. — Alumno _ Biog — N. Lima<. 1899, de José Mercedes B r a ñ e z. Se iscribió en la matrícula de Medicina 5 la Facujltad de Lima el año de 918. !j FaiMeció el año 1921. ALVAN HUMBERTO — Alumno - (Biog.) — N. Lima, 1900, de osé y Mercedes B r a- e z. Se incribid en la matrícula de armacia de la Facultad de Medicina ! Lima el año de 1917. ALVAN JOSE R. — IMédico — ^iog.) Nacido en Lima el año 1894, hijo de 1). .losé A I v a n y de doña ÍM e r c e d e s L r a¡ ñ e z. Inscrito en 'a matrícula de la Facultad de ñledtiSna de Lima el año de 1914, terminó sus estudios profesions^les el año de 1922. jj Rjr error del amanuen_ e de este tomo, en la palabra “Alvan José H . ’ se considera a este médiico fa,_ liecido L'I año 1921- .Aendo así aue eil sensiblemente íaillecido ese año fué ell alumno del mismo apexiido y de nombre Garlos L . ALVARADO ANTOí^íNO _ Far- macéuitico — (Biog.) _ N. Lima, 1862. Alumno de la Facultad de Giencias Naturales el año de 1884; bacMilller en esta Facudtad ell' año de 1886.. sustentando por tesis un estu¬ dio ddli título: ‘‘Bicinus communis”; doctor en (la misma Facuíhad (3 de abril de 1888) ; su tesis: “Investiga¬ ción de los ácidos tánico y gálico en algunos vegetales indígenas”. — Alum¬ no de Farmacia en .la Faciulitad de Me¬ dicina de Lima, en 1884; obtuvo el título profesional eil año de 1887 _ Catedrático adjunto de Mineralogiia y Oeorogía en la Faculitad de Giencias de la Universidad de Lima (1891) y ca¬ tedrático prtmdipal titular de íla misma asignatura, por concurso. el año de 1 905. — iVIiembro de la Sociedad “A- mantes de al Ciencia”, de Ha Socie¬ dad iMédica Unión Fernandina” y de la Sociedad Peruana de Farmacia/”, ha colaborado en todas ell’a.s al mejo¬ ramiento culturajil de lia Farmacia y de los gremios profesionales afines _ El doctor A 1 V ,a r a d o h.a ejer¬ cido, además de la docencia universi_ taria. la enseñanza de las Ciencias Naturales en el Colegio Nacional de Crtdalupe y en algunos Colegios par- fculares de Instrucción Media _ Ha escrito, en colaboración con el Dr. Guillermo M a r it í n e z- dos pequeños Ilibros: “Elementos de Botᬠnica” y “Elementos de Zoología” de¬ dicados a líos alumnos de Instrucción Media. — El doctor lA I v a r a d o. que ha ejercido la Farmacia en Lima, había abandonado últimamente la pro- feslión para dedicarse absolutamente a lia enseñanza. — En la actualidad (a- ño de 1921 ) al doctor A il varado (201 desempeña cumplidamente el cargo de director del Colegio Nacional de Mine¬ ría en 'Huánuco . B d b 1 i o g r a f jí a: — ^E|l Huacán o árbol de la cera> en “Revista de Ciencias”, Limai vol II. 2 _ Tesis del bachiill’lerato en Cien- clais, en “Revista de Ciencias”, vol III y en ‘^Gaceta Científica”» Lima, vol III . 3 — Soroche, en “Revista de Cieni- cias,” voll. III y en “Cróriicai Médi¬ ca”, Lima, 1899. 4 — Los nuevos progresos de las lám¬ paras elléctricas, en “Revista de Cien¬ cias”, Lima, vol, III. 5 — Utillización de la harina de pi'á_ taño, en “Revista de Ciencias”, Lima, voil. III. 6 — Madera Incombustibile, en ‘‘Re¬ vísta de Ciencias, Lima, vol III. 7 — Dos insectos enemigos del maíz, en “Revisitiai de Ciencias”, Lima vol. V. 8 _ Industria nacional de sombre¬ ros de paja, en “Revista de Ciencias”, Lima. voíl. VI. 9 — Papaya y papaína, Conf. en la Sociedad Médica “Unión Ferdaudina”, Lima, 1893. 10 — La “Encelda canescens” (Mau ta bobo), en ‘‘Crónica Médica”, Lima, 1895. 11 — La receta médica, en “Crónica Médica”. 1899. 12 _ Tesáis ddlí doctorado en Cien¬ cias, en “Gaceta Científica”, Lima, vol. IV. 13 _ Eli papel. Conf. en fa Socie¬ dad “Amantes de la Ctiencia”, en “Ga¬ ceta Científica”. Lima, vol. VIII. 14 — Editorial de l,a revista ‘‘FarL macia Peruana”. Lima 1893. 15' — Jarabes, conf. en'ila “Sode- daid Peruana de Farmacia”, en “Far¬ macia Peruana”, Lima, 1893. 10 — Contribución al esitudio de las plantas mediicnal'es del Perú. Com . al V Congreso médico latino americano (6o Pianamericano reunido en Lima, en 1913). Voll. IX. p. 201. ALVARADO AUGUSTO — Alum¬ no _ (Biog.) — N. Troijilo,, 1899, de Augusto e Inés P o n_ c e. Se dncribió en 'la matrícula ds Odontología de la Facultad de Me¬ dicina de Lima el año de 1918. ALVARADO ELVIRA — Obste- triz — (Biog.) _ N. Cañete 1866. Se inscilibió en da matrícula de Obs¬ tetricia de la Facultad de Medicina de Lima cí año de 1884. ALVARADO FELIPE — Farma. céutico _ (Biog.) — Hemos halla¬ do ed nombre de este profesional en fia “Guía Domiciliaria de 1853” (Lima. 1853) figurando como Teniente de la Junta Directiva de Farmacia que ha¬ bía reemplazado al Protomedicato co- ior&iall. el año de 1852. Ta.mbién he¬ mos halllado el nombre dell farmacéutico A ID V a r a d o en una relación de fairmacéuticos legalmente autorizados para el ejercicio profesional publicada por la “Gaceta Médica” de Lima el año de 1866. ALVARADO JOSE — Alumno — (Biog.) — Se recibió de alumno ex¬ terno del Collegíio de la Independencia el 20 de setiembre de 1842. ALVARADO JOSE FRANCISCO — Médico (Biog.) — N. Lima, de D. José, Capitán de Caballería de Chancay y doña B a 1 1 a s a r a Z a- p a t a. Inscrito como alumno interno en el Real Colegio de Medicina y Cí_ rugía de San Fernando de Lima el 22 de junio de 1820, hizo en él sus es¬ tudios médicos, con provecho que evi¬ dencia su nombramiento, el año de 1827, como Rector del Coilegio de la Independencia que. como es sabido reemplazó ail anterior bajo el régimen republicano . Este rectorado, institución ue caducó muy entrada la República, era de índole absolluta-y exclusivamen¬ te disciplinaria, sin signiificación docen¬ te alllguna y, por tal motivo, era confia¬ do a .alumnos distingulidos . Ese mismo año de 1827 obtuvo e|l doctor A 1 v a- r a d o idl título de médico y el grado académico de doctor en Medicina, flí- tulo y grado que debió revalidar, en 15 de diciembre de 1849, año durante el cual se confió al doctor A 1 v a r a- d o la presidendia de la Junta DTirec- tiva de Medicina, con l'a cual se reem- 202) prazó tar pl'tsricertteriíario ReaJ Tribunal ddl Tfotomedicato y que había srdcr err— gida por iley de 30 dS. ALVAREZ YEPEZ GUILLERMO — Bachiller en Ciencias Naturales en lia Fniversidad del Cuzco (30 de abril de 1918) ; su tesis: “Historia del desai- rroillo de la antrr pología” . ALVERJILLA _ (Bot.) _ Refi¬ riéndose a este vegetal dice L e c u a n- d a: ‘‘Nace en lugares templados, ha- (205 cen uso de elíla para deshacer las nu-- bes que se crían er los ojos, mascán¬ dola y echando el zumo de elllas’ (“Des- crl.pclión de TrujiUo”, en “Mercurio Pe¬ ruano”, tomo 2o de la Bib|liotecai Pe- ruaua, Lima, 1861) I1 — Eil vegetal conocido con este nombre en ila provin¬ cia de TrujiLlo, donde es recomendado su jugo como efiicaz en el tratamiento de las nubes de los ojos (cataratas) es¬ tá considerado por V a 1 d i z á n y M a 1; donado (La Medicina Popu_ lar Peruana, II, 389) en el número de aqueld’as plantas usadas por la Medicina Popular no ciasificadas botánicamiente . IkLZIkmQRik ABDOE^ — Farma¬ céutico — (Biog . ) — N. Huaraz 1859 Alumno de Fairmacia en 1882. Obtuvo el título profesional en 1887. lALZAfVlORA ^3QíiíQUm — Flebó¬ tomo _ (Biog.) — Oibtuvo el título profesional del Proito medicado Gene¬ ral de lüa República el 22 de setiembre de 1828. En la Guía DomiciiSaria” de Lima paira el año de 1853 figura A 1 - Zamora como residente en Lima y como ejerciendo en esta ciudad su mo¬ desta profesión. ALZ^mORlh JOSE PABLO — A- lumno — (Biog.) — N. Arequipa el 29 de junio de 1800, de .José y G a t a ;li i n a Llosa. Se recibió de alumno interno del Real Go'legiio de San Fernando de Lima el 21 de mayo de 1817. El 5 de marzo de 1822, es- tudiiando Matemáticas todavía, se hizo cargo del puesto de Ecónomo del Go- legiio . ALZAiVlOBA ÍVSAWUEI _ Farma oéutico _ (Biog.) — El año de 1867 hizo el farmacéutico A (1 z a m o r a a la Facultad de Medicina de Lima el valioso obsequio de vados interesantes ejemplares teratológicos que entraron a formar parte dal rico Museo de ila Fa- cul|tad, destruido el año de 1881 por la scndad'esca que ocupó el local de la institución y que no fué devuelto de Ghi- le. El año de 1879 sometió el farma_ céutico A 1 z a m o r a a la conside¬ ración de la Sod’edad de Medicina de Lima de la cual era miembro, un espe¬ cífico por él preparado y de cuya efi¬ cacia en el tratamiento de la tubercu^ losis pullmonar estaba convenoido el au¬ tor. La Sociedad de Medicina escuchó al autor y encomendó, con muy buen criterio, la dLlucidacióndel problema a una comisión formada por los doctores^ D á V a 1 o s y P i m e n t e 1 . I^a comisión estudió ell específico A 1 z a- m o r a y emitió informe desfavorable respecto a la pretendida acción terapéu¬ tica de preparado. Ed farmacéutico^ A ;l Zamora falleció en la ciudad de Piiura el año de 1894. El año de 1873, anunciaba, en “El Gomercio” de Lima,, haber descubierto un vegetal que quita¬ ba. las pigmentaciones cutáneas deja¬ das por la viruela. ALZAIViORA ÍVSANUEL IGNACIO — (Biog.) — A. Lima 1865. Alumno- de Medicina en 1885. ALZAIVIORA Ni A ROE LINO — Mé¬ dico — (B'iog.) _ Doctor en Medíicina y Ciirugía de la Reali Universidad de San Marcos de Lima (1764), había desempeñado, con ef carácter de interi¬ no, La regencia de las Gátedras de PrU ma de Medicina (1765) y de Vísperas de Medicina (1784). Pocos años des¬ pués* vacante la cátedra de Método de Gaieno* el doctor A 1 z a m o r a se presentó como opositor a ellia y logró verse favorecido en eó concurso celebra- uo con el obieti J.' proveer el cargo, O 4 de abril de 1789 . ) En el curso de estas oposiciones se hizo el elogio deí Dr. A 1 z a rn o r a .como era costum¬ bre en aquel entonces; el ei’ogio tuvo la virtud de evidenciar, al mismo tiempo que líos merecimientos del maestro que lo recibía, la inteligencia* y facilidad ex¬ presiva del bachinier que lo hacía y que era don Juan de Soto (“Mer¬ curio Peruano”, Lima, 1792) . En este “Ellogio” el bachiller dé Soto hi¬ zo un muy interesante recorrido del pa-^ sado de la docencia médica en el Perú y colocó a su elogiado en eil número de los maestros mayores que hasta enton¬ ces habían enseñado la Medicina en él Perú . — El doctor A I z a m o r a* que había manifestado siempre tener en grande estima el f'tulo de médico que le expidiera el Real Tribunal del Pro- tomedicato de Lima el año de 1742> ha- 206) bía sido nombrado ese año Protomédico d'e Pia.namá y había marchado ¡a esta ciu¬ dad a hacerse cargo de puesto de tanto halliago para c! joven facultativo. Nos¬ tálgico de su ciudad , natal, Lima, el doc¬ tor A 1 z a m o r a hizo renundia de los honores y fortuna que para éf repre¬ sentaba el Protomedicato de Panamá y se volvió la Perú el año de 1748, tra.- yendo, entre sus recuerdos de su per_ manencia en el Norte, el título académi¬ co de doctor en Teología en la LTniver- sidad de Quito. Eli doctor E g u i g u_ r e n le considera natural de Panamá. AL^AIVeOFIA Izaría — Obstetrlz _ (B;og.) — Iniciados sus estudios profe- siiOíUa’es el año de 1868, obtuvo el tí_ tullo profesional d año de 1871. ( 17 de enero) . ALZADORA PABLO — (Biog.) _ — La Junta de Profesores d&l Real Co- íiegio de San Fernando le aceptó como alumno interno el año de 1817. Se ha_ Ra e hijo de don L e o p o L do Alzamora y doña Josefi¬ na F reundt. Se inscribió en la matr; cilla de la Facultad de Medicina de Lima el año de 19 12. — .Bachilller en esta Facuiltad» ante la Academia Na¬ cional de Medicina de Lima, el año de Alzamora, Rafael Aíafro 1921, presentó 3,1 efecto una muy inte¬ resante tesis titulada: “La Fibrilación aunicular” . Obtuvo el miismo año ©i tí- tullo profesional de médico . | Continúa cultivando, con éxito b,rill)lante, suis de¬ vociones c a rd,i ológicas . Bibliografía: 1 - Tesis del bachi’jierato en Medidi- na. Anales Hospitalarios, Lima, 1922, p. 211. ALZASVIOFA SERGIO — F arma- céutico — (Biog. ) — Nacido en Hua¬ cho (Departamento de Lima) el año de 1897, hijo de don M a n u e 1 Alza- mora y doña E d e 1 m i r a La¬ vado. Se inscribió en la: matrícula de Farmaicia de ’la Facultad de Medi¬ cina de Lima el año de 1915 y obtuvo el título profesional ei año de 19 18. ALZEDO JOSE ISIDORO — Farma¬ céutico — Ejercía la profesión farma¬ céutica en Lima por los años de 1808. En esta fecha se contó en ©1 número de los erogantes para la ejecución de la o- bra de! Colegio de Medicina y Girupa de San Fernando, obra a la cual contri biiyó con la suma de doce pesos. «Ut.íMUataCA — (Bot.) — Fa¬ milia Aráceas— Provinüitt de ® Con yención.- Cultivado por sus races tuberosas., que son .alimenticias ( Infor. mación escrita del. Dr . Fort t O L . H e r r e r a) . ALLCO quisca — (Bot . ) — El vegetal de este nombre, empleado en aL aúnas partes en el tratamiento de la v fueía. ^ministrando el cocimiento de a planta, está considerado por \ " z a n y M a 1 d o n a d o (La Medi- elL Popular Peruana, H, 389) ^en el número de aquellas p'antas por la Medicina Popular no identifica das boíánilca.m&mte. A5-LEÍV1AN. CARLOS — Alumno 1 — N. Arequipa 1901, de D a- \iQ y Felicita O b a n d _0; insicribió en la matricula de Medici¬ na de la FacuÁad de Lima, el ano de ,1921 V ALLEÍ¥1AI^T oliva PEDRO !V1.^ Alumno — (Biog.) — N. Huacho, 1895, de José María Y t o n i a Oliva. Se inscribió en ,1a matn'cula de Medicina de la facul¬ tad de Lima el año de 1917. AlLRA CUTI — (Bot.)^ Hongo de 'la lam . de las Himenomíceas . ,BTOvÍTicia da(Paucartambo Geapana, I Información escrita 'del H3r o r- t un ato B- Herrera). ALLPA TIGCA — (Bot.) El vegebaii coAocido con este nombre en os departamentos del sur cuyos pobladores emplean, en cocimiento apra eomoa- íir ‘Vi susto’- está considerado PQi Y a. I d í z á n - M a 1 d o n a d o J)La Medicima Popular Peruana- II, 389) en el número de aque’ilas plantas emplea¬ das por La Medicina Popular no idenfci. ficadas botánicamente. AMACASA — (Bot. ) — '‘El S o- g ai n u m c a n d i c a n s crece también en las inmediaciones de Tarma, donde es conocido con el nombre de Aimacasa: es un arbusto ramoso- hojas solitarias o bien 4 o 6 reunidas en d mismo punto, enteras, cuneiformes- ve¬ gosas en la parte superior: las flores axilares, con una corola grande de co¬ lor blanco azulado- o azul violado con el limbo dividido en 5 lóbulos radiados . el fruto es una baya pequeña globosa, de co'lor rojo” (G o 1 u n g a: Botánica. ■ Lima- 1878. II> P. 358) . {AMACHO — (Bot.) Nombre vuiL gar del Solimán “Lobetlia decurreus , Gav. Ver la palabra “Solimán”. AMADO DOMINGO — Médico — (Biog) _ N. Lima, 1836. Alumno de la Facullitad de Medicina^ en 1856, recibió de ella, ^ el año de 1863, uno de los premios mayores, el de la Gontenta de Bachiller. En el mismo laño, el 22 de rnayo- obtu¬ vo eil títuilo profesional de Médico y Gi- rujano. El señor Amado falleció en Lima, a la temprana edad de 40 a- ños, o sea el año de 1876. AMADOR FELIX — Médico — (Biog.) _ Natural de Extremadura (España), residió en Lima aurante ios primeros años del siglo XIX . Parece que, después de breve permanenc.a en el Perú, embarcó de regreso a su patria en el año de 1818. El doctor lA m w- 4 o r está citado por el' doctor J o_ sé M a iñ u e 1 ^ a li d é s . AMADOR JOSE — Farmacéutico _ (Biog.) — Ejercía la profesión en Lima el año de 1808, en el cuail hi¬ zo un donativo de 6 pesos para .la_ eje¬ cución de la obra del Real Golegio de Medicina y Giruga de San Fernando de Lima. AMANCAY — (Bot . ) — “El Is- mene Amancaes. que crece con mucha abundancia en los cerros de las in- mediacionies 'de Lima y conocido con el nombre de Amancay; uene su periancio de un cO'lor amariiUo dora do, el olor suave, cuyo tubo es un poco arqueado” (G o 1 u n g a: Botánica., Lima, 1878, II p. 164) .H Antiguamen¬ te era costumbre limeña la romería a- nuall que se llevaba a cabo a un lugar vecino a Lima y Llamado “Amancaes’ - en el día de La festividad de San Juan 208) Bautista (24 de junio), romería a cuyo regreso los excursionistas conducían -Las flores de “Amancay”» cou Has Qifales adornaban a sus ¡caiba’Jds o las carrete¬ las en que realizaban lia excursión. Ve¬ nida a menos esta tradicional romería, elila ha tomado nuevo auje en eíl año de 1923» en que, a iniciativa de Ha Muni- cipaL'daid del Rímaic, ha tenido lugar La romería entusiasta de mejores años.[| Respecto al Ismene Amancaes de R u i z y Pavón, nuestra litera¬ tura científica- cuenta con los dos núme¬ ros siguientes :| Prof. José S. Barranca: ^‘La esencia de Aman¬ cay”, en “Gaceta Científica de Lima”, voiJ. XV. 1 Dr. Giro N a p a n g a A güero: Ismene Amancaes (estu¬ dio monográfico . ) AMANCAY DE ANTIBO — (Bot . ) — “El “AmaryLlis Aurea” es una espe¬ cie que nace espointáneamente en todos los campos de Las ■inmedcaciones de Li¬ ma. donde es conocLd-a; con el nombre de A m a n c a y -de a n t li b o tie¬ ne sus periancios de un color amarilLo bastante vivo” (G o L u n g a: Botᬠnica, Lima, 1878, II, 162) || La palabra :a n t i b o corresponde, como hemos consitaíado /estudiando el folk 'lo re mé¬ dico peruano, a La panabra gentil o ha¬ bitante primitivo de esta tierra: la deno¬ minación de anti'bo dada al Amancay a que hace referencia ell ,^profesor G o- 1 u n g a. es debida» probatíjemenite» al hecho de florecer la especie nombrada sobre Has h u a c a s o sepuilturas de los primitivos peruanos. AMANTES DE LA CIENCIA — Socf’edad — (Bist.) — Bsta institu¬ ción científica fué funda-da en La c'iuldad de Lima por Los alumnos de la Faculltia-d de Gienciias de la Universidad de San Marcos el 13 de agosito de 1881. B1 año de 1884 oublicó La institución un órgano periódico que -Llevó el nombre de “Gaceta Gientí'fica” . La Sociedad ‘‘Amantes de la Oienicia.”, como il-a ma¬ yor parte de nuestras agrupaciones c'enVficas ^tuvo períodos de actividad intensa aflternando con períodos de inae- tiviidad casi absoduta, traducidos estos últimos por la vida Hángiiida de Ha “Ga¬ ceta”, por írregülaridad progresiva en la aparición de lésta-; por el abandono final de todas las ideallft-dades de la a- grupación, -a. despecho de los entusias¬ mos y de los empeños de unos pocos. _ Obra meritoria la lilevada -la So-ciedad “Amantes de la Giencia” : eLlia contribuyó eficazmente a fomentar entre sus asociados» aparte del espirita de asociación» por desgracia muy poco desarrolLlado entre nosotros, ell entusias¬ mo por el cultivo de las ciencias; inició en (las labores deilí periodismo científico a hombres de oiencia de la tai'lja de P a.t r ó ni de M u n i z, de u\ r c e, etc. ; elLa dió a la pubh- cidad trabajos condenados ^ ail medito por La escasez de (publicacioines cientí¬ ficas, de maestros tales como V i L1 a- r r e a 1’ G o L u n g a, B a r r a- n c a, G u z m á u y Va L_L e, Desgradadamente la Sociedad puede darse ai! presente- (1921) como defi¬ nitivamente cxtiinguidai: los entusiasmos j-ilveniues hian abandonados a;'gunos de los buenos cauces viejos y la ‘ Gaceta Gientífica”, penosamente sostenida en los úLt'im.cs años por La devoción incon- dicionál de unos pocos laboriosos pare¬ ce haber llegado también ai térm-ino de su laboriosa existencia - Juntas direc¬ tivas de lia Sociedad “Amantes de la Gienclia: — Presidente, M. L. Hoahgen; Vice Presidente, T C- -lésforo Justo; lesorero, O c* t a V i o V a il e n t i n e; Secretarios B e il i s ,a r i o M . M a n r i q u e y Alberto G a- d e a; BibVote-cano» I G Bueno. — 188.6 : Presiden¬ te, M . L . Hoahgen; Vice Pre¬ sidente, Alfredo I . Leo n; Secretiar-iog. Alberto L . G a d e a y T O r i b i o A 1 a r c o ; Tesore¬ ro, Antónimo A 1 v a r a d o; Biiuutecario, Pedro M . G a i- u p. 1886’ Presidente, Matías I* B e H 1 i d o; Primer Vice Presiden- tet. T e 1 e s f o p o Justo; Se¬ gundo vice presidente, Manuel A V e 1 á s q u e z; Tesorero» R o_ duLfo Arteaga; Secretarios, Pedro T. B a r r ó s y J u a n \ Ribeyro; Bibliotecario^^ Le o n c i o I. de Mora. 1887: Presidente, T e 1- é s f o r o J u sJ o; Primer vicepresidente' .1 u 1 i á n A c e; Segundo, A n t o h L n c A 1 v a. (209 r a d o; Tesorero, Agrimensor R o- d u í f o A r t e la g a; Secretarios, J o é T. A 1 V ,a r a d o y Leon¬ cio I. de Mora; Jefe de Ga_ binetes, A d o 1 f^o V i e n r r ü c h. 1888: Presidente, J u 1 i á n Arce; Primer Vi ce PreSiidente» L e o n/ c i o I . de Mora; Segundo, Diego H i V a d/e n e y r a; Secretarios, M a- n u e 1 F . Romero y E n r i q u e B >1 o n d e t; Prosecretario, T e m,í s_ t o c X e s G ,a r c e X é n; Tesorero, José F . Gueto; Bibilíotecar'io, A/ 1 f r e d o T a t a je; Jefe de Ga¬ binetes, E s t é b a n G a m ip o d ó n í_ c o. 1889: Presidente* F e d e r i c o V i 1 X a r r e a X; Primer Vicepresiden- et, M la r cv o A . D e n e g r i ; Se¬ gundo, José F . G u e t o ; Secreta, rios* Manuel F. vR o m e r o y Salivador Olivares; .Teso-- rero, E :] e o d o r,o G a r a v e d o; Bibliotecario. Gerardo Ghipo- c o ; J efe Gabinetes, W e n c e s_ i a o M o il i n a. 1890: Presi¬ dente, Federico V i Ij 1 a^ r ir e al; Primer vice presidente, E- n r i q u e W r i e d t; SegUindo* E X í as G o n g r a 1 n s; Secretarios, f n u e 1 F . Romero y A n í_ ib a I G la- is t a ñ e d a ; Tes ot ero, J o- s é Pérez S o r o g a s t ú a ; B'ii_ blüotecario* Enrique V i 1 lar; Jefe de Gabinetes, Benjamín Pa¬ checo Vargas. 1891 : Presiden, te, Enrique W r i e d t; Primer vice presidente. Benjamín -Pa¬ checo Vargas; Segundo* M a - nuel F, Romero; Secretarios, A m é r i c o A c c i n e il Ü i y A - dán Justo; Tesorero M a n u e 1 Vidal; Jefe de Gabinetes- A n t O- n i n o A 1 V a r a do . 1902 : ,Píresi- denite. Rufino A s p (i ai z ú; Pri- m/er vice presidente, O r e s t e s B o_ t t.o; Segundo, Garlos Gran- d a; Secreí arios* Daniel V i 1 1 a L z á n, W e n c e.s X a o P a r e j a; Prosecretario, Garlos Enrique Paz Soldán; Tesorero* Dua r í o E. Eráusquin; Biblíioteicario, R i- cardo M o 1 o c h e; Sub Bibliote¬ cario, G u i 1 1 ,e r im o A. n g u 1 o y Puente A.r nao; Jefe de Gabine¬ tes, Augusto Román He¬ rrera. AfVIANTES DE LA MEDICINA ~ Sociedad — (Hist.) — Institución esta_ blecrida en Lima por los años de 1875. Por el mismo año iniciaba vida nueva Xa Sociedad de Medicina de Lima que ha¬ bía sufrido un largo receso . La circuns¬ tancia de esta fecha en que los alumnos de medicina se .organizaban en agrupa¬ ción científica demuestra que, dJos participaron de los mismos entusiais- mois que a la sazón animaban a sus maestros que resucitaron lia Sociedad de Medicina y el órgano de publicidad de ésta, la Gaceta Médica” . Las dos úni¬ cas noticias que hemos recogido res¬ pecto a la Sociedad Amantes de la Me¬ dicina nos han sido proporcionadas por la ‘^Gcieta Médica de Lima” (año de 1875) y por el malogrado doctor J o- s é D a, r í o T o r r e s, en su artículo titulado “Sumaria dabor de las asociaciones médicas anteriores a la “Unión Fernandina” (“La Grónica Mé¬ dica”, Lima* 1909) . AMAiíANTO — (Bot.) _ El ve, geíal conocido con este nombre en el departamento de Gajamarca donde se lie emplea, ^en infusión* a guisa de emo- iMente, está considerado por V a d d i- z á n y M a 1 d ’O n a d o (La Me¬ dicina Popular Peruana, II, 389) en el número de aqueillas plantas usadas por la Medicina Popular no identificadas botánicamente. AMARGO _ (F. 1.) — Nombre genérico de una gran variedad de bebi¬ das, más, o menos aicohólicas y aperiti¬ vas que, durante muchos años, se ex- pendían en 'algunos esíablecimientos far- macéuticos del Perú . Se emplea toda¬ vía el nombre . AMAPOLA — (Bot.) — ‘^Papaver Rheas, L _ Sinonimia: Amapola. Ta- fÜo con muchas flores y las hojas piin. natipartidas, con los segmentos alarga¬ dos- agudos y dentado hendidos. Gaja lampiña y ovalada y sépalos pelosos . Estar es frecuentísima en Jos sembrados y campos de Europa . Gultivada en los jardines como planta de adorno . Sus pét?nos, sobre todo cuando son encar¬ nados .ce emplean como pectorales v su¬ doríficos . Foirtunato L.He- r r e r a: “Gontñibución a la Flora del 210) \ T^rpartamento del Cuzco,” Cuzco 1921, p . 105). jAiMAPOLA — Cabezas de — (Bot, ) ' — (Nombre con el cual son conocidos ra deí Departamento del Cuzco. Cuzco, 1921, p. 197) . AMARRAJUDIO (Bot.) — Con. este nombre describe Lecuanda Amapoi.a. — Frutos de «Papaykr somniferum, L.» (De Valdizán-Maldonado) los frutos capsulares doH “Papaver somniferiUjm” (Ver La palabra: Adormí. . dera) . AIWAiRGOIM — (Bot.) — “Taraxa- cum dens ieonis”, Desfón. Sinonimias : Amargón. Planta muy lampiña, de ho¬ jas agudas y desigualmente runcinadas con los lóbulos triangulares y anterior. . mente dentados; escamas del involucro no cornlculadas, las exteriores reflejas y los aquenios muricados en el ápice. Planta muy común en Europa, en la 7 parte occidental del Asia y en el norte ' de Africa. Crece silvestre y en gran a- bundancia en todas las quebradas del .. departamento (del Cuzco) . Sus hojas y sus raíces son tónicas, diuréticas y depurativas. (Fortunato L. ' H e r e r a: Cantribución la la Fio. un vegetal clasificado por el autor en el grupo de los bejucos y de cuyas propie¬ dades dice lo riguiente: “Es antídoto contra el veneno de la víbora, ponién¬ dole sus vainiUlas: ataca al cáncer apli- cándcro molido y mezolándolo con unto sin sal; pues así len la llaga cancerada se sujeta d'¡ emplasto atando encima una hoja de , floripondio, untada con aceiite de lalmendras. (L e c u a n d a: Des¬ cripción de Trujlllo. en “Mercurio Pe¬ ruano”, tomo 2o de la Bibllioteca Perua¬ na, -Lima, 1861) .|| El; vegetal así lla¬ mado en ell departamento de TrujiUo y de'l cual se prepara urna cataplasma re¬ comendada en el tratamiento de la mor¬ dedura de víbora y una pomada con el ‘‘unto sin Sal” que se cree de grande provecho en el tratamiento de la “l(laga cancerada”, está considerado por V a F (211 d i z á n y M la 1 d o n a d o (La Mecf.c'ina Popular Peruana^ II, 389) en di' número de aquelias plantas usadas por ilia Mediciina Popultar no identifica¬ das botánicamente . lAiRfl ASESA — (Bot.) — El vegetal (■conocido con este nombre en el depaT- tamento de Loreto y cuya corteza fres¬ ca es empleada en el tratamiento de la eris^ipela y en ,el de i'as oftalmoailgias*, esta considerado por V a 1 d i z á n y M a .1 'd o n a d o ' (La Medicina Popu_ llar , Peruana. II, 389) en el nimero de laquelilas plantas usadas por la Medici¬ na Popular no identificadas botánica¬ mente . Afl^AT Y JUNEET DON IVIANUEL DE — (Biog) _ Virrey del Perú (1761-1776). Bajo el gobierno de es¬ te Virrey, para cuya biografía remiti¬ mos al lector ai M e n d i b n r | u (“Diccionario Histórico Biográfico del Perú”, Lima, 1874, L p. 223) fué es¬ ta b’e cid o el vHospitail de Bel la vista, próximo al Galllao, obra a la cual con_ A MAX Y JUNIET, MaNUEL DE tribuyó elll Virrey A m a t muy gran¬ demente (1770) . El Virrey A m a t concedió a los reHigiosos dél Orden de San Juan dé Dios lia autorización nece¬ saria para que les fuese permitido rea¬ lizar 'estudios de Medicina y de Farma_ cia . íEnltehdido que la aútorízaeión fué puramente ein do civil; pues, en lo edle- siástibo, esta autorización había ya ve¬ nido de Roma AlVIlAVIZCAR PARLO DE — Mé dico _ (Biog.) — Natural deiLima. Promovido ell año 1769 el concurso pa¬ ra la provisión de la Cátedra de Méto¬ do de Medicina o Método de Galeno eni la Universidad de Lima, concurrió co¬ mo opositor el Dr . A m a v í z c a r, quien Ja obtuvo, len 10 de setiemibre de dicho año. A juzgar por el “Catálogo Histórico” del doctor E g u i g u r e n, ei doctor A .m a v í z c a r desempe¬ ñó la Cátedra por espacio de veinte a- ños. lAIVlAYA SANTOS CESAR _ Mé¬ dico ■ — ‘ (Biog. ) — N. Jauja., 1887, de Cosme y Margarita R Oí- s a s. xAlumno de IMedicina el año de 1908; bachiller en 1915, sosteniendo por tesas un estudio titulado : “Contri_ bución ai' estudio clínico de las termas de Acaya”; médico cirujana el mismo- año de 1915. Bibiliografía : 1 — Tesis del bachillerato en Medici¬ na (fragmentos), en ‘“^La Crónica Mé- d'ca”, Lima- 1916. AfViAZONiAS — Aguas Minerales de — - (HidroL) — Están citadas en este Diccio¬ nario las sigudentes aguas minerales U- bicadas en este departamento : V^ituya (provincia, de Chachapoyas), Asnayacu- (provindia de Bongará) . y Cudlcacha (provincia de Chachapoyas) . AIVSBlAiR _ ('Hist.) — Los prác¬ ticos peruanos de ia época colonial em. piearon el ámbar en el tratamiento de lias- heridas y úlceras, “iKlagas” que dijeron de estas úl’timias. El Padre Calan- cha (Coronlicia Moralizada) fhace a- lusión a lia frecuencia de este empleo — En la actualidad se hace un uso muy general del ámbar en la fabricación de corJlares hiechos ' con bodililas de es¬ te ámbar y destinados a ser lle¬ vados por los niños de la primera in¬ fancia. uo sólo a título de adorno sino también considerados como verdade¬ ros preservativos de enfermedad . UltL mámente se ha comenzado a vender en Lima algunos objetos como sonajas, des¬ tinados también a los niños y fabricados deí mismo ámbar. , AIVEBARINA (Bot.) — “Soa- biosa atropurpúrea, L, — Sinonimia: Ambarina”. Anua. Hojas .'inferiore? oblongo espatuHadas, pecioladas. den- 212) tadas o incisas; ilas caulinares 'penn¡sec_ tas; capitulólos maduros ovoideos, fo_ l'ioilos d'ell involucro lianceolado — oblon¬ gos, finail-mente reflejos; involucrilPo surcado, cuando maduro, por ocho es¬ trías, con el' limbo doble ; el exterior en forma de copa, escarioso; lelll inte¬ rior tuburar; coroCiais quinquefidas, de_ siguales, por ser radiadas ias exterio¬ res; flores de color púrpura obscuro o sonrosado o blanco”. Gultivaido en los jardimes como planta de adorno. Em¬ pleado como astringente en las enfer- medadies de la p ieí; . (Fortunato L. Herrera: Contribución a la/ ídora del departamento del Cuzco, Cuzco, 1921) 1 1 Aplicaciones : Macera- cüón de ambarina, como desirritante» en el lavado de los ojos (ArequipaO y en algunas enfermedades de Ja piei (Cuzco) . (V a 1 d i z á n - M a jl d! o- n a d o. La Medicina Popular Perua.- na, II, 341) AMBROSIA — (Bot.) — “El Cheuopodium ambrosloi- d e s L. es una especie indígena tan¬ to del antiguo como del Nuevo Conti¬ nente y conocida en Lima con el nom¬ bre de Ambrosía; es de talla pequeña, di tallo herbáceo, derecho- ramoso, verde, hojas oblongas aguda, s; flores dispuestas en racimos: el cáliz con los lóbulos obtusos: las anteras o- -valss: toda la planta es muy aromática y despide un cor que se asiemeja al del’ comino por lo que se usan sus ho_ jas en infusión teiforme como estoma- car: las seminas goza.n de propiedades vermífugas . (C o 1 u n g a : Botáni¬ ca, Lima. 1878- II, p. 285) | Ver la palabra “Palco” . AMBROSSI FRANCISCO — (Biog.) — Por ios años de 1814 tenía esta- bii^ido en Lima un almacén en el cual se halaron en venía, alguna vez, ins¬ trumentos de Cirugía . En el dicho a- ño de 1814 el Protom'edicato del Vi- rreynato se dirigía al Gobierno insi¬ nuándole tía conveniencia de adquirir una “muy buena caja de Cirueía” que se hallaba a la venta eñ .el estableci¬ miento ddl citado lA m b r o s si, Es de creer que se tratase de una venta ocasional; pues no hubiese sido nego¬ cio en lia Lima colonial un establíecí' miento especialmente destinado a la veií''' ta de tales artículos . Es posiib’e i* gualmente, que se trata.sie de una Bo¬ tica- de propiedad del señor A m b r o- s s i . AMBULANCIAS — (Hist.) — Ver la paíabra: “Sanidad Mií-itar” lAMBULODEGUI MANUEI - Far¬ macéutico — (Biog.) — Figura el nombre de este farmacéutico en la “Relación” de farmacéuticos diploma¬ dos publicada en ila ‘‘Gaceta Médica’^ de Lima el año de 1866 AMBULODEGUI MARIA DEL PI¬ LAR — Obstetriz — (Biog.) — Obtu¬ vo el título profesiona’, del Protome- dicato General del Estado, ell año 4e J 846. El año anterior había rendida en la Escuela de Obstetricia de la Mater¬ nidad de Lima (6 de diciembre ^ de 1845), en una ceremonia excepcional por su soi'emnidad, exámenes públicos de Obsteíricia- a los cuailes concurriá el Presicente de la República y, con él, varios de los miembros de|l Go¬ bierno. En la “Gu-a Domiciliaria” de Lima para el a~'0 de 1853 figura estS- profesora como ejerciendo la profesión en Lima. AMES JOSE F. — Médico — - (Biog.) _ Obtuvo el Ftulo profesio-- nal! de médico por la Facultad de Me¬ dicina de Lima el jaño de 1858. AMETIO FRANCISCO — Farma¬ céutico — (Biog.) — Obtuvo el ,tL tulo profesional por Ja F.aculitad de Li¬ ma lell 24 de diciembref del año 1857. AMEZAGA JOKGE — Alumno (B,iog.) — ^N. Lima el' 23 de abril de 1827, de Pedro y M a n u d il Díaz. Después de h'echos sus és- tudios de Gramática Latina en la^ Uní-, versidad de Lima, en la que rindió exa¬ men de ella, se matriculó como exter¬ no en el Codegio de .la Independencia el 20 de abril de 1844, comenzando sus^ estudios de Matemáticas. AMEZAGA JUAN — Alumno — (Biog.) _ N. Lima, de don P e -- d r o y doña Manuela Díaz. (21S í>e'spués de estudios y examen público en 'el Convictorio de San Garlos de Amézaga, Juan JJima, se recibió de ^alumno externo ■deil Goriegio de la Independencia en lo. de mayo de 1844. AMIOO JOSE — (Alumno — (Biog . ) . — N. Lima)’ 1900, de S t e f a n o y ]M a r g a r i t a AI u s a n t le . S e inscribió en la maírícuLa de Farmiacia de la Facultad de Aledlcina de Lima ell año de 1917. AÍVIOlVIO — (Bot.) — En el Inven_ lario de la Boíiioa vdelí Colegio de San PatOo, en Llm.a (sigilo XVIII) hemos haillado citada esta palabra. Es posi¬ ble que se tratase' de alguna especie delli género A m o m u m de las A m o m á c e a s . Tal vez de la A' jn o m u m G a r d la m o m u m . (AIVIOIVAWAS ~(AIat. Aled.) — ‘“Panal de cera y miel que hacen Jas laibej.as debajo de la tierra en lel pairtido de Santa Filena en la provincia de Ouayaquiil y Reino de Quito; el modo de hriilarlo'S es sai/emdo en un día ala- ro co«n unai olla de miel a rociar los árboles en la espesura del monte, a euyo ollor sa’en las abejas a illbairlla y eiiando se retiran las van siguiendo hasta ver dos agujeros por donde en¬ tran, y cavando suelen halí’ar tres o cuatro panales de que sacan mucha ce¬ ra con que come'rcian. (Alcedo: Xlicciouarlo . V) . AMlOiRíATADO _ (F. 1.) — Tér¬ mino familiar que expresa la equimo¬ sis consecutiva a las contusiones . De¬ be buscarse el origen de esta palabra en e/'5 tinte violáceo o morado que to¬ ma la sangre extravasada bajo la piel, transcurridos algunos días del trauma¬ tismo y durante el curso de la reabsor_ ción de la sangre extravasada. — “Amo¬ ratado — dice Do mingue z — ^^lívi- do, cárdenq, de color morado o que ti¬ ra a él” ( Domínguez, Diccio’’- nario, I, 114.) AmOR FERIMANDO _ (Biog.) _ Vino allí Perú el año de 1863 como miembro de la Expedición Gientjífica Españci'a. Tenía a su cargo los es¬ tudios de Etnología y Mineralogía . ASVIOR SECO — (Bot.) — ‘^La yerba conocida con ell nombre de A - mor seco se produce en lugares templados: se hace uso de ellliai, hervi¬ da en agua, para curar La hidropesía (L e c u a n d a;: Descripción de Plural, en “Alercurio Peruano”, tomo 2“ de la Biblioteca Peruana, Lima, 1861).| “Bidens sp.] Nombres vul¬ gares: Amor Seco . I Ap: El' cocimiento es empleado en el tratamiento de los escalofríos (práctica de procedencia desconocida) ; el cocimiento asociado al zumo de limóu en gárgaras, en el tra¬ tamiento de la angina (práctica, de pro¬ cedencia desconociida) ; el mismo coci¬ miento es empleado en ¡eil tratamiento de la retención de orina, en la hepati'- tis y en ila hidropesía (Huaylas) ; el cocimiento para adulterar los aguar_ d’ientie^s, en vez de agua corriente y también para adulterar la 'leche de va¬ ca (Lima) . ( A" a 1 d li z á n - AI a' 1- donado: La Aledicina Popular Pe¬ ruana. II, 349 ). AlViRALABA — (Zool.) — Nom_ bre que dan los indios de la provincia de las Amazonas y País deil Chaco a la culebra buho (A leed o, Diccio¬ nario, \) . AMPELIDACEAS _ (Bot.) — De' esta! famJÜliia de ila clase XX de R li c h a r d (Polipétalos Hipoginos de pracentaoión aixill) están citadas en este Diccionario: la Vitis vinífera (Ver la palabra ^‘Uva”) . lAMPI — (Bot.) — “Píanta nar¬ cótica que se emplea en la caza” (de- 214) partamenío de Loneto) . Está conside¬ rada por ail d i z á n - M a ll dona¬ do: La Medicina Poipular Peruana, IL 389 ) la cabeza de una víbora. I En el departamento de Junín es muy empleado el H u a c a n q u i» de origen netamente ineano y cuyo em¬ pleo está también muy extendido en los departamentos del Sur.l En estos mis¬ mos departameintos se emplean los si" guientes amuletos: Unas figuritas he* chas de piedtja blanca o de cera, que representan a los dos amantes y que en algunas comarcas reciben el nombre di3 cuya cuya. Estas figurillas deben tener algunas otras aplicaciones, ya que en Apurímac y en Ayaicucho se habla de dar la cuya, cuya y de “haoer la cuya cuya”.| El Rabo del zorro.] La cabeza de una culebra o víbora envuél. ta en cabellos de 'a mujer .amada. Guando se ha cíonseguido pasar la cá. beza de esta culebra pcür las partes ge¬ nitales de la mujer amada, se asegura que líos resultados son prodigiosos . | En el departamento de Apurímac se usáh, como amufetos de amor el ya citado HiilSa'canqui y una variedad de éste eó« nocida con el nombre de H u a c a n - quito. Probablemente Se trata dé un (insecto . | En eil departamento de A- y acucho es la cabeza de víbora el más priíciado amuleto para el amor y los |- n.amorados suelen (llevar un ejemplar de (Fot. Dr. Maldonadd) 216) tal amiDleto en dios bolsillos o carteras, seguiros de que tal talismán (lies garan_ tiza una atpasionada correspondencia.! En eO departamento de Huánuco existe también la prática de la cuya c u - y a que expenden dos G c a m i 1 i s (ouranderos indios). | En algunas pro- vinoias del Norte, en las cuadies aún se “ nefidiar ’a. otros, excitar la ilCluvia- la “ inundación de los ríos; o- al conitrario, para causar la serenidad y el logro de ‘‘ los frutos; lo que verificándose casual- “ mente una sola vez basta para confir- “ marlos, aunque haya mil desengaños. “ Fuera de que en la persuación de ‘‘ que no pueden resistir a dos ¿nflujos Amuletos.— Toros, de piedk.\ berenguela (De Vai.diz.án-Maldonado) habla el dialecto c h i n c h a y s u y o, lilaman A n é_p u y u a “un pciivo que tiene l,a propiedad de despertar el amor hacia una persona, con sólo rociar un poquito^ pero de tal modo que dos hom¬ bres pueden perder Ja razón. Se llama lo mismo cuando es un muñeco de ce¬ ra que se fenvuieilve en el pedo de la mu¬ jer que se desea” . Llaman c u y a - cuya a un remedio ‘‘para oouocier el amor” (A n ó n i m O'. — ‘‘DiaSecto chine chaysuyo” Ob. cit).| “Los indios _de “ Ja pampa del Sacramento y montañas “de /los Andes, para extiender el impe. ‘‘ ño de Cupido se valen del Piri- “ p i r i, nombre genérico de varias “ suertes de composiciones deducidas del “ reino vegetad ; una die e das tragada, “ se cree disminuir el volumen de cier- ‘‘ tas partes del sexo femenino, y me- “ jorar su conformación. La planta “ O u a y a n c h i, traída por el hom- “ bre en el usti y por la muijer en la “ p a m p ai n i )1 l a, o untada en las “ piernas, brazos, armas etc., enlaza los “ corazones y proporciona buen éxito a “ cuanto se emprende . | Otra especie ‘‘ de P i r i p i r i mascan y arrojan “ al airé, acompañado de ciertos n;'cita_ dos y conjuros para dañar a unos, be- “ del P íi r i p i r i, 6 cuántos se sen. “ tirán arder, luego que conocen que se “ les solicita por medio de aquél? En- “ tonces fijarán los ojos sobre el obje- ‘‘ to apasionado y descubrirán mil ras- “ gíos amables, ya reales o ya fantásti- AmULETOK. — OvEJ.^ , DE PIEDRA BERENGUELA (De V a l d iz n- M al d o n a do ) “ eos, /que antes se ocultaban s. la in- diferencia” (Unanue Hipó- 1 i t o.— ‘‘Noticia de los trajes. _ supers¬ ticiones, etc., etc,, de los indios de la pampa del Sacramento y montañas de los Andes del Perú”. Ob . cit . Tom II. (217 pág 263) Respecto del G a r i mu- n a c h i, U n a n u e decía : ‘‘Hay dos “ especies, uno para hacerse amabilfe ( o- “ tro paira tener dinero. El c a r i m u- “ñachi do Venus sie forma de una “ figurita de piedra imán> un palito deil_ “ gado que parece ser de culantrillo, un “ frejoil u otra semilla semejante que “ sea colorada y tenga la cabo'za negra, “ que nombran huairuro, y unas “ hojas de coca. De todo esto hacen un envoltorio que coloca 'Cil agorero en la “ ta de chicha”. (“Disertación sobre ‘‘ la. coca’ En Obras científicas y lite* radas del Dr . Hipólito U ,n a - n u e. Tomo II. Barcelona» 1914. pág. "1)7) I Respecto a(l empileo de los Hua- c a n q n i s en Bolivia, M. Rigo- b le r t o Paredes (Ob . cit . pág. 87 ) dice: “Hay h u a k ai n q u i s, co- “ mo el conocido con la denominación “ de h u a r m i _m u n a c h i- o me- “ jcr dicho h u a r m 4 m p i m u n a. ‘‘ y a s i ña, que son tan populares que Amuletos.— Toros y ovejas, de piedra berexguela (De Valdizán-AIaldonado) “mano de quien desea ser amado, que “ negularmente son las mujeres mozas; “ les hace cerrar m.oderadamente la ma- “ no, dice unO en salmos y asperja la ‘‘ mano y el envoltorio con chicha. Es- “ te brevaje acompaña ala coca en todos “ /-'os agüeros .El c a r i m u n a c h i. “ paral tener plata, pariece ser ínventa. “ do después de lia conquisa mis- ‘‘ mo que el anterior con la añadidura “ de una moneda de plata, y que el as- “ perje pueda ser con aguardüente a fal- 218) “ pocos ignoran su aplicación. Este fa- “ moso talismán lo venden lOs G a 1 1 a* “ h u a y a s y tienen la figura de un “ hombre y una mujer en lacto carnal o ‘‘ abrazados, o la forma de un falo . Los “ h iu a k a n q u i s los fabrican de “ huesos, metal o de lallabastro blanco, “ deii cual decían que había caído del “ cierb con el rayo, que era quien en- “ gendraba o traía esia piedra a la tie- “ rra” |En casi todos los mercados de!l Sur de la Repúbli/ca se vende unos amu- letos tallados en piedna flíamada b e - rengúela (sulfato de caJkio) , que dicen ser exciluslviamentie fabricados por nos G '3 il '1 a h u a y a s boilivLanos ; aunque creemes que aOgiinos de estos lo sean también por indígenas de tos de- partamentos de Puno, Cuzco y Ayacu, cho . Los G la 1 1 a h u a y a s), tos Mevan en sus alforjas, habiéndoitos in_ troducido en muchos puebfJos de Améri_ ca deü Sur; así B o w m ,a n (“AmiHiqui- tés de la Región Andine de la Repubrii- que Argentine et du desert d’ Atacam,a” París. MD GGGGVTTT, pág. 134) en_ co en keshua se Llamia a “la piedra vezar gñande, o notable como vn hueuo, o mayor- que la trayan configo- por abu_ fion para fer ricos y venturofos. — To¬ do f|oi que es .antiguo de muchos años guardadlo.. — Iflila huack Ga¬ fa rica y abundante y d’chofa que tiene illa’’ (Voca.b. González H o ili güín. Ob. cit . ) . Y en ayma- rá I 1 r a es “quaLqui'era cofa que (221 vno guarda para prouifion de fu cafa, como Gh-uño, Mayz, P'íata, Ropa, y aún las jtoyas” (Voca.b.) Ay mará . B e r- t o n i 0' Ob. cit.) ; 'la expliiicación de B e r t o n i o, nos prueba que eif uso d'e las I ll 1 a s es antiquísiimo y que esitos lamuletois se tuv-ierion para que no failtaran en ell/ hogar los principailes alimentos y elementos de vida . | Los amuletos de piedra b e r e n g u e 1 a y las Illas que hemos mencionado, pertenecen al grupo de las G o n o p a s de los antiguos Peruanos, dle las que A r r i a g a '(Ob. d:t. pag. 27) di_ ce: “Por Gonopas suelen tener a'^gunas “ ras de Garneros”. “Las Gonopas, que- “ en eil Guzeo, y por al^lá arriva llaman “Ghancas; son propiamente sus dioses' “ Lares, y Penates, y assí lias llaman “ también 'Huacicamayoc, el mayordo- “ mo, o dueño de casa, estas son d/:ver_ ‘‘ sas materias y figuras, aunque de no- “ tabre, o en la color, o len la figura. Y “ acontece algunas vezes ordinario son ‘ ^on algunas piedras ’ piartiiculares, y “ pedueñas y que tiengan aligo (y qué no son pocas las que se an topado de es- “ *tas) que cuando algún Indio, o India “ se haí'ó a caso a,ilguna piedra de esta “ siuerte, o cosa semejante en que repa- Amuletüs.— «Huaci», de piedra bere “piedras hez a res que los indios ti laman ^‘Quicu... En los Ulanos tenían mu- chos por Gonopas vnas piedras pieque- “ ñas de cristal al miodo de puntas, y es- “ quinadas, que llaman L a c :a s (es “ posible que éstas fueran como aque- ‘Gllas en forma de pirámides triangula- “ res, empleadas por los brujos, que “ hieimios mencionado) . Ay también Go- inopas más particulares, vnas para el “ miaíz que ililaman Zarapeono- “ p a., otras para las papas, P a p a p “ G o n o p a. otras para el aumento “ dél ganado que llaman G a u 1 1 a. m a que algunas veces son de f'igu_ NGUEEA (De Yaedizán-Maedonado) “ ró, va al Hechicero, y le dize Pa^ dre mío, esto e hallado qué será? y “ él lie diz'e con grande admiraoiáii, es- “ ta es Gonopa. reverénciala, y mócha- “ lia con grande cuidado, que tendrás- “ imiucha comida, y grande descanso, etc.” (A r r i a g a. Ob. oiit . pag. 26) .| Estas Gonopas fueron objeto de adoración especial, que preocupó a los españoles, Vs que dictaron severas me¬ didas; y en Illas visitas paira extirpar al idolatria de los antiguos Peruanos, se averiguaba: “si saben, que á’lguna., o algunas personas, tengan en sus casas Huacrs, dioses Penates, que llaman 222) Conopas, >' . ” la m a m a s. para el augií'.eníc; d'el maíz o G a u 1 il a m a 9 oara el augmento del ganado” (!A- r r i a g a,. Ob. oit. pág . 198) . | Lo-s antiguos Peruanos, prindpalmente [os que habitaban la región de ila sierra, i onde ©1 clima es inclemente, donde las etc., fabricaran los indígenas amuileíos para proitejer y favorecer ila miulti plica- ción de ^sos ganados; y all inlpoducirse las monedas de plata y de oro, se expli¬ ca^ también que las más antiguas, las más raras, se empleasen como Illas para atraer la fortuna. I Para T s- Amuletos. — «Illas», dk piedra ber empestades son desvastadoras, donde as plantas se cul'tivan con lél agua de luvia, donde solamente pueden cuilti- /arse ciertas especies vegetales por la sxaetiiltud, y donde ia cría de Jd illama ju_ gaba. un gran papel (pues fueron las ánicas bestias de carga que poseyeron). nguela (De Valdízáx-Aí aldoxado) c h u d : (“Contribuciones ala Historia, Gi v i 1 i z a. c i ó n y L i n g ü í s t ii c a. di e i Perú A n t i g ui o” . En Gelec., Rom ero Urteaga.. Prime¬ ra Serie. Tomo IX. pág. 131) la pa¬ labra I il 1 a, tienie varios significa- lMuletos.— Amuleto empleado en los departamentos del Cuzco y Puno p\ra atraer la buena suerte. Est.á constituido por mostacillas, «recado» «collque runtu», etc.; todo colocado sobre algodón (De Va’ldizán-A1aldon\do) isí como la de los cuyes; tenían forzo_ .amente que adorar dioses de vidai, las ))llantas que cultivaban y que su prin- :ipa!l a)’'(iím©nto y (lia, crianza de las llamas ' di; los cuyes; se explica que posterior- nente, cuando los españoles introduje- “on ffos toros, ovejas, cabros, caballos. dos “ErilJlar. Estar ausente. Estar vie¬ jo, anticuado sotenido por muchos años. Lo piedria de cá/lculo, urinario o diges¬ tivo . I Illas, en el Dialecto Chin. chaysuyo (art. cit.) son “idolitos de piedra que tienen la propiedad de mnL tiplica.r prodigiosamente animales que (223 representan”. | Bl E k a k o o E k e- ko, es un ídnlo fabricado en Boiiivia y vendido en l'a feria líLama^a de Oas A - I a c i t a s; goza de gran apredio en Boilvia y en nuestro departamento de Puno; conservado también en fugar de preferencia por algunas famrMas se realizase únicamente esos días”.| “La fiesta se inauguró e(l 24 de enerio de 1783, y para que elilia tuviese toda la soiHemnidad posible, sie mandó a los in¬ dios de ios contornos de la poblacióin, trajesen los objetos pequeños, que en otras circunstancias acostumbraban ofre¬ cerlos por monedas de piedras , Los indios más listos que íbl Gobernador, se aprovecharon de :1a ricenc'ia para tornar Ja fiesta die la Virgen en hjomenaje de su legiendarlio E k la: k o, cuya imagen cemenzaron a distribuir recibiendo en cambjo piiíedras” . | ‘‘La fiesta comenzó a ceUjebrarse con dieliirante entusiiasmo d,e todas las diases socialles. En Ja no_ ehe» cuandio las famiiilias se encontra¬ ban en la plaza priinoipal, espectando las Ílíumcnarias y escuchando Ja música de haiilarines, entraron per los cuatro án¬ gulos, que eran, de c h a ui 1 1 a k h a- t u, el colegio el c a b.ii! il d o y i’ia casa del judío, compar _ sas de jóvenes decentes diisfiraziados, golpeando cajas, piedras, tocamdq instrumentos músicos, llevando ca¬ da cua]!; alguna chuchería, que la ofre¬ cían en venta, con las palabras ayma_ rás: a íl a cita, a il a c i t a, es de- cLn cómprame, cómprame.” | “El es- truendioi y alboroto que estos 'disfrazia_ dbs hicieron;, era tal, que muchas jóve¬ nes fueron arrancadas en medio de la confusión, de í.ia compañía de sus fami¬ lias y sólo regiresaron all' siguiente día....| “Las indias y cholas sentadas al margen de las aceras de la plaza y calles contiguas, acostumbraron, desde entonces, a encender en fila sus meche- ro.s y vdlas en homenaje a lia Virgen, cuando en su interior, tal vez le consagra han a su predilecto E k a k o, cuya i- magen modelada de yeso y pintada de co/Iores vivos, ofrecían en profusión ilos escultores Indígenas en venta o permuta a los asistentes a la fiesta” . | “Algunos ‘MonilDos les hicieron sentados, con go¬ rro triangular o cónico sobre la cabeza y vestido de una túnica hasta las rodi¬ llas. otros parados en la misma forma que los de Thlahuanacu, lia cual persis¬ te hasta hoy. Ambos tiene dli aspecto risueñio), de hombres satisfechos de Ja vida, gordos y bien do de permitir a los muchachos arrebatar a sus dueños las icspediies sobrantes de la venta del día, apenas tocaba la oración y comenzaban l’as sombras de la noche a cubrir la pla- zaj, también ha desaparecido. Si antes AMULr:Tos. — De piedra berenguela (De Valdizán-Maldonado) en honor del E k a k O', nad’e debía regresar a su casa, lo que había destina, do para vender o permuitar ese día, los poliefas impiden al presente que tal me¬ rodeo se repita” . | “Lo que al principio tuvo un aspecto netamente reliigioso' y pagano, se ha con vertid o poco ,a poco en feria industrial de miiniaturas, y Jo ue es más singular, en una O'portunii- dad para adquirir al legendario E k a- k o que se encargue dell cuidadlo' de la casa del adquiriente . El 'idolillo, que en tiempos pasados era objeto de venera¬ ción únicamieinte de fijos indios, hoy es 226) acatado por todas las ci'ases sociales. Rara será ila familiia que no temga aciO'_ modado en sitio visiblle die sus habita¬ ciones- un E k a k o, cubierto de dii_ jes y pequeños instrumentos y objetos de arte diminutosi, y len quien confían lo las de Pediatría, de E y z a g u i r r e y G a r c í a, las investigaciones de M a 1 d o n a d o en el campo de la materia médica, las de H !e r c e i il e s en el de la Ana¬ tomía Patológica, las de Delgado, Espejo y Bambarén en el de la Psiquiatría y Neuropatología, etc. | Desde 1922 comenzó a editarse en los tal’liieres gráficos delll Asilo “V i e t o r L a r c o H e r r e r a” . ANALES DE LA SOCIEDAD DE FARMACIA DE LIMA _ (Bibliog.) — ■ Refiriéndose a esta publicación dice^ 228) don Mariano Feilipe Ptaz ¡Soldán, len su “BiMfoteca Perua¬ na” (p. 3) lo siiguiente: “Revistia men- Eiiail, Lóma núm B Setiembre 24 de 1872 hasta ei añ]o> de 1874, núm 42. Cada i .número de 8 Páginas de 215 por 013. Editores líos Socios, siendo su presi den¬ te el doctor D . Gregorio Z u- 1 e t a y Vicepresidente don V a- 1 e n t íi n Dá vallo s . Contiene artícu¬ los de sobresaliente mérito . Gomiisión de Redacción: ell Dr. Leonardo Gontreras y otros. | Esta re¬ vista fué editada en la imprenta del Es¬ tado (calile de lia Rifa n. 58) y fué ór¬ gano de la Socied'ad de Farmacia. No_ s..tros hemos hallliado el número 43 ée estos ‘‘Analics”; su fecha 24 de mayo de 1877, posterior al número 42 que señala el eminente autor citado. || En¬ tre otras firmas de importancia, los ‘‘A_ n alies de la Sociedad de Farmacia” con_ taron con lias siguientes: R a i m o 'n^ di A n t o n i o^ — R í lo. s J o s é A . d - lo s — L a Puente Igna- c i o — Z uíleta J. G.egori o — D o n a y r e J . M _ D á v a I o s A" a 1 e n t í n . AKALES HOSPITALARIOS— (Bi_ hliog.) — Esta publicación trimestral de la Sociedad de Benefiicencia Pública de Lima comenzó a publicarse el año 1922'. editada en óos talleres gráficos del Asilo Glolonia “Víctor Larco H e r r e r a”, en papel satinado, for¬ mato 185 mm . por 100, a páginas. | El primer volumen consta de 484 pᬠginas, con ilustraciones dentro y fue¬ ra del texto . I El personal de redacción ha sido eO siguiente: Director W e n- c e s 1 a o Molina. Inspetítor y fundador de la revista; Redactores: los doctores Abel S. O I a e c h e a Aníbal G o r v e t t o., J u v e- n a 1 Denegrí, Honorio F . Delgado, Fortunato Que- s a d a. Garlos B a m b a r e n ; Redactor en Jefe: Dr, H e r m i 1 i o Va 1 d i z á n; Secre.ario de Redac¬ ción: dcctorcs Honorio F. Delgado y F o r t u r a t o Q u e. s a d a . I El primer volumen contiene artícufos de los siguientes autores: G o r V c t t o, D e n e g r ', V a 1 e- g a Juan Francisco, Q u i- roz Ghávez Juan Delga.- d o Honorio, Quesada- Fortunato. V la li d i z á n H c h- m i il i Oy M a il d o n a d o An g e Grama Francisco, Pt e b a g-^ l i a t t i Raúl, B a t t i .s t i n í T e 1 é m a c o. A'. 1 z a m o r a R a- f a e 1 IM . , G la r c í a Enrique- L . . P o r it o ic a r r e r o José Ignacio;, L o r e n t e y P a.. trón Sebastián Botto O- restes, etc.| Este año de 1923 sólo» ha sido publicado un número', corres¬ pondiente al primer semestre del año. L ABALES WIEDICALES DEL PERU — Blbllog . ) — - Refiriéndose a esta revista médica lia primera genuinamen- t3 n.édica publicada en el Perú, diice el Sr. don Mariano Felipe P a z Soldán, en su “Biblioteca Peruana”' (pág. 3) lo siguiente- “Anales Me_ dicales del’ Perú o Sema..: Trio de medi¬ cina, cirujía, boticaria, historia natural,. con un anáilisic crítiejo de lias publica¬ ciones recientes sobre esta materia por don A b e ll Victorino B r a n- d í n, 50 páginas — Lima. 1827. Se publicaron dos números sin fecha; cada número tiene 8 pág. de 147 por 082”.] Esta revista médicai, para la cual redla- mamos una prioridad que antes que nosolros ha sido adijudicada a la ‘^Gace¬ ta Médica de Lima” del año 1856, edi_ tada a página en papé! periódiico, en ©I formato general a 'las publicaciones así públliiicas como privadas de la época, tu¬ vo la vida efímera que le asignaba se víió predisado a dlevair all Hos¬ pital de San Bartollomé sus generosos empeños de enseñanza: así, pues, en la mea de la ocupación, el mortuorio del Hospitall de San Bartollomé fué también anfiteiatro anatómico . Libertada Lima díe Da presencia del enemigo en ella, fi’é posible contrnuar la obra, linterrum- pida. En 1887 llegaron a Lima los ma¬ teriales pedidos a Europa y pudo dar¬ se comienzo a la. enseñanza de ila Ana¬ tomía en el local que ocupa en 'G actua- lidiad. Los Decanos que sucedieron al Doctor Ríos manVfestaron vivo empeño por enriquecer el materiall del Anfiteaitro, que fué notablemente me¬ jorado bajo el decanato del doctor M lat n u e D G. Barrios (1907- 1911)- época en la cual se lile-Vó a cd- bo la construción de Ha hermosa, roton¬ da en ila cual han tenido ídgar varios concursos para ila provisión de Cáte¬ dras y en íai cual se ha enriquecido el material! de enseñanza con varias adqu:- sicionies que han continuado fomentan., do los sucesores del Dr. Barrios. (233 Ejl Anififteatro Aniaíiómioo comp:r1eínd‘e,i además del amplio anfiteatro a que que¬ da hecha referencia, dos graindes salías sa.’a destiinada a los trabajos prácticos de lAínatomía Genierair y Técnica Micros¬ cópica — En una habitación de este An- Anfiteatro Anatómico.— Una sala dé disección de disección destinadas a ios aiiumnos del pri-miero y déil segundo año de es¬ tupros djíi Medicina; una sala para los trabajos prácticos de Anatomía Topo- fiteatro estaba establecida, hasta el año die 1917, la Morgue: re trataba de una irsta’ac'ón muy pobremente provista de dos tarimas y una mesa . Los médicos Anittf:atro Anatómico. — Otra sal.4. dk disección gráfica y de Medicina Operatoria; un Guardarropa; una sala laboratorio del Disector; una auiia para ilecciones y una forenses encargados de las autopsias Aamadas “de poLcía” debían recurrir frecuentemente a!l personal del Anfitea. 234) tro Anatómico paira sol/xiitar algunos instrumentos con qué practícar taimes autopsias. — La sollioitud del doctor Aíedic'ina Legal.'! Fué muchos años; portero diell Anfiteatro Anatómico un stt-r jeto que popularizó su ahas de “Paja' A.xkitkatko Anatómico.— Una sala de lección ks A V e n d a ñ o- Profesor de Micdicira Legal en ¡l'a FacuUrid de Mediciina de Lima, evitó esta vergüenza a Lima; pues» merced a sus gestiones, a su- en¬ rito”. E u g e m li o A' a r e La se 'llama, tía e(l sujeto y nosotros le alcan¬ zo mos, siendo aüumnos, en el apogeo de su situación: con una eterna sonrisa en Anfiteatko Anatómico.— El Museo tusiasmo y a su preparación, el gobier_ no del señor Pardo esta-bleaió, en di¬ cho año de 1917» el actual Instituto de ños labios discurría por salas del .Aufí- tieatro como si lo hiciera por los salo., nes de un palacio do! cual fuese el se- (235 tíor y dueño; expilotaba alegremente 'la ignorajncia de líos “nuevos” a quienes vendía, en pneeiios muy subidos, et mol¬ des y esfenoides y a quienes se digna¬ ba hacer la piadosa indCiaaición de cual músculos era “el muy elevador del año”. “P;a,jarlito” no era un cuidadoso de su personal y tenía el mayor desdén por los ‘‘infiniítamente pequeños”: así des- aiseado en Ha persona y en el vestir, aíL coholizándose con pecaminosa frecuen- cia, “Pajarito” resistió heroicamente eil amago djs iodias las infecciones» hasta que sucumbió, hará unos tres años (es¬ cribimos en 1921) , vícttma de un agota¬ miento generai de su privilegiada natu- raileza. Los estudiantes de medicina , cubrieron, por suscripción, el precio del nficho perpetuo en que descansan sus restos mortailies . ANATOSVSICO disector — (Hist.) — El curioso quie desee informiaieiones respecto a la labor llevada a cabo por ios cirujanos limeños en materia de di¬ secciones anató-micas puede consultar nuestro aríículj titulado “Anatomistas de la colon, i” (Revísta Histórica, Li¬ ma 1917)- — Establecid'O elU Real An¬ fiteatro A n;. 'O. ico en eil Hospital de San Andrés en Lima (1792) el primer facuOtativo que. ejerció en él Has funcio¬ nes de disetctor anatómico fué el ci¬ rujano limeño G a b i n o Chacal- t a n a, cuyos éxitos en la práctica ci¬ vil fuieroin atribuidos por sus contempo¬ ráneos, no sin justicia, a su práctica ana¬ tómica en el Anfiteatro .A C h a c a iL t i?i n a sucediénronle: el doctor J o- s é María A d r i la s o 1 a y A r V e y don Pedro N o r b e r- ■t o d e Vega (1808-1812) . El doctor Vega, lal mismo tiempo que disector cumplido, era un minucioso en la reóación de sus cuentas del gasto bastante modesto que debía realizar el Anfiiteatro anualmente; en nuestro ilfibro "“La Facultad de Medicina” hemos repro¬ ducido una de estas cuentas del doctor V e g a muy illustrativa de Jlas caírac- terísticas de ia labor diell Anfiteatro a- queil entonces . I Al doctor V e g a le sucedió eil doctor Agustín A_ r e n a s, quien se formó cirujano en etl Anfiteatro, haciendo méritos que le valieron más tarde fia Cátedra de G i- rugía. El doctor Arenas, a qu-en se ha calificado siempre con im¬ placable rudezia, aesempeno el cargo nasta eil año de 1817. En este último año fué nombrado Disector Anatómico don Juan Z e b a 1 il o s, que de¬ sempeñó c’.*' cargo hasta 1821 . Este año fué nombrado disector anatómico el ci¬ rujano francés don Eduardo Pe- !l (1 e g r i n, que conservó ell» cargo Lasta eil) año de 1823. Entre este año y el dell establecinÉ.ento de la FacUitad de Medicina de Lima (1856), perío¬ do de tiempo cuya historia ofrece tan_ ios vacíos, desempeñaron el cargo de disector anaíómiJco, ios siguientes: el Dr. G a y et a n o H e r e d i la (1823), eil Dr. Marcelino Ananda ( 1836) , ei Dr. José Dámaso Herrera ((1839),: ci Dr. M Ci n u e I O d r i o z o 1 a (185 3). II El Disector Anatómico era pagado, en la época colon i al, por el Ga- tlJJdo de Lima, institución que subven- emnaba también los gastos que debían hacerse en las diseccitones . — Para el nombramiento de Dliseetor lanatómico o_ currían cposuciones como para la provi¬ sión de todos los cargos del Golegio de MeJici-’r d( San Fernando; pero, con alguna f^^c; cncia, se dispensaba de e- * has a • imnos que hubiesen prestado servicios de importancia al estableci¬ miento en úl desempeño de las funcio¬ nes de vice rectores o de maestros. l| En la historia de Ha enseñanza médica este cargo de disector anatómico apare¬ ce entre nosotros como desempeñado por médlicos de gran valía, líiamados a grandes destinos. Además, este cargo modesto fué el origen real de la en¬ señanza universitaria de la Girugfia; puesto que, desempeñando eil cargo de Disector Ainatómico don Agustín Arenas, se gestionó y obtuvo pa¬ ra él un aumento de sueldo que lUe per¬ mitiera enseñar a los alumnos las ^ope- raciones más comunes del airte qiüirúr gico: en el hecao Arena ,s ftié el primer maestro de Medicina , Operatoria en el Perú.|| Gomo una adivinación de cuanto estaba reservado aíl doctor G la y e t a n o H le r e d d ,a en la vi¬ da médica peruana, el decreto de su nom¬ bramiento como Disecto,r Anatómico se h.alla concebido en términos de una so_ 236) iemnidad que no guiarda 'relación con la modleisria dal cargo (Véase V a I d i,- z á n : La Facu&tad de Medicina de Li¬ ma, Lima 1913) .|| Desd'e el estable¬ cimiento de la Facultad de Lima (1856) aeí han sucedido en el desempeño del cargo de Disector Anatómico, dos si¬ guientes : C e il s o B la m b a r é n (1861), G il e ó m e d e s B iLa n c o ( 1868), José M a r í la Z a p a - 1 e r (1868-1872), G r e g o r i o G a¬ rra n z a ( 1872-1873) , J . R i V e- r a, inte nio (1873),, Leon^ardn Gnntreras (1873-1876) » E - duardo Sáchez Goncha ( 1 8 7 6- ! i 71'), 'G o n s t a n t i n o T, G a r V a 1 d o (1879-1882), Ernes¬ to Ü d r i o z o il a (1882_1883), M a n u-ie 1 Montero (1883-1885) Manuel IM. IM e d e 1 ( 1885) , M a n u € d IM o^ n t e r o ( 1885- 1921 ) , — El doctor Manuel M o n t e r o, desempeñó ei cargo eon competencLa y ¡laboriosidad; excelente disector, reunió en e! pequeño Museo del Anfiteatro U- na bu:;:na colección de piezas anatómicas que constituyen el mejor eijogio que de él pudiera hacerse, j! Desde eil año 1922 desempeña el cargo /eli doctor Juan E.Lozno. Aíy¡ATOfVliCO _ Museo — ('Hist.)- - — El IMuseo de Anatomía se contó co¬ mo número importante del programa; que el doctor Hipólito U n a n u e no Lle¬ gó a realizar por eil considierable núme¬ ro de causas que contribuyeron a ai e jar¬ le de iia enseñanza médica en eH Cole¬ gio de San Fernando y a dedicar sus ad¬ mirables capacidades inteiectuaiies a o- fro orden de cesas, menos grato segu_ ram.ente: ell de Ja po'lítica. En la segun¬ da mitad del siglo XIX existía, un Mu¬ seo Anatómico debido, en buena parte, al interés que por lia organización de tal centro culKtural, manlifestó eó excelente decano de Ja Faculltad doctor don M i - g u e II Evaristo d e li o s R ios. El año de 1865. merced a gestiones de este benefactor de la Facul¬ tad de Medicina, fueron contratados los servicios de don Ambrosio G o r- t e z como preparador de las piezas deil IMuseo Anatómico . Pocas noticias que¬ dan respecto a !la riqueza de este Museo y a Ja calidad de Jas piezas que en él se guairdabai.' una de las más importantes informaciones all respecto es desgra¬ ciadamente, la incomcebible de su des¬ trucción por las tropas chilemas que eil año de 1881 invadieron a Lima. Se su)- mó el doóor de Ja destrucción de este Museo al producido por la destrucción de líos laboratorios pacientemente enri¬ quecidos y todos eólos constituyeron traumatismo espiritual gra/ve para el doctor R í o s que se halaba enton¬ ces en su lecho de muerte. Eili Museo Anatómico uo ha sido restaurado toda¬ vía: esperamos qeu do sea en breve y que II eve el nombre 'del glorioso anciano que dió vida al primero que poseyó nues¬ tra Facudtiad de Medicina. Además de Jas pijezas anatómicas propiamente tales poseía el Museo de la Fncuiltiad una ri¬ ca colecdión de piezas en cera, adquiri- dns en Europa; poseía, tambiénv muchos ejemplares teratológicos, entre otros los obsequiados por el farmacéutico A 1 - Zamora có año de 1867. Este mis: mo año ios señores jefes de GiVnioa de la Facultad de IMedicina hicíieroin a la institución donat'vo de sus sueldos en favor deil incremicnto de las coiecciones con que contaba eil Museo. AlVATOíVliOO — Preparador — (Hidt) — Eli único nombre de preparador .ana¬ tómico que hemos haíladó en nuestras i n.vestig aciones históricas acerca de la Miedicira en el Perú es el de don A m_ b r o s i o G o r t e z, contratado ©1 año de 1 865 al servicio de ia Faculltad de Medicina de Lima. A.lumno. — (Biog.) — N. Lima- 1898, de Juan M a n u e )1 y Susana G a r r i 1 Jl o . Se inscíbbió en la ma¬ trícula! de Farmacia de ia Facultad de M|.diiC'iiia de Lima, ei año de 1917. AlViAYA JüASy M. — F armacéutico. — (Biog.) — N, Lima 1858. (Alum¬ no de Farim'^iCiia en 1877; Farmacéu¬ tico en 1880. — Muy delicado a su pro¬ fesión goza, desde hace muchos años, de general estima y d-e merecida repu¬ tación profesional!'. — Desde hace mu- cb.os años, forma parte del persoinai técnico de la Botica “El Progreso” pro¬ piedad qrie fué deill malogrado y muy po¬ pular en Lima, farmacéutico D. E m i- (237 lio I. G r e c. — A lia muerte de este úi'timo, el señor A n la y a fué en¬ cargado de la Gerencia de da negocia¬ ción cuyos éxitos econóraicos son debd- AxNAYA, Juan M. dO'S> (&n buena parte, al prestigio del se¬ ñor A u aya. Bibliografía : 1 — Las farmacias en los hospitailes ■Ae Lima, en “La Crónica Médíica” Li- iTia. 1884. 2 _ Albuminato de mercurio, en “La Grónlica Médica.’, Lima, 1884. 3 — íPentonas artificiales y papaín?., en “La Crónica Médica”, Lima» 1888. AWAYA ViCEI^TE — ^(Bóog.) _ 'N . Lima 1827. Alumno de Farmacia en la Faculitad de iMedidina de Lima en 1857. B. JllASy y. — Farmacéu-- tico — (Biog’)_ N. Lima, 1891 d|e J u a n ÍM . y N a it a ll i a Bando. A'Inj.mno de Farmacia enlQlS; F arma¬ cé utico em 1916 Figura en la Relación oficial de la Faculltad de Medicina de Lima de 1916. — Habiendo realizado s i práctica profesional! cerca de su se¬ ñor piadre en da Botica ‘‘^Ell Progreso”, recibido su título de farmaicéutko pasó a hacerse cargo de un establecimiento farmacéutico situado en la caille de Bo¬ za de esta ciudad de Lima. AI^CAR — (Bot.) — De da fami¬ lia de las Compuestas . Planta espinosa'. Región: Provincia de Paruro y Chum- bivilcas (Información escrita del Dr . F’ o r t u n a t o L . H e r r e ñ a ) . AMCAS _ ÍF. 1. ■) — Sinónümo vul¬ gar de nalgas; pero mas frecuente y le¬ gítimamente empleado para deslgniar la: parte posterior de los irracionales. AIMCASH — Aguas minerales de — (Hidrol. ) _ Están citadas en el presen¬ te diccionario las siguientes aguas m'i- neráles situadas en di departamento de Anoash: Brioso — Chancos — Chin- cay — Churin _ Tablachaca — S'anta. Clara _ Tactátiamba — Mancos o San¬ ta Julia. ANCCO CEBADILLA — (Bot.) — d vegetad, conocido con ¡este nombre en dios departamentos del Cuzco y Puno, donde se emplea e'’i cocim’iento de la planta para curar la diabetes, está con¬ siderado por Y a 1 d d z á n - M a ;1 d o- n a d o (La MJediicina Popullar Perua_, na, II, 389) en el número de aquellas prtantas usadas por la Medicina Popular no identificadas botánlicamente . Aíl'CO JÜA!^ — Enfermero — (Biog.) — Religioso juandediano llegado a Lima el año de 1608» con dicstlino a la asis- tenc’a de enfermos en el Hospital de Ssin Juan de Dios . Ar^CUONUTAY — (Bot. ) — Nom, bre keshua de la valeriania. La misma espiec'ie es co^nocida también con el nom,- bne keshua de Tur^ u . (Albino Ca¬ rranza: Estudio de Geografía Des- cripü va y datos estadísticos de la pro¬ vincia de Tarma, qn “Bolletín de (la So- ciedrd Geográfica”, Limiai 1895.) || — El vegetad conocido con este nombre en la provincia de Tarma, donde emplean su infusión en di tratamiento dle: las a- fecciones nerviosas, está considerado' por Y a d d i z á n - M a l d- o n a d o (La Medicina Popnfar Peruana, II, 389 i en e!l número de aqueillas plantas empleadas por la Medicina Popuñar no identificadas botánicamente . ^AÍ\SCHORE!\IA ISiVIAEL — Médico- — ^(Biog . ) — :N . Ayacucho» 1876, del doctor E z e q u 4 e il y Octavia Arias. _ Alumno de Medicina en 1897; bachiilkir en 1903, sosteniendo por tesis un estudio titulado “Ipomea Papiru”; médico cirujano en 1904. — ■ Ha ejercido la profesión médica en su ciudad nata)!. Trasladado a Lima ha de¬ sempeñado, el año de 1919, la Jefatu- 238) ra die (lia O-ínica 'Médica de ÍMujieres. — El doct'or A n c h o r e n a ha. lilleva- d'O a cabo, en nuestros estabil-e'cimientos hospitalarios, ensayos d'e tratamiento Axchorkxa, Ismael del asma por agentes vegetales perua_ nos, observaciones que no ha publlioado aún . B i b 1 i o g r a f í a : í — Tesis deil bachillerato en Medici- nac en ‘ Revista de Ciencias”, Liima, vol . VI íl y en “La Crónica Médica”, Lima 1903. 2 — Tratamiento de Ja verruga por el caco'dilato de soda”, en ‘‘La Crónica iMédica’, Lima, 191 J . ^ 3- — 1 ratem. ento i'ocail de Ja uta por ei “606”. Com. . al V. Congreso Mé¬ dico latino americano de Lima, 1913. (Actas y Trabajos dej Congreso, vol. V p. 307) A!\!CMO'?IE!\3 A Z03LA — Obstietriz — (Büog.) — -Obituvo eJ título profesio. nal e/i año de 1877. ANCHOVETA — (ZooL; — “Pez pequeño y delicado que a.bunda en lia la¬ guna de Chucuito y Reino deJ Perú,, es¬ pecie de bega” (Alcedo: Diccio¬ nario, Y) . A!\jDEROS RAIVSOW _ (Büog.l _ La junta de profesores del Reall Goilégio de iMedicina y Cirugía de San Fernan¬ do acordó aceptarle a/ la matr/ícula del estableciim/ento, en calfldad dé alumno externo, el año de 1808. Aí^DIA HSLDEBRAI^OO — Alum¬ no — (Biog. ) — Nacido en Caravellí, hijo de (don B e n j a, m í n A n d í a y doña Manuela C a r c e il, é n . Se inscribió en la matrícula de (la Facul¬ tad de Medicina de Lima el año de 1912. AFVDIGUELA — Agua mineral de — (' HrdrolL I — Véase Oa. palabra: Yana- tilde — Agua) mineral' de ^,Af\IDRACA PEDRO V _ (Bdog.) N. Santiago (República dé Chile) 1828 — AJumno de Medicina en lía FacuUtad de Lima en 1858. AAÍDRADE CAVERO EDUARDO _ Cirujano deintista — (Biog.) N. Li¬ ma, 1877. Alumno de Odontología en /a Faeulitad de Lima el año de 1895. Obtuvo el titulo profesilonail e|l año de 1898. AKDRflDE ENRIQUE — Alumno— (Biog. ) — Nacido en Lfma el año 1892, hijo de don F r a n c i s c o A n d r a_ d e y doña Manuela Rondón Se inscribió en lia matrícula de % Fa¬ cilitad d,'e Medicina de Limia.' eil año d'e i 9 1 3 , •flWDRñDE HUMBERTO —(Biog ) — Baeh'iTier en Ciencias Naturales en a l nneisidad de L'ima (23 de enero de 18780 sosteriendó por tesis un es¬ tudio titulado: “Plantas eriptógamas” . ^ARIDRADE ISIDORO — (Biog Estudiante de Medikina en Lima por los años de 1808. En condición de ta;l' ícontrCbuyó a los gaistos de ejecución de Ja obra del Reiall' Colegio de Medicina de San Fernando con un donativo de cuatro pesos. AWDRADE JOSE ISIDRO _ Mé (Biog . ) — .Después die reali¬ zadlos sus estudios profesionales en el Conegíio de Ja Independenciai. en Lima^ obtuvo del Protomedicaío eJ títullo de Cirujano Latino eil 5 de setiembre de 1823 . El mismo año obtuvo A n d r a- d e el^ grado académico de Baehiiller en Medicina en Ja Universidad de San IMarcos). E2 año de 1852 ejercía lia pro¬ fesión en Lima, según Ja ‘‘Guía Domi¬ ciliaria” para el año de 1853. AIMDRADE RUARIA IM — Obstetriz — (Biog.) — N. Lima 1898, de M a _ n u e r y Jesús Muñoz. — • (239 Inic ó sus estudios profesionales eü; año 1911 y obtuvo el títuílo profesionali en 1914. Figura ©1 nombre de esta pro- fesionall en La “Relació^n'’ ofiaiail de 'L^a Facidtad de Medioma de Lima para el año de 1919. ‘A'Í^OflADE ZOILA RfiEiFICEDES — Obstetriz — (Biog.) _ N. Lima 1881, de Vicente y Juan Rodríguez. Inloió s» ¿,3 estudios prolesdonaries en 1909 y obtuvo el tí- tuHo profesional: :en 1912. Figura ©1 nombre de esta profesional en la Re¬ lación” oficial de al Facultad de Me¬ dicina de Ijima delli año de 1919. AfdOL'A'GA — (Biog.) — N. Chachapoyas 1873, de José M. y M a n u e il a R o d r i g u e z . — Alumno de' Medicina en la facultad de Lima en 1896. JOAQUÍN — Médüco — jBiog. ¡ N. Chachapoyas el 8 de marzo de 1823, de don Jos é M a. n II e y doña ñl a r í la D á v i 1 a Hizo suis estudios médicos en el Cole¬ gio de la Independencia- en Lima en csridad de becario por su departamento natal (27 de jullio de 1844)_ y en for¬ ma tal que le granjeó la estimación de sus maestros, quienes l'e confiaron el cargo dc' Vice Rector, que sollía con¬ fiarse a los más distinguidos alumnos. Como tai' vice rector aparece el doctor A n d u e z a en la “Guía D'omiciilia_ ria” de 1853. Obtuvo título, pro.. fesionaií de médico y el grado académi¬ co de doctor en Medí ciña eil año d^e 1355 _ Este mismo año, al organi- -^arse la Facultad de Medicina de Li¬ ma, el doctor Andueza fné dla- mado a desempefar en eilia las funcio_ ncs de catedrático auxiílliar y, en ^cali¬ dad de taf, en el año de 1861 fué en¬ cargado interinamente de la enseñanza del curso de .Patología GeneralL Medi¬ co de PoiLea de 'lia IntendencLa de^ Li¬ ma y Cirujano de Bjéraito (1879)- prestó el doctor Andueza muy valliosos servicios profesionales duran¬ te nuestra desventurada guerrai con Chite ( 1 '.79-1883) .-Miembro fun- dador de la Academia Libre de Medi_ ciña de TJima (1885)(, gozó el doctor Andueza de muy merecida consi- deriación de sus compañeros de la doc¬ ta institución. Gozóla igualmente den¬ tro de su numerosa clientela. A su muerte, acaecid.a en Lima en ^ el año de 1889, dijo uno de sus biógrafos: “Dotado de raras virtudes; de una rec¬ titud nada común, como debiera seBo todo hombre de verdadero mérito, el doctor A in d u e z a h;a pasado su vi¬ da entre las tiendas de campaña, las sallas de Hosp'itales y la desconsolada morada de sus pobres pero preditlectos enfermos a cuya asistencia dedicaba to¬ do su tiempo”. El año 1852, all'umno de Medicina- el doctor Andueza había acompaañdo a' sabio R a i m o n- d i en sri viaje de ese año ;a Chacha¬ poyas . AS^fESTESiA — (Bibl.) — Respec¬ to a Anesteisia puede consuilfarse los sL gi( entes estudios de Illa Literaitura Mé¬ dica Peruana. Las tesis inéditas exis¬ ten en eH Archivo de lia Facu/Jtad de Me¬ dicina de Lima; 1) . A i d a S a 1 v a_ d o r: Anastcisrla rectaíl, tesis del- ba¬ chillerato, 1919, inéd.; 2), A 1 j o- v í n M i g u e 1 C. : El masaje del ■corazón eu el síncope clorofórmico, Gacetai de los 'Hosprtajies, Lima; 3)> A 1 j o V í n IM i g u e f C , : La a_ nestesia sin cloroforma Id. ; 4) ; C á- ocres T o m ás E z e q u ^i e 1. Anestesia, tesis del bachillerato, Gaceta Médica, Lima, 1875; 5), D e 1 g ai d o E r n e) s t o : La raquianestesia .a la estovaína y novocaína en Lima, tesis ddl bachillerato, 1912iinéd.; 6), Diez C a n s e c o Y í c t o^r H . : La raquicocainizacióin en Cirugiia, tesis del biachilferaío, 1912 inéd; 7), F e - bres Odriozola Enrique; La m.etroanestesia- Crónica Médica, Li¬ ma, 1 9 1 4 ; 8 ) F e ir n á n J e z C o n¬ cha Nemesio: Analgesia raqui - cocaína en 27 operaeiones, Crónica Médica, Lima, 1 902 ; 9 ) , F e r r e y r a F e II i p e A. : La -anaílgesia obstétri¬ ca por inyecciones epidurales de novo- caina. Crónica Médica- Lima, _ 1916 (Fragmento de’ la tesis del baéhl-lerato en 19157 titulada: ^‘La es'copollamina morfina como medio de amálgesia en el piairto'M ; 10), Flor Lu i s C . de 1 a: Profilaxia del dqlor en Cirugía, tesis del bachillerato, 1916, inéd.; 11) 240) Profesor Doctor Joaquín Andueza G r a ñ a í" r a n c i, s c o : sus lecc- ciones inéditas sobre Anestesia en el icurso de Nosografía Quirúrgica el año de 1917. Ksia contribu'ción es particu¬ larmente interesamle y ;es de desear que e'’la vea llai fluz púbiliea: durante muchos años el doctor G r a ñ a ha sido el único anestesista en Lima, por su do¬ minio absoluto de 'la técnica y cuenta con una estadística die muchos milla'res de casos- todos dilios de éxito muy li¬ sonjeros; 12), i\I a n c h e g o E n _ r i q u e P . : Algunas consiideraciones sobre a anestesia en la prosta.tectomía, tesis del bachilllcrato, 1916, inéd.; 13), Morete Vidal: Anestesia, tesis del bachiüilerato, 1883. inéd.; 14), M u ñ o z Emilio: La raiquicocaii- nización en el parto, tesis del bachillUe- -rato, 1902, inéd. ;15), Piñeyro J u I i o : Los accidentes post dioro- fórmicos, tesis del bachilMterato, 1910. inéd .;16), Puente y Gano_ z a R a f a e 1: Morfoescopoíiamina en Obstetricia tesis del bachinerato, Ga ceta de los Hospitailes, Lima, 1908; 17) Q u i r o z G h á V e z Juan: La metroanes'tesia e'n Ginecoiogía. tesis del bachillerato, Anajles Hospitalarios, Lima 1922; 1 8 A Ramos O c a m, p o José ñl a r í a: La holo/caina como a.nestésico en ñas operaciones oculares, tesis del bachiMerato, 1902, inéd.; 19) Sosa A r t o )1 a B e 1 i s a r i o : La raqu 'cocainización en los partos dig- tócicos, tesis del bachiillerato, 1902, -Inéd . ; 20) , U g a z Ricardo J. I.a anestesia regional o territorial, te¬ sis dei. bachílierato, Lima 1915; 21). Valdízán Hermilio: Sin do¬ lor (artíorro de’ folleto “De otros tiem¬ pos”), Roma, 1914; 22), Valle- nas Miguel H.: Contribución a la -analgesia obstétrica por el estudio de la fórmufia No . 3 doH' doctor B el i- sario Sosa Arto la, tesis del bachillerato, 19 17, inéd. ; 23) W i e. 1 a n d Fernando: Algunas ob- servacioines de enfermos operados con anesteci'?! locail. Gom . a l’^a Sociedad de iMedicina del Hospital del Dos de IMa- yo, Lima, 1916. ANGEL _ Pérdida del — (F. 1.) — “En ciertos caminos reales del departa, mentó de Gajamarca, el observador que viaja por aqueÜa pintoresca región con¬ templa con sorpresa, depositados de tre¬ cho en trecho haicinamientos más o me¬ nos consid.era.’bles de ramas que los in¬ dios no se atreven a tocar ni permiten tocar a los viajeros a quienes acompa- ñain y que, ail contrario,, procuran ellos aumentar arrojando sobre Las ramas ya depositadas alguna nueva. . 8on lu¬ gares que los indios reputan peligrosos para ei’ viajero; son 'llugares en los cua¬ les es casi fatal lia “pérdidai del ánimo” si no se ha tomado la precaución de a- irojar una ramia fresca como ofrenda -al sitio considerare por la creduiridad in¬ dígena como “ladrón de ánimos”. Los indios crecen que la. rama fresca cous- tituye una seguridad de paso tranquilo y, sobre todo, de paso ‘‘con ánimo y todo’, sin dejaróo en po-der deli misterioso y temido ladrón . Guando algún indio, por sin preocupaciones muy intensas o por otros motivos olvíida de hacer la o- frenda ail lugar peligroso, tiene la segu- ridiad d!o haber sido despojado de su á- nimo y no tardan en presentarse en él algunos síntomais que ratifican sus so3_ pechas y lie obL gam a recurrir a los be¬ neficios de la ciencia (?) de un brujo experim'entad o - Por regla general la pérdida deíl ánimo viene con¬ siderada como una causa predisponen¬ te dc’ primer orden, que hace diel suje¬ to una v'ctima fácil de cualquiera enfer¬ medad . Unas veces el sujeto que ha per¬ dido el ánimo cae en las amarguras de la anenación mental; otras veces ofre¬ ce isl lamentable espectáculo de una desnutric.ón gravo, de un misterioso a- delgazamiento, ai cual los médicos no l'egan a descubrir origen alguno y que conduce a los sujetos a la muierte por agotrimianto si lestos no recurren a los brujos y cuiranderos, únicos capaces de recuperar el ánimo de dos sujetos que ha(n teni-'do La poca ventura de perder¬ lo. — ^ Puede el sujeto mismo que ha sufrido La pérdida de su ánimo, volver fl si’t'o mismo en que se cree fué des- poiado y reclamar, .airadaimente, la de¬ volución de su ánimo; reprochando su conducta al luear, haciéndo’e el obse¬ quio de los más injurioso insu'tos de oue esté provisto su vocabulario'. Dicisn dos indios que, en m-’chas ocasiones), basta este procedimiento para obtener (241 la dievoludón del ánimo robado; pero, en otras ocasiones, y leistas son mayoría, es mienester agregair a las palabras in¬ juriosas allgunos disparos de revóilyer o djs otra arma 'de fuegoi, que ipia recen ser para (fcs llugares robadores tan eficaces como suelen, serlo para ios hombres la¬ drones. Pero ocasiones hay len que> ni las initerjecciones gruiesas, ni 'los dispa¬ ros de arma de fuegoi, son eficaces: el lugar se empecina en quedarse con el ánimo robado y la víctima comieinza a adelgazarse y a desnutriiirse hasta que soibreviene la muerte . — En la provin¬ cia de Huancayo, del diepartamento 'de Junín, el ánirno es “e’l ángel” y éste puede ser substraído en laquelüos lugiares peligrosos ocasionando a los sujetos gra_ ve y aun mortal daño en su salud. Se recurre entonces a una ceremonia tera¬ péutica que tiene lugar en la forma que a continuación se expresa y quie es me¬ jor conocida con el nomb.re de “regre!- so del ángel”: ella sC' Tieva a cabo a las 10 de la noche. El curandero, que ha espe:r?do tail hora en casa dei enfer¬ mo, sie mar chai, provisto de hillos de di¬ versos col’ ores y encamina sus pasos hacia el sitio en el que le fuera robado “el ángdi'” al enfermo. Una vez en di- icho sitio el curandero ruega al ángel vuelva a/* cuerpo que ha ahandonado y le ofrece regar de flores» como en efec¬ to lo hace, el sitio qule ha de recorrer . En 'Cfertos casos dice el curandero que el ángel ha accedido a sus ruegos y ha vueilto de grado en compañía suya; con tales palabras y expresando el curande¬ ro la mayor sat'sfacción. termina l'a ce¬ remonia y el enfermo siente que el án¬ gel vuelve a su cuerpo; se reiinoorpora y cree en su salud. Pero hay ocasiones en las cuales dioe conocer el curandero, por medio de ciertos signos misteriosos, que el ángel no tiene deseos de votlver al cuerpo que ha abandonado y enton_ ces el curandero debe proceder a fapri_ sionar aíl' fugitivo, objeto para el cuaf ha ido a la ceremonia provisto de los hilos de nuestra referencia. En tales casos el7 curandero vuelve a la casa del enfermo simu/iando la marcha de perso¬ na que arrastra a otra persona; simu. fando, asimismo» la fatigai producida por el esfuerzo que ha debido reali¬ zar para conducir a)l prófugo irreducti¬ ble. Otras veces» por último, el “áu- gé'^’ no regresa, ni de grado ni de fuerza; la enfermedad continúa en eil mismo estado y en enfermo sucumbe. — También existe en Sicuaní, en el de¬ partamento ddli 'Cuzco, esta creencia de lia “pérdida del ánimo” . Para cu¬ rar los daños producidos por esta pér¬ dida, hacen los curanderos motas de la¬ na y las pasan por eil’ cuerpo de ilos su¬ jetos, niños de poca edad en su mayor parte. Hecha esta fricción preliminar, arrojan las motas en un depósito con¬ teniendo orina fuertemente fermentada \ conodJda¡ con e)l nombre de “orina po¬ drida”; los curanderos observan si se ha operado ailguna modificación en la orina y de dicha observación conclu_ yen cual es la verdadera enfermedad de qule adofiece el niño . Hecha est.a averiguación ei curandero hace un mu¬ ñeco de trapo al cual viste con las ro¬ pas del enfermo y lleva leste muñeco ail sitio o lugar en el cual se verificó la pérdida údj ánimo . Entierran en tal si¬ tio coca, incienso, cañihua (Ghenopo- dium sp.)j, sebo de pacocha (Auchenia sp . ) y todo ello incinerado cuidadosa¬ mente. La caravana regresa a casa del enfermo, conduciendo al muñeco que ha servido para la curación y decla¬ rando que ésta ha verificado satis¬ factoriamente . (Y a íl) d i z á n-M a 1- donado: La Medicina Popular Pe¬ ruana, Erna 1922, I.) ANGELATZ JUAIM _ (Blog.) — Propietario de lila Botica “El Progre¬ so” en Ghepén, en 1918 (Boletín Far¬ macéutico de Lima» 1918) . AiñiQELATZ MIGUEL — (Biog.) — N. Lima, 1861. Allumno de Medi¬ cina en ila Facultad de Lima en 1882; Bachililer en 1889,. sustentando, ail e_ fecto una tesis iVtuiiada “Hemorroides”; el mismo año obtuvo el ifitulo profesio- naÜ de médico. Trasladóre a la pro¬ vincia de Pacasmayo, en íla que ejerció la profesión médica. ANGELES PABLO — Flebótomo — (Biog.) — Obtuvo eíl' títupo profe¬ sional del Real Tribunal del Protome- dicato de Lima el 2 de marzo d'e 1819. 242) AlVGELIQA _ Bot. ) — La Ar. c h a n g e !l i c a o f f i c i n a¡ il i s 'O A m ge 1 i c a a r c h -a. n g e iH c a, de Luis B. y Lucrecia P u i© n t e A r n a o. — Alumno de Ciencias Natu-ralleis en [a Universidad de Lima eil año de 1899; Biaicháíliler en Ciencias Naturales en 1903, sosteniendo pon te-siis un estudio ■• .ii laclo Contribución rH estudio del ar¬ sénico’. ALumno de ?tledcii).a en 190Í; bachjjlílier ' en Medicina en 1907'., soste¬ niendo pon tesis un trabajo del título : “Tratamiento de lia blenorragia en el hombre”; médico cirujano en 1908 _ Doctor en Medicina y Cirugía en eíl año de 1915, sustentando una tesis neilativa la “Tuhercií-osis y embarazo” _ El doctor A n g u 1 o ha realizado estu- c. os de perfoccionam’ento profesionsl en íl.as cílí nicas de Europa — Jete de la Clínica Oftaslmológiea de lia Facultad de Medicina de Lima el año de 1908, Pro¬ fesor interi'no de la Escuela Mixta de Enfermicros sostenida por la Sociedad de Beneficenciia Pública de Lima di año de 1920 el doctor V n g u !l o, que se presentó como opositor ail concurso pro.vocado por la Facultad de Limia pa¬ re I?, provisión de la. Cátedra de Obs- tetriciia para ¡las alumnas de la Materni¬ dad (1915), está actualmente dedicado a;l ejercicio de ila práctica civil (1921) . Bibliografía: 1 — Tesis del bachiTerato en Medi¬ cina, en “Gaceta de los Hospitalles”» Li- mai, 1908. 2 _ Tesi's ddi doctorado en Medliei^ nai, Lima 1915. 3 _ Programa razonado dell Curso ■d'e Cbsíetricia (Concurso de 1915 Li¬ ma,! 91 5) . AIMGUSACHA — (Boí.) — “La angusiachia que nace en todo lugar ca_ líente significa en castellano yerba c o r r e o s a . La acostumbran moili- da y hechai emplasto para madurar la apostema . De su taT-o hacen pei otllilas para apilicarlas en las fuentes por sus propiedades purgantes. Reducidas sugi hojas a. polvos, áürven para curar las Magas de la rta que es un insecto ve¬ nenoso que se cría en La C3irne” (Le- c u a n d a: Descripción de Trujiilllllo, en ‘Alercurio Peruano”, tomo II de la Biblioteca. Peruana”, Lima, 1861.) — Respecto al agente causal de la uta ver¬ se esta pallabra.ll — El vegetal eono- cido con este nombre en la provincial de TrujiillLo, donde emplean el polvo de las hi'jas para desecar las ulceraciones pro¬ ducidas por la “uta”, está considerado cor V d i z á 11 v M a 1 d o n a- d o (La iMedicina Popular Peruana, II, 389) en el número de aqueMas plan¬ tas empleadas por lia Medicina Popular no identificadas botánicamente. ñmBM'RiRO Y LANGARO ANTO¬ JA — (Biog) _ Médico espeñoR, con títulos de iLa Faculllíiad de iMedicina. de I/ma. en 1894, para el Ubre ejer¬ cicio de la profesión médica en el Pe¬ rú . ANiflE — (Mat. med.) — Sin: Rerina de GurbarT - Copal de Alga_ rrobo. Animié blando occidental. Animé blando de América _ “uAnimié. Resi¬ na. de un árbol que hay en diferentes proivincias de La Améúca: es de color bllanco cetrino, sólida, transparentel y de oLor suave y agradable; se consume fácilmente puesta sobre las ascuas : los franceses la llaman curbaiiil: se trae du la Nueva España, de las Islas Antillas y de l'a provincia de San Juan de los Llianos en el Nuevo Reino de Granada, donde se coge mucha, como de ésta que- ILamain Canino, y es diferente el árbol de que se saca; es muy grande, de ma¬ dera dura, roxa, que admite mucho pu- limiiento, útil para todo género de obrase, y especiiálmente paira los cilllindros de mcdlino de azúcar; las tablas que sacar»' de este árbol suelen tener 18 pulga¬ das de ancho, y hacen de ellas exqui¬ sitos muebles: las hojas son semejantes'- a las deil laurel, unidas de dos en dos a cada pezón, transparentes y como si estuvieran llenas de agujeritos: las flo¬ res son Ileguminosas, die color dC' púrpu¬ ra y formadas en pirámiide; el fruto tie¬ ne un pié de largo, cubierto de una cor¬ teza semejante a la de la casta.ña, llena 244) de fibras pequeñas, unidas en paquetes sembrados de harina -amarClila de gusto agrio y de olor desagradablfe ; estos fL lamentos cubren muchas nueces duras, de la figura y tamaña de las habas, las cuales recogen y estiman Los negros paira hacer una espeeie de pan exce'Len- te. En algunas partes usan la fumigación de la resina de Animé para eurar los maues de cabeza; y para las enfermeda¬ des de los ne'rvios; esta resina no dá aceite esencial en la des ttll ación de a- gua, a menos que se ponga en gran oan- íidad y se disuelve con dificultad en el teria para perfumes y para medicinas, como es el ainimé, que viene en grand© cantidad” (A c o s t a., h 25(3) . AIMIIVIO — Pérdida del _ (F . 1.) — ^elr: “Angelí” — Pérdida deill. AñIlS — (Bot.) — “Pimpinella ar’sum fj . _ Sirenimia: Anís. — P'!an_ ta herbácea; con 'las hojas radicales di¬ vididas en lóbulos redondeados, denía^ dos a manara de sierra; las superiores tndidas, con divisiones iliinaares; ilas fio» res bilancas o rosadas; los frutos des-* nudos, ovoides y estriados, contlienen uh Anís dk i. a sieura. — «(Jr eosciadium scahruai, Wolff» (De Valdizáx-M aldoxado) csr’'ritu de vino cuando es pura; pero nu /.ciada con otras resinas es más soiu- blo; agua toma un color débil que, según Mr. Cartheuse nace de que el menstruo ha destacado alguna porciión de materia resinosa, por ilo cual la coiloca entre las resinas puras” (A I c e d o: Diccionario» V ) Proce_ de de a H^■■ma^'"ra DourtarV L.. H. Gando lie ana H. B., H. Latifofia Hay- ne etc.'! — “Viene también el diqui- dámbar dc' Ha Nueva. España, y es sin duda aventajada aquiella provincia en es¬ tas g‘ I, -as, o Ilicores o jugos de árbo- iles, y así tienen eopia de diversas ma- aceite volátli» que se saca, por destila^ ción y es el que le da el oilor aromático lespecial y el sabor picante y azucarado que tienen’. — Indígeno de F.gipto. Sus frutos son empleados como estimu¬ lantes y carm nativos ; se usan también como condimento y por líos confiteros y los ilicoristas para aromatiziar sus preparaioiones . (Fortunato L, H e r r e r a: Contribución a la. Ejlo^ ra del Depiartamento del Cuzco, Cuz¬ co. 1921, p. 152) ANíS^AmS — (Bot. _ De ila famifiia de las Compuestas. Región: (245 Provincia le Quispicamchi, Lucre (In¬ formación escrita de! Dr . Fort u- íitto L. Herrera). |.aNICILLO _ (Bot.) — El vegetal conocido con este nombre y también con ellt nombre ke-shua de S u p i q u e- h u a, en ell departamenito de üa jai- marca, donde es empleada su iinfusjión come estomáquica, está considerado por V a il d 'i z á n_M a 1 d o n a d o (La Mediíoina Popular Peruana, II, 389) en el número de aquiuias ipLantas usadas por la Medicina Popular no Idelntifica- das botánicamente . lANOPHELES PERUVIANUS — < Piar asi tolo'g . ) — A . — I m a g o (v. fiigura) G a b e z a. — de color gene- raíl neigro- salivo en las reg'ioines post- ocullar e Inter -ocular; cubierta de pelos blancos y escamas en tornillo y en hoz, que entre los ojos forman un haz espe¬ so de elementos proyectados hacia ade¬ lante. Los bordes posíerio'res de los o- jos, hacia las partes laterales, están or¬ nados de pelos negros y una, múltiple serie de escamas en tornilllo y en hoz de color pardo muy obscuro.! Ojos negros . j Antenas claras de color pardo, amarillentas en ciertas ’n- ciidenciias de lia luz, muy finas, con se¬ das y pelos negros. Los primeros ar- títulos son menos obscuros que ros últi¬ mos, cuya coloración es casi negra . Pieza de implantación ligeramente más obscura que el primer artículo, ornada de varias escamas amarillentas, en ra_ queta.i Palpas muy obscuras, ca¬ si negras,, un poco más cortas que la trompa, con cuatro artículos, subpenl- ciiHares, el úlltfmo de los cuales adelga¬ zado y de color bllanco amariiKlento . Eá- tán en su totalidad cubiertos de esca¬ mas fiálifoirmes, negras, miicho más marcadas en los artícuilos proximailes. Las extremidades apicales de líos apén¬ dices son ligeramente más cljaras que ■el resto, y en el último, lai ona clara ocupa más la mitad del artícuilo . ¡ Trompa casi negra; la oll'va ter¬ minal de color ligeramente amairi/Wento, cubierta d:c' pelos cortos negros. Lon. gitul, 2m'm . 3.| — 'F ó r a x. Seg. mentó medio de coilor blanco, (ligera¬ mente amarillento, con tres líneas de or¬ namentación características (v. figura), poco marcadas en la hembra . | Flan¬ cos de color cilaro, veljlosos . [ A b d ó- m e n. — Pardo muy obscuro, casi ne¬ gro. ligeramente más claro hacia la ex- t/remidad apical de los segmentos. | Miembros. — Patas negras, fé¬ mur (liiger amente manchado con zonas vagas blancas, más perceptibles en las patas medias; pequeñas zonas claras al nivel de las articullacionesi, a expensas de lia base de los segmentos de!l tarso, que en su toalidad está cubierto de es¬ camas muy obscuras . | Fórmula u n g u e a 1 — 00.00.00. — Gri¬ fos muy obscuros de igual longitud . ! Al as. _ Las nervaduras cubiertas de escamas que, por su acumullación, deter¬ minan mancháis así dispuestas, la cos¬ tal se muesitra de color negro en los dos tercios internos de su llongititd, a par¬ tir de la inserción alas, interrumpién¬ dose la col oración negra al nivel de la unión de los dos tercios internos con el tercio externo, precisamente en el punto donde La sub-costal se une a la costal . Allí ;las escamas, oaímtiando de coilor y haciéndose blanco_amari¡llentas, de ne¬ gras que eran, forman una mancha cla¬ ra de 0 mm. 5, después de la cual con¬ tinúa la coloración negra hasta la ex¬ tremidad del ala. La coloración negra intensa de lai nervadura costal, sumadas a las manchas que presentan las nerva¬ duras subi-icostal y mcdliastlna, dan lugar a tres manchas marginales, lia primera de las cu!?óes- de menor tamaño y de forma linear, se inicia a 1 mm . 5 a par¬ tir del punto de inserción alar, y no comprende en realidid, sino las nerva¬ duras subcostal y mediastina, mien¬ tras que ésta percep tibie mente separa,- da de ilia. nervadura costal por un espa¬ cio linear claro . La segunda mancha, mediana, es, por su longitud, interme¬ dia entre las otras do=;. pero es más an¬ cha que todas ellasi, llegando, en esta, como en La última el ''.'cúmulo de esca¬ mas .negras hasta el nivel de la costal, no estando así interrumpida la mancha por el espacio lineal que hemos citado en el anterior. La extremidad externa die esta rr ancha está, en el macho corta, da on bisel agudo hacia abajo y aden¬ tro. mientras que en la hembra el bi¬ sel es apenas pronunciado . I La tercera 246)- mancha, distal, o úLtima, de mayor lon¬ gitud que ¡las otras, ocupa la extremi¬ dad del ala y comprende La ú'Ltima por¬ ción de La costal y de la primera Jongi_ tud, que, convergiendo sobre la ante_ r'or, se une en el'ja en ángulo muy agudo poco antes de cuyo vértice termina Ja mancha. Esta comienza cruscgmente ha¬ cia adentro por e.l cambio súbito de co. lor de las escamaiS. que cubrem abun_ dantemente las dos 'nervaduras antes a- notadas y terminan del mismo modo; en efecto, el vértice de convergencia de lias eos nervaduras está cubierto de esca¬ mas de color bl a ned- amarillento, cons_ t t' riendo una pequeña mancha clara a- pLcal . j Otras dos m.anchas de menor entidad ocupan, una, la tercera nerva¬ dura, inmediatamente por debajo de la primera mancha cara m.arginal, y Ha o_ tra, muy pequeña y no constante, en lia quinta ilongitudinab en el punto de don¬ de La transversa media se unie; la el(La; a este nivel ila mancha está interrumpida por un menor acumulo de escarnías, que corresponde exactamente al pié de lia nervadura transversa o med'an-a, que di,, vi de asi la manchita qr.e señalamos, en dos porciones diferentes. | El ala, en ge¬ neral, tiene un color blanco amaiñi’lllo con irr'sación.l - — M a c h o — En ge¬ neral es Ligeramente más ich-ro que la hembra. | G a b e z a. — Las regiones post e interocular eubierías de pelo de color blanco argentino. I — Antenas. I — Plumosas, con pelos de color ama¬ rillo parduzco . Los dos últimos artícu¬ los, son adornados de pelos cortos y cor¬ tas escamas obscuras, son muy Largos es peciiallimente el prim'ero, cuya extremi¬ dad distal, adelgazada tiene una eolio ra¬ ción blanquizca, que continúa en una pequeña extensión de la extremidad pro- xi mal' del artículo siguiente. | Los otros artículos presentan- además de los ver- tiicilos de largos pelos impilantados lal ni¬ vel de las larticuiaciones, oeos pubes¬ centes que adornan casi la totalLdad dq! artículo, a exccDción de una pequeña zona transversal de ccLcr claro, situa- dr. inmediatamente por encima del ver¬ ticilo Le La zona muy obscura y muy ri¬ ca en pelos pubescentes negros, que marca el sitio de este vertieilo . | Pal¬ pas maxilar es. — Sen en lon¬ gitud, sensiblemente iguales a lia trom¬ pa y en .‘ilguncs ejemplares la desbor¬ da:. Idgeramento. Los dos últimos ar- tícúLos son clavifcrmes. de color ama- r'lf;en+o más oi^scrro que en La hembra; estando marcada iia articulación que los separa por un semianLllo de color ne¬ gro que abraza, transversal'mente los 3|4 de la extrem'Ldad dista! del penúl- "■’mo artícuLo, quediando só:'o liLre lel 1|4 dorsalL I AI nivel de la unión de es¬ te artículo con el primero }:ay un haz de pelos muy largos distribuidos en la mitad ventral de la articulación y sobre primer artículo . | La base de (las pal¬ pas está cubierta de escamas alargadas muy obscume. que le dan una crlLorición má. marcada que los artículos termina^, ies.l T r o m p a.!— Muy obscura cu¬ bierta en La base de escamas álairgadas muy negras . AÍMOmALIAS ARTERIALES _ (Anat. ) — El doctor Alfredo I. León, con sus iniciales A . L . publi¬ có (Crónica Médica, Lima 1884) algu¬ nas ^'Anomalías arteriales: “El tronco celiaco emitía dos ramas henáticas, de una de las cuales nacía la cólica supe¬ rior izquierda.; del mismo tronco oélia- co partía la mesentérica superior. De Ja aorta salían separadamente tres ra¬ males a cada lado. La humeral se di¬ vidía en el tercio superior del brazo, en radial y cubital . Y la mamaría externa y escapular inferior, provenían de un (247 tronco común de la axilar.” 1] El doc¬ tor M a n u e ;1 Montero publi¬ có coin el tiítuílo de “Anomalías arteria. lies” (Gróniva -Médica, Lima 1884): “Trcnco celOaco normal. La arteria hepática, rama de' tronco cieiiiaco. sólo tiene una rama terminal que se dirige ai lóbulo derecho y la rama que debía terminar en el lóburp izquiierdo es reeim- priaizada por una rama suministrada por la coronaria estomáquioai dirigida de iz¬ quierda a derecha, de abajo arriba y de atrás adelante. La arteria coronaria estomáquica da una rama all lóbuilo iz_ qu’erdo d'dl hígado. La rama de bifurca¬ ción de la hepática que va all lóbulo de¬ recho, da a las rarnais cística y gas- troepiplloica derecha, siendo ésta tron¬ co común de illa pilórica y de la pan¬ creática duodenáli”. AMONA — (Bot.) — '‘Planta de la clase de Ja poliandria poliginia; tiene el cáfliz tripiartito con seis pétalos: el fru¬ to es redondo, que contiene algunas se_ millas de pipa; hay ocho especies de anonas distinguidas con los nombres de muricata,', squa-mosia, reticulata, palusl- tris» glabra, triOova, asiática y africana, casi todas las cuales son indígenas de América. (A 1 c e d o: Diccionario, Y) .|| El nombre ha caído en desuso y hoy en día se dice Chirimoya. ( Ver esta palabra) , AñJOWACEAS _ (Bot.) — De es¬ ta famüliia de 'la clase XX de Ri¬ chard (Polipétalas Hipoginos de placentación axil') están citadas en este Diccionario: la lA n o n a' G h e ri¬ mo 1 i a (Ver la paO bra “Chirimoya) ; Uai Anona mu r i' c a t ai ( Ver Ija palabra “Guanábana’') . ANOr^SSIflO — (Hist. ) — El' año de 1791 publicó el “iMercurio Peruano” de Llmai, de un autor anónimo, unas “P¡recauciones para consicrvar lia saíluíd en el otoño de 1791’h artfculo de ver¬ dadera divulgación científica de orden higiénico que parece tener la misma pa_ ternidad intefleictual que un otro artícu. Jo que trata, de la limpieza de las calles de Lima y del aseo de elfi.as, así como de l'as enfermed'.''dps p^^'r^bUes mejorando tales condiciones higiénicas, artículo es¬ te último que hemos analizado en uno de nuestros artículos del t tulo ‘ Médicos de la Colonia” pub.licados en “Gaceta de los Hospitales” de Limm, (1910) — Una “Historia de la epidemia del Cuz¬ co de 1720”, de autor anónimo, fué en¬ tregada original por el sabio italliano don Antonio Raimo n d i a. los se¬ ñores Redactores dei ^‘La Gaceta IMé- dica de Lima” que la d'ieron a í_a publi¬ cidad el año de 1862, en la página 355 de dicha revista . Aun cuando la tal historia no contenga elementos cílínicos suficientes para aventurarse en una re¬ construcción epidemiológica, no por e- iltlo está desprovista de interés . Ai^QUiL0ST01¥llAS!S — (Bibl.) — A este r especio puede consulltarse^ los siguientes estudios de la ílliteratura médica peruana : A g n o 1 i Juan B . : Gonsideraciones sobre dos casos de anemia por anquilostoma duodenalis, observados en el Hospitall Itafiano (Cró¬ nica Médica, Lima, 1893) — M i r a n - d a Arturo: Contribución al es- tudio de la anquiJlostomiajsia en nuestras montañas, tesis del bachillerato, 1910, inédó — Orellana Blas Elias de: El) Anquijlostomia duode- naf'is bajo el' punto de vista piatológico en ell Perú, tesis del bachiillerato, 1900, inéd . anta — Hospitalets de — (Hist.) _ Para la información relativa a los es_ tablecimlentos hospitalarios en Anta (Ayacucho), ver la palabra: “Hospita. ANT-jLüUSHPA — (Bot.) — Nombre vulgar de la Ratania, “Erame. ría trandra”, Ruíz y Pavó n. — ■■ Ver la palabra “Ratania”. ANTARUPA _ (Bot.) — El vege¬ tal conocido con este nombre en Ja pro¬ vincia de Canta, donde se emplea el poiL vc de sus hojas en el tratamiento de las afecciones venéreas, está considerado por V a 1 d i z á n - M a 1 d o nado (La Medicina Popular Peruana, II. 389) en el número de aquellas plantas usadas por la Medicina Popular no identifica¬ das botánicamente . ANTE _ (Bromatolog. ^ — ^‘Bebida alimenticia y muy refrigerante , hecha 248) con fruta, vino, can&’a, azúcar, nuez moscada y otros apéndices” (P al - m a: “Neologismos y Americanismos”, Idma, 1896) — Esta bebida del Ante, que ya no se estila en Lima como an¬ tes de ahora se estillaba, fué también llamada “Ante con ante” y ‘^Ante con nieve” y constituía la especiaNdad de algunos estable di mi entos comerciales ddl género de los actuailes cafés. Entrau ban en la composición del' ante discos muy finamente cortados de naranja, de manzana de pera, de durazno, los me¬ locotones secos illlamados vulgarmente ^‘o re jomes” y aquelllos otros, muy pobres de carne, i'lamados “huesililos”. discos de tuna, de piña; lai uva illiaimada “de Itaília”, la guinda, etc. Todo ello era depositado por tiempo vario en agua adi¬ cionada de los apéndices de que habla el señor P ,a i m a y era servido en grandes vasos en los que se agregaba el hiefó muy finamente machacado. Uno de los últimos estahllecim lentos públicos de expendio de esta bebidiai muy a'limen_ ticia y muy agradable, fué el de un tal R a m i r e z en la calle de Arzobispo en Lima . IkNTE AURELIO _ Cirujaino den¬ tista — (Biog.) — -Realizados sus es_ tudios eu ila Facultad de Medicina de La Paz (Bolivia) de cuyo Protomedica- to había, obtenido’ el título correspon¬ diente, se preseató a la Facutad de Li- -ma. el año de 1887, solicitando su ins_ cripción en los registros de dentistas pe¬ ruanos. en conformidad con el acuerdo vigente sobre ejercicio profesional en ambos países. La Facultad de Lima de¬ claró sin lugar tal solicitación, manifes¬ tando que los cirujanos dentistas no se halílaban comprendidos en ell acuerdo di- promático invocado por el solicitante. Es de creer que no subsistiera el acuer¬ do de la Facultad o que el solicitainte rindiera sus pruebas reglamentarias; puesto que figura en la ^‘Relación” ofi- ciail de la. Facultad de Lima de 1919. AWTiCUCHOS — (Bromatolog . ) — El corazón de buey, después de couve- aientemente lavado y cortado en menu¬ dos fragmentos es envuelto en una sal- ,^a muy picante, preparada con aceite y .ají muy condimentado con ajos y otros ingredientes . Tómanse entonces tres de dichos fragmentos, a los cuales se a_ traviesa con una variíj a de madera, y los que sou sometidos a la acción del fuego: el aceite hace que ,1a Rama se avive y que i'-os a n t i c u c h o s su¬ fran uin,a sumaria cocción. Es en este momento que los anticúenos son erntregados al consum¡idor. Gomo quiera que la salsa es muy plcamte, se trata de un manjar que exige la inges¬ tión consecutiva de chicha o de alguna otra bebida que disipe el muy subido pi¬ cante d'el manjar criollo . ANTIDOTOS _ (Hist.)— Los pri¬ mitivos peruainos envenenaban sus fle¬ chas con yerbas, arañas y gusanos (G i e z a de León); tenían pon¬ zoña “para matar], alocar y atontar” (G la r c i La s o de 1 a Y e g a) - Si existió, entre los primitivos habitan¬ tes cel' Perú, un conocimiento, m.ás o menos perfeccionado, de ciertos produc¬ tos vegetiailes que gozaban de propieda¬ des tóxicas, nada de particuüar que exisitiera un conocimiento análogo de los remiedios que o, poner a ¡la accióo nociva de tales productos . - — Los Gronistas de indias han puesto unánime cuidado en exhibir la existencia de estos antídotos . G a r c i 1 a s o cuenta la m añera, có¬ mo lograron algunos sordados españoles curar de las heridas de flecha, que re¬ cibieron en sus encuentros con los na¬ turales y fué esta manera lia, de poner en libertad a uno de los indios prisioneros y seguirle cuando huía y ver cuanto ha¬ cía para, curar sus heridas. Fué así que vieron los españoles que 'di indio exprofesamente liberado aprovechab,a. el jugo de ciertas y que lo vertía sobre Da, herida emponzoñada, de la. cual curó . Los soldados a que hace re_ ferencia G a r c i 1 a s o hicieron co¬ mo r!' indio habían visto ha.-:er y scjua- ron también dé heridas que hasta en¬ tonces haban sido de efecto mortal! pa¬ ra las tropas conquistadoras. — En la Lima! colonial fué práefea ,muy roco rara la de la administración de tóxicos con finalidad delictuosa; pero parece que en aquejj eníonoes co,n cedieron sus preferencias los envenenadores a, los tó¬ xicos de origen mineral, de los que fue¬ ron los más comunmente empleados el (249 soÜ'imán y el rejailg-ar, los mismos^ que bebieroin' con' finalidíad suicida;, (para no sobrevivir a su deshonra.» libáis Lucre¬ cias peruanas de que tan ingenuamente día razón el Padre Calan c h a - Entre líos mifeigros diOl Beato Juan M asía s cuéntase uno consistente en haber evitado que u:i amigo suyo comiera, un dul’ee que le había sido ©n- viiado de obsequio y eil cual comido por un perro ocasionó liai rápida muerte del animal!, — Pero la mayor curiosidad respecto a los antídotos estribia en la pretendida virtud de !os “antídotos con¬ tra. toda cla.se de venenos”, cualquiera que fuera su origen o su naturaleza. De estos antídotos cointra toda clase de venenos uno de los mas en. boga fue la piedra bezoiair, de una grandiísiima'va- rie.k d y cuya etimología era ‘‘^señora y reina de todos los venenos”, ya que se creía que bastaba l'a simple aplica¬ ción de la dicha bezos r sobre la he¬ rida de inoculación de una substancia ponzoñosa para que el veneno declina- se su acción nociva y el sujeto pudiese recuperar el goce de su salud . — 0_ tras piedras medicinales, de proceden- ciia semejiante, bntre &').8s muchos ente- roliitos; otras de origen mineral como Ha piedra deli Aguila, o la de Huanca- bamba, etc. fueron consideradas, así mismo, C'?mo magn¡'ficos antídotos. Lo fué, por último, la uña de la Gran Bes¬ tia (Tapirus americanus) de la que se conservaba en todlas l'as casas una pe¬ queña cantidad de fimísimo polvo, sien¬ do muy envidiadas aquellas personas que se permitían el lujo de guardar, en¬ tre los tesoros familiares, y en toda su inteigrid'ad, una uña entera del animal ame rielan o . .ANTliVlOI^IA — (F. 1.) _ “E;l aya-huaira” es oreencia m.uy generali¬ zada en los departamentos del Cuzco y Puno y tiene,, en los departamentos de la costa, así como eif los de Junín» Huánuco y Arequipa, un equíiVálente compfietamente castellano; pues en ta¬ les departamentos se dice que laquelílos sujetos que realizan excavaciones >en las huacas o en los entierros de tesoros Gue hicieron los españoles de Ola épo¬ ca coloniiall, conocidos también con ei nombre de “tapados” y con el de “en_ tierros”, snfren la acción rociva de ciertas em anaciones ddidtéreas de ac¬ ción a Las veces mortal, debidas a la antimonia, así fetninizada. Así, pues, si el aya huaira es el viento de la muerte, lia antimonia viene a ser aligo semejante. Para evitar la acción noci¬ va de la antimonia, muchas veces hecha responsiable de óa muerte de algunos exaoavadores de sepulturas de los anti¬ guos peruanos, se acostumbra colocar, en Ha zanja praicticada en tierra, apenas comienza a desprenderse la emanación dd antimonia, un perro, destinado -a su¬ frir (los diaños de La mortífera emana¬ ción y a evitaril’os aJl prevenido busca^ dor de tesoros ocultos. (V a 1 d i z á n. M a lli donado: “Nuestra. Medicina Popular Peruana”, Lima 1923, I.) ANTIMONIO _ (Hist.) — En el Inventario de la Botica deil 'Colegio de San Pablo en Lima (siglo XVIII) he- mos hialJlado, entre los medicamentos existentes, el Antimonio diiaforético y el antimonio simple . ANTiPAiRA MATiAf — Barchilón _ - (Biog.) _ Segundo barchilón del Real Hospital de San Bartolomé en 1816, época en la cuiajll disfrutaba el haber mensual de nueve pesos (Relación de D J o s é F e y t. Colección C o r b a ■- c h o. Documento 17896) . ANTOJOS — (F. \l.) — En ©I vulgo de Europa se 'conserva muy arrai¬ gada La noción de ILa respetabilidaid de los antojos de las grávidas: en muchias poL’ aciones cuftt'as nadie se niega a sa¬ tisfacer un antojo de mujer grávida por temor a sufrir un orzuelo de difícil cu_ ración ( Z e n o Z a n e t t i : Lat medicinia de’le nostre donne”, 'Cittá 'di GasteAo') o por el temor, más penera_ rizado, de causar daño grave a la per¬ sona que sufre el antojo. — Las pig' mentsiciones de la piel son atribuidas a antojos no satisfechos de la madre ges¬ tante y son vulgarmente conocidas edn el dicho nombre de antojos. — Si ta¬ les manchas han tomado inpLantación 'en regiones de La piel en Las cuales a- som'a a’igün pd’o, se d’ce oue ila madre tuvo un antojo no saitisfecho de carne de cerdo; las manchas rosadas y redon¬ deadas traducen un antojo no satlsfécho 250) de fresas; aquellas rosadas oblongas ex- pressin. un antojo no satisfecho de ja¬ món; /las blancas revelan que ília> madre deseó en vano un poco de ll'eche de va¬ ca. E;1 labio (leporino era 'interpretatdo y lo es aun por eil vulgo de muchas po¬ blaciones de Europa como traduciendo un antojo no satisfecho de liebre. _ Esta cuestión de los antojos en la Li¬ ma coilonial adquirió snma importancia en época deil Ilustrísimo Arzobispo don Diego d e il G o r r o> quiibn so- Cócitó del Cosmógrafo Mayor de^l Virrey- nato. que lo era a la sa^zón el Ilustre mé¬ dico don Cosme Bueno, un in- for^^'e méi co cerca del respeto que de¬ bía guardarse por «ios antojos de lias mu¬ jeres embarazadas. _ El informe del doctor BT u e n o fué discreto; respe¬ tó el prejuicio vulgar, en el fondo del cual debe hallarse un viejo conícepto respecto a la Infl/uencia nociva ejercida por el traumatismo psíquico maiterno dui- rante Ja gestación y dijo que ‘‘todas las veces que se le antojara a ai^/guna. preña¬ da alguna cosa se debe cumplir el an¬ tojo si no quiere exponerse al peJlgro de abortar. — Las “ReJaciones” de mi¬ lagros de Jos santos limeños o de aque- ililos que maiyor veneración recibieron en Limaj ofrecen rica contribución para estabecer el generaJizadfsimo concepto de la respetabilidad de los antojos de lias grávidas. Af\ITO!\!CICH FLORES ROBERTO — Alumno — (Biog.) — Nacido en Sallaverry (departamento de La Liber¬ tad) el año de 1896, hijo de don M a r eos A n t o n c i c h y doña Mj l- c a e J la F II o r e s . Se inscribiió en la matrícula de Medicina de lia Facul¬ tad de Lima el año de 1915. Eilevado por eti voto de sus camaradas a 'la vice_ presidencia del Centro de Estudiantes de Medicinia e/1 año de 1920, por ausen¬ cia del presidente le tocó actuar all fren¬ te de sus compañeros en la actitud de solidaridad con el claustro fernandino a- sumida aíl siguiente año, con ocasión dCJl receso universitario, del cual habla¬ remos en el mom-enito oportuno . | De “El Comercio” de Lima, del 23 de se¬ tiembre de 1921 tomamos Jós siguien¬ tes fragmentos de la comunicación diri¬ gida por los diversos jefes de los cen¬ tros federados de estudiantes de /la Uní., versidad presididos por A n t o n c i c h a (los diputados que habían intervenido en el Congreso con el propósito de bus¬ car solución al conflicto universitario pendiente: | “La actitud asumida por ustedes en el grave debate planteado en la Cámara de Diputados para resol¬ ver Ja dolorosa situación en que se en¬ cuentra la Universidad Mayor die San Marcos, desde hace seis meses, nos per¬ mite esperar que Ja juventud que hon_ rosamente representamos en estos mo¬ mentos, habrá de hallar en ustedes lea* les portavoces de su sentir. | No cree¬ mos necesaPio precisar responsaibilida- dies ni señalar a los cUlpablles de la di- soilución_ universitaria. Queremos sim¬ plemente la efectividad' de subreapertu- ral, porque la cultura nacionail lo exige Ax'ioxcich Floras, Robkrtó así, porque es injusto obligar a los es¬ tudiantes a someterse al i’'n.r:íVcm de sus aspiraciones y de sus ideales en au. ras de)l egoísmo y porq.de estimamos que toda dilatación del conflicto o cual¬ quier plan interesado para ponerle tér¬ mino slgnicará una nueva complicidad en este injustificable atentado contra el porvenir. | La reforma universitaria, tendenciosamente invocada para mante¬ ner indefinidamente clausurada la U- ñiversidad' Mayor de San Marcos, no significa un prob’ema inseparable del que planteó el receso de los catedráticos , Desde' 1919 vive en eJl espíritu de la jo_ ven generación de hoy el ideal reformis.. ta, y Jlejos de toda sugestión extraña, emancipada de cualquier móvil interesa¬ do u odioso, se produjo la revolnción es¬ tudiantil d'e hace dos años, que cristal i _ (251 IQ en concilusiones efectivas y benéficass derivando una nueva corriente, encami¬ nada a oompl’etair la obra emprendida. Hoy, tergiversando los ipostuliaidos de ese noblie movimiento se pretende pre¬ sentar al idealüsmo de ¡la iieforma, no en su sentid'o de acción renovadora, y sailu- dab^'e, sino bajo un aspecto negativo e insincero de personalismos ineficaaeis . | La reforma de la Universidad debe prof- seguir. La juventud que la Inidió no ha elaudkado de su generosa consigna. | Pero lia reforma exige la vida univeirsita- ria> desde que flKuye de b^lla y va hiaeia ella. ¡ No es posible suponerse que va a reformarse lo que no existe. Toda o- bra eincausiadora que entraiñe sinceras di- recdiones de orientación, requiere (la preexistencia de corrientes vivas y ac¬ tuantes” . /kNTOñIkNO Y EGUIA FAUSTINO = — ^Médico (Biog.) — La junta, di¬ rectiva de la Facuíiítad de Mediicina de Lima le concedió el título profesional die médico y cirujano eli 13 de agosto de 1852, previos líos exámenes regla, mentarios , AryTFiOPOLOGiA — (Hist.) _ Entre los nombres de mé¬ dicos que han abordado estudios de an- tropologvia peruana, deben ser consulta¬ dos los siguientes: U n a n u e Hi¬ pólito — G a r r a n z la. Luis — Barranca José S.- — Y i - 1 /I a r Leonardo — L o r d n a Antonio — IM alto David — P la, t r ó n P a. b ll o — Ríos José A . - M u ñ i z M a n u le ll A . — R o d r í g u p D u 1 a n t o A - b r a h a m — T e 1 1 o J u il 1 o G é_ s a r — M o r a (1 e s M acedo G a r 1 .0 s _ Palma R i c a. r d o — V a 1 dd z á n H e r m i v:l i o . ASMTÜI^EZ DAI^ASO — Médico — (Biog.) _ N. Aija (Huaraz) 1862 — Ahimno de la Facultad de Medicina de Lima en 1885; Bachi'íier en Medicina el año de 1891, sustentando por tesis un estudio tiulado “Enfermedad de Ga- rrión’. Obtenido el título profesional el año de 1892. se tri.liadó - ih cliudad de Huairaz, en la que actualmente ejer¬ ce ia profesión. B i b 1 1 o g r .a f í a : — Tesis del bachir/israto . La Grónica Médica, Lima, 1891. 2 — Disitribución geográfica de La ve¬ rruga en el departamento de Anoash y algunas particularidades clínicas de esa enfermedrd Gom . al Gong^-eso Médico Pan Amerioa.no de Lima. 1913 (Actas y Trabajos, vol. V. p. 191) 3 _ Uta peruana (Id. voíl. Y p. 278. ANTUNEZ DE iVÍAYOLO N — Alumno — (Biog.) — N. A'ij.a 1902, de Angel y M aria G a m e_ r o . Se inscribió en la matrícula de Aledicina de la Facultad de Lima el uño de 1921 . AfiTur^Ez SAmrukCO a — piog.) _ Bachiller en cieneps M'S erráticas en la Uiniversidad de Lima eé 29 de a- Antúni':z, Santiago A. gesto de 1907, sustentando por tesis un estudio que lleva por titulo ‘‘Teoría de los choques” . AñíZE CESPEDES [VIANUEL — (Biog.) — N. Tacna., 1888, de Garlos y 'G a r m e n G é s P e- d is s. Alumno de Farmacia en la Fa¬ cultad de Lim.i en 1907. AwAHU! _ (Bot.) — “A d e s- m i a m i r a f 1 o r e n s i s. R¡emy- Sinonimia: Añahui? — “Arbusto fru- tescenlte de 1 a 2 metros de .alltoi muy ramoso, espinoso; las ramas jóvenes pu¬ bescentes; las hojas tienen péndulas compuestas de 7 a 10 folli olios y éstos pequeñitos, elípticos o redondeados; las flores sobre pedículos racimosos en el ápice de las ramas, son grandes, con ell 2 32) ¿ cáliz campaTiuiado, )Iia corcLa amairilda y ^ con estr.as, Ja vaina frutal es pilumosa^’ : — Airea geográfica : Perú, BoHvia y Ar- - gentdna. 'Región: Provincia de Canchis. •fe’iC'Uaini;, 35 oO metTos (Hicken) _ , (F o r t u n a t o F . Herrera: ^ Contribución a la Fliora del Departa- tros. (Información escrita del Dr. f ortunato L. Herrera). AñíAPAMCU — (Bot.) — Fam . Gactácep, “Lobinia corbui%. Herre¬ ra/ , Br.ton et Rose. Citada en lia obra “T'he Gacta:ea”, Washington 1922, Añas.— Cuero de (De Y.\li)iz.\.\-AI aldo.xado) mentó del Cuzco”, Cuzco 1921, p. ’^31) . |¡ — (Bot.) — De la fami- lii de las í’feguiminosas . Arbusto espi¬ noso, de hojas compuesta^ de 12 a 14 foilio'l'os. PY'ores amarijrias .. Flcrece en maj}m. Región: Provincia de (Juispi- canchi (Freos). 3,200 metros y pro_ •'■incia de Ganchis (SicuanF, 3,350 mie- vol . III) Información escrita del Dr. P" o r t Ui n a t o Pj . Herrera). AÑAS — (ZooJ . ) — “El Género M e p h i t i s comprende anim-aies co¬ nocidos con el nombre vulgar de A- ñ a s. caracterizados por su cuerpo a- Ir.rgado; dedbs libres y armados de uñas (253 fuiertes y a propósito para excavar, so¬ bre todo len los miembros anteriores; cola *larga y coposa, aligunas veces nu_ la- sus dientes incisivos son 6 en cada mandíbula; ios caninos, 2; y i'os mola¬ res, 6 en ia superior y 10 en la infe¬ rior . Este género comprende varias es¬ pecies rindígenas e ila América Meri- dionail entre las que citaremos ci M e p h i t i s f u r c a t a iindítgena dcl! Perú, cuyo pelaje es de un coilor negro brilllante y tiene dos rayas blancas so¬ bre el dorso, que se unen en la nuca, vando una especie de horquiillla. Es¬ te animal es conocido con elD nombre ce Añas y es notable por el malí ollor qule despide su orinai; sobre todo cuiando se ve perseguido pone su co(la coposa entre ias piernas, derrama lia orina y luego sacudiendo la cola rocía a una gran distandiai despidiiendo entonces un o'ior insoportaible . ( C o 1 u n g a . Apuntes de Zoología, en ‘^Gaceta' Gientli- fica”, Lima, T, 159) . Aí^aSQUERO — (Bot. ) _ El' ve¬ getal conocido con este nombre en el departamento de Gajamarca. pertenecien¬ te a la familia de las Mionimiáceas y cu¬ yas hojas son emplleadaa, en apiicación local sobre las sienes, en el tratamiento de la jaqueca, está con si dierada por V ai li d (ii z á n-M a 1 d o ni a d o (Lal Medicina Popullar Peruana, II, 389) en el número de aquellas piliantas emplea¬ das por Ha Medicina Popular no 'identi_ ficadais botánicamente . iAñIL _ (Mat. med.) — ‘‘Añil (Indigofera Añil), planta de la olíase de Adelpha' Decandria, y tiene el cáliz blano', lias márgenes superiores de las allais conexas y de la miisma figura que el Ve j Hilo: hay 6 especies del género íi-diigofera, todas propias de la Améri¬ ca: los extranjeros la llaman Indigo: crece a dos pies de altoi, y tiene redon¬ das lias hojas: se diferencia el añil que se hace sólo con éstas deil! que tiene también pedacitos en las ramas: el pbi- mero se conoce con el nombre de Sier_ quise del puebl'o llamado así a algunas Jeguias de Surat en la India Oriental. El modo de hacer el añil! es el siguiien- te: Gortan la yerba cuando empiezan a caerse las hojas, después de arrancar- lias de las ramias ^las ponen en suficien' te cantidad die agua en una cuba de¬ jándola en infusión 30 o 36 horas; des¬ pués inclinan la vasija para dejar co¬ rrer el agua que toma un color verde que tira a azúl, y recogiéndola en una pipa, la agitan y baten con una mano de madera que tilene el extremo forra¬ do en fierro, hasta que 'levante espuma : luego la lechan un poco de aceite de oiM_ vas., en proporción de una libra a la cantidad de licor que da el 70 de añil, con Ha cuál se separa lai espuma del res¬ to, diejl mismo modo que Illa leche cuan¬ do se corta y lo dejan reposar . Al ca¬ bo de algún tiempo abren el agujero de la pipa para que corra el agua, quedan, do en el’ fondo Illa masa como sucede con el mosto de vino: después la sacan pa¬ ra ponerla en mangas de lienzo colga¬ das, ai fin de que acabe de escurrir di agua, y, finarimente. Ha ponen a secar en cajas de poca áltura y queda hecho* el añil . Su mejor calidad es cuando tie¬ nen un co'lor de violeta obscuro que na. diai sobre el' agua, y que si se rompe no haDla en él ninguna partícula blanca: y frotándoHio con un clavo saca un color • de coibre que tira a rojo, y rompiéndolo no deja polvo . La segunda especie se hace del mismo modo, sóilo con la dife¬ rencia que entran las ramas y las hojas- de lia palnta: el mejor es el del reino de Guiaitemrala y la prueba de su bondad es derretirla al fuego como la cera y que deje muy poca ceniza: el de la isla de Santo Domiingo sólo difiere de éste en no tenif-T el color tan vivo y se reputa por de segunda calidad; el' de lia isla de Jamaica por de tercera, y el de las de¬ más islas, llamad as de Bianlo vento, por la cuarta; todas las cuales son mejores cuanto más limpio y puro. Usase el añil para los tientes y las planchadoras pa¬ ra dar coilor a la ropa: los pintores lo muellien con albayalde, porque soiljoi ^ se vudlve negro, y mezclado con amariillo haice un hermoso verde. Los confiteros, reposteros y boticarios ifcambién suelen usiar, para dar color azul a las conser¬ vas y hasta hacer jarabe de violetas. En Nueva España llaman a la planta Gui- quilité o, con más propiedad. Hulquilit. (Alcedo: Diccionario, V) . — “In- digofera añil, L - Sinonimia: Añil. ' Arbusto de tallo erguido, de hojas com- 254) puestas, hojuelia-s ovales y apenas puf- besoeníes en eil envés; inflorescencia en raoimos axillanes más cortos que las ho_ jas. Legumbre compTimida, no toruilosa, arqueada y con las dos suturas caI'lo_ Tr Se^^’^fica: Indígena de la -menea Meri^dional ; Perú, Uruguay, Bo ivia, Argentina. Región: crece en líos V'a'.ns de la províneia de Convención (departamento del Cuzco) . Apilieacio- nes. Suministra a la tintorería ila mate- rio colorante azul, muy apreciada en el comercio con el nombre de añiil y se ila empiJea también para la lextracdón del índigo. (F o r t u n ato L. Be r r e r a; Contrib-ueión a la Flora del Departamento del Cuzco, Cuzco 1921 p . 126) . ’ . ■ (Bot.) — ‘‘Otra hay se¬ mejante a esta en la talüe, más no en lonSl , porque tO'Ca en amargo, y no ee puede comer si no cocida, Mamada Anus. Dicen tos indios que comida es con rana a la potencia generativa: pa¬ ra que no Íes hiciese daño, los que se preo-aban de galones 'tomaban en la una mrno una varilla un palillo mientras la dO'inian ; comida a$f diecían que perdía ,sn virtud y no dañaba. Yo les oí i’ia razón y ^Igunas veces vi dll hecho, aunque daban a entender que lo hao^an más por vía oe donjaire que no por dar crédito a la burlería de sus mayores” (G a b el las o). II “Tropaeolum tnbere_sU'm, Ry mama. _ Planta vivaz de raíces tuberosas ; ho J^9 peitinervias, quintillobadas, transver" sailmente truncadas y lampiñas; péta- uos casi tan largos como el cáliz, dentia dos — Anea geagráfica: Indígena de los lugares tempUados del Perú. Depar mmento de Apurímac. Región: CuimI vado en todo el departiamento (del Cuz- co) y partioullíaTmente en (las provincias de Paucartambo y Urubamba, De 3,350 a 3,650 metros - Variedadés: Por el cniltivo sie hian obtenido las siguientes, cairacterizadas principallmentie por el co¬ lor de sus tubérculos: a) _ O c c e a ñ u, de tubérculos azucarados; b) _ ^ a n a a ñ u, de tubérculos de oo- or nií'g.TuzcO'; c) P ul c a a ñ u, de tu- erculos de color rojizo . Provincia de Pauca,rtamBo;d)— Ghecch» añu OMantoSrbo; y': r a ^etubéicu.'os'd.eccto,rfcUnqueci,no;f';A Gkeljo añu -o S 'a p a 1 J u Prcvilc^® ‘“«renos de cotor amarillo, g) Muf,. Paucartambo. Geapana; la sivuipnt * ^Bregaré a estas a^ 'iguiente especie sKlivestre: K a t a berosas, que crece en las punas Prn lion2.‘'® P**’ y Puuoartambo. Áplioal c.onca.^ b.ti raíces tuoerosas desnués e cocidas se emplean por los indíge- nas como alimento, por la gran cantidad no al 1 ^ f contienen . Constituye u: no de ios adornos de .¡a flora andina. (Fortunato L. Herrera- Go^ibucion a la Flora del Depar, Imenl to del Cuzco, Cuzco, 1921. p. 108) . .‘Pucen®^-® “!*- (Bot.)l nuas; Polvfflio o Añu-blto del maiz L¿ e.ppo ones .al; principio rojizo parduzcas y después obscuras, A-si negras q.,i= ¿ bservam sobre las hojas y chalas y con menos tecuencia sobre e} raquisMe te inPoresceníras m.ascui'.inas, están for estf^Ll'”' ®SÍ?'u^'’U0'0n'es de esporas de derabím’/ ° Perjuicios consi- ables en los amos secos, pero reduce fes rendimientos en toF hLlls -s ato L. H le r r e r a* Contribución a Ha Flora del Denarta' ■mianto dal Cuzco. Cuzco, 1921, p L)' APiACHETA — (F 1 ) “noli quecha;.a, Montón de piedras que co fecan 'los inid' '„s en las aiTiplanicte an.' iiimas como ofrendia comgratuI¡atoria a la diviniidud.. Por varios Gronisras de In! encuentra empleada la voz” T y umericanismos” nartl . — Bu algunos de ,Ios de- partamientos de/1 sur dej Perú, el Cuzco y Arequipa entre ellos, algunos emplean SmenSte. ABAOHIKUY _ (F. 1.) _ “En el día (1^65)) se han modifioado mu chisimo (la costumbres y no se usa la barbara ceremonia Ilamad.a del G h i o G h i c o que se hallllaba, hasta hace pocos anos, lem vi'gor. Gonsis).-G ésta on ir .ai las cuatro de la madrugada a la (255 casa de los amigos y si a esta hora los haBlaban todavía en cama los sacaiban a viva fuerza y mediodeisnudos los ca- balgabain en oín asno y los conducían a la plaza, dándoilies a beber ^al' miismo tiempo sinnúmero de copas de laguar- diente.” (iR a i. m o n d ü: Itinerario de viajes, en “Bo^letín de la 'Sociedad Gechgráfica de Lima, vol. VII. Lima) — En varias pobilaciones de la sierra exis¬ te todavía la costumbre a que_ hace ailu- sién el sabio R a y m o n d i, si bien ¡ha sufrido alguna modificación: en el departamento de Huánuco etll C h i o iG h i c o ha recibido el nombre de A p a c h i k OI y; en dierjerminada épo¬ ca del año, generiailmente en los días de carnaval, líos sujetos, armados de ho)as de ortfiga, marchan a las casas y en en¬ contrado en sus camas a los sujetos del otro sexo, los azotan con dichas hojas cuyo contacto, como es sab-do, produce un grandísimo prurito. lAPAICHA _ (Partollog.) — Nom¬ bre ovrj se da en el depairtamento de A- yacucho a la leis .maniasiis conocida en otros centros peruanos con los nombres de Huaspi y Tiacc-araña (Ver esta ulti. ma palabra) — ( F. P. d e 1 ® a r c o. “La apaicha o úlktera de líos bosques „ en ‘^'Crónica Médica, Lima, año de 1909) , ¡aparatos IVIEDICOS PERÜA- _ (Obstetr.) — Nadie se ha ocupado, que nosotros sepamos, de una eloria peruana, reipresentada por un mo délo de fórceps ideado por el ¿Ilustre rnécTco arequ^peño M orales A [paca se trata de un mode o cu yo parenitesco con eili fórceps de T a r_ 31 i e r es evidente y del cual posee un ejemplar lel doctor Nemesio F r n á n d e z iG o n c h a. a quien le fué obsequiado por d doctor^ B e- ;n a V i d e s, miédico que termino sus días en el Convento de los Descalzos do Limia . _ El doctor F e r n á n d le z Concha nos presentó el modelo de Mora l e s íA 1 p_a c a los entonces alumnos del 1° año de Medici- oa d año de 1909. Lo que no esta es- taMeeido es la prioridad del modelo pe¬ ruano sobre el modelo del celebre to- /cólgo francés.- Excito d i 1 ai. t a d o r F e b r e s : El año de 1 905 e|l doctor Enrique F e b r e s O d r i o z o 11 a Introdujo, también en Obstetricia, una modificación al s e. p a r a d' o r d e T a r n i e r . El doctor F le b r e s O d r i o z o 1 a, enuncia en la forma siguiente las mo¬ dificaciones por él introducidas en el separador ulterinlo de T a r n i c r: — ^La substitución de los anil'ks de cau_ cho ipor dos tallos metálicos llamados auxiliares o de aproximación, el uno horizontal y el otro vertical. El 1 se articula con las extremidades posterio_ res de dos ramas laterales y el 2° con ila extremidad posterior de lai tercera rama dell dilatador y con una pequeña pieza movible, colocada sobre el tallo auxiliar horizontall. Estos tallos, que es¬ tá n idiwñidos en partes propordionales, para repartir uniformemente la presión entre las aletas, tienen sus bordes ta¬ llados en espiral para recibir las tuer¬ cas por medio de las cuales se deter¬ mina la >aproximación de las extremi¬ dades posteriores, y, por consiguiente la separación de las extremidades anterio¬ res que efectúan la dilatación. 2^. Los tres cuartos de los brazos posterio¬ res del separador, en iluigar de ser rí¬ gidos son flexibles, es decir verdadercs resortes, llamados por esta razón man¬ gos resortes y ptoducen, en virtud de su elasticidad, un trabajo continuo y progresivo. La fuerza elástica de estos mangos resortes la he determinado . 3^. __El! brazo posterior de la rama dere- eha se articula, en su parte rígida, con un cuadrante, cuadrante indicador, cu_ ya extremidad libre pasa por una hendi¬ dura praciticada a la misma^ altura, en el otro brazo i'ateral. El citado cua_ dranlte iTeva des graduación es que 'in¬ dican en todo momento el grado de di- llatadión obtenida, según se emplee el instrumento con dos o tres ramas.— Las ventajas realizadas por estas modi¬ ficaciones son las siguientes: B Se ob¬ tiene un instrumento exclusivamente metálico y enteramente desmontable, lo que garantiza su perfecta esterilliza- ción. 2° A la acdión casi exalusiva.. mente excitadora del separador de T a r n i e r, se agrega la acción fran¬ camente dilatadora del nuevo instrumen- 256) to; de aquí eil nombre de excito diilata. dor q.ule ;le damos. 3*’ Conociendo la fuerza elástica de /los mangos Tesortes, se puede apreciar la intensidad del tra_ b'a jo producido por el instrumente, su¬ primiéndose así la eeguera instrumen¬ tal. 4° E/1 partero puede formular su pronóstico respecto a ila dilatación; pues menor exigencia del caso’C (E n r i- que F e b r le s O d r i o z o 1 a: “Excito dilatador y sus apllicaciones”, tesis del doctorado. Lima, limp. E. Mo¬ reno. 1905) — El mejo'r leílógio que de da innovación Febres puede hacerse, es¬ tá constituido por los siguientes honro¬ sos juicios emitidos por das siguientes A 2 OTO METRO GARCIA Aparatos médicos peruanos. — Eu azotómktko del Dr. García conoce, gracias ai cuadrante, la mane¬ ra cómo el cuelflo uterino se comporta bajo la acción del instrumento . 5^ Sui- primiendo todo cambio brusco de ten¬ sión, la di'latación se hace tan suave y lenta como se desea. 6^ Garantiza ila dilatadión deil cueldo en un espacio de tiempo dependiente de la voluntad del operador y en relación con la mayor o autoridades científicas europeas: a) — “En realidad no se trata de una modi¬ ficación dell separador T a r n i e r, sino de un instrumento compietamcn, e diferente aun cuando la forma ex- terioir sea mliy pa/recida. Es un nue_ vo instrumento que toma iegítimame- te sitio entre el separador de cau¬ cho, de T a r n i e r, y eJ, di- (257 lia/tador metáldco de B o s s i. El vuestro ofrece la ventaja de deispeistar menos violencias en manos inexpertas que el dllatador B o s s i” (fmdo.) B o- n a i r e, iGatedrátioo de la Facuíl'tad de I'^edi'cina de París, Partero de la Ma¬ ternidad del Hospital Lariiboissiere y Presidente de .lia Sociedad de Obstetri¬ cia de París — b) — “'He visto vuestro instrumento y ¡lo he estudiado muy de_ tenidameníe; cree, sin duda, que es U- na modificación feliz del separador de Tabniieir” (firmadíoO B r i n d e a u Gatedrático de la Facultad de Medicina de Parts y Partero de üa JMaternidad Aparatos médicos peruanos. — El excito dilatador de Pebres en el Hospital Saint .Antoine — c) . — - “En suma: el éxcito aJatador construi¬ do por el doctor F e b r e s O- d r i o z D 1 a, es verdaderamente práctico, por lo que' creo que todo par¬ tero debe poseerlo” (firmado) L e- q u e X, Médico interno de fia Mater¬ nidad die Saint Antome d) — “Las modificaciones introducidas por el Dr. Enrique F e b r e s O d r i o_ z o il a, de Lima all sepárador T a r- n i e t, son a mi juiicio, buenas” ( Firma¬ do) G i g 1 i. Partero italiano, Se_ cretarm de la Sociedad de Obitet icia y Ginecología de Toscana” — (Med. Leg.) — En "os siguientes términos expone el doctor M a x i m i 1 i a n o G o n z á il e z Ola e c h e a la niidificación por él propuesta a la téc¬ nica diadtdüoscópica de Y u c e t i c h : ‘‘Para tomar iias impresiiones digitales, V u c e t i c h ha recomendado unía ta- bililllfa construida en madera fuerte, y en la que hay excavadas cinco acanaladuras de fondo cóncavo y un poco más anchas que líos dedbs que deben recibir; en ca¬ da una de esas ranuras fija leil papel el operador, sosteniéndolo con la mano izquierda, maniobra engorrosa; pues hay que repetirlas por diez veces con¬ secutivas para poder tomar las impre- sioncs de todos los dedos de la mano . Se hacúa necesario otro aparato que simpliif rara ia operación, lo cual cree- mios haber conseguido', introduciiendo una modificación al primitivo aparato de u c e t i c h — Gonsta e)t modelo nuevo de las siguiientes partes: una itabli- 'ía de madera de 29 centímetros de lar¬ go, 84 milímetros de ancho y dos cen¬ tímetros de espesor; en ella hay talla¬ das en dirección de ancho cinco cana¬ les cóncavos paralelos entre sí, de ocho milímietros de profundidad- teniendo la cuerda dal arco en su parte superior 23 milímetros en elí canal destinado a tomar la impresión dC' los pulgares y dos centímetros en los otros cuatro . Eli borde del canal mayor diista 42 milímetros del tope colocado en la ex¬ tremidad de la tabliilla más próxima a dicho can?!; la quinta ranura o sea aquella que sirve para tomar las impre¬ siones de los auricuilares, dista a par¬ tir de su borde hasta la extremidad del aparato 127 milímetros. En el la¬ do de la tabillilla próxima al canal del pulgar se hailjla articulada por medio de una pequeña visagra de 285 milímetros de largo y un cenó'metro de espeíor, te¬ niendo en lia parte a donde esta fija la visagra. 4 5 mdímetros de ancho; la Otra extremidad es más angosta y sólo tiene 23 milímetros: en ella hay fija una chapita de golpe que es recibida en una. pequeña armadura metálica in¬ crustada en una tira vertical de ma¬ dera, del ancho de la tablilla y forman_ do cuerpo con ella; a. los lados de la ar¬ madura metáilica, hay dos pequeñas ti¬ ras de madera que sobresalen y tienen por objeto el impedir que la extremi- 258) dad en la varilla se desvíe a uno u otro lado en “el momento de presionar sobre eJIia para cerrar el aparato. — La va¬ rilla, en lia parte que corresponde a jos cana-les, es más angosta, pues sólo tie_ ne un centímetro de ancho; en el lado oue m.:ra hacia .abajo lleva cinco ondu_ laciones de forma semiciircular. que se adaptan perfectamente a los oaniatles de lia tab/Mla, cuando el aparato está cerrado. — A fin de que las impresio¬ nes digitales sálgan derechas y en un punto eqiLíidistante de las 'líneas que van a separarlas, las fichas dactilós- copicas deben tener de l'argo 22 ceniv- metros y 84 miilímetros de ancho; las líneas paralelas que van a' sepa. Tar las 'impresiones de los 'dlfeirien_ tes dedos, deben estar unas de o- tras a una distancia de 32 milíme¬ tros; 'la primera línea que separa lias 'impresiones de los pulgares del resto de la ficha debe distair del borde libre '¡a varillla la que ail mismo tiempo que hunde ta ficha en la última acanaladura, la fija definitivamente, pues la pequeña chapita que lleva en ila extremidad, se cierra con íla presión hecha. — Una vez condluída esta operación se procede a tomar las i mp resdon es de ilos dedos pre¬ viamente teñidos con tinta de impirenta, principiando por el pulgar de ila mano derecha y contiinuando con los otros de¬ dos sucesivamente . Para tomar los de la mano izquierda, se vuelve e'l aparato del otro ladb haciendo ejecutar lia ope¬ ración en el mismo orden — Con ila in_ novaición introducida» las impresiones de los dedos de las dos manos no que_ dan mirando haeiia el mismo lado, como en las fichas de V u c e t i c h; de mo do que para clasificar y lleer Ha respec¬ tiva fórmula dactiloscópica hay que ha¬ cerlo en lia mano derecha de izquierda a derecha y en la izquierda a la inversa^, lo cual es un gran inconveniente; pues Aparatos médicos peruanos.— La sonda porta pom.vda del Dr. Esco.micl más próximo y paralelo a ellla 35 milí¬ metros. — - Para tom.ar las impresiones con el nuevo aparato, se procede de la mcnerá Siiguiente: Se coloca Ha ficha dacti/loscópica sobre la tablilla, tenien¬ do cuidado de que el lado de ella que está próximo a la articulación de Ha va¬ rilla, esté en ccntacto con el pequeño to¬ pe de madera que existe a ambos lados •le la visagrá el cuál tiene por objeto el Impedir que la ficha resbaile a ese dado. Por medio de los dos pulgares, el ope¬ rador presiona sobre el papel para fijar bien la ficha y no pueda deslizarse du¬ rante el resto de la maniobra; al mismo tiempo se baja (la varillla articuilada» sin hacer presión todavía; en seguida, y sin mover ilos pulgares, se va hundiendo eil papel en las acanaladuras, viáliéndose, sucesiva miente, de los índices, medios, anulares y auriculares; para depri¬ mir el papel en el último canal se pre¬ siona con cualquiera de los dedos sobre todos los técnicos saben que Has fórmu¬ las se leen principiando por ell pulgar y continuando con los otros dedos” ( IM a X González O 1 a e c h e ai : ‘‘Modificación del aparato de V u c e- t i c h para tomar las impresíiones di¬ gitales”, en “Orónica Médica”, Lima, 1909) . — Esta bamunicación del doctor González O 1. a e c h e a fué en¬ viada por el autor al Congreso Científi¬ co de Chile reunido el año de la recien_ temente citada publicación. Susceptibi¬ lidades de (inventor hicieron que el Pro¬ feso t ;V u ic e t il c h no co'ncedii^ra importancia a la practicidad de 'la inno¬ vación propuesta, la que, por otra parte, nada quita de mérito a. la obra del illus- tre argentino. — (Quím.) — El año de 1906, el doctor Carlos Alber¬ to García sometió a la cons.'de'_ ración de la. Academia Nacional de Me¬ dicina de Lima un azotómetro de que era inventor. Los informes que trans- (259 ciribimos en seguida hacen ^lia crítica muy favorable', delí aparato inventado por leil Dr. G a r c í a: a) — “El ureómetro que eili doctor G. Alberto Gar¬ cía. Director deH Instituto Municipal de H'igiiiene (Sección Qiuiímioa) ha so¬ metido a la apreciación de la Academia, es una feliz e ingenioisa aplicación dell principio de las triompas a mercurio, pa_ ra conseguir un vacío prefecto. — No hay razón teórica que permita dudar de su exactitud y bajo este punto de vista puede competir con los mejores ureóme- tros conocidos . En cuantoi a la rapidez de la manipulación no creo que sea me¬ nor que la del ureómetro de agua de M o r e i g n e, teniendo e)l ureómetro del docto'r G a r c í ¡a, como e!l ureóme¬ tro de I V o n, mayor precisión cien- Aparatos médicos phruanos.— El dh PKOTKCCIÓN DE LA CURA ASEPTICA DE Escomel tífica que éste, aunque su rapidez no sea tan grande. Su fragilUdad no debe tampoco ser mayor que l'a del ureóme. tro de M o r e i g n e y sus análo»- gos. — En cuantío, al precio, condición secundaria a todo instrumento científi¬ co exacto, no creo tampoco que pueda ser mayor que ©1 de M o r e i g n e o cuaílquier otro ureómetTO. de buena cons¬ trucción. — Mi opinión es, pues, com¬ pletamente favorable y creo que este instrumento merece lia aprobación de la Academia; y propongo como contílusio- nes a este informe: 1?. Que üa Acade¬ mia dé las gracias al doctor García por su comunicación, apnaudiendo este esfuerzo dte invención e iniciativa pro¬ pia; 2a Que la Academia ordene la pu¬ blicación íntegra de la comunicación del doctor García en lel Bo>!etín de la Academia. — Lima, 7 de febrero de 1906 — (firmado) A. B i g n u n'^ _ b) — ” Señor Presidente déla Aca¬ demia Nacional de Medicina — S. P» — - La combinación die dos sistemas de vasos comunicantes que funcionan su- cesivamen/te, y en los que las superficies libres de los líquidos pueden variarse con facilidad para determinar primera el vacío por medio delll mercurio en el primer sistema, y después la actuación exacta de la presión atmosférica sobre los gaces que han de medirse, en ©1 se¬ gundo sistema, constituyen una nove¬ dad que caracteriza al aparato idea¬ do por el doctor Garlos G a r-- c í a. — ‘ No ha llegado a conocimien- ’to de esta comisión 'a existencia- dje un ureómetro o de un aparato des_ tinado a medir volúmenes gaseosos en que se emplee una combinación seme¬ jante que permita operar en un solo apa¬ rato sencillo la reacción que origina al gas y su medida con exclusión de todO) gas distinto del que se produce en la: operación _ Los vasos comunicantes- de mercurio con superficies líquidas de ai turas variables tienen una aplicación. conocidía en las trompas de T ó p 1 e r, A il V e g n i a t y otras.; los vasos co¬ mún cantes de agua tienen también apli¬ cación corriente en los aparatos para la medida de volúmenes gaseosos, como el azotómetro de S c h i f f, los ni- trómetros de L u n g e, etc . ; pera el ureómetro de G a r c lí a, que nos o^- cupa, reúne en un solo laparato ambos líquidos, mercurio y agua: aquel f uncid- nando como en una trompa de vacío ©m la parte del aparato donde debe desa¬ rrollarse el gas, y éste penetrando, me¬ díante la apertura de una llave, en cámara en que se hallla '©1 gas rarefac¬ to, y comprimiéndolo mediante da igua¬ lación de nivel en las superficies líqui-» das interna y externa, lo que da por resiur.tado someteí’ el gas a la presión atmosférica del momento en que se ope¬ ra - De esta manera se obtiene la rne- dida del gas desprendido con tanta pre- cis’ión como en 'íd ureómetro de- Ivon, el más exacto de los co¬ nocidos, pero con más sencillez y pront'tudl. no s’endo necesario des-^ contar, ad fin de la operación, el vo^ 260) lumen del 'aire preexistente en ei. apairaro, como sucede en todos los demás ureómetros o azotómetros, excep¬ to Qí ya citado de I v o n. — En un ejemplar deil ureóm'dtro que no'S ocupa, construfdo por da casa Strohlein y Go . de Dussclidorf (Allemania) que hemos hecho funcionar en el Instituto Munici- pail de Higiene hemos pod-ido convencer¬ nos de que se puede hacer una mediición del ázoe de la orina en menos de cinco minutois, después de adquiirir cierta práctica en el manejo del aparatoi, no to¬ mando en consideración, natu’raílmente, el tiempo que en toda oiperación gazo- métrica tiene que emplearse en resta_ blecer el equilM'brio de temperatura, tiempo que no tiene por qué contarsie en la manipuí'ación miisma. — Este apara¬ to idirado por su autor para lia medición del nitrógeno de la úrea por el hipobro- mito, puede también servir para medir cuallqu'ier otro gas que se desarrollle en las condiciones de la reacción indicada» Aparatos médicos peruanos. — El PEOUKÑO APARATO DEL Dr. GoNZÁLEZ ÜLAECHKA PARA LA TOMA DE LAS IMPRESIONES DIGITALES cuando concurran las mismas circunstan. tancias que en eFa. Así, parece que no habría inconveniente en servirse de él para la determinación dell amoniaco en los abonos y tierras por medio del mismo hipobromito bajo cuya acción, como es bien sabido, el amoniaco se descompone, dejando su ázoe en libertad, reacción apnovechada por K n o p p para esta¬ blecer su método azotimétrico, que es en todo semejante a la estimación de úrea por los ureómetros. Puede^ pues, el ureómetro de García ser con¬ siderado como un aparato seuciillo y nue¬ vo para la medida rápida y exacta de los volúinenes gaseosos saturados de va¬ por de agua» en los casos en que puedan t btene'‘se frío un gas solubije en el agua, siempre que la oí^ración que lu origiine pueda reapizarse en condiciones- semejantes' a las que concurren en ila dosificación de lia úrea por ell hipobromi¬ to de sodio. — Puede, puesi, concluir la- ¡Sección V pidiendo a la Academia que deoliare de utiiliidad práctica el ureómetro- ideado por eil doctor G . Alberto García y dirija a dicho doctor su felicitación como pallabra de .alliento y estimulo. — Salvo mejor parecer. — Eima, a 17 de setiiembre de 1906.^ — - ( fiirmado ) M . R . A r t o 1 U» W en- c e s H a o M a y o r g a, F . B . A‘ g u a y o” (Grónica Médica, Lima, 1906) — (Giruj.) — El año de 1900^ el doctor Enrique D. B a- r r i o 9 sometió a la consideración de ila Facultad de Medicina un trócar cor¬ tante refiriéndose al cual, con motivo dé¬ la presentación de aparato análogo por ell doctor Manuel Enrique Aparatos médicos peruanos. — Tom.\ dE LAS IM PR ESIONES DIGITALES POR MEDIO DEL SISTEMA GONZALEZ Ulaechea A r a u j O» en 1908, hizo la ‘‘Gaceta de los Hospitales” de Lima las siguien¬ tes referencias: “Dicho trócar, construi¬ do por la casa Gol'lin» fué enviado a la Exposición de Buffalo y la nota con que* acompañó el doctor Barrios su remisión a nuestra Escuela de Medicina fué a poder de una comisión encargada de dictaminar sobre ia bondad del nuevo ' instrumento y las ventajas de su empleo,, que son idénticas a aquelllas en que se funda hoy eP doctor A r a u j o para preconizar el instrumento de su inven¬ ción _ Desde luego nosotros no pre¬ tendemos inquirir sobre la prioridad de' la ideai, ni remotamente nos imaginamos- (261 que el doctor A r a u j o haya cono, eido un i-nstirumento que inventadci por 'Un modesto cirujano peruano aillá por Jos años 1900, apenas si ha sido ,apre_ ciado por 1/os amigois dell inventor, pues no sabeimos que lallguien se haya ocupado de darCo a conocer, siendo ésta La úni_ ca razón que nos mueve hoy a lllamar La atención sobre este asunto, franquean¬ do la^ muralla de nuestra apatía de pu- bilioidad, para hacer resailtar ejl mérito de nuestro compatriota el doctor B a- r 'r i o s. — Por lo demás, aprovechamos esta oportunidad para enviar nuestra sincera felLicitadón al doctor A r a u- j o, ia la vez que damos a conocer, a nuestros compatriotas, preferentement©, el instruimento inventado por un médico peruano que hasta hoy había permane¬ cido desconocido”. — (Giruj.) — Son¬ da porta pomada del Dr. E s c o m e 1: to se opera mejor si se tiene cuidado de practicar un masaje externo de ^'a ure¬ tra mientras se deposita el producto me¬ dicamentoso sobre su parte interna. — El empleo de la sonda portapomada es muy simple. Es suficiente colocar la pomada que se quiera emplear en una jeringa de vidrio, graduada, después re. tirar el embol.o metálico de la sonda y lanzar a voluntad la cantidad que se quiera en el interior de la sonda. — En seguida se coloca en su lugar el pistón de La sonda, empujándolo hasta que a- parezca el cilindro de pomada en el ex¬ tremo de la sonda, se introduce entonces en el canal uretral . Es fácil recono¬ cer las partes enfermas por las sensa¬ ciones objetivas y subjetivas obtenidas por di pasaje mismo de La sonda, que por su flexibilidad se adapta muy bien a las curvaduras uretrales. — Se lanza así la Aparatos médicos peruanos.— Toma de las impresiones digitales por medio del SISTEMA González ülaechea Esta sonda reemp'aza ventajosamente el empleo de los lápices niedicamento- sos en Tas enfermedades de La uretra, no solamente por la facilllidad con la cual se puede procurar l.a pomada dosada a \Ci' 1 íad del práctico, sino también por la precisión con la cual se puede poner la substancia medicam'entosa en las par¬ tes enfermas de La uñeta — ^Los lápices se aplican lo mismo sobre lias partes sanas que Las enfermas de La mucosa; Lo' mis¬ mo sucede con las instilaciones, que una vez vertidas sobre las partes enfer¬ mas, se esparcen rápidamente por efec¬ to de la difusión de los líquidos sobre lias partes sanas _ Además da sonda del doctor E s c o m e 1, al produ¬ cir la diilataoión previa de la uretra- permite a la pomada ponerse en contac¬ to con el fondo mismo de Los repliegues de la mucosa enferma. — Este contac_ pomada en el sitio requerido, retirando en se;guida La sonda y si se quiere ha.- cer más eficaz la aplicación se puede practicar un masaje ureíra/L externo in¬ mediatamente po'r encima del extremo de lia sionc-a corno lo hemos indicado más arriba” (Gaceta de ios Hospitales Li¬ ma, 1908, p. 175) — El año de 1913. el mismo doctor Escome!' presen¬ tó a la Exposición de Higiene enexa al Congreso Médico latino americano cele¬ brado ese año en Lima, ios siguientes instrumentos de Girugi'a por él inventa¬ dos: a) — Specuhum intra uterino, pa¬ ra dilataciones y cauterizaciones (pre¬ sentado a la Sociedad de Cirugía de París, por el doctor B a z y) ; b) — Sonda portapomada intrauretraí (des. crita anteriormente en este artículo;) c) — Sonda portapomada intrauterina di — Cuchara para la anestesia de las n- v > *.» í;- ..V, ■mi léimM h^t^armsaep Sfir> Aparatos MÉDICOS pkkt'anos. — Impiv'Ksioni-is dígita liís ohtknidas dor míídio di-;l sistema González Ola ¡-cu ;-:a mígda'.as; e) _ Espejo laríngeo con ta- /plo movible. 1'odos estos irstruinentos fueron merecidamente premiados con una medalla de oro. — Además de tales inventos el l)r. E s c o m e I ha realizado algunos oíros, de práctica uti_ (263 'iiidad en Medicina y Girug.'a. Dejemos a.l doctor E s o o m e l (la presenta¬ ción de uno de sus pequeños y muy re¬ comendables inventos: “Se sabe con cuanta facidiidad se infectan los objetos de ciuiración, sobre todo en las salas de consueta., en que los poiVos atmosféri¬ cos son tanto más sépticos cuanto ma¬ yor es el número de los consultantes. Yo he imaginado un dispositivo para ob¬ viar en lo posible este inconveniente. Para esto es suficiente agregar la Ja cu_ bierta de las cajas, frascos y vasijas de curtación, una especie de célula» en eil in¬ terior de da cual se coloca un antiséptico vofátii!', capaz de destruir, por sus va¬ pores, los gérmenes patógenos a fuerza y medida de su aparición, es decir des¬ pués de cada abertura del recipiente. — Este procedimiento me ha dado, en mi consulta desde hace dos años, notables TesuJltados; y hoy, gracias a La amabiiLi- dad del profesor Dr. L e t u 1 1 e, he pod'do precisar su valor científico por algunas experiencias hechas en el Labotatoirio iCentra'l del Hospital de Boucicaut. — ^En una primera serie de experienciais- he situado en una vasija es¬ terilizada, cajas de Petri con geílosa. He cerrado una de las vasijas con su cu¬ bierta ordinaria; la otra con una cubier¬ ta de célula antiséptica. En el inte- riior de esta céluHa, un tapón de aligo- dón hidrófilo, o un fragmento de espon¬ ja esteriiizada sobre el cual he vertido, según fia capacidad de la vasija, 5. 10, 1 5 o 20 gotas de solución de Formol al 40 ojo (se puede\ si se quliere, em- pUeiar el formo! puro o también ej trio- si metileno, siendo suficiente renovar esta débil dósis cada 8 o 1 0 días) . — He destapado frecuentemente /las dos ca¬ jas» imitando ilos movimi’entos necesarios en una sala de consulta', para preparar y aplicar (las curaciones. Resultado: siempre he obtenido collonias microbia_ ñas — estreptococos, diversos hongos, etc. — en la caja de Petri protegida por iLa cubierta ordinaria; jamás ob¬ servado i a menor colonia en la de cur biert'ai antiséptica. — En una segunda se¬ rie de experienciais, no solamente he re¬ petido líos mismos hechos, sino que to¬ davía he sembrado la caja de Petri con cultivos de bacilos patógenos y líos re¬ sultados han sido tan demostrativos co¬ mo en el primer caso, como puede vef' >se en .'as fotografías .—Se puede, pues, con un dispositivo sencillo y práctico, resoiVer este problema de asepoia en los objetos de curación, problema que se reduce a crear, en icli interior del re¬ cipiente, una constante latmósfera an¬ tiséptica”. OiPjüiRICIO JUAEM — Cirujano — . (Biog.) — Este” profesor de Cirugía 6- jercía la profesión en Lima en los pri-' meros años de! siglo XIX . El año de 1 808 contribufyó, con un donativo die ’ 2 nesos. ja '^os gastos que demandaba la ejecución de la obra del proyectado Co’egio de ]\tp''^ic'na y Cirugía de San P'^nando, en Lima. ARAZA RODRIGUEZ MIGUEL ^ ( B i og . ) — N . Areq ui p a, 1877, de Federico y P e t r o n i ! a M u T- g u i n o. — ^Ya doctor en Jurispruden¬ cia, el añO' de 1 902 se inscribió en la Matrícula de Medicina en la Facultad de Lima. Abardonó Ja carrera para de¬ dicarse a)l ejercicio de la abogacía. Ha sido diputado a Congreso . APERI/AiDES _ (ZO'OI. )— “Aperiiat- des (Mus Lengipes) , animal cuadrúpe- pedo y pequeño de la provincia de Bue¬ nos Aires, especie de rata y conejo: tie¬ ne un pié de largo y siete pulgadas de circun ’erencia: al oelo del mismo color que las liebres y blanco por el vientre: tiene el labio hendido como éstas y los dientes y mostachos, pero la icabeza un poco más larga, las orejas redondas co¬ mo las de la rata y tan cortas que no tienen un dedo de alto: ]as piernas sólo son de tres pulgadas, las de atrás algo mayores que las de adelante: éstas tie¬ nen cuatro dedos cubiertos de piel ne¬ gra con uñas cortas; y aunque sólo tie¬ nen tres y el de en mediio' más largo que los otros: su carne es como lia del conejo y se asemeja a este animal en el modo de vivir en agujeros; pero sin abrirlos en la tierra- sino entre las pie¬ dras, por lo cual es fácil de coger: los cazan con hurón: en el' Brasil^ se lla¬ man Aperea y parece que corresponde a la d'lase dél “Mus silvestris” americano de Ray (Alcedo: Dibclonario', Y) . APESTEGUIA GERONIMO — Far¬ macéutico — (Biog. — N. lea, 1876, 264) r ÚQ Miguel y M a t i l d e G u e- r r e r o. — lAlumno de Farmaicia en la> Ftacuiltad de Lima el año 1897; Farma¬ céutico en 1901. — Es propietario de la fairmacia ‘^San Miguel”, establleclda 'en Lima en el ángulo que forman las ca. Hes de Lechugal y Hoyos, que regenta gozando de me'recida estimación de competencia y laboriosidad . APESTEGUIA PEDRO ORLANDO — ^Aiiumno — (Biog.) — N. Lima 1898- de Gerónimo e Isa- b el' Aya i a. Se iñscnibiió en la matrícula de Farmacia de la Facultad de Medicina de Lima el año de 1918. APESTEGUIA Y. A. JOSE —A ilumno _ (Biog.) — N. Lima, 1900, de Gerónimo e Isabel A_ y a 1 a. Se inscribió en la matrícula de Farmacia, de la Facultad de Medici¬ na de Lima el año de 1917. APETENCIA _ (F. )1 . ) — Sinóui- mo de “apetito”, de la misma manera que inapetencia es sinónimo de anore¬ xia. Se dice “una falsa apetencia”, o ”un faliso apetito’ o una. hambre falsa, del deseo vehemente de in¬ gerir determinados alimentos que se ex¬ tingue la la simple presentación de és¬ tos y se considera que este deseo no neall de talles alimentos, constituye un síntoma de mal pronóstico en el curso de una enfermedad crónica. Guando se apetece un ailiimento, en opinión del vul¬ go, este allimento es incapaz de causar daño alguno y|. por el contrario, se cree que ell daño es ineludibrie cuando se ha tomado el alimento a pesar de “no ape¬ tecerlo el cuerpo” . Como sinónimo de apetencia se emplea la palabra gana, o ganas cuyo derivado ‘‘desgano” es usa¬ do para expresar .la anorexia. “De buen diente’-’ “de buen comer” son expresio¬ nes muy en uso para designar sujetos que toman su alimento con muy buen apetito . APILLA— (F. 1.) — Nombre con el cual es conocida la Oca (Oxalis tube¬ rosa- Mol.) Aer esta palabra “O c a”. APINCOYA — (Bot.)— “La Apin- c:oya es fruta regalada y de estima; es >del tamaño de una pera grande, de fi¬ gura óvala, amaríüia, la cáscala lisa, tierna y vedriosa; dentro está compues_ ta de unos granitos negros, poco mayo¬ res que les de uva, y de un humor lí¬ quido, sabroso al gusto, con un agrito apetitoso. No se come esta fruía a bo¬ cados como lais demás-, sino a sorbos- co¬ mo quien come un huevo blando o man¬ jar Ilíquido; es de temperamento frío y húmedo. Las hojas de esta planta ma¬ jadas aprovechan contra la mala cali¬ dad de las llagas viejas, y bebido su cocimiento en ayunas por cuatro o cin¬ co días, y cada vez cantidad de media escudilla, detiene las cámaras procedi- d. rs de intemperie cálida. Llámase es¬ ta p'hnta y fruta en las dos lenguas ge¬ nerales del Perú, Tintin en la quechua y en la aymará Apicoya. Pero los es¬ pañoles lie han dado el nombre de grana¬ dilla porque tiene alguna semejanza con la granada aunque es bien poca (C, o b o; I, 458) i Es la “Pa.ssiflora iigularis Juss”, conocida con eíl nom¬ bre de granadilla esta palabra) . IkPíÑik IViARUA — (F. i.) — Nom¬ bre con el cual es conocida, la Alassua (Tropaeolum tuberosum- R. y Pav. ) — ■ Ver la palabra “Massua” . APIO — (Bot. ) _ “El A p i u m G V e o 1 e n s (Umbelíferas), co¬ nocido con el nombre vurgar de A p ii o, ( es una planta biennal, de tallo ramoso e. striado; las hojais inferiores pecioladas peonadas, brillantes, formadas por cin¬ co o siete hojuelas triangudares, con tres lóbulos desigualles y dentados; las su¬ periores casi sentada.s y con las hojuelas cuneiformes; las flores de un color blíanco verdoso: ell fruto es pequeño ovoide con costillas . La raiz de apio, bastante desarrollada, fusiforme, tiene un oioT fuerte agradable, un sabor amar¬ go, aromático y goza de propiedades diuréticas y entra en la. formaiciión del Tara, be de cinco raíces: además se usa la planta como condimen¬ to . El Apio, por medio del cultivo-, ha daoo o'rígen a dos variedades (el A- pium dulce y él Apium rapaceum- que tienen sus raíces bastante desarrolladas, aromáticas y que se usan .como allimen¬ to, con ios nombres de Apio y Geleri (G o il u n g a: Botánica, II, 474) .|| (265 Considerado el apio como diurético, lo fué también como provocador de los flu¬ jos menstruales de La mujer. La de¬ cocción de ilas hojas y de la raiz fué comsideirada comiO' emética y. como tal, fué administrada en los casos de inges_ tión de algunas substancias tóxiicas. El apio cuenta en su historia la g^loriu: dé haber sido considerado como alimento de los muertos, motivo por ell cuaL, en la antigüedad, no era tolerado como alimen¬ to de los vivos. C astore Du_ r a n t e asegura que 'Las semillas de apio evitan La embriaguez y hacen a la mujer mayormente dispuesta al acopla¬ miento venéreo. Algo de esta ’eyenda de afrosidiaco existe en el vulgo contem¬ poráneo; pues se conceptúa que su in¬ gestión es un precioso estimulante de la actividad sexual. (API QUISA _ (Bot. ) — El vege¬ tal conocido con este nombre en el de¬ partamento del Cuzco, donde tiene idén_ i’cas aplicaciones curativas que La ortiga, esit consideradoi por V a 1 d i z á n-M a donado (La Medicina Popular Pe¬ ruana, II, 389) en el número de aque- Pas pía. lias usadas por La Medicina Po¬ pular no identificadlas botánicamente, li shua: Api q u i s ai, ortiga para mazamorras, perteneciente ail género U r t i c a s p . Florece en octubre . Región: Provincia de Urubamba (Huai- p o ) , provincia del G u z co ( Alce b al' e r i a ) , 3,600 metros sobre el nivel dlell mar. Apll Icaciones: Empleado por líos indios en la curación de las enfermedades ute¬ rinas. (Iniformac-'ón escrita del Dr. F o r t u n a t o L . H e r r e r a) . APOOlSMACEAS — (Bot.) — De etta familia de ^lia clase de X de R i- c h a r d (Gamopétalos de ovario su¬ perior isostemones, corona regulah y es_ periob isostemones, corona regular y es¬ tambres alternos) están citadás en es¬ te Diccioinario : el A p o c y n u n c a- n m a b i n u m (Ver esta palabra) ; varias especies del género P 1 u m i e- ’r a (Ver la palabra “Suche”) ; la T h e_ V e t i a n e r i i f o 1 i a (Ver la pa¬ labra “Siatica”) ; el E c h i s t 'e c hi- l e n s i s (Véase la palabra “Quirm.a-i”. la T a b e r n a e m o n t a m a u t i- 1 i s (Ver la palabra “Haya haya”) . APOOYNUM CANIMAeiNUM (Bot . ) — “Indígena de la América del A oírte, con hojas oblongas- las Lores dispuestas en panojas terminales y tam¬ bién llaterales: los lóbulos del cáliz lan¬ ceo. ados; la coroiia tubulosa en la parte interior y de cc'c'r verdoso; la raiz de esta pllanta goza de propiedades pur¬ gantes, y eméticas” (G o 1 u n g a: Bo¬ tánica, Lima, 1878, II, p. 333) . lAPODEPADO de la Facultad de Me dic:na — (Hist.) — Durante la época co- ^ionia'l, el Real Tribunal deL ProtomedL cato, en sus relaciones con Los Tribuna¬ les de Justicia, procedía según el pa¬ recer de su Asesor que por regla gene- rail, era uno de los buenos letrados de Lima y era este mismo Asesor ell que representaba al tribunal médico. Orga¬ nizada la Facultad de Medicina de Li¬ ma (1856), le fué necesario, en más de una oportunidad, hacerse represen¬ tar ante los tribunales de justicia: fué creada entonces la plaza de “Apodera¬ do de la Facultad de Medicina”, cargo que fué desem.peñado por el doctor Leonardo Villar. En la ac- taulidad, la Facultad de Medicina, con muy buen acuerdo, confía su represen¬ tación ante los tribunalles de justicia a un distinguido abogado, que desempeña e'^ cargo de “Abogado consultor de lia Institución”, cargo que desempeña en la actualidad el señor doctor don Garlos Esp inoza. APOLILLADO _ (F. 1.) — Dice- cese, vulgarmente, de la persona de ila salud muy frágliL; de persona muy su¬ jeta a enfeirmedad . Hiperbolizando la frase se dice de algunas personas ‘‘que están con toda la polülla’L APOSITO — (F. 1.) — “Remediio que se apIKica exteriormente a algún en^ fermo o paciente — Todo lo qute se po¬ ne sobre una herida o llaga, como medi¬ camentos, vendías, compresas, •etc”’ (Domínguez: DiccionarÍQ(, I, 151) II Eli término ha sido desterrado por ell moderno de “curación”; pues es¬ tuvo muy en boga en nuestra época co¬ lonial y en La actualidad se emplea muy raramente. II (mst.) — Las “curaciones’’ han cambiado radicailmente en nuestros hospitales y, enorguTéce confesaiHo. por 266) obra y gracia exclusivas de unos pocos médicos que, desafiando /las liras de un conservadorismo inaceptabUe, introdiiije- ron en la asistencia hospitalaria las re_ formas que eiL estado de Ha cirugía re¬ clamaba imperiosamente . Las hila s, en cuya confección se ocupaban general- miente i'as damas, se han empileado en nuestros hospitales de Lima hasta los a- nos de 1895 y 1896: horroriza pensar que tales hilas que habían pasado por muchas manos y por ninguna esterili¬ zación estaban destinadas a ser pues¬ tas en contacto inmediato con (lia herida o úlcera. Ei año de 1903, que nosotros estud.'.amos el primer año de Medicina, en la salla de Clínica dél Hesoital de Santa Ana, la bondadosa t o p i q u e- r a E d u V i g e s, cortaba con sus manos ell algodón y las gasas necesarias para las curaciones y depositaba tales objetos, así como ias vendasi. en unos ,ca- nastilllos de paja cubiertos interiormeni- te por tela roja. Eran estos canastifllos los que iban de cama en cama para ser vicio de las desventuradas enfermas. En lia misma época- se recomendaba a los dli'nicos aprovechar las vendas usadas en las curaciones nuevas cuando no es_ taban “muy sucias”. Fué en pleno si¬ glo XX que cambió el apósito por lia. moderna curación, en el nombre y en el hecho: vinieron las ga.- sas, i’os esterilizadores y la opinión mé¬ dica prevafeció sobre los dictados de la ignorancia y sobre aquellos de la falsa piedad . APOSTEMA — (F. 1.) — 'Con este nombre y con el de ‘apostema” cono¬ cieron los prácticos de la época colonial todas aquellas colecciones purulentas qiSe tomabam sede en el organismo hu¬ mano . Entre “apostema”, “postema”, “absceso” y “pústula” creyeron nues¬ tros cirujanos del siglo XVIII que no existiese otra diferencia que aqueillla de¬ rivada de más y del menos. Se reserva¬ ba illas dos primeras denominaciones a JOS gruesos tumores supurados y el nom¬ bre de ‘‘pústulas” a los tumores peque¬ ños, a que Míos que “a veces aparecen en gran número y no siempre supuran, siendo los unos producidos de poquísi¬ mo humor y los otros de materia s:eca”\ Todos los tumores no eran postemas; pe¬ ro totdas las postemas eran abscesos ^ El término de postema y el de apostema se. conservan en el vulgo todavía: s© dice “una apostema a '1 c u e 1 1 o”y “una postema d el higa d o”il (Híist.) — Hasta, ahora mismo, antes de entregar un absceso al bisturí de un oi- rujanoi, el vUligo apura todos aquellos medicamentos que vienen conocidos co1 o (F e n c i a Pinto. Inscrtitol el año de 1843 en da matrícula dfe Ma¬ temáticas didl Golegio de Ha Indeperidien- cía, eontinuó dos de Medicina, obtenien¬ do el título profesional de médico el 1°' de marzo de 1851 , AFtATA JUAN — ^Alumno — (Biog.. — Nacido en Lima eil año de 1899, hijo de don Juan iA ir a t a y do¬ ña F 1 o r i n d a V i ¡1 d* a v e r ó e . Se .inscribió 'en la primera matrícula. ce Odonmiogía de la Facu'itad de Medi¬ cina de Lima el año de 1915 . A RAUCO tM, — Profesor de Mate¬ máticas en ed Golegio de la Independen_ cia de Lima (Repertorio americano, I) E)! profesor A r a u c o’ está citado po'r .'US contemporáneos die la primera mitad defl siglo XIX como matemático competente y exceilente maestro. ARAUJO ELIAS — Girujano Den¬ tista — (Biog.) — N. Ghidayo 1892, de Estanislao y W i 1 h e 1- m .i na Zamora. Alumno en 1910; diplomado en 1913. Su nom¬ bre f gura en lia “'Relación” oficial de la Facultad de Lima dell año 1919. ARAUJO OSCAR — Alumno _ (Biog.) — N. Huameayo 1898» de- G r e g o' r i o y S a r ai Aliaga, Se inscribió en ila matrícula de Odon¬ tología de la Facultad de Medicina de L’ma el año de 1918. AiRAVISjCA — (Bot.) _ Gom es¬ te nombre y con los de Sancha So'li. mán y Arabisco es conocido un vege¬ tal que crece en el departamento de Loreto ; cuya cobteza está consldlerada como extremadamente venenosa y cuyas- hojas secas y machacadas y aun cocidas son empleadas en e’ tratamiento de las adieuitís y dc' las heridas de ciicatrizaciónt tardía. Este vegetail está consMeradO' por ’V a il' d i z á n_M a II donado en el número de aquellas plantas usadas^ 276) por la Mediicina Popular no identifica¬ dlas ihoitánicamentie. ARBíAYZA TORIBIO — Médico — (Biog.) — N. 'Ghidlayo 1843. Aillum- no de Medicina en la Facultad de Lima fen 1869; bachilllbr en Medicinia en 1876 sosteniendo por tesis un estudio titulado “De la icircull ación venosa en ílois miem¬ bros abdiorninaLes”. En eH miismo año ^e 1876 lobtuvo el) título d)e médico ci¬ rujano y el grado de licenciado en Me¬ dicina, ofreciendo, para este último e- fectQ, una tesis del título: ”Tratamien_ to de lias heridas de las venas por ila lligadura”. — El año de 1894 fué nom¬ bradlo Delegado de ila Facultad de Me¬ dicina en la ciudad de Ghiclayo en ila cual ejercía la pro'fesión. B i b 1 li o g r a f f a : 1 — Neum'on.'a del pulmón Izquierdo en sus dos tercios inferiones, en Gaceta M ód ica, LI mía, 1875. 2 — Ganeer dle’ cuerpo dell útero, en Gaceta Médica, Llma> 1875. 3 — Metritis hiemorr'ágica, en Gace¬ ta Médica, Lima 1876. 4 — Tesis del bachilMeratO’ en Medi¬ cina, en Gaceta Médica, Lima 1876. 5 — Tesis de Licenciado), en Gaceta Médica, Lima, 1876. 6 — Tratamiento de las fiebres inter¬ mitentes, remitentes y continuas, en Gaceta Médica. Lima, 1878. 7 — La epidemia de Huanta, informei, en Gface.a Med ca, Lima, i 8 / 8 . ARBOL CONTRA EL FLUJO — (Bot.) — Este árbol está citado por G a s t o r e Durante en su “Herbario” (edición de Veneoia^ año de 1 7 1 7 ) c o m o originario de las Indias Nuevas. Eice Durante: “Tienen los in¬ dianos lia corteza de este árbol en mu¬ cha estima y la aprovechan en toda día¬ se de flujos, sean con sangre o sin san_ gre. Tómase la corteza, como una ha¬ ba pequeña en polvo en vino tinto o en agua fresca en la mañana en ayunas tres o cuatro veces usando en el resto el orden y gobierno que se combiene a aquellos que sufren flujo”. — Tratába._ se de un árbol “muy grande y que hace fruto” y el color o consistencia de cu¬ ya corteza eran muy semejantes a deil Pallosanto o Guayaco. ARBOL Í--L OANDELERO — (Bot . ) — Nombre vulgar con que es co- nloicída en el Perú Ha “Georopia' Pelta- ta” (Bellido: Botánica, en Ga¬ ceta Gi entífica, Lima, vol. I) ARBOL DEL CAUCHO _ (Bot.) — “La S i p h o n i a e I a s t i c a o Hevea g u y a n e n s ii s Har mada árbol del caucho es un árbol de talllla bastante eilevadia, que crece en mucha abundancia en lias mon¬ tañas del Amazonas y de sus afluentes: su hojas, provistas de 'largos peciolos y divididas en tres hojuelas coriáceas, en¬ teras y cuneiformes: ilas flores dispues¬ tas en panojas terminales cortas: las íl.ores masculinas con cinco estambres,, con los filamentos soldados : las feme¬ ninas don un ovario de tres celdillas terminado por tres estilos lobullados: ef: fruto un tanto desarrollado, con tres celdillas que contienen cada una una se¬ milla bastante desarrolllada y que se u_ sa como alimento pues tiene el gusto de la aveTana. Esta pí’anta es notable porque en su jugo lechoso contiene la suibsíiHincia conocida en el comercio con 'JOS nombres de caucho’, jebe o goma e- ilastica y de la que, como se sabe!, se ha¬ ce tanto uso en la actuaiilidad para fa¬ bricar un gran número de objetos, co¬ mo instrumentos de Girugía y de Quí- m'ica, vestidos, calzados, etc. — La ex¬ tracción del caucho es muy fácill y los hab tantes del Amazonas la prac¬ tican, según el profesor R a i m o n - d 1, de la manera siguiente: “Sallen por la mañana con un por)o:ngo vacío un- pico o linstrumento con punto pa'ra prac¬ ticar uji agujero y una masa hecha con greda y agua, como la que empllean los a'lfareros. Llegad ois al pié de un árbol de S i p h o n i a, preparan cor la greda una especie de taza que pegan al tronco y después practican con el pico ur agu_ i ero más arriba de la taza de aroilla para que salga el caucho líqu'idio': hacen la misma operación con quince o ^'einte' árboles, después vuelven sobre sus pa¬ sos y empezando por «el priimer árboil siargrado recogen el líquido reumido en Jas pequeñas tazas de' a'roilla y lo vacian en el calabozo, que luego transportan (277 su casa. Practicada esta pirLmeira ope_ fiacirón, es preciso diaPle (lia forma que tieoe di caucho en el oomercio que es la de pequeñas botellas casi asféricas . Pa¬ ra esito amoldan una pélofa de greda a la exit'remidad de un p aillo, la sumergen en el icau'cho Ilíquido y después la pre¬ sentan a la acción de un humo muy den.- so produciido por 'la combustión de una :semillila aceitosa: apenas lia primera ca_ pa deil caucho ha cuajado, la sumiergen nuevamente en el 'líquiido y repiten la o- per ación varias veces hasta que haya ad- algunos dóas a la acción del aire y del solí. 'Gaundo están bien secos irompen lu-i bolas de arcilla y sacan los pedaci- tos de greda por la boea del frasquiito de caucho’’ (G o il u n g a: Botánida, il. "^46) — E’ árbol del caucho es lilama- do', len keshua. Capí (Fortuna¬ to L . H e T r e r a : Gontriibuoión a la F'lora deH Departamento del Guzco, Guzgo, 1921, 94) ¡ARBOL DEL CHUNCHO — Bot.) _ Nombre vulgar dado en él Perú a la Arbol del pan. — «Artocarpus incisa, Fokst» (Dü Valdizán-Maldonado) «quirido un cierto espesor . Los opera¬ rios inteligentes aplican en diez minutos por ese método, ocho o diez capas de caucho que inecesiitan para obtener el espesor requerido. Guando quieren for¬ mar un calzado reemplazan la bola de greda por una horma de madera la que cubren antes de una 'ligera capa de gre_ üa para que se despeguie después con :más facilidad. Ordinariamente la sola ac¬ ción diel humo no basta para secar com- pTetamente el caucho y para acabar esta -operación exponen los objetos durante Gimbernatia obovatia. — ( I\1 a n u e 1 García y M e r i- n o- ‘‘Los nombres vulgares de nuestras plantas” en Boletín de la Sociedad Geo_ gráfica, Lima, 895) lAiKBeL DE LECHE — (Bot) — El vegetal conocido con este nombre en el departamento de Loreto, donde se 'le co¬ noce también cen el 'nombre de Leche Gaspi, probablemente por razón del lᬠtex que el vegetal' produce, está consi¬ derado por V a 1 d i z á n - IM a 1 d O- :278) nado (La Medicina Popular Perua¬ na, IL 389) en ©1 núme'ro de aiquellas plantas que ila Modioina Popuil'ar em¬ plea no ideíntificadas botámoarneute . iliRBOL DEL PAN — (Bot.)— “El A r t o c a r p u s d n c i s a lilamado vulgairmeinte árbol del pan (de Artos, pan y c a r p u s, fruto) , es un á'rbo:! bastante elevado, con «ramas numerosas y extendidas que forman una gran copa; las hojas son grandes- coriáceas, profun¬ damente diivididas en lóbulos agudos cu¬ yo número puede llegar hasta nueve: los amentos de flores nacen en las axi¬ las de ‘■'as hojas: las masculinas son cla- viiormes, las femeninas globosas: el fruto que de éstas resulta es del volii_ man de la cabeza de un hombre poco más o menos, de un co^or amaridlo ver¬ doso al exter.o'r, blanco ai! interior y cu_ ya isuperficie generalmente es mameIo_ nada o/ tuberculosa: estos frutos están llenos de una pulpa harinosa que se co¬ me lo mismo que el pan, después de ha¬ berla cocido al horno, o bien bajo otras íormas': Jas semlPas bastante grandes se emplean lo mismo que el frute como alimento. Las fibras interiores de la corteza sirven a los Polinesios para te¬ jer telas con las que hacen sus vestidos. Una v’airiedad de esta especie es notable po'rque produce frutos desprovistos de semilla; esta variedad indígena de Ta- hiti se cultiva en algunas partes. espe_ ciial'-mente en las AntiEias y es muy ’m- portante como materia alim.enticia’’ (G o 1 u n g a: Botánica, Lima, 1878, II, p. 235) II “A r t o c a r p u s in¬ cisa- Forst.l ap: Sus frutos son em¬ pleados en la alimentación por la graci cantidad de fécuUa que contienen. Él látex es aplicado sobre las hernias de los niños, a .guisa de braguero (depar_ tamenío del Madre de Dios) ( V a i d i- z á n - M a 1 ^ n a,d or La Medicina Popular Peruana, II, 137) ARBOLEDA VIÑAS FRANCISCO — Cirujano Dentista — (Biog) _ N. Piura 1 887, de José Santos y Mercedes Viñas. Alumno en 1912; diplomado en 1915, Su no'mbre figura en la “Relación” oficial de la Fa¬ cultad de Lima de 1919. ARBULU ANTENOR A. — (Biog.) N. Ghidayo, 1886, de M a u r i c i o y Cristina G a m a r r a . A- lumno de Medicina en la Facultad de L ma en 1905 . ARBÜLU FFHJIIárj — (Biog.) — Bachiller en Ciencias Matemáticas en la Universidad de Lima (15 de Junio de 1893) ; su tesis: “Coordenadas tangen¬ ciales y su aplicación”. ARBULU JULIO GüILLERMO — Médico (B og. ) _ N. Ghiclayo el 20 de diciembre de 1879, de M a u r 1- c i o y Cristina G a m a r r a . Hizo sus e.studios preparatorios en el “Colegio Peruano” y en el de “Nuestra Señora de Guadalupe”, en Lima. He_ chos sus estudios de Giencias Natura¬ les en la Cniversidad de Lima, se ins¬ cribió en la matrícula de la Facultad de Medicina de Lima el año de 1897. Ba¬ chiller en l'*íedic'na e' año de 1903, sus- tentando por tes's un estudio titulado “Peste bubónica”, cbíuvo el ütulo pro- Julio Guili.kk.vío fesional el año de 1904. Hallándose en Europa, el señor A r b u 1 ú tuvo o_ portunidad de prestar sus servicios en las ambulancias inglesas durante Ja gue¬ rra mundial de 1914: el año de 1918, en el mes de agosto . “The League of Mercy” de Londres le otorgó un diplo¬ ma, que recuerda esta- participación sa¬ nitaria del señor A r b u 1 ú en la tremenda conflagrac'ón europea. | El año de 1920, en Bruselas, ofreció una conferencia en el Hospital “Saint PiO- rre” de esa ciudad, en la cual hizo co¬ nocer de los colegas belgas los progre¬ sos alcanzados por la cirugía peruana (279 y recuerdo de cuya confereriicia es 'la fo¬ tografía con que ¡lustramos este artícu¬ lo, en lia cual aparece el Sr. A T b u 1 ú al liado del Dr. V e r o' o g h e n dj- recto'r del servicio quÍTiúngico de ese establecimiento sanitario-. El mismo año, presentado por el Dr. D o r d u, ofreció una conferencia en la Sociedad Belga de Cirugía, en la cual puso en re¬ lieve la personalidad heroica de Ga¬ rrí ó n . El año de 1922- al estable. en eil “Journal de Chirurgie” de Bru¬ selas, mayo de 1920. Traducción cas-- tellana publicada en “La Reforma Mé¬ dica”» Lima, 1920. 5 — Revisión de la nomenclatura mé¬ dica, París 1920. 6 — Estudios sobre nomenclatura me¬ dica, en el “British Medical Journal” de Londres, 1920. 7 P ubli cáelo n es varias de propa¬ ganda antialcohólica y antivenérea,. Arbuuú, Julio Guillermo.— En Bruselas cerse en Lima el Sifilicomio, fué nom¬ brado primer Director del es tablee i - mLntcv, que Le debe su actual organi¬ zación . Bibliografía: 1 — Contribución al estudio de las dispepsias, en “Grónicia iMédica”, L.ma, 1913. 2 — Acerca de la peste bubónica en Paita, informe a la Direccióu de Salu¬ bridad de Lima. 3 _ Acerca de la verruga peruana en el Callejón de Huaylas, informe envia¬ do a la Dirección de Salubridad de Li¬ ma. 4 — Contribución al estudio de las ,rinoplas$as y queiloplastías, puoncado AiRBÜLU LEO!^ JOSE IViA-RBA — Alumno — (Biog . ) — N . Ghiclayo, 1847. Inscrito en la matrícula de Me- •i cina de la Facultad de Lima el año- 1868. ARBULU tVÍANUEL J. — Médico _ _ (B'Og.) _ Obtuvo el título profe¬ sional de médico cirujano el año de 1880. ARCiADAS — (F. 1.) —De la arca¬ da, dice D o mi í n g u e z (Dicciona¬ rio, r, p. 161): “Movimiento, impulso, trastorno, arranque violento y angustioso del estómago penosamente afectado que excita a vómóto; se usa más comunmente en pltiral y equivale a náuseas, ansias, 280) Profiísor I)()CTla obra de renovación de la acti¬ vidad científica de nuestro más docto instituto médico, presentando muy intere¬ san ties comunicaciones, pilante and o ell ©st- tud'o de muy importantes probdemas sanitarios nacionales. — De la laborio¬ sidad y competencia del Dr. Arce fué una prueba elocuente su actuación en el Gongres’ot Médico Latino Americano cele¬ brado en Liima el año de 1913, a cuyo éxito contribuyó en forma decisiva. — Vacante el año de 1903, en di 'Hospital “Dos de Mayo” de Lima el servicio mé¬ dico que regentara el málogrado inter¬ nista, Juan G a n c i o G a s t i- 1 II o, ell doctor Arce se presen¬ tó clomo opositor al coincurso pTOvoica- do por la Sociedad de Beneficencia Pú- ri' Ca de Lima para la previsión de di¬ cho ca^go : el doctor A ,r c e, después de presentadas brillantes pruebas, salió airoso en ellas v es desde entonces mé¬ dico titular de dicho establecimiento hos- pitaiarilo: su servicio, su “'Sala de San Roque’’ constituye una verdadera Escue¬ la: tal es la prolijidad ejemplar de las investigaciones científicas practicad as; tal la 'riqueza de la docum'entación cllíni- ca de cada caso estudiado; tal la ri¬ queza del archivo clínico que el doctor A r c e puede mostrar o rgulllos ámen¬ te. — Eíí año de 1916 fué nombrado el doctor Arce Gatedr ático del curso de nueva creación de Enfermedades Tropicales: el doctor Arce ha co¬ rrespondido, con creces, a las espectati- vas dé su designación. La juventud es¬ tudiosa, en sus justicias generosías, rodea de cariño y de respeto a este maestro que, a despecho de sus enfermedades, a despecho de la rudeza de la lucha por la vida, dedica a la docencia tO'dó 'el: cau¬ dal de su taliento y de su voluntad. — M e m,' b e t del “Royai Sanitary In=- tituie'” dé Londres, desde el año de 1910, fué promovido, el año de 1915, a la categ'Oíría de F e H o w, habiendo toicado all doctor Arce el honor de ser el primer sudamericano que osten¬ ta tal título. El año dé 1916 fué n(om- brado Miembro GorresDondiente de la Academia Nacional de Medicina, de Ga- racas (Á^enezuela) .| El 'año de 1922 fué elegido Presidente de la Academia Nacional de Medicina de Lima. 282) Bibliografía: Publicaciones en el “Monitor Médi_ co” de Lima: 1 — Tesis del' baichill'Ierato en Medi¬ cina, 1888. 2 — Discurso en la ceremonia inau¬ gural del monumento funerario a Da¬ niel A. G .a r r i ó n, 1887. 3 — lúa. epidemia de Ghidlayo^ 1889. Publicaciones en “La Grónica Médi¬ ca’^ de Lima: 4 — Un caso de distomatosia, 1899 1899. 5 — Sobre un caso de distomias^, o — Algo soCre ei paíiudismo, 1902. 7 — Discurso^ en a Sociedad M!édi_ ca “Unión Fernandinaí”, 1904. 8 — Apología de Garrió n, 1904. 9 — La defensa del GóLera, 1910. 10 — El nuevo Mianicomio de Mag¬ dalena del Mar, 1912. 11 — El. “606^’ en la fiebre agrave de G a r r i ó n, 1912. 12 — Un caso de aneurisma del' cora¬ zón (Gom. a la Academia Nacitonall de xUediciiina de Lima), 1913. 13 — Un caso de distomatosis pulmo¬ nar (Gom. a la Academia Nacional de Medicina de Lima), 1913. 14 — El agua potable de Liima, 1913. 15 — Apuntes sobre la enfermedad dei G a r r i ó n,, 1913. 16 — Esitudio experimental de la en_ fermedad de G a r r i ó n (colabora¬ ción con los doctores Ramón E. R ,i b e y r o y Daniel Mac- k e n i e ) , 1913. 17 — Algunas consideraciones sobre la hematología clínica de la fiebre gra¬ ve de Garrió n (Gom. al V. Gongreso Médico Latino Americano), 1913. IR — La anemia' de la fiebre grave de G a r r i ó n, 1913. 1 9 — Algunas consilderaoiones sobre la,s infecciones bacterianas que compli_ cain y agravan la fiebre de G a r r i ó n, 1913. 20 — Un caso de lehismaniasis de la cara tratado por lel tártaro emético (Gom. la la Sociedad Médica deUHospi- tal “Dos de Mayo’’) , 1915. 21 — Sobre :ujn problable caso de esple- nomegalia tropical (Gom. a la Socie¬ dad Médica del Hospital “Dos de Ma' yo”,U 1915. 22 — La paragonimiasis en el Perú- 1915. 23 — Pié musgosio', 1916. 24 — Un caso de cisticercosis (Gom. a la Sociedad Médica del Hospital “ D Os d e Ma y o ” ) , 1916. 25 — La Medicina Tropical, lección inaugural del curso 1916. 26 — Algunas consideraciones sóbre¬ la nueva teoría dualista de la enferme.^ daid de Garrió n,’ 1916. ^7 — Los protozoarios en la patolo¬ gía humana, 1917. 28 Sobre un caso de espiroquetosis íoteríoLhemorrágica (collaboración con el doctor Ramón E . Ribey/ro),. 1917. 29 — Espiroquietosis íctero-bemorrági^ ca. 1917. 30 — Primeras tentativas de inmuni¬ zación en la verruga peruana (Uolabo. mcnn de los doctores Ramón E. R i b e y r o y Daniel I\ I a c * k e n i e ) , 1914. PubLicaciones en el Boiletíh de la A' cademia Nacional de Medicina de Li¬ ma: 31 — La profilaxis de (la plaga bubó¬ nica, 1903. 32 — Discurso necrológico del doctor A r m a n d o Vé 1 e zs 1903. 33 — La plaga bubónica (informe en coliaiboiraoión con los dóctores M a~ n u' e li R . A r t o 1 a ly D a n i e 1 E . L a V o r e r í a, 1903. Otras publicaciones : 34 — Trabajos presentados a 1 V Gon.. greso Médico Latino Americano (VI Panamericano), Lima, Imp. Sanmarti, 1916. 35 — Discurso, en la Sociedad‘^ A- mianites de la Giencia”, en “Gaceta Gientífiica dei Lima”, voll . V, 36 — Provisión de brazos para lai id- gri cultura, estudio premiado en lell Gon_ curso promovido po'r la “Sociedad Na- cibnal de Agricultura de Lima, el año de 1902{ en “Boletín de la Direc¬ ción de Sallubridad Pública’’, año II. Estudios publicajdos en los “Anales de la Facultad de Medicina de Lima”: 37 — Estudios sobre la verruga pe- (283 Tuariia o enfermed/ad de G a, r r li ó n, ívol I, p. 21 y 130; vol IL p. 24) 38' — El concepto nosográfico de la Med/icina T'nopicall, llección (vol. I, p. 240) . 39 — Algunas consideraciones sobre insuificiienda rerual ©n* la gripe (vol. III. p. 18) . 40 — Sobre las recientes invest.igacio- ;ne'S de N o g u c h i acerca deü' agen¬ te específico de la fiebre amarillila (vol. III. P. 53). 41 — iSobre la supuesta endemioidad de la fiebre lamairi'lla en la cosita deil Perú «{vol. Ilí., p. 93 y 219; vol IV, p. 86 y 203) . 42 — Sarampión y Rubéola (vol. V. P. 103)- 43___ Influencia de la última guerra sobre el estudio de la medicina tropical y sobre la enseñanza médica general (vol. VI, p. 101) . Otros estudios: - — Las lleishmnias’s dérmicas del Perú fCom. al Congreso Médico Pan america_ no dé Liima 1913. (lActas y Trabajos. Vol. V. p. 208) . ■ — Estudios sanitanios del agua pota, ble de Lima . Id . (Actas y trabajos. Vol. vm. p. 144) . ARCE LORENZO — Mé diico — (Büog.) — N, Barranca (Ghancay) 1835. Alumno de Medicina en íla Fa- «eultad de Lima en 1857. Obtuvo el ti¬ tulo proifesional el año de 1863. Ejer- a'a la profesión en Lima por los años de 1886 . -y ARCE LUIS FELIPE — ’ Médico — (Biog. ) — N. Lima 1877, de J u a n. Alumno de Medicina en la Fa'^ultad de Lima en 1896; bachililer en 1902, sus¬ tentando por tesis un estudio tituladlo: “Aplicaciones terapéuticas del suero de Hayem en la neumonía’’ ;médico ciruja, no en 1903. Ejerce la proifesión en Li¬ ma. ARCE LUIS FERNANDO — Médi co — (Biog.) — ' Hizo sus estudios mé. dldos en la Universidad de Bruselas (Bélgica), cuyos títulos revalidó ante la Facultad de Medicina de Liima en r912. •en el cual obtuvo autorización para el (líbre ejercicio' profesional. ARCE MANUELA — Obstetriz — (Biog. ) — Obtuvo el título profesional el lo. de setiembre de 1860. ARCE PIO — Médiidoi — (Biog . _) — N. Tacna 1845. Alumno de Medicina en (la Facultad de Lima en 1864; obtu¬ vo el título profesional el año 1871. ARCE SERA PIO E. — ¡Alumno — ^Na¬ cido en Piura el año de 1892, hijo de don Juian E. Arce y doña J a c o b a E z e t a . Se inscribió en la matrícula de Odontología de la Facul¬ tad de Medicina de Lima el año 1911 y en la de Medicina el año de 1912. ARCE VALDIVIESO ALFREDO — Alum.no — (Biog.) — N. Huancayo, 1895, de E m i 1 i b y Aurora Valdivieso. Se inscribió en la matrícula de Farmacia de la Facultad de Medicina de Lima el año de 1916. ARCIA FRANCISCO — Médico — (Biog.) — Había obtenido el título pro¬ fesional en épicica anterior a¡l estableci- miento de la Facultad 'de Medicina de Limia (i 856) . La Facultad, en vista de los documentos presentados por él doc¬ tor A r c i a. le reinscribió, en dicha fecha^ en el registro de los médicos con titilo legal para el ejercicilo de la pro¬ fesión. N. Guayaquil, de D. M a. r i a n o y doña Rosa I s u z i el 8 de setiembre' de 1812. Gomenzó SUS estudios de medicina en 1823. ARÜINIEGA LAURO — (Biog J — N. Lima, 1850. Alumno de medicina en la í’acultad de Lima en 1868. ARCINIEGA PEDRO F. — (Biog.) — N. Ghincha 1845, de Pedro. Alumno de medicina en la Facultad de Lima en 1864. ARDENTIA — (F. 1.) — Sinónimo familiar de pirosis, muy empleado en la época, colonial y actualmente em pilcad o en algunos departamentos del Su'r del Perú. — ^Sinónimo de “Ardor” para D o- m/ínguez (Diccionario, I p . 163). ARDOR DE ORINA — (F. 1.) — Los prácticos peruanos vde la época co¬ lonial dieron este nombre a la hUeno- rragii2’, afección de la cual era y es uno 284) de los síintomas más mortificantes para •ei enfermo . EJ nombre se conserva en La aictnai'idad, en ei vulgo; peno es más comunmente y más púdicamente emp, lea- do el término de ‘'mal de orina’’ (Ver esta palabra) . ARDO4Ü SERGIO — • G’rujano Den_ tista — (Biog^) — Profesional [auto¬ rizado por La P’aculltad de Medioinai de L'ma para ei ejercicio de la profesión ARELLAiVO IBAÑEZ CARLOS — (Biog. ) ^ N. Arequipa, 1877, de Isaac y Carlota I b á ñ e z . Ail imno de Farmacia en 1899. — Ei se¬ ñor A r e M a n e ha sido uno de los más decididos mantenedores de la tra¬ dición de llaboriosidad científica entre los alumnos de ia Facultad de Ciencias y Miembro de lia Sociedad '‘Amantes de La Ciencia”. — En la actuafidad pres¬ ta sus servicios en la Sociedad Geográ- Alauco, Dr. Gerardo (Véase ea página 78) en el Perú. Su nombre figura en la ‘'Relación” of c:al de la Facultad del año de 1919 . ARELLANO CARPSO ENICOLAS — Alumno — Nacido en Santa Eulalia {Departamento de Lima) el año de 1891, hijo de don Dámaso Are- llano y doña Eulalia Car¬ pió. Se inscribió en la matNcula de Medicina de la Facultad de Lima el a- .ño de 1915. fica de Lima y en el Boletín que es ór¬ gano oficial de la instiitucióin . Bibliografía: 1 — Conferencia de la Sociedad “A- rnantes de la Ciencia, en “Gaceta Cien_ tífica”, Lima vol. XII. ARELLAraO JOSEPH DIAZ DE — Médico — (Biog. ) — Médico español QUe vmo al Perú en los últimos años del siglo XV^III y que eijerció la profe- (285 s’ón médica en lia Ciudad^ ée los^ Reyes, rodieiado dél' aprecio que mereqían sus buenas prendas y de los honores que eran anexos al corg-o que el doctor A- r e lian o desempeñaba de Mjédico de Cámara del Excelentísimo Allrrey deil Perú don Gil de Tabeada y L e m OI s que gobernó el país desde 1790 hasta 1796. Adiemás de cargo de tanto honor, el doctor A r e 1 1 n o lera Primer Cirujano de la Armadla Es¬ pañol a. I ARELLANO Y RAMBREZ MANUEL — Alumno — (Biog.) — N. Piura, 1900, de Manuel y B la ll b i n a. Se Inscribió en la matrículia de Mediciina de Ja Facullíad de Lima el año de 1918. ARENAS AGUSTIN — Módiico — (Biiog.) — Disector Anatómico hasta el año de 1817 fué nombrado en este auo profeslor de Clínica Externa y Cen¬ sor y Revisor de la Junta Económica del Real! Colegio de Medicina y Ciruigía úe San Fernando. — Si bien existían, con ainterioridad a Arenas, catedráti¬ cos de c nicas interna y externa, en el hecho fuá A r e n a s el primer maes-- tro de lia segunda de dichas cátedras y el primero que realizó la enseñanza clí¬ nica de la cirugía, domo había sido el primer maestro de Medicina Operatoria. Con el objeto de reialiizar da enseñanza clíínica de la cirugía, que habfa consti¬ tuido un vehemente deseo del Mirrey Abas c a 1, el doctor Arenas se puso de aicuerdo con el Director de Estudiáis señor don Manuel Pardo y con el Mayordomo del Hospital de San Andrés\. que lo lera don Francisco X . de I z c u e, con el diputado de dicho establecimiento, el señor don Pedro Abadía y con los médicos y cirujanos del Hos« pital. Convínose que doctor A r e- n a s llevaría a cabo su enseñanza en “la acera derecha de la sala de San ig- nladio, a su entrada, con altos y baijlois”. El número total de enfermos destinados a la enseñanza clínica fué de 18 y, al establecerse la clínica externa del doc_ toir Arenas, quedó acordado que estos enfermos serían visitados dlois ve_ ces diariamente': a las siete de la ma¬ ñana y 01 las dos de lía tarde. Al esta- bliecerse la clínica el doctor Arena® hubo de pr/aicticar en la sala de San Ig¬ nacio una escrupulosa selección, con ©l objetO' de dejar en la acera de la dlí- nica solamente enferniois de Cirugía, que hasta entonces se hallaban confun¬ didos con Cos de Medicina. — “Práctico mediocre” le llamó José M a- n u e ll V a 1 d é s al doctor Are¬ nas (Lava 1 1 e: ‘‘El doetor José Manuel V a 1 d é s : A- puntes £>obrc su vida y sus obdas”, Li¬ ma, 1886) ; pero, ,a despecho de esta mediocridad, su nombre está asociado a dos hechos igualmente importantes en los anales de lia enseñanza médica en el Perú; all establecimiento d'e la Clínica Externa y aquel de la enseñanza prác_ tica de la Medicina Operatoria. Efectii- V ámente, siendo disector anatómico da! Real Anfiteatro fué nombrado el doictor lA r e n a s>, por el cuerpo de profeso¬ res del Colegio de San Fernando “maes¬ tro de operaciones”, título con el cual se estableció, con la modestia q’ es de su¬ ponerse, dada la med'iocrildad del maes¬ tro y la escasez de recursos del Cole- g'o, lia enseñanza de lia Cirugía en 'él Perú . MW.NAS JOSE MANUEL — (Biog.) _ Obtuvo el título; profesional, después de rendidivs lar, pruebas reglamentarias ante ell Tribunal del Protomedicato Ge¬ neral de la República el 13 de diciem¬ bre 'de 1831. ARENAS MANUEL — Flebótomo^ — (Biog.) — Obtuvo el título profesional después de rendidas las pruebas regla- mertarias ante e TMbunal del Pcotome- ditato General de la República el 15 de diciembre de 1831. ARENAS PEDRO R. — Alumno — (jmo.) — ^N. Arequipa, 1898, de Pedro» J. e Isabel Aranda. Se inscribió en la matrícula de Meddcinia de lia Facultad de Lima el año de 1920. ARENILLAS — (F. 1.) — La ID tiiasis renal' recibió de nuestros prácti¬ cos die la época collonilal díverslos nom_ bres, algunos de elílos derivados de las diímensioneS' de los cálculos. Mal de piedra o, simplem'ente, piedra, se decía de la litiasis renal cuando los cáilcullos 286) alcanzaban dimensiioines considerables y se creservaba el nombre de laremilla o el plajirall de arenilliaS' para diesdgnar aque¬ llos casos de (litiasis cuyos cálculos cTan de dimensiones a las veces tan pequeñas ’ que podifan justificar el nombre AREPA — (Bromatolog . ) — “Em¬ panad ít as hechas en harina de maíz con carne de puerco dentro, que venden las neg)ras len todas las esquinas de Carta¬ gena y es ahí eil allimuerzo general de todos’’ (A leed o: Diccifonario, V). AREQUIPA^ — Academia Laiurefana en (Hi.'st.). Ver lia paliabra: Academia Lauretana.il Aguas móneraies de: Es¬ tán citadas en este ¡Diccionario ias aguas minerales de Bautista, Jesús y Yura¡, sitiadas en este departamento de AreJ quipa.|| orima de (Olimatolog . ) — El doctor Edmundo Esc íoi m e 1 ha escri-lo un interesante libro en el cual ha desarr oilla do esta cu es tilo n del clKima de i^equipa, refiriéndose a)l cual dfice lo siguiente: ‘^No solamente “no hay enfermedades sino enfermos’’ si no que todavía ias localidades exigen por decirlo así, tales o cuales entidadies patoilógiicas e imprimen su sello reaccional parti_ cullar a líos Indiviiduos . En lo que con- cierne a Arequipa, tenemios losi ejem¬ plos más demostrativos: un dlima seco con variaciones bruscas de temperatiuirá que origina las enfermedades catarratles; un tíJima caprichosamente electrizado que neuropatiza a ias personias; un ali_ ma de a'Lturai que miodifica las~ regllas de adminíist/ración de ios medicamentos vaso diiatadores; un ciiima, en fin, que actúa sobre las condx..uones quirúrgicas, las prescripciones h id roterápic as, /lias in dicadones de ios ejercicios físicos y de los sports en general etc. Por el cor trario^ es un clima delicioso desde el pun to de vista del solí, de ila claridad at- mlos fénica, de ias facilidades de apiiica- ciión de la heliotarap'ia. Los campos es¬ tán perpétuamente verdes y lias ftempe- raturtas extremas, estival e invernal! die (los pa/íses europeos, no se constatan ja¬ más. Y no solamente el' dlima actúa so¬ bre* la 'fisonomía médica sino también sobre la alimentación, que da a este país templado (lias enfermedades hepᬠticas de los países cáliidos y él agua de la ciudad que origina en un momento da_ do todo una serie de enfermediades dds- pépticas y sus derivados” (E s c o- m e li. lArequipa et sa physonomie mcdiicale et climaterjque’’, París, 1908) II Escuela Secundaria de Medidina eii (Hist. ) — Ver la palabra: ‘"Escuelas se- cunda/ifias de Medicina”. || Hospitales en (Hist. ) Ver la paliabra: “Hospitales’* II Junta Directiva de Medicina en (Hist.) Ver lía palabra “Juntas dlirec- tu vas de Medicina” • AREVALO ALEJAtUDRO — Doc¬ tor en G'ienCias Naturales en la Univer¬ sidad del Luzco (29 de setiembre de 1920) : su tesis ‘"Teoría atómica y ra. dio actividad”. AREVALO El^ttlQUE F. — Alum¬ no — - (Blioig.) — Niaoid’o en Arequipa ell año' dc’ 1 894, hijo d'c don Garios A é V a 1 o y doña' A n g le 1 a R i V e r O'. Se incribiló en ia matrTculla de (la biaculltad de Medicina dé Lima el año de 1912 . ARGES^TIfyA — Agua mimeral de — Hidrol . ) — Este pozo de aguai sallada halEaset en la ofidna sallitrera del mis¬ mo nombre y a menos de una legua al S. de La Noria (Tarapacá) . El anallii'- s^s químico da e)l siguiente resuilítado : Suifato de cal, gramos 2’ 108; 'Sulfaito de magnesia, 0’432; Sulfato de Soda: 3’722; G'loruro de potasio, 0’448; Gl'o_ ruto 'de sodio, 7’625 : Súlfuro de oaL do, 0’144j Nitratos y yodo, trazas. U- sosi terap cutidos: puede ser empleada en algunos trastornos del aparato diges_ itiivo* en el tirata miento 'de la cscrofulo- sis, raquitismo, enfermedades 'de!l sis* tema liinf ático, etc. (Pérez Ara_ n í b a r: “Aguas minerales del Pe¬ rú” en ‘uónica Médica’’, Lima, 1884_ 1885. ARGOLLA — (F. 1.) — La epidie- mia que diesarrolló en Lima el año de 1887 fué bautzida por él vulgo de ' ma con este nombre de “La ArgoíWla” que por otra parte, era también él inom_ ib re con el cual hiabía sido bautizada de¬ terminada agrupación política que aúu lo conserva en 'la actuallidadi. Eli doctor F ir a n c /i s c (O' Almenara B u-^ t e r, que se ocupó de esta epidemi'a (287 f Gaceta Méd ca. de Lima, 1877) 'la e- tiqueíió como unaj ‘^fulabre s:mi¡:^.e conT nua, í.a iramada también isinocali ¡simplle .'angiosténica, gasL^ccéfa^a” ; para oíros informadores ‘‘La Argolla’’ correspondió •a la grippe, (M a c e d o J o s é Mari a, en Gacs !a Médica, Lima, 1877 : ■ -u-a epidemia relniante’’ . ) . ..AiRGUEDí^S FRA!\?CISO,A — Obs íc''riz — (Liog . ) La Junta D'irec '‘^ánÚUÉ&^S JOSE — Alumno — - ) — N. Lima eil 28 de junio de Igis de don Fabián y 4cña G a b T i e 1 a G a s a s o la. o rdciibió de ailiumno exférno del Goue&io de San Fernando de L^'ma el 6 de jumo de 1826. .¡ARGUEB^S JOSE CELESTINO Médico - (Biog. ) — N. Cuzco, 1848, r1;S Julián U n m 1 n- Avguedas, Dr. José Celestino ■va de la Facui'Jtsd de Med^ieina de Li- oíorgó ei título profesional ea 4 e fenero de 1853. Eíl ano de 188b ti- uraba en lias “reCaciiones” oficr.ajes de Pstetrices que ejercían lia profesión lima , AHGUEDAS JOAQUINA — Obste_ nz (Biog.) — Eli Proíomedcato Jenerdl de Estado ilic concedió el titu o iiroLsionail el año de 1836. g a Soto. Alumno de Medicina en la Facuiltad de Lima el año de 1869; tachilX'er en Medicina el año' de 187 5, susíentisdo' por tesis un interesante es¬ tudio tiíuilado: “El agua de Lares’ *, médico cirujano^ en 1876. Muy esti¬ mado en su ciudad natal, era represen¬ tante a congreso al estaillar la guerra con Chile (1879) y ©1 doctcr A r- g;:edas creyó de su deber abandonar •la curul parlamentaria y marchar al sur 288) la cumipMir con sus deberes de patriota de médico. Eli' doctor A r g u e d a s Mr.eció en la C'udad dell Cuzco el año de 1894 , B i: b il ,i o g r a f í a: p 1 — El fagua de Lares, len “Gaceta Médiica, Lima 1875. (ARGUEDAS LUIS ALBERTO. — Meanco — vBiiog.) — N. Cuzco., d’el d/octor José C e 1 le & t i n o y Ana P e t r i c o n i de Ar- g m e d a s, 11 de octubre 1884.| Hizo sus estudios de instrucc'ón primaria en la escuela “Alvarez’’ en su ciudad natal y los de instrucción media en el ‘‘Colegio Nacional de Ciencias’’ . | Ingresó a la Jiacuilitad de Ciencias de la Universidad de Lima él año de 1903, mereciendo el honroso premio de la Oontienta de bachiller. I Inscriito él año 1905 en la mat'rúculia de la Facultad de Medicina de Lima, terminó sus estudios profe- sionaes el año de 1 9 1 2 . 1 El año de 1911 Akguedas, Luís Alberto obtó el grado académiieo de bachililier en medicina, susfcentandlo al efecto una muy interesante tesiis tituiliada “SaTa doTmir eil último " más tranquilo de ios sueños . ) Pocos años soiynevivió el Dr. A r r i g o n 1 la síu camtal’adaj pues falileció en lima el año de 1895, el 22 de abril. lARRIOOnSI HECTOR —(Biog.) — PTopietario de la '^Botica Italiana ’ es¬ tablecida e*n el pueblo de .San Pedro (Pro vincia de Pacasmayo del departamento de Ba Libertad) . ARRIGONI HERCULES — Alumno — (Biog) — N. San Piedro (Pacas_ mayQ) 7894, de H é c t o ¡r y P 1? ,e s e n t a c i ó n B a t r a n t ej s. Se ilnsoili'biió en la matricula de Odonto¬ logía de la Facultad de Medicina de Li¬ ma ell año 1916. — (Bromatolog. ) Con este nombre es conocido en el Pe¬ rú Un guiso que se confecciona en la si¬ guiente forma: se hace fnear^ en canti¬ dad conveniente de manteca (grasa de cerdo) el ajo menudamente macihacado^ la cieboaia picada finamente, una peque¬ ña cantidad de pimienta ^ en ^ polvo. Cuando esta mezcla está bien frita, has¬ ta alcanzar un color que Dliaman ‘tdora_ do”, se echa en la vasija la col y Jl'a par pa, ya cocidas y cortadas en pequeños fragmentoiq y se hace hervir eil todo a fuiego lento, a >r r i, m a d a l’a vasi¬ ja del fuego vivo y vigilando para que el guiso no se queme: este guiso se la¬ ma “Arrimado de coles’’ . En foirma se¬ mejante se prepara el llamado “arrima¬ do de caigua”, reemplazando con ésta la col del guiso anteriormente citado . ARRBOL'A justo — Alumno — (Bio'g-) — ‘Nacido en Jauja (departa¬ mento de Junín) el año de 1886, hi¬ jo de don P a b 11 o A tr r d o !l a y doña María L e z c a n o. Se inscribió^ el año di0 1914* en la matrícu_ la de la’ Facultad de Medicina de Li¬ ma. ARRBOLA RICAWOR — Médico — (Biog.) — N. Chincha 1879, de Santiago y Rosaura N á s- q u e z Hizo sus estudios de Ins¬ trucción Media en el antiguo y en jus¬ ticia acreditado ‘‘Colegio de Lima’’ qu^e dirigía el doctor P e d r o A . L b a r t (h eq Alumno de Medicina en la Facultad de Lima el año de 1900; Bachiller en Mediana en 1906, sus¬ tentando por teais un estudio titul-adc “La congestión pasiva como remedio te~ rapéutico” obtuvo el título profesional el año de 1907. Ha ejeircido ell doc- to'r A ir r i o 1 ta la profesión médica en las ciudades de Chachapoyas y de Iquitos, realizando, durante _ su estada en esta última, frecuentes viajes de per- fieccionamiento profesionial a Europa y a los Estados Uñidos de la América del. Norte. bibliografía: 1 _ Tesis del bachillerato en Medici' na, en “Gaceta de los Hospitales de Li¬ ma”, 1908. Akosemena Guielermo (VÉASE l.A PAGINA 296) AÜKGFE BE — (Mat. med) — Las bayas del “Sambucus ni- gra” o Sauce de Europa, sirven para la preparación d'e un jarabe conocido con los nombres de Arrope de m o- r a s o R o b de Saúco, el que, según la dosis, goza de propiedades sudorífEcas o purgantes; la parte inter¬ na de la corteza ha sido empleada por algunos médicos para combatir la hi¬ dropesía; en fin la médula se emplea para la fabricación de ciertos instrumen¬ tos eléctricos, tales como di péndulo e- léctrico . El Sambucus nigra o Saúco de Europa es una Capnifoíiácea, plan¬ ta de talla arbórea, con hojas divididas en lóbulos pennados, ovales, lanceola¬ das^ dentadas a manera de sierra, la 302) flor es de color bknco, dispuesta en grandes corimbos” (G o 1 u n g a: Botámi-oa. II 468) (AiRftOPES — (Fa^m.) — Forma farmacéutica muy empleada en ila Lima coloinial y que aún no ha sido definiti¬ vamente extíluída de 'la medicina popu¬ lar en nuestros días. Tratábase de -ios hoy mamados “jugos vegetailes’% o sean de llos iv'quidos q-^ue existen en (los d,i- versos Organos de los vegetales. El más generalmente empleado de estos arropes fué ©1 de moras, cuya adminis¬ tración eíria recomendada como de una gran eficacia en el tratamiento de das anginas, principalmente en las conoci¬ das con el: nombre de esquinencia y esquinancia, con el de g a r r o t i 1 1 o, con el de a p r.d¡ e- t o s (espasmos) y con ©1 de p a s i o- nes de garganta (espasmos' también.) Entre los demás arropes em¬ pleados se cuentan el de iúpulocy el de vid . ABflOSPIDE LOREi^SZO J. — Sa¬ cerdote '(Biog . ) — El presbítero don Lorenzo J. Arróspide fué miembro de una distinguida famiíia de Arequipa, ciudad en la cual había naoido. Desempeñó, durante muchos años, el curato de la parroquia de Caima: en el desempeño de este cargo era muy pia_ do so y muy caritativo y fué por su cari¬ dad muy grande que se dedicó a la a- sistencia y consuelo de los enfermes que acudían a él aun desde grandes distan¬ cias:, (llevados de la fiama de caridad y de aoiento del bondadeso sacerdote. Vivía el señor Arróspide rodeado de una aureola de santidad que era segu¬ ramente, un factor valioso en eí éxito de sus curaciones: caminaba a peque¬ ños saltos muy personailies de él y muy característicos y que eran atribuidos al empleo de silicios en los pies, que no podfía^ por tal motivo', apoyar francamen¬ te en ei suelo. Tenía, a manera de tic, la costumbre de juntar ambas manos, en actitud de quien aplaude levemente. Y este tic lo ponía en evidencia aun en sus Oraciones a la Virgen de ila Can¬ delaria. de la cuali eria partkularmen_ te devoto y a la cual invocaba con la unción en sus necesidades y en fieles. Gomo dejamos dicha hasta Caima emprendían peregrinaje en¬ fermos a Jas veces p^rocedentes de puc¬ os muy lejanos y hacíanlo convenci- d.'s del éxito seguro dé las cu'raciones maravillloeas que el señor A r r ó s- p i d e ^ llevaba a cabo, sin haber cobra, do jamás un céntimo pO(r ellas. Em¬ pleaba eli señor Arróspide, pa¬ ta sus curaciones, el masaje y el agua. Esta última era el agua natural, según 8o afirmaba el mismo señor Arrós- pide* pero sus enfermos creían que esta afinmación no- correspon:d/ía a lia verdad y que se trataba de un ag-ua ies_ pedial: fue tanta la fe en esta agua y la creencia vulgar de tratarse de una agua- especial, que, aun mucho tiempo des¬ pués de muerto el sacerdote, las gen_ tes iban a la casa de éste, a imploira'r, como servicio especial, pequeñas canti¬ dades de aguia “de las botellas del se¬ ñor Gura”. Empleaba además, coma también queda djichci, el masajcj, en forma de fricciones y de pequeños pe_ Mizcos. Hombre culto, a pesiar de no haber realizado grandes estudios, dotada de muy buen sentido práctico, era eí señior Arróspide, al mismo tiempo qiue aiutor de las curaciones mía, ravi^lO'Sas. de muy sereno y muy leal consejo. La expiricaqión dé las curacio¬ nes realizadas por el doctor A r r ó s- p i d e es fáciji en la actualidad: a, quellas curaciones llevadas a cabo por un hombre dé fama de santidad'; realli- zadas con el mayor cariño y con el ma¬ yor desinterés ponen en evidencia losí efectos pTodigiiosos' de la psicoterapia. ARROSPIDE jyiAI^UEL — (Biog.) — N. Chincha 1846. A'Iumno de Me¬ dicina en la Faculltad de Lima en 1865. Falleció en Lima el año 1874, des¬ pués de haber rendido su tercer aña doctorar. ARROW IROOT — (Mat. Med.) — - “L ,a M a r a n t a a r u n d i n á_ cea, indígena de la América tropical y cultivada en abundancia en Jas Anti¬ llas, por la cantidad de fécu/la que con¬ tiene su rizoma, Ja que es conocida ert el comercia con el nombre de (303 A.rrow Roo't. Esta fécmla es d'e muy fácill digestión, por lo que es muy Tecomendada para allimento die los enfermos: es semejante al almidón, sin emba.'^o es menos blanca, de un potL vo más fino y suave al tacto-’ (G o_ I u n ,g a: Botánica, Liima, 1878 II, p. 178) . ARf?)OYO CHAVARRl VICTOR M. — Alumno — (Biog.) — Nacido en Caj amarca el año de 1895_ hijo de don Y í c it o r M . Arroyo y doña D o n a t i 1 d a G h a v a r r í. Sei inscriibió en la matrícula de Farmacia de la Facultad de Medicina de Lima el año de 1912. ARROZ — (Bort.) — ‘‘El género O r y z a compriende plantas indíge¬ nas de los países cálidos ; las hojas son planas: las flores están dispuesitas en panojas: sus estambres en número de seis: el ovario terminado por dos lois plumusos : el fruto es una carióp- iside tetnágona. Este género compren¬ de varias especies entre las que la mas importante es el O. sativa lla¬ mado vulgarmente Arroz que, co¬ mo se sabe, se cu'tiva en muchas partes: tiene un íalllo clli rdrico de un metro poco rnás o menos de altura, las hojas lineares, lanceoladas, alargadas _ y con una lígula membranosa y dividida en dos lóbulos: la panoja presenta ramos débilles y ásperos al tacto: las escamas que forman la glumita son pubescentes o lisas y la inferio'r tiene dos surcos lon- gitudinalles a cada lado , Esta especie se cultiva en ©1 Asia desde los tiempos remotos y, por medio del cultivo, se han obtenido' dlgunas variedades clasifica¬ das por D e s V a a X en dos grupos: lo variedades provistas de alias o bar¬ budas, 2a. variedades muticas o des¬ provistas de aristas. El arroz crece en los lugares inundados: de modo que '©1 cultivo se hace en (lugares que se man- tienen bañados por una cierta cantidad de agua, pero sin que las plantas se ha¬ lle 1 sumergidas . Esto hace que en ge¬ neral las cercanías de los arrozales sean insaluhríes y peligrosas a conse¬ cuencia de la gran cantidad de miasmas que se desprenden por la deiscomposición de las materias orgánicas: por otra ptar- tí y como compensación el cultívo del arroz hace útiles ciertos terrenos panta- no'sos, que sin esto serían completamen¬ te perdidos para La agricultura. Sin embargo, en Ghina y en Egipto, donde el cuihíivo del arroz es muy adelantado, no existe el peligro que hemos indicado, porque generalmente, se establecen los arroz.aies en terrenos un poco elevados, díe mo'do que pueden ser inundados a voluntad y luego abriendo los desagües el terreno queda casi seco : en otras paAes se acostumbran cultivar el arroz en agua corriente. El arroz se cultiva hoy en gran oantlidad en muchas partes, pero el de Gasolina es muy estimado . También se cultiva entre no¬ sotros principalmente en el norte. El arroz es de todos los granos el que con¬ tiene mayor cantidad de féculai, ia que se haljla en la proporción de 85 ojo; a- demás hay un 7 ojo de materias azoa das y debido a esto es que constituye un buen alimento . Por medio de la ferrnen- tación se transforma la fécula en azúcar y destilando luego el líquido los ^chinos obtienen un licor alcohólico Iramado Arrak. El arroz además de emplearse como aliimentoi, también se usa como e_ moliente bajo la forma de decocción, también bajo la forma de catapliasma, y, en Tin, en polvo. (G (rl u n g a: ‘‘Botánica’’, II, 107) || (Bromatolog.) El arroz es, entre nosotros, una verdade¬ ra base de la alimentación y se emplea tanto el nacional cultivado en gran esca¬ la en el departamento de Lambayeque como el lilamado arroz chino ' por ra zón de su procedencia. El arroz más comunmente empleado en la alimenta¬ ción nuestra es el conocido con el nom¬ bre de ‘‘arroz graneado”, plato en el cual el grano, muy bien cocido, se sepa¬ ra fácilmente de los demás mérced a la adjunción de cantidades convenientes de manteca (grasa de vaca) . Un arroz muy cocido y en el cual sólo se ha permitido una evaporación parcial del agua em_ pieada para ©1 cocimiento, e'i .conoci¬ do con el nombre de arroz en punta de p a b i d a, asfilama- do per la frecuencia con que este a- rroz es administrada como alimento a 304) ías puéirperas. El llamado arroz con pato es el a?roz ciomún,> ma\- yo-rmente conddmentado, y en el cual se han introiúicido fragmentos de pato. De preparación análoga es el illlamado a -a r loi z con g a II '1 i n a. Eli dllca-, mado arroz afama! ado es aquel en cuya confesión han entrado los conc'jmentos especiales que caraote- rizan el plato crioillo oomocido con el nombre de tamal. La cocina criolla ha tomado a p.iéstamo a las coctinas extran_ jeras y los ha incorporado en el'la^ al¬ gunos guisos a base de arroz: tales el arroz a la valenciana el a r r o z a la g e n o v e s el arroz a la m i ’l a n e s a., es’^c .11 Arroz con carne. — (Bromatolog-. ) — “Sus condimentos: yucas, camotes, col, garbanzos, arvejas carne de vaca, carne de chancho; todo esto lavad c y picado. Modo de hacerlo: Se caliente la cacerola, se pone un pe¬ dazo de manteca, una rama de yerba buena, cebolla picada, ajf mirasol molido con aijos y sal, unos granos de pimi’enta de chapa y otros de ocminos . Eslo com¬ pone el ahogado. Cuando todos estos ingredientes están fritos y han soltado su olor, se echan a freir los primeros compuestos o sean las yucas, camotes, col, carne, etc. ; una vez rehogados coa el aderezo, se le echa el “caldo’’ Para una Ilibra de arroz debe ponerse ciuatro cucharones de caldo. Las verduras^ carne y de más deben tomar un poco de cocimlp'’^tn en el caldo, es decir deben he* ir unos diez minutos; íluego viene el arroz ya b.’en lavado», se mueve un poco para que se una a las verduras y se po¬ ne a cocer a fuego lento.” (Lecciones de Cocina escritas por una limeña, Lima, Imp. del Eslado, 1919, p. 9) || A r r o z con le che. — (Bromatolog . ) — ‘‘Para que el arroz sea una crema debe cecinarse en leche. Tómese un litro y medio de leche, hágase hervir con lun pe- dacito de sal y un palo de canela entera’, y cuando suelta ell primer hervor, éche- ' se una libra de arroz que debe lavarse d’ez veces consecutivas para dejar tO'da harina. Si el arroz (que debe ser de pri_ mera calidad) no se cocinara bien, se a_ grega >la mitad oi una taza de leche. | Hecho esto, póngase al fuego libra y media de lazúcar con vaso y mediio de aguia y déjesele tomar punto ; cuando se obtiene el punto d e h o j a, é- chese ell arroz y muévase sin parar, pe¬ ro a fuegO) lento . Cuando ya se espesa y deja ver el fondo del perol o oacerola, y que se separe bien con la cuchara de palo, retírese dell fuego . Bátanse ocho yemas ua cuarto de hora, y agréguesele el arroiz, junto con el luquete de dos li¬ mones. Póngase nuevamente al fuegc^ désele una vuelta necesaria para unir kis yemas y sírviase’’ . (Lecciones de Cecina , escritas por una limeña. Imp. del Estado, Lima, 1919, p. 247) ¡| Arroz — ( F , ’l . ) — “O r y z a sativa, L . ”1 Nombre vulg^ar: i/ rrozj Hist. — El arroz llegó al Perú cuando aún vivía P t z a m r o (M e n d i b ti- r ú: “Apuntes históricos ’del Perú”, Li¬ ma 1802) en ©1 “’Arancel de los Diez- mos y Primicias se lee: Ley ij . Man¬ damos que entodas nuestras Indias. Is.- las y Tierraflrme del Mar Oceaino Te paguen y cobren, los Diezmos y Pirimi- cías en los fruto®, cofas y formas fi- guientes. . .pague Diezmos del arroz defpues de puefto en fu perfección , . . Don Fernandc» y Doña Ifabel, en Grana¬ da a 5 de Octubre de 1051)|| Apica- ciones: Eli cocimiento de arroz con dos ’dlaras de huevo de gallina, se utiliza como ‘‘desirritante’’ del estómigo (A_ requt'pa) ; el cocimiento de arroz y de pan tcrrefactado, y, linaza entera, se utiliza en la disentería (Ica^ ; a este cocimiento se le añade además, en otaas poblad: ones, canela y frutos de membri¬ llo, frutos de guayaba de color rojizo y corteza del fruto- de granada. (Arequka) ; el 'Cocimiento hecho con arcoz torrefac- tado y dos ra mitas “tiernas” de guaya¬ ba. se emplea para combatir algunas diarreas (Piura) ; el agua de arboz pre¬ parada coa e'l polvo» de arroz y a-giia co¬ rriente dejada a la intemperie muchos díasj se emplea contra el acné rebelde de lia cara (Lambayeque) (Valdl- z á n _ M a 1 d o n a d o : La M©d¿c!nie. — Umo de lo® primeros internos die Hospital titulado® en concurso. I>octor en Mediicina y Cirugía el año de 1876, ese mismo año fué nombrado Catedrático auxiliar de la Facultad de Medicina de lima, dictando, en cailiidad de tal, 'Algu¬ nas lecciones de Terapéutica y Materia Médica. El año de 1879 fué interina¬ mente encargado del cu'rso de Medicina Legal . Declarada la geurra con Ghi-le, el doctor 4 r t o 1 a fué ayudante de la Columna Independencia, organizada por los alumnos dfc la Facultad de Medicina y concurrió, en compañía deH doctor Julio B e c e >t r a las desgra- c;,adas acciones de San Juan y Miraflo. res. prestando el va.lioso concurso de su asistencia profesional a Ibs heridos que resulltaron en aquellas batallas. — El a. ño dl2' 1889, después de victorioso en el concurso convocado para la provisión de la Cátedra de Farmacia, fué elegi¬ do por la Facultad, Catedráticoi princi¬ pal dtullar de ella y desempeñó el car. go hasta el año de 1908, el lo. de gosto de cuyo añp fallicció e;l doctor Arto ll a, en Lima — Mi, embico de la Comisión de Farmacia de la Facultad de Medicina: de la Junta Sanitaria Mu- nicipaili; Miembro fundador de la Acade¬ mia Libre de Medicina (1885) y de la Academia Nacional die Medicina de Li¬ ma (1889) ; Miembro fundador de[l' Co¬ mité de Redacción del “Monitor Médi- 306) Profesor Doctor iMani’klK. Artola oo”, revista que fué órgano oficial de la p(.rimera y que continuó siiéndolo de la ■segunda. Entre otrcs cargos públicos, •desempiCTÍó el doctor A r ^t o il a ©1 de médico de la Escuela Correccional de Varones, Fué miembroi de la Sociedad Oeoigráifca de Lima. B i b d i o g r a f í a : 1* — L4bsceso hepático pbr causa trau¬ mática, en “Gaceta Médiica de Lima, d875. 2. — Curación de uua nefritis a'l'bu_ miñosa» Id. 1876. 3 — Antrax y forúnculos de la cara, tesis del bachillerato en Medicina, id . 1876. 4 — Dictamen pericial (solicitado por el Juzgado del Crimen y en ocilaboración con el señor E n t'' S q u e Martín) en ^‘'Crónica' Médica’’, Lima 1902. 5 — Discurso en la ceremoma de Inau¬ guración deil mausoleo a Daniel A C a r r i ó n, en “Monc-or Médico”, Li¬ ma, 1887. 6 — Elementos de Farmacia, L¡ima. . . El año de 1894 le fué obsequiada al docto'r A r t o 1 a una medalila die oro^ premio de su actuación en la instailación del Observatorio “Unanue” fundado por la Academia Nacional de Medicina de D'ma. AiRVEJiA — (Bot.) — “Pisum sa^i- vi:irql L. Nombres vulgares: Arveja:. Al¬ verja. | Hist. — Las arvejas fuepoln traí¬ das al Perú por los españoles en los pri¬ meros tiempos de la conquista. | Ap: El cocimiento de arvejas en el tratamienito del sairampión y la viruela (de proceden¬ cia desconocida) ; masajes con arvejas en di tratamiientof de los lobanüllos, en los departamentos del NoPte (V a 1 d i- í á n _ M a 1 d o n a d o: La Medicina Popular Peruana, II, 175) ARZOLll^ INES — Obstetriz — (Biog.)— N. Callao 1 872— Iniciados sus estudios profesionailes el año de 1890, (fibtuvo el título profesional el a- fio de 1894. ARZÜBE IVÍANUEL J. — Médico— (Biog.) — N. GuayaqiiJ'l (RepúbVica! del Ecuador) 1853. Aiumno de Medioina •en la Facultad de Lima en 1873; Ba¬ chiller en Medicina en 1880, sostenien¬ do por tesis un estudio titulado “Ameno¬ rrea” ; Médico el mismo año* de 1880. Termlinados sus estudios médicos en Li¬ ma,, emprendió viaje de negreso a su pa¬ tria . Bibliografía: 1 — Tétanos puerperal, en Gaceta Mé_ dica, Lima. 1879. ASADOS — (Bromatctlog. ) — “La carne asada. El conjunóo' de platos que se sirven de asado’’ (D o m í n gu e z: Diccionario, I, 184)-^ — ^Además de esta acepción, en la cual es empleado entre nosotros, se usa para designar diertos guisos mamados “asados de papas” y o- trc(3. El “asado de papas” es prepara, do de la siguiente manera: preparado el ‘‘ahogado” que llaman los cocineros (frito en manteca de cebolla, ajos, pi¬ mienta', sal etc..) se vierte en la cacero¬ la un buen caldo de carne de vaca y en él se hace cocer papas partidas en dos y carne de vaca fragmentada. ASALDE BERNABE — Ci rujano — (Biog.) — El Real Tribunal del Proto- meclioaío le otorgó el título que le auto¬ riza para ejercer la profesión de Giíruja- no latino en 31 de agosto de 1815. Po- GO' tiempo después de obtenido su título profesional marchó a las poblaciones de Supe y Barranca, en la provincia de Chancay. en desempeño de una misión saritaríia que le fué encomendada por el mismo Tribu nal. ASCLEPilADACEAS — (Bot.) — De esta familia de la clase X de Ri¬ chard (Gamopétalos de ovario su_ per'toir isostémones, corola regular y es¬ tambres alternos) están citadas en este Diccionaí.'iio : la A s c 1 e p i a s cu- r a s s a V 1 c a (ver esta palabra) ; la A s c 1 e p 1 a s. tuberosa (ver es¬ ta palabra) ; el S a r c o s t e m m a p u b e s c e n s (ver la palabra “ Beju¬ co de leche”) ; el G o n o 1 o b u s c un¬ dula n g o Triana (ver la palabra ‘‘CondUiranga”) ASCLEPIAS CURASSAVICA — (Bot.) — “Es una especie indígena de América que se halla en abundancia en las inmediac’ones de Lima, de talla de (307 mata, con hojas lanceoladas, agudas, memibranosas, pálidas en la cara infe¬ rior; las flores numerosas dispuestas en umbelas; la corola tiene sus 'lóbulos o- vales de un colof/ anaranjado muy vivo o también rojo. Esita especie se cultiva en Europa: es empleada en las Antlillas como emético en reemplazo de la ipeca_ cuana” (G o 1 u n g a: Botánica, Li¬ ma» 1878 IT, p. 329j ASCLEPfil^S TUBEPIOSA — (Bot.) -^-Es otra especie indígena de la Améri¬ ca dél Norte, de tallo erizado, ramoso o flexuoso, con hojas lanceoladas o linea" res obilongas también erizadas, i! as raí¬ ces son desaTToliadas y tuberosas: las flores dispuestas en umbela o en corímbo la corola tiene las dllvisiones ovales o- blongas y es de un color anaranjadiOi: el fruto que es un folículo es de forma o- blonga, estrecho en jla base. Esta espe¬ cie es estimada por su riaiz que se em_ plea como tónico febrifugin y estimulan¬ te. (G o 1 u n g a : Botánica 'Limai 1878 n p. 329) . ASE^¥i ABELARDO ERí^ESTO— Alumno— (Biog . ) — N . Lima el año de 1889;, hijo de don E 1 e o d o ir o A s e r v i ,y doña Paula V a r- g a s. Se inscribió en la matrícula de Odontología de la Facultad; de Medici¬ na de. Lima eil año de 1911. AiSERVi EmESTO — Biog.)— N. Lima. Alumno de Mediciina en la Fa¬ cultad de Lima en 1869. ASESORES — del Protomedicaío — (Hiist. ) — Ei Real Tribunal del Pró_ tomedicato contaba con los servicdos de un asesor letrado, miembro de su seno . El año de 1807 desempeñaba el cairgo el doctor Gaspar Ant o n i o A g u i r r e. El año de 1808, el doc¬ tor Manuel Pérez de T u - d e l a. JAS 8 LOS — (Hást.) — V. la palabra “Alienados — Asistencia de” íASBSTERIOIA PUBLICA — (Hist) ■ — 'Hacía muchos añ|qs que la prensa médica de Lima, desde la vieja ‘^Gace_ ta Médica” del año 1856, reclamaba la u'xigente implantación de un servicio de asistencia pública en la capitai de lat República; pero, desgracii adámente, ta¬ les reclamos habían sido desatendidos» y la asistencia pública se hallaba repre¬ sentada exclusivamente por la atención- de urgencia en los hospitales de la So¬ ciedad de Beneíkencia y por aquella que dispensaban generosamente los pro-- pietarios de establecimientos farmacéu- t.cos de la población. | El año de 1912,.- siendo director de Salubridad el Dr.. Lauro G u r 1 e t t L tuvo lugar el esitablecimiento del servicio de asis¬ tencia pública, quien dió al instituto una lorganización muy en armonía con las itendencias modernas de la asistencia y tomando en consideración también las necesidades locales. Aparte eH sérvi^ cío de asistencia de accidentes contaba el instituto con consultorios de rnedidi. !:a y cirugi'á, así ocmo de venereología y sifiligrafía, teniende a su cargo, asi¬ mismo, el control técnico de ía prostitu¬ ción.! En la dirección de la Asistencia Pública sucedieron al doctor G a r- 0 í a los doctores Pedro Vil il a- nueva y P a r lO d i, V a c c a- r o y M o n g e O t a li z a . | En la actualidad desempeña ©1 cargo el Dr. Felipe G h u e c a. El instituto ha ampliado sus servicios merced al es¬ ta bleid mi entíoi el año» de 1922 de urr Siíilico mió que ha sido establecido ^ do¬ tado de todo género de elementos', en la antigua casa de Salud que el doctor Pareja y Llosa estableció en los.baTrios del Ghirimoyo_ en Lima. ASfViA Ci^lLOA — (Bot A — “E u- p a t o r i u m,, sp.| Nombre vulgar A s m a c h i 1 c a. Ap . : En infusfión, contra el asma. ASI\;iAC CCORa' — (Bot.) — '‘( Hierba; hedionda) , Fam, Verbenᬠceas, I Planta herbácea, anual, de tallo'- cuadrangu'lar oue alcanza unos ochen¬ ta centímetros de altura, provista de ho¬ jas simples;' opuestas» pecioladas, de limbo dentado. Flores verticlladas con cáliz peirsistente, corola de color mora¬ do o blanco. Toda la planta despide un olob desagradable . Grece silvestre en las quebradas . Florece en noviembre a febrero . I Reg. Provincia del Guzce (alreded.ores de 1.a ciudad, 3350 a 3500 308) metros) y Quis.pican-h' (Andahuai LiliÜaa 3200 m.)| Ap.: EmpIi©a.dlot en Ita cu¬ ración de llagas y en infusión para com- batii? La pleuresía’’ (Herrera Fortunato L.: Información iné¬ dita ) . II El vegetaiL de este nombre, usa- p. 389) en el núme'm de aquellas plan^ tas usadas por la medicina popular pe- r: lana no identificadas botámicamente . iASñJAC CHCIÍIJTUN — (Bol.) — “(Hocico de burrol . Gen. A g a r j- Asma Chilca.— « Eupatokium sp.» (Dh Valdizán-AIai. donado) do como vulnerario en el departamento del Cuzco, donde se le conoce con este nombre, está consiiderado por Valdi- z á n.M a l d o n a d o (La Medicina Popular Peruana^ Lima, 1922, t. ÍI. cus sp . Receptáculo fructífero de* color blanco que se produce en enero. Ao es comestible.] Reg. Provincia de Ou’spicanchi (Oropesa, 3150 m.) (He¬ rrera Fortunato L . : Tnfor- (309 tnación inédita sobre plantas indígenas del departamento del Cuzco, posiblemen- de no conocidas en la diencia) \A!SNAC SACHOHA — (Bot.) — Pam. SoHanáoeas. Arbusto pestífeiro de fllores y frutos die color rojo . | Reg . ASS^AYACU — lAguia, mineral de — (Hidroi.) — El río de este nombre corre entre las poblaciones de San Car¬ los y Shipasbamba, en la provincia de Bongará y arrastra, en su trayecto, ma¬ guas minerales de la siguiente composi¬ ción: Bicarbonato de cal, gramos Asma Chilca.— ((Eutatorium sp.» ("De Valdizán-M aldonado) Provincia de Paucartambo (Ghallabam_ ba, 3000 metros) . I Ap. Empleado en infusión para combatir las indigestiones . ( H e r 'r e r a Fortunato L . : Información inédlita sobre las plantas in¬ dígenas del departamento del Cuzco, po¬ siblemente no conocidas en la cienciia) , 0’4320; Bicarbonato de magnesia, 0’05 13; Oxido de fierr(ol, 0’0400; Sullfato de cal, 0’9928; Suljfato de Magnesia, 0’ 2313; Oloríifo d'e magnesia, 0’1162; Cloruro die sodio 19’4748. Usos tera¬ péuticos: Acción tónica y modificadoTa de la nutbición, que lactiva considera- 310) Clemente. En altas dos'is goza de pro- p,e'dadies purgantes (Pérez Ara- ti í b a r) . ASiyUAOHO — (Boí . ) — Pimien¬ to de la figura, tamaño y co'lor de un lyi- Eaini to chice de Fiandes: pica mucho; pero tiene^ ail mismo tiempo^ un deMca_ 'do gusto, por lo Cu'al se usa en las me¬ sas para comerlo en itodos los condimen¬ tos en las provinoias del Perú y T.erra_ firme. (A leed n: Diccionario, V) . ASaCIACION DE ESTUDIANTES ;DE farmacia — (ffist.) — Esta Insíáltucién fué fundada el año de 1918; '.ella existe en la actualidad, si bien muy modificados sus estatutos originarios. El Comité directivo fundador de esta Asociación fué el siguiente: Presidente, Pedro Mongrut; 1er. Vice Presidente, Rómulo Ddande- ras; 2° Vice Presidente, Prós¬ pero Ghávez; Secretarios, A- .g u s t í n Bedoya y Oscar Rojas; Tesoerro, Félix M e n_ d o z a; Bibliotecario, César Serrano; Fiscal, A .1 f r e d o Arce; Vocales, Eduardo Ve- 1 á s q u e z. Mariano (K les¬ eo v i c h, Juan M . Ariis- m e n d i y Aurelio C r e s. P o. ASOCIACION DE INTERNOS DE HOSPITALES DE LIMA — (Hist.) — Esta institución fué fundada por el alumno del 6° año de Medicina don Carlos B a m b a r é n, quleni secundaron eficazmente algunos de los más diisíinguidos y entusiastas compa¬ ñeros del mismo año de estudios . La inauguración de este centriO' tuvo lugar el 16 de setiembre de 1916: el autor de este Diocionai5io se contó en el número de los Catedráticos de Medicilna que concurrieron ail acto de celebriación del primer aniversario de fundación, el 16 de setiembre de 1917: los miembros de la Asociación dienon lectura a muy inte¬ resantes estud'os. trabajos de verdadero mérito, expone ríes de una labor prove¬ chosa y honrada . La Asociación de In¬ ternos de los Hospitales de Lima esta- t>a llamada por desgracia, a una existen¬ cia muy efímera; pues ella terminó su obra eil año de 1919. En las páginas de “La Crónfica Médica’’ de Lima que- dia constancia de la labor cultural lle¬ vada a cabo por esta institución. ASOCIACION DENTAL DE LIMA — (Hist.) — Fué estabilecida en Li¬ ma el año de 1891 e instalada sodem- nemente el día 1 5 de diciembre de di¬ cho año. El Comité elegido con el ob¬ jeto de dirigir la labo'i cultural y social de la nueva institución estuvo consti¬ tuido en la siguiente forma: Presidente, J. S. J e n k i n s ; Vice Presiden¬ te, C h r i s t i a m D a m ; Secre¬ tario Alberto G a i 1 1 o u r; Tesorehc', W a 1 t e r S t u b b s; Vocal, D. S. C a s t r o. — ^La ins- tituc:ón_ de la cual formaron parte los más nO' P.bJes cirujanos dentiistas de la época, tuvo una vida muy efímera. ASOCIACION PERUANA PARA EL PROGRESO DE LA CIENCIAS— (Hist.) — Iniciativa de los doctoíres J u* lio César T e 1 1 o y Angel M a 1 d o n a d o, esta asociación que se instaló solemnemente el año de 1921 tiene por objeto el que su nombre indica. Organo de la sociedad es el ^‘Boletín” que ella publica y en cuyas páginas ya hay coleocionada uina valiosa contribu¬ ción al estudio de las ciencias, inclusi¬ ve la medicina, cuyos representantes en ‘la docta corporación son, además del doctoP T e 1 1 o, los doctores M o n g e R e b la g 1 i a t t li, T a b u s s bi, M a c- c a g n o, M a 1 d o n a d o, García B a m b a r é n . Como podrá varsiei en el índice del “Bo'letín” que publicare¬ mos en la palabra respectiva, ha sido fructífera la obra realizada por esta lins_ titución cuya p res iden cii'a desempeñia el ingeniero doctor J. J. Br a v o. ASPAUSO FRANCISCO J. — Mé. dico — (Biog.) — N, Lima 1839. A- lumno de Medicina en la Facultad de Lima en 1857. Médico el año de 1864. Bibliografía: 1 — Ligiaidura de ília arteriia humeral en Gaceta Médica, Lima. 1864 2. — Eclampsia, 'd. 1861. 3. — Aneurisma de la aorta descen¬ dente, id . 1861. (311 4 — ^Dis'CUirso necrológico del doctor Cayetano H e r e d i a. id . 1862. . ASPlSiUSO düSE mñmUEL— Alum¬ no — (Biog.) — N. Liniá el' 16 d:e ma¬ yo de 1827, de José María y F r a n c (i sea T o r r i c o. Por decreto de 7 de junio de 1836 fué agra¬ ciado con una beca en el Colegio de la * Independencia y se recibió de alumno in¬ terno en uicho' establecimiento el 19 'de junio de 1836, comenzando sus estudios de Matemáticas. ASPi^Zy RÜFlñlO — Médiieo — (Biog.) — N. Patívilca 1876, de R u- f i n o y M a '2 í a de A s p i a z u. Alumno de Medicina en la Faculltad de Lima en 1897; bachiller en 1902, sos¬ teniendo por tesis un estudio titulado: “Bratamiento' de la pústula maligna por él formol’^ Médico en 1904 — Miem¬ bro entusiasfa de la Sociedad ‘^Amantes de la Ciencia” desempeñó, el año de 1902, la presidencia de la institución» a la cual puso empeños en comunicarle el entusiasmo y la laboiliosidad de otros tiempos. — Ha desempeñado la jefatura de la Clínica QuHúrgiica de Varones, en eil Hospital “Dos de Mayo’’.- Ha rea- ilizado varios viajes de perfeccionamiento profesional a Europa y a los Estados Unidos de Norte América. — Dedáoado, en la actualidad, a ejercicio de la pTo-_ fesión, es copropietario de la Olínica Quirúrgica Particular que dirige en Li¬ ma el doctor Carlos V i 1 1 a r á n. Bibliografía: 1 — Dis tención del recto confundida ^on un embarazo, en “Gaceta de los Hospitales”, Lima, 1903. 2 — Curiosidades de la sala de Partos del Hospital de Santa Ana en id. 1904. 3 — Disertación sobre el tratamiento del hidrocele, en id. 1915. 4 — El Mito, en “Gaceta Científica’’, Lima. vol. XIV. 5 — Memoria del Presidente de la So¬ ciedad “Amantes de la Cienclia” en id. vol. XIV. ASPÍ'C — Aceite de — (Mat. Méd.). Ver la palabra “Aceites Medicinales’’ . ASPI LLAGA ANTERO — Filántro¬ po — (Biog.) — Del “Diccionario de Peruanos conteimporánecs’’ de dotx Juan Pedro Paz Soldán (Lima, 1917) tomamos los siguí en¬ tes datos biográficos>t Ñació en Piisco en 1849, pero fué traído de pocos meses a Lima, donde se educó. — Hijo del caba_- Ilero chileno Ramón Aspñlaga y de la vir¬ tuosa matrona Melchora Barreda. — HL zo sus estudios en el Colegio Firancés do Lirrsseau y Fo'ntaini, y afl iterminiar su iíns trucción med.a se dirigió a Lambayeque consagrándose a la agriculturla. En a-^ queíH t’lempo estaba en, todo su lauje '©1 cúL tivo del algodón, producto que había al¬ canzado una alta cotización por efecto de la guer.'a de secesión en los Estados Uni_ dos. — Muchas de las haciendas de la cos¬ ta se dedicaron a su cultivo y, entre otras Cayaltí- propiedad de la familia Aspílla- ga -—Al restablecerse la paz, en los Es- tados Unidos, volvió a bajar el precio del algodón y entonces los hacendados de i’ia costa se dedii carón a plantar daña de azúcar. — A ese cultivo se contraje¬ ron especialmente los señores Enrique Swayne en Casa Blanca; José U n >a- n u e, en Gómez (valle de Cañete) ; don Luis A il b r e t c h en Casa Gírande (val/le dlsi Chpcama) y entre otras mu¬ chas haciendas, Ctayailtí que echó así los fundamentos de su futuro apogeo. — ■ Antes de la guerra dle)! Piacífico, hizO' un viaje a Europa para adquirir maquina¬ rias, arados, etc,,, para su hacienda^ es¬ tudiando en el viejo continente los últi¬ mos adelantos de la ciencia sobre la in¬ dustria azucarera .— Al regresar al Pe¬ rú se consagró por completo a impulsár Cayaltí, prescindiendo de la política en la que no vino a actuar hasta 1886, año en el cual fué elegido diputado por lia provincia de Chiclayo. — En 1888, fué solicitado por el General Cáceres, que ejercía el mando, para la cartera de Ha¬ cienda. — Aceptó ©1 ministerio, a pesar de que iias ciiíccunsitanciias eran muy difi- ciles: las rentas fiscales no ascendían sí- nO' a ocho milllones de soles, de papel mo¬ neda en circulación, y había además que resolver ©1 grave problema de la enorme deuda externa. — Su ministerio fué de magna laboir y i!)e cupO' lia suerte de dejar solucionadas las más graves cuestiones económicas. — ‘Caniceiló la deuda exiterna, celebrando con los acreedores del Perú 312) el contrato A s p í il 1 a g a D o n o u g h more, por el cual obligó ¡a los tene¬ dores de booos a construir líneas fé_ rreas cuya ejecución era dnaplazable y a iniciar la coionizaoión en las regiones del Perené y preoipStó da desaparición del biiTete despreciado, dejando po;r úni¬ co circulante en el fondo, cierta . Las ciencias no, ha. tóian alcanzado en el Perú, por aquel en¬ tonces, gradó notable de desarrolloi, ni muchO' , menos ; pero es igualmente cier¬ to que, en fa época en que esebibió el señor B o u g u e r la Astrologíia no era de raro cultivo en ila, civilizada Eu_ ropai • lia obra denoredoira' de M o !1' 1 é- r e no había dado toidos sus frutos y aun isie ejercía, con Vari, a fortuna, el chiarliatamismoi astrológico': estaban leja¬ nos, pero no definitivamente olvidados aquelílios tiempos en que Luis XIII to¬ mara en un año, con sujeción a los pre- ceipitcs 'aslrológÓQois, 216 enemias y 47 316) sangrías . Se ircooirdaba todavíia que Luis XIV había tomado en un año, en xjumpílii'miento de prescripciones de la Ma¬ mada astTología médica^ 200 purgas muchísiiimos enemas y 38 sangrías. No se había oilvidado que, en la Corte diel Rey Sol, lia delfiina hiabía estudiado la manera graciosa de aplicar a los enfer_ mos haJlándiose éstos de pdié, aquellos famosos enemas de la medicina die la épocia (V a 1 1 e t e t F a g o n: “Le journal de santé de Louis XIV, Pa¬ rís^ 1862) . Estas consideraciones expli¬ can ej; hecho anotado por ©1 señor B o u g u e r, quien, seguramiente exa¬ geró un estado de cosas que no vapiía la pena de exageraciones.- Hemos tenido opo/rtUinidad d'e ílleer^ y a títuílo de cuirio- sidad Jo ’nsertamos ein estas páginas, un curioso documen/to fechado en 1604 y que no debió faltar a médico alguno de aquella época; en él están consignados los días buenos y los días maíllos del año, con sujeción a Jos más severos preoepteis astroiLógicos: Meses' Días bu e n OI ; Días ma dos Enero • A JL y 12 9 y 16 Feboero . 4 y 12 1 y 29 Marzo . 6 y 17 8 y 28 Abril 6 y 28 9 y 20 ]\íayo . . 13 y 21 1 3 y 20 Junio . 22 ^ 27 1 y 17 Julio . 18 y 23 O O y 13 Agosto . . . 18 y 24 6 y 26 Setiembre . 16 y 25 6 y I JL Ocitubr-e. 6 y 26 O O y L Noviembre . o 1 v 28 3 y 9 9 UJ Diciembre • • • 8 y 9 i y O o Es sabido que 1 fos asb 'ólogos mé ■ Jl_ •eos necomendaban la aplicación de los enerrias citando ía 'luna se halllaba situa¬ da en los 19 primeros grados de Libra o de Escorpi’ón y los prohibían termi¬ nantemente cuando la diuna se halliaba en conjuno ón con Júpiter o Venus; ¡pues a- firmatian oue, en este caso, diisrri'nuia considerablemente la acciión de todos los 'm'edicamentcs, así de los enemas como de líos purgantes. (J. H a s f u r t i: De cognoscendis ac medendis morhis ex corporum coeieistium poait'ione”, ^ enel ':s, 1584) — Qon menor número de ceno cimientos muchos • astrólogos mé-dbcos declaraban Ha nociva iníjliuen- cia que ejercía sobre la salud y sobre cil curso de Iiais enfermedades el hecho dél día impar, noción de (la cuiall queda huellíia en lía actualidad en el temor dis los días 7o. 9bi,, 13o. y ddi cuial queda huella asimiismo, en el popular deseo de busear una cierta periodiilcidad a enfermedades en las cualies esta pe_ rioidiiiq'idai .no existe. Otra huellla die esta idda es aquieiia de los días crítli- cos y de lOs períoldos críticos en ik evo¬ lución de todas l’as enfermedades. — ^En_ tre Jos cultivadores de la Astrología Médica en lel Pcirú debe ciitarsie a don Juan de F i g u e r o a, quien publicó en Lima, el año 1660, un “O- púsculo de Astrologia en Mediioinia y de los términos y partes de lia Astlroinoimía medís aria para ell uso de ella”. Entre otros conceptos emitidos per ell autor, que sería largo reproiducir en estas páginas, se encuentrlan i:os s'guíenites: — “^Obran las estrejias en estos infe- LÍ’ores por calor, luz movimóeintos y aspectos: por calor, com.o causa; por lu^, como Caí tro manifiesto- de la causa; pbr movimiieniiO, como operación d el a t iva de Ik milis ma causa para efectuar Hais co¬ sas ; por iSG pecio, como modificadoires, para que unas m-iísnnias estrelliks- en dis_ tintos Siib'os obren cosas diversas. Así como el Sol en ¡di Zenit calienta- en el Orlilente me nos y desde que nace hasta que pone va siempre varían d-o la ac¬ ción en cupa conformidad dice P t o- 1 o m e o Qu-e si los eclipses s-uce- d-er-’n en rl Or ente -caerá su sig.nifi- caclión sobre los niños, renuevos y co¬ sas nuevas ; si en el Zénit sobre reyes y cosas grandes; y si -en -eli occideinte sobre viejo-s y cosas antiguas y vtiejas , — “Los humores de nuestro cuerpo son engeodraidos de la impresión que hacen en el aire -los -celes ties ¿nfliuijos de ÓDis cuerpos superioreis, de quienes re- •cibilmos varias alteracro-nes conocidas por selñailes evii-dentes y por oiiencia de quiein ¡la naturaleza es autora-’. — El estudíio de F i g u e r o a está dliviL d'ido en dos grandes partes una Astro- nómlica y .otra ^‘De astrojlogía en Medi¬ cina” — El padre Gala -n c h a, en su famosa “Coronica Motnalizada’’ no desdeña el -estudio astrolliógi-co- de)l Pe¬ rú: “Los planetas y signos- som acá — (317 del lienguaijie familiar qué sibve para de¬ signar las crisis convúljsivas de lia his« toria y Ha epiilepsi.a . SiJrve» as. mi simo, fhira designar e'l ícitius apopiético ] a idea de ‘‘ataque” es, generálimienfte, la- die accidente grave y repentino . No obs- tantCj también se emplea el Ijérmiino pa¬ ra iSLignificar enfermedaries de menor gravedad; piii^s; Sic dice: un '"ataque de reumatismo” “un ataque de influenza” ; estar “atacadioi de una tuberoolusis”. fa. paiabra “ataque”, desiisna tamD'én, ©1 acdeso palúdico. — “Ataque^ — dice D o m í n g u e z — ^ell; acó nteoi miento de un accidente repentino” (Dicoionariio, 196 — A veces se da el mismO' nom¬ bre al acto de apoder ársie del individuo de mayo d-et a- no 1882, des matrimonio de don P a- bl_o Aub r y y doña Naitallia O p e z. Hizo sus estudiibs prepaira- torios en el Golegáo que dii|j1i-gii,ó en Li_ irta 'e|l Dr. A g u s ,t í n T. W h í 3) ;'a T Hechos sus estudios de Cien¬ cias Naturales en ilia Universidad de Li¬ ma, se inscribió en la matríeulla de Me- dilema e.1 año 1900 y ter-m-inó sus estu- dms profesi.i)Ona'les efli año de 1908 El de bachilllDer en medicinal, sustentando al efecto una tesis tituíada “El p. 515) AUXILIARES — Oatedr áticos — (Hisit.) — Ver la paüiabra: “Catedrᬠticos”. AUZA Y ARCE CARLOS — (Biog.) — N. Tacna 1884, de E m i 1 li o (e I s, ii d o r a Arce. Tizo sus estu¬ dios de instrucción media en el antigua y ¡alcrediltado “Oollegio dé Lima” que di¬ rigida el dioctor Pedro A. L a- b a r t h e. Alumno de Medicin|ai en la FacuHitad de Lima el año die 1902, Abandonó la carrera para 'dedicar a O- tras finiallidades suS' buenas conditíiones de talento y de violluntadi. A VA LOS AUROtRA' — Obstetriz — (Biog.) — Inidadós sus estudios pro- fesiionáles el año de 1869, obtuvo el título /profesional él año de 1872. (31 de enero) . ..AVALOS ERJRIQUE B. — Farma- ceúltficlo — (Bjiloig.) — N. Gallliao, 1850. Alumno de Farm acia en iia Fa_ cuitad de Lima en 1870 Farmacéutico en 1874. B i b m i o g r a f f a: / 1 — La Tapsia gargánica en “Ana¬ les de la Sociedad de Fia rm acia” Lima 1875. avíalos fígueroa diego de — (Bibli.) ,(' — A n t o n i o R i- c a r d O', impresoir en Lima, dió a la publiaidad, el año 1602^ un volumen en 4o, titulado “Mfilsceilíanea austral” del autor eciijano lA v a l ól s y F i- g u e r o a. Trátase de 44 Coloquios entre DeCi'o y Silenla. Entre los asun¬ tos tratados hay unO' de las callad ad es de jlos 'Cabarilos, otro de los sueños y del sueño, otro de l.os vegetales, animales y mineralles dél Perú; otro de las pro¬ piedades de la piedOia bezoiar. La obra fué dedicada al Virrey dél Perú don Luis d e Y e ll as c o. AVIALOS RECTOR — Farmacéutieo — (Biog . ) — Su nombre figurai en la “Riellaclión” dé profesionales diplomados publlliicada po'r la Facultad de Lima el año de 1919. A VA LOS Ifl ALAGA .JUAN — • IMédico — (Biog.) — /Nació en Are¬ quipa en 1888’ de Juan y En¬ riqueta Málaga. lAlulm no' de Medicina en la Faculílad de Lima en 1906; bachilller en IMedioina en 19 16, sostteniieTudo por tesi^'S un estudio tiitula- do : ^‘Gontriíbu'cióin) all estudiio de il’a neu¬ monía en el Perú ; obtuvo el título pro- fesioirjail en 1916. A VA LOS N, — Médico — (Bijoig.) — Obtuvo eil' título ipTofesionlaili el año de 1875. ;AVE€H ,|©SE mRIA SANOHO — Médrirlo/ — (B/iog.) — Mediiioo' oLri^ja- no con irtufio/s dís ¡la Universiidiad de .Buenos Aires, que llllegó ¡al Peirú el año de 1817 síiendo muy íinaimente ¡aicogi- do por el cuenpo médiíeo iliímeño . Sus títuíliOis argentinos estaiban fechados en 1809 y (ía Inevialiidaoión de ieilillois ipo-r el fíeia.'l TimbUiñal de5 Protomedieato del Pertú tiene lecha de 22 de enero de 1817. /AVEJENTADO — (F. J.) _ Se dice,, famili'armente, dled sujeto que o- frejce Tois siignos ostensiibiLes die una ve. jez premiatura, heicho' que viene atribui¬ do, no siin razón en el mayer númiero de cai£l:i3, a la vida poco hi'igáémca . ' AVELLANA _(Bot.) — ‘^EH' Oé- ¡niero G u e v li n i la eomprende una espiaciie arbórea, indígena de iChillie^ que es lila G u e V 4 n i! a a v e 1 il >a ui ia{, árbol de tál'la un poeo desanro!)lada con hojas lailteinnas, compuestas y pennádas con impar, con las hojuelas coriáceas y d'enitadas; Tas flores hermafroditas, diispuestias en racimos: tienen un cáliiz de cuatro sépalos caducos: los estaim- bres en número de cuatro, billoculliares: el hivairio oasi sentado, uniloculár con dos óvulos: el fruto es un'a drupa oaír- nosa que contiene una siemiiMa bastan¬ te desanrolóada y amíigd'allíina . Estáis^ sie- mlilll/as son cbnocidiais en Chille y len el Perú con ell nombre de avelilanas y son de un /©albor muy agradiabl'e^ píoir lo qué se eimpi’lean eomo allí mentó’’ (G o_ 1 u n g a: Botánica, Lima, 1878, II, P. 273). AVELLANEDA ÍV^iARIANO — A- fumno (B'iog.) — N. Huaneayo 1840. Alumno de Miedliciina en la Facultad de Lima e|l año de 1859. AVENIA — (Boit.) — ' ^‘A v e n a s a t i V ai L.” — Sinoniimias: Avena. ■‘‘Planta annua, de tallos delgados, hue_ eos y nudosos, provista de algunas hojas estrechas; i/Toires ddspuestas en panoja grande, radiada lein todos ladois . Las esipiiguiitas constan d'e dos fliores y la arista es más grande que la hlior”. Se cree bniginaria de Asia y se cultiva ge- nengrímeinte en Europa. Compreinde mu¬ chas vairiiedadies . GuHtivado en el die- paritamento (deil Guzco') en pequeñísi¬ ma escaia. Ap>l;caci:iones : eimplllaada co¬ mo ipllanta forrajera y sus granos gro¬ sera miente motlidés en la confección de jP ota jes muy nütritHlote’’ (F o ir t u- n a t o L . Herrera: Contribuí cióin a ília Flora del Departamento del Cuzco- Cuzco, 1921, p. 41) — La miayor piarte de" lita] harina de avena que se oonisume en lia actual.idad en Lama, con ser mucha^ íes iprocedente de In* gfaterr(a y de ,'Los Estadios Unidos. Ha entrado- la laiveria en el número de Tos prodnet os larimieintiicio s po pulla rljizado s , hace pocos años . AVENDA^O JOSE DE — Médlico — (B|,(tíg.) — Práctiiet)' distinguido, ^tado con elogio por quienes han estudiado' el pasado de la medicina peruana^ entre o- tros por el bachiller Soto en el elo¬ gio universitario que hizo del doctor M á' i'r c -e 1 i n o A 1 z a m o ra . Bue¬ na prueba de la distinción de Aven- daño y de los prestigios de que de¬ bió gozar eñ su época (primera mitad d.el ¡siigilio XVIII) es el hecho de haber desempeñado el más alto cargo profe¬ sional que la" Colonia concedió a los mé¬ dicos: el ciairgo de mucha honra y no pequeños próvechos de Protomédíco ge¬ neral dei Virreinato, cargo que traía co* mo aneixo la cátedra de prima de Medi¬ cina, que A V e n d a ñ o asumió en 1710 y él cargo honorífico de médico de cámara del Virrey. Desempeñó dicha cátedria hasta el año de 1718, en que le sucedió el presbítero doctor Fran¬ cisco de Vargas Machu- c a. lAVENiDAr^O JUAN — Médico — (Biqg.) — Naé’ó en Lima el 23 de junlo' ’dle 1858, dé^. matrimionio de don J u ja n Aven d año y doñia R a f ái é 1 ai U r e t a . Hi>zo sus es- tudiios de Instrucción Media en ©1 “Li- 322) ^eo Peru-ano” dárigido por e,l señor N. i c o ’J á s S a o n z y en e — A tr o fáia d el "cor a z ó n , 1884. 6 — Goncursos, 1885. 7 — ^Memoria del Presidente de lia So¬ ciedad Médiiea ^‘Undón Fernandiin'a”, 1884. 8 — Epidemia, 1885. 9 — Hesiis de >Liiceneiado: “Re(spon|-. sabiiilidlad diell' médiioo en eil ejeroicio de 5U profesión”, 1885 10 — E'l doctorado en Farmacia^ 1885. 1 1— — El doctor Mariano Arosemena Quesada (necrología), 1885. 12 — Inoculación por eili virus cadavé.. •nkoj, 1885. 13. — Local para la Sboiedad Médica ^‘Unión Fernandina- 1885. 14 — ^La \^acuna en Llma^ 1885 15 — Apuntes sobre a'l profilaxia de la tubericutloisis, 1885 1 6— Estadiística demográfica, 1855. 17 — Fiebre amarilla. 1885. 18 — Nataíiidad y mortalMidad en Li¬ ma, 1885. 1 9 — Estadística demográfica 1885. 20 — ^La Sociedad “Unión Fernandina,’ y sui función de gracia, 1885. 2 1 — ^Es ta d ís t i c a de m o grá f ica, 1885. 22 — La dnsitaliaición de la Academia Libre de Mediciina, 1885. 23 — Estadística demográfica, 1885. 24 — Memoria del Presidente de la Sociedad Médica “Unión Fernandina”. 1885. 25 — Na.taiUdad y mortalidad en Li¬ ma, 1885. 2 6 — E st ad í st iica de m o g rá f ica, 1885. 27 — El doctorado en Farmacia, 1885 2 8 — Estadística demográfica, 1885. 29 — D a n i el A. G a r r i ó n, 1885. 30 — 'Las enfermedades oarbunculosas y su especi'ifico el amoniaco (Gonf. en ía ‘^Unión Fernandina”) 1885 3 1 — Estad ística demográfica, 1885. 32 — Natalidad y mortalidad en Li¬ ma. 1885. 33 — D aniel A. G a r r i ó n» 1885. 34 — ^Aniversario de “La Grónica Mé¬ dica” 1885. 35 — .Estadística demográfica, 1885. 36 — Informe sobre organización del O b se rvato ri o M eteoiro 1 ógi c o “ U nanuie’ ’ presentado a la Academia Libre de Mer dicina en colaboración con los docto¬ res M a n u le 1 R. A r t O' 1 a, J u_ 1 i o B e c e r r a, Al f r e d ol Bi i' g- n o n, Miguel F. G o 1 u n g a, Félix R e m y y J o s é M. R o - m e r o (1885 . ) 37 — FacuLtad de Medicina de Lima, 1886. 38 — Estadística demográfiica, 1886. 39 — ^Nataljidad y mortalidad en Li¬ ma, 1886. 40 — ^Pústulla maligna, curación por ©I emoniaco', 1886. 41 — ¡Herida del dedo índice por áns- tirumento cortante, con disilaoeración de las partes blandas. 1886. 42 — La verruga. Obsierviaciones a un artículo publicado en “II Morgagni”, 1887. 43 — Disicurso necrológico del doctor Manuel A. G a 1 ili, 1887. 44 — ^Tuberculosiis pulmonar transmití da por contagio. 1887. 45 — Ligero bosquejo s¡olbre las cien¬ cias médicas en genieral y la Medicina Legal en particular ,1887. 46 — Discurso en la inauguración del mausioleo aDanicl A. Garrión 1887. 47 — Uilcera tuberculosa del antebrazo 1887. 48 — ^Boceto biográfico de los miem¬ bros del Góngreso Banitario Americano, 1887. 49 — Natíalid'ad y mortalidad en Lima, 1888. 5 0 — El doctor Manuel: O d r i o- z o 1 a, necroilogía, 1888. 51 — El doctor David M a t- t o, 1888. 52 — Sociedad Médica ‘‘Unión Fer¬ nandina”, 1888. 53 — Discurso en la Soicíedlad Médi¬ ca ‘‘Unlión FeTnandina”, 1888. 54— La epidemia de Moyobamba. 1889. 55 — . Tesis dieil doctoraido en Medi¬ cina: “Apuntes sobre patoilogía del de^ partamento fluvial de Loreto’’, 1889. 326) 56 — Ün crimen célebre, 1891. 57 — Reglamenttóón de 'la prostitu¬ ción, 1892. 58 — Inserción vicjcsa de la placen¬ ta. 1892. 59 Informe s'obre ordenanza de inhumaciones y exhumaciones (a la A- cademia Nacionaíl de Medicina, en la cola be ración con . 1894. R3 Junta Suprema de Sanid^ad 1894. 84 — Instituto de Vacuna Anlmla)!, 1894. 85 Farmacias de los Hospiltales, 1894. 86 — El doctor José Maria¬ no M a c e d o (necroilogía), 1894. 87 — Junta de Sanjdad de Lod’cto, 1894. — Un año más, 1985. 89 — Honorarios médicos, 1895. 90 Informe de es toma ció n soibire honorarios (en colaboración con los Drs. M. G. B a, r r i o s. A. P é r e z R o_ c a G. Brava y M. A. M u- ñ i z) . i 895 . 91 — Doctor Juan M. B y- ron, 1895. 92 — Doctor José T. (A 1 v a- r a d o (necrología), 1895. 93 — Farmacias de los Hospitales. 1895. 94 — Retención de la placenta 1895. 95’ — Doctor A u r e 1 ,i o A. 1 a r c o — Doctor Esteban Fer_ n á n d e z P r a d a (necroilógías ) , 1895 . 96 — Doctor Juan M. B y- r o n (necrorogía) , 1895. 97 — Honorarios módrcosi, 1895. 98 — Hospital para tubercuilososj, 1895. 99 — PrO'Festa con motivo di© un tra¬ bajo del profesor V i a u 1 t, 1895. 100 — • Envenenam'iento por el mer- curlio, 1900. 101 — Envenenamiento por La yer¬ ba de Santo Tomé (en colíabor ación con Jos doctores M. G. Barrios y M. A . V e 1 á s q u e z) , 1900. 102 — EJ Doctor José A. d e i’ o s R í <01 s (necTo'logía'i , 1900. 103 — Peritaje médico legal (en co_ lab o radón con el doctor M. G. B a r r li o s) . 1900 . (327 104 — El! doctor L e o n la t d o V i 11' a. r (necrología), 1900. 105 — Desp '«v .'.íAV^''- ' f » Jl'^'^ll-’ • ' .< - ií V2,’-'- JH., ^ "la-WT. ^ -5í »■- ■ . . ■■■<'-. -A VV.v*^- '-■“ V % ^ V.T'-tV'- ■■; "i-i ^ ^z' -.•■•*?'::* i#aS‘.'í-.-"' 'w.! \y^> , •-■ íí- • .V “í •H- rá? T'; / ^ ■- ^:> ■i?:;: . •',-/ ^V ' ’T • •' ' "• ': ■ '‘* 4^- í'-í«:->'* 1--'^ •:/ >; í= 'S'II?:-* í " SiL--i.’- -' •- •' í í ' ‘K# «■ vi Mlií.- * ' •■ }-'• 'iJ’ ■'H-? '■ ■ 'í ‘ í'i',:' • «v*- • ■« -f. ..4' »• '* . 4*A*f’'í¿S . ..y4V g =j' Í.X.W ■«ípc;. i'**,' ■' '.-,.• 1/ • 1 ■ft*: -í ■ .i i • ' - : " •/ L . . -S^- . .^r . Ia" , Í-- ■i': ' ■' / ■■f*flP' V f' f Knáír' ' Víl^- .. ■■■' . *• ■ ‘ yof' ' ■’’ * • .-Ml». .'»•• ■■ • !:"víte . .V -Hj ■•....„. ^-1, -'I ^ ■ ' 13$— M^monia de la Glíniaa Mé¬ dica, 190.9, 137 — Después de 1880, 1909. 138 — ^^Homieidlio — Sílmruiliación de Jocufe-'a (informe médico legal en oola- bor-aüi'ón con el doctdir E. Pardo F li g'u e r o a), 1909. 1 39 — Las plantaciones de la red .urbana, 1909. 140 — Lección inaugural de la 'Clí¬ nica Médica^ 1909. 141 — Eúfiisema subcutáneo en el .curso de una tubercuilosiLs pulmonar- 1 e cc'i ó n cil í nica, 1909. 142 — Discurso de orden en la eere- inonlia de ceiebraciLón del centenario de ja Esou'dla de Medicina de Lima, 1911. 143 — La meningitós ceretiro espinal ep'idémida ( informe en colaboraiCiión con los doctores Ernesto O d r i o_ ,z o /I a y Ramón E . Ri- b e y r o, al Consejo Superior de Hi_ giiene),, 1910. 144 — El doctor P a b 1 o P a- t r ó n (necrología), 1910. 145 — ■ El secreto profesional (Conf. en el Centro Uni.‘versitario de Lima), 1911. 146— — Discurso necroilógico del doc¬ tor M a t t o, 1914. iComunicacLones al V Congreso Mé¬ dico Latino Americano (1913): 147 — Memon.a de la Secretaría Ge¬ neral deil Gongresoi. 148 — L e gi s lac i ó n sobre el in f a n íJi cii - dio en los países de América. 149 — Necesidad de uniformar la flje- glsl'ación penal en los países de Am épi¬ ca, princi.’palmeníie desde el punto de vista deli concepto sobre limposiicióin de las penas. 150 — El diagnóstico médico legal de ias manchas de sangre, procedimientos bibióg'.cos (en colaboración con ell se¬ ñor Leoncio P la j u e i o ) . 151 — Secreto médico. O'iros estudios: 152 — Demencia senil (el caso Lévy), en colaboración can el doctor G u i- 1 1 e r m o O H a n o, Lima^ 1915. 153 — Integridad mentail! en una an¬ ciana (en colaboración con el doctor B a 1 t a z a r C a r a v e d o ) > ■ eti '“Reformia Médica”, Lima, 1917. 154 — H o no r a ri o s m éd i'co^ , id , 1917. 155 — Informe de la expiediidón espe- ción de documentos sobre Loreto (Cole'c- oiófin de 'documentos sobre Lo'reto, por el doctO)!' Carlos Larra bu (r e y Corre a) , 1888-1891 . 156 — Informe sabré las condieiones canitarias de las casas die vecindad en liima (en colaboración con el ingeniero doctor Santiago M, B a s u r - c o), en ‘‘Bolietiin de la Dirección de Sa¬ lubridad”, Lima 1903-1906. 157 — Memoria de la Secretaria per_ pétua de la Academia Nacional de Me- d'ieina de Lima iieída en la sesión inau- gural( del año 1910-1911. 158 — Honorariios médicos (informe de estimación^ en cola bar ación con ©1 doctor L u li 3 de la Puente) 1916. 159 — ^Una cuestión de supervivenoia en ‘‘Revista de Psiquiatría y disciplinas conexas”, Lima, 1918. 160 — ^Intoxi'caición por e¡l ácido oxálico (en colaboración con el doctor ñl a n u e 1 A. V e 1 á s q u e z ) , 1919 161— — La medicina legai' en ©1 Perú ilecci'ón inaugural del curso de medicina legadi^ pronunciado en la inauguriación de la Morgue- en “Anai’ies de lia Facul¬ tad de Medicina de Lima”, 1918. 162 — C'átedira. de Medícóna LegaJ,: informe anual presentado a la Facul¬ tad de Mediici'na de Lima, id. 1918. 163 — ^Consideraciones sobre la re¬ presión del linfanti/cidio (Com. al II Gong-resi© Americano del N ñoi, reunido en Montevideo) 164 — Contusiones del abdómen, lec¬ ción práctica de tMedicina l^eead d'ictada en :1a Morgue dé Lima, 1919. 165 — Oración necroi'ógica del alum¬ no Ricardo García' Gas-- t a ñ e t a, en ‘‘Anales de la F acuitad de Me'die.’na de Lima”, 1919 166 — El infanticidio en la legisla¬ ción peruana (Com. a lia I Conferen¬ cia sobre el Niño Peruano) > Lima 1922 167 — Discurs'o pronunciado en la se¬ sión inaugural diel VI Congreso ^íé- dico Latino Americano, renuido en Cu¬ ba, en representación del gobiierno del Perú, en ‘‘El Comercio” de Lima 1922. (329 168' — La despobU'aoión en su aspecto S'Ociall y médii'co ilegal (Ponencia 'Oifi_ cialli^ presentada al VI Congreso Médi¬ co Latiino Aimericano» en colabo ración con dll doctor G u li 1 1 e r m o Fer¬ nández D á V i ill a), 1922. 169 — ^ALgunas consideraciiioines médi- po niégales sobre ia írotura tramática de las visceras (Gom. al VI Congreso Mé diico Latino Ame'ricano ) 1922. Estudios inéditos : 170 — Investigación toxicológica de las visceras extraídas die ilos cadáveres de J a c i n t Oi Centurión, y' e A T d r é s A 1 e g r i a — Infor- nX; en calaboraeión con eiii doctor M a- n u e 1 A . V e 1 á s q u e z . 171 — Estudiio módico ilegal sobre la mueirte del señor Francisco a r b e r o (isospecha de envenena^ miento) . En collaboración con el doc_ tor Manuel A . V e 1 á s q u e z . 172 — Informe médico ilegal sobre el estado mental dell señor T. B. (reha— biiliiíación de su capacidad civill) . En collaboración cou el doctor Alfonso P a s q u e í. 173 — ^Estudio médiiCO' legal, con mo¬ tivo de la exhumación y autopsia del cadáver de Maroeliino A g u i r r e. — Informe en colaboración con el doctor G u i il) il e T m o Fernán d e z D a- V i 1 a. 174 — ProíocoLo y estuldiloi médico le¬ gal! de la auíopsiia ded cadáver del doc¬ tor Augusto Dura n d^— (En colaboración con los doctores Gui_ ICl e r m o Castañeta, Gui¬ llermo Fernández D á v i 1 a (A . A c c i n e 1 1 i,, A n g e ll| P a _ r o d i, M . Adrián P a s t o r y Manuel P f il u c k e r . 175 — Consulta sobre el estado men¬ tal de la seí^ora J. B. de Elias ( J ule i o s o b'r e ím ter d iicci ó n ) 176 — Manual di© Higiene escoiar destinado a comentar en términos aíli al- cjance de Jodos, las conc’íus iones del Congreso de Higiene escolar reunido en Lima, en 1899, En oolaboraciión con eli.steñor doctor J u a n de D i o s Hamos Palaciós. 177 — ^Eí humorismo antiguo cornpa- rado con el humorismo modierno. — Lec¬ ción inauguraí del curso de GUiniíca: Méd. de mujeíries en el año de 1911. 178 — Jurisprudencia Médica Peruana — Lecciones dictadas a los alumnos de la asignatura de Medicina legal en la Facultad de Lima. l»WE!\iOAÑO Y CAIVIPOVERDE J U,A l\! , D'E — Mjw' Aioo — ( BV o g . ) f — D'or JA tor en Medicina y Cirugía en la Real Universidad de San Marcos en Lima, desempeñó muy honrosos cargos en ella hlabiendo ejercido- entre otros oargosi,. los de Gatedrátiico de “Método de Ga¬ leno” o “Método de Medicina’^ y Cate, drático de ‘‘Vísperas’’ de la misma Fa„ cuitad. Para ©1 desempeño de la prime¬ ra de dichas cátedras fué nombrado eií 23 de enero de 1711 y piara el desem¬ peño de la segunda en 1723. El doctor A V e n d a ñ o era presbítero y de una muy ampliia cultura, que puso en evidencia en el prólogo que puso al' li¬ bro del cirujano francés Pablo P e- t i t sobre el “zaratán.” nombre colo¬ nial diel cáncer, liibro editado en Lima 'el rño de 1723 y del cual sie ha ocupada con el mayor detenimiento el doctor Pablo Patrón en “La Cróni¬ ca Médica de Lima” (año de 1885.) AVEr^'DA^'O Y HUBf^ER JORGE— Alumno — (Biog.) — Nacido en Lima- el año 1899, hijo del profesor doctor L e o n i d ía s A v e n d a ñ o y de- la . eñera Sara H u b n e r. Ins/ Avexdano y Iíubxek, Jorge crito en la matrícula de Medicina de la FacuHiad de Lima el año de 1917, rea_ liza actuía’')mente sus estudios médicos, habiendo desempeñado^ entre otros car- gos\, los siguientes: Ayudante del Labo^ 330) ratono de Histoilogía de la Facultad de Medicina de Lima (1920) ; sostenedor del tema I, “Higiene del estudiante’’, en el Congreso Nacional de Estudiantes ce- lebr'ado en el Cuzco el mismo año; a- yudante del Laboratorio de Bacterioilo. gía del Instituto Mumicipai de Hítgiene (1921) y Ayudante del Laboratorio Bacteriológico del Hospital ‘‘Dos de Mayo”^ también el 'año 1921, AVENTAJADO — (F. I.) — Dícese vuiigarmente de aquellos sujetos cuyos órganos genitales adquieren un desaro- lln superior ad normal. En los departa¬ mentos del sur de la República, de ta¬ les personas décese que son “abestia_ cuerpo pesado, la.s alas muy cortas, de^ modo que no les sirven para volar: osi¬ tos órganos están guarnecidos de plu¬ mas provistas de barba largas y flexi¬ bles que oponen algr.:ina resistenc’a al viento durante la carrera que, en gene¬ ral, es muy rápida en estas aves, por lo que algunos autores forman de ellas orden especial con el nombre de C o _ r r e d o r a s . I B r e v i p i n n a s¿ a causa del poco desarrollo de las ailas y de la insuficiencia de las plumas que las guarnecen para la función del vuelo. Tienen el pico deprimido las piernas y el cuello muy largos: Estas aves se nu¬ tren de toda calse de substancias pu_- d:erdo decirse que son omnívoras- pues- AVKSTKUZ. — PcUMA DE tíos*’. El vu'go, que emplea esta pala¬ bra- ha establecido caprichosamiente ciertas correlaciones orgánicas que le permiten pronunciarse respecto a los “a- ventajados” aun fuera de todo exámen de Ies genitales: Así, por ejemplo, creen que son “aventajados’’ los sujetos de grande nariz y aquellos de raza mestiza con partiicipacíón del elemiento negro en este mestizaje . AVESTRJJ2 — (Zool.) - Las a_ vestnjces (S t r u 't h i o) forman gé^ ñero en el que están comprendidas las más grandes aves que se conocen lle¬ gando algunas a temer hasta siete u o- cho p:és de altura. Estas aves tienen cl toman an’ma’es, vegetales y aun cuer--- pos iniigesío? como guijarros, pedazos die fierro, subtancias' venenosas, etc. Pa¬ ra. hacer su postura excavan un agujero en cl terreno, generalmente en la arena. Entre las especiies de este género tene¬ mos: el Nandú o Avestruz de América (S t r u t h i o r h e a o R h e a americana) es la mitad más pequeño que el de Africa: su plu- ma'c es menos apretrdo, de color gris más obscuro sobre eli dorso: una l^ínea negra dése 'ende a lo largo de la nuca en el macho: la cabeza y el cuello em¬ plumados: los dedos son en número de- tres provistos de imas obtusas. Esta ave es indígena de las pampas de la A- (331 xnérica meridional: su al'i mentó coinsis- le en vegetales. Se domestica con faci_ lidad hasta hacerse familiar. Las hem¬ bras hacen su nido en el suelO', en ;eil ^ue depositan, en el intervalo de tres -días, 16 o 17 huevos de forma elíptica: y de un color blanco amarillento y de su¬ perficie liiisa: cada nido contiene por lo general setenta u ochenta huevos, por que varias hembras se /reúnen para po¬ ner en el mismo sitio’’ (C o 1 u n g a: “Apuntes de Zoologja’’ en, ‘‘Goceta Científica)”, Lima, vol . II, p. 104) ¡I ^‘R h e a americana- Tsch . En keshua: Suri (Cobo). (Híisit.)- Avestruz iSegún el Padre Cobo, este animal tU" vo apLcación médica: “su unto ^(era) provechoso para cesentiimir y a argar cuailquier miembro encojido por alguna .enfermedad y para ios brazos inflamados y ídolo r'dos ipor causa de sangría; quita las opilaciones o durezas del estómago, hígado y bazo, resuelve' y aiblanda los es¬ cirros o cralquera dureza” (Cobo: lí, p. 239) Aplicaciones: Con las plu¬ mas se sahúman para combatir todo gé¬ nero de hemorragias, principalmente la llamada “flujo de sangre” ( V a I d i- 'Z á n - M ¡a ¡1 d o n a d o : La Medicina Popular Peruana, Lima, 1922, II, p. 461) AVILA DE — Filántropo — (Biog.)— El año de 1549 el pres¬ bítero A n t o n (i o de A v i 1 a con¬ tribuyó a la erección de la casa de hos¬ picio de ^‘ErCarmen” ,en Lima, piadosa empresa en la cual fué secundado por los esfuerzos y limosnas de don Juan Solano de II e r r era y don Juan Cordero. AVILA CARLOS — Farmacéutico — (Biog.) — Nacido en Puno, hijo de don Antonio A v i )]/ á y doña Ma¬ nuela Cuentas. Se inscribió en la primera matrícula de Farmacia de ia Facultad de Medicina de Lima el a- ño de 1915 — Terminó sus estudios pro¬ fesionales y obtuvo el título de farma_ cúutico el año 1918. AVILA OAmiAlM — Alumno — (Biog. ) — N. Lurín, 1870. de B r u.. no y Lorenza H u a P a 1 1 a . Se linsciribiü en la matrícuLa de Medi- ciina de la Facultad de; Lima el año 1894. AVILA ISAAC — Farmacéutico' — (Biog.) — Nacido en Puno el año 1889, hijo de Braulio Avila y S a ib ¿na M a r t í2 n. Se ins¬ cribió en la matrícula de Farmacia de la Facultad de Medioina de Lima el año 1909 Terminó sus estudios profe¬ sionales y obtuvo el título de farmacéu¬ tico el año de 1912. AVILES GiABíRlEL DE — Virrey del Perú — (Biog.) — “Don G a- b r i e 1 Avilé s. y del í ’ i ■ e r r o fué hijo primogénito del Brigadier don J o s,é d e Avilé s,^ Inten¬ dente de Aragón y de- Valencia, Consejero del Supremo Consejo de la guerra, creado Marqués de Aviiés por el Rey don C r :1 o s IH en 2 de abril de 1761, y famoso como autor de u- na obra muy curiosa, titulada “G encía beroira reducida a las leyes he áldi'Cas de blasón” pue, en dos gruesos tomos en 8“ se limprimló en Madrid en 1780. Don •Gabriel siguió como su padre La ca¬ rrera de las armas, y habiendo alcanzado !a 'c’/ase de coronel de cabali/lería, fué des¬ tinado al Perú como jefe de una asam¬ blea veterana, enviada para organizar y diseiplinar las milicias de eísa arma en es¬ te reino, al que llegó a principios del año die 1708. En noviembre del mismo año estaOló lai rebeVón del caciaue de Tunga- suca, conocido con el nombre de T ú - pac A m a r u, y entre las tropas que mandó el Virrey don A g u & t í n de J á u r e g u i a sofocarla, fueron las primeras las que al mando del Coronel Aviiés salieron inmediatamente de 332) Xíiriia con dirección al Cuzco. Re* uniéndosele allí ;las que illlievó el Sub¬ inspector general don José del V a 1 ‘le y las que conaujo el Visara- dor A r e c he. Organizad'as en esa ciudad tocóle all Coronel A v i 1 é s el mando de la reserva, con la cual con-, tribuyó a decidir lia derrota del cacique rebelde el 6 de abriil dél( siguiente año atacándole por retaguardia mientras el Teniente Coronel don M a n u e 1 V i 1 i a 1 t a. limeño, y Brigadier des¬ pués, le destirezaba por el frente. Con¬ tinuó a lias erdenes del Gremeral V a- I 1 e la pacificación del paíS', hasta que por muerte de éste, acaecida en el Cuzco el 4 de septiemibre de 1782, re¬ cayó el mando de él^ que la terminó. Eilevado a 'lia clase de Brigadier, fué nombrado en 1787, Sub Inspector ge¬ neral de las tropas del virreinato v go¬ bernador de la plaza y pire si dio dcili Ca- illao. En 1791 fué ascendido a Maris¬ cal de Campo y heredó el título de Mar_ qués de A v i 1 é s por el fallecimiento sin sucesión ed su hermano primogénito. En 1796 fué nombrado Capitán gene¬ ral del Reino de Chile y presidente de la Real Audiencia de Santiago, en re¬ emplazo del Marqués de O s o r n o, promovido a Virrey del Perij. rTobemó ese reino hasta el año de 1799 en que fué elevado al rango de Virrey de Bue¬ nos AireS'^ a cuya ciudiad llegó el 14 de marzo de dicho año. Poco tiempo ejer¬ ció ese empleo- pues por el fallecimiento del Marqués de O s o r n o fué nombr'’do Virrey del Perú y ascendido a la clase de Teniente General; en consecuencia entiregó el mando de Buenos Aires al General don Joaquín del Pi¬ no y púsose en camino a Lima por tierra, llegando a esta ciudad' e(l 6 de noviembre de 1801, recibiendo en ella el mando de la real Audiencia y apla¬ zando su recepción pública hasta el 6 de diciembre siguiente. | Los principalles acontecimientos ocurridos durante el gobierno del IMarqués de Aviles, son los siguientes: En 1802 Pegó a IPrna el célebre viajero y sabio prusiano Ba^ón de IH u m b o 1 d tt acompañado del naturalista frtncés M, de Bom. p 1 a n d y se reincorporó al Perú .lia comandancia general de Maynas, con loí pueblos de Quijos y Canelos, Lamas y Moyoibamba. En 1804 se erigió la Sub Inspección del real cuerpo de ar¬ tillería, siendo el primero que ocupó es¬ te cargo el Coronel don Joaquín de (11 a P e z u e 1 a, después Vi¬ rrey del Perú; se reincorporó al Virrey- nato el gobierno de Guayaquil: s-e erL gió e| obisipado de Maynas: se estable¬ ció en Lima el servicio de serenos y se fundó el hospicio de incurables^ costea¬ do por di Virrey de su propio pectUliO'. En 8 de marzo de 1805 falleció el de. cimosexto arzobispo de esta diócesis, don Juan Domingo Gon¬ zález d e la Reguera: se refeccionaron a costa del Virrey los bea_ terios de Amparadas y del' Patrocinio: en 23 die octubre llegó a Lima el cirujano don Pedro B e 1 o m o, oondu- Avilés, Gabriel de clendo por tierra desde Buenos Aires el priimer tubo de fluido vacuno; y el 5 de diciiembri fueron ejecutados en la pOaza mayor de esta ciudiad, don G a- b r i e 1 A g u i lar y don P e- d r o U g a 1 d e, por haber intenta¬ do en Huánuco una revolueión para ob¬ tener la independencia del Perú. En 1806 llegó por mar, la comisión encar_ gada de propagar el fluido vacuno pre¬ sidida por el mi Ico don José S a (I V a n i y compuesta de los doc¬ tores B e 1 o m o que se había antL óiipado- como hemos visto _ desde Bue¬ nos Aires, y G r a j a 1 e s; y eíl 26 de judio entregó el Marqués de Avilés al General don José Fernan¬ do d e A b a s c a 1 el gobierno del virreinato, que había ejercido du¬ rante cuatro años, ocho meses y veinte (333 días.l Piarece que costábiaíle mucho al señoir lA. v i 1 é 'S dejar ©1 Perú don¬ de tantos años había viivíde, pues per* ma'neció en Lima hastia e|l( año de j808 en que se trasladó a Arequipa a repa¬ rar su quebrantada saliud; allí se le o- freoió por el Virrey A b a s c a íli que fuese a Buenos Aires otra vez a encar¬ garse de ese virreinato vacante por de- poslidón del Marquési de S o b r e m o n_ t e lo que rehusó por su edad y achaques. Al fin se decidió a volver a Españia y ha¬ biendo 'tooado en Valparaíso él buque que lie conducía, falleció en esa ciudad el año de 1810.1 Según M e n d i- b u r u, fué el .señor A v i 1 é s ©1 pri¬ mer Presidente de Ghue que entregó a su isuoesor la “Relación” de su gobierno: también entregó al señor A b a s c a 1 eonrespondiente a su viirreinato en el Perú, que aunque no ha: sido puhlüca- da ni sabemos que exiista en Lima, he¬ mos visto mxanuscrita en la Biblioteca de Santiago en 1861.| En 1782 hallándose A v i 11 é s en el Cuzco, casó por poder con la señora dona Me í* ce' des del R í s c o y € á u d a di, nacida en Lima en 1752, viuda del Marqués de 5 a n t a R o s a, persona de gran virtud en la que no> tuvo sucesión, y oue falleció en 1806 en ©1 pueblo de la Magdalena, Una! iinteresante biegrafía de esta señora, escrita por la señorita Juana R o- 6 a d’ e A m é z a g 'a se registna en ©1 tomo I de la segunda época de la ‘‘Revista de Urna’’ publicad^i en 1 873 . 1 El tlltulo de Marqués de Avilé s. no se comprende en el catálogo de los títu¬ los nobiliarios que están légalmente 'au¬ torizados en la actualidad en España^ por lid que suponemos que se ha exítin- guido. I “El Marqués de A v i i é s’^ — ^dice M e n d i b u r u — era excesiiva- mente económioo y escrupuloso para el manej’o de la hacienda: en su época na¬ da se maligastó: todo su conato lo puso •en igualar los ingresos con egresos» re¬ duciendo más éstos por su constante empeño de acopiar sobrantes: nunca hubo más otnden en la adminj-«+raoión de las ¡rentas, libres de compromisos en bu época, y ningún Virrey cuidó mejor que él de dar a su sucesor 3bund3»i.ties v cla¬ ros datos en materia de hadendk y en orden á quebrantos que venían de atrás y que hizo lo posible por remediar, grega. que í'uC moaesto y benóíiioo, que so¬ corría las neoeslidjades de muchas perso¬ nas y que dq su caritativo celo en favo^ de il'os enfermos y desvalidos nay abun¬ dantes testimonios . [ No obstante el mérito y las virtudes del Marqués de V 1 é s> coTrieron en Lima en su tieiñpo coplas de una caricatura bajo íla cual se leí a:, “Hábil es ©n lia oración; ©n él go¬ bierno' inhábil es.’’ (Galería de Retratos de los Gobernadores y Virreyes dél Pe¬ rú (1532 — 1824) publicada por Do¬ mingo d e V i v e ro. Texto por don J. A. de L a v (1 I e. Láminas por don Evaristo S /a n Gris-' t ó ib a I. Barcelona, Tipografía de- la Gasa Editorial M a u c U 1909, p. 169) II ; Sólo debemos agregar a esta bíogrlafiía el hecho de la decidida protec- Cxón dispensada por él Marqués d e A v i_ 1 é s a algunos médicos peruanos, (B a I- tazar de V i 1 1 a 1 O' b o s éntre ellos) ; pues los otros hechos interesan¬ tes de’esta admíinistración virreinal, des_ ds el punto de vista médico, el de la im¬ plantación de la vacuna y el del eétableci^ miento de la sección destinada a las mu¬ jeres en el Hospicio de Incurables de Li¬ ma ya han sido enunciados por el oele- brado L a v a 1 1 e. ]| Para información más extensai, véase M e n d i b u r u (“Mocionario Histórico biográfico del Perú”, tomo I. p. 412) AVSLES MANUEL ROMAN — A., lumno — (Biog.) — N. Callao 1896,. de M a n ü e 1 y T o r i b i a d e A V i 1' é s. Se inscribió en la m-atrí- cula 'de Farmacia de da Facultad de Me¬ dicina el año de 1916. AVINCA — (F. 1.) — “Del quechua Zapallito más fino y estimado que el grande, y,- en la forma, parecido a la ca¬ latea” (P a 1 m a: II Neologismos y americanismos” Lima, 1896) lAiVRA — tZool) . — “Las avras que llaman y otros las dicen gallinazas, ten¬ go para mi que son de género de cuer¬ vos: son de extraña ligereza y no menos aguda vista: para (limpiar las ciudades y calles son propias, por que no dexan co¬ sa muerta : hacen noche en el oampo en árboles o peñas: por la mañana vienert 334) a lias ciudades, y desde los más altos e_ dificios atalayan para hacer presa. Los pollos de ésta son de pluma hlanqúizca ocmo refieren de ilos cuervos, y mudan e‘l pelO' en negro” ( A c o s t a, I, 274) AYA AYA — (Bot. )— “Alonso-a aeu- tifoü.a_ R y p> — S:nonimiias: Aya aya, Aya m a i c h c h a. — Planta herbácea^ anuail, de tallo cuadranguilar • ho;,as opuestas, simples, sentadas de Um 00 aserrado; flores axi'Iiares solitarias con cáliz de cinco sépaHos y corola ga_ mopetala, irregular, con cinco dientes • pdróceo compuesto de cuatro estambres insertos en la gargianta de la corola con anteras bíloculares,, inltrorsas, ovario supero con estilo simple. Flores de co_ lor lamariHIo rojizo. Florece de noviem. bre a marzo . — Are^a geográfica: Perú y Bol'ivia.^ Región: Provinicks del Guz- Quispioanchis y Ganchisi, Sicuaní, 3550 metros (Hicken) — Aplicaciones: be emplea en infusión teiforme como succedáneo del cornez/ueilo de centeno y para comibatir el dolbr de mueLas Pue_ de cuiltivarse como planta de adorno''^ ‘‘p ^ ^ ® H e r I" e r a: ontnbucjon ¡a, la Flora del Departa- miento del Guzco.’^ Guizco, 1921, p. 181) II “Alonsoa acutifolia R. y Pav’^ .nombres vulgares; Aya Aya, Aya Maiah. oh3¿, Ayallanta . Aplicaciones; ‘‘En infusión como s'ulccedáneo dél cornezue lo de centeno y para combatir el dolor de muelas^’ (Guzco) (Y ,a l d (l z á n M a l d O' n a d o. La Medicina Popu¬ lar Peruana, TT. 327) — Aguas minerales die , vR^'dtoJ.) En este Diccionario es, ta CTtadia el agua mineral de ‘‘Paras” sitúa, da en este depiartamento. |¡ Hospi- tale.s en (iHist.)~Yer la palabra “Hos- pitiales.” (AYIAC ZAPAT1LLAW— (Bot.)- Galceolaria cuneiformis, R, y P^ — ^Si¬ nonimias; P u r u p u r u , P u r u tu P u r u t u; A y a c z /a p a t i - il a u . Pequeña planta herbácea le¬ ñosa, de hojas simples, opuestas, pénni- nervias de limbo dentado, desprovistas de estípulas, superiormente verdes y can- nescentes en el envés. Flo/res axilares con el cáliz gamosépain, persistente, con cuatro divisiónes y la corola gamopéta - ' ilabiada, de color amarllllo daro^ no' Sa se-ase: te eSarnhr seirtno filamentos cortos in sejrtos en ía garganta .de ,1a corola- o)^ no supero, bllocitlar y multivuladó, con lo simple. Crece en .los cercos y lu¬ gares «nundiados Fllorece en noviembre —Area geográfica: Perú IT de 7^Pr‘^nte«o (drCuzi COI . de 335^0 a 3550 .m.etro3 ÍH i c BZOS EJU-ejcI E»sa :S3U0I0BOTjdy-_(u 3 V de propiedades diurétleas y' es empleada P i los tnd;g.en.as para ,la curación de lias afectones uterinas (F o r 't u n a t o L H e r r e r a : Contribución .a .la Flore dtí Departamento del Cuzco’’ Cuzco í921,;p. 179) ’ t^uzco AYA CHAUCA— (Bot.)— El vege¬ tal conocido con este nombre vulgar en aguuas provincias de los departamentos deil Norte, en las cuales es empleada co. mo medicación eficaz de la enfermedad iI'Qll susto”, está considerada por V a l - diz a n M a 1 d o n a d o (La Me¬ dicina Popular Peruana, Lima, 1922 t II p. 389) en el número de aquellas plantas luisad.as por la Medicina Popular Peruana no idientifioadas botániicamente AYA HUASCA — (Bot.) — “Un ve_ getal llamado Aya huasca en casteMano “eórdel de la muerte”. Narco¬ tizados con esta planta,, ven visiiones y según como éstas se presentan, auguran el resullltado de la guerra” (Antonio Mesones M u r o: “Viaje a!I 0- «•lente del Pierú,” en “Boletín de la So¬ ciedad Geográfica de Lima” vol XIII). II “B a n is t e ir i a G a a p i Spruce . I Nombre vulgar: Aya h u a s- c a.| Aplicaciones: Narcótico cuando las lianas se preparan en cocimiento. Tie_ nen los indios la creencia die que les ha¬ ce adivinar y ver en sueños lo que des_ piertos snelen ignorair (Departamento áeil Madre de Dios) (V a l d i z á n _ M /a I d O' n a d o : La Medicina Popular. Pe¬ ruana, Lima, 1922, t. Ii, p, 383). || Aya huasca (Soga del muerto) . Orece en las selvas de la región de los bosques (provincia de Paucartambo) . Sus raíces amar tajad as se emplean para la confección de una bebida narcótico (335 venenosa de efectos semejantes ail has- chi-ch de ua India (F o r t u n la t o L. Herrera: Información inédita so¬ bre Pi-antas indígenas del departamento del Cuzco) . aya HUiySA — (Bot.) — Con este nombre es eo nocid o en eili depa uta mentó del Madre de D.os un vegetal cuyo fru¬ to está consideirado como venenoso. Es¬ tá incluido entre laquelilas plantas de la medicina popular peruana no identifica¬ das botánicamente de iia reilación Q'ue consignan V a i d i z á n -^M a i d o _ n a d o (La Medicina Popúliar Perua¬ na, Lima^ 1922, t. H. P. 389) lAYALA 'A. — Médico — (Biog.)^ El doctor A. A y a 1 a, de la Univer¬ sidad de Caracas, envió al V. Congreso Médico Latino Americano (VI _ Americano) reunido en Lirna el año de 1913 un estudio titulado ‘(Amibiosis y su ti r atamiento por ©1 clorhidrato— de e- metina y como medio de diagnóstico (Actas y Trabajos de'l Congreso- voll. V. p. 261) 'AYA LIA LüiSA — Flilantrop|a_ — (Biog.) — El laño de 1868 la señora doña Luisa de A y a *1 a ifundó en Lima el piadoso Hospicio que lleva su nombre y que, de conformidad con los deseos expresados por la generosa donante, está destinado a allojiamiento de eeñoras pobres. lAiYALlA IVlAt^UEL — (Bdog.) ; Desempeñaba el cargo de primer maes¬ tro rde matemáticas en el Cuzco el año de 1832 (“M'=celánea” No. 561, Li¬ ma, 17 de mayo de 1832) lAYiA LLAI^STA —-(Bot,. )— Con ^ este nombre vulgatr es conocida -en la sierra del Perú la Alonsoa acutifu- 1 i a R. y Piav., conocida también con el. nombre vulgar de A y a aya ( V. esta palabra , ) aya IWASCHCHA — (Bot.) — ^E1 végetall conocido con este nombre en el departamento del Cuzco y que se cuen¬ ta en el número de las variadas oura- ciones de la illamada enfermedad ‘^de lire” o D'Or de viento’’, está considerado V ta d i z á n - M a 1 d o n a d o en el número de aquelilas plia-nías usa¬ das por la medicina pooular no identi¬ ficadas botánieamente (Lia Medicina Po¬ pular Peruana, Lima, 1922 t. II, P. 389) . AY\Pl MULLACA —(Bot.)— El ve¬ getal de esté nombre vulgar, con ©1 cual es conocido en Moquegua, está conside^ rado por V a 1 d i z á n- M a 1 d o u a - do (La Medicina Popular Perua;ia, Lima, 1922, t. II., p. 389) en lel nú¬ mero de aquellas plantas usadas por la¡ medicina popular no identificadas botᬠnica mente. AYA PANA— (Bot. )— “ Vente- n a t ha desorito con el nombre de E u p a t h o r i u m aya p a n a y también con el de a y u p a^ n a del B ir a s i 1 una planta nmeiricana cuyas virtudes, según el autor francés, fueron miujy estimadas en él Nuevo Mundo y que servía para confeccionar con ella u- na imTusióh teiforme que gozaba de pro- p edades estimulantes y diaforétieas . 1| ‘‘El E u p a í h o r i u m ay" r a n ", conocido con ©1 nombre de a y a p a -- n a, es una planta indígena del Amazo¬ nas’, de tallo ramoso, con hojas casi sentadas opuestas-, ilanceoiadas* con tres nervaduras j las oaibezuelas dispues¬ tas en carimbo . ’Esta planta goza de pro piedades sudoríficas en aillo grado y a- demás se emplea contra la moirdedura de las culebras . (C o 1 ti n g a: Botánica, Lima, 1878, t. II. p. 433)”!| t o r i u m t r i p l i n e r V e, \ a h 1. (E u p a t o r i u m ay ai p a n a, V en- t e n a t) . Aú. Be le emplea en los^ bos¬ ques amazónicos como sudorífico ’ (V a m d i z á n _ M a 1 d o n a d o : La Medicina Popular Peruana, Llima, 1922, t. II. P. 351) AYARZA CARLOS WOISES — A- liumno — (Biog;.)— N. Ayacuc^lio 1 899, de Manuel y PaulaA- r a u j o Se inscribiió en la matrícu_ la de illa Facultad de Medicina de Lima el año 1918. AYA TABACO — (Bot.) — Con este nombre vulgar es conocido en él departamento de Loreto un vegetal cu¬ yas hojas son empleadas en el tratamien- to de cieírtas heiriida® y fístulas, oon éxi¬ to que pregonan los natunales. Está considerado por Yaldlzán-MaiIL donado (La Medicina Popular Pe¬ ruana, Lima, 19'22, t. II, p. 389) en el número die aquellas planta® usadas por Ja medicina popular no identificadas bo¬ tánicamente. AWTAPUC — (F. il.) — Dell ke- shua : adivinos de la época 'incaica que ejercían su socorrido oficio simulando hablar con Hios muertos y recibir de e- llos respuestiai a su® preguntas y conse¬ jos (S e b a s t ii á n L o r e n t| ej: *‘Hisitoria de la Civifliz ación PerUanaP en “Revista Peruana”, Lima, vol. III, P. 173) AYIAVIRS — Agua minerail de — (Si- drol) — “En el departamento de Puno, a medio kilómetro de la pobil ación de A_ yaviri, hállase un manantial! de agua fc- rruginosa^ notable por Ha gran cantidad de ácido carbónico que contiene. La po¬ blación de Ayavirí está situada a 4005 metros sobre el nivell del mar. Eli agua de este manantial es transparente, de sa¬ bor acídulo, salobre y casi inodora; su temperatura es de 36®, su peso especia f ico es de 0 ’ 0 í 1 4 4 5 ; su c omp os i ci ó n química es la siguiente: Materias fijas: Bicarbonato de cal, gramos E3096; Bi¬ carbonato de magnesia'. 0’0549; BÍGair_ bonato de fierro 0’0380; Sulfato de cal 0’2160; Sulfato de magnesia, 0’7196; Sulfato de soda,0’6539 ; Cloruro de so¬ dio, 2‘3803 ; Sílice, 0‘0330— Usos te_ rapéuticos: Es empleada con ventaja en el tratamiento de todas las enfermediades del tubo digestivo^ dependientes dé vi- cíióis de secreción de la mucosa o de la atonía cojí excitabilidad gástrica e in¬ testinal. Es igualmente empleada, en in¬ yecciones vaginales, como anestésico para combatir los dolores uterinos que suelen presentarse en el período mens¬ trual, los dolores del carcinoma uterino', etc. ” (P ^ r e z A r a n í b la r) lAYLLOiV AIMTOnriO — Alumno — (Biog . ) — Nacido en Huánuco él año de 1894 hijo, del Dr. E z e q u i e 1 A y 1 1 o n y de doña Justa Sán¬ chez. Se inscribió en la matrícula de Farmacia de la Facultad de Medioi- nia de Lima el año de 1913. AYLLON ESTANISLAO — (Biog.) — N. Trujilllo, 1852. Alumno de Me- díicina en 'la Facultad de Lima en 187^* AYLLON EZEQUIEL S.-- (Biog.)! I — N. Huánuco» 1872 de Manuel y Matilde P i n z á s. Eealiza- d'cs BUS estudios die Instrucdón McifljW en el Colegio Nacional de Minería de Huánuco y después de haber ejercido, durante muchos años, la fanmaeia prác_ tica en un establecimiento farmacéutico de propiedad dél doctor J. M. G u z- m á n, se trasladó a Lima y se inscri¬ bió en la matrícula de Odontología en la Facultad de Medicina de Lima (1896) Abandonó estos estuldios y emprendió los de Jurisprudencia que terminó en la Universidad de Lima. B li b lli i o g T a f í a : 1 — Estricnina, en “Gaceta Científica’^ Lima, YII, p. 96. AYLLON FLAVIO— (Biog.) — N. Lima, 1850. Alumno de Medicina en la Facultad de L'ma en 1869. AYLLON JOSE JESUS — - Alumno — (Biog.) — N. Lima, de José Simeón y Juan de Dios Herrera. Hechos sus estudios pre- parator’os en el Convictorio de San Car¬ los, fué agraciado con una beca en el Colegio de la Irdependencia el año de 1841 y comenzó sus estudios de Me¬ dicina . AYLLON I^ANÜEL — Alumno — (Biog.) — N. Lima, de Francis¬ co y Bernarda. R o d r í g ui e z Se recibió de 'interno pensionista en el Colegio de la Independencia de Lima el 6 d'C julio de 184 4 fecha en la que co¬ menzó SUS' estudios de Matemáticas. AYLLON [V3AX8¡^0 ENRIQUE — Ailiiiimno — (Biog.) Nacido en 'él Callao él) año 1896* hijo de don A r - t u r 0' A y 1; 1 ó n y doña T e o b a 1- d a B e u n z a. Se inscribiló en la matrícula de Odontología de la Facul¬ tad de Mediciina de Lima el año 1915. AYLLON PEDRO F. — Cirujano den tista — (Biog.) — Nacido en Lima el a- íío de 1 896, hijo de don Pedro Ay 1 i ó respetable farmacéutico prácti* co muy esitimado en Lilma, donde ejercía ^ profesión, y de doña A n g é II i c a d e A y 14 ó n. Inscrito en la rnatrícuk de Odontología de ¡la Facultad de Medicina de Lima el año de 1914, Obtuvo ie)í título profesional el año 191 7,¡ Elipse ñor A y 1 1 ó“ n se ha contado en el número de los drujanos dentlstais que participadón más activa han tomado en ios rnoviimientos de organización del .gremio profesionalli de que forma parte P i b 1 i o g T a f í a : i ^Urgentes reformas que requiere la enseñanza odontollógica en ‘^Crónica Dental”, Lima, 1918. AYLLOiy Y SALAZAR FRlAIMCIS €0 — Farmacéutico — (Biog )— Su nombre figura en la relación de profe. sionailes dipílomados publicada por Ja Fa- cultald de Medicina de Lima el año de 1866 en la ^‘Gaceta Médica” de Lima. AYLLOf^ 201 L)A VSCTORIA _ ~ (Biog.) — N. Lima, 1899, de M a n u e 1 y Clotilde as t o r. Inscrita en la matríiculla de Farmacia de 1.a Facultad de Medibina de Lima el año de 1916, terminó sus estudios profesioniales obteniendo eí tí- 'el 28 de junio de -I y u ^ AYORA ISIDORO — Médico — I doctor A y o r a, de Quito, presen_ to el VI Congreso Médico Pan America, no , reunido en Lima en 1913, un estu- dio titulado “Contribución al estudio de la coniformación de la pelvis de la. mu¬ jer ecuatoriana” (Actas y Trabajos deil Congreso, val. VII. p. 82) . ayuda, IMTES— (Hist.)~En la primitiva organización del Colegio de Mediciha y Cirugía de San Fernando de Liima no hubo ayudan t e s en el senti'do en que hoy se toma la palabra y con va representación que ha tenido el cargo, hasta hace poco, en la Facultad de Medicina de Lima. Hubo, en cambio, los entonces llamados “Maestros”, a quienes se emcomendaba, no sólo el r e p a s o de los cursos,, sino también en ocasiones la lenseñanza de determina- 3^8 ) das secciones de (los cursos: laisií., pues, estos “maestros” diel iaintiiguo Colegio de Medicina fúérón verdadera representa-- ción de los ayudantes técnicos que vi¬ nieron después. Estos cargos de ayu¬ dantes datan de la organüzación de la Facultad de Medicina (1856) . El origen de estos puestos de ayiuldantes está constituido por la necesidad en que se h.alllaba el Catedrático de Química, docto r José E b o 1 i, de pensó na que le acompañase en la enseñanza. E.! primer ayudante nombirado por la Fa¬ cultad de Medicina ilio fué, pues, para dicha cátedra de Qilfmica y el nomibra- miiCnto recayó en el doctor Aurelio L e ó«n. Aprobado el nombramiíento por Ha Facultad de Medicina pasó para su aprobación, al Gobierno, que la rati¬ ficó en 1866. Una advertencia debe ser hecha en cuanto se refiere a la Cᬠtedra de Anatomía: el año de 1863 el Presupuesto de Ha Facultad señalaba ya la suma mensiual de 25 pesos para un ^‘ayudante de Anatomía”. No se sabe a ciencia cierta si este cargo y el de díi_ sector anatómico leran uno solo, aun cuando caben sospechas en el sentido de la independencia de ambos cargos. En la actuálidad, los antiguos ayudantes han sido reemplazados por los ‘‘Jefes de tra_ bajos prácticos”. ItZA JOSE MAWUEL -—Médico — (Biog. — Nació en la ciudad de Tarma el 20 de julio de 1833. Fueron sns pa*, (^.res eó distTnguido miritar español don M a n u e i7 A z a teniente coronel de “Húsares'de Fernando VII” y la se¬ ñora doña Josefa d ,e C á r d e, n a s, de linajuda familia tarmeña.| A los s’ete años de edad ingresó al Cole¬ gio de Guadalupe, en calidad de aTuimno interno y conítinuó e-n dicho plantel has¬ ta el término de estudios de instruc¬ ción medxa..! Matriculado en el ‘‘Cole¬ gio de ila Independencia”’ in.lcló sus es¬ tudios méd'cos, que terminó con el ma- or éxito e’ año de 1854, contando ape¬ nas 21 ■rr-G^ de edad v habiend,o mere_ e'do. a sn paso oor el Colegio die Medi_ ciña, el honor de ser nombrado por sus m.aestros Vice Rector. I Ocupó un asien¬ to en la Cámara de Diputados durante las legislaturas ?.e 1868 y 1879 y en esas •époicas de funestas Huchas entre los par¬ tidos políticos del país reveló eil doctor -A z a Has excepcionales condicEones personales que le caracterizaban.! El año 1867, di doctor A z a acompañó, en uno de sus viajes, al' sabio italiiano Antonio R a i m o n d i , | Eli Dr. Luis Carranza, en artfcuíl'o ne¬ crológico dedicado al doctor A z a, se expresa dic él en los siguientes términos : “8u conducta en la dramática sesión del 22 de julio del 72 mereció que un dia¬ rio extranjero lo comparase a Lord Chat t a m cuando este hombre ex¬ traordinario se hizo conducir a la cáma¬ ra de los Lores, gotoso y prostrado, pa¬ ra morir en la tribuna protestando don- tra la poliítica inicua del ministerio t o_ r y. Eli doctor A z a mutilado de las piernaS’ hizo que lo trasladasen de Aza, José Manuel su casa al salón de sesiones para pro-- testar allí contra el atentado de los G U- t i é r r e z, en los miismos iinstantes en que penetraba a ese recinto una ocm- pañía de solidados para despojar el sa¬ lón a viva fuerza. La solidez de su juicio, en los asuntos públicos : la se¬ renidad de siu espíritu jamás perturbada ni por las terribles mortificacioues físi¬ cas ni por los sufrimientos morales, ha¬ cían de)l doctor Aza un hombre’ dis¬ tinguido en cualquiera sociedad: ari/' co_ mo las cualidaaes de su carácter recor¬ daban esos nobles tipos ya tan poco co¬ munes de la antigua generación espa¬ ñola, de hosoitalidad generosa, de leal¬ tad inquebrantahós. de austeridad en las costumbres, que tanto enaltecieron nuestra raza y que hoy mismo nos enor¬ gullecen con su recuerdo”! Después de haber vivido una existencia llena de ho- rribileis dolores físicos que el distinguido médico sobrellevó con una serenidad es¬ piritual verdaderamente admirable, fa¬ lleció en la misma ciudad que le vió na_ cer, el año de 1897 . AZAFRAN — (Bot.)— “El C r oc cus s a t i V u s o Azafrán, es i^ua pequeña planta de raíz bulbosa, hojas estrechas lineares- con .nervaduras lon- gitudinalesi, salientes en la cara inferior: sus flores son grandesl. tienen un perian_ cío de un celor morado, con seis divi¬ siones: los estigmas son muy largos, pendientes y sin divisiones. Estos es¬ tigmas son los que constituyen la mate¬ ria que se conoce en el comercio con el nombre de Azafrán ; y para obtener es¬ ta substancia tan estimada y de un color tan subido se cultiva en grande escala Ja planta, en algunas partes como en Francia, Italia. España y en Oriente — ■ Oon este fin hacia fines de mayo y en todo el' mes de junio ^ se hace la planta- cióu de los bulbos, en un terreno ligero, un poco arenoso y que se ha abonado antes: cada seiis semanas, poco más o menos, se remueve la tierra ál rededor de las plantas y en los meses de setiem¬ bre y octubre empiezan a aparecer las flores que no duran sino uno o dos días después de abiertas. — ^En este momento debe hacerse la cosecha dte las flores y separar de ellas el estigma; pues de o_ tro modo se pierde todo el azafrán; ve- rifiieada lia separación de los estigm.as, se hacen secar .a un ligero calor y so¬ bre tamices de 'crin; en estai operación pierden, por lo menos, cuatro quintas partes de su peso. El profesor P e _ r e i r a ha calculado que en un grano de azafrán entran los est^igmas de nue¬ ve flores y por tanto se necesita 4320 estigmas para hacer una onza de aza¬ frán por lo que debe no eqtrañar que esta substancia en su estado de pureza sea de un precio tan dievado. — El aza¬ frán es una materia de un olor fueirte y penetrante ; de un color amarillo vivo característicó'; colora fuertemente la sa¬ liva en amarillo dorado; el Azafrán de_ be su color a una materia especial, la Azafranina y su olor a un aceite volátil . En algunas partes de Europa (339 especialmente, es empleado como co^ndi- mento; además se emplea en la tintore¬ ría y en medicin,a como emenagogo y estimulante, entrando en algunas pre_ pariaciones como el Láudano de Siden- ham, etc. — -El azafrán se falsifica prin¬ cipalmente con lias inores del Gar- t h a m u s t 1 n c t o r i a s, pero basta un examen atento para descubrir la faÜS'iificación, además de que el olor gene eds plantes cultivées, París 1886)^ Es igualmente cultivada de antiguo en la Indiia» habiendo recibido en sánscri¬ to las denominaciones de ‘‘Gussumbha^^’ y “Kamalottara;’ . Los chinos han reci¬ bido el Gártamo sólo en el siglo II di& Jesucristo . I Ap: Las flores son emplea¬ das pana falslificar el azafrán verdadero. ( V a 1 d i z á n - M a 1 d o n a d o : La: Medicina Popular Peruana”, IL 362) Azafrán del Norte. — Flores dh: «Carthamus TiNCTORius, L.» (De Valdizán-Maldonado)’ y color característico» son de miulcha im¬ portancia” (G o 1 u n g a. Botánica, II, 173) ■ AZAFKIM DEL mORTE — (Bot.) — ‘‘Garthamus tinctorius L..] Nombre vulgar: Azafrán del Norte. | Hist. Es_ ta planta se cultiva len el Antiguo Gon- tiinente desde épocas, remotas, habién¬ dose comprobado por Ungen que “las vendas que rodean las momias de los antiguos egipcios están teñidas de Gártamo’’ (De G a n d o 1 1 e: Ori- AZALEA —(Bot.) — ‘‘El género A z ,a 1 e a (de las Ericáceas) compren¬ de plantas indígenas del Asia y del norte- de América, de hojas caducas, las flores generalmente muy aparenfes y dispues_ tas en corimbos. tiene un cáliz partido en 5 lóbulos los estambres en número de 5 . Entre las especies de este géne¬ ro citaremos: La A. p o n t i c a; » que tiene sus hojas ovales, oblongas lanceo¬ ladas; las fróres en racimos corimbosos, con la corola de un color amarillo o- también anaranjado . La A. a r bo r e s- 340) c ¡e n s, indíg'enia de la Atmériica del Norte, con hojas ovales obtusas; las flo¬ res en corimbos con la corola /grande y de color rosado” (G o 1 u n g a: Botᬠnica, Lima_ 1878^ II, p. 420) AZAIMGARO — Aguas minerales de — (H id rol.) — Están citadas '©n este Diccionario las aguas minerales de Fray- lina, situadas en esta provincia del de¬ partamento de Puno. AZAÑERO JOSE IGNACIO— Alum¬ no — (Biog.) — Se recibió de alumno exfterno del Colegio de la Independencia de Lima el 26 de julio de 1842. AZCONA MARCOS ANTONIO DE — ^Filántropo — (Biog.) — El año de 1890 don Marcos A n t o n i o d e A z c o n a^ miembro de la Socie_ dad de Beneficencia Pública de Lima, instiltuyó a esta institución por henedera de todos sus bienes. AZOTA CRISTO — ( Bot . ) —Con este nombre es conocida en él Perú la P a r k i n s o n i a s p i n o s a die áa familia de las Leguminosas’’ (B e_ 1 1 i d o: Botánica, en “Gaceta Cientí¬ fica,’’ Lima, vol. I) — Refiriéndose al género Parkinsonia, dice el profesor G o 1 u n g a: “El género Parkinsonia comprende arbustos proviistos de espi¬ nas o aguijones solitarios o reunidos por tres; con hojas pennadas; las flores a. marillas, dispuestas en raicimois, con la corola formada por cinco pétalos ovales* de los que el superior es redondeado y unguiculado’’ (G o 1 u n g a: Botáni¬ ca’’, II, 553) . AZUCAíR — CAniA DE — (Zool. ) ■ “El género Saccharum, com¬ prende plantas que en general, son pro¬ pias de las regiones cálidas, cuyas flo_ res están dispuestas en panojas, más o menos apretadas, formadas por pequeñas espigas con una o dos flores, una sexil y lia otra provista de un pedíiculjo : la gluma tiene dos valvas, reunidas exte_ riormente por un manojo de pelos lar¬ gos y sedosos : tres estambres, estilos en número de dos: Entre las especies prin- cipaleS' de este género tenemos :| El Saccharum o f f i c i n a r u m, llamada vulgarmente Caña de a _ z ú c a r o Gaña dulce', es- una planta vivaz* originaria de la India, de donde se transportó a Slriai* Egipto, - Italia, Portugal y Madera y en 1506 se introdujo en Santo Domingo, de allí en las otras Antillas y _pn fin al continente americano en donde se hai aclimatado también quie algunos autores, han creído que fuera indígena de esta parte. De su raiz nacen muchos tallos articulados, provistos de nudos más o memos acer¬ cados, en número de cuarenta a sesenta: estos fallos son gruesos y llenos de una médula blanquizca blanda y que con¬ tiene un líquido azucarado. Las hojas son envainadoras en la base, largas, un poco anchas, ásperas sobTe os bordes, li¬ sas y estraídas sobre la superficie y con una nervadura miediana longitudinal, bastante prominente: las flores están disipuestas en panojas; son pequieñaSj blanquizcas y de un aspecto sedoso . ¡ El tiempo que emplea la caña para madu¬ rar vairía según los países: en la In¬ dia, su país natal, esta madura a los nueve meses : en América noi madu¬ ra sino entre doce y véinte meses después de la plantación y esto según los lugares y la variedad de caña que se cultiva.! La caña de azúcar se eleva comunmente hasta 3 o 4 metros: gene¬ ralmente se acostumbra contra las extre¬ midades, primero por que los jugos nu¬ tritivos que deben servir para la produc cióin de flores quedan en lial parte infe., rior de la planta y aumentan la propor¬ ción de azúcar: además, en la parte su¬ perior de la planta* la proporción de azú_ car es mucho menor que en la inferior; y. por último, las extremidades cortadas o c lai b e z a s d e c a ñ lai, |comiO' se las llama, sirven plantadas como es¬ tacas para la multiplicación de la planta; tres semanas o, a lo más, un mes pués de plantadas las estacas^ las nue¬ vas plantas comienzan a brotar y enton¬ ces se les, da el cultivo conveniente has¬ ta que llegue la época de la cosecha. | La caña de azúcar sólo puede cultivarse con provecho en los países cálidos si-- tuados entre los trópicos. Entre noso¬ tros, o sea en el Perú, crece bien hasta la altura de tres a cuatro mil piés so¬ bre el nivel del mar y, a esta última al¬ tura emplea mucho tiempo para madu- (341 rar.l Los productos qule se sacan de la oaña son el azúcar, que ..es el principal: la chancaca, que no es sino el jugo de la caña eondeinsado y agitado después pa¬ ra impedir íia cristaliiz ación. En fin_ el jron y el aguardiente llamiado de caña que ise obtienen diestilando directamente ¿1 mosito de la caña fermentada, o bien disolviendo la, chancaca en el agua y cu¬ ya solución se hace fermentar. (Go_ 3 u n g a : ‘‘Botánica’ ^ II, 124_125)|| (F . il . ) — “S a c c. h a r u m o f f i c i- cañia dulce, Paga d, en dialectn a- guaruna ( J. M. V o n H a s s e 1: vocabulario aguairuna^ en “Boletín de la S o ci edad Geo g r áf i ca’ L ima, 1 9 0 2 ) . 1 1 (Hist.) — G r i s t ó b a l G o: 1 ó n en su segundo viaje, trajo a América la ca¬ ña de azúcar . | “La caña de azúcar no era conocida en el Perú en tiempo de la conquista, y fué en 1570 cuando tuvi¬ mos las primeras plantaciones’^ (P a 1- m laí R i ic a r d o: “Tlradiiciones Pe¬ ruanas”. Barcelona, 1893)1 “El primer Azúcar.— Pan de (De Váldizán-Maldonado) n a r u m, L . I Nombre vulgar : Gaña de azúcar| iSinonimias peruanas: I m p u- c o (Antis)» P o c h o a c s i r i (Piros) , S a b i (Gonibos y Sipibos) ,| Sinonimias peruanas del azúcar: Las mismas palabras entre los Antis y Pi_ ros de nuestras selvas; B a t á (Go¬ nibos y Sipibos) (G a r r a s c o: Prin oipales palabras de idioma de las cuatro tribus de infieles: Antis, ^ Piros, Goni¬ bos y Sipibos, en ‘‘Bolletm de la Socie¬ dad Geográfica de Lima, Lima 1901.| Ingenio de azúcar que en el Perú se hizo fué en tierras de Huánucu, fué de un caballero que yo conocí. Un criado su¬ yo» hombre prudente y astuto, viendo que llevaban al Perú mucho azúcar del reino de Méjico, y ^que el de su amo, por la multitud de lo que llevaban no su^ bía el precio, le aconsejó que cargase un navio de azúcar^ y lo enviase a la Nue¬ va España, para que viendo allá que lo enviaba del Perú entendiesen que habla sobra dél, y lo llevasen nf.s: así se liízo, y el concierto salió cierto y prove¬ choso; de cuyi causa se han lecho dei. pués acá los. ingenios que hay^ que son muOhíos” (G a r c i 1 a s o ’ d e l>a V e g a. — Ob. €it.)| La l'ey üj., dada por el Emperador don Garios a 8 de fe_ brero de 1539 determina el “Diezmo de los azúcares”|. A p 1 li c a c i o n e s : — Azúcar c a n d i. — En lais heridas de ,1a cabeza después de haberlas lavado con orina humana recién emitida, se es¬ polvorea polvo de azúcar y sal de cocina (Huanoayo) ; la solución acuosa de aizú- ear se emplea para lavarse los ojos jirri- tados por la acción cáuistica de lai cal (Huánuco) ; el polvo del azúcar candi al que .también llaman ‘‘azúcar imperial’’, se emplea para extlrpiar las nubes de: los ojos, insuiflando en ellos una pequeña porción del polvo (Arequipa) ; el polvo de azúcar se asocia a los polvos de llan¬ tén macho y de alLgarrobo, para comba¬ tir también las nubes de los ojos (Are-_ quipa) ; aplicaciones tópicas de jarabe de a,zúcar. se emplea en las llamadas pi¬ caduras o “lameduras de araña” (Are_ quipa) ; el sebo derretido y mezcjlado con polvo de azúcar, se emplea para embadurnarse el cuello, la “olllitai” y al pecho en la coqueluche y en general pa¬ ra combatiri la tos (Lambayeque) ; el polvo de azúcar se insufla en la larin¬ ge, en la laringitis, prefiriéndose pulve¬ rizar el azúcar que haya sido roído por las hormigas (Arequipa) .[ Mi e (1 d e c la ñ -a — Contra la viruela la toman y también se embadurmain el cuerpo com ella (Arequipa) . | C h a n c a c a — La cataplasma cali ente, hecha con chanca_ oa negra, grasa de cuí, higos secos y a- ceite de ollivo, se utiliza como' madurati¬ vo (Arequipa) ; la cataplasma de chan_ caca, maguey y ex^cremento de galliua se emplea para consolidar las fracturas, después de haber entablilflado el miem¬ bro (Arequipa) ; el agua de chancaca y zumo de limón se empleq, en tooues. pa¬ ra combatir la amigdalitis (Arequipa) • el agua de chanqaca con sal de cocina’ se utiiliza en enemas para combatir el ^‘empacho’’ (Lima) ; en Puno se prepa¬ ra un parche a base de chancaca que se emplea como madurativo ; el agua de ja¬ bón negro y chancaca se emplea como vomitivo en los casos die intoxicación (.Arequipa) ; la chancacai disuelía en a- guardiente^ se toma en copitas en la ma¬ ñana para combatir el “mal de odna’’ (blenorragia) . | La pomada preparada con chancaca, ajos y cera virgen, se emple-a para endurecer el casco de los caballos; pasando en seguida sobre el casco con una plancha caliente (Arequi¬ pa) . | R o n de quema r. — Se to¬ mar por copita para combatir los efec¬ tos de la picadura del alacrán (Pacha, camac. )|Aguar diente de ca- ñ a. — El aguardiente de cañal, sail de cocina y jugo de limón, en los escalo¬ fríos (Cajamarca) ; por lo demás el a_ guardiente de caña o “caña,zo’’ reempla¬ za en la medicina', muchas veces, aíl\ de uva. j Con el jugo de caña se prepara una bebida fermentada, una chicha lla¬ mada “HuaTapo”! En Tárapoto se pre¬ para un licor llamado “leva”: “cocinan¬ do lel calido de la caña como un lame¬ dor, y dejándolo fermentar lentamente: como el caldo es bastante concentrado, la fermentación tarda mucho, de modo quie a ' eces se toma después de dos o tres meses de haber comenzado su pre¬ paración; este licor es dulce, pero la cantidad de alcohol que contiene tras¬ torna muy pronto” (R a i m o n d 1: “rtinerarios de Viajes’’. En “Bol. Soc. Geog, de Lima.’’ Tomo XIL pág. 237) .1 Para combatir los resfria¬ dos toman una bebida bien caliente prcL parada con cañazo, chicha de maiz, chan_ caca quemada y kusmaillu (Cuzco) AZUCEMA — (Bot.) — “El L i - 1 1 u m c a n d i d u m o azucena blan¬ ca, que es la especie más común y más esparcida» es indígena de Oriente: tie¬ ne una talla casi de un metro : sius hojas son lanceoladas u ovales lanceoladas y van disminuyendo de la base hacia la ex¬ tremidad : las flores, que todos conoce¬ mos tienen un periancio de un color blanco más o menos puro y de forma campanulada;. Esta especie, por medio del cultivo ha dado origen a algunas va- riedadies entre lias aue se hace notable una que tiene su periancio rayado ex- teriormente de rojo, por lo que se le Rama ensangrentada (Co- 1 ú n g a: Botánica: IT, 146) — • El L i: 1 i u m martagón o azucena (343 amariilla crece espontáneamente en Eu¬ ropa. El L. t i g r i n u o azuce¬ na atigrada indígena del Asia; el L. g ii g a n t é u m, especie de tallo muy elevado . El L . a u r a t u m^ especie ind(fgena d el Japón . AZUCEIS A DEL INCA — (Bot.) — Ver al palabra: “Yerba del Inca”. Azulina AZüLiACiH© — (Hist.)— En el “In¬ ve uta rio de la Botica del Colegio üe San Pablo en Lima” el año 'de 1770, que V a l d i z á n - M a 1 d o n a 'd o han publicado en el volúmen III de su obra ^^La Medicina Popular Peruana” (Lima, 1922) se eincuentra el azulacho entre las existencias medicinales de aquel es_ tablecimiento y en cantidad que parece indicar el generoso empleo que se ha¬ cía de este producto . 'AZULEJO — (Bot . ) — “Centau¬ ra Cyanus, L. — Sinonimias : A z u 1 e j o. Annual o biannual, vellu-- da peluda cenicienta ; tallo de más de un metro, erguido, ramosO' y pirarn'idal. Hojas radicales 'enteras o pinnatífidas, las caUlineares lineares» sésiles. Capí¬ tulos azules solitarios, largamente pe- dunculados. Involucro con escamas pes¬ tañosas, las exteriores parduzcas . Cre¬ ce en Europa. Cultivada en los jardi_ nes como planta de adorno . El zumo de ias flores es empleado en oftamología y es utilizado en tintoreriia para preparar 'Lina tintura de color azul” (Fortu¬ nato L. Herrera: “Contribu¬ ción a la Flora del Departamento del Cuzco”, Cuzco 1921, p. 199) AZUL ^UCÜHU — (Bot.) —‘‘Gen, Salvia sp. Tallo cuadrangular,- hojas opuestas o vertteiladas . Flores dispuestas de dos en dos sobre un eje central, con cáliz persistente y corola caduca» de un color azul intenso; es^ tambres dos, estigma bífido; ovario con cuatro óvulos, Cáiliz y tallo vizcosos al llegar a la madurez. F'lorece en febre« ro y m.arzo . | Reg . Provincia de Quis- picanchi (Andahuailillas, 32.00 m.) .[ Ap . Cultivable como planta de adorno . (H e r r c,r a: Información inédita so¬ bre plantas indígenas del departamento del Cuzco) . AZZALi JOSE —Médico — (Biog.) _ _ ^^Lilegado al Perú el año de 1877 e incorporado ese año a la Facultad de Medicina, ejerció durante muchos años^ una intensa "actividad profesional, esen¬ cialmente quirúrgica. Miembro d':stín_ guido de la colonia ¡italiana residente en el Perú, médico director del Hospital Italiano “Vittorio Emmanuele H’, lle¬ vó a cabo en esta clínica» muchas im¬ portantes operaciones, que le valieron eí prestigio de una excepcional habilidad o- peratoria. En los últimos años de su vidíai había abiandonado La profeslión.^ Fa_ lleció el año de 1907, en una hacienda de su propiedad vecina al pueblo de Cho- sica. II Dejemos .a un colega estimable^ compatriota del Dr. A z z a 1 i hacer la más detallada noticia de la actuación del distinguido cirujano: Refiriéndose al doctor A z z a 1 i, dice el doctor Z a r i c h : “Si no por orden cronoló¬ gico, por la importancia científica y pO'r 344) la influencia ejercida sobre la oirugi'ia, viene en tercer lugar el doctor A z z a- 1 i. Nació en Reiggio Emilia, vino al Perú el año 1877; se estableció en etl Callao- donde, adquirió, en breve esipacio de tiempo, excelente fama de médico y ciruljano. Establecido después en Lima en 1885 entró a formar parte del per_ sonal sanitario del Hospital , Colonial “Vittorio Emmanuele II’’, asumiendo la dirección del servicio de- cirugía y ra vez- A z z a 1 i, secuaz escrupuloso' y propagandista del método antiséptico, operó en 1889 unai nefrectomía; en 1892, /la primera, gast roto raía ; en 1893, inició una serie de histerectomías ab_ dominales ^y vagi, nales y después, siem¬ pre por vez primera operó nefropexias, resecciones y suturas intestinailes, con resultados verdaderamente maravillosos. Es legrtimo, pues- pensar y aseverar que al resurgimiento de la cirugía naciona;! Azzali, José teniendo así una mayor oportunidad de demostrar su gran valor de .operador. Al nombre ce Azzali están vincu¬ lados los primeros actos operatorios lle¬ vados a cabo , en el Perú sobre los ór¬ ganos abdominales y sobre los riñones ; en efecto, la, cirugía abdominal se hahi'a reducido hasta aquel entonces a la ex_ tirpación de un quiste oválico ejecutada por él doctor Lino A 1 a,r c o, con¬ siderado, en justicia, como el maestro entre los Cirujanos del país. Por prime. contribuyó en máxima parte el ejemoio de nuestro Azzali y el impulso dado por él hacia las más arriesgadas o- pe rae i o mes. Hoy Azzali es médico director del Hospital “Vittorio Emma¬ nuele H” y bajo su dirección se atien_ ed continuamente al mejoramiento de los servicios con la implantación de las sec_ ciernes de desinfección, con nuevos am¬ bulatorios gratiUiitos, con la instrlaVón de nuevos gaibinetes” (L’ItaKia, al Perú’’ Lima, 1905__1906- p. 53) . (345 i